martes, 1 de diciembre de 2015



José Miguel Carrera 
1820-1821

                                                                                                                     William Yates

Sumario:

 I. El relato de William Yates. Su utilización por historiadores de Chile y Argentina. La traducción de Luis L. Domínguez. 
— II. José Miguel Carrera y su iniciación en la vida pública. Gobierno de Carrera. Desastre del movimiento revolucionario en Chile. 
— III. Los Carrera en la Argentina. Viaje de José Miguel a Estados Unidos. Su vuelta a Buenos Aires con una escuadrilla para expedicionar sobre Chile. Tiene noticias del Paso de los Andes y del triunfo de Chacabuco. Intenta seguir al Pacífico y es arrestado por Pueyrredón. Fuga a Montevideo. 
— IV. Conspiraciones de los Carrera en Buenos Aires contra la situación de Chile. Juan José y Luis Carrera tratan de pasar a ese país y son fusilados en Mendoza. — V. José Miguel Carrera y la conspiración llamada “de los franceses”. Fusilamiento de los complicados. 
— VI. Causas de la crisis de 1820. El congreso de Tucumán y los proyectos de monarquía. Negociados diplomáticos. Invasión de Portugal a las Provincias Unidas. Artigas y las Provincias del litoral contra la invasión. Actitud del Director Pueyrredón. 
— VII. El gobierno de Buenos Aires contra las provincias del litoral. Las invasiones a Entre Ríos rechazadas por Ramírez. La revolución contra el gobierno de Corrientes y su fracaso final.
— VIII. Las expediciones contra Santa Pe. Derrota de los ejércitos del Directorio por Estanislao López. El armisticio deabril de 1819. 
— IX. Actividades de Carrera en Montevideo. Su incorporación a las fuerzas de Ramírez. Nueva ruptura con Buenos Aires. El ejército federal en Santa Fe. Posición de Carrera. El motín de Arequito y la batalla de Cepeda.


Introducción

                                                            Por José Luis Busaniche

I

El Diario de María Graham, del que existen ediciones castellanas, fue

impreso por primera vez en Londres, con grabados y viñetas, en 1824. La edición

original inglesa lleva por título: journal of a residence in Chile, during the year

1822. And a voyage from Chile to Brasil in 1823. En el Apéndice de la obra —

omitido en las ediciones españolas—, figura una relación o memoria escrita por

William Yates, oficial irlandés que sirvió a las órdenes de José Miguel Carrera en

las guerras civiles argentinas de 1820 y 1821. Este relato se intitula: A brief

Relation of Facts and circumstanees connected whith the Family of the Carreras

in Chile; with some Account of the last Expedition of BrigadierGeneral

Don José

Miguel Carrera, his Death, etc. 1

Pese al largo encabezamiento, poco es lo que dice Yates sobre la familia de

los Carrera en Chile y sobre los hechos posteriores que costaron la vida a los dos

hermanos don Luis y don Juan José; poco también sobre el viaje de José Miguel

a Estados Unidos y sus andanzas hasta 1819; todo ello se reduce a diez y ocho

páginas confusas, inexactas y sin interés. El tema principal de la memoria lo

constituyen las guerras civiles del litoral argentino en 1820 y la campaña de

Carrera en 1821, que terminó con su muerte.

Y es que en estos últimos sucesos —no así en los primeros— Yates estuvo

presente al lado de su general, por quien sentía admiración fervorosa. Allí se

concentra todo el interés de la narración, mayormente en la campaña de 1821,

por la multiplicidad de lances y riesgos que la distinguen y porque fue la única

empresa dirigida exclusivamente por Carrera, ya que en las anteriores — debe

repetirse — el caudillo chileno nunca estuvo al frente de los ejércitos federales.

Este documento ha sido conocido y también utilizado por algunos

estudiosos de esta parte de América. Mitre se sirvió de la citada edición inglesa

para historiar las guerras civiles del año 20. 2 Vicuña Mackenna sigue paso a

paso el texto de Yates para describir en El Ostracismo de los Carreras 3 las

aventuras de don José Miguel en las guerras civiles argentinas; Sarmiento leyó

detenidamente y anotó de su puño y letra el ejemplar que nos ha servido para

esta traducción.

El Diario de María Graham no se tradujo hasta el año 1909, 4 por el escritor

chileno Valenzuela Darlington, pero sin el Apéndice, como hemos dicho. En 1913,

la Revista Histórica de Montevideo, órgano del Museo y Archivo Histórico de esa

ciudad, ofreció como primicia a sus lectores la Memoria sobre la guerra civil en

las Provincias Argentinas por Yates. 5 El entonces Director de la Revista y del

Archivo, Sr. Luis Carve, fundado en informes de Paúl Qroussac y de Valentín

Letellier, — directores de las bibliotecas nacionales de Buenos Aires y Santiago de

Chile, respectivamente — puso una nota a la Memoria de Yates, así concebida:

“Con las cartas siguientes 6, comprobamos la afirmación de que este documento

de valía, traducido por el distinguido historiador y político doctor Luis L.

Domínguez, cincuenta años atrás, no era conocido en su integridad en Chile ni en

la República Argentina. Con su publicación prestamos un verdadero servicio a la

historia de la Revolución de América y especialmente a la de las repúblicas

citadas”. Verdad es que el Dr. Letellier sólo aseguraba que en Chile no había sido

publicada ninguna traducción de Yates, y Groussac decía no estar muy seguro de

que en la Argentina u otra parte de Sud América se hubiera traducido la Brief

relation. Pero en rigor ambos demostraban desconocer el Extracto de Domínguez

—que así lo llama también el traductor—, Memoria o Extracto de memorias que

el Sr. Carve se proponía publicar como inédito. Porque es de saber que el trabajo

de Domínguez, descubierto por el Sr. Carve no era — ni mucho menos — una

novedad. Había sido publicado veinticinco años antes, (1888) en la Revista

Nacional de don Adolfo P. Carranza 7, con la misma advertencia del traductor y

como perteneciente al archivo de don Andrés Lamas. Si el traspié nada arguye en

contra de tan distinguidas personalidades, confirmando una vez más aquello de

la liebre y el buen cazador, parece demostrar, eso sí, que hasta 1913, tanto la

Biblioteca Nacional de Buenos Aires, como la de Santiago de Chile, carecían de un

fichero de revistas que permitiera a sus directores responder a una sencilla

consulta bibliográfica.

Veamos ahora en qué consiste el tal Extracto de Domínguez y si puede

considerarse una traducción de la Brief relation de Yates. Ante todo, debe

advertirse que el texto de Yates en el libro de María Graham ocupa noventa y

ocho páginas en cuarto y la traducción de Domínguez no pasa de treinta y dos

páginas de menor tamaño en la Revista Histórica citada. No ha de creerse por

esto que se trata de un fragmento ni de una selección de episodios traducidos

fielmente del original. El Dr. Domínguez se propuso apenas ofrecer una versión

abreviada de la narración, para lo cual no se paró en mutilar párrafos enteros,

saltar páginas y páginas y enlazar episodios del original con relaciones de su

propia cosecha. Así salió el singular engendro titulado en la Revista Nacional

“Memoria sobre la guerra civil en las Provincias Argentinas en tiempo de las

montoneras de Ramírez y Carrera (18201821)”.

8 El traductor expone de esta

manera el método seguido, lo que nos exime de mayores comentarios: “He

suprimido grandes trozos; he extractado muchos otros, conservando siempre la

hilación del escrito y he traducido fielmente aquellos que a mi juicio lo merecían.

Todos los párrafos que van entre comillas son del autor”.

Esto basta para dar una idea del trabajo del Dr. Domínguez; pero no es deextrañar que dejara tan maltrecho el texto de Yates, quien empieza por

advertirnos que esos papeles no merecen en su opinión los honores de una

traducción. En cuanto al criterio para valorar los trozos que merecían tal honor,

aun extractados, júzguese por lo siguiente: La vida de Carrera y sus soldados

entre los indios del sur, es uno de los pasajes más amenos e ilustrativos del

relato. Llegado a esa altura de la narración, el traductor se despacha así:

“Después de esto Carrera se alió con los indios y empezó una serie de

depredaciones en los pueblos por donde pasaba, propias de salvajes. El autor

entra en muchos pormenores sobre esta campaña de vandalaje y respecto a las

costumbres de las tribus de indios que lo acompañaban”. Estos son, en síntesis,

los antecedentes dignos de mención sobre el original de Yates y la única

traducción conocida.

La versión que ahora presentamos se ajusta a otros métodos que los

seguidos por el Dr. Domínguez. Hemos omitido —es verdad— las diez y ocho

primeras páginas del original sobre la vida pública de Carrera anterior a 1820,

pero ello se debe a que contienen tan abundante copia de errores históricos y

éstos alteran a tal punto la sucesión cronológica de los hechos, que hubiera sido

menester un exagerado número de notas para rectificar los tropiezos del autor. Y

es que la memoria de Yates ofrece dos elementos claramente discernibles: el de

una pésima crónica de sucesos conocidos de oídas, y el de una interesante

memoria de hechos vividos, expuestos con calor de humanidad y buen acopio de

información auténtica. Esta parte del relato se inicia con la batalla de Cepeda y se

extiende hasta la prisión de Carrera en 1821. Hay, por cierto, entre el cronista de

sucesos extraños y el relator de sus propias andanzas y desventuras, una

diferencia fundamental. Aunque también este último, al echar mano de

referencias históricas, incurre en groseros errores de hecho y más de una vez

desliza sus injurias de libelista entre noticias y anécdotas del más alto valor

documental. En algún caso y cuando al error de hecho ha ido mezclada la

diatriba soez, hemos preferido suprimir el párrafo, tratándose siempre de cosas

que nada enseñan ni a nadie pueden interesar, antes bien chocan al sentimiento

argentino y americano.

En cuanto a las notas agregadas al texto, tienen como único propósito dejar

establecida en lo posible la verdad de los hechos o ilustrarlos con nuevas

comprobaciones y antecedentes. Carecen esas notas de toda intención polémica y

no se proponen llevar agua para ningún molino. A la figura de Carrera, o se la ha

exaltado hasta lo absurdo o se la ha disminuido en términos injustos y hasta

despiadados. El escritor chileno Vicuña Mackenna es el más ilustre de los

panegiristas de Carrera; ya dijimos cómo se sirvió del texto de Yates sin ningún

espíritu crítico a punto de que muchas de sus páginas son simples glosas o

paráfrasis del original inglés. Entre los historiadores argentinos, don Vicente Fidel

López ha extremado la nota del vilipendio y el ultraje. En este como en otros

casos, quizás la verdad encuentre en un discreto medio su adecuado lugar. A mí

me ha tocado como anotador de Yates rectificar numerosos pasajes de la

Memoria que escribió cegado por el fanatismo partidista e ignorando la conexión

verdadera de los sucesos políticos y militares de la época. Pero me ha guiado,

sobre todo, el propósito de acercarme a la verdad histórica por la verificación

exacta de los hechos; y también, debo decirlo, el deseo de que este documento sea

conocido dentro de un marco de crítica severa y no echado a rodar de un día para

otro por editores inescrupulosos que, a favor del elemento humano y pintoresco

del relato, puedan difundir graves errores que afectan a la historia de dos países

hermanos.

Lo dicho bastaría largamente como prefacio de una modesta traducción. 

Pudiera echarse de menos —sin embargo— una noticia sobre el personaje y su

época en los años anteriores a la batalla de Cepeda. Para llenar, en parte, ese

vacío y justificar la omisión de algunas páginas del original, me decido a extender

este prólogo.

II

José Miguel Carrera, de antigua y distinguida familia chilena, nació en

Santiago el 15 de octubre de 1785. Hizo su carrera militar en España y defendió

este país de la invasión napoleónica como San Martín, Alvear y otras figuras de la

emancipación americana. En 1811, se embarcó para Chile deseoso de servir a la

causa de su independencia. Había sido favorecido por la naturaleza con una

inteligencia viva y despejada, ánimo decidido y valiente que comportaba el don

de mando, y mucho atractivo personal realzado por un continente noble y

gallardo. Animábalo una gran ambición, asaz desenfrenada, y era inclinado a la

ostentación y el fausto.

Cuando José Miguel Carrera llegó a Santiago, la revolución de

independencia, iniciada el 18 de septiembre del año anterior y que había seguido

un proceso lento y difícil, amenazaba remansarse después de la reunión de un

congreso formado por elemento conservador y moderado. En aquel punto, y

dadas las circunstancias porque pasaba el Consejo de Regencia español,

considerada también la proximidad del Virreinato del Perú, una fácil transacción

con la metrópoli hubiera satisfecho a cierto sector dirigente, deseoso de evitar

situaciones irreparables. Carrera se sintió llamado a ser el animador de aquel

movimiento para darle un impulso radical y francamente revolucionario. Sus

hermanos Luís y Juan José formaban como oficiales en el ejército. José Miguel, a

poco de su llegada, ganó buen número de voluntades y partidarios. Antes de dos

meses, el 4 de septiembre, encabezó un pronunciamiento militar dirigido contra

la Junta Ejecutiva nombrada por el Congreso. Triunfante el movimiento,

nombróse nueva junta de tendencia más liberal en la que formó el mendocino

Juan Martínez de Rosas, figura esclarecida en la independencia de Chile. Fueron

separados algunos diputados, pero el congreso prosiguió en sus funciones.

Martínez de Rosas pasó al sur de Chile para acelerar el cambio renovador.

Carrera, autor del movimiento del 4 de septiembre, quedó fuera de la nueva

Junta, y no por su propia voluntad. El 15 de noviembre provocó nuevo golpe

militar y renovó la Junta Gubernativa, incorporándose a ella como representante

de Santiago; nombró a Marín, por Coquimbo, y designó a Martínez de Rosas, por

Concepción. Pero este último se negó a colaborar, manteniéndose en el sur,

disconforme ya con la política absorbente de Carrera y receloso de su poder

personal. José Miguel disolvió el congreso, inició la persecución de sus

adversarios políticos e implantó una dictadura militar que habría de prolongarse,

si bien con largas intermitencias, por el espacio de tres años. (Diciembre de 1811.

— Octubre de 1814).

Poco después, Martínez de Rosas, vencido por Carrera, cruzaba los Andes,

camino del destierro para morir en Mendoza meses más tarde.

En el primer año de su gobierno, Carrera trata de consolidar su poder

contra el peligro interior y exterior; adopta medidas de acentuado carácter

emancipador y se afana en interesar a los gobiernos extranjeros por la suerte de

Chile. El agente norteamericano Poinsett, por ejemplo, es consultor obligado en la

política y se vincula estrechamente a la familia de Carrera. Libre de enemigos

interiores que no consiente su poder absoluto, el gobernante enarbola el nuevo

pabellón chileno, funda un periódico y la Junta de Santiago dicta un reglamento

constitucional provisorio. Ninguna providencia emanada de autoridad extraña a

Chile tendrá efecto en su suelo. Es casi una declaración de independencia, pero el

mismo reglamento declara reconocer a Fernando VII como legítimo soberano.

Dualidad explicable y que satisfacía la política de Inglaterra en aquellos

momentos. Idéntico fenómeno se daba en el Río de la Plata.

Los españoles del Perú, enterados del sesgo que tomaba la revolución en

Chile, no tardaron en enviar una expedición militar para sofocarla. En enero de

1813, desembarcó en Chiloé el ejército del general Pareja, que a poco se apoderó

de Talcahuano y Concepción, tomando el camino de Santiago. Carrera reunió sus

fuerzas en Talca y llevó un ataque afortunado en Yerbas Buenas, pero en adelante

fracasaron todas sus empresas militares. No obstante haber mediado una

sublevación en el ejército español, produciéndose después la muerte del general

Pareja, las fuerzas realistas, reconcentradas en Chillan, resistieron con éxito el

sitio del enemigo. Y el ejército chileno hubo de retirarse maltrecho, en agosto de

1813. Carrera, sin duda, no respondió como militar a sus alardes de dictador

político.

Entretanto, destacábase por su pericia y valor en el terreno de las armas,

don Bernardo O’Higgins, hijo de un virrey español de origen irlandés. O’Higgins

había sido educado en Londres, donde conoció al precursor Miranda, y en Chile

disfrutaba de considerable fortuna personal. No tenía padres, ni hermanos que le

rodearan. Los Carrera, en cambio, formaban un estrecho círculo de familia en el

que todos creíanse autorizados a participar del gobierno.

A fines de 1813, la causa de la independencia parecía perdida y ante la

grave situación del país, la Junta que gobernaba en Santiago, separó a Carrera

del mando militar para dárselo a O’Higgins. Después trasladó su sede a Talca.

Para José Miguel como para toda su familia —también quedaron separados del

ejército sus hermanos— aquel fue un rudo golpe que se tradujo en odio

implacable contra el nuevo jefe militar. O’Higgins recibió el ejército en pésimas

condiciones, agravadas muy luego por el desembarco de otro contingente español

al mando del general Gainza. (31 de enero de 1814).

Una división de este último ejército ocupó Talca y dominó el camino de

Santiago. José Miguel Carrera, sorprendido en su marcha hacia la Capital, cayó

prisionero. O’Higgins opuso hábil y tenaz resistencia; después de varios

encuentros logró detener a los españoles en Quecheregua.

Sobreviene aquí un episodio de la historia de Chile que importa conocer

para juzgar los hechos sucesivos. El Comodoro inglés Hyliyar, siguiendo la

política de su gobierno y para evitar una situación irremediable en la suerte del

movimiento emancipador, auspició una transacción entre el gobierno de Santiago

y el Jefe del ejército español, que se concretó en el Tratado de Lircay (3 de mayo

de 1814). Lord Strangford, Ministro inglés en Río de Janeiro, había también

gestionado entre el gobierno de Buenos Aires y el virrey Elío, un armisticio que

tuvo malas consecuencias para la causa revolucionaria en el Plata. (Octubre de

1811). O'Higgins acató el tratado de Lircay, y el partido carrerino explotó ese

hecho para desprestigiar al gobierno de Santiago y al jefe de las fuerzas chilenas.

El convenio fue señalado como una abdicación de los principios revolucionarios.

De allí a poco, José Miguel Carrera fugó de la prisión (dícese también que los

españoles le dieron libertad) y llegó ocultamente a Santiago. El 23 de julio

sublevó la guarnición de la ciudad, se apoderó del gobierno y a fin de asegurar su

posición, ratificó ese mismo Tratado de Lircay, que le había servido para

desprestigiar a las autoridades depuestas. Los jefes del ejército chileno, con

O'Higgins a la cabeza, no aceptaron el pronunciamiento y se creó una nueva y

difícil situación porque el ejército español se mantenía al acecho de los

acontecimientos. Carrera, apenas dueño del gobierno, persiguió con saña a sus

enemigos políticos y muchos cruzaron la cordillera para buscar asilo en

Mendoza. Esto se prolongó por el espacio de un mes, lo bastante para que el

general español Osorio, llegado del Perú, organizara las fuerzas realistas bajo un

pie respetable y subiera en busca del ejército independiente. En tales

circunstancias, O'Higgins dio un testimonio de abnegación al ponerse bajo las

órdenes inmediatas de Carrera para contener al enemigo común y tomar la

defensa de Rancagua, villa próxima a Santiago. Carrera se mantuvo en posición

más cómoda. El cerco de Rancagua por los realistas, fue desastroso para las

armas revolucionarias que sufrieron tremenda derrota. O'Higgins salvó su vida

con un grupo de valientes, mediante un acto de heroísmo, pero la causa de Chile

quedó perdida, al parecer, en forma irreparable. Carrera se había mantenido con

sus tropas a una prudente distancia, sin prestar sus auxilios. El historiador

chileno Barros Arana, juzga así su actitud: “Fue aquella una falta de Carrera, que

iba a producir los más desastrosos resultados y a echar un baldón sobre su

nombre”. Después de Rancagua, se inició el éxodo chileno a Mendoza. Durante

días sucesivos, hubo un desfile constante de tropas en derrota y de familias

fugitivas por los caminos de la cordillera.

III

En Mendoza se hallaba de gobernador intendente el general José de San

Martín, que conocía en todos sus pormenores la situación de Chile. Desde el mes

de julio habían llegado desterrados políticos, victimas de los desmanes de

Carrera. Conocía también las rivalidades entre Carrera y O'Higgins, así como las

características de uno y otro jefe. Los fugitivos chilenos llegaron a Mendoza el 12

de octubre. El día 6 había entrado el ejército español en Santiago. Entre

carrerinos y partidarios de O’Higgins, se hacían mutuas recriminaciones, aunque

en verdad, el papel de este último en el sitio de Rancagua, le colocaba muy por

encima de su contendor. Carrera invocaba, sin embargo, su calidad de jefe

supremo y pretendía imponer su autoridad. Varios comandantes militares no se

avenían a ello. Los generales O’Higgins y Mackenna lo acusaron de que

“hallándose ellos encerrados en la villa de Rancagua con la 1.a y la 2.a división

del ejército y habiendo consumido todas las municiones después de treinta y

cuatro horas de fuego continuo, no quisieron don José Miguel y don Luis Carrera

auxiliarlos con la 3.a división de su mando, sin embargo de haberlo ofrecido

cuando se le hizo saber el estado peligroso de aquella plaza”.

Por otra parte. San Martín no podía resignarse a que Carrera, llamándose

“Jefe del gobierno de Chile” mantuviera actitudes irrespetuosas para el decoro del

gobernador intendente y ejerciera ostensiblemente el mando de tropas extrañas

con desmedro también de su autoridad. El resultado fue que, a fines de octubre,

los Carrera, por orden de San Martín — acompañados de sus familias y allegados

— salieran con destino a Buenos Aires, donde el Director Posadas decidiría de su

suerte.

La situación no era muy aliviada para la causa revolucionaria en el Plata, a

fines de 1814. Se había rendido la fortaleza realista de Montevideo en el mes de

julio, pero ahora todo Chile caía en poder de los españoles. La restauración de

Fernando VII significaba también una seria amenaza que algún tiempo después

habrían de experimentar los pueblos de Nueva Granada y Venezuela. Por otra

parte, la guerra civil arreciaba en la Banda Oriental.

Los emigrados chilenos metieron mucho ruido en Buenos Aires con sus querellas 

y altercados. El 21 de noviembre, Luis Carrera mató en duelo al general

Mackenna. José Miguel siguió manteniendo predominio sobre los hermanos, y

soldados que le acompañaban. Javiera Carrera de Valdés se instaló en la ciudad

y su casa fue por mucho tiempo centro de intrigas y conspiraciones.

Durante todo el año 15, José Miguel instó a los gobiernos que se sucedieron

en Buenos Aires para que tentaran la reconquista de Chile y presentó un plan de

invasión por Coquimbo. El proyecto fue desaprobado por San Martín, previa

consulta del gobierno central.

En noviembre, un año después de su llegada, acomete Carrera una empresa

que revela su carácter osado y enérgico. Con el dinero que puede reunir, se

embarca para los Estados Unidos. Lleva por objeto adquirir una escuadra con la

que piensa libertar a su patria, invadiendo los puertos del Pacífico. ¿Sabía

Carrera que San Martín planeaba el paso de los Andes? Lo cierto es que le

consideraba ya su mayor enemigo por los sucesos de Mendoza y por el fracaso

del plan ofrecido al gobierno argentino.

El viaje de la Expedition duró dos meses. Carrera desembarcó en Anápolis,

capital del Estado de Maryland, cerca de Baltimore, el 17 de enero de 1816. Con la

derrota definitiva de Napoleón en Waterloo —que inauguraba una era de paz en

Europa— y la terminación de la segunda guerra entre Gran Bretaña y Estados

Unidos, hallábanse en este país gran número de oficiales sin destino, anhelosos

de emplearse en la guerra de independencia hispanoamericana.

Tal

circunstancia favoreció los planes de Carrera, Contaba éste con dos amistades

que le fueron de gran provecho en el país extraño: la del Comodoro de la Marina

norteamericana Porter, que había recorrido las costas del Pacifico durante la

guerra con Gran Bretaña, siendo agasajado por Carrera en Chile, y la del Agente

Poinsett, consejero del gobierno chileno en 1812 y 1813. Ambos le prestaron

oportunos servicios. Porter le introdujo ante el presidente Madison y el ministro

Monroe, pero el gobierno de los Estados Unidos mostrábase más que nunca

cauteloso en la guerra de HispanoAmérica

después de las serias reclamaciones

interpuestas por el Ministro español don Federico de Onis. Nada logró Carrera en

esas entrevistas. Por otra parte, su desconocimiento de idiomas extranjeros le

inhabilitaba para llevar adelante sus gestiones. En el mes de febrero se retiró al

pequeño pueblo de New Haven, donde se contrajo asiduamente al estudio del

francés y el inglés. Biógrafos entusiastas dicen que al cabo de tres meses

dominaba esos idiomas a la perfección. Apenas se haría entender con las

naturales dificultades, pero no necesitaba otra cosa, dado su despejo innato y su

firme voluntad. Lo cierto es que, después de ese aprendizaje. Carrera, ayudado

siempre por sus amigos Porter y Poinsett, se pone en contacto con muy

distinguidas personalidades militares extranjeras, entre ellos los generales

Orouchy, Brayer, Clausel, y según sus biógrafos chilenos, con el ex rey de España

José Bonaparte. Se vincula asimismo a comerciantes, armadores y gente de

banca. Sin duda poseía Carrera ingénito don de simpatía y de persuasión —

reconocido por sus mismos enemigos— y esto influyó mucho en el éxito de su

empresa. Pero importa conocer otros antecedentes que explican el sesgo

favorable del negociado. Se estaba lejos todavía del telégrafo, de las

comunicaciones rápidas y de la información periodística mundial. Los hechos

ocurridos en la América española llegaban a la república del norte, pasados

varios meses y asimismo confusos y contradictorios. Asignábase a la guerra de

independencia un carácter unitario, continental, y se echaba de menos un centro

directivo que diera cohesión al movimiento. Esto en las esferas oficiales; en las

demás ignorábase casi todo. Así podía escribir el Comodoro Porter a Carrera en

septiembre de 1816: “Hasta aquí no hemos podido determinar dónde debíamos8/23

considerar establecido el gobierno Supremo de la América del Sur, si en Caracas,

Cartagena, Montevideo o Buenos Aires. Varios agentes nos han sido enviados,

pero pronto hemos descubierto que son los emisarios de un partido y no de los

gobiernos”.

Carrera no representaba, por cierto, a ningún gobierno. Proscripto de Chile,

donde había perdido el mando por la ocupación española, y desconocido por sus

mismos conmilitones en tierra extraña, ¿qué representaba en los Estados

Unidos? ¿Qué garantía podía ofrecer a los armadores y banqueros a quienes

requería con instancia, buques, dinero y armas para expedicionar sobre Chile?

Nos lo dice su biógrafo, Vicuña Mackenna: “Había puesto solamente en juego

una estratagema abultada, pero esencial, sobre la que estamos indecisos entre la

condenación o la disculpa. Consistía ésta en los despachos de agente acreditado

de Chile que había hecho firmar en Buenos Aires a sus dos colegas Uribe y

Muñoz Urzúa, documentó legítimo según las pretensiones que Carrera había

sostenido siempre, de ser el único representante legal de su país en el territorio

argentino, y más legitimo todavía si se atiende al santo objeto a que era dirigido,

pero falso y apócrifo delante de la ley de las naciones y entre las relaciones que

puede establecer un individuo con extraños gobiernos”.

En agosto de 1816, Carrera inició tratos con la casa Darcy y Didier para el

fletamento de una escuadrilla. “La contrata que celebremos será a la vista de la

amplia comisión que tengo de mi gobierno. Ella será cumplida de nuestra parte,

legal y completamente y yo dejo a la dirección de Vd. y su voluntad, el entender

en todo”. Apunta Vicuña Mackenna: “Carrera, sin embargo, no atribuía el

carácter de un culpable fraude a esta dudosa credencial y secretamente pedía su

renovación, si el gobierno de Chile se hubiera instalado de nuevo

legítimamente”...

La casa Darcy y Didier consideró el negocio y lo aceptó bajo determinadas

condiciones. Las contratas aseguraban un 100 % de beneficio para los armadores

de la escuadrilla y el pago de todos los gastos y salarios de viaje, que se harían

efectivos en Chile. Entretanto, los buques serian mandados por oficiales de la

casa Didier. Un vecino de Baltimore, Jhon Skinner, adelantó también en esas

condiciones la suma de $ 4.000, “con lo que dio un empuje definitivo a la

organización de la exigente comitiva de parciales que se aprontaba para seguir a

Carrera”. En efecto, asegurada la formación y el equipo de la escuadrilla, un buen

número de oficiales franceses, ingleses y norteamericanos, se aprestaron a partir.

El Mariscal Grouchy exigió el previo depósito de una crecida suma en un banco

norteamericano... y excusaría decir que no formó parte de la comitiva. Otras no

fueron tan exigentes; les bastó la esperanza de ilustrar sus nombres en la guerra

de América y adquirir posiciones e influencia en un país rico que les debería su

libertad. José Miguel Carrera allanaba todos los obstáculos, disipaba dudas y

recelos. El 8 de diciembre, él y treinta oficiales se hacían a la vela en la corbeta

Clifton. Partirían después los bergantines Salvaje y Regente que con la escuna

Davei completaban la escuadrilla. Antes del viaje, Carrera otorgó permisos de

pesca en los mares de Chile, diciéndose “Comisionado Superior del Gobierno de

aquel país”. La Clifton llevaba buena cantidad de armamento. “Mi expedición

desafía al mundo —había escrito José Miguel a su hermano Luis— y es debido a

mis únicas cualidades, constancia, actividad y buena intención”. Verse en el mar,

rumbo a la patria lejana, rodeado de oficiales distinguidos, algunos de los cuales

se habían destacado en memorables batallas, colmaba en aquel momento las

ambiciones de Carrera. La suerte le sonreía y en su espíritu afloraban las

tendencias reveladoras de su íntima personalidad. Desde a bordo escribe a sus

armadores: “En los pocos días que he estado en la mar, he visto que es muy

miserable mi servicio de mesa”, y pide un juego de cristal y otro de porcelana, dos

servicios de café y nueve docenas de cucharas de plata. “Cuando llegue a Chile,

quiero alguna comodidad para convidar aquellos grandes señores”. El horizonte

marino exalta las quimeras y la corbeta navega con vientos de esperanza...

Durante la ausencia de Carrera se habían producido en el Río de la Plata

hechos capitales: la declaración de la independencia argentina, la invasión de la

Provincia Oriental por los portugueses, la preparación del paso de los Andes por

San Martín, la elección de Pueyrredón como Director. Carrera debió de conocer

estos hechos en Estados Unidos porque se embarcó en diciembre de 1816.

En los primeros días de febrero del año siguiente, la Cliffon entró en el Río

de la Plata. Carrera esperaría en Buenos Aires los buques restantes de la

escuadrilla. El 8 desembarcó en el puerto de la Ensenada y fue sorprendido por

una grave noticia. El general San Martín había emprendido el paso de los Andes

mientras él navegaba todavía en el Atlántico. Y con San Martín, O’Higgins,

llamado a presidir el gobierno de Chile en caso de tener éxito la campaña. Vicuña

Mackenna dice que aquella nueva llenó a Carrera “de un inesperado gozo”. Hay

en esta afirmación un error psicológico y un error de hecho. Carrera no podía ver

con agrado que sus émulos y enemigos se adelantaran a su empresa. Además, el

mismo biógrafo publica fragmentos de una carta escrita por José Miguel a su

hermano Luis, desde Norte América, en que le hace las siguientes

consideraciones: “Si los porteños libertan a Chile y merecen el odio del país, no te

comprometas en contra de ellos sino después de conocer que hay compañeros de

honor que no te echarán en las astas del toro... Si conoces que nuestra ruina hará

la felicidad del suelo en que nacimos, ¡vamos allá! Nuestro honor y nuestras

intenciones lo exigen...”. No es menester mucha perspicacia para medir el alcance

de esas expresiones. Luis Carrera debió de comunicar en 1816 a José Miguel el

apoyo de Pueyrredón a la empresa de San Martín.

Los pasajeros de la Cliffon recibieron su primer desengaño. No seria tan

simple el desembarco en las costas de Chile y menos la reconquista del territorio

si se había tentado la campaña gigantesca de los Andes bajo la responsabilidad

de las Provincias Unidas. Carrera quiso precipitar los acontecimientos y seguir

viaje para doblar al cabo de Hornos. Pueyrredón, sobre quien pesaba una enorme

responsabilidad y que sabia cuál era el encono de Carrera contra San Martín y

O’Higgins, se opuso al proyecto. Así se lo hizo saber en una entrevista.

Por otra parte, el comandante de la Clifton, agente de los armadores —que

mantenían relaciones comerciales con el gobierno de Buenos Aires— se negó a

continuar el viaje. Los oficiales, en su mayoría, una vez conocida la verdadera

situación de Chile, abandonaron a Carrera, si bien otros le permanecieron fieles y

le acompañaron hasta su muerte.

Faltaba todavía conocer el resultado de la empresa de San Martín y vivíase

en intensa expectativa. El 26 de febrero, todas las campanas de Buenos Aires,

echadas a vuelo, anunciaban jubilosamente la victoria de Chacabuco. Chile era

libre y O’Higgins presidía el nuevo gobierno independiente. Pueyrredón ofreció a

Carrera la solución más digna en aquellos momentos: le propuso una misión

diplomática ante el gobierno de los Estados Unidos. Carrera se rehusó

terminantemente. Insistía en partir con su desmedrada expedición, aunque el

capitán de la corbeta ya no le obedecía. A principios de marzo, llegó el bergantín

Sauvage al puerto de Buenos Aires y su capitán se mostró dispuesto a secundar a

Carrera en sus propósitos. El coronel Lavaysse, uno de los expedicionarios de la

Cliffon, denunció a Pueyrredón lo ocurrido y reveló que Carrera conspiraba

contra la situación de Chile. El 19 de marzo, Pueyrredón ordenó su detención y la

de su hermano Juan José. El coronel Lavaysse, ya enemistado con Carrera, le

calificó en escrito circulado por los Estados Unidos, como “el más impudente

impostor, el más vil intrigante y al mismo tiempo, a Dios gracias, el más

atolondrado e indiscreto de los conspiradores”.

En abril llegó a Buenos Aires el general San Martín y visitó a Carrera en e!

cuartel de Retiro, donde se hallaba detenido. Le reiteró el ofrecimiento del

Director sobre la misión diplomática. Carrera no sólo rechazó el ofrecimiento sino

que contestó con altanería. San Martín se limitó a decirle que el gobierno de Chile

estaba dispuesto a colgar en la plaza de Santiago al primero que atentara contra

la seguridad del Estado. Y ambos personajes se despidieron secamente para no

verse más. Importa recordar que la victoria de Chacabuco, si bien aseguró a los

patriotas la ocupación de Santiago y una gran parte del territorio, no impidió que

los realistas permanecieran en el sur recibiendo refuerzos de Lima. Catorce meses

pasaron antes del triunfo de Maipú. Con todo, y a pesar del lamentable fracaso

de la entrevista, Pueyrredón y San Martín trataron de que el gobierno de Santiago

pagara una pensión a los Carrera, en atención a sus antecedentes y a la situación

difícil por que atravesaban. O’Higgins, muy enconado contra sus opositores, se

negó. Poco después de su entrevista con San Martín, José Miguel pidió su

traslado a un barco del gobierno, donde había cumplido los primeros días de su

prisión. Conseguido ese objeto, fugó a Montevideo con la audacia y el arrojo que

nunca le abandonaron.

IV

Quedaban en Buenos Aires sus hermanos Luis y Juan José, todos los

chilenos llegados el año 14, y doña Javiera Carrera de Valdés, mujer de temple

varonil, vehemente y apasionada. Algunos oficiales extranjeros venidos en la

Clifton, integraban el circulo carrerino. Ya en Montevideo José Miguel, y al

parecer sin su consentimiento, tramóse una conspiración en casa de doña

Javiera. Tratábase de preparar una revuelta en Chile contra la situación

imperante después de Chacabuco. Empresa absurda por sus fines, por los

medios empleados para realizarla y que seria de fatales consecuencias para sus

autores. Halagado por noticias recibidas de aquel país, y a instancias de doña

Javiera —según respetables testimonios— salió el primer grupo de chilenos, que

logró pasar la cordillera. Planearían el movimiento en una hacienda de Chile. La

fragata General Scoft, contratada en Estados Unidos, y que esperaban en Buenos

Aires, podría conducir a los demás emigrados hasta las costas del Pacifico. Todo

vana ilusión.

El 10 de julio, muy de mañana, salió Luis Carrera de Buenos Aires,

disfrazado de peón, “atada la cara con un pañuelo” y al servicio de un fingido

comerciante que no era otro que el militar chileno Juan Felipe Cárdenas. Este

había conseguido pasaporte para Carrera bajo el nombre de Leandro Barra.

Ambos siguieron a caballo el camino de postas y en pocos días llegaron a

Córdoba, En esta ciudad, Cañera se fingió enfermo para no presentarse a la

autoridad y Cárdenas obtuvo la visación del pasaporte. Siguieron a Mendoza y es

la ruta encontraron al correo de Buenos Aires que iba camino de La Rioja.

Acreditándose de mal conspirador, Luis Carrera pidió al correista que le exhibiera

la correspondencia porque le interesaban ciertos documentos. El empleado se

negó terminantemente, pero llegó la noche y los viajeros le invitaron a cenar en la

posta. Corrió el vino en abundancia y embriagaron al pobre hombre. Uno de ellos

cortó la valija de cuero con una navaja y pudieron revisar la correspondencia.

Nada se decía de la fuga. Arrojados los papeles, tomaron la ruta de San Juan.

Cárdenas quedó en esta ciudad. Carrera siguió viaje a Mendoza donde anduvo de

uno en otro escondite hasta caer en manos de la policía. Era en los primeros días

de agosto. Lo acaecido con el correista y la violación de la correspondencia, fue

objeto de una seria indagación que terminó con el arresto de Cárdenas. Preso

Carrera, fue descubierto todo el hilo del complot y se supo que Juan José debía

salir por esos días de Buenos Aires siguiendo el camino de su hermano. En efecto,

el 8 de agosto, salía Juan José bajo el nombre de Narciso Méndez, también con

indumento de peón y en servicio de un traficante de muías que era el impresor

chileno Cosme Alvarez. Marcharon en un principio sin obstáculos, pero Juan

José Carrera debía sufrir el primer golpe de la fatalidad. En el lugar de San José

—entre Río IV y San Luis— un hijo del maestro de posta, joven de 16 años, les

hizo compañía para volver con las cabalgaduras desde la posta próxima. Yendo

de camino se adelanto Alvarez para prevenir la cena y Carrera quedó con el

muchacho; caía la tarde y el cielo se nubló amenazando tormenta; siguióse una

furiosa tempestad que obligó a los viajeros a detener la marcha. Apeados del

caballo, echáronse en el suelo y la borrasca duró trece horas. Cuando abonanzó,

Carrera pudo levantarse con extrema dificultad; llamó a su acompañante que no

contestó; lo tomó en sus brazos, pero el muchacho había muerto de frío. Más

tarde se responsabilizó de esa muerte a Juan José.

Los viajeros no interrumpieron su marcha. En Cañada de Lucas tuvieron

noticias de la prisión de Cárdenas y de Luis Carrera. Vacilantes entre volver a

Buenos Aires o seguir a Mendoza, optaron por esto último. Poco después, una

partida destacada por el gobernador de San Luis, los detuvo. Tras una

indagación en San Luis, Juan José fue conducido a Mendoza y se inició el famoso

proceso de los Carrera. Todo se aclaró. En Chile fueron detenidos los primeros

conspiradores pasados desde Buenos Aires. Pero en toda aquella conjura, no

había ningún principio de ejecución, sino intenciones y pensamientos. Los

Carrera sufrieron duro trato en la cárcel de Mendoza y no por el delito de don

Luis con el correista, ni por la muerte del muchacho atribuida a Juan José, sino

por los vagos proyectos de conspiración en Chile; sin embargo, no fueron

trasladados a ese país, como correspondía.

Pasados algunos meses, a principios de 1818, fue renovada la guardia de la

cárcel. Luis tuvo la desdichada idea de proyectar su evasión y arrastró en sus

planes a don Juan José que se había prometido renunciar a sus aventuras

políticas para consagrarse a la vida de hogar. Preso en San Luis, había escrito a

su mujer: “Un hombre oprimido y desesperado es capaz de hacer diabluras que

en otra situación ni aun pensaría. Déjenme volver a mi país, tan libre como salí

de él, déjenme quieto en el campo y estoy seguro que ni sentirán que tal hombre

existe en Chile. Si falto a esto, yo mismo pronuncio desde ahora mi sentencia:

que me fusilen”... Sugestiva declaración a pocos meses de la catástrofe final. Don

Luis sedujo a los soldados de la prisión, secundado por un chileno de nombre

Solís, pero una vez alcanzado ese objeto le pareció poco obtener su libertad y la

de su hermano. Planeó en seguida una conspiración contra el gobierno de

Mendoza. Todo fue descubierto y el conato no tuvo principio de ejecución. El 25

de febrero de 1818 fueron reemplazados los guardianes y se arrestó a los

conjurados iniciándose contra los Carrera nuevo proceso. El hecho fue quizás

magnificado por O’Higgins que no necesitaba mucho para reaccionar en forma

violenta contra sus inveterados adversarios. Así pudo escribir a San Martín: “Un

ejemplar castigo y pronto, es el único remedio que puede cortar tan grave mal.

Desaparezcan de entre nosotros los tres inicuos Carrera, juzgúeseles y mueran,

pues lo merecen más que los mayores enemigos de América”.

Debe decirse que las circunstancias eran muy graves en Chile para la causa

emancipadora. Se había declarado la independencia en 1817, pero un fuerte

ejército español amenazaba en el sur al mando del general Osorio. De una

próxima batalla podía depender no sólo la libertad de Chile sino de toda la

América española. El 19 de marzo se produjo la sorpresa de Cancha Rayada, que

pudo ser fatal para el ejército patriota y provocó pánico semejante a la derrota de

Rancagua. Fuera por inquina contra los Carrera o porque se asignara a la

conjuración de estos últimos exagerada significación, hubo en Mendoza quienes

señalaron su presencia en la cárcel, aún aherrojados, como un peligro para la

patria. El Cabildo pidió al gobernador intendente Luzuriaga, que se dictara

sentencia en el proceso.

Huyendo entre los dispersos de Cancha Rayada, llegó a Mendoza, desde

Chile, don Bernardo Monteagudo, personaje que, según Mitre, “figura en todas

las hecatombes de la revolución, terrorista por temperamento y que decidiría con

su genio fatídico de la suerte de los presos”. Monteagudo, desde su arribo, insta

por el aceleramiento del proceso. Luzuriaga, obedeciendo a esas sugestiones,

designa un fiscal adhoc.

Se produce la acusación y la defensa. Luego el mismo

Luzuriaga nombra una comisión especial (Monteagudo, Galigniana y Vargas)

para que dictamine si el gobernador debe pronunciar o no la sentencia definitiva.

—Debe pronunciarla de inmediato, dice la comisión, y sin apelación a Buenos

Aires... — ¿Y qué pena corresponde?... pregunta aquel juez ejemplar. — ¡La de

muerte! responde al unísono la Comisión.

Al día siguiente son ejecutados los Carrera, en la plaza de Mendoza. Tenía

Juan José 33 años y 27 su hermano Luis. Uno de ellos no dio crédito a la

notificación de la sentencia hasta momentos antes de ser fusilado. Don Vicente

Pérez Rosales, que siendo muy joven presenció aquel suplicio recogiendo todos

sus pormenores, dice al referirse al último abrazo de los hermanos antes de

sentarse en el banquillo para morir. —“Lanzáronse el uno en los brazos del otro,

mudos y convulsos, permaneciendo así medio minuto. Era el último adiós que

daban al hermano, a la vida y a la patria... Nunca he podido borrar de mi

memoria la terrible impresión que dejó en mi alma esa solemne, muda e

inesperada protesta contra las atrocidades, hasta ahora interminables, del

titulado ser más perfecto de la creación: el hombre...”

Un día después, y en pleno sobrecogimiento de los espíritus por la

consumación de aquella injusticia, llegó a Mendoza la nueva de la victoria de

Maipú. La inútil crueldad apareció más odiosa. Y la fatalidad que acompañó a los

Carrera en aquellas circunstancias, destaca con caracteres más sombríos cuando

se conocen estos documentos: San Martín a O’Higgins. 11 de abril. “Excmo.

Señor: Si los cortos servicios que tengo rendidos a Chile, merecen alguna

consideración, la interpongo para suplicar a V. E. se sirva mandar se sobresea en

la causa que se sigue a los señores Carrera...”. O'Higgins a Luzuriaga. “La

madama (sic) de don Juan José Carrera, interponiendo la mediación del Exmo.

Capitán General, ha solicitado se sobresea en la causa que se sigue a su esposo

por este gobierno, el que no ha podido resistirse... En consecuencia este gobierno

suplica a U. S. se aplique toda indulgencia, etc.”

San Martín y O’Higgins, no sabían, por cierto, lo ocurrido en Mendoza tres

días atrás. Cuando llegó el oficio a Luzuriaga, las víctimas yacían bajo tierra. No

ha de verse en la carta de O’Higgins una expresión de generosidad, sino el deseo

de complacer a San Martín. En efecto, poco tiempo después, hizo pagar al padre

de los Carrera, anciano octogenario, la cuenta presentada por Luzuriaga para

reembolsar al gobierno de Mendoza los gastos habidos en la ejecución. Un

renglón está destinado a los avechuchos que presenciaron el fusilamiento en

nombre de aquella justicia: Diligencias de presenciar la sentencia y ejecución de

ella y otras intimaciones... tanto...

Los historiadores chilenos —casi todos— han pretendido responsabilizar

directamente a San Martín y O’Higgins de la muerte de los Carrera, insinuando

unas veces, afirmando otras, que Monteagudo trajo instrucciones de Chile para

precipitar la sentencia después de Cancha Rayada. El general Mitre demostró en

su Historia de San Martín que Monteagudo no se comunicó con San Martín ni

O’Higgins después de aquel contraste (II195).

También se ha dicho que los

Carrera fueron ejecutados cuando ya se conocía en Mendoza el triunfo de Maipú.

El historiador mendocino Raffo de la Reta ha publicado en facsímil un

documento que no deja lugar a dudas sobre la fecha de la ejecución. Fue anterior,

en un día, a la noticia de la batalla. Así lo había sostenido el general Mitre.

La muerte de los Carrera empañó el brillo de la victoria. En Chile, soliviantó

muchos ánimos contra O’Higgins y San Martín, a quienes se complicó en el

desdichado suceso. En el Río de la Plata, donde se consolidaba una fuerte

oposición al Directorio, se comentó desfavorablemente el acto de aquel

gobernador que suprimía vidas humanas por el delito de malas intenciones. Es

de imaginar la repercusión del suceso en el circulo carrerino de Buenos Aires.

José Miguel recibió en Montevideo una carta del oficial norteamericano Kennedy,

en que le decía: “Mi querido general: Mi pluma se resiste a escribiros que

vuestros valientes y amados hermanos don Juan José y don Luis ya no existen.

Fueron asesinados... después de la victoria del 5 de abril que dio a Chile su

independencia”...

Consigna Vicuña Mackenna que don José Miguel, sabedor déla victoria de

Maipú antes de conocer la muerte de sus hermanos, presentaba a los amigos el

parte de San Martín exclamando: “Besen la firma del libertador de América”.

Dudosa parece la versión, recogida en la tradición oral. No sabemos lo qué pensó

de Maipú don José Miguel, pero en aquel espíritu impetuoso la tragedia de sus

hermanos provocó una terrible reacción —que a nadie puede sorprender— y que

debe tenerse en cuenta para juzgar sus acciones futuras. La venganza de aquella

muerte será su obsesión y regirá en adelante todas las determinaciones de su

voluntad.

La proclama que dirigió a los habitantes “libres” de los pueblos de Chile

revela su indignación tumultuosa y profunda: — “¿En dónde están nuestros

hermanos, nuestros compatriotas Juan José y Luis Carrera? ¿Cuál es la suerte,

cuál el destino de esos ciudadanos ilustres, de aquellos bravos generales que

dirigieron vuestro valor para levantar a la Patria monumentos de gloria

inmarcesible?... ¡Ah! ¡Ya no existen! Perecieron con la muerte de los traidores y de

los malvados. Victimas desgraciadas de la tiranía más detestable de un

triunvirato inicuo que marcará la posteridad con el sello de la ignominia; después

del martirio de horribles prisiones en los calabozos y entre cadenas;

abandonados del Universo en el centro de su país, de su familia, de sus amigos;

sin ser oídos ni juzgados, perecieron en el patíbulo como criminales el día 8 de

abril. ¡Día funesto y espantoso en los fastos de Chile!... Compatriotas! Que

mueran los tiranos para que la Patria sea libre e independiente! Ya no tiene Chile

otros enemigos que esos viles opresores. Sepultadlos en las cavernas más

profundas de los Andes para que sus cuerpos inmundos sirvan de pasto a las

fieras carnívoras de su especie y vuestra justa cólera de escarmiento a los

ambiciosos y a los malvados... La sangre de los Carrera pide venganza!

Venganza, compatriotas!”.

Si Carrera en Montevideo no reparaba en arbitrios para incitar a la

venganza, O’Higgins no sentía escrúpulos en reprimir implacablemente, por

medios vedados a la moral, todo alarde de disconformidad con su gobierno. Poco

después de Maipú y de la ejecución de los Carrera, se produjo en Chile un

movimiento encaminado a promover la reunión de un congreso representativo.

Lo encabezaba el oficial Manuel Rodríguez, “abogado con charreteras de coronel”,

tribuno un tanto demagogo pero que gozaba de simpatías, sobre todo entre el

partido carrerino. O’Higgins ordenó su prisión y su traslado a Quillota, para

iniciarle un proceso. En el camino, fue asesinado alevosamente “contra toda ley y

contra toda justicia” —dice el general Mitre— por el oficial que lo conducía. El

asesinato fue ordenado en el seno de la Logia Lautaro, o por O’Higgins

directamente y en el hecho tuvo participación Monteagudo. San Martín se

encontraba entonces en Buenos Aires. O’Higgins le escribió: “Rodríguez ha sido

muerto de un pistoletazo por el oficial que lo conducía” 9. Era un oficial de

apellido Navarro. Al regreso de San Martín a Chile, Navarro, a quien se le seguía

causa por el hecho, solicitó de San Martín una colocación fuera del país “porque

se le tildaba de la muerte de Rodríguez sin poder vindicarse públicamente”. “San

Martín le dio pase al ejército del Perú con recomendaciones de O’Higgins y oficios

de aquél para el general Belgrano”. “San Martín, ajeno a este crimen —sigue Mitre

— lo deploró como un error aunque lo aceptó como un hecho que suprimía un

obstáculo que había procurado apartar de su camino sin violencia”.

VI

Entretanto, José Miguel Carrera seguía combinando sus planes de

venganza. Un azar, muy propio de la época y de las circunstancias que se vivían,

le facilitó la trama de una nueva conspiración.

A mediados de 1818, se hallaba en Montevideo un grupo de emigrados

franceses, antiguos servidores de Napoleón, que con la restauración borbónica,

corrían tierras extranjeras sin esquivar riesgos ni aventuras. Uno de ellos, Carlos

Robert, habla sido prefecto de un departamento francés en tiempos del Imperio y

decía tener el grado de coronel. Hombre de espíritu cultivado, fundó en Buenos

Aires el primer periódico de habla francesa, titulado El Independiente del Sur.

Fracasó en su empresa comercial y se hallaba más que nunca derrotado y pobre.

Muéstranle de un carácter inquieto y algo visionario. Juan Lagresse, de espíritu

más reposado, intentó fundar una colonia agrícola. Como a Robert, la suerte le

fue desfavorable. Marcos Mercher y otro francés de apellido Young, habían sido

oficiales de Napoleón y el último se distinguió en la batalla de Waterloo. Agustín

Dragumette ganaba su vida traficando en el río con una goleta de su propiedad, y

Narciso Parchappe se ocupaba en trabajos de agrimensura. Todos ellos

proyectaban seguir al Brasil desde Montevideo, pero quiso la suerte que en esta

ciudad conocieran a José Miguel Carrera. Afinidades de carácter o sentimientos

creados por el infortunio común —quizás también cierto desafecto por

Pueyrredón— establecieron entre los franceses y Carrera una fuerte corriente de

simpatía. Y el chileno los comprometió en un vasto y descabellado plan de

conspiración, embarcándolos en una lamentable aventura. No puede asegurarse

precisamente en qué consistía toda aquella intriga porque faltan elementos serios

de verificación, pero sin duda iba proyectada al derrocamiento de los gobiernos

de Buenos Aires y Chile. Si se consideran todos los factores que hubieron de

concurrir en 1820 a la caída del Directorio en Buenos Aires y más tarde a la

renuncia de O’Higgins, esta conjura de los franceses parece urdida por una

imaginación folletinesca. Lo cierto es que los noveles conjurados, desistiendo de

su viaje al Brasil, volvieron a Buenos Aires bien provistos de claves secretas y de

prolijas instrucciones impartidas por Carrera. Carlos Robert, en apariencia el más

decidido, se alojó en casa de doña Javiera y despertó, como era natural, las

sospechas de la policía. El grupo se comunicaba con todo sigilo de las graves

confabulaciones.

A mediados de noviembre, Robert, Young y Mercher —con un chileno,

Mariano Vigil— salieron como pasajeros de una tropa de carretas que hacia el

camino de Mendoza. Alguien — nunca se supo quién — denunció en esos días a

Pueyrredón la conjuración de los franceses, asegurando que Robert y sus

acompañantes se dirigían a Chile con el propósito de asesinar a O’Higgins. Una

partida salió de inmediato en seguimiento del convoy que encontró en las

inmediaciones de Lujan.

Young hizo resistencia a mano armada y fue muerto a balazos por la

autoridad. Mercher, Robert y Vigil, volvieron presos a Buenos Aires. Ya estaban

detenidos Dragumette, Lagresse y Parchappe. A Dragumette se le encontraron

claves y cartas, dirigidas a Carrera. Una carta de Robert, decía en sus párrafos

más comprometedores: “Cien hombres, se apoderarían en una noche de la

fortaleza de Buenos Aires”. “Le aseguro a Vd. que si llegamos a Chile, nuestro

encargo será fácil y el resultado pronto. No se trata sino de deshacerse de dos

hombres y cuando se está decidido, la cosa no es difícil. Creo, mi general, que

puedo asegurarle que muy pronto será Vd. dueño de sus enemigos”.

Cartas de Mercher revelaban que él era el intermediario para la

correspondencia: “Paso largas horas con doña Javiera — decía — tratando de lo

que tanto interesa”.

La denuncia, que se mantuvo anónima, y estas cartas, sirvieron de base a!

proceso. No se halló motivo para seguir la causa contra Parchappe, Dragumette,

Mercher y Vigil. Pero Robert y Lagresse fueron sometidos a una comisión militar,

nombrada por ley del Congreso para entender en causas de conspiración.

Lagresse invocó sólidas razones en su defensa, entre otras que, de existir el delito

de conspiración, él no había tenido ninguna participación directa y podría ser

acusado, a lo sumo, de complicidad; en cuanto al asesinato, mal podría haberlo

cometido a cuatrocientas leguas de Chile, puesto que se había quedado en

Buenos Aires. Robert negó que su intento fuera perpetrar un crimen y observó

que de su carta no se desprendía la ejecución de ningún delito, ni siquiera un

principio de ejecución. Arguyó también que, en un país que proclamaba la

libertad, no podía considerarse delito el pensamiento y que en este caso,

tratándose de un asunto político, podría estar en un error pero nada más. Su

intención era informar a Carrera del estado de Chile porque la situación de este

hombre le había inspirado viva simpatía y si era un crimen ser amigo de un

desgraciado, se consideraba culpable. No creía —agregó— que el gobierno

argentino se convirtiera en ejecutor de las leyes de países vecinos.

Cinco meses duró la sustanciación del juicio y el fiscal terminó pidiendo la

pena de muerte. El defensor insistió mucho en que el proceso no arrojaba sino

meros indicios. Con todo, Robert y Lagresse fueron condenados a la horca, pena

infamante que les fue conmutada por la de fusilamiento. Los condenados

escribieron a sus familias proclamando que morían inocentes, y como única

gracia, pidieron que se les permitiera comer juntos antes de ser ejecutados. En el

transcurso del ágape, brindaron por la libertad universal. Murieron en la plaza

del Retiro en la mañana del 3 de abril de 1819. “Fue otra mancha de sangre —dice

Mitre— como la de los hermanos Carrera en Mendoza, pues aun probadas las

acusaciones, no pasaban de meros conatos y conatos vagos de dos visionarios

que no conocían el país ni sus hombres”.

José Miguel Carrera imprimió una carta en Montevideo dirigida a sus

amigos de Chile, donde expone que “los franceses habían sido asesinados con

barbaridad inaudita por un tal vez y por unas cartas que, escritas a otro que no

se llamase José Miguel Carrera, habrían sido despreciadas, extrañando cuando

más a sus autores como enemigos del partido del gobierno”. El general Mitre

admite que Carrera tenía razón y que “sean cuales fuesen sus sentimientos

respecto a O'Higgins y San Martín y las fulminaciones públicas y privadas contra

ellos, del proceso no resulta en realidad ni una tentativa de asesinato, por más

que el anhelo de venganza anidase en su corazón”.

Se ha dicho que la sublevación de los españoles confinados en San Luis (8

de febrero de 1819) influyó en la condenación de Robert y Lagresse por cuanto se

habría probado la mediación de Carrera y Alvear desde Montevideo, en aquel

levantamiento. A este respecto debe considerarse que tal acusación no está

consignada en ningún documento probatorio y que el sumario donde aparece,

fue instruido por Monteagudo, siniestro personaje que decidió la muerte de los

Carrera en Mendoza y estaba complicado en el asesinato de Manuel Rodríguez.

VII

Ya en 1819, la situación del gobierno de Buenos Aires se tornaba

singularmente difícil y pesaba sobre sus hombres un general descrédito. Mirado

aquel gobierno con la perspectiva del tiempo y bajo el solo aspecto de su

contribución a la campaña de los Andes, adquiere relieves heroicos dignos de

franca admiración. La campaña de los Andes no dio por único resultado la

independencia de Chile. Las victorias de Chacabuco y Maipú tuvieron

trascendencia continental, facilitaron— como lo reconoció el mismo Bolívar —la

campaña de Nueva Granada con los sucesivos triunfos del héroe del norte y

atrajeron la atención de la diplomacia europea sobre la guerra de independencia

americana.

Pero de 1816 a 1819, el gobierno argentino hubo de resolver otros

problemas de más inmediato interés y de más urgente y perentoria sanción. Ellos

afectaban al sentido íntimo, al postulado esencial de la revolución y a la

integridad territorial de la nueva patria en el punto de más vital importancia para

la economía de su vida independiente. No debe olvidarse que con la declaración

de independencia en el año 16, coincidió la invasión de los portugueses a la

Provincia Oriental; con el paso de los Andes, la ocupación de Montevideo por los

ejércitos del Rey don Juan VI, casado con una hermana de Fernando VII. Un

negociado diplomático, urdido en el mismo congreso de Tucumán, y que consta

en sus actas secretas, procuraba el restablecimiento de la casa de los Incas,

enlazándola con la de Braganza bajo el protectorado de Portugal, o la coronación

de un infante del Brasil o la de cualquier infante extranjero con tal que no sea de

España... Una voz se levantó para pedir que no fueran excluidos del trono los

susodichos infantes de España, hermanos de Fernando VII. Fue la del diputado

por San Juan, Fray Justo de Santa María de Oro, personaje de rara fortuna que,

según cierta literatura histórica —destinada a los escolares de toda edad y

categoría— pasa por campeón del republicanismo en el congreso... Explican el

negociado con Portugal los defensores de aquella política exótica, por una

supuesta defensa del movimiento emancipador de América, que don Juan VI

estaba llamado a ejercer como resultado de ciertas divergencias habidas con el

rey de España. Pero ni tal defensa tuvo nunca principio de ejecución, ni la

Provincia Oriental con su puerto de Montevideo —superior al de Buenos Aires—

volvió jamás a la comunidad argentina. Pueyrredón aceptó la dominación

portuguesa con vagas protestas que a nadie convencieron; y como Artigas no

quiso subordinarse a esa política, le abandonó en la defensa del territorio. Muy

luego se firmaron tratados con el invasor, aceptando el hecho consumado. Un

recio movimiento de oposición se dejó sentir en todo el litoral y en la misma

ciudad de Buenos Aires. Pueyrredón clausuró periódicos y desterró a los

opositores que tuvo al alcance de su mano. Así salió Dorrego desterrado para los

Estados Unidos en 1816, y el general French y los coroneles Pagola y Valdenegro

y los doctores Agrelo, Moreno, Chiclana y Pazos Silva en 1817. Entretanto,

continuaron los planes secretos de monarquía: Abandonado el proyecto

portugués, se pidió al gobierno francés que aceptara la candidatura del Duque de

Orleans, después de una conferencia secreta que tuvo Pueyrredón con un

aventurero de apellido Le Moyne, autorizado por el Ministro de Francia en

Londres — sin conocimiento de su gobierno — para “anunciar — entre otras cosas

— que la Europa entera vería con repugnancia el establecimiento de una

república en el sur de América”. Al gobierno de Francia le pareció mucho

candidato el Duque de Orleans (después Rey con el nombre de Luis Felipe) y

ofreció al duquesillo Carlos Luis de Borbón, presunto heredero de Parma y

sobrino de Fernando VII. El congreso aceptó esa candidatura en 1819, por

intermedio del canónigo don Valentín Gómez, con mucho aparato de ocultación y

misterio. Era el secreto de Polichinela...

Todo eso terminó en 1820... Aunque los fenómenos políticos. y sociales que

influyeron en la caída del Directorio son complejos y varios, no es tan difícil —

analizado aquel proceso con probidad y detenimiento— llegar a una síntesis

bastante aproximada a la verdad. Ya hemos visto que la política del gobierno con

los portugueses provocó un movimiento de oposición que se manifestó

primeramente en la Capital. Señalamos también los procedimientos expeditivos

de que se valió el Director para sofocarlo. Pero en las provincias del litoral

argentino, la oposición se dejó sentir en un movimiento de resistencia al invasor y

no de agresión a la autoridad central. Los portugueses invadieron la Provincia

Oriental, parte de Corrientes y toda la costa del Uruguay. Creóse de esta manera

una curiosa situación, en extremo delicada. ¿Castigaría el Director a los pueblos

que negaban su obediencia al gobierno para defender el territorio nacional y sus

propios intereses locales?... ¿No podría significar ese castigo una expresión de

solidaridad con el invasor extranjero y provocar consecuencias fatales?

Pueyrredón se mantuvo perplejo en un principio y esperó casi un año antes de

tomar su partido. Por fin se decidió a caer militarmente sobre las provincias que

hacían frente a la invasión, y le desobedecían. Por cierto que los apologistas

oficiosos encuentran argumentos para justificar esa actitud. Pero ignoran u

olvidan que el mismo Pueyrredón, emigrado en Montevideo por los sucesos del

año 20, reconoció paladinamente su error, en un manifiesto, al declarar que sus

agresiones a las provincias habían constituido una mancha para su gobierno:

“Aquella condescendencia imprudente, a la verdad, por mi parte, —dice— y única

mancha que reconozco en mi administración, encendió de nuevo la discordia”.

Sostuvo Pueyrredón en ese manifiesto, y en descargo de sus culpas, que él no

hizo sino condescender imprudentemente al pedido de algunos ciudadanos

deseosos de ver a Entre Ríos libre de la influencia de Artigas. Vana disculpa. Fue

él, Pueyrredón, quien ofreció a Hereñú y a otros caudillejos artiguistas la ayuda

del gobierno central si abandonaban las hostilidades contra el invasor portugués

levantándose contra Artigas. El negociado fue secreto y poco después se

presentaban en Buenos Aires aquellas presuntas víctimas de la tiranía artiguista,

solicitando ayuda para el recobro de sus libertades...

Con el pretexto que necesitaba, Pueyrredón organizó un ejército de invasión

y lo arrojó sobre Entre Ríos por la costa del Ibicuí (diciembre de 1817). Iba

mandado por el coronel Luciano Montes de Oca, lanzando proclamas de libertad

contra los que defendían el suelo argentino del invasor extranjero. Francisco

Ramírez, al frente de un ejército de entrerrianos, compacto y aguerrido,

abandonó momentáneamente las costas del Uruguay y destrozó a las tropas

directoriales en la batalla del Arroyo de Cevallos obligándolas a reembarcarse con

grandes pérdidas, entre ellas toda su artillería. (Por esos momentos, Pueyrredón

firmaba un tratado con Portugal que implicaba una alianza secreta contra Artigas

y los correos de Buenos Aires distribuían en las provincias argentinas las

proclamas firmadas en Montevideo por el general Lecor).

La derrota fulminante del ejército directorial en Entre Ríos, pudo haber

llamado a la realidad al Director, pero no fue así. Comprometido cada vez más

con el gobierno portugués, sólo pensó en rehabilitarse con un rápido desquite.

Reforzó los efectivos militares que puso bajo el mando del general Marcos

Balcarce. El nuevo ejército se dirigió en la escuadrilla hasta el puerto de la Bajada

(hoy ciudad de Paraná), donde desembarcó para unirse a las fuerzas de Hereñú y

Samaniego, los caudillejos adictos al gobierno de Buenos Aires. Empezaban a

planear la invasión de la provincia cuando se presentó Ramírez a las puertas de

Paraná con sus tropas de milicianos. Balcarce salió a su encuentro: con hábiles

maniobras, el caudillo entrerriano lo llevó hasta el Saucecito, donde le infligió

completa derrota. Abandonó Balcarce toda su artillería y más de mi; setecientos

hombres, entre muertos, heridos y prisioneros. Los restos del ejército disperso se

salvaron en la escuadrilla. Ramírez, después de su victoria, corrió a las costas del

Uruguay, para oponerse a los portugueses que amenazaban con un desembarco,

pero éstos lograron apoderarse de Concepción del Uruguay, en el mes de mayo.

El hecho, por su gravísimo significado, causó sensación en todo el país. Acababa

de celebrarse el triunfo de Maipú...

Fracasado una vez más en Entre Ríos, el Director puso sus ojos en

Corrientes, provincia muy castigada en su región oriental por las depredaciones

portuguesas. El brigadier portugués Chagas, con saña salvaje, incendió las

iglesias de las antiguas misiones jesuíticas, reduciéndolas a montones de

escombros, después de saquearlas y pasar a degüello las poblaciones. Andrés

Gacarari (más conocido por Andresito Artigas), indio misionero, defendió cuanto

pudo esa región argentina, pero estaba destinado al fracaso. El oficial portugués

Diego Arouche de Moraes Lara, que tomó parte en la campaña, consigna lo

siguiente: “Después de saqueadas y demolidas las siete poblaciones de Yapeyú,

Cruz, Santo Tomé, Santa María, San Javier, Mártires y Concepción, situadas en

la margen derecha del Uruguay, y solamente saqueados los pueblos de San José,

Apóstoles y San Carlos; saqueada y talada la campaña en una extensión de más

de ochenta leguas, de lo que resultó una rica presa de sesenta arrobas de plata...

y finalmente después de establecidas las guardias necesarias que debían quedar

en la margen derecha del Uruguay, el brigadier Chagas repasó aquel río el 13 de

marzo de 1817, con sus tropas cubiertas de gloria y cargadas de despojos del

enemigo, al que habían hecho las mayores hostilidades que sea posible hacer”. 10

Los correntinos, que tenían motivo para odiar al usurpador extranjero, se habían

pronunciado por Artigas en la defensa del territorio. El Director no quiso arriesgar

otra expedición militar contra Corrientes y prefirió maquinar intrigas y

conspiraciones. Mientras los portugueses atacaban las costas del Uruguay,

algunos políticos correntinos, ayudados con armas y dinero por el gobierno

porteño, promovieron una revolución contra el gobernador Méndez y

sorpresivamente le derrocaron del poder (mayo de 1818). Poco les duró su

fortuna, porque Andrés Artigas, abandonando las Misiones, vino sobre Corrientes

y derrotó a los directoriales quedando dueño de la situación. Después de tratar

duramente a los revolucionarios y sus familias, Andresito repuso al gobernador

Méndez. Decididamente, la política del Director era impopular y ese tercer fracaso

aumentó su descrédito. Sólo le faltaba tentar un golpe de mano sobre Santa Fe.

Esta provincia, desde el año 15, había proclamado su autonomía y era

unánime en ella el repudio a la invasión portuguesa. El gobernador Mariano

Vera, que contaba entre los fundadores de su autonomía, mantuvo el año 1817

una política, sino de duplicidad, por lo menos oscilante y ambigua. Tan pronto

cumplía instrucciones de Artigas, como acataba las órdenes de Pueyrredón. Tal

situación no podía prolongarse después de los sucesos de Entre Ríos y Corrientes.

Y un pronunciamiento militar puso término al gobierno de Vera, colocando en su

lugar al comandante de armas don Estanislao López, ya probado como militar y

como caudillo. Tenía el nuevo gobernante treinta y dos años. El movimiento se

tomó como un desafío al gobierno de Buenos Aires y Pueyrredón se dio prisa en

organizar el nuevo ejército para sojuzgar a Santa Fe. Estábanle reservados a esta

provincia los golpes más rudos e impresionantes, que devolvería, uno tras otro,

con admirable decisión. Toda una división del ejército de Belgrano que operaba

en el norte fue traída hasta Córdoba, sobre la frontera de Santa Fe, para invadir

la provincia. Un nuevo ejército llamado “de observación”, a las órdenes del

general Juan Ramón Balcarce, atacaría por el sur. En total, cuatro mil hombres

para combinar movimientos ofensivos. Santa Fe no tendría soldados ni armas

suficientes para soportar aquella operación arrolladora. El jefe santafecino

organizó los escasos efectivos de que disponía y salió en defensa de su provincia,

por el sur, donde el peligro era más inminente. El pesado ejército de Balcarce

tardaba en moverse y López concibió una operación estratégica, la más

arriesgada y audaz. Sin abandonar por completo la frontera sur, se lanzó con su

mejor caballería, cuatrocientos hombres, hasta Córdoba, en impetuosa marcha;

sorprendió y derrotó una parte de las fuerzas enemigas en el paraje de Litín y

persiguió a Bustos hasta dejarlo encerrado en Fraile Muerto (hoy Bell Ville),

perdidos sus ganados y caballadas. “Con este golpe de audacia, —dice Mitre—

López desbarató en parte el plan de campaña de sus adversarios..., conmovió

profundamente la opinión de Córdoba que le era favorable, y después de reducir

a Bustos a la impotencia, regresó con el prestigio del éxito a hacer frente a la

invasión de Balcarce, sin cuidados por su flanco derecho”.

Cuando López volvió de su campaña en Córdoba, el numeroso ejército de

Balcarce se había corrido por la costa del Paraná y avanzaba en dirección a Santa

Fe. Sin fuerzas suficientes para cortarle el paso ni empeñar una batalla, López

atacó sin descanso y en forma implacable al enemigo, oponiéndole cuantos

obstáculos pudo encontrar, precediéndole siempre en su marcha. Balcarce entró

en Santa Fe el 25 de noviembre, pero con su ejército bastante desmoralizado.

Encontró la ciudad desierta y ni una cabeza de ganado en todos sus contornos.

Dos días después, López, a las puertas de la ciudad, le provocaba al combate. El

29 de noviembre, Balcarce arriesgó su vanguardia, que fue derrotada en el paraje

de Arroyo Aguiar, pocas leguas al norte de Santa Fe. Este suceso decidió la

retirada del invasor, que volvió por el mismo camino que había traído,

hostilizado de continuo y buscando la frontera del sur. El general Balcarce tenía

las siguientes instrucciones del Director: “Los santafecinos que se sometan serán

tratados con consideración en su persona y bienes, pero a condición de ser

trasladados a la nueva línea de frontera. Si se resisten, deben ser tratados

militarmente como rebeldes, imponiéndoseles sin dilación la última pena”.

Imposibilitado de cumplir esas instrucciones, Balcarce se disculpaba en esta

forma: “En otra ocasión manifestaré las poderosas razones que he tenido para no

destruir la ciudad de Santa Fe y causar el último mal a las pocas familias que

han quedado”.

Pretendió todavía Balcarce defenderse en Rosario, pero ante el riesgo de un

sitio, pegó fuego a la población y se retiró con todo el ejército a San Nicolás.

Así terminó la tercera invasión a las provincias litorales. Faltaba la cuarta y

última que no se hizo esperar. Podría designarse con palabras oficiales: Todo el

poder de la Nación contra Santa Fe.11 El Director reforzó el ejército de Buenos

Aires y lo puso al mando del general Viamonte, relevando a Balcarce, no sin

protestas de este último, que en oficios reservados dio a entender claramente la

causa de los desastres: estaba ella en la convicción general de que el gobierno

obraba en alianza con el extranjero. El Director se decidió a jugar su última carta:

Viamonte invadiría una vez más Santa Fe, en combinación con todo el ejército de

Belgrano, que abandonaría la frontera norte del país a los españoles del Alto

Perú. La escuadrilla se dedicaba al bloqueo del Paraná. Mal de su grado,

Belgrano obedeció. En febrero de 1819, los dos ejércitos amenazaban Santa Fe,

sumando en total unos siete mil hombres. López, que había aumentado sus

efectivos con algunos auxilios de Entre Ríos y Corrientes, se dispuso nuevamente

a la defensa. Como en la campaña anterior, llevó un ataque a las primeras

divisiones de Córdoba mandadas por Paz y La Madrid, que se defendieron con

éxito en la Herradura del Río 3°. Luego volvió sobre Santa Fe y derrotó

completamente en las lomas de Coronda a la vanguardia de Viamonte, al mando

de Hortiguera, impidiendo el avance del ejército. Viamonte se volvió a Rosario,

quedando cortadas sus comunicaciones con Belgrano. En esa población se

mantuvo a la defensiva, mientras el ejército de Córdoba media sus pasos con

extrema cautela. Su jefe no pisaba en terreno seguro, porque según sus

comunicaciones al gobierno, para aquella guerra “ni todo el ejército de Jerjes era

suficiente”. En abril de 1819, Estanislao López, considerado como “rebelde a

quien se aplicaría sin dilación la última pena”, interceptó unos despachos de San

Martín y del gobierno de Chile para el Director Pueyrredón; los envió al general

Viamonte, con este oficio: “En un expreso tomado en esta fecha por una partida

de mi ejército, he encontrado las comunicaciones que adjunto. Su contexto es

dirigido en solicitud de adelantar la causa general de la América, por la que tengo

el más vivo interés. Las diferencias que existen entre nosotros nunca podrán

determinarme a interrumpir el giro de los papeles de esta clase. Cumplo gustoso

con los deberes de un hijo de la Patria; con cuyo objeto tengo la satisfacción de

presentar a V. S. mis sentimientos como el garante de mis compañeros de armas

e hijos de la provincia que tengo el honor de mandar”. 12

Se ha dicho que esta actitud del caudillo santafecino, obedeció al temor de

que San Martín pusiera término a la guerra civil uniendo su ejército a los de

Belgrano y Viamonte. Errónea conjetura si se considera que San Martín obraba

ya con acentuada independencia del gobierno central y había escrito a López

asegurándole que su sable “no saldría jamás de la vaina por opiniones políticas”.

Tampoco los papeles interceptados se referían a la guerra del litoral. Ello es que,

como resultado de la actitud de López, se firmó un armisticio entre Viamonte y el

Gobernador de Santa Fe. “El armisticio no ha podido ser más a tiempo ni en

circunstancias más apuradas” escribió Belgrano al Director. Y Viamonte: “Yo no

he hecho sino conceder lo que absolutamente podía negar por la falta total de

movilidad en que me hallo”. A tal situación había quedado reducido en dos

meses aquel ejército de siete mil hombres...

El armisticio no fue de larga duración. López aprovechó de él para legalizar

la situación en que se encontraba su gobierno desde agosto del año anterior. La

Sala de Representantes de Santa Fe le designó gobernador en propiedad y

sancionó el primer estatuto constitucional de la provincia, rudimental en su

forma y estructura pero de gran interés por su contenido republicano y

democrático.13 Sobre el rompimiento del armisticio de Rosario corren algunos

tópicos de uso general que lo atribuyen —no podía ser de otro modo— a perfidia

montonera... Lo cierto es que estaba en el orden de las cosas lo transitorio de

aquella situación. Un gobierno centralizado, regido por una constitución unitaria

(la dictada en mayo de 1819), mal podía tratar en el mismo plano con el jefe de

una provincia autónoma que se daba una constitución para “fijar sistema” al

resto del país... Por eso no es de extrañar que a poco de firmado el armisticio,

Belgrano escribiera al Director: “Sin hacer un movimiento prematuro, es

conveniente retroceder a la villa de los Ranchos y asegurar ventajas para un golpe

decisivo”. Y Viamonte: “El armisticio me deja expedito para proveerme de los

auxilios necesarios y el ejército se pondrá en actitud de operar con grandes

ventajas”. Entretanto, Ángel Ubac, jefe de la escuadrilla directorial en el Río

Paraná, trataba personalmente con las autoridades portuguesas, asegurando

ventajas en los nos. Los caudillejos entrerrianos, enemigos de Ramírez y aliados

del Director (Samaniego, Hereñú, Correa), proveíanse libremente de víveres en

los buques de Portugal y — lo mismo que Ubac — daban cuenta de sus

procederes al gobierno de Buenos Aires, que, ciertamente, no los desautorizaba...

De estos hechos ha quedado constancia en los archivos... ¿Podía ignorarlos el

gobernador de Santa Fe, hombre que todos reconocen avisado y sagaz?... No, por

cierto. Artigas, el primero, se encargó de comunicárselos...

VIII

En octubre de 1819 fue reanudada la guerra y esta vez la ofensiva partió de

Santa Fe. Ya corrían muy malos vientos para la estabilidad del gobierno central.

Rondeau había sucedido a Pueyrredón en el Directorio. En tales circunstancias —

mediados de 1819— y próximo el derrumbe final, entra en escena José Miguel

Carrera en las guerras civiles. Para sus apologistas chilenos, esa entrada

determina la anarquía del país argentino... “Carrera necesitaba —dice

Amunátegui— anarquizar a la República Argentina, trastornar el régimen

establecido en ella, cambiar por otros los hombres que la gobernaban para que le

fuera permitido levantar tropas, proporcionarse auxilios y limpiar de estorbos el

camino que debía conducirlo a su patria”. Los antecedentes expuestos sirven

para medir la falsedad de tal afirmación. El proceso de las guerras civiles en el

litoral era de larga data y la actitud de Pueyrredón para con las provincias fue

determinada por hechos muy ajenos al asunto de los Carrera, asunto episódico al

fin, tanto en la historia del Río de la Plata como en la de Chile después de 1814.

José Miguel Carrera, asilado en Montevideo, fue uno de los muchos que

atizaron la oposición al Directorio. Tenía consigo una imprenta, no muy bien

acondicionada, que uno de sus amigos le llevó desde Buenos Aires. Con ella

publicó un periódico, “El Hurón”, y las diversas cartas y manifiestos dirigidos a

sus partidarios en Chile. Son escritos y libelos inflamados de pasión, duros y

truculentos, en los que no falta, con todo, la nota honda y el acierto formal. San

Martín, O’Higgins y Pueyrredón constituyen el blanco de sus iras. Ocioso es decir

que puso todos sus empeños en fomentar el levantamiento de las provincias

contra Buenos Aires —no por afinidad de opiniones con la causa federalista—

sino para minar los cimientos del gobierno central.

He aquí un espécimen de su propaganda: “¿Quién ha hecho la guerra de

exterminio a los pueblos para sujetarlos a la dependencia de su poder?... ¿Quién

el que violando los principios de la sociedad civil y atacando los derechos de la

seguridad individual arrojó allá en las plazas extranjeras y remotas a tantos

ciudadanos beneméritos por servicios ilustres, sin precedente causa, citación ni

proceso, para que pereciesen de hambre o de peste entre los negros de Santo

Domingo?... ¿Quién el que consolidó el establecimiento de las dos logias que

teniendo en su seno los principales jefes de la fuerza armada ponen al arbitrio de

estos tiranos la vida de los hombres y los destinos futuros de la patria?... ¿Quién

es el que provocó la invasión extranjera sobre e! territorio del Estado auxiliando

la destrucción del general Artigas y sus soldados; el que hizo correr en Entre Ríos

la sangre de los patriotas por sostener su infernal ambición; el que es la causa de

la guerra civil que asola los campos de la banda occidental, y el que trata de

entregar el país a un príncipe extranjero?... ¿Quién el que cooperó cobardemente

al asesinato de los Carreras, mis hermanos, sin haber manifestado hasta ahora ni

un crimen aparente?... ¿Quién el perseguidor injusto de mi familia... y el que no

pudiendo devorarme ataca mi honor inventando fábulas para ofrecerme en

espectáculo a los pueblos... como un pérfido vendido a los españoles, como un

cobarde que abandonó la causa sagrada de la independencia de Sud América?...

Todos lo señalan con el dedo: es el Director Pueyrredón”.

El general Lecor, gobernador portugués de Montevideo, dejábalo hacer...

Con fuerzas suficientes para defenderse de Artigas, miraba con buenos ojos

cuanto pudiera contribuir a la disolución y la anarquía en el Río de la Plata; todo

era para mayor ventaja y provecho del Rey don Juan VI. Pero el gobierno de

Pueyrredón, por medio de su ministro García, mantenía buenas relaciones con el

monarca e interpuso quejas reiteradas ante su cancillería por las actividades

libelísticas de Carrera, denunciándole como cómplice de Artigas. Lo mismo hizo

el ministro chileno Zañartu, acreditado ante el gobierno de Buenos Aires. Y en

julio de 1819 Carrera tuvo que alejarse de Montevideo. Encontró asilo en el

ejército de Entre Ríos, comandado por Francisco Ramírez. Se ha repetido que

Artigas nunca quiso admitir a Carrera en sus ejércitos; negariase quizás a tenerlo

en su campamento, porque Ramírez, subordinado del caudillo oriental, no

hubiera franqueado aquella hospitalidad sin su consentimiento. A Carrera se

reunieron algunos chilenos, y oficiales norteamericanos y franceses que le habían

permanecido fieles en su destierro: Mercher, Dragumette, Kennedy y muy

probablemente William Yates. De Buenos Aires llegó también su mujer, doña

Mercedes Fontecilla, con sus hijos pequeños. “La casa del generoso y liberal

general Ramírez —le había escrito Carrera— debes mirarla con la mayor

confianza”. Cuatro meses permaneció Carrera en Entre Ríos. Tenía consigo su

imprenta de Montevideo y publicó un periódico titulado “La Gaceta Federal”.

Después que Estanislao López rompió las hostilidades con Buenos Aires y

se inició nuevamente la guerra, Carrera pasó a Santa Fe con el ejército de

Ramírez. Iba a intervenir en la campaña decisiva que terminó con la caída del

Directorio y del Congreso.

Cumple ahora definir el papel que representaba en aquel ejército el

desterrado chileno. Si atendemos solamente a su formación intelectual y a su

educación, ha de admitirse que llevaba ventajas sobre aquellos caudillos de letras

gordas y un tanto rudos como el medio en que se habían formado. Pero seria

grave error suponer en Carrera mayor competencia militar, ni algo siquiera de

aquella poderosa sugestión que Ramírez y López ejercían sobre las masas

campesinas. El primero se había probado ya como militar, derrotando en

inferioridad de condiciones al coronel Montes de Oca primero, al general Marcos

Balcarce después. López había desplegado en la defensa de Santa Fe una

estrategia tan inteligente y osada, que desconcertó a todos sus enemigos y le valió

en su provincia prestigio inmarcesible. Lo que ambos jefes necesitaban en esos

momentos era el propagandista político, el hombre de pluma, redactor de oficios

y proclamas. A este hombre lo encontraron en Carrera; y la pequeña imprenta

federal no se dio descanso en la publicación de gacetas y boletines.

El descrédito del gobierno central había ido en aumento durante el año 19.

Rondeau, consciente del peligro, llamó a San Martín para salvar la situación, pero

San Martín pasó a Chile incurriendo en aquella desobediencia que Mitre calificó

de genial y don Vicente Fidel López condenó en términos severos. El general

Lecor, conquistador portugués del Uruguay, fue solicitado desde Buenos Aires

para llevar sus ejércitos hasta el río Paraná, pero el gobierno de Río de Janeiro no

creyó conveniente hacerlo. Rondeau apeló también a los “Señores Caciques de la

Nación Ranquela”, pero el comisionado Feliciano Chiclana, no obstante haber

firmado un tratado con ellos, nada obtuvo en concreto. Los montoneros se le

habían adelantado... En Tucumán fueron depuestas las autoridades, proclamada

la autonomía de la provincia y reducido a prisión el general Belgrano. En su

ejército, que ya estaba sobre la frontera de Santa Fe, ocurrió la sublevación de

Arequito, promovida por los coroneles Juan Bautista Bustos y José María Paz.

Después de este hecho favorable, López y Ramírez enfrentaron el ejército

directorial en la cañada de Cepeda. Con la descripción de esta batalla, quizás la

de consecuencias más trascendentes y perdurables en los destinos del país, se

inicia el relato de William Yates. Repito, una vez más, que fue escrito por un

adicto apasionado de José Miguel Carrera, poco después de su muerte, con el

designio de defender su memoria y sin muchos escrúpulos por la verdad.

J. L. B.

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Fiestas y celebraciones tipicas de Chile

Fiestas y Celebraciones
de la Republica de Chile

Fiestas Patrias:

Se celebran durante todo el mes de septiembre, pero especialmente los días 18 y 19, con ramadas, juegos populares y desfiles; entre éstos el más importante es la Parada Militar que se realiza en Santiago, en la elipse del Parque O’Higgins el día 19 de septiembre, Día del Ejército.
En algunas localidades se celebra el llamado “18 chico” el fin de semana siguiente a las Fiestas Patrias; en estas fechas es también tradicional la fiesta de la Pampilla en Coquimbo.

Fiesta de la Vendimia:

Al final de la temporada de cosecha de uvas se reúnen hombres y mujeres vendimiadores en una gran fiesta. En ella se mencionan España y Francia, tanto en los brindis como en las canciones que los acompañan; ello se entiende al relacionarlo con la llegada de las primeras cepas de origen español y los primeros técnicos franceses.

Putre:

Carnaval de Putre: Esta celebración se realiza en los últimos días de febrero, antes de cuaresma. Acuden a ella habitantes aimaras de los poblados altiplánicos. Además de música y comida, hay bailes, máscaras y disfraces que representan la cosmovisión andina.

Codpa:

Fiesta de la vendimia de Codpa: Entre marzo y abril se realiza, en la localidad de Codpa, la fiesta de la vendimia de las uvas con las cuales se elabora el vino pintatani, grueso y frutoso.

Caspana:

Enfloramiento del ganado: Entre enero y marzo, se realiza en todos los corrales familiares del poblado andino de Caspana una particular ceremonia que incluye bailes, cantos y rogativas, en la cual se coloca lana a los animales.

Chiu Chiu:

Via crucis en Chiu Chiu: Entre marzo y abril, para Viernes Santo, se realiza en el pueblo altiplánico de Chiu Chiu un tradicional via crucis español que incorpora elementos criollos haciendo de la celebración un interesante espectáculo.

La Tirana:

Fiesta de la Tirana: Esta fiesta religiosa se lleva a cabo cada 16 de julio en la localidad nortina de La Tirana. La celebración se realiza en honor a la Virgen del Carmen y es una de las más importantes y conocidas del país. Destaca por los bailes, los cantos, la gran cantidad de fieles venidos de todo el país y en especial por las máscaras y disfraces de múltiples colores.

Pica:

Fiesta de Reyes: Se realiza en la localidad de Pica, a 117 km. al sureste de Iquique a 1.300 m. sobre el nivel del mar. Su celebración se extiende a grandes ciudades como Arica e Iquique, en las cuales los adornos navideños de casas y locales comerciales se mantienen hasta dicha fecha.

Aiquina:

Virgen de Guadalupe de Aiquina, 8 de septiembre. Se celebra en el poblado de Aiquina, ubicado a 75 km. al noreste de Calama y a 2.980 m. de altura. La fiesta tiene una duración de cinco días y se inicia tres días antes de la fecha indicada.

San Pedro de Atacama:

Carnaval atacameño: Durante la segunda semana de febrero, tanto en San Pedro de Atacama, como en Chiu Chiu, Caspana y los demás pueblos atacameños de la zona, se celebra un carnaval con disfraces, bailes típicos y degustación de gastronomía y bebidas típicas de la región.

Vallenar:

Fiesta del Roto Chileno: El fin de semana más cercano al 20 de enero se celebra en la quebrada de Pinte, hacia el interior de Vallenar, un festival costumbrista organizado por la junta de vecinos en el que se realizan competencias típicas chilenas.

El Tránsito:

Fiesta huasa de El Tránsito: Durante la segunda semana de febrero el club de huasos de la localidad de El Tránsito realiza una fiesta que consiste en competencias campesinas y espectáculos folclóricos.

San Félix:

Fiesta de la vendimia de San Félix: Durante todo febrero en el pueblo de San Félix, a doscientos kilómetros de Copiapó, en el valle del río El Carmen, se realiza la principal fiesta de la zona, que es organizada por la junta de vecinos. A los bailes en la plaza los fines de semana acuden habitantes de todo el valle y culmina con un festival gastronómico y un concurso de artesanías locales.

San Fernando/Copiapó:

La Candelaria, primer domingo de febrero. Su celebración se efectúa en la localidad de San Fernando, a 4 km. al este de Copiapó. También es venerada en otros puntos del país. La Virgen de la Candelaria se representa con una vela en las manos como símbolo de la purificación de la mujer. Es una de las fiestas más antiguas del norte y reúne a fieles de todo el país y de naciones limítrofes.

Tierra Amarilla:

Fiesta del Toro Pullay: En la localidad de Tierra Amarilla se celebra, a finales de febrero, esta antigua fiesta costumbrista con comparsas por las calles que acompañan a personajes disfrazados que representan el bien y el mal.

Los Choros:

San José Obrero: El santo carpintero es celebrado el 19 de marzo en Los Choros con una fiesta religiosa que cuenta con bailes chinos de la zona y de otras localidades y regiones.

La Serena:

Virgen del Rosario: Con cantos antiguos y tradicionales se manifiesta el 8 de enero en la localidad de Diaguitas, en La Serena, la devoción a la Virgen del Rosario. Una fiesta y una procesión cierran esta celebración.

Salamanca:

Señor de la Tierra: El segundo domingo del mes de enero se celebra en la localidad precordillerana de Cunlagua, cercana a Salamanca, la Fiesta del Señor de la Tierra, la más importante de la comuna y en la cual se pueden apreciar las faenas agrícolas y ganaderas.

Monte Patria:

Festival de Tulahuén: A 45 minutos hacia la cordillera desde Monte Patria se realiza, durante la segunda semana de febrero, una exposición de vinos, quesos y tejidos.

Vicuña:

Fiesta de la vendimia en el Valle del Elqui: Durante todo febrero en Vicuña se celebra la vendimia con bailes, música y actividades campestres. En Paihuano se realizan fiestas típicas, como la pampilla de verano, la noche de estrellas y el Festival de la Voz de la Uva.

Sotaquí:

Fiesta del Niño Dios, 6 de enero. Se celebra en el pueblo de Sotaquí, ubicado a 8 km. de Ovalle. En ella toman parte creyentes chilenos y argentinos. Destacan las hermandades de danzantes ataviados con vistosos trajes de vivos colores y muy adornados.

Combarbalá:

Encuentro artístico de Combarbalá: Durante semana santa en la localidad de Combarbalá, pueblo dedicado a la explotación de la piedra combarbalita, en la Región de Coquimbo, se realiza un encuentro de pintores y escultores nacionales y regionales.

La Ligua:

Tejidos de La Ligua: Cada mes de enero, durante una semana se realiza una feria de los tradicionales tejidos de La Ligua, organizada por la Municipalidad en la Plaza de Armas.

Calle Larga:

Fiesta en Calle Larga: En el mes de enero, en la localidad de Calle Larga se realiza una fiesta en torno a la cosecha del trigo. La actividad se inicia acumulando las gavillas y seleccionando las yeguas. Durante la trilla hay bailes campesinos, competencias, actuación de conjuntos folclóricos y gastronomía típica.

Olmué:

Festival del Huaso de Olmué: A fines de enero se realiza en Olmué este tradicional festival de la canción folclórica, uno de los más importantes del país, organizado por la Municipalidad.

San Bernardo:

Festival de San Bernardo: La última semana de enero tiene lugar el Festival Nacional de Folclor de San Bernardo, la competencia musical más importante en este género. Durante cinco días se presentan grupos nacionales y extranjeros en el anfiteatro de San Bernardo.

Culiprán:

Festival del choclo cabello rubio: Esta festividad que se realiza durante febrero en la localidad de Culiprán, famosa por su producción de choclos, reúne a las familias de los campesinos para la compra de productos agrícolas. Este es uno de los eventos más importantes de la zona para los agricultores de la comuna de Melipilla.

Los Andes:

Fiesta huasa y trilla a yeguas: En la primera semana de febrero, en San Esteban, Los Andes, se realiza un festival folclórico que se festeja con trilla de yeguas, carreras a la chilena y otras competencias campesinas, además de comidas típicas. Gran cantidad de público se reune en el Parque Municipal La Hermita.

Limache:

Virgen de las Cuarenta Horas: En el último domingo de febrero, gran cantidad de fieles se dirige a la parroquia Santa Cruz de Limache, donde, durante cuarenta horas, se celebra esta fiesta religiosa en honor a la virgen.

Casablanca:

Encuentro Nacional de Payadores: A mediados de marzo, durante dos días, se celebra en Casablanca, un encuentro nacional de payadores, al cual acuden cultores y estudiosos de esta expresión folclórica de todo el país.

Virgen de Lo Vásquez:

Virgen de Lo Vásquez, 8 de diciembre. Esta festividad se realiza en el Santuario de Lo Vásquez, a 32 km. de Valparaíso. Es la más significativa de las fiestas de V Región. Gran cantidad de peregrinos llegan a ella a pagar sus mandas.

San Felipe:

Fiesta de la vendimia en San Felipe: Con motivo de la vendimia, durante marzo se desarrolla en San Felipe una fiesta tradicional con actividades culturales y folclore, en la que participa un numeroso público.

Zona Central:

Fiesta de Cuasimodo: La fiesta de Cuasimodo, que se celebra entre marzo y abril, adquiere gran colorido y masividad en las localidades de Lo Abarca, Cuncumén, Lo Barnechea, Llay Llay, Casablanca, Maipú, Talagante, Conchalí e Isla de Maipo. En esta celebración religiosa callejera, que se realiza el domingo siguiente a la Pascua de Resurrección, el sacerdote lleva la comunión a los enfermos, acompañado por huasos en carros, caballos y bicicletas, adornados con flores, papeles, banderas chilenas y otras estampas.

San Clemente:

Encuentro chileno-argentino: Durante la primera quincena de enero se realiza el Encuentro chileno-argentino en el límite fronterizo Paso Pehuenche, en San Clemente. Se trata de un evento organizado por las municipalidades de ambos lados de la cordillera (San Clemente en Chile y Malargue en Argentina). Incluye música folclórica, bailes y competencias deportivas.

Cauquenes:

Fiesta de San Sebastián: Entre el 15 y el 21 de enero se celebra en Colbún la Fiesta de San Sebastián, en la que fieles y devotos peregrinan durante una semana para pagar favores y mandas al santo en la localidad de Panimávida. El 20 de enero se celebra al mismo santo en una peregrinación hasta Pelluhue, en Cauquenes.

Cachivo:

San Sebastián de Cachivo: El 20 de enero y el 20 de marzo, en Cachivo, camino a Las Lomas, se celebra a San Sebastián con una fiesta de gran colorido en la que intervienen gran cantidad de tradiciones locales. Miles de personas llegan a pagar sus mandas hasta el santuario, ya sea caminando, en carretelas o a caballo.

Pelluhue:

Festival de la Trilla: La última semana de enero, en el gimnasio municipal de Pelluhue, se celebra un festival de la canción con la participación de destacados folcloristas nacionales. Se trata de un certamen competitivo de gran nivel y trayectoria.

Quiñipeumo:

Festival de la Sandía: La última semana de enero se realiza en el pueblo de Quiñipeumo, Maule, este festival que reúne a agricultores y campesinos en torno al folclor. Juegos criollos, competencias deportivas y musicales, además de la elección de reina, forman parte de la celebración.

Pelluhue:

Trillas a yegua suelta en Pelluhue: A fines de enero y principios de febrero en la localidad de Pelluhue se realiza la trilla a yegua suelta con encuentros campesinos costumbristas, amenizados por grupos folclóricos y cantores populares. El dueño de casa, con apoyo de la municipalidad, ofrece comida y tragos típicos.

Amerillo:

Carnaval del agua: A fines de enero e inicios de febrero, en la localidad de Amerillo, por la ruta internacional El Pehuenche, se realiza una fiesta tradicional que incluye elección de reina, juegos criollos y un espectáculo artístico bailable.

Licantén:

Rodeo oficial de Licantén: El rodeo de Licantén, que se celebra la primera semana de febrero es el más importante del sector. De él salen representantes para la competencia nacional y regional. Hay demostraciones de riendas y amansaduras.

Linares:

Feria internacional de artesanía de Linares: Durante la segunda quincena de febrero se realiza en Linares una feria de artesanía que reúne exponentes seleccionados de la artesanía tradicional de diferentes países.

Coihueco:

Coihueco y sus raíces criollas: Durante la primera quincena de enero se realiza en Coihueco, Chillán, una fiesta de tres días para mostrar la música, el baile, la gastronomía y las actividades campesinas tradicionales de la zona. El evento se realiza en un escenario flotante en el embalse de Coihueco.

Yumbel:

San Sebastián de Yumbel: El 20 de enero y el 20 de marzo se celebra a San Sebastián en Yumbel. Miles de peregrinos, que recorren largas distancias caminando, e incluso de rodillas, llegan de todo el país a rezar y a pagar sus mandas a la iglesia parroquial, donde se encuentra la imagen del santo, en una muestra impresionante de devoción religiosa popular.

Santa Cruz:

Fiesta de la vendimia en Santa Cruz: Con motivo de la vendimia, durante marzo se desarrolla en Santa Cruz una fiesta tradicional con actividades culturales y folclore, en la que participa un numeroso público.

San Ignacio:

Rodeo oficial de San Ignacio: El primer fin de semana de febrero, en la medialuna de San Ignacio, se realiza un rodeo de alto nivel, que cuenta con la participación de destacadas colleras a nivel regional y nacional. Es organizado por el Club de Huasos Rodeo Chileno.

Yungay:

Fiesta de la Candelaria en Yungay: En la capilla de Yungay, a 69 kilómetros de Chillán, se celebra el 2 de febrero una misa en honor a la Virgen de la Candelaria, en la que se bendice la imagen de la divinidad. En la cercana localidad de Pangal del Bajo se realiza una fiesta criolla con ramadas, vinos y comidas típicas.

Tirúa:

Feria costumbrista de Tirúa: En la comuna de Tirúa se realiza, durante la primera quincena de febrero, una feria costumbrista con actividades culturales, muestra de artesanías, productos agrícolas y degustación de comidas típicas.

Puerto Saavedra:

Fiesta de San Sebastián en Puerto Saavedra: El 20 de enero se celebra en la localidad de Puerto Saavedra una fiesta religiosa en honor a San Sebastián con abundante comercio.

Carahue:

Semana de Trovolhue: La cuarta semana de enero se celebra la semana de Trovolhue, en la localidad cercana a Carahue. La celebración incluye gastronomía, folclor y recreación.

Villarrica:

Muestra mapuche de Villarrica: Durante el verano se realiza una exposición en la feria mapuche de Villarrica. Allí se pueden encontrar trabajos de importantes artesanos, además de la reproducción a escala real de una ruca construida en totora y junquillo.

Futrono:

Nguillatún en Futrono: En la localidad de Futrono, a orillas del Lago Ranco, en la Región de los Lagos, desde el 12 hasta el 14 de febrero se realiza un nguillatún mapuche. Se trata de un ritual colectivo de acción de gracias y petición por las cosechas y el bienestar de la comunidad.

Niebla:

Encuentro costumbrista de la Costa: A 20 minutos de Valdivia, en Niebla, se realiza durante la segunda y la tercera semana de febrero un encuentro cultural, costumbrista y gastronómico en el cual se venden comidas típicas y artesanía.

Frutillar:

Exposición de artesanía local de Frutillar: Entre el 15 de enero y el 15 de febrero se realiza en el Colegio Bernardo Phillippi de Frutillar una muestra de artesanía local organizada por la Municipalidad.

Frutillar:

Fiesta criolla de los colonos en Frutillar: El primer domingo de febrero tiene lugar en la Colonia La Radio, en Frutillar, una festividad que incluye carreras a la chilena, juegos criollos, cabalgatas, paseos en carretón y espectáculos folclóricos. Hay un gran despliegue de comidas típicas: asados al palo de cerdo, de cordero y de vacuno, anticuchos, cazuelas, curanto, empanadas, sopaipillas, pastel de choclo, tortillas, kuchen, tortas, mote con huesillos, entre otras cosas.

Carelmapu:

Fiesta de la Candelaria en Carelmapu: El 2 de febrero se realiza, en honor a la Virgen de la Candelaria, una peregrinación de feligreses en la localidad de Carelmapu. Llegan allí gran cantidad de embarcaciones engalanadas, provenientes de la Isla de Chiloé. La celebración dura un día entero.

Caulín:

Festival santuario de las aves Caulín: Durante todos los fines de semana del verano, en la localidad de Caulín, a 9 kilómetros del Canal de Chacao, se lleva a cabo una fiesta costumbrista incorporada dentro de las actividades turísticas de Ancud que incluye artesanía, folclor y gastronomía.

Castro:

Fiesta tradicional de Nercón: Gastronomía, folclor y faenas tradicionales forman parte de la fiesta campesina que el 5 de febrero tiene lugar en Nercón, a pocos minutos de Castro. Al otro dia la celebración se repite en La Estancia, a 5 kilómetros de Castro.

Llau Llau:

Maja chilota: El 13 de febrero en la localidad chilota de Llau Llau, se realizan faenas tradicionales y una fiesta campesina para la elaboración y degustación de la chicha de manzana.

Quemchi:

Festivales costumbristas chilotes: A mediados de febrero, durante el fin de semana, en la localidad de Quemchi, a 60 kilómetros de Ancud, se organiza un festival musical que incluye gastronomía y artesania. En tanto, el tercer fin de semana del mes se realiza en el Parque Municipal de Castro el Festival Costumbrista Chilote, que incluye muestra cultural, folclor, faenas típicas, artesanía, gastronomía, y exposición de las distintas variedades de papas nativas. En Puerto Natales todos los años, en febrero, el Centro Hijos de Chiloé, que agrupa a inmigrantes de la isla, organiza un encuentro musical que busca preservar las costumbres chilotas.

Punta Arenas:

Ganado de Punta Arenas: La primera semana de febrero, durante tres días se realiza la Feria Ganadera Expogama en Punta Arenas, organizada por la Asociación de Ganaderos de Magallanes. Incluye exposición de ganado y gastronomía local.

banderas y escudos de Chile

banderas y escudos de Chile

cuatro siglos de uniformes en chile

Batallas y combates en la Historia de Chile

1485:
Batalla del río Maule: Los mapuches detienen el avance de los incas que lleguen en su dominación hasta las márgenes del río Maule. Tal acción hace que los habitantes del sur del Maule sean conocidos por los incas como "poromaucas, palabra que se españolizó como promaucaes. Existe una duda razonable sobre la fecha, que bien podría ser hacia 1520.

Septiembre 1536:

Batalla de Reinohuelén: Combate librado en 1536 entre conquistadores españoles al mando de Gómez de Alvarado y guerreros mapuches, en la confluencia de los ríos Ñuble e Itata, en Chile.
Enero 1541:
Combate del Mapocho: Don Pedro de Valdivia se puso en contacto con el cacique Vitacura, principal representante de los incas en estas tierras, manifestándole la intención de levantar una ciudad en la isla del cerro Huelen. El consentimiento de Vitacura provocó la indignación del cacique Michimalonco.

Enero 1541:

Escaramuzas en Aconcagua: Diversos enfrentamientos contra las fuerzas de Michimalonco, quien tendió variadas emboscadas a los expedicionarios y lo mismo hicieron Catiputo, Tanjalongo y otros caciques subalternos.
Mayo 1541:
Conquista de la fortaleza de Paidahuén: Pedro de Valdivia se dirige contra Michimalonco, Como rescate para recuperar la libertad, este ofrece los lavaderos de oro de Marga-Marga.
Agosto 1541:
Desastre de Con Con: Los caciques Trangolonco y Chigalmanga, queman un bergantín en construcción en la desembocadura del Estero Marga-Marga, matan a los españoles, negros e indios peruanos, escapando sólo Gonzalo de los Ríos con un esclavo negro.. Se desata un levantamiento general que comprende los valles de Aconcagua y Cachapoal.

11 de Septiembre 1541:

Destrucción de Santiago: Michimalonco, como caudillo (toqui) general de los indios de la comarca, encabezó contra la recién fundada ciudad de Santiago del Nuevo Extremo, un asalto el 11 de septiembre de 1541 que terminó en fracaso, merced a la sostenida resistencia de los españoles que guarnecían la plaza. En la defensa de la ciudad, se señaló particularmente doña Inés de Suárez que no dudó en dar muerte a Quilicanta y a siete caciques picunches entre los que se contaba el Cacique Apoquindo, prisioneros de los españoles que el ejército indígena pugnaba por libertar. De lo desigual del combate da fe la desproporción en el número de los combatientes, que fue de unos 10.000, por parte de los picunches, y de 55 soldados, más 5.000 yanaconas auxiliares, por los españoles.
Febrero 1544:
Combates en el Cachapoal y en el Maipo: Hasta esta fecha, Valdivia no había podido reconocer su gobernación más allá del Cachapoal, y su dominio efectivo sólo abarcaba los alrededores de Santiago, y con menor seguridad, el valle de Quillota. Con los refuerzos que le trajo Monroy, resolvió extenderlo hasta el sur sin trazarse límites y hacia el norte, hasta La Serena.

Agosto 1544:

Combate en el Limari: Pero Gómez se había encaminado al valle de Aconcagua con el propósito de someter a los indios radicados en él. Michimalongo lo obligó a retroceder hasta Santiago y el gobernador tuvo que dirigirse personalmente contra el célebre cacique.

20 de Febrero 1546:

Combate de Quilacura: Fue una batalla en la guerra de Arauco, combate nocturno, a cuatro leguas del Río Biobío, entre la expedición española de Pedro de Valdivia y una fuerza de guerreros mapuches, liderada por el toqui Malloquete. En este enfrentamiento fue capturado un mozalbete llamado Lautaro.

11 de Enero 1549:

Destrucción de La Serena: Cuando recién comenzaba a cimentar su historia, una sublevación de los indígenas provoca la muerte a casi todos los españoles (escapando, al parecer sólo un sobreviviente llamado Juan Cisternas), destruyendo e incendiando el poblado como represalia del mal trato recibido por los diaguitas de parte de los conquistadores españoles.

24 de Enero 1550:

Expedición a Arauco: Iba a empezar la guerra de Arauco. Cuarenta mil guerreros mapuches van a luchar durante tres siglos por el predominio y la supervivencia contra el invasor español y sus descendientes y contra los antiguos señores del suelo los representantes del pueblo chincha-chileno ahora aliado del nuevo invasor.

22 de Febrero 1550:

Combate de Andalién: Pedro de Valdivia, en su avance al sur, desea fundar una ciudad en la zona de Penco. En su intento es detenido por los mapuches y después de duro combate, los derrota. El ataque ocurrió en la noche y sólo se alcanzó la victoria una vez dejar los caballos y pelear aquí en lucha cuerpo a cuerpo.
12 de Marzo 1550:
Batalla de Penco: Fue una batalla entre 60.000 Mapuches bajo comando de su toqui Ainavillo con sus aliados de Arauco y de Tucapel y contra 200 españoles de Pedro de Valdivia con una gran cantidad de Yanaconas incluyendo 300 auxiliares de Mapochoes bsjo ordenes de su líder Michimalonco que defendía la fortaleza recosntruida en Penco.

14 Diciembre 1553:

Combate de Purén: Los indios se dieron cuenta del debilitamiento de los españoles y que, a pesar de su disimulo, no sabían ocultar su contento ante la proximidad de la venganza. La forma como se desarrolló la rebelión, manifiesta que venía preparándose desde hacía tiempo, pero los detalles nos son desconocidos.

25 de Diciembre 1553:

Batalla de Tucapel: Pedro de Valdivia muere a los 51 años, el conquistador español y sus soldados son derrotados y todos muertos por las huestes araucanas de Lautaro.
26 de Diciembre 1553:.
Los 14 de la Fama: Se conoce con este nombre al grupo de trece soldados españoles más su capitán, Juan Gómez de Almagro, que sostuvieron una dura resistencia en la cordillera de Nahuelbuta al ataque del fuerte San Diego de Tucapel en Cañete, provincia de Arauco por el toqui Lautaro y sus huestes.

26 de Febrero 1554:

Batalla de Marihueñu: Victoria mapuche bajo el mando de Lautaro. El sur de Chile queda en manos de los mapuches. Los españoles abandonan la ciudad de Concepción.
27 de Febrero 1554:
Destrucción de Concepción: Luego de la derrota de Marihueno, el espanto y la desazón se apoderaron de los habitantes de Concepción que sólo atinaron a huir. Los caminos que conducían a Santiago, comenzaron a llenarse de la gente que escapaba en medio de una confusión indescriptible.
02 de Noviembre 1555:
Expedición de Villagra y Defensa de La Imperial: Pedro de Villagra, que había quedado en La Imperial con 150 hombres empezó por fortificar y pertrechar la ciudad. La rodeó de fosos y de parapetos, y distribuyó la, gente en cuadrillas, cada una Con su caudillo y con la orden precisa de lo que debía hacer en caso de asalto. Pero los indios, distraídos con el triunfo de Marigüeñu o no sintiéndose capaces de atacar a los españoles dentro de la ciudad, no la asaltaron ni establecieron un sitio en regla.
12 de Diciembre 1555:
Segundo ataque a Concepción: A pesar de la mortandad, Lautaro pudo reunir un ejército que, po¬siblemente, fluctuaba alrededor de unos 4.000 mapuches, y atacó a Los Confines (Angol). Los españoles huyeron a La Imperial sin intentar si¬quiera la resistencia. Inmediatamente, el generalísimo mapuche dirigió su ejército sobre Concepción.
14 de Noviembre 1556:
Acción de Mataquito: Lautaro, habiendo cruzado el Maule, acampa en Mataquito. Diego Cano, enviado por el cabildo de Santiago sostiene contra él y es derrotado.

01 de Abril 1557:

Muere el cacique Lautaro en el combate de Peteroa. El y sus hombres fueron atacados por sorpresa en el pucará de Petorca.
09 de Agosto 1557:
Ataque al Fuerte San Luis: Tras la victoria de Peteroa, los españoles procedieron a levantar un fuerte que llamaron San Luis el que estuvo mandado por don Garcia Hurtado de Mendoza en las cercanías de la destruida Concepción, es decir donde hoy se levanta el puerto de Talcahuano. Ahí fueron atacados por tres escuadrones araucanos que estaban al mando de los toqui Grecolano, Petegolen y Tucapel.

08 de Noviembre 1557:

Batalla de Lagunillas: Fue la primera batalla en que las tropas del virrey Andrés Hurtado de Mendoza libraron contra los araucanos del cacique Caupolicán..En este enfrentamiento fue tomado prisionero el caudillo Galvarino, que, como castigo, sufrió la amputación de ambas manos.

30 de Noviembre 1557:

Batalla de Millarapue. El caudillo mapuche Caupolicán es derrotado por los españoles. Galvarino cae nuevamente prisionero y es ahorcado. Las fuerzas realistas acamparon en Millarapue, al interior de la Araucanía el 29 de noviembre. Los mapuches al mando de Caupolicán intentaron un ataque en la alborada del 30 de noviembre, por sorpresa al campamento enemigo. El número de atacantes era de 3.000 a 10.000 al frente de ellos venía Galvarino, que se mostraba con sus dos brazos cortados azuzando las pasiones de sus camaradas.
20 de Enero 1558:
Batalla de Cayucupil: Aquella mañana del 20 de enero lentamente ingresaban al desfiladero de Cayucupil o Quebrada de Puren llevando grandes cantidades de pertrechos. Cuando se hallaban a mitad de la Quebrada de Puren fueron atacados por cientos de mapuches que desde una altura superior arrojaban descumunales piedras y cuanto objeto ofensivo encontraban, causando numerosas bajas.

05 de Febrero 1558:

Sitio y Batalla del Fuerte de Cañete: Cañete fue rodeado y sitiado por más de 15.000 mapuches que establecieron un sitio al fuerte. La idea de Caupolicán era dejar morir de hambre a los sitiados. Andresillo abrió las puertas del fuerte y se introdujó una masa de mapuches en forma silenciosa, cuando ya casi estaban todos al interior del fuerte fueron recibidos por descargas de fusilería en forma alternada que dejaron una gran mortandad entre los atacantes que fugaron en desbandada.

13 de Diciembre 1558:

Batalla de Quiapo: Unos mil quinientos mapuches al mando del cacique Petegolen se dieron a la tarea de levantar un fuerte en los llanos de Quiapo ubicado en las cercanías de la Ensenada del Carnero, al norte de Lebu y muy próximo de donde los españoles tenían levantado un formidable recinto militar desde el cual como punta de lanza clavado en el pecho de los mapuche apoyaban las incursiones que en forma continua realizaban a las tribus para desalentarlos.

30 de Diciembre 1558:

Batalla del Fuerte de Arauco: La brillante victoria conseguida en Lincoya gracias a las especiales condiciones de estratega que tenía el toqui Petegolen, digno émulo de Lautaro, lo entusiasmaron para seguir en la lucha levantando un fuerte frente al de los españoles. Mas estos con la trágica experiencia de Lincoya, no hicieron movimiento bélico alguno y aceptaron con resignación la provocación de los indios. Hasta que un dia cansados de ser insultados desafiaron a los aborígenes a una batalla de caballería a muerte. En una planicie situada entre ambas fuerzas se libraría la primera batalla de caballería entre peninsulares y araucanos.

16 de Enero 1563:

Batalla Del Fuerte Lincoya: Un grupo de batidores exploró el terreno y comprobó que la fortificación mapuche adolecía de un grave defecto que facilitaba un ataque de caballería. Además que al ser de madera sería fácil incendiarla. Participó la artillería que con su cañoneo causo un incendio y bajas entre los indios. Tras el ablandamiento que fue brutal entró en acción la caballería al mando de don Pedro de Villagra.

Enero 1563:

Derrota de Catiray o Mareguano: Don Pedro de Villagra al llegar a Catiray fueron interceptados por una numerosa guerrilla araucana, trabándose en un sangrienta lucha donde los españoles perdieron 42 hombres debiendo emprender la retirada en franca derrota hacia el fuerte de Arauco llevando varios heridos.
24 de Enero 1563:
Asalto de Angol: Ese día llegó la primera a la vista de Angol. Avendaño, que mandaba en la Ciudad, dejó en ella a los soldados más heridos para que la defendieran de la más pequeña de las dos columnas que la amagaban.
03 de Febrero 1563:
Asalto a la Plaza de Arauco: Los mapuches se presentaron frente a Arauco. Pedro de Villagrá intentó repetir la defensa de La Imperial en 1554, dando golpes contundentes a los asaltantes. El y sus capitanes los derrotaron repetidas veces, pero al día siguiente amanecían más cerca de las murallas y más numerosos.
15 de Abril 1563:
Segundo Sitio de Arauco: Terminada la recolección de las cosechas, los mapuches se presentaron delante de Arauco en abril de 1563. Esta vez venían preparados para poner en la plaza un sitio en regla.

22 de Enero 1564:

Combate del pucará de Lebotacal: Los mapuches construyeron un pucará en Lebotacala a algunos kilómetros de Concepción. Luego de un breve combate logró desbaratarlo, pero fue informado de una concentración de 3.000 indios comarcanos al mando de un cacique de nombre Loble que estaba casi a las puertas de Concepción.

24 de Enero 1564:

Combate de Angol: Los mapuches, entusiasmados con la alianza de los indios de la zona comprendida entre Itata y el Maule, resolvieron destruir a Angol antes de iniciar el sitio de Concepción.
Febrero 1564:
Cerco de Concepción: Los caciques Millalelmu y Loble establecieron el cerco al fuerte de Concepción, encerrando a Villagra y toda la población en las empalizadas. El sitio duró alrededor de dos meses de continuas escaramuzas.
17 de Febrero 1565:
Segunda Combate de Reinohuelen: En el mismo lugar donde 29 años antes las fuerzas promaucaes (indios que Vivian al norte del Biobio) pero igualmente buenos guerreros que rechazaron la avanzada enviada por don Diego de Almagro al mando de Gómez de Alvarado en 1536 impidiéndole seguir al sur. Tres décadas después a mediados de febrero de 1565 una columna compuesta por 152 hombres de caballería y 700 indios amigos al mando de don Pedro de Villagra y de don Pedro Fernández de Córdova atacaron un fuerte que tenían los indios promaucaes.
19 de Febrero 1565:
Combate de Tolmillan: Dos días después de la batalla de Reinohuelen llegaba a marcha forzada el cacique Loble que venía a socorrer a sus compañeros que combatían en Reinohuelen, ignorando que estos habían sido derrotados y que los españoles le tenían tendida una emboscada en las cercanías del actual pueblo de Tormillan.
Marzo 1567:
Ataque al pucara de Cañete: Los indios habían construido un pucará en los cerros vecinos a Cañete, y el general comprendía que una rebelión se aproximaba. Sin consultar a la Audiencia, resolvió destruirlo antes que la concentración de los indígenas hiciera el asalto más difícil.
07 de Enero 1569:
2da Batalla de Catiray o Mareguano: En esta segunda contienda librada en este punto de la cordillera oriental de Nahuelbuta entre 220 soldados españoles y 600 yanaconas al mando del gobernador Melchor Bravo de Saravia, contra dos mil indios al mando de los caciques Lonconaval y Millalemo que unieron sus fuerzas para enfrentar al invasor.
Septiembre 1570:
Derrota de Purén: A toda prisa se dirigian 200 soldados españoles al mando de don Miguel Avendaño de Velasco a socorrer a los castellanos amenazados por los mapuches de ser arrollados en cualquier momento en Angol. No se habían alejado mucho del río Puren cuando fueron atacados por un batallón al mando del cacique Pailacar, que entró violentamente en batalla, poniendo en serios aprietos a los conquistadores.
08 de Marzo 1577:
Primera Campaña de Quiroga: El plan de pacificación que se iba a poner en práctica era obra del virrey del Perú, y Quiroga lo había aceptado con entusiasmo. Consistía en una enérgica campaña a través de Arauco, llevando el ejército concentrado. Se tomaría prisioneros a los indios más belicosos; se ejecutaría a uno que otro cabecilla, y los demás serían "trasladados a la provincia de Coquimbo, desgobernándolos.
27 de Noviembre 1578:
Segunda Campaña de Quiroga: A pesar de la extraordinaria crudeza del invierno de 1578, las hostilidades de los indígenas no cesaron. Amagaban el campamento en canoas y caían sobre los caballos durante el pastoreo y sobre los grupos que iban al campo a recoger comida.
20 de Diciembre 1584:
Campaña de Sotomayor: Estas fuerzas hicieron algunas campeadas sin importancia, que ni siquiera merecerían mencionarse, a no mediar la trampa en que estuvo a punto de perecer Bernal de! Mercado.
10 de Enero 1597:
Campaña de Oñez de Loyola: El nuevo mandatario se encontró imposibilitado para reabrir la campaña de Arauco. Logró, sin embargo, enviar al sur unos doscientos arcabuceros, al mando de su hermano Luis y dé Lorenzo Bernal del Mercado.

23 de Diciembre 1598:

Batalla de Curalaba: Esta batalla se convirtió en el inicio efectivo de la Rebelión Mapuche de 1598 que terminó finalmente con todas las ciudades al sur del río Biobío, excepto Concepción.
22 de Enero 1599:
Rebelión General del pueblo Mapuche: La sublevación se propagó con la rapidez del fuego que ha hecho por largo tiempo su camino subterráneo. El espíritu de rebeldía asomó casi instantáneamente desde el Maule hasta Osorno. Los españoles se encontraron pronto encerrados en las ciudades y fuertes, sin poder auxiliarse unos a otros.
06 de Abril 1599:
Batalla de Quilacoya: En Quilacoya junto al río Biobio pelentaro fue interceptado por las fuerzas españolas del recién designado gobernador don Pedro de Vizcarra, quien cayó por sorpresa sobre los mapuches, propinándole una contundente derrota.
09 de Octubre 1599:
Ataque a Chillán: Chillán fue atacada resultando muertos 4 españoles y llevándose los indios 30 mujeres y niños. La cifra total de muertos ascendía ya a 200 españoles, siete ciudades arrasadas, sitiadas o despobladas.
26 de Noviembre 1599:
Asalto de Valdivia: La derrota sufrida en Quilacoya no amilanó al cacique Pelantaro y decidió rehabilitarse y vengarse de esa derrota. Para ello cambio su estrategia en noventa grados, decidiendo no atacar Concepción y dirigir su accionar hacia Valdivia que por mucho tiempo vivía en paz. Pelantaro planificó el ataque a esta última ciudad con toda calma, sin dejar pasar un solo detalle, al igual como lo hubiera hecho el mas sagaz estratega moderno.
Noviembre 1601:
Muerte del coronel Francisco del Campo: El coronel resolvió trasladarse a Castro con todos los pobladores. Se dirigió personalmente con 60 soldados a la isla, a disponer los auxilios y las comidas "para llevar tantas mujeres, niños y trastes de casas y haciendas como tenían, y llegando a la primera bahía se alojó y repartió la gente a buscar algunas piraguas en que pasar aquel brazo de mar", quedando él con muy pocos soldados.
07 de Febrero 1602:
Destrucción de la ciudad de Villarrica: Los defensores de Villarrica al mando del capitán Rodrigo de Bastidas decidieron vender cara su existencia, cuando supieron que los indios lanzarían el ataque final antes que llegaran los refuerzos españoles. Los heroicos defensores resistieron los primeros ataques indígenas y lo harían hasta la muerte.
Enero 1603:
Campaña de 1603: En la campaña del verano de 1602: se construyó diversos fuertes en las márgenes del Biobío, en lugares bien escogidos y dispuestos en forma de poderlos socorrer. En la misma temporada procuró afianzar el dominio español, al norte de ese río, con numerosas expediciones; de suerte que al llegar el gobernador a Santiago, en junio de 1602, ya se consideraba definitivamente salvada esta parte del territorio.
Febrero 1603:
Asalto del Fuerte Santa Fe: Cuando llegó el momento de destruir el odiado fuerte de Santa Fe una noche silenciosamente lo indios se aproximaron al fuerte, pero fueron descubierto por un centinela que dio la alarma. Desde ese instante la batalla fue general, los mapuches fueron rechazados, pero volvieron con mas furia emprendiendo un sangriento asalto que resultó estéril. Mas toda la noche pujaron por ingresar y fueron rechazados. Comprendieron entonces que había que someter al fuerte a un durísimo sitio. Así se hizo y una hambruna que tuvo a muy mal traer a los sitiados.
Diciembre 1603:
Batalla Ciénagas De Lumaco: Después de sembrar el terror en las tribus retornó Alonso de Ribera al norte, siendo interceptado en un lugar cenagoso en Lumaco, donde los indios le presentaron un plan estratégico enseñado por Lautaro con excelentes resultados. Este consistía en internarse en el pantano donde la caballería no podía llegar porque se hundía en el barro. Pero olvidaron que el Gobernador Ribera era experto en el arte de la guerra, ordenando entonces que los yanaconas cubrieran con totora el camino y mandó la infantería, que con sus arcabuces dejó la mortandad.

Enero 1604:

Campaña de 1604 y 1605: En su penúltima campaña, la de la primavera de 1603 y verano de 1604, Ribera fundó un nuevo fuerte en el vado de Chepe, a la desembocadura del Biobío, que bautizó con el nombre de San Pedro de la Paz; y el 24 de diciembre fundó otro que denominó Nacimiento.
Diciembre 1605:
Campaña de 1606: García Ramón abrió su primera campaña en la primavera de 1605. Habla partido de Santiago el 6 de diciembre al frente de mil doscientos hombres, enterados con el contingente de España y los militares de los términos de la capital. En el sur le aguardaba otro ejército vecino a mil hombres, distribuidos en los fuertes. En Concepción recibió el socorro remitido por el virrey del Perú, con el cual pagó sus cuentas y atendió a los primeros gastos de la campaña.
Marzo 1606:
Desastre de Angol: Núñez de Pineda tenía orden de sacar de los fuertes hasta trescientos soldados, si los refuerzos de México no llegaban; pero temió debilitar mucho las guarniciones y se limitó a retirar ciento cuarenta y tres, para enterar doscientos.
Septiembre 1606:
Batalla de Boroa o de Palo Seco: La batalla se produjo cuando una guarnición española al mando del capitán Juan Rodulfo Lísperguer fue emboscada al salir del fuerte por entre 3.000 a 6.000 guerreros mapuches ocultos en los bosques ceranos muriendo todos los hispanos.
Febrero 1608:
Campaña de 1608: En las correrías del verano de 1608, García Ramón había contado con el recurso de unas mil lanzas amigas y había devastado los campos de los enemigos hasta reducirlos por la miseria a venir de paz y a establecerse en las inmediaciones de los fuertes, sin traspasar el radio de acción de estos establecimientos.
Diciembre 1610:
La Guerra defensiva de Luis de Valdivia: El padre Valdivia llegó al Callao a mediados de 1611, trayendo los despachos del gobernador para Alonso de Ribera y la real cédula de 8 de diciembre de 1610, que dejaba al criterio del virrey del Perú ensayar por tres a cuatro años la guerra defenslva.
1621:
Campaña Militar de Osores de Ulloa: Osores de Ulloa empezó por restablecer la disciplina en el ejército condenando a muerte a los desertores que logró capturar, y expurgando la oficialidad. Cuando creyó estar preparado, pasando por sobre las órdenes del rey dispuso una expedición, cuyo mando confió al maestre de campo Núñez de Pineda, a las ciénagas de Purén.
24 de Enero 1626:
Cesación de la guerra defensiva: En efecto, el 24 de enero de 1626, recibía Fernández de Córdoba una real cédula expedida en Madrid el 13 de abril de 1625, por la cual Felipe IV ordenaba reanudar la guerra con los mapuches y someter a esclavitud a los prisioneros.
1627:
Contraofensiva mapuche dirigida por Lientur: Como era de esperarlo, la contraofensiva araucana no tardó en de­sencadenarse. La dirigió un indio llamado Lientur, que hasta ese momento habla peleado como amigo en el campo español.
15 de Mayo 1629:
Desastre de Las Cangrejeras: Lientur jefe militar mapuche que luchó en la Guerra de Arauco. Su mayor victoria fue la Batalla de las Cangrejeras. Su actividad bélica concluyó cuando llevó a que los españoles firmaran paces temporales con la nación mapuche en el Parlamento de Quillín.
14 de Mayo 1630:
Sorpresa de Los Robles: Lazo de la Vega logró reclutar unos 150 españoles voluntarios en Santiago que pensaba sumarlos a los ya 1.600 soldados acantonados en el sur. Su idea era internarse en el mismo corazón de Arauco y dar una batalla armagedónica a los mapuches para terminar de una vez por todas con la guerra. El pánico general cundió cuando la población supo de las osadas intenciones del gobernador y el Cabildo le rogó que desisitiese de hacer ese tipo de guerra, pero fue inútil, Lazo de la Vega quería esa batalla decisiva.
13 de Enero 1631:
Batalla de La Albarrada: Lazo de la Vega salió del fuerte y eligiendo cuidadosamente el terreno fue a tender su línea de batalla en Petaco. La acción se inició con una carga de un escuadrón de indígenas que fueron contenidos con fusileros alternados protegidos por lanceros. Una vigorosa carga de caballería fue contenida por los escuadrones mapuches y el combate por unos instantes se tornó indeciso.
1632:
Campañas militares de 1631-1632-1633-1634: A la salida del invierno de 1631 las armas españolas habían tenido algunos éxitos locales de cierta importancia. Los indios auxiliares dieron muerte en el valle de Elicura a Quempuante.
06 de Enero 1641:
Parlamento de Quillin: El gobernador de Chile, Francisco López de Zúñiga, se reúnen en el llano de Quilín con los mapuches para firmar los acuerdos que reconocían la independencia de los indios, la devolución de cautivos españoles, el permiso para evangelizar el territorio indígena y sellar una alianza contra los enemigos del exterior. En favor de los mapuches se pactan la despoblación de Angol y la vuelta de la frontera a la línea del Biobío.
Enero 1651:
Las paces de Boroa: Acuña Y Cabrera, como la mayoría de sus predecesores, no tenia siquiera idea de los problemas que le aguardaban en su gobierno, y, a diferencia de ellos, tampoco era capaz de formársela.
14 de Febrero 1654:
Batalla de Río Bueno: Casi medio siglo de relativa calma vivieron los conquistadores, cuando en 1654 el ambicioso gobernador Antonio de Acuña y Cabrera envió a su cuñado, el maestre de campo don Juan Salazar con una fuerza de 900 españoles y 3.000 yanaconas atacaron al sur del río Bueno donde fueron rechazados por los huilliches, que los obligaron a repasar el citado río donde hicieron un puente de balsas para cruzarlo hacia el norte.
14 de Enero 1656:
Campaña mapuche del mestizo Alejo: Un soldado mestizo, que servía en el ejército español, generalmente conocido con el nombre de "el mestizo Alejo", había manifestado mucha viveza intelectual, valor, iniciativa y deseos de surgir. Solicitó que se le ascendiera a oficial, y como se le contestara con una repulsa, abandonó las filas y se pasó a los indios.
20 de Enero 1656:
Victoria de Conuco: Al sur del Biobío resistían las guarniciones de Valdivia y de Boroa. Los defensores de Valdivia recibieron provisiones por mar, y no sólo lograron rechazar los ataques de los roncos, sino que pudieron alejarlos de los alrededores de la ciudad.
Abril 1664:
Campaña militar de 1664: Tomás Calderón, que sucedió a Carrera como cuartel maestre, hizo una correría por Ilicura y Cayucupil, al llegar la primavera, y regresó con 300 cautivos, que se vendieron como esclavos, sin haber librado verdadero combate.
13 de Diciembre 1680:
Bartolomé Sharp incendia La Serena: En la mañana Sharp desembarcaba con 35 hombres en el puerto de Coquimbo para hacer agua y leña. Hecha la provisión, se encaminó a La Serena al frente de su pelotón.
1692:
Rebelión de Millapán: González de Poveda tenía prohibición real de hacer la guerra militar contra los mapuches a causa de la influencia de los mismos jesuitas ante la corte. Sin embargo, se alzó un cacique de la región de Maquegua, llamado Millapán quien realizó varios asesinatos a españoles. Poveda viendo que la insurrección iba creciendo se dio cuenta que si no actuaba pronto, la situación se desbordaría, así que después de negociar con autoridades eclesiásticas y con el apoyo de la población, sacó hacia el sur, una fuerza expedicionaria de 1.600 hombres, más 2.000 auxiliares. Viendo la determinación española, y la fuerza que se sustentaba, los indios corrieron a dar la paz en el Parlamento de Choque-Choque.
09 de Marzo 1723:
Abandono de los Fuertes al sur del río Bio-Bio: La rebelión se inició el 9 de marzo de 1723 con el asesinato del capitán de amigos Pascual Delgado en Quechereguas. Delgado era considerado uno de los máximos exponentes del sistema monopólico, odiado por su soberbia y los castigos "crueles y arbitrarios" que aplicaba.
Tras este suceso se generalizó el alzamiento, multiplicándose por toda la frontera del Biobío las incursiones de saqueo, el abijeato y el incendio de haciendas. Los fuertes españoles se hallaron de pronto incomunicados unos con otros. La rebelión terminó con el Parlamento de Negrete de 1726, en el que ambas partes firmaron la paces y establecieron un sistema de ferias regladas.
1766:
Levantamiento mapuche de 1766: Se produce una gran rebelión de los mapuche por oposición a la idea de reducirlos como pueblos.
1769:
Batalla de Laja:
1770:
Batalla de Negrete:
Marzo 1793:
Parlamento de Negrete, entre el Gobernador Ambrosio O´Higgins y 161 Toquis Araucanos.
01 de Abril 1811:
Motín de Figueroa: Ese día, las tropas del cuartel de San Pablo se insubordinaron y desconocieron el mando de Juan de Dios Vial y Juan Miguel Benavente. A los gritos de ¡Viva el Rey!, ¡Muera la Junta!, los soldados declararon que solamente obedecerían las órdenes de Figueroa.
01 de Abril 1813:
Toma de Concepción: A las 9 de la mañana del 2 de abril, supo en el camino que Antonio Pareja había desembarcado, y se había apoderado de Concepción. Carrera continuó su marcha. Por donde quiera que pasaba, organizaba tropas, buscaba pertrechos y víveres; y por medio de confinaciones, limpiaba la tierra de sarracenos, como entonces se denominaba a los partidarios de España. A las 8 de la noche del 5, estaba en Talca, y establecía allí su cuartel general.
24 de Abril 1813:
Combate de Linares: Las fuerzas de Pareja son rechazadas por las de Carrera. Elorreaga, cuya inteligente iniciativa se exteriorizó desde sus primeros actos en el servicio, intentó un reconocimiento, trabándose en un combate a distancia con las avanzadas patriotas, a las cuales hizo dos bajas. Atacado por fuerzas muy superiores, se retiró al sur.
26 de Abril 1813:
Batalla o Desastre de Yerbas Buenas: También se le denomina Sorpresa de Yerbas Buenas. En la batalla se enfrentaron las fuerzas chilenas al mando del coronel Juan de Dios Puga y las fuerzas españolas al mando del brigadier Antonio Pareja.
15 de Mayo 1813:
Combate de San Carlos: Tuvo como lugar San Carlos, en las cercanías de Chillán. En el se enfrentaron las tropas patriotas al mando de José Miguel Carrera contra las realistas al mando de Juan Francisco Sánchez. La batalla finalizo con la victoria realista.
28 de Mayo 1813:
Combate de Talcahuano: José Miguel Carrera, general del ejercito patriota, derrota a los realistas.
08 de Junio 1813:
Captura de la fragata española "Thomas": Poco más tarde, el 7 de junio, apareció en la bahía la fragata "Thomas", que venía del Callao, conduciendo algunos jefes y oficiales, pertrechos y dinero para Pareja. Ignorando la caída de la plaza en poder de los patriotas, fondeó en el puerto de Tomé. Al amanecer del día 8, los oficiales Nicolás García y Ramón Freire, con dos lanchas cañoneras y algunos botes, se apoderaron de ella, sin que opusieran la menor resistencia.
Julio - Agosto 1813:
Sitio de Chillán: Los patriotas chilenos iniciaron el sitio de Chillán procurando expulsar a los realistas. No lo consiguieron.
Agosto 1813:
Combate de Huilquilemu: El comandante Elorreaga, al frente de 350 fusileros montados, se apoderó de Los Angeles, de Nacimiento y de toda la Isla del Laja, y desbarató a O'Higgins, quien le salió al encuentro con unos 300 hombres, cerca de Huilquilemu. El propio O'Higgins fue derribado del caballo con su mon­tura. El capitán Agustín López Alcázar, más tarde comandante del batallón número 3 en Maipo, logró rescatarlo, y, montando el caballo que le cedió el soldado Gabino Guardia, prosiguió la fuga.
Agosto 1813:
Combate de Quilacoya: Días más tarde O'Higgins, convenientemente reforzado, derrotó en Quilacoya a las mismas fuerzas de Elorreaga y Quintanilla. Tuvo que replegarse otra vez a Concepción, pero en octubre, el frente de más de 500 hombres, obligó a Elorreaga a evacuar las fronteras y volverse a Chillán.
17 de Agosto 1813:
Combate de Quirihue: Tuvo lugar la villa de Villa de Quirihue, actual Región del Biobío. En el se enfrentaron las tropas patriotas al mando de José Joaquín Prieto contra las realistas al mando de Juan Antonio Olate. El combate finalizo con la victoria patriota.
23 de Agosto 1813:
Combate de Cauquenes: Fue un enfrentamiento llevado a cabo entre las fuerzas realistas del chileno Juan Antonio Olate y las fuerzas patriotas chilenas al mando del coronel Juan de Dios Vial. El combate finalizo con la victoria patriota.
24 de Agosto 1813:
Sublevación de Arauco: Los habitantes de Arauco estaban desesperados con las prorratas y exacciones. Sánchez, desde Chillán, y el franciscano fray Juan Ramón, misionero de la plaza, explotaron el descontento.
17 de Octubre 1813:
Batalla de El Roble. Luego del sitio de Chillán, las tropas patriotas al mando del General en Jefe, José Miguel Carrera y del, por entonces, Coronel Bernardo O'Higgins, se guarecieron en el paso de El Roble, en el río Itata en la tarde del 17 de octubre. En total, eran 800 soldados de las tres armas. Pasaron al reposo en la ribera sur, con la intención de cruzar el obstáculo en la mañana del día siguiente y se extremaron las medidas de seguridad contra una posible sorpresa de los guerrilleros realistas.
29 de Octubre 1813:
Combate de Santa Rosa de Trancoyan: Un pequeño desastre, ocurrido días más tarde, acabó con las ilusiones de los pocos entusiasmados con la victoria del Roble.
23 de Febrero 1814:
Resistencia en Cucha Cucha: El oficial chileno Santiago Bueras, contiene al enemigo con si intrepidez y coraje, hasta que unos 100 efectivos del cuerpo auxiliar de Buenos Aires, al mando de Juan Gregorio Las Heras, cargaron en un ejemplar orden y empuje que despertaron la emulación de las tropas chilenas.
Marzo 1814:
Desastre de Urizar: En un intento por sorprender a un destacamento realista, en un ataque nocturno sorpresa, el coronel Fernando Urizar tuvo una derrota inesperada perdiendo tropa y 2 cañones.
03 de Marzo 1814:
Derrota del Gomero: Fue efectuada por las tropas realistas de Gabino Gaínza al mando de Ildefonso Elorreaga, en contra de los patriotas que sólo en número de 300 deberían defender la ciudad al mando de Carlos Spano.
04 de Marzo 1814:
Toma de Talca: El comandante realista Ildefonso Elorregada se apodera de Talca, la cual estaba bajo el mando del español pasado a las tropas patriotas, Carlos Spano, quien murió en el centro de la plaza abrazado a la bandera chilena diciendo: "Muero por la patria, por la patria que me adoptó entre sus hijos".
19 de Marzo 1814:
Combate de El Quilo: Tuvo como lugar Ránquil, Región del Biobío, cerca de Ñipas, en la ribera sur del río Itata. En el se enfrentaron las tropas patriotas al mando de Bernardo O’Higgins contra las realistas al mando de Manuel Barañao. La batalla finalizo con la victoria patriota.
20 de Marzo 1814:
Combate de Membrillar. Fue librado en la ribera norte del río Itata. En ella se enfrentaron la división del ejército patriota chileno comandada por el coronel de ingenieros jefe de Estado Mayor, Juan Mackenna, y el ejército realista al mando de Gabino Gaínza.
29 de Marzo 1814:
Los realistas triunfan en Cancha Rayada. Durante la guerras de la independencia, Talca fue tres veces ocupada por los ejércitos enfrentados y en sus inmediaciones se libraron importantes batallas. Un destacamento patriota comando por Manuel Blanco Encalada atacó por error al grueso del ejército realista en Yerbas Buenas, arrastrando, en su huida a la capital, al resto de las fuerzas chilenas. Ello fuerza la firma de una tregua en Lircay y permite la retirada de los realistas a Concepción, donde podrán recuperar su poderío.
03 de Abril 1814:
Bernardo O'Higgins efectúa frente a las fuerzas patriotas el llamado "Paso del Maule". y Combate de Tres Montes del 7 de Abril, pequeña victoria patriota dirigida por Enrique Campino.
08 de Abril 1814:
Toma de Quechereguas: Tuvo como lugar el fundo Quechereguas. En el se enfrentaron las tropas patriotas al mando de Bernardo O’Higgins contra las tropas realistas de Gabino Gaínza. La batalla finalizo con la victoria patriota.
26 de Agosto 1814:
Combate de las Tres Acequias. Se enfrentaron los ejércitos de Bernardo O'Higgins Riquelme con los de José Miguel Carrera Verdugo, obteniendo este último el triunfo. O'Higgins derrotado se retiró a buscar más soldados, pero al saber de la llegada el país del realista Mariano Osorio, reconoció a Carrera como general en jefe del ejército.
1 y 2 de Octubre de 1814:
Batalla de Rancagua. Enfrentó a las fuerzas independentistas chilenas, al mando del general Bernardo O`Higgins, y a las tropas realistas españolas, a cargo de Mariano Osorio, a la cabeza de 5 mil soldados, se dirigía a Santiago. Bernardo O'Higgins y José Miguel Carrera lograron reunir más de tres mil hombres, pero no soldados. Con la mitad de ellos O'Higgins se encerró en la plaza de Rancagua.
10 de Octubre de 1814:
Combate de Los Papeles: Enfrentó la retaguardia patriota, que resguardaba en esos momentos a los últimos grupos de civiles que emprendieron el cruce de la cordillera con destino a Mendoza, de la persecución y seguro apresamiento por parte de la caballería realista enviada en su persecución.
Enero 1817:
Manuel Rodríguez sorprende a los españoles que resguardan Melipilla y se apodera de la ciudad, confiscando para la causa patriota, los fondos acumulados por los recaudadores de Marcó del Pont y llevándose las armas de la guarnición.
12 de Enero 1817:
Salas y Silva se apoderan de San Fernando: ciento cincuenta de sus hombres al mando de Francisco Salas asaltan de noche a San Fernando. La guarnición realista resiste el ataque; entonces Inmediatamente los montoneros pusieron en movimiento unas rastras de cueros con piedras que producían un ruido idéntico al rodado de cañones. Los realistas, creyéndose atacados por una gran fuerza militar, huyeron. Así, Salas se apoderó de San Fernando.

22 de Enero 1817:

Primer enfrentamiento de una avanzada patriota con un destacamento de los Talaveras.

25 de Enero 1817:

Un destacamento de Las Heras, se enfrenta a una unidad realista.
04 de Febrero 1817:
Combate de Achupallas: El mayor Arcos, desprendiéndose de la división de So­ler, al frente de otros 200 hombres, dispersaba a la guarnición de Las Achupallas y le hacía 3 prisioneros.
04 de Febrero 1817:
Combate de Guardia Vieja: Al ponerse el sol, el mayor Enrique Martínez atacó el puesto español de Guardia Vieja con 150 fusileros y 30 jinetes. El combate duró una hora y media a sable y bayoneta, los españoles en número de 94, tuvieron 25 muertos y 43 prisioneros.

04 de Febrero 1817:

Combate de Cumpeo: Freire ataca a un destacamento realista de 100 soldados, dirigidos por el coronel Morgado, causándole la baja de 18 hombres y la captura de otros 20.
07 de Febrero 1817:
Combate de Las Coimas: Enfrentamiento entre el realista Atero y un destacamento de Necochea.
12 de Febrero 1817:
Batalla de Chacabuco: Se llevo a cabo en la hacienda Chacabuco, el 12 de febrero de 1817, donde combatieron el Ejército de los Andes y el Ejército Realista. Finalizo con la victoria patriota y que trajo como consecuencia la recuperación de Chile a manos patriotas, de ese modo finalizo la reconquista y comenzó la Patria Nueva. El capitán San Bruno, odiado jefe de los talaveras, es capturado y fusilado menos de 24 horas después.
12 de Febrero 1817:
Liberación del Norte: Las tropas del comandante Juan Manuel Cabot, toman Copiapo, La Serena y Coquimbo.
26 de Febrero 1817:
Captura del bergantín español "Aguila": Primer barco de nuestra Escuadra. Los patriotas apresaron en Valparaíso al bergantín de comercio español "Aguila", mediante el ardid de mantener izada la bandera española en tierra; fue armado y puesto al mando del oficial irlandés de Artillería, don Raimundo Morris.
04 de Abril 1817:
Combate de Curapalihue: En este combate se enfrentaron las tropas de Juan Gregorio Las Heras por el lado de los patriotas y las tropas de Juan José Campillo por lado de los realistas. El combate finalizo con la victoria patriota.
11 de Mayo 1817:
Asalto y Toma de Nacimiento: Mientras se practicaban los reconocimientos de las fortificaciones de Talcahuano y se acumulaban los elementos para el asalto, O'Higgins dispuso la ocupación del territorio español que quedaba al sur del Biobío y de la plaza de Arauco, a fin de privar de recursos a Ordóñez. El capitán José Cienfuegos, partiendo de la villa de Los Angeles, se dirigió a la plaza de Nacimiento, que era la fortaleza más inexpugnable. El asalto empezó el 12 de mayo, y la plaza tuvo 20 bajas entre muertos y heridos. La guarnición de Nacimiento se retiró a Arauco. San Pedro se rindió sin disparar un tiro.
27 de Mayo 1817:
Toma de la plaza fortificada de Arauco: Los patriotas comandados por Ramón Freire se toman la plaza fortificada de Arauco, en Talcahuano, la cual era el centro de abastecimiento de los realistas ubicados en la zona.
01 de Junio 1817:
Combate del Cerro Gavilán: Se desarrollo en las cercanías de concepción. Por lado de los patriotas liberaban los generales Bernardo O’Higgins y Juan Gregorio Las Heras y por lado de los realistas el comandante José Ordóñez. La batalla finalizo con la victoria patriota.
23 de Julio 1817:
Asalto a Talcahuano: El coronel José M. Ordoñez rechaza el intento del general Juan Gregorio Las Heras.
10 de Septiembre 1817:
Combate de Cerro Manzano: En el cerro Manzano (al Sudeste de Talcahuano), en dos acciones sorpresivas el cuarto escuadrón de granaderos a caballo, aniquiló a una fracción enemiga de 30 hombres, de los cuales se salvó sólo uno, y a otra de 25 hombres le causó 4 muertos y le tomó 3 prisioneros.
06 de Diciembre 1817:
Sitio y Asalto de Talcahuano: Tuvo como lugar Talcahuano. En el se enfrentaron las tropas patriotas al mando de Bernardo O’Higgins contra las realistas alo mando de José Ordóñez. La batalla finalizo con la victoria realista.
15 de Marzo 1818:
Combate de Quechereguas: Tuvo como lugar Quechereguas, cerca de Molina. En el se enfrentaron las tropas patriotas al mando de Ramón Freire contra las realistas al mando de Joaquín Primo de Rivera. El combate termino con la victoria Realista.
19 de Marzo 1818:
Sorpresa de Cancha Rayada: Batalla que pone en peligro la Independencia de Chile. La fuerzas patriotas acampaban en el llano de Cancha Rayada, al norte de Talca, cuando en la noche cayeron sobre ellas los realistas y derrotaron a las fuerzas del general San Martín.
05 de Abril 1818:
Batalla de Maipú. Diecisiete días después de Cancha Rayada, en los llanos del río Maipo, el ejército dirigido por San Martín venció completamente a los realistas. Desde ese momento, la Independencia de Chile quedó definitivamente consolidada. O’Higgins había salido de la capital esa misma mañana y se dirigía hacia Maipú con unos mil milicianos alcanzando a participar en el desenlace final de la batalla. Al llegar al campo de batalla O'Higgins se abraza con San Martín dialogando lo siguiente. "O'Higgins: ¡Gloria al salvador de Chile! - San Martín: General, Chile no olvidará jamás al ilustre inválido que se presenta herido al campo de batalla".
27 de Abril 1818:
Combate Naval de Valparaíso: Entre la fragata chilena "Lautaro" y la fragata española "Esmeralda". En esta acción, por una desinteligencia, muere el comandante contratado por el gobierno de Chile, Jorge O'Brien.
28 de Octubre 1818:
Captura de la fragata "María Isabel": En este combate se enfrentaron las tropas patriotas al mando de Manuel Blanco Encalada contra las realistas, en Talcahuano. La batalla finalizo con la victoria patriota.
14 de Noviembre 1818:
Captura de cinco transportes: El comandante Blanco Encalada captura cinco transportes españoles en Talcahuano.
21 de Febrero 1819:
Inicio de la Guerra a Muerte, Combate de Santa Juana: El montonero realista Vicente Benavides derrota al teniente José A. Rivero. Se inicia la "Guerra a Muerte".
28 de Febrero 1819:
La fragata O´Higgins ataca El Callao: La escuadra chilena al mando de Cochrane, ataca el puerto de El Callao, en Perú.
01 de Marzo 1819:
Asalto de Los Angeles: Intentado por las fuerzas realistas quienes tenían una fuerza auxiliar de 3.000 indios que tomaron parte en este sitio. En la ciudad sólo había el batallón patriota "Coquimbo" sin armamentos suficientes para su defensa. Los sitiadores habían tomado el fuerte, si no hubiese sido por la oportuna intervención del mariscal Andrés Alcázar y Zapata, quien llegó con su caballería. Entró en Los Angeles el 10 de marzo, después de batir a los sitiadores, salvando la situación que ya era desesperada.
11 de Abril 1819:
Sublevación de los Prieto: Entre las turbulencias que logró provocar la propaganda carrerina, la más importante es, sin disputa, la de los hermanos Prieto, en las cordilleras de Talca.
01 de Mayo 1819:
Combate de Curalí: Fue una batalla ocurrida en el marco de la llamada Guerra a Muerte, entre tropas realistas españolas dirigidas por Vicente Benavides y patriotas del gobierno provisorio chileno liderados por el coronel Ramón Freire, desarrollado en los campos de Curalí, cerca de la ribera norte del río Biobío. Fue una sorpresa y derrota total de Benavides, quien terminó escapando hacia La Araucanía.
Marzo a Septiembre 1819:
Diversas acciones de la Guerra a Muerte: Armadas todas aquellas partidas, que rara vez pasaban de un centenar de hombres por cada parte, comenzaron a salir las urnas contra las otras y con tal brío y rapidez que durante los seis primeros meses de la guerra (de marzo a septiembre de 1819) todo el sur de Chile no parecía sino un vasto palenque de matanzas.
19 de Septiembre 1819:
Combate de Quilmo: Al saber Victoriano en Tucapel la inesperada pérdida de Chillan, sin vacilar un instante, corrió al encuentro del enemigo, no tomando acuerdo de su número y seguido del puñado de hombres que tenía a sus órdenes.
01 de Noviembre 1819:
Combate de Tritalco: Irritado Benavides por el descalabro de Quilmo, inexplicable después de las ventajas conseguidas, y por el número de muertos de los suyos, resolvió vengar la derrota de Elizondo enviando a Bocardo con sus indios para atacar a Victoriano en Chillan y quitarle de nuevo a que el pueblo y su comarca.
20 de Noviembre 1819:
Combate de Hualqui: Tuvo como lugar Hualqui, cerca de Concepción. Por lado de los patriotas estaban las tropas de José Tomás Huerta y por lado de los realistas Vicente Benavides. La batalla finalizo con la victoria patriota.
06 de Diciembre 1819:
Combate de Pileo: Fue una batalla ocurrida en el marco de la llamada Guerra a Muerte, entre realistas españoles y patriotas chilenos desarrollado en la subdelegación de Pileo.
09 de Diciembre 1819:
Asalto de Yumbel: Realizado contra la ciudad de Yumbel al atacar las tropas realistas la plaza defendida por los patriotas al mando de Quintana, quién disponía de 100 hombres y los realistas de 658. Hay noticias de que en realidad las fuerzas realistas eran de 300 fusileros y 700 indios. El ataque duró 5 horas y terminó al aparecer una partida de 200 hombres en el cerro de la Parra. En este encuentro estaba Manuel Bulnes, de 19 años de edad, que entonces tenía el grado de subteniente de Cazadores.
10 de Diciembre 1819:
Combate de El Avellano: Fue una batalla ocurrida en el marco de la llamada Guerra a Muerte, entre montoneras realistas españolas y patriotas chilenos comandadas por Pedro Andrés Alcázar en las cercanías de Los Ángeles.
29 de Diciembre 1819:
Combate de San Pedro: Tuvo como lugar el fuerte de San Pedro en las cercanías de Concepción. En el se enfrentaron las tropas patriotas al mando de Pedro Agustín Elizondo contra las realistas al mando de Vicente Benavides. La batalla finalizo con la victoria patriota.
05 de Enero 1820:
Ataque a San Carlos: Los Pincheira ignorantes de que hubiesen llegado tropas de Santiago, descendieron en la noche del 4 enero de su malal del Roble huacho, y atacaron de sorpresa la indefensa villa de San Carlos.
30 de Enero 1820:
Acciones de Palpal y Coihueco: La matanza de Monte Blanco no escarmentó a los salteadores de la montaña. Era preciso que el infatigable Victoriano, seguido como siempre de la muerte, penetrase de nuevo en sus guaridas y les persiguiese hasta en sus últimos asilos.
02 de Febrero 1820:
Toma de los fuertes de la Aguada, San Carlos y el Castillo: Lord Cochrane aparece en Corral con tres buques y se toma los fuertes de la Aguada, San Carlos y el Castillo y, después, toma a Valdivia.
03 de Febrero 1820:
Asalto y Toma de Valdivia: En este combate se enfrentaron las tropas patriotas al mando de Thomas Cochrane contra las realistas al mando de Manuelo Montoya. La batalla finalizo con la victoria patriota lo que conllevo a la recuperación de Valdivia.
18 de Febrero 1820:
Combate de Agüi: El combate de Agüi fue un enfrentamiento bélico, el cual se desarrollo entre fuerzas realistas y patriotas en la isla de Chiloé. En el los patriotas dispusieron sus fuerzas para derrotar a los Españoles que dominaban la isla de Chiloé, ya que su permanencia en la isla fue considerada por los patriotas una amenaza para la independencia de Chile.
06 de Marzo 1820:
Combate de El Toro: Tuvo como lugar la hacienda El Toro, en el se enfrentaron las tropas patriotas contra las tropas realistas al mando de Gaspar Fernández de Bobadilla. La batalla finalizo con la victoria patriota.
22 de Junio 1820:
2do Combate de Quilmo: El 22 junio se presentó en la colina de Quilmo, en el mismo sitio en que Victoriano había escarmentado a Elizondo un año atrás, el jefe de partidas Gervasio Alarcón.
20 de Agosto 1820:
Expedición Libertadora del Perú. Zarpa de Valparaíso la escuadra con 17 transportes, 9 buques de guerra y 11 lanchas cañoneras, comandados por el vicealmirante británico Lord Thomas Cochrane. Una salva de 21 cañonazos anunció la partida de la Escuadra y el director supremo Bernardo O’Higgins Riquelme, la despidió con estas palabras: “De estas cuatro tablas dependen los destinos de América”.
23 de Septiembre 1820:
Combate de El Pangal: Desarrollado en el lugar llamado Pangal, en la rivera norte del Laja, los contendientes eran las tropas de Benavides comandadas por su lugarteniente Juan Manuel Picó con un total aproximado de 1.700 hombres, y las fuerzas patriotas en número de 500 soldados al mando de Benjamín Viel Gomets y Carlos María O´Carroll.
25 de Septiembre 1820:
Combate de Tarpellanca: Tuvo lugar en Tarpellanca, en el río Laja. En el se enfrentaron las tropas patriotas al mando de Pedro Andrés Alcánzar contra las tropas realistas al mando de Vicente Benavides. La batalla finalizo con la victoria realista.
05 de Noviembre 1820:
Captura de la corbeta española "Esmeralda": Recién pasada la medianoche, Lord Cochrane se apoderó de la corbeta española "Esmeralda", en la rada de El Callao. El buque tenía 44 cañones y su conquista fue una hazaña de valor y astucia.
25 de Noviembre 1820:
Combate de Las Vegas de Talcahuano: Tuvo como lugar en las cercanías de Talcahuano. En el se enfrentaron las tropas patriotas al mando de Ramón Freire contra las tropas realistas al mando de Vicente Benavides. Finalizo con la victoria patriota.
27 de Noviembre 1820:
Combate de la Alameda de Concepción: El combate de la Alameda de Concepción fue una batalla entre patriotas y realistas. Ramón Freire se dirigió a la ciudad de concepción donde Benavides presentó batalla en el lugar. La batalla finalizo con la victoria Patriota.
27 de Noviembre 1820:
Combate de Cocharcas: La vanguardia de la Segunda División derrota a las fuerzas del guerrillero José María Zapata.
12 de Enero 1821:
Combate de Lumaco: Los indios de Venancio Coihuepán y las tropas del capitán Salazar derrotan a las montoneras realistas de Carrero y Catrileo.
10 de Octubre 1821:
Combate Vegas de Saldías: Las fuerzas revolucionarias del realista Vicente Benavides Llanos, se enfrentaron al Ejército de Chile al mando de José Joaquín Prieto Vial y comandado por Manuel Bulnes Prieto en la Batalla de Vegas de Saldías en el contexto de la Guerra a Muerte, batalla que finalizó al día siguiente con el triunfo patriota. Sin embargo, esta guerra continuó por dos años más, dirigida por Juan Manuel Picó.

15 de Noviembre 1821:

Motín de Osorno: Unos cuantos sargentos las sublevaron. El mayor Letelíer. los capitanes Baldovinos y Cartes y los tenientes Anguita. Vial, Cavallo y Alfonso que intentaron sofocar el motin, fueron muertos por los soldados.

26 de Noviembre 1821:

Combate de Hualehuaico: Las tropas de Manuel Bulnes vencen a un cuerpo realista apoyado por indigenas.

27 de Noviembre 1821:

Combate de Niblinto: Las tropas de Manuel Bulnes vencen a montoneras realistas apoyadas por indigenas.
12 de Diciembre 1821:
José Joaquín Prieto recupera Chillan: Con la formación de un nuevo regimiento y la dirección de Prieto se logra controlar el sur de Chile.
26 de Diciembre 1821:
Combate de La Imperial: No han quedado demasiados detalles de aquel terrible hecho de armas, lo que demuestra con evidencias que fue un desastre para los patriotas, dirigidos por el capitán Bulnes.
Diciembre 1821:

Nueva fisonomía de la lucha en Arauco: Campañas de Prieto, de Ruines y de Lantaño

09 de Abril 1822:
Combate de Pile: Las tropas de Clemente Lantaño y de Manuel Bulnes vencen a grupos indigenas.
Mayo 1822:

La expedición de Beauchef a Boroa: La guerra del sur hacia 1822 y 1823.

08 de Octubre 1822:
Asedio de Arauco: A las cuatro de la tarde del 8 octubre el recinto de Arauco estaba completamente rodeado por tres divisiones de indios que mandaba Ferrebú en persona.
23 de Octubre 1822:
Acción de Pitrufquén: El teniente coronel Beauchef derrota al guerrillero Palacios.
14 de Diciembre 1822:
Acción de Río Diguillín: El teniente coronel Torres derrota a las montoneras de Bocardo y Zapata.
26 de Marzo 1823:
Acción de Linares: Los Pincheira dan muerte al gobernador Sotomayor en dicha población.
21 de Febrero 1824:
Acción de Tucapel: Las bandas del cacique Venancio Coihuipán dispersan a las fuerzas que en los campos de Tucapel había reunido el cura Ferrebú.
24 de Marzo 1824:
Fracaso del canal de Chacao: La expedición del General Ramón Freire Serrano entra al canal de Chacao en su intento para la liberación de Chiloé. La expedición fracasa.
10 de Abril 1824:
Batalla de Mocopulli: En esta batalla se enfrentaron las tropas patriotas al mando del comandante Jorge Beauchef contra las tropas realistas al mando de José Rodríguez Ballesteros. La batalla finalizo con la victoria realista.
11 de Abril 1824:
Combate de Albarrada: El sargento mayor Gaspar derrota al cura Ferrebú.
20 de Abril 1824:
Acción de Colcura: Una partida proveniente del fuerte de Colcura cae sobre el campamento de una columna realista enviada por el cura Ferrebú y la dispersa.
30 de Agosto 1824:
Acción de Laraquete: Una partida proveniente del fuerte de Colcura, mandada por el comandante Gaspar, cae sobre el rancho donde dormía el cura Ferrebú y lo captura.
28 de Octubre 1824:
Acción de Coronado: Una columna patriota mandada por Lorenzo Coronado y Angel Salazar, cae sobre el rancho donde dormía el comandante Pico.
02 de Septiembre 1824:
Fusilamiento de Ferrebú y muerte de Pico: En la guerra de la frontera del Maule.
30 de Septiembre 1825:
Acción en el río Bureo: Un destacamento enviado desde Yumbel por el coronel Barnechea ataca a la montonera del comandante Senosiaín, causandole numerosas bajas.
27 de Noviembre 1825:
Sorpresa de Parral: Los Pincheira y Senosiaín caen con su montonera unida sobre el pueblo de Parral, donde había un destacamento de soldados bajo el mando del capitán Agustín Casanueva. Dicho destacamento pudo rechazar ese ataque.
27 de Noviembre 1825:
Acción de Longaví: Un destacamento patriota de dragonesal mando del comandante Manuel Jordán, trata de cerrar el paso a la montonera realista que se retiraba de Parral; perecieron el comandante jordano y 51 de sus hombres.
11 de Enero 1826:
Manuel Blanco Encalada en Ancud: Durante la Expedición de Liberación de Chiloé, aún en posesión de la corona española, el Vicealmirante Manuel Blanco Encalada entra al puerto de San Carlos de Ancud, bajo los fuegos de las baterías del Coronel español Antonio de Quintanilla.
13 de Enero 1826:
Batalla de Pudeto: Tuvo logar en Chiloé. En el se enfrentaron las tropas patriotas contra las realistas. El fin de este combate era la expulsión de los Españoles de Chiloé. La batalla finalizo con la victoria patriota.
14 de Enero 1826:
Combate de Poquillihue: Las fuerzas chilenas de Freire obligan a las realistas de Quintanilla a abandonar el fuerte de Poquillihue.
14 de Enero 1826:
Batalla de Bellavista: El Combate tuvo como lugar Chiloé. Se llevo a cabo entre el general Ramón Freire y los españoles. Su propósito fue el de incorporar la provincia de Chiloé al territorio Chileno. La batalla finalizo con la victoria patriota.
19 de Enero 1826:
Liberación de Chiloé: Con el propósito de incorporar la provincia de Chiloé al territorio de la República de Chile. Triunfan los chilenos sobre los españoles, logrando además, abrir el paso para la toma de la ciudad de San Carlos de Ancud. Las tropas chilenas encuentran dura oposición de los lugareños que son, en su mayoría absoluta, partidarios de la monarquía.
25 de Febrero 1826:
Acción de Neuqén: un destacamento mandado por el coronel Barnecheacae sobre el campamento de montoneros e indígenas de Senosiaín y de uno de los hermanos Pincheira, dispersando los y rescatando a numerosas mujeres cautivas.
31 de Agosto 1826:
Acción de Antuco: una montonera realista caer sobre el villorrio de Antuco y ejecuta al oficial Herquíñigo y a su guarnición de siete hombres.
Enero 1827:
Operaciones militares contra los Pincheira y las bandas de Senosiaín.
25 de Enero 1827:
Levantamiento de Enrique Campino: El coronel Enrique Campino ingresó a caballo al Congreso Nacional con intenciones de dar un Golpe Militar.
21 de Julio 1827:
Motín de Talca: Un escuadrón de Cazadores se sublevo, comandado por algunos cabos y sargentos.
31 de Diciembre 1827:
Acciones en San Fernando: El gobernador Silva apresó a algunos individuos afectos a la asamblea. El comandante Francisco Porras se colocó al frente de los partidarios del bando vejado, organizó algunas compañías de milicianos y aventureros y se dirigió a San Fernando.
Enero 1828:
Campaña contra Los Pincheira de 1828: El ministro de la Guerra repitió en el verano de 1828 la expedición que había realizado el año anterior contra los Pincheira, con menos fuerzas. Las pequeñas columnas comandadas por Viel y Bulnes no lograron dar alcance a los bandidos.
18 de Julio 1828:
Sublevación de Colchagua: Revolución federalista-o'higginista de Urriola. Los estanqueros y los pelucones salvan el gobierno.
25 de Agosto 1828:
Motín del Maule: Manuel Bulnes al frente de la guarnición de Parral, somete a los insurgentes al mando de Gregorio Murillo.
06 de Junio 1829:
Motín Militar: Un estrafalario motín, que debe considerarse más como incidente del proceso electoral que como pronunciamiento militar, acabó de exacerbar las pasiones, ya muy enconadas.
06 de Diciembre 1829:
Toma de Valparaíso: Portales y Rodríguez Aldea descubrieron e! plan de Novoa, y a fin de desbaratarlo, resolvieron impedir la salida de! "Aquiles", apoderándose de Valparaíso.
14 de Diciembre 1829:
Batalla de Ochagavía. La Acción de Ochagavía fue el primer choque armado producido entre tropas gubernamentales del bando pipiolo o liberal, y las del bando pelucón o conservador, acaecida durante la Guerra Civil de 1829-1830.
15 de Diciembre 1829:
La Revolución de Coquimbo: Pedro Uriarte y algunos hacendados se alzan contra el gobierno.
03 de Enero 1830:
Contrarrevolución de Sur: El coronel Cruz recupera Concepción.
02 de Marzo 1830:
Toma de Concepción: Viel se apodera de Concepción y pone sitio a Chillan y exige la rendición de Cruz.
17 de Abril 1830:
Batalla de Lircay. Este combate tuvo lugar a orillas del río Lircay, en el marco de la Guerra Civil chilena comenzada un año antes con la denominada revolución de 1829. Dicha revolución corresponde al enfrentamiento definitivo entre los estanqueros, o’higginistas y pelucones ("fuerzas conservadoras"), contra los pipiolos (liberales). Esta etapa, y con ello la denominada "anarquía chilena" (1823-1830), finalizó con la batalla de Lircay.
14 de Enero 1832:
Combate de Coyahuelo-Lagunas de Pulán: Las tropas de Manuel Bulnes caen sobre la montonera de los hermanos Pincheira, derrotando las completamente.
21 de Agosto 1836:
Captura de Buques de la Confederación: El ministro Portales envía a Victorino Garrido a tomar por asalto durante la noche el puerto de el Callao, logrando capturar tres de los seis barcos peruanos. Los botes del bergatín "Aquiles" capturaron la barca "Santa Cruz", el bergatín "Arequipeño" y la goleta "Peruviana" en el puerto peruano de El Callao, movimientos previos a la guerra contra la Confederación peruanaboliviana..Garrido se entrevista con Santa Cruz, acordando la devolución de las naves peruanas después de firmado un tratado de paz.
29 de Agosto 1836:
Sublevación de Freire: Las fuerzas chilenas lograron controlar a las sublevadas en el sur del territorio nacional, comandadas por el general Ramón Freire Serrano, quien tenía intenciones de derrocar el gobierno del presidente José Joaquín Prieto Vial y reconstruir el virreinato del Perú.
03 de Junio 1837:
Motín de Quillota: Es apresado por el Regimiento Maipo, el ministro Diego Portales, mientras pasaba revista a las tropas acantonadas en Quillota. Este hecho es conocido por la historia como el "Motín de Quillota".
06 de Junio 1837:
Combate de Cerro Barón y asesinato del Ministro Diego Portales: El Ministro se dirigió a Quillota, para revistar un cuerpo de ejército acantonado allí. De un instante a otro la oficialidad lo apresó y se amotinó contra el estadista. El coronel José Antonio Vidaurre dirigió el movimiento. Los amotinados se trasladaron a Valparaíso y se llevaron a Portales en un pequeño carruaje. En la madrugada del 6 de junio tras un combate en el cerro Barón, se escucharon los primeros disparos. El oficial Santiago Florín, que custodiaba al Ministro, le ordenó a un subordinado: ¡Baje el Ministro!. Este se arrodilló y de inmediato disparó sobre él.

11 de Septiembre 1837:

Inicio de la primera expedición; Durante la guerra contra la Confederación peruana-boliviana, zarpó la Escuadra Nacional comandada por el almirante Manuel Blanco Encalada.

29 de Septiembre 1837:

Desembarco en Quilca: Se inicia la marcha hacia Arequipa.
07 de Agosto 1838:
Segunda expedición chilena: Al mando del general Manuel Bulnes Prieto, las fuerzas chilenas se apoderaron del puerto de El Callao, durante la guerra contra la Confederación peruana - boliviana. Bulnes impuso a Perú una indemnización de 20 millones de pesos de la época, pero como los peruanos no accedieron a la petición, el general se apoderó de Lima, luego de una sangrienta batalla.
17 de Agosto 1838:
Captura de la corbeta "Socabaya": En el puerto peruano de El Callao, por las naves de la escuadra del capitán de navío Carlos García del Postigo Bulnes, durante la guerra contra la Confederación peruanaboliviana.
21 de Agosto 1838:
Combate de Portada de Guías. Luego de desembarcar la escuadra chilena, a cargo del Almirante Simpson, se llevó a cabo el combate de Portadas de Guía, adueñándose el ejército chileno de la ciudad de Lima el 21 de agosto de 1838. El General Bulnes cita un cabildo abierto, el que proclama un gobierno provisional en Perú a cargo de Agustín de Gamarra.
18 de Septiembre 1838:
Combate de Matucana. Las tropas chilenas avanzan hacia el interior del Perú, enfrentando y venciendo a las tropas de Santa Cruz.
17 de Diciembre 1838:
Combate del puente de Llac Lla: El ejercito confederado ocupó el pueblo de Recuay y a la vez el “chilenoperuano” estaba en Huaraz de donde salió mas al interior llevando centenares de enfermos, en busca de climas benignos. Al llegar al puente LlacLla fueron alcanzados por las tropas Confederadas y mientras Torraco apresuraba el paso de los enfermos, el soldado Lorenzo Colipí con 10 compañeros del batallón Carampangue, lucharon sin descanso permitiendo la evacuación desde Chiquian.
06 de Enero 1839:
Combate de Buin: En la Guerra entre la Confederación Perú-Boliviana y el Ejército Restaurador Chile-Perú. Hacia el norte de la ciudad de Lima, las tropas de la confederación se baten en un combate con el ejército chileno, desarrollándose la batalla de Huaras.
12 de Enero 1839:
Combate Naval de Casma: Ambas armadas se enfrentaron en el Combate Naval de Casma, convirtiéndose en el último con buques a velas. El triunfo chileno nos permitió el dominio del mar.
20 de Enero 1839:
Batalla de Yungay. A orillas del río Santa ocurre la decisiva en la Guerra contra la Guerra entre la Confederación Perú-Boliviana y el Ejército Restaurador Chile-Perú. El presidente Santa Cruz había fortificado el fuerte de Yungay y el cerro Pan de Azúcar, el cual fue asaltado por la infantería chilena, desatándose la Batalla de Yungay. Este día, el 20 de enero de 1839, las tropas chilenas vencen a las de la Confederación, declarándose disuelta. Las tropas del General Bulnes llegaron el 18 de febrero a Lima, dando fin a la guerra.
20 de Abril 1851:
Motín de Urriola: Un motín cívico militar estalla en las calles de Santiago de Chile, por oposición al gobierno de Bulnes y a la candidatura presidencial de Manuel Montt. Urriola y cinco mil revolucionarios se tomaron las principales calles de Santiago, mientras que el gobierno preparó una contraofensiva desde la Alameda y el Cerro Santa Lucía. El combate duró cerca de 5 horas, tras las cuales fue abatido Urriola y hubo más de 200 muertos.
25 de Septiembre 1851:
Operaciones sobre Huasco, Vallenar e Illapel: Con erogaciones forzosas de los vecinos y prorratas de caballos y elementos de transporte, logró Vicuña Mackenna reunir una partida o montonera, que llegó a contar con 150 fusileros y 172 jinetes, que, en su inconsciencia militar, creía capaces de arrollar las fuerzas que el gobierno le opusiera.
28 de Septiembre 1851:
Revolución de La Serena y Captura del "Fire Flay": La necesidad de procurarse armas y municiones, para organizar un ejército eficiente de unas dos mil plazas, se imponía al más elemental sentido común. Carrera concibió el proyecto, de dudoso éxito inmediato, de adquirirlas en Lima. Con este objeto, se apoderó a viva fuerza del pequeño vapor "Fire Flay", de propiedad de Carlos Lambert, que navegaba con bandera inglesa, sin prever las complicaciones que el acto iba a ocasionar.
14 de Octubre 1851:
Batalla de Petorca: Mientras el ejército de Vicuña Mackenna operaba en Illapel. Carrera y Arteaga, informados de que Santiago estaba desguarnecido, después del envío de las tropas al sur, resolvieron operar sobre Aconcagua, reforzarse con los cívicos de San Felipe y proseguir a la capital.
14 de Octubre 1851:
Combate de Peñuelas: En el norte, la revolución seguía prendida. No obstante, la derrota de los liberales en Petorca los hace mantenerse en la provincia de Coquimbo, al tiempo que algunos empresarios mineros proclives al gobierno deciden crear un ejército contrarrevolucionario al mando de Ignacio José Prieto, quien logra derrotarlos en Peñuelas el 14 de octubre.
28 de Octubre 1851:
Sublevaciones de Aconcagua y Valparaíso: Los caudillos de La Serena exigían a los revolucionarios de Aconcagua, Santiago y Valparaiso, que aliviaran la presión de las fuerzas que los amagaban, intentando sublevaciones en el centro mismo de los recursos del gobierno.
07 de Noviembre 1851:
Sitio de La Serena: En el momento de iniciarse el sitio, La Serena contaba con unos 600 soldados: 300 cívicos, 200 mineros, que se organizaron-en un batallón intitulado "Defensores de La Serena", y una brigada de artillería.
19 de Noviembre 1851:
Combate de Monte de Urra: El 13 de septiembre, cinco días antes de la asunción de Montt, se declaró una asonada al mando del ex candidato Cruz, quien no aceptando la derrota electoral, y temiendo que las familias conservadoras de Concepción perdieran protagonismo en la dirección del país, consiguió armar un grupo de cinco mil hombres, entre partidarios y mapuches del cacique Colipí.
24 de Noviembre 1851:
Motín de Cambiaso: Durante la noche estalló en la ciudad de Punta Arenas, XII Región, el "Motín de Cambiaso", como consecuencia de la Guerra Civil de ese año. Luego de una gran masacre, su líder el teniente Miguel José Cambiaso Tapia, organizó su huida, pero fue detenido, condenado a muerte y ajusticiado el 4 de abril de 1852.
08 de Diciembre 1851:
Sublevación de Copiapó: La provincia de Atacama había sido objeto de un largo y activo trabajo de zapa contra el orden y las autoridades, realizado por una verdadera legión de agentes enviados desde el vigoroso foco pipiolo de La Serena.
08 de Diciembre 1851:
Batalla de Loncomilla: La batalla se desarrolló en el llano cercano al río del mismo nombre, cerca de donde después se fundaría San Javier, en la provincia de Linares. El bando leal al gobierno fue dirigido por Manuel Bulnes, mientras que el bando opositor estuvo a cargo de José María de la Cruz.
08 de Enero 1852:
Acción de Linderos de Ramadilla: El teniente coronel Victorino Garrido derrota a los revolucionarios mandados por Bernardo Barahona y ocupa Copiapó el 9 de enero, poniendo fin a las acciones armadas de la revolución.
06 de Enero 1859:
Toma de Copiapó: El militar retirado Pedro Pablo Zapata se presentó, seguido de 20 hombres, a las puertas del cuartel de policía. Urrutia, quien estaba a cargo de él, lo entregó, después de un simulacro de defensa.
19 de Enero 1859:
Toma de Talca: A las doce del día, el teniente retirado Samuel Vargas y el ex sargento Valenzuela, encargados de capturar al comandante de cívicos, sargento mayor José Antonio Bustamante, se acercaron a él, en los momentos en que se dirigía al cuartel.
02 de Febrero 1859:
Asonada de Concepción: El teniente coronel Basilio Urrutia derrota a los montoneros al mando de don Juan José Alemparte.
28 de Febrero 1859:
Sitio y Toma de San Felipe: Las tropas gobiernistas, al mando del teniente coronel Tristán Valdés asaltan y derrotan a los revolucionarios que mantenían en su poder la ciudad de este el 12 de febrero.
28 de Febrero 1859:
Asonada de Valparaíso: El general Juan Vidaurre-Leal somete a los insurrectos que intentaron asaltar la intendencia y los almacenes de la aduana.
14 de Marzo 1859:
Batalla de Los Loros: En el contexto de la Guerra Civil del '59. En este episodio, las fuerzas revolucionarias de Pedro León Gallo vencen a las del gobierno.
12 de Abril 1859:
Combate de Maipón: Nicolás Tirapegui logró sublevar la guarnición de la plaza de Arauco; y con las armas que se procuró en ella, organizo una nueva montonera de 400 hombres, y se reunió con Videla en Santa Juana.
20 de Abril 1859:
Combate de Pichidegua: Las montoneras de Colchagua, Talca y Maule cesaron de constituir un peligro para las ciudades bien guarnecidas, desde que el ministro Rafael Sotomayor organizó fuertes divisiones de milicias cívicas
29 de Abril 1859:
Batalla de Cerro Grande: A 5 Kilómetros al sur de la Serena, entre las fuerzas del Gobierno y las revolucionarías de Gallo, siendo éstas derrotadas.
12 de Mayo 1859:
Recuperación de Copiapó: el teniente coronel José Antonio Villagrán derrota en las últimas fuerzas revolucionarias que mantenían la ciudad en su poder desde el 4 de enero.
04 de Enero 1862:
Captura del "Rey de la Araucanía": El Comandante Cornelio Saavedra capturó a Antoine de Tounens, el "Rey de la Araucanía". A fines de 1861, Orelie Antoine de Tounens, de nacionalidad francesa, se asentó en la Araucanía y se autoproclamó rey de la zona y de la Patagonia. Aprovechando la escasa presencia de chilenos en la zona, que abarcaba entre los ríos Biobío y Toltén, el aventurero logró convencer a algunos caciques que aún resistían la autoridad chilena, y organizó una especie de reino en la zona.

26 de Noviembre 1865:

Combate Naval de Papudo. Durante este episodio de la "guerra con España", el almirante Juan Williams Rebolledo, al mando de la Esmeralda, se apodera de la corbeta española Covadonga, frente a la rada de Valparaíso. Juan Williams Rebolledo, logró capturar a la goleta española Covadonga. Ante esta derrota, el almirante español José Manuel Pareja, líder de las fuerzas hispanas, se suicidó. Fue reemplazado por Casto Méndez Núñez.

07 de Febrero 1866:

Combate Naval de Abtao. Sostenido entre la Escuadra aliada chileno-peruana y la Escuadra Española en el canal de Chayahué, provincia de Chiloé.
02 de Marzo 1866:
Combate Naval de Huito: Los jefes peruanos temían que las fragatas lograran forzar la boca de la ensenada de Huito, y en este evento bastaban los cañones de la "Numancia" para destruir impunemente toda la escuadra aliada.

31 de Marzo 1866:

Bombardeo a Valparaíso. Fue un episodio de la Guerra Hispano-Sudamericana, durante el cual el puerto de Valparaiso fue bombardeado y parcialmente destruido por ordenes del almirante español Casto Méndez Núñez.

11 de Noviembre 1877:

Motín y Destrucción de Punta Arenas: Se ha atribuido a esta rivalidad influencia casi decisiva en el motín de los artilleros. Dublé Almeida murió en el convencimiento de que el padre Matulski fue su principal o uno de sus principales instigadores. Los cronistas, por su lado, dando de mano a esta imputación desmentida por el desarrollo y las finalidades del motín, creen que el fanatismo antirreligioso envolvió al gobernador "en vahos de infierno y olores a Lucifer".

14 de Febrero 1879:

Se inició la Guerra del Pacífico con la toma de Antofagasta -que en ese tiempo era una ciudad boliviana-, por el ejército chileno, se inició la Guerra del Pacífico (1879-1883). Este conflicto bélico, que enfrentó a Chile con Perú y Bolivia, se debió a problemas territoriales y al interés por controlar la producción del salitre -nitrato usado como fertilizante y para la fabricación de pólvora-, que era u muy buen negocio en esa época. Como Bolivia procurara apropiarse de las salitreras de Antofagasta, el Gobierno chileno ordena ocupar esa plaza. Las tropas chilenas ocupan Antofagasta: Desembarcan dos Compañías, 1 de Artillería y 1 de Artillería de marina (198 hombres) las que bajo el mando del Coronel Emilio Sotomayor y ocupan la ciudad. A partir de ese momento Antofagasta queda en poder de Chile.
16 de Febrero 1879:
La Corbeta O'Higgins ocupa Mejillones: Los buques Blanco Encalada y O'Higgins marcharon el primero a Tocopilla y Cobija en protección de los chilenos, y el segundo a Mejillones.
16 de Febrero 1879:
Ocupación de Caracoles. Un destacamento de 70 hombres de la Artillería de Marina, al mando del Capitán Francisco Carvallo, ocupa Caracoles.

20 de Marzo 1879:

Ocupación de Cobija: Las tropas chilenas toman Cobija, al mando de William Rebolledo. Los buques Blanco Encalada y O'Higgins marcharon el primero a Tocopilla y Cobija en protección de los chilenos.

21 de Marzo 1879:

Ocupación de Tocopilla: Las tropas chilenas toman control de Tocopilla. Ese día desembarca en Tocopilla la tripulación del Cochrane al mando de Enrique Simpson.

23 de Marzo 1879:

Combate de Calama Fue el primer hecho de armas de la Guerra del Pacífico. Tropas chilenas al mando del Comandante Eleuterio Ramírez se enfrentaron contra las fuerzas bolivianas comandadas por el Coronel Ladislao Cabrera, obteniendo el triunfo el Ejército chileno...Por lo anterior, se fijó este día como: "El Día de Calama". Las tropas chilenas sufren 12 bajas, 7 muertos y 5 heridos, los Bolivianos 52, 20 muertos y 32 prisioneros (entre estos últimos se encuentra un ciudadano chileno de apellido Alfaro).
25 de Marzo 1879:
Un destacamento chileno llega a Chiu Chiu.
05 de Abril 1879:
Bloqueo de Iquique: El Bloqueo al Puerto de Iquique marca la primera acción ofensiva de Chile sobre territorio peruano.

12 de Abril 1879:

Combate Naval de Chipana: Fue el primer enfrentamiento naval, entre la cañonera chilena "Magallanes" y la corbeta peruana "Unión" y la cañonera "Pilcomayo". Las naves peruanas a raíz del bloqueo y por presión popular, Prado les ordena salir como estén a practicar operaciones "inteligentes y de consecuencia" entre Antofagasta e Iquique.
18 de Abril 1879:
Bombardeo de Pisagua: Este acto más que servir para un objetivo táctico o importante, fue más que nada en represalia por el ataque a sus embarcaciones menores.
01 de Mayo 1879:
Combate de Mejillones: El Cochrane y la O’Higgins combaten con los defensores de tierra, 10 hombres bajo el mando del Teniente Coronel Graduado Luis Reina dos marinos chilenos resultan heridos por un accidente.

21 de Mayo 1879:

Combate Naval en la rada de Iquique. Mueren heroicamente el comandante de la Esmeralda, Arturo Prat, y gran parte de la tripulación. Luego de un épico combate el Huáscar hunde a la Esmeralda, mueren 146 marinos chilenos y otros 57 caen prisioneros, por el lado peruano muere un oficial y salen heridos 7 tripulantes.

21 de Mayo 1879:

Combate Naval de Punta Gruesa. En Punta Gruesa en tanto la habilidad del Comandante Condell y una buena cuota de suerte terminan con la Independencia encallada y perdida totalmente, mueren 3 chilenos y resultan heridos 6, por el lado peruano, mueren 5 y salen heridos 23 tripulantes.
26 de Mayo 1879:
Combate Naval de Antofagasta: Fue el primer bombardeo naval nocturno de la guerra. Este combate se dio durante la primera correría del blindado peruano Huáscar.
28 de Mayo 1879:
El Huáscar recaptura a la goleta "Coqueta": La nave había sido recientemente capturada por los chilenos, la embarcación marchaba rumbo a Antofagasta, son capturados tres marinos chilenos, la goleta es enviada a Arica, con tripulación de presa.
06 de Julio 1879:
La Unión en Tocopilla hunde a la barca "Matilde": Después es perseguida por el Blanco Encalada.
09 de Julio 1879:
Segundo Combate Naval frente a Iquique: No pudiendo encontrar al Abtao (que ya había solucionado sus problemas de maquinaria y cambiado su fondeadero por seguridad) intenta hundir al Matías Cousiño, pero los disparos dirigidos contra este transporte atrajeron a la cañonera "Magallanes", la que se midió valientemente contra el Huáscar a pesar de su inferioridad, la llegada del Blanco determinó que Grau emprendiera la huida. Resultan heridos 3 marinos chilenos.
18 de Julio 1879:
Incursiones del Huáscar: El Huáscar inicia una serie de incursiones contra puertos y caletas chilenos del norte (Chañaral, Carrizal, Pan de Azúcar y Huasco).
23 de Julio 1879:
El Huáscar y la Unión capturan al transporte Rimac: En el buque estaba el Regimiento Carabineros de Yungay que estaba embarcado en la nave chilena, constaba de 250 jinetes, armados y municionados; todos ellos pertenecientes a las mejores familias de Santiago.
28 de Agosto 1879:
Segundo Combate de Antofagasta: El Huáscar se acerco al puerto de Antofagasta con la intención de cortar el cable submarino para evitar la comunicación del centro de operaciones enemigas con el resto de Chile sin darse cuenta que el Abtao se encontraba entre los buques neutrales.
10 de Septiembre 1879:
Combate de Río Grande: Un destacamento del Regimiento de Caballería Chilenos "Cazadores" destroza una montonera boliviana en las cercanías de San Pedro de Atacama, muere una docena de bolivianos, y salen heridos 5 chilenos.

08 de Octubre 1879:

Combate Naval de Punta Angamos. Se enfrentaron el blindado chileno "Almirante Cochrane" al mando de Juan José Latorre Benavente, y el monitor peruano "Huáscar", comandado por el contraalmirante Miguel Grau Serrano. Fue capturado el "Huáscar", la embarcación enemiga más poderosa. Sin embargo, falleció Grau, llamado el "caballero de los mares". Perú sufre 33 muertos y 26 heridos en un épico combate.
10 de Octubre 1879:
Combate de Quillagua.
02 de Noviembre 1879:
Tropas chilenas asaltaron y se apoderaron de Pisagua. Nuestros soldados se dividieron en dos grupos, uno por la playa y otro por los cerros, así tomaron entre dos fuegos a las tropas peruanas y bolivianas. Luego de un sangriento combate, los chilenos se apoderaron de la ciudad. El Estado Mayor evalúa en un centenar los muertos aliados y 56 prisioneros.
06 de Noviembre 1879:
Combate de Agua Santa o Pampa Germanía. Después de un corto tiroteo los chilenos quedaron dueños del campo y de la línea del ferrocarril de Pisagua a Agua Santa. Los "Cazadores" despedazan el destacamento de retaguardia aliado en Pampa Germanía, los aliados pierden unos 60 hombres muertos, entre ellos el Teniente Coronel Sepúlveda, los chilenos 3 muertos y 6 heridos.
18 de Noviembre 1879:
El "Blanco Encalada" captura al barco peruano "Pilcomayo"
19 de Noviembre 1879:
Batalla de Dolores o San Francisco. Luego de diversos vaivenes el Coronel Emilio Sotomayor concentra y atrinchera sus 6.500 soldados en el Cerro San Francisco, donde es atacado por Buendia con 11 mil peruanos, venciendo los chilenos en la Batalla de Dolores o San Francisco, las tropas peruanas se retiran hacía Tarapacá.
22 de Noviembre 1879:
Las tropas chilenas ocuparon Iquique, mientras que las autoridades peruanas abandonaban la plaza, sin quemar ningún cartucho.
27 de Noviembre 1879:
Batalla de Tarapacá. La Campaña de Tarapacá, fue una de las fases de la Guerra del Pacífico, finalizó con la Batalla de Tarapacá, la que se desarrolló en la quebrada del mismo nombre. Esta campaña tenía como objetivo la posesión de la Provincia de Tarapacá. La hazaña de los soldados chilenos, permitió una victoria impensada. Chile se adueñó de la región, y la gesta tuvo un hondo efecto en la población. La valentía demostrada por Eleuterio Ramírez en el combate, lo llevó a ser elevado a héroe nacional. En el centro de San Lorenzo de Tarapacá, un monumento conmemora la contienda del 27 de noviembre de 1879; en una cripta están enterrados los soldados chilenos y un busto recuerda a Eleuterio Ramírez.
06 de Diciembre 1879:
Combate de Tambillo (San Pedro de Atacama): Un destacamento de 25 Granaderos es atacado, mueren 8 y otros 11 son tomados prisioneros, los bolivianos del "Francotiradores" sufren 2 muertos y 1 herido.
01 de Enero 1880:
Combate de Camarones: Muere un granadero y es capturado otro.
27 de Febrero 1880:
Combate Naval de Arica: Lo cierto es que más que un combate, se trata de tres acciones que ocurrieron el mismo día. En el muere el comandante del Huáscar Manuel Thompson.
09 de Marzo 1880:
El Blanco Encalada y el Loa en las islas Lobos: Hunden seis lanchas y capturan 29 animales, llevándose además prisioneros al Capitán de Corbeta Rosas y al Coronel Alaiza.
14 de Marzo 1880:
Fuerte escaramuza entre Chilenos y Peruanos en el frente de Moquegua, resultan heridos 2 soldados del regimiento "Buin" 1º de Línea y muerto 1 Gendarme de Moquegua.
21 de Marzo 1880:
Durante la noche un destacamento de 20 soldados de la Compañía de Cazadores del batallón peruano Grau incursiona sobre el campamento del regimiento de caballería chileno "Cazadores" dando muerte a 3 soldados, mientras tanto las tropas chilenas ya se han puesto en marcha para asaltar la excelente posición peruana.
22 de Marzo 1880:
Batalla de Los Angeles: Las tropas chilenas atacan y se apoderan del cerro de Los Angeles, considerado como inexpugnable. Las fuerzas peruanas estaban bajo las órdenes de Coronel Agustín Gamarra. Antes del medio día, gracias especialmente a una espectacular ascensión por senderos inaccesibles del batallón "Atacama" Nº1 las tropas chilenas derrotan completamente a las peruanas, las que sufren no menos de 28 muertos y 64 prisioneros.
01 de Abril 1880:
Ocupación de Locumba: La Patrulla de Duble Almeida ocupa el pueblo de Locumba, donde son atacados por las tropas del Coronel Albarracin, quienes matan a 3 chilenos y capturan 10, a cambio muere 1 soldado peruano y otro resulta herido.
18 de Abril 1880:
Combate de Buena Vista: Un fuerte destacamento de Caballería Chileno, bajo el mando de José Francisco Vergara destruye un grupo de milicianos peruanos y obliga al Coronel Albarracín a retirarse con los restos de su Escuadrón "Gendarmes de Tacna".
23 de Abril 1880:
Combate Naval de Torpederas en el Callao: Resulta herido el Teniente Manuel Señoret.
10 de Mayo 1880:
Segundo bombardeo del Callao: Los buques chilenos intentan sin éxito un segundo bombardeo del Callao, el monitor Huáscar resulta averiado, en tierra mueren 2 cantineras y 1 soldado, a la vez que salen heridos 24 personas. durante la Guerra del Pacífico.
25 de Mayo 1880:
Combate de torpederas en el puerto de El Callao: Hundimiento de la torpedera peruana "Independencia" y de la chilena "Janequeo", además mueren 2 marinos chilenos y 3 peruanos, salen heridos dos marinos chilenos y son capturados 7 marineros peruanos.
26 de Mayo 1880:
Batalla de Tacna o del Alto de la Alianza: El 1º Ejército del Sur Peruano y el ejército Boliviano (unos 10.000 hombres agrupados en 9 divisiones) son derrotados por el ejército chileno (14.147 hombres agrupados en 4 divisiones) los bolivianos no volverán a participar en una gran batalla contra Chile, mueren más de 500 chilenos y entre 1.000 y 1.200 aliados.
06 de Junio 1880:
Bombardeo de Arica: Se inicia el bombardeo chileno desde las baterías de tierra así como por el mar por los buques Loa, Covadonga, Magallanes y Cochrane. Las defensas peruanas utilizan la Batería Norte, Batería del Morro, Batería del Este y los cañones del monitor BAP Manco Cápac. El Cochrane recibió un impacto de un cañón Voruz de las baterías del morro, que lo hizo explotar provoncado 27 heridos, de los cuales murieron 7 después.
07 de Junio 1880:
Asalto y Toma del Morro de Arica: Las tropas chilenas toman por asalto el Morro de Arica. Ultimo reducto de los peruanos, desde entonces esta ciudad pertenece al territorio nacional. Luego de un cruento combate de alrededor de una hora y media, las tropas chilenas derrotan a la guarnición de esta plaza fuerte, mueren más del 30% de los defensores de la plaza, cumpliendo lo señalado por el Coronel Bolognesi de "luchar hasta quemar el último cartucho"
16 de Julio 1880:
Combate de Palca: Después de la Batalla de Arica, las fuerzas chilenas organizan expediciones a la sierra de Tacna, en donde se encuentra organizada las guerrillas de Pacheco Céspedes, Leoncio Prado y Gregorio Albarracin. Así se realiza el combate entre la guerrilla de Pacheco Céspedes contra el Regimiento Lautaro.
19 de Julio 1880:
Expedición de Salvo a Moquegua: Baquedano despachó contra ellos una expedición a Tarata, al mando de Barbosa, y otra a Moquegua, a las órdenes del sargento mayor Wenceslao Bulnes.
22 de Julio 1880:
Combate de Tarata: Las tropas chilenas del Coronel Barboza despedazan a los guerrilleros peruanos del Coronel Leoncio Prado, quienes sufren 26 muertos, 3 heridos y 21 Prisioneros, los chilenos por su parte sufren 1 muerto.
04 de Septiembre 1880:
La expedición Lynch: Lynch debía desembarcar en los puertos peruanos, empezando en el norte por Paita, para terminar en Quilca; internarse en los valles feraces; imponer contribuciones en dinero o en especies a la propiedad particular; inutilizar los ferrocarriles, y destruir las propiedades, cuyos dueños rehusaran pagar los cupos, teniendo cuidado de no perjudicar a los neutrales.
13 de Septiembre 1880:
Hundimiento de la "Covadonga": Alrededor de las 15:15 estalló el artefacto explosivo, que un marinero sobreviviente comparaba al estallido de cuarenta cañonazos a un tiempo, hundiéndose la Covadonga en dos minutos.
16 de Septiembre 1880:
Nuevo combate de Torpederas en el Callao: Resulta 1 herido en la chilena "Guacolda" y 1 muerto en la peruana "Urcos".
22 de Septiembre 1880:
El Cochrane bombardea Chorrillos: Buques de la escuadra chilena bombardearon los puertos peruanos de Ancón y Chancay, en represalia de la celada que hizo volar la "Covadonga", en el contexto de la Guerra del Pacífico.
23 de Septiembre 1880:
El Blanco Encalada bombardea Ancón.
23 de Septiembre 1880:
La Pilcomayo bombardea Chancay.
05 de Diciembre 1880:
Combate de lanchas en El Callao: Donde murió el aspirante a marina Juan Antonio Morel Zegers.
11 de Diciembre 1880:
Bombardeo del puerto de El Callao: Por el transporte "Angamos". Falleció el teniente Tomás Pérez al explotar un cañón.
24 de Diciembre 1880:
Combate de Pachacamac: A las 2 de la mañana un destacamento compuesto por dos compañías del “Buin”, 2 del “Esmeralda” y 200 “Cazadores” salen hacía Machay a marchas forzadas, a las 4 de la mañana llegan a Pachacamac, poco después sostienen un intenso combate con tropas peruanas emboscadas, sufriendo un muerto, un herido y con el Sargento Mayor Silva Contuso la tropa se repliega llevándose 3 soldados peruanos prisioneros.
27 de Diciembre 1880:
Combate de El Manzano o Pueblo Viejo: Entre tropas chilenas y peruanas, donde murieron los comandantes de ambos ejércitos, en el contexto de la Guerra del Pacífico. El Regimiento Curicó sorprende y prácticamente destruye a la I Brigada de Caballería “Rimac”, en el Manzano por la parte chilena muere el 2º Comandante del Curicó Teniente Coronel José Olano y son heridos 4 soldados, por la parte peruana mueren 16 soldados y son capturados 112 soldados peruanos, entre ellos el Comandante de la Brigada, Coronel Sevilla. Para celebrar el acontecimiento, por orden del día se ordena que todas las bandas de las unidades chilenas toquen el Himno Nacional inmediatamente frente a sus campamentos.
02 de Enero 1881:
Combate de Humay: Las Tropas del Comandante Echevarria atacan y causan serios daños a una montonera peruana en Humay, los chilenos pierden 5 hombres, 2 muertos y 3 heridos, entre los primeros 1 capitán.
09 de Enero 1881:
Combate de Ate: Un destacamento chileno de la II/2ª División bajo el mando del Coronel Barboza, asalta el sector escasamente defendido por los peruanos, luego de un corto combate desalojan a los defensores y quedan dueños del campo, los chilenos se retiran poco después, han sufrido 1 muerto y unos 20 heridos.
13 de Enero 1881:
Batalla de Chorrillos: Las tropas chilenas asaltan las posiciones peruanas, tras un sangriento encuentro capturan una tras otra las posiciones de Villa Santa Teresa, San Juan, Chorrillos y el Morro Solar, mueren más de 2000 hombres por bando en tal ves la batalla más grande de la historia de Latinoamérica.
15 de Enero 1881:
Batalla de Miraflores: Transcurre esta batalla en las proximidades de Lima, donde las tropas chilenas, al mando del general Baquedano, vencen a las peruanas consiguiendo de esta forma el triunfo de la guerra que se iniciara en 1879.
16 de Enero 1881:
Combate de Lurín: Una partida de caballería peruana ataca en las cercanías de Lurín a un destacamento de “Cazadores”, pero estos últimos les vencen, causandoles varias bajas.
07 de Abril 1881:
Combate de San Jeronimo: Lagos envía al Comandante José Miguel Alcérreca, al mando de una fuerza compuesta por tropas del Carabineros de Yungay y del Buin al interior. Ese mes en San Jerónimo, cerca a Santa Eulalia, se inicia la campaña de la Breña con las fuerzas organizadas por el coronel José Agustín Bedoya que se enfrentan a las fuerzas de Alcérreca, las cuales luego de un tiroteo dispersan a los hombres de Bedoya, para luego incendiar el lugar y retornar a Lima.
27 de Junio 1881:
Combate de Sangra: En la sierra peruana, las fuerzas chilenas comandadas por el capitán José Luis Araneda Carrasco, se enfrentaron al enemigo y luego de 13 horas de lucha, se retiró el ejército peruano. De los 36 "buines" que iniciaron el desigual combate, sólo 10 quedaron con vida, a los que la historia reconoce como: "Los diez de Araneda", "Los diez de Sangra".
08 de Agosto 1881:
Combate del puente Verrugas: Las guerrillas de sargento mayor José Osambela obtienen otra victoria en el puente Verrugas.
15 de Agosto 1881:
Combate del puente Purguay: Se libra el combate del puente Purhuay, saliendo de Chosica donde el nuevo batallón Zepita comandado por el teniente coronel Villegas y las guerrillas del coronel Manuel Tafur triunfan sobre las fuerzas chilenas.
02 de Septiembre 1881:
Combate de Calientes: Se produce en la región de Tacna.
03 de Septiembre 1881:
Combate de Pachía: En la región de Tacna se produce el combate, en donde las tropas chilenas derrotan a las guerrillas peruanas, dominando la región.
10 de Octubre 1881:
Combate de Motupe.
21 de Octubre 1881:
Combate de Cienaguilla.
26 de Octubre 1881:
Combate de Guadalupe.
05 de Febrero 1882:
Primer Combate de Pucará: Cáceres pasa por Tarma y Jauja y ocurre el combate con las fuerzas chilenas al mando de Del Canto. Cáceres continúa su marcha ocupando Izcuchaca, Acostambo, Huancavelica, Acobamba.
22 de Febrero 1882:
Combate de Acuchimay: Cáceres vence a las fuerzas rebeldes del coronel Arnaldo Panizo que contaba con 1.500 hombres, tomando sus tropas. Luego de este suceso Cáceres ingresa a Ayacucho.
06 de Marzo 1882:
Combate de Comas.
29 de Marzo 1882:
Combate de Pazos.
31 de Marzo 1882:
Segundo Combate de Pazos.
Marzo a Mayo 1882:
Suceden diversos enfrentamientos como los combates de: Sierralumi, Huaripampa, Huancaní, Llocllapampa, Sicaya, Chupaca, Pazos, Acostambo, Ñahuimpuquio. Las fuerzas chilenas estaban diezmadas por el tifus y la viruela, así Lynch autoriza a Del Canto a volver a Lima con el 2º de Línea trayendo a los heridos y a los enfermos. Los batallones "Pisagua" 3º de Línea y "Santiago" 5º de Línea son enviados como refuerzos.
03 de Junio 1882:
Combate de Marcavalle: Se enfrentan guerrillas peruanas con el batallón chileno Santiago destacado en Marcavalle.
28 de Junio 1882:
Nuevamente se enfrentan guerrillas peruanas con el batallón chileno Santiago destacado en Marcavalle.
09 de Julio 1882:
Segundo Combate de Pucará: Después de que los chilenos se retiran de Marcavalle, fueron perseguidos por dos compañías del Tarapacá, “Fueron empujadas sobre pucará, donde reforzados (los chilenos) por las restantes compañías de su batallón opusieron nueva resistencia.
09 y 10 de Julio 1882:
Combate de la Concepción. A las dos y media de la tarde de este día comienza el combate, considerado por el pueblo chileno, uno de los hechos más dramáticos de la Guerra del Pacífico. Se desarrolló los días 9 y 10 de julio de 1882 en el pueblo peruano de La Concepción. La guarnición completa del regimiento Chacabuco, compuesta por 77 jóvenes entre 16 y 18 años, resistió durante dos días el ataque de dos mil soldados peruanos, que tuvo como resultado la muerte de todo el contingente chileno. La valentía demostrada por los jóvenes, que mantuvo heroicamente alzada nuestra bandera, hizo que el 9 de julio fuera establecido como el día oficial de nuestro emblema patrio.
10 de Julio 1882:
Segundo Combate de La Oroya. Se enfrentan las fuerzas peruanas de Máximo Tafur y las chilenas del 3º de Línea, al mando del Teniente Francisco Meyer en el puente de La Oroya. La guarnición chilena mantiene el control del lugar.
15 de Julio 1882:
Combate de Tarmatambo. La compañía del batallón Lautaro se enfrenta en el caserío de Tarmatambo a las fuerzas dirigidas por el Coronel Juan Gastó y Máximo Tafur en el Combate de Tarmatambo.
16 de Julio 1882:
Combate de San Juan Cruz: Las fuerzas de Cáceres se enfrentan con una compañía del batallón 2° de Línea. Cáceres decide no atacar el pueblo, sino apostar la segunda división y los guerrilleros de San Jerónimo en las alturas cercanas a Tarma.
Febrero 1883:
Combate de Ungatá: Una compañía del Lautaro se enfrenta en Ungará al sur de Lima a guerrilleros locales, los chilenos son apoyados por un escuadrón de Granaderos y mantienen su posición.
14 de Marzo 1883:
Combate de Puruguay.
03 de Abril 1883:
Cáceres llega a la costa de Chancay, para luego atacar a la guarnición del Aconcagua. El coronel Urriola se retira de Chancay y se embarca en la Corbeta Chacabuco recibiendo luego refuerzos desde Lima del 3º de Línea y del Coquimbo por lo cual Cáceres se retira hacia Canta.
20 de Abril 1883:
Segundo Combate de Purhuay. Antes de ordenar una nueva ofensiva contra el ejército de Cáceres, Lynch ordenó la reparación del puente de Purhuay y la línea telegráfica que los montoneros de Chosica habían destruido lo que impedía el transito de las tropas chilenas hacia las zonas ocupadas por la resistencia peruana. Con tal misión partió de Lima el mayor Julio Quintavalla quien arribó a Chosica el 14 de abril, en los días siguientes la fuerza chilena fue constantemente hostilizada por las montoneras peruanas formadas por el batallón Guerrilleros del Rimac al mando del mayor Wenceslao Inchaústegui. El 20 de abril tuvo lugar el combate de Purhuay, a dos millas y media del puente del mismo nombre, tras el cual Quintavalla tuvo que retirarse sin haber logrado cumplir su misión y habiendo tenido 29 bajas entre muertos y heridos y 17 dispersos.
10 de Julio 1883:
Batalla de Huamachuco: Le correspondió ser el último hecho de armas que puso fin a la Guerra del Pacífico. Al ver a las fuerzas de Cáceres en el cerro Cuyulga, Gorostiaga deja el poblado de Huamachuco y se posiciona en el cerro Sazón al norte del pueblo. Se enfrentan ambos ejércitos, Gorostiaga vence a las tropas de Cáceres, quien pierde la mitad de sus hombres. Cáceres retorna a Ayacucho con el fin de organizar un nuevo ejército.
01 de Agosto 1883:
Combate de Coari: Enfrentamiento en el sur del Perú.
02 de Agosto 1883:
Combate de Mirave: Pacheco Céspedes se enfrenta al destacamento chileno al mando del Mayor Duberli de Oyarzun.
20 de Octubre 1883:
Tratado de Ancón: Tratado que pone fin a la guerra del Pacífico, de Chile contra Perú y Bolivia. Perú cede a Chile las provincias de Tacna, Arica y Tarapacá y Bolivia pierde la provincia de Antofagasta.
06 de Enero 1891:
Sublevación de la Escuadra: La Escuadra se levanta contra el Presidente José Manuel Balmaceda.
08 de Enero 1891:
Operaciones de la Escuadra en el sur: Para reunir contingentes y armas para los batallones, se emprendieron diversas expediciones. La "Esmeralda" ancló en Talcahuano e! día 8 de enero y tomó los elementos que había en el buque•escuela N° 2.
12 de Enero 1891:
Acciones en Coquimbo y La Serena: Primeras acciones de la Armada durante la Guerra Civil de 1891.
19 de Enero 1891:
Acciones en Pisagua, Zapiga, Alto Hospicio y Taltal: Primeras acciones de la Armada en el norte, durante la Guerra Civil de 1891.Conocido como el "Combate de los Abrazos", por la confusión que tuvieron los contrincantes en uno de los primeros enfrentamientos de esa guerra.
06 de Febrero 1891:
Captura de Pisagua. Los congresistas tenían su Cuartel General en la zona norte del país, tratando de avanzar hacia el centro del país. Los balmacedista intentaron frenar en esta zona a los congresistas, razón por la cual desarrollaron una serie de combates y batallas en esta región.
15 de Febrero 1891:
Batalla del Cerro Dolores o San Francisco: Las fuerzas gobiernistas afines al Presidente José Manuel Balmaceda fueron derrotadas por los congresistas, en el Cerro Dolores o San Francisco, cerca de Pisagua, provincia de Tarapacá.
17 de Febrero 1891:
Combate de Huara: Entre las tropas gobiernistas contra las congresistas en la estación de ferrocarril de Huara, que unía Iquique con Pisagua, en la I Región.
19 de Febrero 1891:
Combate de la Aduana de Iquique. Desde Iquique fueron enviadas fuerzas balmacedistas hacia el interior, por lo que esta ciudad quedó desprotegida. Aprovechando esta situación, las naves congresistas avanzaron hacia el puerto, llegando alrededor de las 05:00 hr.. A seis kilómetros de Iquique, se pudo divisar a cuatro embarcaciones congresistas alumbrando con sus proyectores los cerros para disparar sobre la tropa balmacedista que intentara descender al puerto.
07 de Marzo 1891:
Batalla de Pozo Almonte: Los balmacedistas habían perdido la mayoría de sus hombres y municiones, lo que sumado a la alta deserción de sus partidarios, generó el envío de 1.000 hombres desde Santiago.
19 de Marzo 1891:
Ocupación de Antofagasta Tacna y Arica: Apenas la provincia de Tarapacá estuvo libre de fuerzas enemigas, se planteó a los congresistas la necesidad de adueñarse inmediatamente de las provincias de Tacna y Arica, Antofagasta y Atacama.
23 de Abril 1891:
Hundimiento en Caldera del "Blanco Encalada": Los balmacedistas hunden en la rada de Caldera el barco "Blanco Encalada".
07 de Julio 1891:
Combate de Vallenar: El coronel Orrego, jefe de la división de Coquimbo, ignorando que venían en camino tropas constitucionales de infantería, dio orden al teniente coronel Almarza que atacara por sorpresa.
18 de Agosto 1891:
Desembarco en Quintero: Las fuerzas congresistas desembarcan en Quintero. 300 soldados del Pisagua N° 3, conducidos por botes que se desprendieron del "Biobio", se posesionaban sin oposición del pueblecito de Quintero.
21 de Agosto 1891:
Batalla de Concón: Fue la penúltima acción de la Guerra Civil de ese año y el primer enfrentamiento de las fuerzas revolucionarias o congresistas, comandadas por el coronel Estanislao del Canto Arteaga. Las fuerzas congresistas se concentraron en la bahía de Quintero y estaban al mando del General Estanislao del Canto.
28 de Agosto 1891:
Batalla de Placilla. La Guerra Civil de 1891 finalizó el 28 de agosto de 1891 en la Batalla de Placilla, pequeño pueblo situado a la bajada del Alto del Puerto, en el camino de Casablanca, lugar donde se enfrentaron las fuerzas que apoyaban al gobierno del presidente José Manuel Balmaceda Fernández, con las fuerzas de los congresistas o revolucionarias, obteniendo el triunfo estos últimos.

Bernardo O´Higgins

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Ramon Freire

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Joaquin Prieto

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Mujeres Destacadas de la Historia de Chile


Paula Jaraquemada Alquizar: (Santiago junio de 1768 - † falleció el 7 de septiembre de 1851). Hija de Domingo de Jaraquemada y Cecilia de Alquizar, fue uno de los personajes femeninos más importantes en la lucha por la independencia de Chile. ir a Bio,,,

Francisca Javiera Eudoxia Rudecinda Carmen de los Dolores de la Carrera y Verdugo (Santiago, 1 de marzo de 1781 - † ibídem, 20 de agosto de 1862), más conocida como Javiera Carrera, fue una patriota chilena que destacó por el apoyo a la lucha por la Independencia de Chile y por bordar la primera bandera patria del país, llamada actualmente bandera de la "Patria Vieja". Los Carrera eran descendientes de vascos. ir a Bio...

Catalina de los Ríos y Lisperguer: (*Santiago de Chile, 1604 - † 1665), más conocida como La Quintrala, fue una terrateniente chilena de la época colonial, famosa por su belleza y la crueldad con la que trataba a sus inquilinos. Se convirtió en un ícono del abuso y la opresión colonial. Su figura, fuertemente mitificada, pervive en la cultura popular de Chile como el epítome de la mujer perversa y abusadora. Para tildar a una mujer de abusadora en Chile se le dice "Quintrala". ir a Bio...

Candelaria Pérez: (* Santiago de Chile, 1810 - † 28 de marzo de 1870), también conocida como Sargento Candelaria, fue una militar chilena que participó en la Guerra contra la Confederación Perú-Boliviana. ir a Bio...

Irene Morales Infante (La Chimba, Santiago, 1 de abril de 1865 — † Santiago, 25 de agosto de 1890) Militar chilena, Sargento segundo y Cantinera del Ejército de Chile durante la Guerra del Pacífico. ir a Bio...

Janequeo o Yanequén: Fue una mujer lonco, de origen mapuche-pehuenche. Esposa del Lonco Hueputan, quien murió bajo tormentos por mandato del gobernador Alonso de Sotomayor. Su preparación militar y cualidades de líder, hicieron que se ganara el apoyo de los estrategas militares de su pueblo. ir a Bio...

María Isabel Riquelme y Meza: (* Chillán Viejo, Región del Biobío, Chile 1758 - † Lima, Perú 21 de abril de 1839), fue la madre del Libertador General de Chile, Bernardo O'Higgins. ir a Bio...

Rosa O'Higgins: (* Chillán Viejo, Región del Biobío, Chile 1781 - † Lima, Perú 1850), chilena hija de Isabel Riquelme y Félix Rodríguez Rojas. En los años de la lucha de la independencia chilena adoptó el apellido de su medio hermano Bernardo O'Higgins con quien viviese sus primeros años de su niñez. ir a Bio...

Eloísa Díaz Insunza: (* Santiago de Chile, Chile, 25 de junio de 1866, † Id. 1 de noviembre de 1950), primera mujer estudiante de medicina de la Universidad de Chile y primera médica de Chile y América del Sur. ír a Bio...

Guacolda: La existencia de Guacolda, mujer de Lautaro, así como la de Fresia, mujer de Caupolicán, es materia de discusión puesto que mientras para unos es sólo una leyenda, para otros se trata de una persona real. ir a Bio...

Fresia: La existencia de Fresia, mujer de Caupolicán, así como la de Guacolda, mujer de Lautaro, es materia de discusión, puesto que sólo aparece en el poema épico "La Araucana", escrito por Alonso de Ercilla y Zúñiga (1533-1594) durante su estadía en Chile y publicado en Madrid en tres partes (1569, 1578 y 1589). ir a Bio...

Inés de Suárez o Inés Suárez: (Plasencia, Extremadura, España, 1507 - Chile, 1580) fue una mujer española reconocida en el período de la conquista de Chile y compañera del conquistador Pedro de Valdivia. ir a Bio...

Lucila de María del Perpetuo Socorro Godoy Alcayaga: Conocida por su seudónimo Gabriela Mistral (Vicuña, 7 de abril de 1889 – Nueva York, 10 de enero de 1957), fue una destacada poetisa, diplomática y pedagoga chilena. ir a Bio...

HITOS:

1865 Mujeres de Clases alta y católicas se expresan en el Periódico “El Eco de las Señoras de Santiago”

1875 Clotilde Garretón se inscribe en los registros electorales, porque cumple con las exigencias de la ley.

1877 Promulgación del Decreto Amunategui, da derecho a las mujeres para que ingresan a la Universidad.

1884 Martina Barros intelectual que comienza a dar discursos sobre el voto femenino.

armón de un cañon de 1810

armón de un cañon de 1810










Eric Hobsbawm: "El SigloXX"

El Choque de las Civilizaciones. Samuel Huntington

El Fin de la Historia. Francis Fukuyama