viernes, 10 de julio de 2015

LA GUERRA DEL CHACO (PARAGUAY - BOLIVIA) AÑOS 1932 - 1935


Datos Generales 
RESUMEN CRONOLÓGICO - ANTECEDENTES
DE LA GUERRA DEL CHACO (PARAGUAY - BOLIVIA)


CHACORE - GUERRA DEL CHACO (Fuente: Internet)



1524 / 1526 - Alejo García descubre el Chaco.
1526 - Sebastián Gaboto.
1536 - División de las tierras americanas entre Pizarro, Almagro y Mendoza.
1536 - Ayolas remonta el río Paraguay y llega al Perú.
1537 - Salazar funda Asunción.
1540 - Irala explora el Chaco.
1543 - Irala explora el Chaco. Alvar Núñez íd. desde los 18°,
1545 - Ñuflo de Chávez explora el Chaco.
1546 - Ñuflo de Chávez explora el Pilcomayo.
1547 - Irala cruza el Chaco y llega al río Guapay.
1553 - Irala vuelve a cruzar el Chaco.
1558 - Ñuflo de Chávez funda Nueva Asunción. Apresa a Manso.
1561 - Ñuflo de Chávez funda Santa Cruz (18"y 62°).
1586 - Juan Baños "descubre" el Chaco.
1609 - Fundación de cuatro reducciones en el Chaco.
1792 - Fundación de Fuerte Olimpo.
1803 - Traslado a Fuerte Olimpo una estancia Real.
1855 - Se lotea Villa Hayes.
1524 / 1865 - 128 expediciones; 69 al Chaco (340 años).
1622 / 1865 - (243 años) construcción 18 fuertes en el Chaco. 7 emigraciones guaraníes al Oeste.
VII - 1852 - Tratado Nav. Comisión Límites entre Argentina y Paraguay. Protesta Bolivia.
12 - II- 1858 - Protocolo entre Brasil y Paraguay.
3 - II - 1876 - Tratado límites entre Argentina y Paraguay.
12 - XI - 1878 - Presidente Hayes produce su fallo arbitral.
15 - X - 1879 - Tratado Decoud-Quijarro. No aprobó Bolivia.
16 - II - 1887 - Tratado Aceval-Tamayo. No aprobó Bolivia.
IX - 1888 - Incidente Suárez Arana en Bahía Negra.
23 - IX - 1894 - Tratado Benítez-Ichazo. No aprobó Bolivia.
1905 - Bolivia funda Guachalla y Ballivián.
12 - I - 1907 - Ajuste Soler-Pinilla (statu quo).
5 - IV - 1913 - Protocolo Ayala-Mujía.
19 - VII - 1915 - Protocolo Moreno-Mujía.
17 - VI - 1918 - Protocolo Moreno-Mujía; prórroga indefinida del statu-quo.
16 - IV - 1921 - Protesta Bolivia por patrulla paraguaya.
25 - II - 1927 - Muere Rojas Silva en Sorpresa.
12 - IV - 1927 - Protocolo Díaz León-Gutiérrez.
12 - VII - 1928 - Suspensión de negociaciones.
IX-1928 - Caen prisioneros Cnel. Gutiérrez y otros, cerca Fortín Galpón.
5 - XII - 1928 - Desalojo de Vanguardia.
15 - XII - 1928 - Bolivia toma Boquerón.
20 - XII - 1928 - Declaración de Ríos Gallardo.
3 - I - 1929 - Creación Comisión Investigación y Arbitraje.
12 - IX - 1929 - "Bolivia agredida, Paraguay agresor".
31 - VIII - 1929 - Proyecto Convención de Arbitraje.
11 - XI - 1931 - Conferencia sobre Pacto No Agresión.
9 - XII - 1931 - Proyecto boliviano pacto no agresión.
18 - I - 1932 - Contraproyecto paraguayo pacto no agresión.
6 - V - 1932 - Proyecto Francis White sobre pacto no agresión.
15 - VI - 1932 - Bolivia toma Pitiantuta. Iniciación guerra.
15 - VII - 1932 - Paraguay reconquista Pitiantuta.
31 - VII - 1932 - Bolivia toma Boquerón por segunda vez.
3 - VIII - 1932 - Paraguay moviliza. Neutrales: "No reconocer conquistas por las armas".
29 - VIII - 1932 - Nuetr.: 60 días suspensión hostilidades.
6 - IX - 1932 - Paraguay ataca Samackay.
9 - IX - 1932 - Paraguay ataca Boquerón.
10 - IX - 1932 - Neutrales proponen retiro tropas 10 kms. atrás.
23 - IX - 1932 - Neutrales: cesación hostilidades, arbitraje, sin reservas.
XII-1932 - Neutrales: ejército paraguayo al Río Paraguay; boliviano línea Vitriones-Ballivián. Retiro Paraguay-Comisión Neutrales.
10-V-1933 - PARAGUAY DECLARA LA GUERRA
Fuente: ANTECEDENTES DE LA GUERRA CON BOLIVIA.  Por CORONEL D.E.M. RAMÓN CÉSAR BEJARANO. Serie Guerra del Chaco Nº 1. Auspiciada y supervisada por la Dirección de Publicaciones de las FF.AA. Casa Editorial Toledo, Asunción-Paraguay, 1959.


CHACORE - GUERRA DEL CHACO (Fuente: Internet)


LA CUESTIÓN DE LÍMITES CON BOLIVIA - LA GUERRA DEL CHACO y EL TRATADO DE PAZ
Por EFRAÍM CARDOZO

PRIMER TRATADO DE LÍMITES CON BOLIVIA
Bolivia acababa de perder su litoral sobre el Pacífico después de una corta guerra con Chile, y para suplir esa pérdida y asegurarse una nueva comunicación libre con el exterior sus gobiernos pusieron sus esperanzas en la obtención de un puerto en el río Paraguay; pero esto no era posible sin la cesión del Chaco, o de parte de él, por el Paraguay, al cual un fallo arbitral acababa de reconocer “justo y legal título” a ese territorio. Bolivia alegó derechos sobre el Chaco, como heredera de la Audiencia de Charcas, y aunque nunca había formulado reclamación directa al Paraguay, intentó intervenir en las negociaciones entabladas después de la guerra, siendo desahuciada tanto por los aliados como por el árbitro Mr. Hayes. Después del fallo y puesto el Paraguay en posesión del territorio que había recuperado mediante él, creyó Bolivia llegado el caso de exponer directamente sus aspiraciones. Fue comisionado en Asunción el doctor Antonio Quijarro, quien, sin hacer ninguna exposición de los títulos que Bolivia pretendía aducir, señaló las conveniencias económicas que reportaría al Paraguay la cesión de una parte del litoral y el consiguiente encauzamiento del comercio boliviano hacia el río de la Plata por territorio paraguayo. Poco antes el empresario Francisco Javier Bravo había obtenido del Congreso paraguayo concesiones para establecer en el Chaco colonias y ferrocarriles en conexión con Bolivia, de modo que las proposiciones de Quijarro, amistosamente planteadas, encontraron atmósfera favorable en las esferas oficiales, donde se creyó que ellas aportarían la solución de los angustiosos problemas económicos y fiscales en que se debatía el Paraguay.
El 25 de octubre de 1879 Quijarro firmó con el ministro de Relaciones Exteriores, Doctor José Segundo Decoud, varios tratados, entre ellos uno de límites, por el cual el Paraguay cedió a Bolivia el territorio chaqueño situado al norte del paralelo del río Apa. Más de la mitad del Chaco era transferida a Bolivia en aras de una conveniencia económica problemática. El Congreso se negó a presentar su sanción al tratado Decoud-Quijarro, y aunque la convención boliviana lo hizo, fueron vanos los esfuerzos realizados para hacerle desistir de su actitud.

UN NUEVO TRATADO CON BOLIVIA
El 25 de noviembre de 1886 insumió el poder el general Patricio Escobar, otro de los héroes de la guerra que intervenía en la vida pública. Bajo su gobierno Bolivia reanudó sus gestiones. El plenipotenciario Isaac Tamayo obtuvo del canciller Benjamín Aceval la firma de un nuevo tratado el 16 de febrero de 1887. El Chaco quedaba dividido en tres zonas; entre el Pilcomayo y la línea Decoud-Quijarro, limitada en el fondo por el meridiano 63°. Entre dicha línea y el paralelo que pasa una legua al norte del fuerte Olimpo; y entre ese paralelo y la Bahía Negra. La primera se reconocía al Paraguay, la tercera a Bolivia y la intermedia se sometía a arbitraje. El Congreso dejó transcurrir los plazos para la ratificación del Tratado y éste caducó.

EVACUACIÓN BOLIVIANA DE BAHÍA NEGRA
Con reconocimiento de la soberanía paraguaya se había instalado en Bahía Negra un puerto, cuya finalidad era buscar comunicación con Bolivia. Enterado el Gobierno de que la nueva población, bautizada Presidente Pacheco, reconocía la jurisdicción boliviana, envió la cañonera Pirapó, que arrió la bandera boliviana y apresó a las autoridades el 13 de septiembre de 1888. Bolivia protestó por el hecho, alegando que el puerto estaba en la porción territorial que le fue reconocida y sosteniendo, por primera vez, “su indiscutible derecho de propiedad a todo el territorio del Chaco”. El canciller Juan Crisóstomo Centurión repuso la caducidad de los tratados y se negó a reconocer la pretensión de Bolivia. Centurión defendió la tesis que el Paraguay iba a sostener invariablemente en el curso de su controversia con Bolivia. “Todo litigio o diferendo – decía – presupone necesariamente una demanda o una reivindicación. Bolivia no ha presentado ni podía presentar una reivindicación sobre el río Paraguay, de suerte que lo que llama cuestión territorial no puede referirse sino a la parte extrema y a los confines del Chaco, donde la frontera de los Estados se confunde”. Para el Paraguay, su litigio con Bolivia era de simple cuestión de límites en el Chaco, que consideraba como unidad geográfica enteramente nacional. Para Bolivia, la cuestión era de discusión sobre el mejor derecho a todo ese territorio.

CHACORE - GUERRA DEL CHACO (Fuente: Internet)

SE FIRMA OTRO TRATADO CON BOLIVIA
El 25 de noviembre de 1890 reemplazó a Escobar el presidente Juan C. González, bajo cuyo gobierno se aguzó el problema político por las demasías de los agentes gubernamentales en los actos electorales. El Partido Liberal creyó llegado el momento de apelar a la revolución, y el 18 de octubre de 1891, dirigido por el mayor Eduardo Vera, que cayó en la acción, asaltó los cuarteles de Asunción. El movimiento fue sofocado por el general Juan B. Eguzquiza, quien se convirtió en árbitro de la situación a expensas del prestigio del general Caballero. Pese al apoyo que le prestaba éste, el presidente González fue depuesto el 9 de junio de 1892 por un movimiento encabezado por el general Eguzquiza. Se hizo cargo del poder el vicepresidente Marcos Morínigo, quien completó elperiodo. Durante su administración prosiguieron las negociaciones con Bolivia, que envió primer al estadista Mariano Baptista y llegó a Telmo Ichazo. No insistiendo con las reclamaciones sobre Puerto Pacheco, Bolivia procuró, una vez más, obtener amigablemente el puerto que anhelaba en el río Paraguay. El 23 de noviembre de 1894 se firmó un nuevo tratado de límites, el Beítez-Ichazo. El Chaco quedó dividida por una diagonal que, saliendo a tres leguas al norte de fuerte Olimpo, en el río Paraguay, encontraba el Pilcomayo a los 61° 28´ al oeste de Greenwich. La conciencia púbica seguía adversa a toda concesión. Después de las enormes pérdidas territoriales sufridas en la reciente guerra, no se quería retacear aún más lo que restaba del patriotismo nacional. El tratado ni siquiera fue sometido al Parlamento.

“STATU QUO” CON BOLIVIA
Desengañada de sus tentativas diplomática para obtener una salida sobre el río Paraguay, Bolivia inició una nueva política consistente en la paulatina ocupación de los territorios que pretendía. La fundación de los fuertes Guachalla y Ballivián motivó la protesta que el 20 de febrero de 1906 formuló el ministro paraguayo en la Paz, doctor Pedro Peña. Paraguay, por su parte, intensificó la ocupación civil, a que se prestó el nacimiento de la industria quebrachera. La situación que se estaba creando preocupó al Gobierno argentino, con cuya mediación se firmó en Buenos Aires, el 12 de enero de 1907, un protocolo entre el ministro de Hacienda Adolfo R. Soler y el plenipotenciario boliviano doctor Claudio Pinilla. Ambos países se comprometieron a negociar un tratado por el cual se sometería al arbitraje de la Argentina la zona comprendida entre el paralelo 20° 30´ y las líneas que alegara el Paraguay hacia el Norte, y entre los meridianos 61° 30´ y 62° al oeste de Greenwich.
Mientras se reglamentara el acuerdo, los dos países no debían innovar ni avanzar las posesiones existentes, quedando la observación del statu quo bajo la garantía del Gobierno argentino. Las negociaciones que se entablaron en Asunción entre los plenipotenciarios Manuel Domínguez y Emeterio Cano no llevaron a ningún resultado. La opinión pública reaccionó contra el protocolo Soler-Pinilla, a influjo de la prédica de los radicales, que sostenían la intangibilidad del litoral. Finalmente el presidente de la Argentina, Figueroa Alcorta, después de un incidente argentinoboliviano, desistió de ser el árbitro, con lo que el protocolo Soler-Pinilla quedó prácticamente sin efecto.

SE PRORROGA EL “STATU QUO” CON BOLIVIA
El 15 de agosto de 1912 iniciaba un nuevo periodo presidencial Eduardo Schaerer, uno de los jefes civile de la revolución liberal triunfante. El país pudo salir de la postración económica gracias al auge de la industria ganadera ocasionado por la Guerra Europea. El ferrocarril llegó a Encarnación y se inauguró la comunicación directa terrestre con Buenos Aires. Se fundó el Departamento de Fomento; se firmó entre el canciller Eusebio Ayala y el plenipotenciario Ricardo Mujían un protocolo por el cual se declaró caducada en de 1907, con el mantenimiento del statu quo pactado ese año, declarando ambas partes no haber modificado sus respectivas posiciones desde aquella fecha, y se estableció un plazo de dos años para el arreglo definitivo de la cuestión.
El protocolo Ayala-Mujía fue prorrogado sucesivamente el 19 de julio de 1915, el 21 de noviembre de 1916 y el 15 de junio de 1917. Prosiguieron con las negociaciones en La Paz, a cargo del plenipotenciario Fulgencio R. Moreno, hasta que el 17 de junio de 1918 el protocolo fue prorrogado sine die. Mientras tanto proseguía vigorosamente la industrialización de las riquezas forestales del Chaco. Numerosas líneas férreas se adentraron hacia el interior desde el litoral, y en todas las grandes fábricas de tanino se formaron florecientes ciudades.

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BOLIVIA FUNDA FORTINES EN EL CHACO
Durante la guerra civil en Paraguay abandonó por completo la vigilancia militar del Chaco, confiado en que el status quo de 1907 bastaría para reguardar su posesiones. Bolivia eligió ese momento para reanudar la política de ocupación de los territorios desiertos, mediante fortines a lo largo del Pilcomayo. El primer aviso que tuvo el Gobierno paraguayo fue la publicación de un mapa boliviano en que estaban señalados los fortines. Las explicaciones pedidas al Gobierno boliviano no obtuvieron respuesta. La penetración boliviana colocaba a una controversia en un nuevo terreno lleno de riesgos.
Ambos países, que apenas conocían, se encontraban al bode de un conflicto de proyecciones. Lo paradójico de la situación fue señalado por Eligio Ayala en su mensaje al Parlamento. El Paraguay, que apenas estaba restañado de las anchas heridas de la gran guerra, y que bajo el gobierno austero y capaz de Eligio Ayala parecía entrar en una nueva era de paz y de progreso, se veía de repente ante un problema de insospechada magnitud que le sorprendía inerme y casi indefenso.

EL PRIMER INCIDENTE EN EL CHACO
Comprobado el avance boliviano, el Paraguay, a su vez, completó la ocupación militar en el Chaco. Comenzó en la selva una carrera de fortines, de la cual, tarde o temprano, debía resultar un choque. El primer incidente sangriento ocurrió en el fortín sorpresa, sobre el río Confuso. En febrero de 1927 fueron hechos prisioneros el teniente paraguayo Adolfo Rojas y varios soldados, y poco después el Gobierno boliviano anunciaba que aquél, al intentar evadirse, había sido muerto. Hubo un cambio de nota entre ambas Cancillerías. Grandes manifestaciones en La Paz y en Asunción pidieron la guerra. Paraguay intensificó sus preparativos y adquirió dos cañones para su defensa del río. Menudearon las interpelaciones en el Parlamento.
El Gobierno fue acusado de lenidad en el terreno diplomático y de descuidar la defensa nacional frente a los propósitos agresivos de Bolivia. Se fundó la Liga Nacional Independiente, que enarboló la cuestión del Chaco como bandera política de oposición. La unidad del coloradismo comenzó, pues un sector importante proclamó la abstención. También en el Partido Liberal aparecían signos de descomposición. El 21 de mayo de 1927 se firmó con el Brasil el convenio Ibarra-Mangabeira, complementario de límites; con tal motivo el sector liberal encabezado por Modesto Guggiari inició la oposicióna la política internacional del Gobierno. La cuestión del Chaco pasó a ocupar el primer plano de las preocupaciones públicas. La oposición, condensando el estado de la opinión pública contraria a toda concesión, se irguió vigilante para impedir cualquiera debilidad en el terreno diplomático. Pero el Gobierno no se proponía ceder un ápice y comenzó a aplicar los superávits del presupuesto a la adquisición de armamento al propio tiempo que contrataba una misión militar en Francia.

PROTOCOLO DÍAZ LEÓN-GUTIÉRREZ
Desde 1924 estaba pendiente una oferta de buenos oficios del Gobierno argentino, que fue reiterada al reagravarse la situación en el Chaco, y en su virtud, el 22 de abril de 1927 se firmaba en Buenos Aries el protocolo Díaz León-Gutiérrez, por el cual los dos países convenían en designar sus diferencia en cuanto al Chaco. Decía el artículo 3° que las alegaciones para la determinación de la línea fronteriza, además de los títulos o antecedentes del respectivo derecho podría incluir “términos de transacción o de equivalencias territoriales”. Antes de ratificarlo, el Gobierno paraguayo solicitó de Bolivia la aclaración de que él no afectaba los acuerdos anteriores, aludiendo al status quo en el Chaco. Bolivia dio satisfactoriamente las aclaraciones solicitadas y el protocolo quedó ratificado.

LA CONFERENCIA DE BUENOS AIRES
De acuerdo con el protocolo Díaz León-Gutiérrez, el día 27 de septiembre del año 1927 fueron inauguradas las conferencias de Buenos Aires. El Gobierno argentino designó observador al doctor Isidro Ruiz Moreno. La Delegación paraguaya estaba presidida por Eusebio Ayala y la boliviana por José María Escalier. En el primer periodo de las deliberaciones versaron sobre la interpretación del status quo pactado en el año 1907. El Paraguay sostuvo que el compromiso de uno innovación se refería a la zona de arbitraje trazada en el protocolo Soler-Pinilla. Bolivia, en cambio, alegó que el status quo era simplemente de posesiones sin relación alguna con las líneas fijadas para el arbitraje.
La divergencia era insalvable y para salir de aquel callejón el Gobierno argentino propuso: 1°., que el Paraguay “acepte ir derechamente al arbitraje en la cuestión fundamental”; 2°, que ambos países procedan a la desmilitarización de sus fortines; 3°, que se declare que los avances habían creado una situación de hecho que no daban ningún derecho a alegar ante el árbitro. Aceptada en principio la propuesta, la Conferencia pasó el 27 de diciembre en un cuarto intermedio, reanudando sus tareas el 7 de mayo de 1928. Discutidas las proposiciones argentinas, tampoco hubo acuerdo ni sobre las modalidades del arbitraje ni sobre las condiciones en que habrían de efectuarse la desmilitarización.
Bolivia aceptó la reducción de efectivos, pero no el abandono de los fortines que por uno y otro país hubieran sido fundados después de 1907, como propuso la delegación paraguaya, que en ese último periodo estuvo presidida por Jerónimo Zubizarreta. El 12 de julio se aceleró la sesión final, en el que se descubrió un acto en que se hicieron costar los motivos del disentimiento para llegar a un acuerdo; ambas Delegaciones declararon “que el litigio en que se hallan comprometidos sus respectivos países no será resuelto sino por medios pacíficos, salvo el caso de legítima defensa”.

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EL INCIDENTE DEL FORTÍN VANGUARDIA
En medio de la tensa atmósfera producida por el fracaso de la Conferencia de Buenos Aires, el 15 de agosto de 1928 se hizo cargo de la presidencia el doctor José P. Guggiari. A los pocos días de asumir el mando, cerca del fortín Galpón fueron apresadas por fuerzas paraguayas varios militares bolivianos de alta graduación. El hecho motivó un cambio de notas y fue preludio de un incidente mucho más grave ocurrido en la misma zona. El 5 de diciembre, fuerzas paraguayas al mando del mayor Rafael Franco atacaron el fortín boliviano Vanguardia, el cual incendiaron, llevándose prisionero a los sobrevivientes.
El 8 de diciembre el hecho fue comunicado por el ministro de Relaciones Exteriores Jerónimo Zubizarreta al ministro boliviano, cargando la responsabilidad del mismo a quienes lo provocando penetrando sistemáticamente en fuerzas armadas en territorio poseído por el Paraguay. Al mismo tiempo se le comunicó que el Paraguay solicitaba la convocatoria de la Comisión investigadora prevista por la Convención Gondra subscrita el 30 de enero de 1923 en Santiago de Chile.

RUPTURA DE RELACIONES
El mismo día en que el Gobierno paraguayo envió esta comunicación, el de Bolivia entregaba sus pasaportes al encargado de negocios del Paraguay, coronel Elías Ayala, y le daba un plazo de dos horas para abandonar el país. El Paraguay, a su vez, devolvió sus pasaportes al representante boliviano, quedando así todas las relaciones. Reunida en Montevideo la Comisión del Tratado Gondra, ante la cual fue designado representante paraguayo Eusebio Ayala, e invitado el Gobierno boliviano a hacer lo mismo, repuso que ese tratado no había sido perfeccionado y que el incidente quedaba fuera de sus previsiones. En Washington estaba por inaugurarse una Conferencia Panamericana de Conciliación y Arbitraje, ante la cual era delegado del Paraguay el ex presidente Eligio Ayala. Apenas abierta, su primera determinación fue formular votos por el arreglo pacífico del incidente.
El Gobierno de La Paz replicó que sólo después de la satisfacción que Bolivia esperaba del Paraguay “dentro de las estrictas normas del Derecho internacional” estaría dispuesto a escuchar sugestiones conciliadoras. Al día siguiente, fuerzas bolivianas ocuparon el fortín Boquerón, después de sangrienta refriega. El 15 de diciembre, el presidente Guggiari decretó la movilización general. Ese mismo día la Conferencia de Washington ofreció sus buenos oficios a las partes, que el Paraguay se apresuró a aceptar.
Antes de dar respuesta a la oferta de buenos oficios de la Conferencia de Washington, Bolivia consultó con los países limítrofes acerca de la actitud que debía asumir. La respuesta del canciller chileno, Conrado Ríos Gallardo, del 16 de diciembre, constó de los siguientes puntos: 1°, Chile deplora profundamente que la consulta no hubiera sido formulada antes de los últimos ataques de las fuerzas bolivianas a fortines paraguayos; 2°, estima que las naciones americanas están en el deber de perturbar la paz continental, y por consiguiente Bolivia debe buscar medio pacíficos para poner término a la grave situación; 3°, mira con vivo sentimiento la actitud de Bolivia hacia la guerra, y le sugiere la suspensión de toda clase de operaciones militares; 4°, invita amistosamente a Bolivia a meditar sobre las desastrosas consecuencias de una guerra. Dos días después Bolivia aceptó los buenos oficios de la Conferencia de Washington.

LA CONFERENCIA DE WASHINGTON
Aceptados sus buenos oficios, la Conferencia de Washington logró que el 3 de enero de 1929 los representantes del Paraguay y Bolivia, Juan Vicente Ramírez y Eduardo Díez de Medina, firmaran un protocolo por el cual se creaba una Comisión de Investigación y Conciliación, integrada por delegados de las partes y de Estados Unidos, Colombia, México, Uruguay y Cuba, para determinar, dentro del plazo de seis meses, “cuál de las partes introdujo innovación en el estado de relaciones pacíficas de ambos países”. La Comisión debía forzarse por arreglar amistosamente el incidente, y sólo en caso de no lograrlo debía dar a conocer el resultado de sus investigaciones; ambos países se comprometían a suspender toda hostilidad, volviendo a reiterar su propósito de quela controversia se solucionara por medios jurídicos. Ratificado el protocolo, el Paraguay designó delegados a Enrique Bordenave y Francisco C. Chaves.
El 13 de marzo de 1929 inició sus tareas la Comisión de Investigación y Conciliación, con asiento a Washington, bajo la presidencia del general Frank Ross McCony. Después de investigar suficientemente los sucesos del Chaco, la Comisión pidió ser autorizada para proponer planes de arreglo de un Proyecto de Convención para someter a un Tribunal de arbitraje la contienda del Chaco, excluyéndose de la competencia del Tribunal del territorio laudado por el presidente Hayes a favor del Paraguay y estableciéndose que, cualquiera que fuese la decisión arbitral, sería adjudicado a Bolivia el puerto de Bahía Negra. Tanto el Paraguay como Bolivia rechazaron esta fórmula de arreglo.
La Comisión dio término a sus tareas después de firmado un protocolo en que se consiguieron los siguientes acuerdos entre el Paraguay y Bolivia: 1°, mutuo olvido de las ofensas y perjuicios causados por cada una de las partes a la otra; 2°, restablecimiento del estado de cosas en el Chaco sobre el mismo pie en que se hallaban antes del 5 de diciembre de 1928, y 3°, restablecimiento de las relaciones diplomáticas. Antes de clausurar sus deliberaciones, los Gobiernos representados en la Comisión resolvieron ofrecer sus buenos oficios para buscar una solución definitiva al pleito de fondo.

NUEVA RUPTURA DE RELACIONES CON BOLIVIA
Para el cumplimiento de las resoluciones de Washington tuvieron que salvarse algunas dificultades, y al fin se convino en fijar fecha para la reanudación de las relaciones. El 23 de julio de 1930 tuvo efecto de devolución de los fortines Vanguardia y Boquerón a Bolivia y Paraguay respectivamente, y poco después se restablecieron las relaciones. La situación política en el Paraguay tendía a empeorarse, siempre al influjo de la cuestión del Chaco. La oposición no cesaba de acusar al Gobierno de mantener indefenso al país. El mayor Rafael Franco, promotor del ataque a Vanguardia, concentraba sobre sí las esperanzas de las fuerzas adversas del Gobierno y en marzo de 1931 estuvo a punto de provocar un levantamiento militar. Evitado el movimiento, más tarde el Gobierno le separó del Ejército por sus actividades subversivas.
Mientras tanto menudeaban los incidentes en el Chaco, donde el teniente coronel José Félix Estigarribia, a quien en mayo se le confió el mando de las fuerzas, dio gran impulso a la organización defensiva, y un conflicto diplomático, aparentemente insignificante, llevó rápidamente a una nueva ruptura de relaciones entre los países. La llegada de las dos cañoneras Paraguay y Humaitá, que el Paraguay hizo construir en astilleros en Italia, provocó declaraciones de la Legislación de Bolivia en Washington, que a su vez suscitaron comentarios irónicos del encargado de negocios del Paraguay Pablo M. Insfrán. La Legación boliviana en Asunción manifestó al Gobierno que reputando el de La Paz inamistosos los términos en que se había expresado Insfrán, esperaba que el Gobierno paraguayo los desautorizase, pues de lo contrario el Gobierno boliviano se vería en la necesidad de suspender sus relaciones diplomáticas. El 23 el canciller Zubizarreta se negó a dar semejante paso. “El Gobierno paraguayo – contestó – admite de buen grado ser influido por la razón, pero no cederá ante la amenaza”. El 2 de julio de 1931 se hizo efectiva la nueva ruptura de relaciones.

BOLIVIA PROPUGNA UN PACTO DE NO AGRESIÓN
La nueva ruptura condicionó un peligroso recrudecimiento de fricciones en el Chaco. Argentina procuró, aunque sin éxito, el restablecimiento de las relaciones. Mientras tanto reanudaba sus actividades la Comisión de Neutrales creada para solucionar los incidentes de 1928. El 20 de abril el Paraguay había recordado a los cinco países presentados en esa Comisión que estaba pendiente el ofrecimiento de sus buenos oficios para la solución de la controversia de límites, y que el Paraguay los había aceptado. A consecuencia de esta nota los cinco países neutrales de la Comisión de Washington ratificaron la oferta de sus buenos oficios. Casi simultáneamente, la Argentina propuso el mantenimiento del statu quo de las posicione en el Chaco con intervención de una policía internacional, pero esta sugestión no encontró acogida en las dos partes. Bolivia, a la reiteración de los buenos oficios por la Comisión de Washington, contestó que estaba dispuesta a estudiar inmediatamente un pacto de “no agresión” es el Chaco. Paraguay aceptó la propuesta y se convino en inaugurar en noviembre, en Washington, las negociaciones respectivas.

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CRECE EL MALESTAR POLÍTICO
Al compás de las diligencias diplomáticas aumentaba la inquietud política en el Paraguay. La oposición seguía acusando incansablemente al Gobierno de no percatarse de la gravedad de la situación, manteniendo al país prácticamente en el mismo estado de indefensión que antes que agravarse las relaciones con Bolivia. En la imposibilidad de recurrir al crédito externo, el Gobierno debía limitar las adquisiciones a lo que permitía el presupuesto ordinario, y ellas, con todo, bastaron para poner al Ejército en condiciones de hacer frente a cualquier emergencia. La oposición no lo admitía y además culpaba al Gobierno de confiar excesivamente en las gestiones diplomáticas, objetado la acepción de las nuevas negociaciones para un pacto de no agresión propugnado por el Gobierno de Bolivia, cuyo presidente, Daniel Salamanca, que recientemente se había hecho cargo del poder, era conocido por sus ideas extremistas respecto a la cuestión del Chaco: en la oposición, Salamanca había sido el caudillo de la guerra, que consideraba indispensable para la salud mental de Bolivia.
Nuevos incidentes en el Chaco acrecentaron la efervescencia popular. El 6 de septiembre de 1931 se comprobó que los bolivianos se habían apoderado de Samaklay, cerca de Nanawa, instalando allí un fortín. El 24 de ese mes, contingentes paraguayos enviados para rescatar la posición chocaron con las fuerzas bolivianas y tuvieron ocho bajas. El fortín quedó en poder de los bolivianos. Conocido el hecho en Asunción, a los oponentes políticos se agregaron los estudiantes, que recorrieron tumultuosamente las calles de Asunción pidiendo la recuperación de Samaklay. La agitación fue creciendo día a día. El 23 de octubre se produjo un sangriento incidente frente al Palacio Nacional, quedado en los jardines varios muertos y heridos. El trágico suceso conmovió profundamente a la ciudad. En la Universidad Nacional se constituyó un Comité, integrado por estudiantes y políticos de la oposición, que proclamó la Revolución. El Ejército decidió apoyar al Gobierno y sofocar la subversión, después de saber que el presidente Guggiari delegaba el mando en el vicepresidente Emilio González Navero y se dirigía al Congreso solicitando su propio juicio político. El mayor Rafael Franco intentó provocar un levantamiento de las guarniciones del Norte, pero no tuvo éxito. El orden quedó restablecido, y el Congreso absolvió de toda responsabilidad del presidente Guggiari, quien acto seguido reasumió el mando.

ESTUDIO DEL PACTO DE NO AGRESIÓN
El 11 de noviembre de 1931 se inauguró en Washington la Conferencia convocada para negociar un pacto de no agresión, bajo la presidencia del Subsecretario de Estado míster Francis White. La Delegación boliviana presentó un proyecto por el cual ambos países se comprometían a no llevar ataque alguno sobre las posiciones de la otra parte, salvo legítima defensa, por el término de un año. El plan fue rechazado por la Delegación paraguaya, que presentó un contraproyecto que hacía basar la seguridad en el Chaco en el abandono, por una y otra parte, de las fundaciones hechas en contravención del statu quo de 1907. Mientras tanto, los más graves rumores cubrían los cielos de América. El embajador argentino en Londres comunicó el 8 de febrero a su Gobierno que era inminente un ataque boliviano al Paraguay, lo cual fue corroborado por el embajador de Washington que, casi en la misma fecha, anunciaba confidencialmente a la Cancillería de Buenos Aires que le Gobierno de Bolivia completaba sus preparativos militares, “pareciendo inclinado a tomar la ofensiva en el Chaco una vez terminada la estación de las lluvias”. El Gobierno de La Paz desmintió los rumores explicando que las noticias sobre concentración de tropas en el Chaco eran motivados por el relevo anual de tropas, sin aumento de efectivos. El 13 de abril de 1932 la Comisión de Neutrales, en una severa exhortación a ambos países, manifestó la gran preocupación que tenía por los preparativos que observaban en el Chaco. A esta exhortación se unieron los cuatro países limítrofes del Paraguay y Bolivia: Argentina, Brasil, Chile y Perú. El l de mayo, el presidente de la Comisión de Washington, míster White, sometió un proyecto de pacto por el cual las partes se comprometerían a no agredirse y no avanzar sus posiciones extremas, y a este efecto se haría una enumeración específica de esas posiciones, sin que el compromiso afectase los derechos de las partes.

EL 15 DE JUNIO DE 1932 EMPIEZA LA GUERRA
Aun cuando funcionara en Washington una Conferencia con el propósito de concertar un pacto de no agresión entre el Paraguay y Bolivia, la situación existente en el Chaco en junio de 1932 hacía cada día más problemática la conservación de la paz. Las tropas bolivianas tenían órdenes de ocupar los lugares provistos de agua, cualquiera fuera su situación, y el Paraguay se apercibió para contener el paulatino avance boliviano. El general Osorio, jefe del Estado Mayor boliviano, advirtió al presidente Salamanca que “el primer encuentro de patrulla sería la guerra”, sin que por la falta de elementos adecuados y aun de efectivos estuviera Bolivia en condiciones de emprenderla. Salamanca hizo caso omiso a esta advertencia, y así, cuando se le informó que a orillas de la laguna Pitiantuta había un fortín paraguayo, ordenó la ocupación de esa importante y estratégica posición. El mayor Oscar Moscoso cumplió la orden el 15 de junio de 1932, apoderándose del fortín Carlos Antonio López. La escasa guarnición paraguaya fue pasada a cuchillo, no logrando escapar sino dos soldados.
La guerra se había iniciado. El teniente coronel José Félix Estigarribia, jefe de las fuerzas paraguayas en el Chaco, envió una misión de reconocimiento que el 29 de junio comprobó que los bolivianos estaban fuertemente atrincherado en el fortín ocupado. Verificada la agresión boliviana, el Gobierno ordenó el retiro de la Delegación nacional de la Conferencia de Washington, al mismo tiempo que Estigarribia se disponía a recuperar por la fuerza el fortín Carlos Antonio López. El 15 de julio las fuerzas expedicionarias, mandadas por el capitán Abdón Palacios, reconquistaron esa posición después de sangrienta batalla. Obtenida esta reparación, que suscitó enorme entusiasmo en el Paraguay, pues destruyó de golpe la arraigada creencia de la invencibilidad de la maquinaria bélica boliviana, el Gobierno dispuso el retorno a Washington de los delegados ante la Comisión de Neutrales.

ACTUACIÓN DE LA COMISIÓN DE NEUTRALES
Bolivia, en represalia por la recuperación de Pitiantuta, ordenó a su vez que sus delegados en Washington se retiraran y se apoderó de los fortines Corrales, Toledo y Boquerón. La Comisión de Neutrales, alarmado por el sesgo que tomaban los acontecimientos, pidió a Bolivia y Paraguay la suspensión de la hostilidades y el envío de informes sobre los incidentes ocurridos. Bolivia se negó arrogantemente a lo uno y a lo otro, alegando que “está cansada de estas agresiones paraguayas, tan repetidas, y no quiere prestar a nuevas simulaciones”. Paraguay, en cambio, aceptó que se investigaran los sucesos del Chaco. La Comisión insistió ante el Gobierno boliviano, pero el canciller Julio A. Gutiérrez respondió. “No nos interesan las investigaciones que no definan la cuestión fundamental. Bolivia desea la solución final del pleito. No quiere estar perennemente de guardia en el Chaco conteniendo los avances del Paraguay. Es por eso que el país ha reaccionado con todas sus fuerzas, resuelto a liquidar por armas el pleito en que defendemos un territorio que consideramos nuestro históricamente”.

LA DOCTRINA AMERICANA DE 3 DE AGOSTO
La iniciación de las hostilidades en el Chaco conmovió profundamente a los demás países de América, en los que cundió la impresión de que Bolivia, prevalida de su superioridad numérica, buscaba imponer por las armas al Paraguay el arreglo de la cuestión de Chaco. A iniciativa del ministro de Relaciones Exteriores de la Argentina, Carlos Saavedra Lamas, el 3 de agosto de 1932, las naciones americanas, representado por el Secretario de Estado de los Estados Unidos y los respectivos diplomáticos de Washington, formularon una declaración en el sentido de que la disputa del Chaco era susceptible de una solución pacífica, para lo cual pedían a Bolivia y Paraguay que sometieran inmediatamente la solución de la controversia a un arreglo por arbitraje u otro Gobiernos de Bolivia y Paraguay a paralizar los movimientos de tropas en el ambiente y haría fácil el camino a la solución de concordia que América esperaba en nombre de los intereses permanentes de todos los países de este hemisferio. “Las Naciones de América declaran también – terminada el documento – que no reconocerán arreglo territorial alguno de esta controversia que no sea obtenido por medios pacíficos, ni la validez de adquisiciones territoriales que sean obtenidas por ocupación o conquista por la fuerza de las armas”.
El 5 de agosto contestó el Paraguay a la declaración americana manifestando su disposición de someter todas las cuestiones controvertidas a arbitraje, a aceptar la investigación y a abstenerse de toda hostilidad, agregando que consideraba “un acto transcendental la histórica declaración conjunta de no reconocimiento de la ocupación o conquista por la fuerza y se honra en expresar su adhesión absoluta a esa declaración”. La respuesta boliviana de esa misma fecha decía que la nueva doctrina no alcanzaba a Bolivia, porque no perseguí en el Chaco la reivindicación de lo que le pertenece. Y agravaba: “Deseamos terminar la cuestión del Chaco, estando el país resuelto aún a los sacrificios cruentos en defensa de su territorio. La nación necesita romper la barrera que le impide el acceso a su litoral sobre el río Paraguay, para comunicarse con el mundo”. Al día siguiente el presidente Salamanca comentaba en su mensaje de apertura del Parlamento: “La nueva doctrina pacifista de las naciones americana hace su entrada en el mundo, con paso de violencia, a expensas de un país débil. Los neutrales, por consentimiento nuestro, no ejercían más que buenos oficios, admitidos por el derecho internacional. Ahora se alza con el papel de tutores y de jueces, pretendiendo tomar conocimiento de nuestros asuntos, ejerciendo jurisdicción que no le hemos conferido”. Y agregaba: “Posiblemente algunas de las naciones que concurren a consumar esta injusticia tengan en el futuro motivo de arrepentirse de haber sentado este injusto antecedente”.

LOS NEUTRALES DISCUTEN CON BOLIVIA
La Comisión de Neutrales propuso un armisticio sobre las bases de las posiciones ocupadas el 1° de junio, lo cual equivalía al abandono de los fortines que se había apoderado Bolivia, y el sometimiento inmediato de la controversia a un arbitraje. El Paraguay aceptó el 5 de agosto estas proposiciones, pero Bolivia se negó a considerar todo armisticio que no fuera sobre la base del mantenimiento de las posiciones. La Comisión de Neutrales no dio curso a esta sugestión boliviana, “porque ello importaría el reconocimiento de los actos de fuerza”, lo que pugnaba “con la declaración de principios que diecinueve de América acababan de formalizar el 3 de agosto”, al mismo tiempo que insistió en que Bolivia aceptara las investigaciones y el sometimiento del litigio a medios jurídicos. Se entabló con este motivo una larga y nerviosa polémica entre la Comisión y la Cancillería boliviana, la cual versó sobre el carácter y alcance de la declaración del 3 de agosto, que el canciller Gutiérrez sostuvo “se presenta como una doctrina ad hoc para el caso de Bolivia”. Bolivia se negó a aceptar el armisticio, aun después que la Comisión de Neutrales propuso que el abandono de los puntos ocupados después del primero de junio se cumpliera el 15 de junio de 1933. “Bolivia – declaró el canciller Gutiérrez – no admite el abandono de los fortines tomados al Paraguay mientras una solución final de litigio no modifique la soberanía de esta ocupación”. Entre tanto el Paraguay vivía horas de fervorosa agitación patriótica. La movilización de sus efectivos es realizaba con rapidez y pronto se concentraron dos divisiones en Isla Paí, frete a Boquerón, donde se atrincheraron dispuestas a esperar la reanudación de la ofensiva BOLIVIANA.


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ASUME EL PODER EUSEBIO AYALA
En un ambiente preñado de angustiosas inquietudes, el 15 de agosto de 1932 se hizo cargo de la Presidencia Eusebio Ayala. Desde hacía mucho tiempo se le sabía inclinado a los árbitros jurídicos para la solución del conflicto con Bolivia. Ayala estaba lejos de representar las tendencias intransigentes, y la opinión le señalaba como partidario de arreglos transaccionales, aun en el asunto portuario que tanto apasionaba al país. La proclamación de su candidatura presidencial por el Partido Liberal causó el disentimiento y la retirada del Gabinete de quienes, como Jerónimo Zubizarreta y Luis R. Riart, sostenían que frente a la actitud de Bolivia la hora no era la diplomacia, sino de las armas. Ayala mostró pronto que sus opiniones de otrora, no siempre bien interpretadas, habían sufrido la fuerte influencia de los acontecimientos y que no sería él quien se enfrentaría al espíritu público y sí su enérgico conductor en el único sentido admitido por la nación.
En su campaña electoral, al referirse a la cuestión internacional, sus palabras estuvieron lejos de denotar vacilación en su espíritu y, finalmente, las que pronunció en el Parlamento, al hacerse cargo de la Presidencia, dieron la pauta de su pensamiento y de su futura acción, y le concitaron, desde el primer momento, la confianza entera de la Nación. Dijo: “Lo que perdió Bolivia en el Pacífico no puede recuperarlo en el Atlántico. Es más difícil cambiar la obra de la Naturaleza que enmendar la Historia. La invocación de derechos históricos y necesidades vitales cubre mal los designios conquistadores de Bolivia. La presencia de Bolivia sobre nuestro litoral, dada su actitud presente y ambiciones confesadas, equivaldría al espectro de la guerra erguido por siempre sobre nosotros. Por lo demás, no podemos ceder a la amenaza, no podemos renunciar en otras de conveniencias inexistentes a la parte más indiscutible de nuestra ininterrumpida y secular posición y soberanía”. Quedaba, de tal suerte, desahuciada la pretensión boliviana, cuya satisfacción por el Paraguay en aquel momento podría evitarle la guerra. “Sabemos – seguía diciendo – que la guerra nos traerá males terribles, pero estamos serenos y firmemente resueltos a todos los sacrificios para defender nuestro patrimonio moral y material”. Los recelos se disiparon, desaparecieron las disidencias. El Partido Liberal recuperó su unidad: Schaerer y Modesto Guggiari arriaron su bandera de oposición; Zubizarreta y Riart se convirtieron a poco en los más firmes colaboradores de Ayala: el primero en la diplomacia, el segundo en la organización económica. Sin pactos previos, los partidos políticos olvidaron sus disidencias y en apretado haz se unieron en torno del presidente Ayala para defender la Nación.

LOS NEUTRALES PROPONEN UN ARMISTICIO
Pese a su decisión de afrontar la guerra, Ayala, que había reanimado su fe en el derecho con la declaración del 3 de agosto, aun esperaba una resuelta intervención de las naciones americanas para evitarla, como la de Chile en 1928. Era de creer, desde luego, que a la declaración americana se la quisiera respaldar con los hechos, si es que con ella se buscaba evitar la guerra y no meramente agregar una doctrina más al Derecho internacional. Las cuatro naciones limítrofes, por su situación geográfica, estaban en condiciones para imponer la paz en nombre del nuevo Derecho. Desde el 6 de agosto estaban unidas por una declaración de solidaridad, y a iniciativa de la Cancillería argentina, el 20 de agosto resolvieron emprender una acción conjunta. El 25. Chile, formuló un proyecto de armisticio sobre la base de las posiciones actuales, que poco después era abandonado, sin ser presentado a las partes, por la imposibilidad de obtener el acuerdo de las demás Cancillerías. Pero la Conferencia de Washington, poniendo súbitamente término a su polémica con Bolivia, propuso un armisticio de sesenta días sin insistir en el abandono de las posiciones conquistadas después del 1° de junio.
El canciller paraguayo, Justo Pastor Benítez, respondió que cualquier arreglo provisional, a base de la retención de fortines paraguayos en poder de Bolivia, constituiría un grave peligro para el Ejército y las poblaciones civiles de la zona, lo que no era admisible. Bolivia, que tropezaba con inconvenientes en su movilización, aceptó el armisticio, pero por un mes. La Comisión de Neutrales se dirigió entonces al Paraguay haciéndole notar la “inmensa responsabilidad que correspondería ante la conciencia americana al país que iniciara la hostilidades”. El canciller Benítez rechazó el anticipado cargo, pues la conducta paraguaya consistía precisamente en permanecer fiel a las proposiciones de la Comisión de Neutrales a la doctrina americana. La verdadera intención boliviana al aceptar el armisticio por treinta días se puso de relieve cuando los neutrales pidieron la suspensión de la movilización. La respuesta boliviana decía que esa proposición era inadmisible “porque nos dejaría librados a la discreción paraguaya”.

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PARAGUAY RECUPERA BOQUERÓN
A fines de agosto el Paraguay había completado su movilización. Unos 3.500 hombres esperaban detrás de las trincheras de Isla Poí, y alrededor de 10.000 se estaban adiestrando. En cambio Bolivia, que tenía armamento para 150.000 soldados, no contaba en el campo de operaciones sino 4.000 hombres que era lo que Salamanca, contra la oposición de su Estado Mayor, creía suficiente para imponer en Asunción la paz al Paraguay, y cuyo refuerzo se hacía con inmensas dificultades por la falta de elementos apropiados de transporte. Después de la proposición de la Comisión de Neutrales del 29 de agosto y de la dislocación de los esfuerzos de los limítrofes. Ayala perdió hasta la más remota de las esperanza de una acción americana para ahogar la guerra en sus comienzos y vio que no restaba otro camino que el de las armas. De hecho existía una tregua en el Chaco desde el 15 de julio. Mediante ella el Paraguay pudo completar su movilización y había ya llegado al máximo de su potencialidad. Hombres le sobran, pero no contaba con más armas. En cambio, el tiempo favorecía Bolivia. El traslado de sus efectivos al frente, aunque lento y azaroso, era continuo. Con sólo el transcurso del tiempo Bolivia podía igualar y sobrepasar holgadamente los efectivos paraguayos. Ayala, después de escuchar el consejo de Estigarribia, decidió tomar la iniciativa.
El 1° de septiembre, el mayor Juan Manuel Garay se trasladó a Isla Poí llevando la orden de atacar Boquerón; el 9, las tropas paraguayas comenzaron el asalto. Los bolivianos, aunque en menor número, tenían mejor y más numeroso armamento y resistieron detrás de poderosas fortificaciones. Rechazados los intentos paraguayos de tomar la posición por ataques frontales, Estigarribia dispuso el asedio de la plaza, que quedó completado el 11. Cercados los bolivianos, una parte del Ejército paraguayo se dedicó a la tarea de esperar emboscado y destruir a cuantos refuerzos eran enviados en socorro de Boquerón. El 26 se reanudaron los ataques frontales y el 29 de septiembre, agotados sus víveres, la guarnición boliviana decidió poner fin a la heroica resistencia. El teniente coronel Marzana y 2.000 soldados se rindieron. Inmediatamente Estigarribia, que fue ascendido a coronel sobre el campo de batalla, prosiguió la ofensiva. Fueron recuperados Toledo y Corrales, y sucesivamente cayeron los fortines Ramírez, Lara, Castillo, Yujra, Arce, Aliguatá, Fernández, Platanillos, Bolívar, Loa y Yasyucubas. El 8 de noviembre las vanguardias paraguayas chocaron con los bolivianos que, con nuevos efectivos, se habían atrincherado en Saavedra, y el 10 sufrieron un recio contraataque que fue sangrientamente rechazado. El avance paraguayo quedó detenido. Estigarribia ordenó el atrincheramiento y comenzó la guerra de posiciones. Si todo un ejército boliviano había sido destruido en esta primera etapa, las pérdidas paraguayas no fueron menos cuantiosas, pero la moral había sido recuperada: el Paraguay ya no tenía por qué temer el poderío militar de su contendiente y su indefensión no era tanta como había propalado los opositores al Gobierno.

PARAGUAY PROPONE LA DESMILITARIZACIÓN
Al mismo tiempo continuaban las gestiones de la Comisión de Neutrales, que habían abandonado definitivamente su propósito de hacer cumplir sobre el terreno de la doctrina del 3 de agosto. Después de iniciada la batalla de Boquerón, propuso la suspensión de las hostilidades “siempre que se otorguen seguridades de hecho para alegar peligros de nuevos choques”. La Comisión de Washington insistió en el cese de la lucha y propuso el retroceso de las tropas 10 kilómetros a todo lo largo del frente de operaciones. El Paraguay propuso que el retroceso fuera mayor: que las tropas paraguayas se replegaran sobre el río Paraguay y las bolivianas al oeste del meridiano 62° 30’ O. de Greenwich. Bolivia, cuya situación en Boquerón era apremiante, aceptó la suspensión de las hostilidades, pero ni así el retroceso. Los neutrales, abandonando su anterior propuesta, sugirieron un armisticio simple regido por una Comisión militar neutral. El Paraguay contestó que esa seguridad no era suficiente, y que no quería “la simple suspensión, sino la terminación de las hostilidades”.
La Comisión de Washington insistió en la suspensión incondicional de las hostilidades bajo su garantía, y el Paraguay, a su vez, ratificó sus condiciones de seguridad. Bolivia, por su parte, declaró que lo que el Paraguay perseguía “con el retiro de nuestros fortines y tropas hasta ese límite es quedarse prácticamente dueño del Chaco”. Cuando la caída de Boquerón era inminente, Bolivia manifestó claramente que estaba dispuesta a hacer cesar el fuego en ese sector; los neutrales replicaron que el armisticio aplicado se extendía a todo el territorio del Chaco. Al mismo tiempo Bolivia apelaba a la Argentina para obtener el armisticio en Boquerón, en donde la situación de sus tropas era ya del todo punto insostenible.

ARGENTINA SE MUESTRA CONTRARIA A TODA INTERVENCIÓN
Al insistir la Comisión de Neutrales en su propuesta de suspensión incondicional de las hostilidades anunció que, si ésta era aceptada, enviraría una Delegación al Chaco para comprobar la efectiva terminación de la lucha; si una de las partes violara el compromiso, sería declarado agresor y se propondría que todos los países de América retiraran de él sus representantes diplomáticos y consulares. La cancillería no encontró aceptable el procedimiento, y por intermedio de su embajador en Washington manifestó que no acompañaría a la Comisión de Neutrales en ningún acto que pasando los límites de los buenos oficios pudiera aproximarse a una intervención, aunque ésta fuera meramente diplomática. Al mismo tiempo el ministro argentino en La Paz averiguó si el Gobierno boliviano se hallaba dispuesto a considerar las garantías exigidas por el Paraguay para llegar a un armisticio y también cuál sería la zona litigiosa que estaría conforme en someter a arbitraje. El presidente Salamanca se negó a considerar la propuesta, alegado que las nuevas circunstancias originadas por las acciones militares en el Chaco hacían poco propicio el trato diplomático. Entre tanto la presencia boliviana realizaba una intensa campaña contra la Argentina, acusándola de ayudar al Paraguay, queriendo justificar de este modo, ante la opinión pública deprimida y desorientada, los repetidos reveses de sus armas en el Chaco.



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PARAGUAY SE RETIRA DE WASHINGTON
Terminada la batalla de Boquerón, la Comisión de Neutrales se formuló nuevas proposiciones durante algún tiempo. El 12 de octubre de 1932 propuso que los delegados de Paraguay y Bolivia conviniesen la retirada de las tropas en el Chaco, la desmovilización, la reducción de efectivos y la solución arbitral de la disputa. Las conversaciones no llevaron a ningún resultado. Finalmente, considerando que sus sondeos no habían agotado, el 15 de diciembre de 1932 presentó una proposición definitiva que abarcaba la suspensión inmediata de las hostilidades, la retirada de las fuerzas paraguayas hasta el río Paraguay y de las bolivianas detrás de la línea Ballivián-Vitriones, la policía por ambos países de la zona ocupada y la iniciación de negociaciones para terminar por arbitraje los límites en el Chaco.
La respuesta del Paraguay fue una concluyente negativa y la orden a su delegado ante la Comisión, Juan José Soler, de emprender el viaje de regreso. El disentimiento paraguayo no equivalía rechazar el arbitraje, entendido que éste no podía ser de zona, sino de línea. La Comisión de Neutrales procuró que el delegado Soler continuara en Washington para discutir las objeciones a su plan, pero el Gobierno paraguayo insistió en su actitud, y su retirada definitiva de la Conferencia se hizo efectiva el 31 de diciembre. Bolivia hacía tiempo que se había eliminado de su seno. Con esto quedó de hecho disuelta la Comisión de Neutrales.

LOS BOLIVIANOS EMPRENDEN LA OFENSIVA
Salamanca, que culpaba a la “semiciencia” de los militares bolivianos los reveses sufridos en el Chaco, encargó el mando del ejército al general alemán Hans Kundt, héroe de la Guerra Europea, a quien Bolivia debía la organización moderna de sus fuerzas armadas. Estigarribia había dado orden, el 23 de diciembre, de pasar momentáneamente a la defensiva. Al día siguiente se desencadenó la ofensiva boliviana en todos los sectores. El 28 cayó en poder de los atacantes General Duarte, en el sector de Nanawa, y el 1° de enero de 1933 se apoderaban de Corrales, después de heroica resistencia de sus defensores, que tuvieron que abrir paso a bayonetazos hasta sus bases, pues habían sido completamente rodeados por fuerzas superiores.
El 8 de enero continuó la progresión boliviana con la toma de Mariscal López. Obtenidos estos éxitos parciales, Kundt concentró su esfuerzo principal sobre Nanawa, donde, el 9 de enero, 20.000 bolivianos se lanzaron en furioso asalto contra las posiciones paraguayas defendidas por 2.500 hombres al mando del coronel Luis Irrazabal. Los bolivianos llevaron su ímpetu hasta los parapetos, pero finalmente fueron rechazados. Al día siguiente se reanudaron los ataques, y se tornó grave la situación de los defensores cuando el mando se percató de que no había municiones sino para un día de combate. Se salvó la peligrosa crisis proveyendo a la plaza de municiones por el aire. Cuando se distribuyó la primera partida, los combatientes ya no tenían más de cinco cartuchos por cabeza. El 24, cuando aun los paraguayos estaban escasos de municiones, utilizaron sus afilados machetes en un furiosos contraataque en que fue exterminado un regimiento boliviano. El 25 cesaron los ataques bolivianos, salvo en Herrera, donde atacaron sin éxito.

LA CONFERENCIA DE MENDOZA
Ante el inminente fracaso de la Conferencia de Washington, el Gobierno argentino creyó llegado el momento de iniciar una nueva gestión pacificadora. Fue enviado a Asunción, en misión confidencial, el doctor Isidro Ruiz Moreno, quien presentó el 28 de diciembre de 1932 un plan de arreglo elaborado por el canciller Saavedra Lamas y obtuvo el asentamiento de Ayala para un armisticio de treinta días, a fin de estipular en Buenos Aires las bases del arreglo definitivo, que quedaría a cargo de la Corte Permanente de Justicia Internacional de La Haya, y de la retirada de ambos ejércitos, con la siguiente desmovilización. Saavedra Lamas informó a los demás países de sus gestiones en el Paraguay. A su vez, el canciller de Chile, Cruchaga, Tocornal, le comunicó que se proponía someter a Bolivia y Paraguay unas bases de arreglo. Posteriormente, enterado Cruchaga de las gestiones argentinas, manifestó sus deseos de armonizar ambas negociaciones, quedando concertada una entrevista de los cancilleres, en la ciudad de Mendoza, para el 1° de febrero de 1933.
Reunidos en Mendoza los cancilleres de Argentina y Chile, las conversaciones se prolongaron hasta el 2 de febrero y dieron como resultado una fórmula que, después de consultados el Brasil y el Perú, debía presentarse oficialmente a los Gobiernos en su lucha. El plan comprendía los siguientes puntos: someter a arbitraje toda y cada una de las cuestiones que suscitaren para la solución de la diputa del Chaco; el Tribunal arbitral se constituiría un mes después de la fecha de la proposición formal; las pates declararían en este acto terminadas las hostilidades; ambas partes convendrían en reiterar sus tropas y reducir sus efectivos militares. Al mismo tiempo, los dos cancilleres acordaron promover la reunión de una Conferencia económica para considerar, en relación a Bolivia y Paraguay, el establecimiento de un régimen de tránsito favorable al intercambio.

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LA BATALLA DE TOLEDO
Mientras se tramitaba la fórmula de Mendoza continuó la ofensiva boliviana en todo el frente. Infructuosos sus esfuerzos en Nanawa, el general Kundt, desde el 26 de febrero, desencadenó fuertes ataques sobre Toledo, que se prolongaron hasta el 1° de marzo. Las fuerzas paraguayas, mandadas por el coronel Juan B. Ayala, iniciaron el 10 de marzo un movimiento estratégico, con el objetivo de envolver a las unidades bolivianas situadas en ese sector. El 11 se consiguió la intercepción del camino de la retaguardia, y el 12 los bolivianos se replegaron, librándose de ser copados íntegramente. Paralelamente a este repliegue los bolivianos se retiraron del frente de Herrera, pero al mismo tiempo obtenían un éxito apreciable en el sector Zenteno-Saavedra, apoderándose del fortín Aliguaté Viejo (Charata) e interceptando el camino de Francia-Zenteno. Las tropas paraguayas, atrincheradas en kilómetros 7 y en Zenteno, quedaron cotadoas de su base en su camino principal.
Estigarribia quiso explotar la situación en que se encontraban las fuerzas incursoras y trazó un plan para rodearlas y aniquilarlas, valiéndose de las unidades que estaban en los flancos de aquéllas, pero el 14 de marzo división atrincherada en kilómetro 7 dio parte de hallarse totalmente rodeada por fuerzas enemigas superiores. Estigarribia dio órdenes de resistir hasta el 19. Despejada parcialmente la situación de esa unidad, antes de que ella volviese a empeorar Estigarribia ordenó su repliegue, que se efectuó en la noche del 17 en dirección de Gondra, sin que el enemigo se diera cuenta de la maniobra. Los bolivianos continuaron atacando en dirección de Herrera y Falcón, e interceptaron el camino que unía este último fortín con Nanawa, cuya situación volvió a ser crítica. Desalojados los bolivianos del camino de Falcón, fueron perseguidos hasta Campo Aceval, donde se constituyó un nuevo frente.

PARAGUAY ACEPTA EL ACTA DE MENDOZA
Después de obtener el apoyo de Brasil y Perú, el Acta de Mendoza fue sometida a los beligerantes el 25 de febrero de 1933. El 25, el Paraguay, aceptó las bases propuestas con algunas modificaciones en la redacción y sugiriendo que el retroceso de las fuerzas bolivianas fueran hasta Villa Montes y Roboré y que se procediera a una investigación sobre las responsabilidades de la guerra. Decía que el Paraguay estaba interesado en que se estableciese quién era el causante del conflicto. Pero a petición de los mediadores, Paraguay retiró éstas reservas y aceptó íntegramente las bases de Mendoza.
Por su parte, Bolivia contestó el 28 de febrero de 1933 con una contrapropuesta. Aceptaba el arbitraje, pero sólo sobre la zona limitada al Este por el río Paraguay, al Sur por el Pilcomayo, al Norte por el paralelo 21° y al Oeste por el meridiano 59° 55´ O. de Greenwich; sólo después de aceptada esta base entraría a considerar la suspensión de las hostilidades y demás proposiciones del Acta de Mendoza. El curso favorable que estaban tomando las operaciones militares para Bolivia pacía dictarle su respuesta. El Paraguay, sin embargo, no estaba dispuesto a ceder. El presidente Ayala, al inaugurar el Parlamento el 1° de abril de 1933 dijo: “Sólo hay una cosa la responsabilidad directa que asumiría por el eventual fracaso de esa gestión”. La respuesta boliviana fue particularmente severa. Según su juicio, el Acta de Mendoza eliminaba la posibilidad efectiva e inmediata de llegar a la paz por medio de la definición de las diferencias en sí mismas, y la actitud de Chile y la Argentina equivalía “a un acto de presión diplomática” que no admitía. Argentina y Chile, a su vez, replicaron al documento boliviano rechazando con energía los cargos que se formulaban y poniendo fin a sus buenos oficios.

SE DECLARA EL ESTADO DE GUERRA CON BOLIVIA
La ofensiva boliviana, que proseguía vigorosamente, se veía facilitada por la utilización del territorio argentino para los aprovisionamientos del Ejército, dirigidos desde Formosa. La falta de una declaración oficial del estado de guerra impedía al Gobierno paraguayo reclamar de la Argentina la adopción de las medidas necesarias para que su territorio no fuera utilizado con fines militares por uno de los beligerantes. A la misma situación anómala se atribuía que Chile no pudiera evitar el paso por territorio de Arica de los armamentos adquiridos por Bolivia en Europa y que llegaban en gran cantidad. El Gobierno paraguayo resolvió corregir estas anomalías, y a tal efecto, el presidente Ayala convocó el 21 de febrero de 1933 el Parlamento.
El 24 se reunió el Congreso, al cual pidió el Poder Ejecutivo autorización para declarar la guerra formalizando una situación ya existente. El 6 de marzo fue otorgada la autorización solicitada; pero de ella no hizo uso el presidente Ayala, cediendo a instancias de los Gobiernos mediadores, sino que después que los buenos oficios quedaron sin efecto. El 10 de mayo de 1933 se firmó el decreto por el cual se declaró la República en estado de guerra con Bolivia. El 13 de mayo el Gobierno argentino decretó su neutralidad y poco después quedó interceptado el abastecimiento que se venía realizando por el Pilcomayo. Pero Bolivia, de acuerdo con sus pactos contractuales, continuó recibiendo armamentos por el litoral chileno sin dificultad.

INTERVENCIÓN DE LA SOCIEDAD DE LA NACIONES
Declarado el estado de guerra, Bolivia acusó al Paraguay, ante la Sociedad de las Naciones, de haber incurrido en las sanciones previstas por el artículo 16 del Pacto. Desde el comienzo de las hostilidades la Liga se había limitado de enviar exhortaciones en favor de la paz y a apoyar las diversas gestiones conciliatorias. El Comité especial de Tres había estado en constante contacto con los beligerantes, con la Comisión de Washington y con los países limítrofes. Después de examinar la denuncia boliviana declaró que incumbía al Consejo buscar solución a las diferencias, para lo cual estimó esencial enviar al terreno un Comisión. El 20 de mayo fue considerado este dictamen por el Consejo, que lo aprobó. El delegado del Paraguay se apresuró a aceptarlo, pero Bolivia recibió su contrapropuesta al Acta de Mendoza, al mismo tiempo que hizo gestiones confidenciales para la reanudación de los buenos oficios de la Comisión de Washington. El 6 de junio de 1933 el Paraguay dio a conocer sus puntos de vista, insistiendo en el cese inmediato de las hostilidades, desmilitarización, desmovilización, responsabilidad y arbitraje. Bolivia alegó que no le era posible abandonar las actuales posiciones militares antes de que se fijaran las condiciones del arbitraje. El 8 de junio el Comité de los Tres ratificó sus proposiciones para el envío de una Comisión al Chaco. Mientras tanto la de Washington, para facilitar la tarea de la Liga, decretó su disolución oficial. El 3 de julio el Consejo resolvió organizar una Comisión especial encargada de buscar una solución rápida de las diferencias, que el 24 de julio se constituyó con el general A. B. Roberston (británico), Julio Alvarez del Vayo (español), el general Freydenverg (francés), el Conde Aldovrandi (italiano) y el comandante Rivera Flandes (mejicano).

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LA SEGUNDA BATALLA DE NANAWA
En seis meses de ofensiva los resultados obtenidos por kundt habían sido muy escasos. Empeñado en alzar una gran victoria, concentró sus esfuerzos en el sector de Nanawa, donde 20.000 hombres provistos de tanques, lanzallamas, artillería pesada y abundante aviación, emprendieron el 4 de julio de 1933 un poderoso ataque. En la primera embestida lograron romper las líneas avanzadas paraguayas y apoderarse de dos reductos, uno de los cuales fue recuperado antes de terminar el día con un furioso asalto a la bayoneta. Los bolivianos siguieron atacando violentamente los días siguientes. El combate se extendió a Gondra, donde el 11 contraatacaron los paraguayos, y al día siguiente interceptaron el camino de retaguardia, tomando los hostiles y la intendencia. El 12 los bolivianos llevaron el último ataque contra Nanawa, que fue rechazado como los anteriores, con enormes pérdidas para los atacantes. Tras eso advino una calma que duró todo el resto del mes de julio.

COMBATES DE GONDRA, RANCHO OCHO y PIRIZAL
El 1° de agosto de 1933, el Ejército boliviano reanudó su ofensiva en Gondra, abandonando el ataque de Nanawa. El 4 lograron aislar Gondra, que fue aislado del asedio mediante fuertes contraataques, pero la ofensiva se extendió a Toledo, Herrera, Pirizal y Falcón. Gondra resistió victoriosamente todos los asaltos, y desde el 24, los bolivianos atacaron con poderosas fuerzas Rancho Ocho, hasta quedar inmovilizados el 27. Al finalizar el mes la lucha se extendió a Herrera, donde los bolivianos fueron rechazados y se vieron obligados a reflejarse el 31, continuando los combates en Rancho Ocho, Pirizal y Gondra; los bolivianos sufrieron enorme desgaste humano y pérdida de material difícilmente reponibles en el Chaco. El empuje boliviano había disminuido, a la par que aumentaba la eficiencia paraguaya. Estigarribia pensó que había llegado el momento de reanudar la ofensiva.

NUEVA GESTIÓN MEDIADORA DEL BRASIL
Antes de partir la Comisión investigadora de la Liga, el canciller brasileño, Afranio de Mello Franco, sugirió que la Sociedad de las Naciones confiriera un mandato amplio al Brasil, Argentina, Chile y Perú para actuar en su nombre como mediadores en el conflicto del Chaco. Paraguay y Bolivia aceptaron la insinuación y formaron la petición en Ginebra. El Consejo preguntó a los cuatro países si aceptarían ese mandato. Postergando la respuesta, el 25 de agosto, desde Río de Janeiro, los límites propusieron a los beligerantes la firma de un instrumento en que debían expresar su voluntad de someter a un arbitraje de derecho la cuestión integral del Chaco y comprometerse a terminar las operaciones militares con la garantía de los países mediadores; inmediatamente debían reunirse una Conferencia.
Paraguay aceptó sin reservas las proposiciones de Río de Janeiro. Bolivia pidió aclaraciones sobre lo que significaba “cuestión integral del Chaco”. El canciller Mello Franco explicó que, en su concepto, el arbitraje debía circunscribirse a un área limitada al Norte por el paralelo 20 y al Oeste por el meridiano 62. Informado de esta definición del área litigiosa, el Paraguay la rechazó categóricamente. Con todo, Bolivia no se satisfizo con la proposición de Mello Franco, pues deseaba una zona más limitada. Los limítrofes insistieron ante Bolivia, cuyo canciller Canelas contestó que Bolivia aceptaba la fórmula del 25 de agosto, complementada con la propuesta Mello Franco y las observaciones suyas del 5. Argentina, Chile y Perú manifestaron a Mello Franco que la propuesta del 25 de agosto no admitía las modificaciones invocadas por Bolivia. Al no haberse llegado a un acuerdo, los Gobiernos del ABCP declinaron la invitación de la Sociedad de las Naciones para mediar en su nombre.

ESTIGARRIBIA PASA A LA OFENSIVA
La ofensiva de Kundt iniciada en diciembre de 1932 y prolongada hasta fines de agosto de 19833, debilitó considerablemente al Ejército boliviano. Este tiempo fue verdaderamente el de la organización del Paraguay, cuyo espíritu se templó con las primeras alternativas de la guerra. Los arsenales de Asunción, dirigidos por el capitán José A. Bozzano, comenzaron a fabricar municiones y repusieron eficazmente el material desgastado. Aumentó el armamento con las adquisiciones en el exterior y con lo que se había capturado a los bolivianos. Se creó el Ministerio de Economía, a cuyo frente se puso a Luis A. Riart, que organizó la agricultura y ganadería. Las finanzas sufrieron el esfuerzo de la guerra sin desarticularse. Las circunstancias eran propicias para pasar a la ofensiva. Estigarribia elaboró un amplio plan, cuya primera etapa comprendía la desaparición de las cañas enemigas de Pampa Grande y Pozo Favorito, y la segunda el envolvimiento del grueso Ejército boliviano.

PAMPA GRANDE y POZO FAVORITO
Para dirigir personalmente las maniobras, Estigarribia tomó el mando del frente Pampa Grande-Falcón. El 11 de septiembre de 1933 comenzaron las operaciones con la intercepción del camino de retaguardia en Pampa Grande. El 14 fueron encerrados los bolivianos en Pozo Favorito, cuya resistencia no se prolongó mucho tiempo. El 15 comenzaron a rendirse fuerzas aisladas y poco después lo hacía el grueso de las que se hallaban atrincheradas tanto en Pampa Grande como en Pozo Favorito. Estigarribia fue ascendido a general de brigada. Quedaba suprimida la cuña de Campo Aceval (Rancho Ocho) y las fuerzas paraguayas se coloraron en condiciones inmejorables para reanudar la ofensiva. El 27 de septiembre se llevó un golpe local contra las tropas bolivianas de Pririzal, que se malogró por indecisión del mando paraguayo. El grueso de las fuerzas bolivianas quedó en situación muy comprometida.

NUEVA FÓRMULA DE ARGENTINA y BRASIL
Mientras que la Comisión de la Liga navegaba, el Presidente de la Argentina, general Justo, acompañado del canciller Saavedra Lamas, hizo una visita oficial al presidente del Brasil, Vargas. Ambos presidentes acordaron realizar un nuevo esfuerzo para restablecer la paz en el Chaco. De las entrevistas de Saavedra Lamas con Mello Franco surgió una nueva proposición de arreglo, por medio del arbitraje y un armisticio general bajo la garantía moral de los presidentes de Argentina y Brasil. Bolivia gestionó que se dejara a salvo “una lonja en el Norte” que compensara la zona Hayes excluida del arbitraje. El Paraguay manifestó su total disentimiento con la fórmula, según la cual parte del Chaco quedaba ya en poder de Bolivia previa a todo arbitraje. La fórmula de Río de Janeiro fue abandonada.

COMIENZA LA GRAN BATALLA DE ZENTENO
Estigarribia decidió empeñar todos sus recursos en la gran batalla que venía preparando. Se buscaron contingentes en Bahía Negra y en Pilcomayo, con los cuales se completó una importante masa de operaciones. Con ella Estigarribia se propuso envolver el ala derecha boliviana en el sector de Zenteno, marchar sobre Muñoz y cortar igualmente a las tropas enemigas de Nanawa, con lo que la destrucción del Ejército boliviano sería completa. El 23 de octubre de 1933 comenzó la gran batalla, en un frente de cerca de 70 kilómetros; el ataque se extendía poco después al Norte, alcanzando violencia y extensión extraordinarias. Los bolivianos cedieron terreno a todos los sectores.
La ofensiva paraguaya prosiguió hasta el 17 de noviembre, dejando a las fuerzas bolivianas fuertemente aferradas a su última línea de defensa y en situación sumamente comprometida en lo que respecta al grueso situado en el sector Zenteno, cuya destrucción era el objetivo de Estigarribia. El presidente Salamanca aconsejó desde La Paz a Kundt el abandono de Zenteno (Aliguatá), pero Kundt no atendió la indicación.

CHACORE - GUERRA DEL CHACO (Fuente: Internet)

COMIENZA A ACTUAR LA COMISIÓN DE LA LIGA
El 3 de noviembre de 1933, en pleno desarrollo de la gran batalla de Zenteno, llegó a Montevideo la Comisión de la Liga. El ministro boliviano en esa ciudad declaró ante la Comisión que sólo a condición de que las funciones de ésta se ejercieran en los límites defendidos por Bolivia aceptaría ésta su participación en ella. Por su parte el canciller Canelas emitió públicamente conceptos adversos a la Sociedad de las Naciones, pero el Senado boliviano los desautorizó y pidió al presidente Salamanca la designación de un nuevo canciller, como se hizo. Carlos Calvo reemplazó a Canelas y la Comisión quedó reconocida por Bolivia.
Trasladada la Comisión al Paraguay, allí escuchó la reiteración de los puntos de vista sobre la prioridad del cese de las hostilidades. Luego de visitar el general Estigarribia y los establecimientos industriales del Paraguay radicados en el Chaco, la Comisión se trasladó a La Paz, donde pudo comprobar que Bolivia continuaba conceptuando esencial el acuerdo previo sobre las bases del arreglo territorial.
En tanto que la Comisión procedía a sus investigaciones, se produjeron en el Chaco acontecimientos militares que variaron fundamentalmente la situación de los ejércitos beligerantes, en equilibrio desde un año atrás.

LA RENDICIÓN BOLIVIANA DE CAMPO VÍA
El 1° de diciembre del año 1933 ya estaban completados los preparativos para la última fase de la gran batalla de Zenteno. El 3 Estigarribia tomó a su cargo el mando directo del sector Francia, y el 4 se inició la masiobra envolvente, interceptando el camino de Zenteno a Pabón. El 6 era igualmente cortado el camino de Zenteno a Saavedra y a otro secundario del mismo punto al Pozo Negro, quedando desde ese momento un solo camino para el escurrimiento de las tropas bolivianas de Zenteno. Ese mismo día se replegaron los bolivianos del frente de Pozo Favorito y Campo Aceval y el 7, a primera hora, las tropas paraguayas entraron en Charata, rompiendo las líneas bolivianas en Gondra. El coronel Banzer, comandante de una de las divisiones bolivianas en repliegue, dio cuenta a Kundt de su apurada situación. Kundt, que estaba desconcertado por la rapidez de los movimientos paraguayos, sólo atinó decirle: “proceda según su situación”, lo cual significaba el abandono del mando por el general en jefe en el momento más crítico. El 8 los paraguayos se apoderaron de Zenteno. El 9 los bolivianos se replegaron en todo el frente de Nanawa en dirección de de Samakleay. El coronel Enrique Peñaranda marchó con refuerzos por el camino Saavedra-Zenteno, pero los paraguayos aparecieron a su retaguardia. Peñaranda escapó con su estado mayor abriendo senderos por el bosque. El 10 Estigarribia intimó rendición a los mandos bolivianos y ese mismo día lanzó al espacio, por radio, un parte sin cifrar, en que afirmaba tener encerradas a dos divisiones bolivianas en un “triple cerco”. En realidad no se había establecido aún ningún enlace entre las tropas de envolvimiento, pero el efecto psicológico buscado por Estigarribia se produjo ampliamente. El desconcierto cundió entre las tropas semisitadas. El 11, Kundt ordenó que, después de destruir el material, las tropas bolivianas rompieran el cerco, pero el coronel Irrazábal, desde Nanawa, transmitió a Banzer las condiciones de la rendición: no debía destruirse un solo camión, sin pena de dejar sin agua a los sitiados. A las doce del 11 de diciembre de 1933 se rindieron las dos divisiones, entregando todo su material. Doscientos cincuenta jefes y oficiales, 8.000 soldados prisioneros, 24 piezas de artillería, 60 morteros, 1.000 ametralladoras, 11.000 fusiles, 80 camiones y millones de cartuchos fueron el botín recogido en la casi incruenta jornada con que se puso término a la gran batalla de Zenteno iniciada el 23 de diciembre.
La victoria de Campo Vía, fruto de una concepción estratégica perfecta, produjo inmenso júbilo en el Paraguay. Significaba la destrucción de la mitad del Ejército boliviano, la captura de importante material, de que tan necesitado estaba el país, el desprestigio definitivo del mando enemigo y la radical desaparición del peligro de un avance boliviano sobre el litoral. Estigarribia fue ascendido a general de división sobre el campo de batalla, y el presidente Ayala, que llegó al puesto de mando el día de la rendición, dirigió a una proclama al Ejército. “Tengo – dijo – la dicha singular de estar entre los combatientes en este día que marca una etapa decisiva en la campaña contra el invasor de territorio nacional… El éxito alcanzado no es fruto del azar, sino el resultado lógico de un plan concebido con inteligencia y ejecutando con alto espíritu de abnegación y firme voluntad de vencer”. Y terminaba diciendo: “El nombre del Paraguay se dibuja de nuevo en la Historia con fulgores de heroísmo. En nuestros corazones de ciudadanos late con fuerza la fe en la patria inmortal”.

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PARAGUAY CONDUCE UN ARMISTICIO
En ejemplar demostración de su humanitarismo, el Paraguay, en vez de sacar el mayor provecho posible de la gran victoria de Campo Vía, persiguiendo hasta aniquilarlos a los restos del Ejército boliviano, que huían abandonando material y heridos en dirección del Pilcomayo, propuso el 18 de diciembre de 1933 un armisticio general que se haría efectivo desde el 19 hasta el 30. La razón alegada por el presidente Ayala fue que los 14.000 prisioneros bolivianos no podían ser atendidos debidamente mientras prosiguiera la guerra, por dificultades materiales insalvables.
La proposición paraguaya fue aceptada por Bolivia y el día indicado cesó el fuego pocos instantes después de que los paraguayos hubieran tomado Muñoz, hasta entonces cede del mando boliviano. La Comisión de la Liga se trasladó de La Paz a Montevideo, donde convocó a los plenipotenciarios de ambas partes, de acuerdo con una propuesta del Paraguay. Los esfuerzos de la Comisión, así como los de la Conferencia Panamericana, que en esos días se reunía en Montevideo, se dirigieron a la prolongación de armisticio. El Paraguay sólo lo consistió hasta el 6 de enero de 1934, fecha en que se reanudaron las hostilidades. La Comisión consideró que este hecho era incompatible con la continuación de las negociaciones, pero el Comité de los Tres de Ginebra la invitó a proseguir sus actividades. Las negociaciones se reanudaron en Buenos Aires; en ella el Paraguay estuvo representado por el doctor Jerónimo Zubizarreta.

NUEVA PROPUESTA DE LA COMISIÓN DE LA LIGA
El 20 de febrero de 1934, la Comisión de la Liga propuso un proyecto de tratado por el cual, suspendidas las hostilidades, se evacuaría el Chaco y se atribuiría jurisdicción amplia al Tribunal Permanente de Justicia Internacional, para dirimir el pleito de límites excluidos la zona de Hayes y los territorios al norte de Bahía Negra cedidos en 1903 por el Brasil a Bolivia. El Paraguay rechazó esta proposición, por entender que ella significaba poner en arbitraje todo el Chaco. “Hay que reconocer – dijo el delegado Zubizarreta – que el arbitraje es un método de prevención de la guerra. El Paraguay lo ofreció ampliamente en cuantas oportunidades lo cupo hacerlo. Esta conducta justa, inspirada en anhelo de concordia, no encontró de parte de Bolivia la correspondencia debida. La guerra, vino con los sacrificios cruentos y los sufrimientos de todo orden que impone. Producida y adentrada como está, no es extraño que el Paraguay no mantenga su criterio con la amplitud de antes”. Bolivia tampoco aceptó el plan, y la Comisión dio por terminado su cometido, regresando a Europa.

REORGANIZACIÓN DEL EJÉRCITO BOLIVIANO
El desastre de Campo Vía provocó la destrucción del general Kundt. Peñaranda, ascendido a general, lo reemplazó; éste se propuso reorganizar el Ejército boliviano para contener la ofensiva paraguaya. Estigarribia planeó el avance en dos direcciones: hacia Camacho y Esteros, ocupados en 8 y el 9 de enero de 1934. El avance paraguayo se realizó lentamente, por falta de medios de transporte y la prolongación de las líneas de comunicaciones. El 18 de enero se estableció nuevamente contacto con los bolivianos en Catán, en el sector de La China, y el 23 en Magariños. El 3 de febrero, mediante una maniobra envolvente, cayó La China, quedando expedido el camino a Ballivián, donde Peñaranda estaba concentrando sus tropas, que en gran número le eran enviadas desde el altiplano. Los paraguayos que operaban sobre el Pilcomayo se apoderaron el 10 de febrero, por asalto, de Magariños, y dos días después de Cabezón. Los bolivianos continuaron su repliegue a lo largo del Pilcomayo y en el sector detrás de las tropas. Etas debieron alimentarse semanas enteras con galleta y mate, apareciendo el terrible mal de escorbuto, que pronto causó estragos y disminuyó la calidad combativa de los soldados.
Estigarribia con el designio de cortar el Ejército boliviano de Ballivián cuando dispusiera de medios de transporte, ordenó la apertura de un camino directo desde Camacho hasta Cururenda. Los bolivianos dándose cuenta del peligro de este camino, acumularon fuerzas en Guachalla, Alurralde y Garrapatal, al mismo tiempo que continuaron su repliegue en el Pilcomayo, abandonando Linares el 3 de marzo y cediendo también terreno en Cabezón. El 15 de marzo los paraguayos detuvieron su avance ante posiciones bolivianas fortificadas, que iban desde Campo Jurado hasta el río, cerca de Ballivián, donde Peñaranda preparó su principal dispositivo defensivo.

REVÉS BOLIVIANO EN CAÑADA TARIJA
La acumulación de tropas bolivianas en Cañada Tarija y Garrapatal entrañaba serios peligros para el flanco derecho paraguayo. Para despejar la situación, Estigarribia dispuso un movimiento ofensivo. El 27 de marzo de 1934, después de interceptar el camino de retaguardia, las fuerzas paraguayas se apoderaron de Cañada Tarija, tomando prisioneros a los contingentes que defendían la posición, cuyo jefe, el teniente coronel Ángel Bavia, intentó suicidarse. Llevando el grave estado al campamento paraguayo, lo visitó el general Estigarribia. Bavia murió el 5 de abril. El 28 de marzo cayó también Garrapatal. Los prisioneros declararon que no había agua desde Cañada Tarija hasta Carandayty. Estigarribia, pues, dejó confiada la defensa de este sector al desierto, y cumplido su objetivo, concentró nuevamente sus esfuerzos sobre el Pilcomayo, desde el 11 de mayo se produjo, por primera vez, el contacto de los dos cuerpos que venían operando desde distintas direcciones.

FRACASO PARAGUAYO EN CAÑADA STRONGEST
A fines de abril del año 1934 la reorganización boliviana había terminado. Cuarenta mil soldados bien armados estaban distribuidos en tres grupos: el primero de Lafaye a Carandayty, el segundo de Cañada Strongest o Esperanza a Cururenda y el tercero de Ballivián a Guachalla. La falta de oficiales fue suplida con el enganche de varios centenares de militares chilenos. A esta fuerza, Estigarribia no podía oponer sino 20.000 soldados, distribuidos también en tres cuerpos, con los cuales concibió el plan de batir sucesivamente a los distintos grupos enemigos, comenzando por el centro, que debía ser atraído por el Primer Cuerpo, para caer sobre él por detrás del Segundo Cuerpo agrupado en el Norte y que luego debía marchar hacia Cururenda para encerrar a los bolivianos de Ballivián-Guachalla, quienes, mientras se cumplía la maniobra, debían ser contenidos por el Tercer Cuerpo establecido por el Pilcomayo. Pero la vasta maniobra no tuvo feliz resultado. Una división del Primer Cuerpo, que tenía a su cargo la misión principal, se dejó rodear por fuerzas superiores en Campo Strongest. Aunque parte de sus efectivos logró romper el cerco, el resto se rindió el 24 de mayo. Este hecho, que impidió el cumplimiento del plan de Estigarribia, fue jubilosamente festejado en Bolivia, a pesar de que la batalla de Strongest terminó con un repliegue de las fuerzas bolivianas.

EL INFORME DE LA COMISIÓN DE GINEBRA
El 9 de mayo de 1934 la Comisión investigadora de la Sociedad de las Naciones presentó su informe ante el Congreso. De él se infería que el Paraguay se había opuesto a la paz por fiar demasiado la solución del pleito a la suerte de las armas. La Comisión ponía seriamente en duda el éxito militar paraguayo. El Paraguay rechazó vivamente el informe de la Comisión, a la cual acusó de no haber tenido “la seriedad de juicio y la exactitud de pensamiento que había el derecho de esperar de una tan alta Comisión”.
Reunido el Consejo de la Sociedad de las Naciones para considerar el informe, resolvió encomendar al Comité de los Tres el estudio de la posibilidad de prohibir de exportación de armas al Paraguay y a Bolivia, como un medio de evitar la prolongación de la guerra. Muchos países procedieron entonces al embargo de materiales bélicos destinados a los beligerantes. Bolivia, que objetó el embargo, pidió el 31 de mayo que la Liga aplicara el procedimiento previsto por el artículo 15 del Pacto. El Paraguay observó que el procedimiento no era aplicable para un caso de guerra ya declarada, pero el Consejo aceptó la apelación boliviana, cuyo objetivo es obtener la aplicación de sanciones unilaterales sin la previa determinación del agresor. La diplomacia de Bolivia se había infiltrado en el ambiente de Ginebra, donde contaba obtener la victoria que le resarciera de sus importantes pérdidas militares.

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DERROTA BOLIVIANA EN EL CARMEN
Para contrarrestar el avance paraguayo hacia Cururenda, las fuerzas bolivianas del Carmen, se empeñaron al fondo el 15 de junio de 1934 en una furiosa contraofensiva. Los atacantes, en número de 3.000, estuvieron a punto de envolver el ala derecha paraguaya, pero su esfuerzo terminó con su dispersión. En esta acción recibieron su bautismo de fuego los oficiales chilenos incorporados al Ejército boliviano. Como resultado, los bolivianos ejecutaron un nuevo repliegue de 40 kilómetros, pero el 21 volvieron a emprender un contraataque en El Carmen, siendo igualmente rechazados con grandes bajas.

VICTORIA DE LA AVIACIÓN PARAGUAYA
Por la escasez de aviones y su tipo anticuado, la aviación paraguaya no había tenido hasta entonces una actuación muy destacada. No por eso los aviadores nacionales dejaron de realizar heroicas proezas en acciones individuales contra fuerzas superiores. El 26 de junio de 1934 hubo el más importante combate aéreo en el sector de Ballivián. Una escuadrilla paraguaya derrotó a otra boliviana en un combate de quince minutos. Los bolivianos emplearon rapidísimos cazas “Curtis”, en tanto que los paraguayos utilizaban bombarderos “Potez”, muy lentos y pesados.

EXPOSICIÓN DE LA CAUSA PARAGUAYA EN GINEBRA
Invitado el Paraguay a hacer una exposición de su causa ante la Asamblea de la Liga, de acuerdo con el artículo 15, cuya aplicación había decretado el Consejo, lo hizo en fecha 11 de julio, en un memorial en que se historiaba el desarrollo del conflicto y se exponía las condiciones del Paraguay para su solución. Sostuvo el documento que el deber primordial de las naciones era poner fin a la guerra, acompañando el cese de las hostilidades con medidas adecuadas de seguridad que crearan la atmósfera de confianza donde, por conciliación, acuerdo directo, arbitraje o decisión judicial, se buscara la solución de las diferencias, excluyendo en todos los casos la discusión del litoral del río Paraguay, su hinterland y la zona Hayes.

FRACASA OTRA FÓRMULA PACIFICADORA
Como cada día parecía más dudoso el éxito de la Sociedad de la Naciones, el canciller argentino Saavedra Lamas obtuvo el acuerdo de los Gobiernos del Brasil y de Estados Unidos para intentar una solución americana. El 12 de julio de 1934 fue formulada en Buenos Aires una proposición de arreglo, per la que el Paraguay y Bolivia ratificaban su adhesión a la doctrina del 3 de agosto y se comprometían a poner término a la guerra en el más breve plazo posible y a nombrar plenipotenciarios que se reunirían en Buenos Aires para concertar el alto definitivo de las hostilidades y las medidas de seguridad necesarias, así como a constituir la Comisión de conciliación previsto en el Pacto antibélico Saavedra Lamas. En caso de no obtenerse la conciliación de ambos países, se comprometerían a someter la cuestión al fallo de la Corte Permanente de Justicia Internacional. El Gobierno paraguayo aceptó sin reservas el plan, pero las observaciones formuladas por Bolivia decidieron el abandono de las negociaciones, que volvieron a radicarse en Ginebra.

BATALLAS FRENTE A BALLIVIÁN
El 8 de julio de 1934 los paraguayos reanudaron la ofensiva en Ballivián, atacando en tres sectores con gran ímpetu. El Tercer Cuerpo rompió el frente boliviano, apoderándose de importantes materiales. El Primer Cuerpo también asaltó y rompió el frente enemigo a Guachalla, pero el Segundo Gripo no pudo rematar su misión de acuerdo con el plan de Estigarribia. El 10 rompió también la línea boliviana, pero a poco de avanzar se produjo una desorganización en sus líneas que volvió imposible la acción coordinada. Los bolivianos, aprovechándose de esta desorientación, enviaron refuerzos y detuvieron el avance paraguayo, al mismo tiempo que contraatacaron en Ballivián. Las pérdidas fueron inmensas en ambas partes. Al parecer Ballivián era inexpugnable por su fuerza y Estigarribia comenzó a concebir una maniobra destinada a flanquearlo por su extrema izquierda.

EL JEFE DEL ESTADO MAYOR BOLIVIANO ACONSEJA LA PAZ
A pesar del éxito de la defensa de Ballivián, en los dos años de guerra se había consolidado la superioridad militar del Paraguay y se veía muy remota la esperanza de que el Ejército boliviano pudiera imponerse a su adversario. El jefe del Estado Mayor boliviano, coronel David Toro, se dirigió al mando superior y al Parlamento exponiendo la verdadera situación militar del país y aconsejando una paz honorable “sin vencidos ni vencedores”, por estimar que la situación de equilibrio que se había formado en el Chaco ya no podía ser rota en beneficio de Bolivia. Toro consideraba que Bolivia no podía obtener una “victoria decisiva” y en la enumeración de las casusas de esa imposibilidad ponía, en lugar principal, la desigual condición del elemento combativo de uno y otro país, “ya que el soldado indígena es un elemento absolutamente extraño al medio en que actúa”. Reconocía que el Paraguay siempre podía contar con mayores reservas, con ser sus efectivos casi iguales, por la circunstancia de que necesitaba menor número de combatientes para cubrir un mismo frente.

INCIDENTE DIPLOMÁTICO CON CHILE
Desde el comienzo de las hostilidades el Paraguay formuló reclamaciones amistosas al Gobierno de Chile por las facilidades que encontraba Bolivia para usar el ferrocarril de Arica a La Paz, pero estas reclamaciones no fueron atendidas y Chile comenzó a variar su actitud frente a Bolivia, tradicionalmente hostil. Poco a poco fue desapareciendo la tirantez de sus relaciones, aguzada a raíz del fracaso de la fórmula de Mendoza, para dar lugar a una actitud de “neutralidad benévola” de Chile, como la calificó Salamanca, Chile consistió en su territorio el enganche a gran escala de oficiales chilenos retirados, que fueron a suplir las enormes pérdidas sufridas por Bolivia en el Chaco, y posteriormente admitió la contratación de centenares de obreros destinados a las minas bolivianas, a fin de que los nativos pudieran engrosar las filas del Ejército.
Las reclamaciones paraguayas ante estos hechos no fueron atendidas. La prensa asuncena criticó con viveza la posición del Gobierno chileno, cuyo ministro expresó su contrariedad por algunos de esos artículos, que estimó ofensivo para su país. El canciller Benítez le respondió que el hecho respondía a un estado de la opinión pública, alarmada por la conducta chilena en relación a la guerra del Chaco, y volvió a enumerar los motivos de queja que tenía el Gobierno paraguayo frente a la parcialidad que significaba el transporte por territorio y ferrocarriles chilenos de materiales para el ejército boliviano, el alistamiento de oficiales y la contratación de obreros chilenos por Bolivia, hechos que respondían seguramente “a una política deliberada, a estar por los documentos emanados del Comando superior”. El Gobierno de chile ordenó entonces que su representante abandonase Asunción y lo propio hizo el Paraguay en Chile. Las relaciones diplomáticas quedaron interrumpidas, aunque por poco tiempo. Por mediación de la cancillería argentina se puso término al incidente y se restablecieron las respectivas Legaciones.

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LA OFENSIVA HACIA CARANDAYTY
El pesimismo que trascendía del dictamen del coronel Toro no estaba, en cierto modo, conforme con la desigualdad de los efectivos y con la posición estratégica de ambos ejércitos. Bolivia tenía por entonces 50.000 hombres, y el Paraguay 21.000. Además, gruesos contingentes estaban concentrándose en el sector de Ingavi con manifiesta intención de salir hacia Pitiantuta o Bahía Negra, regiones casi desguarnecidas. Para neutralizar esta peligrosa situación, Estigarribia ordenó una ofensiva sobre Picuiba, que fue ocupado el 15 de agosto de 1934 por el Segundo Cuerpo. El avance prosiguió velozmente, conquistándose el 17 de agosto Irendague y 27 de Noviembre, y el 22 Algodonal, con los que las fuerzas bolivianas se encontraron aisladas de su base de Santa Fe, emprendiendo el repliegue hacia Roboré. Con ello se había cumplido el objetivo de la ofensiva y alegado el peligro de una acción boliviana sobre Pitiantuta y el río Paraguay.
El comandante del Segundo Cuerpo, coronel Franco, pidió autorización para proseguir la operación hacia Carandayty, y aunque ello no estaba previsto en ese momento en los planes de Estigarribia e implicaba muchos peligros por el excesivo alejamiento de las bases, la autorización fue concedida, prosiguiendo el avance hasta llegar el 27 de agosto a cinco kilómetros de Carandayty. Las tropas paraguayas pisaron por primera vez las estribaciones de las cordilleras de los Andes y estaban llegando a los límites del Chaco. Pero, por carencia de agua, su posición pronto se volvió insostenible. El enemigos se dió cuenta de ello y trasladó fuerzas considerables hacia Carandayty y el Parapití. Estigarribia dio órdenes de que el Segundo Cuerpo se replegara sobre Picuiba. Así comenzó a hacerlo el 8 de septiembre, pero no sin tener que romper sucesivos cercos en Algodonal, la Rosa, Villazón y Lomas Vistosas. El retroceso se llevó a cabo en un vasto desierto completamente desprovisto de agua, por tropas que venían combatiendo incesantemente desde hacía un mes, y fue muy azaroso. Pero, casi simultáneamente, las tropas del sector de Pitiantuta, haciendo una épica marcha a pie de más de 200 kilómetros y venciendo sucesivas resistencias, se apoderaron de Ingavi el 5 de octubre de 1934.

REUNIÓN DE LA ASAMBLEA DE LA LIGA
Mientras tanto se reunía en Ginebra la Asamblea de la Sociedad de las Naciones, que el 17 de septiembre de 1934 nombró un Comité especial encargado de entenderse con las partes y, de acuerdo con el artículo 15 del pacto, procurar un arreglo por conciliación, o de preparar en defecto de éste el informe pertinente. Invitado a acreditar un plenipotenciario, el Paraguay, que insistió en que el artículo 15 no era aplicable, respondió que sólo enviaría un delegado para negociar la cesación inmediata de las hostilidades y un régimen de seguridades como condición para los arreglos de la cuestión de fondo. El Comité replicó que había decidido a examinar en primer lugar el cese de las hostilidades, pero que no tenía libertad para limitar su mandato. Finalmente, el 2 de noviembre, el Gobierno paraguayo notificó la designación del doctor Ramón V. Caballero como delegado ate el Comité, y aceptó su jurisdicción.

LOS PARAGUAYOS TOMAN BALLIVIÁN
El debilitamiento del sector del Pilcomayo, que fue la consecuencia de la contraofensiva boliviana en Carandayty, permitió a Estigarribia a asestar un fuerte golpe en Cañada del Carmen, sector donde los bolivianos tenían acantonadas dos divisiones. El 14 de noviembre de 1934 los paraguayos se apoderaron por sorpresa del fortín El Carmen, a retaguardia de las líneas bolivianas. El 15 cayó el fortín Independencia. El 16, una de las fracciones enemigas encerradas atacó furiosamente para romper el cerco, pero los paraguayos no cedieron. El pánico se generalizó pronto, y ese mismo día, antes de anochecer, se rendían 7.000 hombres con todos sus armamentos. Libre de enemigos en ese sector, Estigarribia esperó en dirección del Pilcomayo para encerrar a las fuerzas que tan tenazmente venían defendiendo a Ballivián; pero los bolivianos, dándose cuenta de la maniobra, iniciaron un repliegue en condiciones desastrosas.
El 17 de noviembre las tropas paraguayas se apoderaron de Ballivián tras un breve combate. Numerosos bolivianos se refugiaron en territorio argentino, arrojando sus armas al Pilcomayo. Guachalla, sobre el Pilcomayo, y Ororu, frente a El Carmen, cayeron poco después. La persecución no pudo realizarse aceleradamente por falta de medios de transporte y por el cansancio de las tropas, que venían combatiendo sin descanso en operaciones ofensivas que ya duraban dos meses.

EN BOLIVIA ES DEPUESTO SALAMANCA
El nuevo desastre del Carmen ocasionó la crisis política en Bolivia. Desde hacía tiempo las desinteligencias entre el presidente Salamanca y el comandante en jefe, general Peñaranda, hacían incierta la situación del Gobierno boliviano. Salamanca era acusado de no atender suficientemente las necesidades del Ejército y de intervenir desacertadamente en la dirección de las operaciones. Finalmente, el 29 de noviembre de 1934, al visitar el Cuartel General, fue apresado por las tropas, que le obligaron a presentar su renuncia. Le sucedió en el gobierno el Vicepresidente José Luis Sorzano, quien confirmó a Peñaranda en el mando del Ejército.

LA LIGA FORMULA RECOMENDACIONES
Los esfuerzos realizados por el Comité de la Asamblea para obtener la conciliación fueron fructuosos, por lo cual proyectó el informe previsto en el artículo 15, recomendando a la Asamblea resoluciones que formaban “un todo indivisible”. Se preconizaba la formación de una Comisión de Intervención neutral, para garantizar el término de las hostilidades, estableciéndose una zona de seguridad de 100 kilómetros de anchura por lo menos. Un mes después de cese de las hostilidades debía reunirse en Buenos Aires una Conferencia, de la que formarían parte, además de los beligerantes, los cuatro limítrofes y de los países de la Comisión de Washington, para tratar la cuestión del Chaco. Antes de ser considerado por la Asamblea extraordinaria, que fue convocada para noviembre, el Comité sometió el proyecto a los beligerantes. El Paraguay objetó el procedimiento propuesto, que juzgó “dilatorio, complicado y abierto a innumerables incidentes”.
La Asamblea aceptó las observaciones sobre las medidas de seguridad, y el 24 de noviembre de 1934 adoptó el informe haciendo suyas las recomendaciones. Al mismo tiempo aprobó la prohibición del aprovisionamiento de armas a Bolivia y Paraguay, y para el mantenimiento de esta medida recomendó a los miembros de la Liga se tuviera el cuenta el curso dado por cada una de las partes a las recomendaciones de la Asamblea, para lo cual y proseguir las negociaciones constituyó un Comité consultivo con representantes de veintitrés naciones.

DESASTRE BOLIVIANO EN PICUIBA
Mientras proseguía la persecución de los bolivianos sobre el Pilcomayo, donde el 1° de diciembre de 1934 caía Cururenda, en la región de Picuiba un fuerte ejército de 15.000 soldados al mando del coronel David Toro estaba listo para irrumpir sobre la retaguardia paraguaya, en dirección de Camacho, que estaba desguarnecido. Estigarribia no contaba con fuerzas suficientes para distraerlas de otros sectores, y concibió una audaz maniobra, que consistía en apoderarse de Irendagüe, en plena retaguardia boliviana, asiento del único depósito de agua en toda la región hasta el Paparapití. El coronel Eugenio Garay, con escaso efectivo, cumplió la hazaña, después de una marcha estupenda a través de senderos abiertos durante el avance en el bosque, y el 7 de diciembre de 1934 se apoderó de Irendagüe. Como los esperaba Estigarribia, el Ejército boliviano, creyéndose atacado a sus espaldas por fuerzas superiores, y aunque estaba en condiciones de aniquilar a los escasos y cansados conquistadores de Irendagüe, no atinó a reaccionar y fue presa el pánico. Los jefes y oficiales se incautaron de los camiones y abandonando a la tropa se dieron a la fuga hacia el Parapití. Los regimientos bolivianos se dispersaron a través de las dunas desérticas, muriendo casi todos de sed.
Los dantescos horrores de la campaña de Picuiba superaron a todos cuantos se habían registrado hasta entonces en esta guerra inclemente, librada en la selva y el desierto. Fue vano que el coronel Toro aconsejara a sus tropas que resistieran al enemigo, muy inferior en número. Sus órdenes arrojadas desde aeroplanos, ponían como ejemplo la hazaña que acababan de cumplir los paraguayos. “El enemigo – decía – nos ha demostrado que es posible vivir aún meses careciendo casi todo elemento. El día de ayer hicieron un raid de casi 50 kilómetros avanzando por sendas y a pie hasta atacar a Irendagüe con máxima audacia y energía”. En menos de tres semanas, el Ejército boliviano de 50.000 hombres quedaban reducido a la mitad de sus efectivos y oprimido en el último rincón del Chaco.

NO SON PRACTICABLES LAS RECOMENDACIONES DE LA LIGA
El Gobierno paraguayo declaró que el plan de la Asamblea era impracticable, por tres razones que calificó de fundamentales: “1ra, el régimen de seguridad es provisorio y contingenciado a negociaciones posteriores a la cesación de las hostilidades; 2da, la fórmula de arbitraje adopta el criterio boliviano sobre la naturaleza del litigio, poniendo en discusión todo el Chaco, incluso la zona Hayes y el litoral; 3ra, hay olvido completo para determinar el agresor”. El documento paraguayo contenía también una acusación contra los funcionarios de la Sociedad de las Naciones, de extraviar con elementos de juicio tendenciosos la opinión de la Asamblea.

LAS TROPAS PARAGUAYAS LLEGAN AL PARAPITÍ
Después de la caída de Ballivián las fuerzas paraguayas avanzaron paralelamente al río Pilcomayo. Las posiciones bolivianas fueron tomadas, una tras otra, hasta llegar a Cururenda-D´Orbigny, punto donde termina la frontera argentina. Por el centro las unidades paraguayas, después de la batalla de Picuiba, emprendieron la ofensiva, reanudando las trayectorias infructuosamente perseguidas en agosto de 1934, hacia Carandayty y el Parapitpí. La guerra comenzaba a cambiar de escenario. A la llanura sucedieron las serranías, primeras estribaciones de la cadena andina. Nuevamente se tenía a la vista la cordillera de los chiriguanos, tradicionalmente reivindicada como límite histórico por el Paraguay, juntamente con el río Parapitpí. En Ybybobo las fuerzas bolivianas intentaron detener la ofensiva paraguaya, pero un movimiento envolvente efectuado el 30 de diciembre de 1934 hizo que, después de sangrienta acción, los bolivianos se rindieron.
El grueso del ejército mandado por Peñaranda se refugió en Villa Montes, al otro lado del Pilcomayo, en plena montaña, y allí, fuertemente atrincherado, se aprestó a contener la ofensiva paraguaya. Caído Ybybobo, los paraguayos ocuparon el camino que une Villa Montes con Santa Cruz, quedando desde ese momento incomunicado Santa Cruz y abiertos los caminos de invasión del territorio boliviano. El 23 de enero de 1935 Carandayty y demás poblaciones civiles situado sobre ese camino cayeron en poder del Paraguay. Poco antes, el 16, fuerzas de avanzada se apoderaron de Santa Fe, sobre el río Parapití. Prácticamente, al comenzar el año 1935, Bolivia había sido desalojada del Chaco y Paraguay llegaba con su Ejército, después de dos años y medio de campaña, hasta donde sólo Ayolas, Irala y demás conquistadores del siglo XVI habían logrado llegar.

GINEBRA APLICA SANCIONES AL PARAGUAY
Recuperado el Chaco, después de tantos sacrificios, la opinión pública se resistió a que ese territorio se sometiera a un debate arbitral, como preconizaba la Sociedad de las Naciones. Invitado el Gobierno por el Comité Consecutivo a revisar sus observaciones al plan del 24 de noviembre, el Paraguay se ratificó en todas ellas. El Comité, estimando definitiva la negativa paraguaya, resolvió, el 16 de enero de 1935, aplicar el artículo 15 y declaró que el Paraguay debía abastecerse de recurrir a la guerra contra Bolivia, por haber este país aceptado las recomendaciones. Tratándose de una guerra hacia tiempo declarada, la disposición no podía ser más curiosa y era de difícil aplicación. El Comité declaró que ya no había razón para la prohibición de suministrar armas a Bolivia. Sorprendida Paraguay por esta injusta decisión, estaba por retirarse de la Liga, cuando la Cancillería argentina, que también quedó sorprendida, pues su delegado en Ginebra, Enrique Ruiz Guiñazú tenía instrucciones de no admitir sanciones que no se basaran en la previa determinación del agresor, envió a Luis Podestá Costa en misión confidencial ante el presidente Ayala, para sondear las posibilidades de que el Paraguay aceptase las recomendaciones de la Asamblea.

LA MISIÓN DE PODESTÁ COSTA
El enviado confidencial de la Cancillería argentina obtuvo éxito en Asunción. El presidente Ayala se manifestó dispuesto a aceptar las recomendaciones convenientemente modificadas y toda vez que el Comité Consultivo revisara su decisión respecto del embargo de armas, y concretó sus observaciones en un plan que entregó el 31 de enero de 1935 a Podestá Costa. La fórmula propuesta corregía las disposiciones referentes a seguridad y contenía un nuevo ordenamiento del procedimiento para llegar a la solución de las diferencias de fondo. La proyectada conferencia de la Paz estaría constituida por representantes de Argentina, Brasil, Chile, Estados Unidos, Perú y Uruguay, y ante ella las partes negociarían un arreglo de los límites por acuerdo directo o por arbitraje. Si no hubiera acuerdo arbitral, la Conferencia procedería a fijar la materia específica de la controversia. También se constituirá una conferencia de países vecinos, para estudiar los problemas económicos del Paraguay y Bolivia. En las conferencias entre Ayala y Podestá se estudió también una posibilidad de mediación americana, que sería apoyada por la Cancillería argentina, en caso del fracaso de la Liga. La Argentina puso en conocimiento a la Cancillería chilena las bases paraguayas, y ésta, el 14 de febrero de 1935, resolvió enviar a La Paz, como agente confidencial, a Félix Nieto de Río. La disposición en que éste encontró al canciller boliviano David Alvéstegui no era favorable a la modificación de las recomendaciones del 24 de noviembre. Alvéstegui no quiso admitir el plan tramitado por Podestá Costa en Asunción y que Chile, ahora, prohijaba.

FRATERNIZAN LOS GUARAYOS CON LOS PARAGUAYOS
Mientras tanto, las poblaciones indígenas de la región lindante con el Parapití, que hablaban un dialecto parecido al guaraní, idioma común de los paraguayos, fraternizaban con éstos y los recibieron como verdaderos libertadores. Delegaciones indígenas fueron destacadas hasta Asunción para presentar su adhesión a las autoridades paraguayas. Al mismo tiempo llegaron noticias de la alarma que cundía en el extenso departamento de Santa Cruz, también de frente influencia guaraní y cuyas antiguas tendencias separatistas comenzaban a manifestarse nuevamente. Por entonces, las operaciones militares estaban paralizadas. El servicio de aprovisionamiento, sobre todo, realizado ahora a través de enormes distancias, obligó al mando paraguayo a reorganizar toda la retaguardia. Los obstáculos fueron superados y pronto quedaron regularizadas las comunicaciones. Pero la lucha en la montaña, desconocida para el paraguayo, estaba erizada de dificultades imprevistas. Las sierras fueron escaladas en Ñacorainza, Taiguaté y Boyuibé, pero el 8 de marzo de 1935 un golpe de mano en el punto tuvo resultados desastrosos: el 10 los bolivianos contraatacaron desde las alturas y casi exterminaron a los paraguayos.

PARAGUAY SE RETIRA DE LA LIGA
El 24 de febrero de 1935 expiraba el plazo que la Sociedad de las Naciones fijó al Paraguay para la aceptación definitiva de las recomendaciones. Hasta ese momento ningún resultado había obtenido la gestión argentinochilena. Paraguay creyó llegado el momento de adoptar la actitud que correspondía al sentirse víctima de una injusta sanción. El canciller Riart se dirigió el 23 de febrero al Secretariado General de la Liga anunciándole la determinación del Paraguay de retirarse de la Sociedad de las Naciones.
El 11 de marzo de 1935 se reunió la Comisión Consultiva, y ante ella, el secretariado general de la Liga planteó la situación del Chaco mediante una serie de preguntas que reflejaban el espíritu marcadamente hostil de la burocracia de Ginebra respecto al Paraguay. José María Cantilo, que había reemplazado a Ruiz Guiñazú como delegado de la Argentina, declaró que el artículo 16 del Pacto no admitía la aplicación de sanciones sin la determinación del agresor, y que su país había votado las resoluciones del 16 de enero fue porque “entendió votar tan sólo una advertencia, una medida política, tendiente al fomento de la paz”, y no como medida correctiva, jurídica, derivada del pacto. Y en lo que respecta a la retirada del Paraguay, Cantilo declaró que era un acto de soberanía que debía ser considerado con todo respeto. La conjura de la Secretaria General no tuvo éxito, y cuando días después, el 14, las Delegaciones de Argentina y Chile comunicaron que las gestiones que venían efectuando podían alcanzar buenos resultados, el Comité Consultivo resolvió diferir la cuestión del Chaco a la Asamblea, convocada al efecto para el 20 de mayo. Pero desde ese momento la cuestión escapó de la jurisdicción de Ginebra y los trabajos pacificadores quedaron radicados de nuevo en una instancia netamente americana.

FORMACIÓN DE UN GRUPO MEDIADOR AMERICANO
El 9 de marzo de 1935 el canciller chileno Cruchaga Tocornal propuso la firma de pactos de honor entre los beligerantes y con los limítrofes, comprometiéndose a cesar en la guerra y a no continuarla en lo futuro, con la garantía de los mismos limítrofes. El Paraguay encontró razonable la propuesta, pero expresó que no hallaba conducente anticipar opiniones antes de la constitución de un organismo mediador con un plan definido. El mando boliviano, consultado acerca del plan tramitado por Podestá Costa y Nieto del Río, lo aceptó, y entonces el canciller Alvéstegui anunció que también lo aceptaría, con algunas modificaciones, y vinculándolo a la aceptación previa de los “pactos de honor” propuestos por Cruchaga.
El 15 de marzo el canciller chileno presentó un plan en que estaban incluidos tanto los pactos de honor como las recomendaciones del 24 de noviembre, con las modificaciones introducidas por Ayala y las que anunciaba Alvéstegui. La simultaneidad de las negociaciones amenazaba producir fricciones entre la Argentina y Chile. Saavedra Lamas no encontraba aceptables los pactos de honor y tampoco veía con buenos ojos que Chile asumiera la dirección de una mediación que había sido incluida conjuntamente. Ayala, previendo los inconvenientes que podían suscitarse estas desinteligencias, instruyó a la Legación en Buenos Aires que se insistiera en la necesidad de que se constituyese previamente el grupo mediador. “Nos parece más acertado – decía el memorándum del ministro Rivarola – constituir el grupo mediador en Buenos Aires, en la forma sugerida, o sea incluyendo a Estados Unidos de Norteamérica y Uruguay”. La indicación paraguaya fue atendida. El 1° de abril de 1935 las Cancillerías de Buenos Aires y Santiago, simultáneamente, invitaron a los Gobiernos del Brasil, Estados Unidos y Perú a cooperar en sus esfuerzos.

PARAGUAY HACE UN LLAMAMIENTO A BOLIVIA
La constitución del grupo mediador tropezó con un grave e inesperado inconveniente. En la relación de antecedentes, por omisión involuntaria, no se había hecho figurar al Brasil entre los países que integrarían la Conferencia económica sugerida por el presidente Ayala. Tampoco figuraban los Estados Unidos, y en cuanto al Uruguay, no se le señalaba sitio en la Conferencia de la Paz. Todas estas omisiones motivaron una enérgica reacción del Brasil. Protestando contra su exclusión de la proyectada Conferencia, se excusó de participar en las negociaciones para la solución del conflicto del Chaco.
El Gobierno paraguayo sabía que el Bolivia había disposición favorable para la paz y estaba sorprendido por las demoras en la constitución del grupo mediador, lo cual significaba la prolongación innecesaria de la guerra, que, según declaró el presidente Ayala, iba “llegando a su desenlace natural”. El 24 de abril Ayala hizo categóricas declaraciones en un discurso que pronunció en Itá. “Nuestro país – dijo – está pronto para poner fin a la lucha. Un día menos de guerra pagará el esfuerzo que se haga en conseguirlo. Confiamos en que se acordará la formación de un grupo mediador capaz de afrontar el problema en toda su amplitud… Estamos dispuestos a tratar con el Gobierno de Bolivia, aun sin mediadores. No encontrará en nosotros un enemigo implacable”.

INVASIÓN DE SANTA CRUZ
En el tiempo en que Ayala formulaba este llamamiento la guerra se desarrollaba en territorio plenamente boliviano. El 5 de abril de 1935 los paraguayos habían logrado vadear el río Parapití, cerca de Amboro, el 6 caía Coperé y el 8 estaban bajo su dominio las dos márgenes de ese río en una extensión de 100 kilómetros. Comenzaba la invasión del territorio de Santa Cruz, hacia cuyo corazón se adentró el Ejército paraguayo dividido en tres columnas. El 16 de abril cayó Charagua, la primera ciudad que sufría los efectos de la guerra y cuyos habitantes, de origen guaraní, recibieron con simpatía al invasor. El mando boliviano, para defender la ofensiva paraguaya que amenazaba los yacimientos petrolíferos de Camiri, realizó una audaz maniobra. Descendiendo de las montañas, el 27 de abril, tropas bolivianas rebasaron el ala derecha paraguaya de la Línea de Villa Montes, tomando Boyuibé. Desde ese momento el ejército expedicionario de Santa Cruz quedó gravemente amenazado de ser copado, al propio tiempo que los bolivianos, continuaron su avance, recuperaban La Penca, Tarairí hasta llegar a Mandeyupecuá, y ponía el peligro Carandayty. Fue necesario ordenar el repliegue de las fuerzas que operaban en Santa Cruz. El 23 de abril los bolivianos recuperaron Charagua y el 27 la lucha se intensificó en todo el extenso frente desde Villa Montes hasta Ingavi.
El 16 de mayo las fuerzas paraguayas repasaron nuevamente el río Parapití. Ese mismo día, los paraguayos, después de intensa lucha, volvieron a tomar a Mandeyupecuá, luego batieron a los bolivianos en el Cuervo y reanudaron la ofensiva en dirección al Parapití, obligando a las fuerzas bolivianas a replegarse hasta Huirapitindi, que fue de nuevo tomado el 28 de mayo. Las operaciones quedaron otra vez establecidas, y desde Huirapitindi hasta Palo Marcado, pasando por Mandeyupecuá y Machareti, ambos ejércitos, atrincherados, esperaron los resultados de las negociaciones diplomáticas que habían llegado a su faz final y decisiva.

CHACORE - GUERRA DEL CHACO (Fuente: Internet)

LOS CANCILLERES SE TRASLADAN A BUENOS AIRES
No sin esfuerzo se obtuvo el 2 de mayo de 1935 que el Gobierno brasileño aceptara las explicaciones que le fueron dadas. Estados Unidos y Perú ya habían admitido su inclusión en el grupo mediador, el cual fue ampliado con el Uruguay. Por fin el grupo mediador quedó constituido en Buenos Aires el 11 de mayo, con el canciller argentino Saavedra Lamas y los representantes diplomáticos de Chile, Brasil, Perú, Uruguay y Estados Unidos, quienes, colectivamente, se dirigieron ese día a los cancilleres del Paraguay y Bolivia invitándoles a trasladarse a Buenos Aires. El 13 la invitación fue aceptada por el Paraguay, y el 16 por Bolivia, a cuyo canciller, Tomás Manuel Elío, que acababa de reemplazar a Alvéstegui, acompañaría la Delegación ya constituida para la Conferencia de la Paz. Esta última determinación mostraba sobradamente el anhelo de paz que animaba a Bolivia.
Consultado el mando boliviano había manifestado su criterio “de ir a la paz sin vencedores ni vencidos, y a condición de que se salve el decoro del país y del Ejército; que se vaya, en su caso, a una transacción territorial, sin pensar en ir a la confluencia de los dos ríos”.
El 26 de mayo de 1935 arribaron en Buenos Aires los Cancilleres de los dos países beligerantes. Días antes había llegado a esa ciudad, correspondiendo a la vista del presidente Justo, el del Brasil, Getulio Vargas, a quien acompañaba el canciller Juan Carlos Macedo Soares. Tanto el presidente Justo como el presidente Vargas y el canciller Macedo Soares, que quedó incorporado al grupo mediador, participaron activamente en las negociaciones, y en muchos casos decisivamente. La Delegación chilena fue completado con Félix Nieto del Río y la de los Estados Unidos integrada por los embajadores Hugh Gibson y Alexander W. Weddell. El canciller argentino fue asesinado por Luis Podestá Costa e Isidro Ruiz Moreno, y el paraguayo, por el ministro en Buenos Aires, Vicente Rivarola, aparte el cuerpo de asesores y secretarios.

NO SE TIENEN EN CUENTA LAS GESTIONES ANTERIORES
Al iniciar sus actividades el grupo mediador, el canciller Riart sostuvo que la mediación no debía tener en cuenta ninguna de las gestiones anteriores, y que, por consiguiente, su punto de partida tenía que ser “el examen de la situación general y de las opiniones de las partes expresadas ante la mediación”. El Gobierno paraguayo entendió que la intervención de los cancilleres debía estar limitada a las negociaciones para el inmediato cese de las hostilidades con seguridades adecuadas y al procedimiento en general para la conferencia de paz. una vez logrado el fin de las hostilidades con garantías de seguridad, Riart proponía que la mediación se constituyese en Conferencia de la Paz con los siguientes fines: 1°, definición de los límites entre el Paraguay y Bolivia, sea por convenio, sea por arbitraje; 2°, establecimiento de un régimen de tránsito, de comercio y de navegación que convenga a la posición geográfica de los contendientes; 3°,facilidades o concesiones de distinto género destinadas a favorecer el desarrollo de los países beligerantes; 4°, responsabilidad de la guerra.
La Delegación chilena insistió en que se tuvieran en cuenta las anteriores gestiones, pero el canciller brasileño zanjó la cuestión proponiendo en nombre del presidente Vargas una tregua inmediata para entrar a negociar los problemas controvertidos, prescindiendo de lo actuado anteriormente. Aunque esta primera proposición no tuvo éxito, fue la base de otras y de contraproposiciones de las partes, en que pudo verse que eran muchos los puntos de contacto en las posiciones de ambos contendientes en las cuestiones fundamentales. Al fin Bolivia estaba de acuerdo con el Paraguay en que lo primordial era que cesaran inmediatamente las hostilidades, con seguridades suficientes y sobre las bases de las posiciones actuales. El Paraguay, por su parte, estaba de acuerdo con Bolivia en que, simultáneamente con el cese de la lucha, había que estipular las bases de arreglo de las diferencias en cuanto a límites, por acuerdo directo o por arbitraje. Las únicas dificultades eran, por parte del Paraguay, el temor de que las garantías no fueran suficientes y que Bolivia sólo buscara una tregua para rehacerse de sus pérdidas, y por parte de Bolivia, el temor de que el Paraguay, conservando sus posiciones, dilatase la solución final y no se aviniera a someterse al arbitraje. Estas dificultades no parecían insuperables y los mediadores, asistidos por el presidente Justo, que intervenía personalmente cada vez que era necesario, trabajaron con infatigable afán para allanarlas y hacer posible el acuerdo total.

ELÍO ADOPTA UNA ACTITUD TRANSIGENTE
Casi todos los puntos de vistas anteriores de Bolivia habían sido abandonados. Las opiniones del mando militar, de acuerdo con la situación de los ejércitos, influyó en esta actitud, y a ello contribuyó también la firme decisión del canciller Elío, quien, apremiado por las intransigencias de algunos de los delegados de su país, particularmente Bautista Saavedra, el 5 de junio de 1935 declaró ante la Delegación boliviana: “Si la mediación pacifista fracasa, por nuestras intransigencia o por un mal entendido patriotismo, pues a veces ambos términos se confunden, será muy grave nuestra responsabilidad”. Refiriéndose al presidente Salamanca y a su desdén por los procedimientos de conciliación, agregó: “Pero la realidad es que el señor Salamanca arruinó al país y lo arruinó por muchos años. He aquí una dolorosa realidad, que, como ejemplo, es bueno recordar. Prácticamente hemos perdido el Chaco”. Y terminaba: “Dejar que continúe la guerra, pensando que ha de mejorar la posición diplomática de Bolivia, es colocar al país en una peligrosa aventura. Tres años de experiencia son suficientes para imponer una política de cordura. No es posible hundir a la nación a base de puras fantasías”.

PARAGUAY PROPONE UNA PAZ SIN VENCEDORES
Si el curso de la guerra había aplacado la intransigencia oficial de Bolivia, en el Paraguay, el calor de los éxitos militares, había quienes sostenían que la suerte de las armas daba derecho a imponer las condiciones propias de un vencedor. Ayala no compartió esta opinión. Sabía que Bolivia aún no había sido aplastada. Había perdido el Chaco, pero sus centros poblados se hallaban casi intactos. Su extenuación no era sino un poco mayor de la que el Paraguay había producido el inmenso esfuerzo de los tres años de guerra. Ciertamente Bolivia no tenía ninguna probabilidad de reaccionar inmediatamente en el terreno militar, pero el alejamiento de sus bases, la situación económica y el cansancio general, no hubieran permitido al Paraguay multiplicar el esfuerzo en el grado necesario para romper el equilibrio y para llevar la guerra al territorio boliviano hasta imponer la paz anhelada por el patriotismo. El presidente Ayala estaba dispuesto a asumir valientemente la responsabilidad de una paz de iguales.
La proposición formal de paz que el 7 de junio presentó el canciller Riart al grupo mediador estaba inspirada en este deseo de concertar una paz que Bolivia pudiera firmar sin humillación. Se adoptaban todas aquellas medidas que el Paraguay consideraba indispensables para su seguridad militar y que Bolivia ya había aceptado con anterioridad; y en cuanto al procedimiento para llegar a la solución de las cuestiones de fondo, se establecía que la Conferencia de la Paz debía “promover la definición de los límites entre el Paraguay y Bolivia, por convenio entre las partes, o por celebración entre éstas del compromiso arbitral, con designación de la Corte de Arbitraje de La Haya como árbitro”.

SE LLEGA A UN ACUERDO EL 9 DE JUNIO
El proyecto Riart fue aceptado por Elío casi íntegramente. Sólo ponía objeciones a la falta de precisión en cuanto a la seguridad de la concertación del compromiso arbitral, para el caso de no llegarse al acuerdo directo. El embajador de Perú, Barreda Laos, encontró el día 8 la fórmula que contemporizaba con esa exigencia boliviana. Decía que la Conferencia de la Paz debía “promover la resolución del diferendo territorial o de límites, entre Bolivia y Paraguay, por acuerdo directo entre las partes, siendo entendido que Bolivia y Paraguay, caso de no alcanzar éxito las negociaciones directas, asumen por este convenio la obligación de resolver el diferendo del chaco por medio del arbitraje de derecho, designando desde ahora como árbitro a la Corte Permanente de Justicia Internacional de la Haya. El compromiso arbitral, en todo caso, quedará suscrito en el término máximo de noventa días, prorrogables hasta ciento ochenta, por la Conferencia de Paz de acuerdo con las partes”.
Riart aceptó la fórmula de Barrera Laos, menos en lo que se refería al plazo para subscribir el compromiso arbitral, y aquella fue suprimida para ser reemplazada por otra que decía: “La Conferencia de Paz pondrá término a las negociaciones directas cuando en su concepto haya llegado el momento de declarar que mediante ellas no es posible lograr el arreglo definitivo; llegado este paso se pasará a la concertación, por las partes, del compromiso arbitral, no pudiendo la Conferencia de Paz clausurar sus funciones en tanto que ese compromiso arbitral no quede definitivamente concertado”. En la madrugada del 9 de junio de 1935 Riart y Elío aceptaron esta fórmula, quedando allanado el último obstáculo para llegar a la paz. El texto completo del protocolo fue sometido a los Gobiernos para su aprobación definitiva. Surgieron algunas dificultades imprevistas. El presidente Tejada Sorzano incluyó el 10 de junio a Elío para que procurar introducir dos modificaciones en el protocolo: una por la cual la cuestión integral tendría que pasar automáticamente, en un plazo de noventa días, en caso de falta de acuerdo o de no aprobación constitucional del compromiso arbitral, a la jurisdicción arbitral de La Haya, y otra, que el territorio ocupado por las armas no podría ser objeto de “ningún acto de dominio o señorío, quedando sujeto al control de vigilancia de la Comisión militar neutral prevista en el Protocolo hasta el final de la contienda”. Elío insistió en que el Protocolo fuera aprobado en su texto íntegro y amenazó con su renuncia. El 11 de junio el Gobierno Tejada Sorzano le utilizó a subscribir el Protocolo, y como el presidente Ayala ya había dado a Riart análoga autorización, quedó concertado para el 12 de junio la firma del Convenio.

CHACORE - GUERRA DEL CHACO (Fuente: Internet)

FIRMA DEL PROTOCOLO DE PAZ
El 12 de junio de 1935, con gran solemnidad y en medio de júbilo de América, se firmó el protocolo por el cual se convenía el cese definitivo de las hostilidades sobre la base de las posiciones actuales de los beligerantes, se adoptaban medidas de seguridad encaminadas a evitar la reanudación de la guerra y se ratificaba el reconocimiento por los beligerantes de la declaración del 3 de agosto de 1932 sobre adquisiciones territoriales. La Conferencia de la Paz debía ser convocada por presidente de la Argentina, con los fines siguientes: 1°, ratificar solemnemente el Convenio; 2°, resolver las cuestiones prácticas que surgieran en la ejecución de las medidas de seguridad; 3°, promover la resolución de los diferendos entre Paraguay y Bolivia por acuerdo directo entre las partes; siendo entendido que esos países, caso de no alcanzar éxito las negociaciones directas, asumirían la misión de resolver los diferendos del Chaco por medio del arbitraje de derecho, designando desde entonces como árbitro a la Corte Permanente de Justicia Internacional de la Haya. La Conferencia de la Paz pondría término a las negociaciones directas cuando en su concepto hubiese llegado el momento de declarar que mediante ella no era posible lograr el arreglo definitivo; llegado este paso se pasará a la concertación, por las partes, del compromiso arbitral, no pudiendo la Conferencia de la Paz clausurar sus funciones en tanto que ese compromiso arbitral no quedara definitivamente concertado; 4°, promover oportunamente el canje y repatriación de prisioneros, de acuerdo con el Derecho de Gentes; 5°, establecer un régimen de tránsito, comercio y navegación que contemplare la situación geográfica de las partes; 6°, promover facilidades y convenios destinados a impulsar el desarrollo de los países beligerantes.
La Conferencia de la Paz debía constituir una Comisión Internacional que dictaminara acerca de las responsabilidades provenientes de la guerra. Las posiciones de los ejércitos en lucha, sobre cuya base se concertaba el alto en la lucha, debía ser determinadas en el terreno mediante una Comisión militar neutral integrada por representantes de las naciones mediadoras, debiendo las líneas de separación ser mantenidas bajo la garantía de la Conferencia de la Paz, a cuyo efecto la Comisión militar neutral las vigilaría y las controlaría. Las medidas de seguridad adoptadas consistían en la desmovilización de los ejércitos en un plazo de noventa días, hasta un límite máximo de cinco mil hombres; la obligación de no hacer nuevas adquisiciones de materia bélico, sino para el indispensable para la reposición, hasta la concertación del Tratado de la Paz, y el compromiso de no agresión. Se encargó a la Comisión militar neutral el cuidado de la ejecución de las medidas de seguridad hasta que se hicieran efectivas en su totalidad en cuyo término la Conferencia de la Paz debía declarar terminada la guerra.

EL 14 DE JUNIO DE 1935 CESA EL FUEGO EN EL CHACO
La última batalla en el Chaco fue en Ingavi, donde se combatió desde el 30 de mayo hasta el 8 de junio, día en que los paraguayos obligaron a los bolivianos a rendir sus armas. La orden de alto el fuego sorprendió a las tropas paraguayas en pleno avance sobre Rabelo. El 14 de junio, a las doce, de acuerdo con el Protocolo firmado dos días antes y estando presente la Comisión militar neutral, que fue constituida con la presidencia del general argentino Martínez Pita, cesó el fuego a todo lo largo del extenso frente. Inmediatamente soldados paraguayos y bolivianos confraternizaron al borde de las trincheras. La Comisión militar neutral cumplió su tarea de fijar mediante hitos las líneas de separación, y promovió dos entrevistas entre los generalísimos del Paraguay y Bolivia, Estigarribia y Peñaranda. La primera se efectuó el 18 de junio en Villa Montes; la segunda, el 24 en Capirenda.
Estigarribia dijo en esta ocasión: “Tengo el placer de expresaros que es para mí motivo de honra y sincera satisfacción contar en mi mesa, en estos momentos, con la presencia del señor general don Enrique Peñaranda, gran soldado boliviano, conductor capaz del Ejército de su patria, y es más honra esa satisfacción cuando pienso que este acto significa el acercamiento feliz e íntimos a que están llamados nuestros dos países y que debemos tratar, por patriotismo y sentido americanista, sea pronto una verdadera realidad”. Peñaranda contestó: “Nuestros puntos de vistas no son incompatibles con los vuestros. Y estoy seguro de ello, porque hay fundamentales, profundísimas razones históricas, geográficas y de intereses actuales, dentro de las cuales vuestra patria y la mía pueden hacer obra común en su marcha ilimitada y segura hasta el progreso. Quizás tenemos en nuestras manos, general Estigarribia, la clave histórica del futuro de una buena parte de América”.

SE REÚNE LA CONFERENCIA DE LA PAZ
Para buscar la solución del problema de fronteras entre el Paraguay y Bolivia, inauguró sus deliberaciones en Buenos Aires, el 1° de julio de 1935 la Conferencia de Paz, integrada por representantes de los ex beligerantes y de Argentina, Brasil, Chile, Estados Unidos, Perú y Uruguay, bajo la presidencia del canciller de la Argentina, doctor Carlos Saavedra Lamas. La jefatura de la Delegación paraguaya fue confiada al doctor Jerónimo Zubizarreta. Elío continuó dirigiendo la de Bolivia. Mientras la Comisión militar neutral vigilaba sobre el terreno la desmovilización de los ejércitos, la Conferencia se dedicó al estudio de las diversas cuestiones cuya solución debía promover de acuerdo con el Protocolo de Paz, obrando sus miembros neutrales como cuerpo mediador. El primer acuerdo a que llegó fue el de la constitución de una Comisión internacional que debía dictaminar sobre las responsabilidades de la guerra, pero que nunca tuvo vida por acuerdo tácito de los ex beligerantes. La desmovilización se realizó sin ningún incidente. Dentro de los noventa días fijados por el Protocolo, Bolivia licenció 54.105 y Paraguay 46.515, hasta quedar reducido ambos ejércitos al máximo estipulado de 5.000 soldados. Terminada la desmovilización, la Comisión militar neutral regresó a Buenos Aires y la Conferencia de la Paz, después de aprobar sus informes, dictó una resolución declarando terminada la guerra entre el Paraguay y Bolivia.

ESTIGARRIBIA ES CLAMADO EN ASUNCIÓN
Al terminar la desmovilización de Estigarribia hizo su entrada en Asunción, al frente de sus tropas y en medio de júbilo popular. El Congreso acababa de crear para él el grado de General de Ejército y de otorgarle una pensión vitalicia. El mensaje del presidente Ayala, a quien correspondió la iniciativa, decía: “Designio del proyecto es premiar con una jerarquía excepcional al ilustre jefe militar que ha mandado el Ejército durante la campaña del Chaco. Una democracia de honra al reconocer y consagrar los méritos de los ciudadanos que meren bien de la Patria. No ha de esperar que ello desaparezca ni ha de limitarse el reconocimiento nacional a título honorífico. El general Estigarribia, por sus condiciones intelectuales y de carácter, y por su juventud, está llamado a prestar eminentes servicios por mucho tiempo a la Nación. Es nuestro deber independizarle de los cuidados materiales, que hasta hoy ha sacrificado con entero desprendimiento. El general Estigarribia es un prócer paraguayo de la más pura estampa”.

HOMENAJE AL PRESIDENTE AYALA
El Congreso, valorando lo que la hábil y enérgica conducción nacional en manos del doctor Eusebio Ayala había significado para la defensa del Chaco, le rindió también un homenaje excepcional. Le condecoró con una medalla especialmente creada que le fue entregada en una sesión pública durante la cual el presidente del Congreso, doctor Casal Ribeiro, rindió justicia a los méritos que Ayala había conseguido ante la gratitud nacional. El presidente Ayala expresó que los resultados obtenidos se debían al esfuerzo común, agregando que en la guerra del Chaco se comprobó cual era la capacidad paraguaya, manifestada en la lucha a pesar de los lúgubres vaticinios del pesimismo. “El desaliento – dijo – ha rondado por las esferas en donde se escudriña más el pasado que el alma del presente y en donde la aureola de lo legendario empaña la visión de las nuevas realidades. Hemos esgrimido la Historia para condenar a las generaciones a que pertenecemos; hemos enseñado nuestro pasado como la cumbre de donde fuimos precipitados al abismo de la decadencia. La guerra del Chaco reanudó el curso de nuestra historia y restableció la filiación de los sucesos”.

LA CONFERENCIA PROPONE UNA LÍNEA DE FRONTERA
Sugerida por el presidente de la Comisión militar neutral, general Martínez Pita, la Conferencia de la Paz formuló a las partes, el 15 de octubre de 1935, una proposición de arreglo de la cuestión de fronteras, que consistió en una línea diagonal desde un punto situado entre Bahía Negra y el río Negro y la intersección del paralelo 22 en el río Pilcomayo. La fórmula estaba inspirada por el pensamiento de dividir el Chaco salomónicamente en dos partes más o menos iguales y en conceder a Bolivia una porción, aunque fuera mínima y completamente inutilizable, del litoral del río Paraguay. La Delegación paraguaya rechazó terminantemente el proyecto, por considerar que vulneraba gravemente “sus intereses y derechos fundamentales”. Decía la nota paraguaya: “Las líneas que sugiere son puramente geométricas, vale decir artificiales. Sólo alcanzamos a ver en él un criterio puramente transaccionista, que por resultar en desmedro del ya escaso patrimonio territorial de nuestro país, nos es imposible aceptar”. Y continuaba: “Bolivia apeló a la guerra para apoderarse de ese mismo territorio. El litoral fue el norte de la invasión boliviana y el propósito quedó frustrado por la guerra misma. ¿El Paraguay ha de pagar esa conducta, que le ha costado sangre y dolores, con el premio de una concesión que importaría el sacrificio de una gran parte de su territorio”. La Delegación paraguaya, en contrapropuesta, propuso como punto de partida de la solución el reconocimiento de la soberanía paraguaya sobre el polígono determinado por las líneas de las posiciones ocupadas en aquellos momentos, sin perjuicio de someter a arbitraje el resto del territorio occidental. Bolivia tampoco aceptó la fórmula de la Conferencia, haciendo a su turno otra contraposición: surgió la línea Fuerte Olimpo-Fortín Linares.


REPATRIACIÓN DE PRISIONEROS
Fracasada esta primera tentativa de arreglo de la cuestión principal, la Conferencia de la Paz concentró sus esfuerzos en la negociación de un acuerdo sobre la devolución recíproca de los prisioneros de guerra. La Delegación paraguaya sostuvo que por los usos internacionales no cabía la liberación total de los cautivos sino después del Tratado definitivo de Paz. Bolivia alegó que la declaración de terminación de la guerra equivalía a ese tratado a los efectos de la devolución de los prisioneros. La Conferencia interesada en que se obtuviera la libertad de los cautivos, destacó una Delegación especial a Asunción, y finalmente el Paraguay, rindiéndose a las razones humanitarias alegadas, aceptó por el acta protocolizada del 21 de enero de 1636 que se procediera a la devolución recíproca de los prisioneros, sin esperar la concertación del Tratado definitivo de paz. Por el mismo documento quedaron confirmadas las obligaciones derivadas del Protocolo del 12 de junio relativas a la Conferencia de la Paz; a la cesación definitiva de las hostilidades sobre la base de las posiciones, tal como ellas habían sido determinadas por la Comisión militar neutral; a las medidas de seguridad cuya subsistencia, después de la declaración de terminación de la guerra, era objeto de controversias, y al reconocimiento de la doctrina del 3 de agosto. De este modo se dio carácter de estatuto territorial provisional a la demarcación de las posiciones militares, hecha por el Protocolo del 12 de junio solamente a los efectos del término de las hostilidades. La Conferencia, poco después, entraba en receso, después de constituir una Comisión ejecutiva.

SIGNOS DE AGITACIÓN POPULAR
“A pasado de glorias, presente de ignominias”, era el lema con que los críticos de las clases dirigentes expresaban su pertinaz pesimismo. La gesta del Chaco mostró la sinrazón del desaliento y abrió el paso a concepciones más alentadoras del porvenir nacional. En el pueblo la guerra había operado una profunda transformación. Había adquirido una gran victoria una concepción de su propio valer, inesperada y vivificante, y se sentía desazonado porque su poderosa energía, tan brillantemente revelada, no fuera hasta entonces aplicada a la obra de su propio progreso y bienestar como lo había sido en la empresa bélica. De aquí a culpar a las instituciones y a las costumbres política el atraso económico en que vivía el país no había sino un paso.
Las concepciones que moldearon la vida nacional desde 1870 y mediante las cuales la nación acababa de salvarse de la catástrofe y había ganado la guerra, fueron así sometidas en un confuso proceso de crítica disolvente, que amenazaba arrasarlo todo, lo bueno y lo malo, si la clase dirigentes no procedían sin demora a una revisión integral. Ayala señaló valientemente el camino a seguir ante la efervescente inquietud popular: “Una profunda revolución – dijo ante el Congreso – se está operando en nuestra nación, revolución cuyo proceso radica, hoy por hoy, íntegramente, en las conciencias. No nos aferremos, nosotros que pretendemos ser guías e inspiradores del pueblo, a las viejas concepciones que van caducando… Falta que las clases responsables de la sociedad asuman el papel que les corresponde en nuestra democracia”. Y agregaba: “El país se encuentra en una situación que no admite compás de espera. Tenemos que obrar, en seguida”.

MOVIMIENTO MILITAR DEL 17 DE FEBRERO DE 1936
Las admoniciones de Ayala no fueron atendidas. Su proyecto de reforma agraria, que contenía avanzadas innovaciones, no prosperó en el Parlamento. En la euforia de la victoria, las clases políticas dirigentes, en vez de concentrar sus esfuerzos en los problemas creados por la guerra, dedicaron su interés al problema de la sucesión presidencial, finalizando como estaba el periodo de Ayala. Una corriente de opinión a favor de la reforma constitucional para hacer posible la reelección del doctor Ayala contribuyó a acrecentar el malestar público. La desmovilización, por otra parte, suscitaba problemas de difícil solución. La masa campesina había sido licenciada sin ninguna dificultad. No así el numeroso cuadro de oficiales, cuya resorción por la vida civil no podía efectuarse sino lentamente.
Los elementos políticos, que ya en el Chaco trabajaban el espíritu de los militares para canalizar en su provecho la inquietud popular, hicieron cundir la versión de que el general Estigarribia se proponía licenciarlos en masa, automáticamente y sin compensación alguna. Los oficiales de la reserva, que formaban la gran mayoría del Ejército, comenzaron a agruparse y a tratar con los políticos que preconizaban la necesidad de que las instituciones armadas asumieran el poder. El coronel Rafael Franco, a quien se vindicaba como director de estos trabajos, fue obligado a abandonar el país a fines de enero. En su ausencia, la conspiración siguió adelante y se decidió a realizar el movimiento al conocerse las órdenes de retiro de una gran masa de oficiales atribuidas a Estigarribia. El 17 de febrero de 1936 se sublevaron las fuerzas de Campo Grande y marcharon sobre la ciudad, donde el Gobierno organizó la resistencia de las fuerzas policiales. Se combatió todo el día. A las nueve de la noche, el presidente Ayala presentó su renuncia al mando revolucionario y quedó arrestado. El 20, Estigarribia, a quien los sucesos sorprendieron en el Chaco, fue también arrestado a su llegada en Asunción. Los militares sublevados subscribieron un “acta plebiscitaria” designando presidente provisional al coronel Franco, derogando la Constitución de 1870 y disolviendo el Parlamento, todo en nombre de la Revolución que Ayala había sido el primero en anunciar. El Partido Liberal fue extrañado de la vida política. De este modo, por el desenvolvimiento de una de las tantas crisis desatadas por la guerra, la de la desmovilización, eran arrojados a la prisión, al día siguiente de la victoria, sus dos grande autores, e irrumpía en el escenario político del país el militarismo, que se sentía con fuerza suficiente para reemplazar en la dirección del Estado a los partidos políticos organizados.

LA CONFERENCIA BUSCA NUEVAS SEGURIDADES
Casi simultáneamente, también en Bolivia el Ejército se había apoderado del gobierno. La Conferencia de la Paz, cuando reanudó sus actividades, no creyó oportuno debatir la cuestión de fondo, y alarmados por algunos pequeños incidentes que se habían suscitado entre las guarniciones militares fronterizas, estimó más conveniente empeñarse en mejorar el régimen de seguridad creado por el Protocolo del 12 de junio. El 21 de agosto de 1936 resolvió reasumir las funciones de policía y control que a los efectos de la desmovilización, los dos países habían reconocido a la Comisión militar neutral, entre las líneas de separación que con ese objeto definido habían sido establecidas y creando de este modo una especie de “zona neutral”.
La Delegación del Paraguay, cuya presidencia había sido confiada por el nuevo Gobierno a J. Isidro Ramírez, se negó a reconocer en su amplitud las facultades que la Conferencia de la Paz alegaba poseer, expresando que en el Chaco no había ninguna zona neutral y que la única “línea de separación”, consagrada por los protocolos era la de los hitos, sobre la cual admitía a la Comisión militar solo una misión de vigilancia. Bolivia, por su parte, aceptó la nueva reglamentación, que le permitía usar, sin el control paraguayo, el camino Villa Montes-Santa Cruz, parte del cual, al terminar las hostilidades, había quedado bajo la jurisdicción paraguaya. El debate que con este motivo se suscitó malogró la reanudación de las relaciones diplomáticas, que se había acordado bajo los auspicios de la Conferencia. Durante el resto del año 1936 las discusiones versaron sobre las cuestiones de seguridad, hasta que con motivo de la reunión en Buenos Aires, en diciembre de ese año, de la Conferencia de la Consolidación de la Paz Americana, convocada por el presidente Roosevelt, la Conferencia de la Paz intentó un serio esfuerzo para llegar a la solución de problemas de límites.

EL GOBIERNO PARAGUAYO TEME LAS REPERCUSIONES POLÍTICAS
Reiteradas instancias lograron que el canciller Juan Stefanich se trasladara a Buenos Aires para tratar con el canciller boliviano Enrique Finot, y con la mediación de la Conferencia de la Paz, poderosamente reforzada con los cancilleres del Brasil, Macedo Soares y de Chile, Cruchaga Tocornal, la cuestión territorial. El canciller Macedo Soares presentó al Paraguay, como base de discusión, una proposición según la cual la frontera se trazaría por O’Orbigny, Capirenda hasta el Parapití y desde allí hasta Fortín Galpón. A principio Stefanich no quiso siquiera aceptar la discusión del problema de fronteras, alegando “que la política partidaria en el Paraguay haría imposible una solución en ese momento”. Cuando el 25 de diciembre el canciller Macedo Soares le pidió que se ratificara en las manifestaciones que había hecho de que el Gobierno temía repercusiones políticas, particularmente en el Ejército, el canciller Stefanich asistió: “Eso es exacto – dijo - ; el gobierno de Franco descansa sobre bayonetas”. Y agregó que “ni él ni el coronel franco tenían suficiente autoridad, y que el Ejército y los ex combatientes no apoyarían ninguna solución territorial que no diera al Paraguay toda el área ocupada, más el arbitraje del resto del Chaco”.
No se llegó a ningún acuerdo y la Conferencia de la Paz renovó su esfuerzos para impedir incidentes en el Chaco, obteniendo el 9 de enero de 1937 que el Paraguay consistiera el tránsito comercial, con la fiscalización neutral, del camino Villa Montes-Santa Cruz, y el 23 de abril de 1937 sancionó una reglamentación de las funciones de vigilancia y control en el Chaco, a que se consideraba facultada de acuerdo con los Protocolos de la paz, la cual fue aprobada por el Paraguay, pero sin que pudiera entrar en ejecución por las encontradas interpretaciones que en seguida suscitaron sus cláusulas principales.

Cnel. RAFAEL FRANCO, Presidente provisional de la Rca. del Paraguay, jura el 17 de febrero de 1936

EL EJÉRCITO DEPONE EL CORONEL FRANCO
Los esfuerzos del coronel Franco para aglutinar, en una Unión Nacional Revolucionaria, las fuerzas políticas que le apoyaban, fueron infructuosos. Tampoco acertó a dar con la fórmula que respondiera a los anhelos revolucionarios de la masa, y por un momento creyó serían satisfechos con la doctrina totalitaria que su primer ministro del Interior, Gomes Freire Esteves, quiso implantar. Se desprendió de su apoyo, así como de los comunistas, que estuvieron representados en su Gabinete y concurrieron a su triunfo el 17 de febrero, para quedar únicamente con el grupo de Stefanich. Contra éste se desató la violencia campaña opositora del Partido Liberal desde el extranjero, minándoles rápidamente las bases de su autoridad dentro del Ejército con la crítica que se hacía de las gestiones internacionales.
La reforma agraria, que se intentó radicalmente, y para la mejora de la situación económica no atajaron la reacción popular, que pronto trascendió al seno del Ejército, donde el Gobierno tenía su sostén. El 13 de agosto de 1937 estalló un movimiento militar, que triunfó sin derramamiento de sangre y que llevó a la Presidencia de la República al doctor Félix Paiva, con el compromiso de llamar a elecciones en un plazo perentorio para la constitución definitiva de los poderes. La Constitución de 1870 fue restablecida. El general Estigarribia, que estaba desterrado en Uruguay después de largo cautiverio, fue desagraviado por los jefes del movimiento militar, aunque a Eusebio Ayala y a otros prominentes jefes liberales se les indicó la conveniencia de retrasar su regreso al país. No obstante, el Partido Liberal resolvió a poyar a la nueva situación, contra la cual los militares partidarios de Franco intentaron en tres veces, sangrientamente pero sin éxito, sublevar algunas unidades del Ejército.

LA CONFERENCIA DE LA PAZ TRATA DE LOGRAR UN ACUERDO
Jerónimo Zubizarreta fue puesto nuevamente al frente de la Delegación paraguaya ante la Conferencia de la Paz. El primer acto de la nueva Delegación fue declarar que la reglamentación de las funciones de control y vigilancia en el Chaco no se ajustaba a los Protocolos de paz y que ella no era obligatoria mientras los Parlamentos de los dos países no la aprobaron. La Conferencia, sin insistir más en la afirmación de sus facultades de control, derivó el problema de la seguridad hacia la reglamentación del compromiso de “no agresión”. La Delegación paraguaya presentó un proyecto y la Conferencia elaboró otro, pero tampoco en este terreno fue posible el acuerdo, por lo cual, en diciembre de 1937, la Conferencia reanudó sus empeños para avenir a las partes en cuanto a la cuestión de los límites, aunque sin éxito. En febrero de 1938 el presidente Justo entregaba el poder a Roberto M. Ortiz. José María Cantilo reemplazó a Saavedra Lamas en la Cancillería y en la presidencia de la Conferencia de la Paz. En abril, la Conferencia destacó de su seno dos Delegaciones, una a Asunción y otra a La Paz, para tratar directamente con los Gobiernos y pulsar la opinión pública sobre las posibilidades de un acuerdo directo. Los delegados no pudieron lograr la aceptación de las fórmulas de arreglo que presentaron, pero se percataron del anhelo de paz que movía a uno y a otro país. Regresaron a Buenos Aires convencidos de que en el Paraguay se aceptaría un arreglo en que se reconociera el litoral en toda su extensión, y de que Bolivia, por su parte, ya no ponía ningún calor en su aspiración portuaria. Poco después la Conferencia invitó a los cancilleres del Paraguay y de Bolivia a trasladarse a Buenos Aires.

LOS CANCILLERES SE INCORPORAN A LA CONFERENCIA
Una vez en Buenos Aires los cancilleres del Paraguay, Cecilio Báez, y de Bolivia, Eduardo Diez de Medina, el 27 de mayo de 1938 la Conferencia les propuso una fórmula de arreglo: la línea divisoria debería partir de Esmeralda, sobre el Pilcomayo, hasta un punto en el río Paraguay situado a 7.500 metros arriba de Bahía Negra, pasando por 27 de Noviembre, camino de Rabelo-Ingavi, Cerro Cristian, por entre los fortines Paredes y Pando, laguna Sin Nombre y proximidades del fortín Galpón. En canciller Báez expresó que el Paraguay no podía aceptarla porque el plan asignaba a Bolivia un sector del río Paraguay, no obstante sobre la Conferencia de la Paz que el Paraguay hacía de la conservación íntegra del litoral “un punto de vista irreducible, no solo para defender su patrimonio y los cuantiosos intereses vinculados a él, sino, además, en razón de su propia seguridad política”. Las líneas interiores tampoco eran aceptables, porque importaban “un retroceso de las posesiones paraguaya en toda la rosa de los vientos” y no cumplían la seguridad del Paraguay. Bolivia, por su parte, aceptó sin reservas la propuesta.
Invitado al Paraguay a presentar una contraposición, lo hizo el 24 de junio; en ella propugnó una línea que partiendo del Pilcomayo, frente a O’Orbigny, pasaba por Cabo Ortiz (Cururenda), Carreras Saguier (Capirenda), Carandayty, Los Maticos sobre el Parapití, Rabelo hasta el río Negro u Otuquis. La Conferencia juzgó que esta propuesta se apartaba fundamentalmente de su fórmula y se negó a considerarla. El canciller boliviano, por su parte, enterado de los términos de la propuesta paraguaya, comunicó que quedaba sin efecto su aceptación de las proposiciones el 27 de mayo. La Conferencia obtuvo que la Delegación boliviana dejara en suspenso por tres días esta retractación, con el objeto de intentar nuevos esfuerzos de conciliación, después de lo cual, si no se lograba el acuerdo, proclamaría el fracaso de todo arreglo directo entre las partes y establecería las responsabilidades del caso.

SE PROPONE UN ARBITRAJE DE EQUIDAD
Para proseguir las negociaciones la Conferencia preguntó el 26 de junio al canciller Báez si el Paraguay aceptaría la línea propuesta el 27 de mayo en caso de que Bolivia renunciara obtener un puerto soberano sobre el río Paraguay. Se le sugirió además la idea de someter la nueva línea a un plebiscito popular en el Paraguay, con lo cual se evitarían las complicaciones políticas que pudieran resultar de la aceptación obcial, aunque fuera en principio, de las líneas anteriores propuestas por la Conferencia. Zubizarreta fue de parecer que dichas líneas, mientras no fueran modificadas substancialmente para satisfacer las objeciones paraguayas, no debían ser sometidas a ningún plebiscito, y propuso que la Conferencia destacara una nueva Delegación a Asunción para negociar directamente con el Gobierno la línea definitiva que sería sometida a plebiscito.
La Conferencia de la Paz no consideró viable ninguna modificación importante de la línea del 27 de mayo, salvo que fuera en beneficio de Bolivia, que, al aceptar por primera vez la exclusión del litoral, había perdido compensaciones sobre la primera propuesta. Las perspectivas para acercar los puntos de vista sobre el trazado de la línea anterior eran muy escasas, y para más, comenzaban a llegar noticias de que Bolivia prepara un golpe de mano en el Chaco, por lo cual, el 29 de junio, el delegado Cardozo sugirió que el asunto fuera zanjado en un arbitraje de equidad, presentando el siguiente proyecto: “1° Entre la línea de la Conferencia, con exclusión del litoral y las modificaciones que consienta Bolivia, y la línea de la contrapuesta paraguaya con las modificaciones que consienta el Paraguay, está radicada la verdadera zona litigiosa; 2° Aun no ha llegado el periodo para la concertación del compromiso arbitral, de modo que no cabe todavía hablar del sometimiento de zona alguna a un arbitraje de derecho. Además, el concepto paraguayo del arbitraje se opone a la determinación de zonas de arbitraje; 3° Cabe, sin embargo, dentro del periodo actual de negociaciones directas, realizar un arbitraje rápido ex aequo et bono. El árbitro juzgaría en un periodo breve, teniendo en cuenta tanto los títulos y derechos, como los antecedentes proporcionados por la Conferencia y las partes acerca de las actuales negociaciones; 4° El árbitro demarcaría una línea entre las dos líneas mencionadas en el párrafo 1°; 5° Pueden ser árbitros, o el Presidente de la Argentina, o los Presidentes de todas las naciones representadas en la Conferencia de la Paz, o la Suprema Corte de la República Argentina, etcétera; 6° Paraguay y Bolivia firmaran un compromiso obligándose a aceptar el fallo del árbitro. Este compromiso seria ratificado por la Convención Constituyente de Bolivia, o por un plebiscito en Bolivia y por un plebiscito en el Paraguay”.

DISIDENCIA EN LA DELEGACIÓN PARAGUAYA
La propuesta del 29 de junio fue aceptada por Braden, quien la presentó como suya en la Conferencia de la Paz. Zubizarreta, considerando que la fórmula había sido tramitada sin su intervención y contra su parecer, manifestó su formal oposición, pero aseguró que de su parte nada haría que pudiera constituir un obstáculo para el éxito del plan en el caso de que éste fuera aprobado por el Gobierno paraguayo. El canciller Báez resolvió aceptar el plan en gestión y el 1° de julio Zubizarreta recabó que se le desligara de la negociación, admitiendo postergar el envío de su renuncia para no crear dificultades que pudieran hacer fracasar la gestión en trámite. Desde ese momento la negociación quedó a cargo de Cardozo. Entre tanto surgía imprevista dificultad de parte de la Delegación boliviana, que había aceptado el plan emanado del Gobierno de los Estados Unidos; pero enterada, por indiscreción de la prensa, de su origen paraguayo, rectificó su actitud.
El 2 de julio, Díez de Medina hizo saber que Bolivia reputaría como acto inamistoso que el organismo mediador sometiera a las partes una nueva proposición que no le hubiera sido previamente consultada. Aludiendo al compromiso por el cual Bolivia había suspendido la retractación de su aceptación de la fórmula del 27 de mayo con el objeto de intentar nuevos esfuerzos de persuasión ante el Gobierno paraguayo, Díez de Medina declaraba que la presentación de un nuevo plan de arreglo, no solo importaría la violación de la palabra empeñada, sino también un acto perjudicial a la situación de Bolivia, pues había aceptado la línea propuesto en la convicción de que no podría servir de base para exigirle nuevas cesiones sin compensación. La nueva actitud boliviana, sumada a la disidencia de Zubizarreta, produjo desconcierto en la Conferencia. Por un lado, un sector encabezado por Braden persistió en seguir adelante con el plan del 29 de junio. Por otro, el canciller Cantilo era de parecer de apartarse de él definitivamente y emprender un último esfuerzo para hallar un acuerdo directo, y en su defecto la Conferencia debía clausurar las negociaciones.

ESTIGARRIBIA APOYA EL PLAN DEL 29 DE JUNIO
En este momento crítico de las negociaciones llegó a Buenos Aires, el 2 de julio, el general Estigarribia, procedente de los Estados Unidos, donde desempeñaba la Legación paraguaya. En los países del Pacífico, por donde hizo el viaje, recogió coincidentes informaciones sobre los preparativos y designios bélicos de Bolivia. En Guayaquil había declarado que el Paraguay deseaba la paz, pero que si Bolivia “nos lleva a ello otra vez” el pueblo paraguayo “saldrá al frente de la batalla para vencer o morir”. La Conferencia de la Paz le pidió su importante concurso moral.
Estigarribia estudió los antecedentes de las negociaciones y de la disidencia en la Delegación nacional, y el 4 de junio informó a Báez y al presidente de la Conferencia que consideraba aceptable el plan del 29 de junio.
Al mismo tiempo ofreció su influencia moral para que un acuerdo sobre esa base fuera bien acogido por el pueblo paraguayo. La opinión de Estigarribia fue decisiva. Báez telegrafió al presidente Paiva pidiendo autorización para iniciar conversaciones sobre la base del plan en curso, dando a conocer la disidencia de Zubizarreta y la opinión de Estigarribia. El 5, el presidente Paiva aceptó en principio el plan propuesto. Conocida esta resolución, Zubizarreta envió su renuncia.

BOLIVIA ACEPTA LA EXCLUSIÓN DEL LITORAL
La Conferencia, que estimó el valor de la actitud asumida por Estigarribia, acordó proseguir las negociaciones sobre la base del plan del 29 de junio. El representante del Perú, Barreada Laos, inició conversaciones con la Delegación boliviana, que llevaron a un completo acuerdo en cuanto al arbitraje de equidad. Al fin, Bolivia aceptaba que de las líneas de arbitraje fuera excluido el litoral. Era la primera vez, en el largo pleito, que Bolivia renunciaba oficialmente a su aspiración portuaria sobre el río Paraguay. Los estudios realizados por la Conferencia de la Paz sobre ese punto reforzaron la posición irreducible del Paraguay: Bolivia, para la expansión de su economía, no necesitaba una salida sobre el río Paraguay.
Para concentrar términos de compensación que satisficieran los anhelos bolivianos, los mediadores arbitraron al recurso de los puertos “psicológicos”, como Puerto Caballo. También desechada por el Paraguay la concesión del “puerto psicológico”, la Conferencia propuso el establecimiento a favor de Bolivia de un “puerto libre”, bajo soberanía paraguaya. Tampoco prosperó la idea, conviniéndose, finalmente, para facilitar el eventual comercio boliviano, el amplio libre tránsito por el territorio paraguayo y el derecho para Bolivia de instalar agencias aduaneras y construir depósitos y almacenes en la zona de Puerto Casado y siempre bajo la soberanía paraguaya. De este modo quedaba zanjado el secular debate, causa principal de la guerra del Chaco. El acuerdo final se logró el 6 de julio de 1938, fecha en que se procedió a la redacción del primer anteproyecto de Tratado definitivo.

SE RUBRICA EL PROYECTO DE TRATADO
Obtenido el acuerdo sobre la cuestión portuaria y la zona arbitrable en el Norte, restaba encontrar la fórmula correspondiente a la limitación en el Oeste, donde Bolivia se negaba a admitir la línea del 27 de mayo como límite oriental de la zona litigiosa. Mientras tanto, en Asunción, la renuncia de Zubizarreta había suscitado revuelo general. El Gobierno envió al coronel Arturo Bray, quien tenía también la representación del Ejército, para tratar de disuadir a Zubizarreta de su actitud. Bray fue portador de nuevas instrucciones encaminadas a adaptar las objeciones que se atribuían a Zubizarreta a la fórmula en gestión. Por ellas, la zona arbitrable en el Occidente debía ser limitada por la línea de hitos, y no por los de la contrapuesta paraguaya del 24 de junio. Zubizarreta se mantuvo inflexible, actitud que alarmó seriamente al presidente de la Conferencia, quien, convencido de que su oposición, por su influencia moral y política, bastaría para hacer fracasar en el Paraguay cualquier acuerdo obtenido, propuso el 8 de julio que se dejara sin efecto lo actuado. Dominó, sin embargo, la decisión de continuar el debate para allanar las dificultades, pero esa misma noche los delegados llegaron a un acuerdo completo.
El Paraguay obtenía que al Oeste la zona de arbitraje estuviese limitada por la línea de hitos y consentía que al Este la línea en laudo pudiera llegar hasta Pozo Hondo. Documentos reversibles podría a salvo puntos considerados fundamentales por el Paraguay, tales como Fortín Galpón, Patria e Irendagüe. En la madrugada del 9 de julio ambas Delegaciones procedieron, con los mediadores, a rubricar el proyecto de Tratado, declarando que, no obstante no tener todavía la autorización de sus respectivos Gobiernos, lo consideraban, desde aquel momento, aceptable.

EL GOBIERNO APRUEBA EL TRATADO
Este último paso fue dado por los representantes paraguayos sin expresa autorización del Gobierno, que ignoraba los términos del proyecto. Entre tanto era grande la agitación en Asunción. Los términos de la renuncia del delegado Higinio Arbo, también disconforme, aumentaron la confusión. El general Estigarribia resolvió trasladarse a Asunción para aconsejar personalmente la aprobación y firma del Tratado. Llegó el 11 de julio, en avión, acompañado del delegado Cardozo, y llevando los Protocolos rubricados.
El Gobierno, impresionado por la actitud de Zubizarreta, resolvió aguardar su llegada para tomar cualquier decisión; no obstante lo cual, en la reunión del Gabinete en que se tuvo conocimiento del proyecto del Tratado, el ministro del Interior, coronel Paredes y hombre principal de la situación, adelantó su opinión contraria al ajuste. Zubizarreta llegó el 13, pero por el momento se negó a informar al Gobierno, encerrándose en el más absoluto mutismo. Estigarribia, por su parte, públicamente hizo conocer su adhesión al convenio por medio de declaraciones a la prensa. “Los puntos jurídicos de la defensa paraguaya están satisfechos – dijo –. El convenio desde el primer momento tuvo mi aceptación. Entiendo que el arreglo entre el Paraguay y Bolivia era muy necesario, siendo sus términos aceptables tanto para el Paraguay como para Bolivia. “Bastó la palabra de Estigarribia para movilizar rápidamente la opinión a favor del Tratado. El Ejército, consultado, dio su opinión favorable. El Gobierno resolvió aprobar el proyecto. La renuncia de Zubizarreta fue aceptada. Estigarribia le reemplazó en la presidencia de la Delegación y Luis A. Riart fue designado en substitución de Arbo, que continuó desempeñando la Legación de Buenos Aires.

SE FIRMA EL TRATADO DE PAZ
El 21 de julio de 1938, en presencia del presidente de la República Argentina doctor Ortiz, se firmó en Buenos Aires el Tratado de Paz, Amistad y Límites entre el Paraguay y Bolivia. Quedaba restablecida la paz entre ambos países. La línea divisoria entre ellos tenía que ser la que determinasen los presidentes, o sus plenipotenciarios, de Argentina, Brasil, Chile, Estados Unidos, Perú y Uruguay, en un arbitraje de equidad, en la zona comprendida entre la línea del 27 de mayo a la contrapropuesta paraguaya del24 de junio, con exclusión del litoral al Norte, y entre el meridiano de 27 de Noviembre, la línea de hitos y el río Pilcomayo hasta Pozo Hondo, al Occidente. A los dos meses tenía que ser expedido el laudo, treinta días después se restablecerían las relaciones diplomáticas y dentro de los noventa días debía cumplirse el laudo en lo principal.
El Paraguay garantizaba el más amplio libre tránsito por su territorio, y especialmente por la zona de Puerto Casado, al Comercio boliviano, reconociendo a Bolivia el derecho de instalar en esa zona agencias aduaneras, depósitos y almacenes. Ambos países se comprometían a negociar directamente la reglamentación de este derecho y los demás convenios económicos y comerciales. Igualmente renunciaban recíprocamente a toda acción y reclamación derivada de las responsabilidades de la guerra, renovaban el compromiso de no agresión y se obligaban a recurrir en lo futuro a procedimientos conciliatorios y arbitrales para la solución de sus eventuales diferencias. El tratado tenía que ser ratificado, dentro de un plazo de veinte días, por un plebiscito nacional en el Paraguay por la Convención Nacional Constituyente en Bolivia. En representación del Paraguay firmaron el Tratado Cecilio Báez, el general Estigarribia, Luis A. Riart y Efraím Cardozo; por Bolivia, Eduardo Díez de Medina y Enrique Finot; firmaron también los representantes de Argentina, Brasil, Estados Unidos, Chile, Perú y Uruguay. El Tratado fue subscrito “bajo los auspicios y garantía moral de los seis Gobiernos mediadores”.

UN PLEBISCITO RATIFICA POR ABRUMADORA MAYORÍA EL TRATADO
En el Paraguay el Tratado fue sometido a un plebiscito popular. El Partido Liberal, de cuya presidencia también se alejó Zubizarreta siendo reemplazado por Jerónimo Riart, aconsejó la aprobación del Tratado. El Partido Colorado se pronunció en contra, lo mismo con la Unión Nacional Revolucionaria, partido del coronel Franco. El Episcopado, en carta pastoral, opinó que los católicos debían votar a favor del Tratado. El general Estigarribia, en vísperas del plebiscito, firmó la siguiente proclama: “Compatriotas: Con la misma resolución, con la misma fe inquebrantable en nuestros destinos, con los mismos sentimientos del más puro patriotismo con los cuales os he convocado en 1932 a empuñar las armas, hoy os invito a depositar vuestros votos a favor del Tratado de Paz”. El plebiscito se efectuó el 10 de agosto, con una concurrencia de ciudadanos como no se recordaba en ningún acto cívico anterior. Aunque el voto era secreto, muchos decidieron hacerlo públicamente. El Ejército presidió el acto y verificó el escrutinio. Sus resultados superaron todas las expectativas. Hubo 135.385 votos a favor de la aprobación del Tratado, 13.204 en contra y 559 en blanco. Ese mismo día, en Bolivia, la Convención Nacional Constituyente aprobaba el Tratado por gran mayoría. Canjeadas las ratificaciones, el Colegio Arbitral quedó constituido el 8 de septiembre con los delegados ente la Conferencia de la Paz investidos del carácter de plenipotenciarios por sus respectivos presidentes. El Colegio Arbitral constituyó una comisión militar que, destacada en el terreno, debía aconsejarle acerca de las posibles soluciones. El 26 de septiembre, la Delegación boliviana presentó su alegato. La Delegación paraguaya, que estaba presidida por el general Estigarribia y que integraban Luis A. Riart y Efraím Cardozo, hizo lo propio el 30 de septiembre, y el 6 de octubre la Comisión militar asesora escindió su informe.

EL LAUDO ARBITRAL
El 10 de octubre de 1938 el Colegio Arbitral dictó su fallo: en el Norte la línea partía de la desembocadura del río Negro en el río Paraguay, seguía el río Negro hasta la intersección del paralelo 19° 49’ 40’’ de latitud Sur, de allí a Cerrito Jara, pasando luego por el cerro Chovoreca, por la intersección del meridiano del fortín Paredes con el paralelo de fortín Rabelo, por Palmar de las Islas, por el cerro Capitán Ustarez, hasta 27 de Noviembre o Gabino Mendoza. En la zona Oeste la línea partía de 27 de Noviembre hasta Villazón, a 15 kilómetros al oeste de Irendagüe, pasaba a 10 kilómetros al oeste de Estrella, para terminar en el río Pilcomayo en el lugar denominado Esmeralda. El Consejo Arbitral, a demanda de la Delegación paraguaya, aclaró que los fortines Patria y Galpón, así como Irendagüe, quedaba dentro de la jurisdicción del Paraguay, de acuerdo con la sentencia arbitral. El 13 de octubre Bolivia informó al Colegio Arbitral que acataba el laudo, y el 20 hizo lo mismo el Paraguay. El 25 de noviembre quedó constituida la Comisión Mixta encargada de la demarcación. El 28 de diciembre tuvo efecto en Villa Montes la solemne entrega y consiguiente toma de posesión de los territorios que por el fallo una de las partes debía entregar a la otra, y el 23 de enero de 1939 la Conferencia de la Paz declaró que había cumplido la misión de su convocatoria y que, en consecuencia, daba por concluidas sus funciones. El pleito del Chaco había terminado.

Fuente: PARAGUAY INDEPENDIENTE. Obra de EFRAÍM CARDOZO. Segunda edición paraguaya. Tapa: Cuadro del pintor paraguayo LUIS TORANZOS. Gentileza de la CASA DE LA INDEPENDENCIA. CARLOS SCHAUMAN EDITOR. Impreso en Talleres Gráficos de. Industrial Gráfica Comuneros S.A.. Asunción – Paraguay, 1988 (401 páginas) - Colaboración de Carlos Chávez - Espacio en Internet: http://paraguay-historia.blogspot.com

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Fiestas y celebraciones tipicas de Chile

Fiestas y Celebraciones
de la Republica de Chile

Fiestas Patrias:

Se celebran durante todo el mes de septiembre, pero especialmente los días 18 y 19, con ramadas, juegos populares y desfiles; entre éstos el más importante es la Parada Militar que se realiza en Santiago, en la elipse del Parque O’Higgins el día 19 de septiembre, Día del Ejército.
En algunas localidades se celebra el llamado “18 chico” el fin de semana siguiente a las Fiestas Patrias; en estas fechas es también tradicional la fiesta de la Pampilla en Coquimbo.

Fiesta de la Vendimia:

Al final de la temporada de cosecha de uvas se reúnen hombres y mujeres vendimiadores en una gran fiesta. En ella se mencionan España y Francia, tanto en los brindis como en las canciones que los acompañan; ello se entiende al relacionarlo con la llegada de las primeras cepas de origen español y los primeros técnicos franceses.

Putre:

Carnaval de Putre: Esta celebración se realiza en los últimos días de febrero, antes de cuaresma. Acuden a ella habitantes aimaras de los poblados altiplánicos. Además de música y comida, hay bailes, máscaras y disfraces que representan la cosmovisión andina.

Codpa:

Fiesta de la vendimia de Codpa: Entre marzo y abril se realiza, en la localidad de Codpa, la fiesta de la vendimia de las uvas con las cuales se elabora el vino pintatani, grueso y frutoso.

Caspana:

Enfloramiento del ganado: Entre enero y marzo, se realiza en todos los corrales familiares del poblado andino de Caspana una particular ceremonia que incluye bailes, cantos y rogativas, en la cual se coloca lana a los animales.

Chiu Chiu:

Via crucis en Chiu Chiu: Entre marzo y abril, para Viernes Santo, se realiza en el pueblo altiplánico de Chiu Chiu un tradicional via crucis español que incorpora elementos criollos haciendo de la celebración un interesante espectáculo.

La Tirana:

Fiesta de la Tirana: Esta fiesta religiosa se lleva a cabo cada 16 de julio en la localidad nortina de La Tirana. La celebración se realiza en honor a la Virgen del Carmen y es una de las más importantes y conocidas del país. Destaca por los bailes, los cantos, la gran cantidad de fieles venidos de todo el país y en especial por las máscaras y disfraces de múltiples colores.

Pica:

Fiesta de Reyes: Se realiza en la localidad de Pica, a 117 km. al sureste de Iquique a 1.300 m. sobre el nivel del mar. Su celebración se extiende a grandes ciudades como Arica e Iquique, en las cuales los adornos navideños de casas y locales comerciales se mantienen hasta dicha fecha.

Aiquina:

Virgen de Guadalupe de Aiquina, 8 de septiembre. Se celebra en el poblado de Aiquina, ubicado a 75 km. al noreste de Calama y a 2.980 m. de altura. La fiesta tiene una duración de cinco días y se inicia tres días antes de la fecha indicada.

San Pedro de Atacama:

Carnaval atacameño: Durante la segunda semana de febrero, tanto en San Pedro de Atacama, como en Chiu Chiu, Caspana y los demás pueblos atacameños de la zona, se celebra un carnaval con disfraces, bailes típicos y degustación de gastronomía y bebidas típicas de la región.

Vallenar:

Fiesta del Roto Chileno: El fin de semana más cercano al 20 de enero se celebra en la quebrada de Pinte, hacia el interior de Vallenar, un festival costumbrista organizado por la junta de vecinos en el que se realizan competencias típicas chilenas.

El Tránsito:

Fiesta huasa de El Tránsito: Durante la segunda semana de febrero el club de huasos de la localidad de El Tránsito realiza una fiesta que consiste en competencias campesinas y espectáculos folclóricos.

San Félix:

Fiesta de la vendimia de San Félix: Durante todo febrero en el pueblo de San Félix, a doscientos kilómetros de Copiapó, en el valle del río El Carmen, se realiza la principal fiesta de la zona, que es organizada por la junta de vecinos. A los bailes en la plaza los fines de semana acuden habitantes de todo el valle y culmina con un festival gastronómico y un concurso de artesanías locales.

San Fernando/Copiapó:

La Candelaria, primer domingo de febrero. Su celebración se efectúa en la localidad de San Fernando, a 4 km. al este de Copiapó. También es venerada en otros puntos del país. La Virgen de la Candelaria se representa con una vela en las manos como símbolo de la purificación de la mujer. Es una de las fiestas más antiguas del norte y reúne a fieles de todo el país y de naciones limítrofes.

Tierra Amarilla:

Fiesta del Toro Pullay: En la localidad de Tierra Amarilla se celebra, a finales de febrero, esta antigua fiesta costumbrista con comparsas por las calles que acompañan a personajes disfrazados que representan el bien y el mal.

Los Choros:

San José Obrero: El santo carpintero es celebrado el 19 de marzo en Los Choros con una fiesta religiosa que cuenta con bailes chinos de la zona y de otras localidades y regiones.

La Serena:

Virgen del Rosario: Con cantos antiguos y tradicionales se manifiesta el 8 de enero en la localidad de Diaguitas, en La Serena, la devoción a la Virgen del Rosario. Una fiesta y una procesión cierran esta celebración.

Salamanca:

Señor de la Tierra: El segundo domingo del mes de enero se celebra en la localidad precordillerana de Cunlagua, cercana a Salamanca, la Fiesta del Señor de la Tierra, la más importante de la comuna y en la cual se pueden apreciar las faenas agrícolas y ganaderas.

Monte Patria:

Festival de Tulahuén: A 45 minutos hacia la cordillera desde Monte Patria se realiza, durante la segunda semana de febrero, una exposición de vinos, quesos y tejidos.

Vicuña:

Fiesta de la vendimia en el Valle del Elqui: Durante todo febrero en Vicuña se celebra la vendimia con bailes, música y actividades campestres. En Paihuano se realizan fiestas típicas, como la pampilla de verano, la noche de estrellas y el Festival de la Voz de la Uva.

Sotaquí:

Fiesta del Niño Dios, 6 de enero. Se celebra en el pueblo de Sotaquí, ubicado a 8 km. de Ovalle. En ella toman parte creyentes chilenos y argentinos. Destacan las hermandades de danzantes ataviados con vistosos trajes de vivos colores y muy adornados.

Combarbalá:

Encuentro artístico de Combarbalá: Durante semana santa en la localidad de Combarbalá, pueblo dedicado a la explotación de la piedra combarbalita, en la Región de Coquimbo, se realiza un encuentro de pintores y escultores nacionales y regionales.

La Ligua:

Tejidos de La Ligua: Cada mes de enero, durante una semana se realiza una feria de los tradicionales tejidos de La Ligua, organizada por la Municipalidad en la Plaza de Armas.

Calle Larga:

Fiesta en Calle Larga: En el mes de enero, en la localidad de Calle Larga se realiza una fiesta en torno a la cosecha del trigo. La actividad se inicia acumulando las gavillas y seleccionando las yeguas. Durante la trilla hay bailes campesinos, competencias, actuación de conjuntos folclóricos y gastronomía típica.

Olmué:

Festival del Huaso de Olmué: A fines de enero se realiza en Olmué este tradicional festival de la canción folclórica, uno de los más importantes del país, organizado por la Municipalidad.

San Bernardo:

Festival de San Bernardo: La última semana de enero tiene lugar el Festival Nacional de Folclor de San Bernardo, la competencia musical más importante en este género. Durante cinco días se presentan grupos nacionales y extranjeros en el anfiteatro de San Bernardo.

Culiprán:

Festival del choclo cabello rubio: Esta festividad que se realiza durante febrero en la localidad de Culiprán, famosa por su producción de choclos, reúne a las familias de los campesinos para la compra de productos agrícolas. Este es uno de los eventos más importantes de la zona para los agricultores de la comuna de Melipilla.

Los Andes:

Fiesta huasa y trilla a yeguas: En la primera semana de febrero, en San Esteban, Los Andes, se realiza un festival folclórico que se festeja con trilla de yeguas, carreras a la chilena y otras competencias campesinas, además de comidas típicas. Gran cantidad de público se reune en el Parque Municipal La Hermita.

Limache:

Virgen de las Cuarenta Horas: En el último domingo de febrero, gran cantidad de fieles se dirige a la parroquia Santa Cruz de Limache, donde, durante cuarenta horas, se celebra esta fiesta religiosa en honor a la virgen.

Casablanca:

Encuentro Nacional de Payadores: A mediados de marzo, durante dos días, se celebra en Casablanca, un encuentro nacional de payadores, al cual acuden cultores y estudiosos de esta expresión folclórica de todo el país.

Virgen de Lo Vásquez:

Virgen de Lo Vásquez, 8 de diciembre. Esta festividad se realiza en el Santuario de Lo Vásquez, a 32 km. de Valparaíso. Es la más significativa de las fiestas de V Región. Gran cantidad de peregrinos llegan a ella a pagar sus mandas.

San Felipe:

Fiesta de la vendimia en San Felipe: Con motivo de la vendimia, durante marzo se desarrolla en San Felipe una fiesta tradicional con actividades culturales y folclore, en la que participa un numeroso público.

Zona Central:

Fiesta de Cuasimodo: La fiesta de Cuasimodo, que se celebra entre marzo y abril, adquiere gran colorido y masividad en las localidades de Lo Abarca, Cuncumén, Lo Barnechea, Llay Llay, Casablanca, Maipú, Talagante, Conchalí e Isla de Maipo. En esta celebración religiosa callejera, que se realiza el domingo siguiente a la Pascua de Resurrección, el sacerdote lleva la comunión a los enfermos, acompañado por huasos en carros, caballos y bicicletas, adornados con flores, papeles, banderas chilenas y otras estampas.

San Clemente:

Encuentro chileno-argentino: Durante la primera quincena de enero se realiza el Encuentro chileno-argentino en el límite fronterizo Paso Pehuenche, en San Clemente. Se trata de un evento organizado por las municipalidades de ambos lados de la cordillera (San Clemente en Chile y Malargue en Argentina). Incluye música folclórica, bailes y competencias deportivas.

Cauquenes:

Fiesta de San Sebastián: Entre el 15 y el 21 de enero se celebra en Colbún la Fiesta de San Sebastián, en la que fieles y devotos peregrinan durante una semana para pagar favores y mandas al santo en la localidad de Panimávida. El 20 de enero se celebra al mismo santo en una peregrinación hasta Pelluhue, en Cauquenes.

Cachivo:

San Sebastián de Cachivo: El 20 de enero y el 20 de marzo, en Cachivo, camino a Las Lomas, se celebra a San Sebastián con una fiesta de gran colorido en la que intervienen gran cantidad de tradiciones locales. Miles de personas llegan a pagar sus mandas hasta el santuario, ya sea caminando, en carretelas o a caballo.

Pelluhue:

Festival de la Trilla: La última semana de enero, en el gimnasio municipal de Pelluhue, se celebra un festival de la canción con la participación de destacados folcloristas nacionales. Se trata de un certamen competitivo de gran nivel y trayectoria.

Quiñipeumo:

Festival de la Sandía: La última semana de enero se realiza en el pueblo de Quiñipeumo, Maule, este festival que reúne a agricultores y campesinos en torno al folclor. Juegos criollos, competencias deportivas y musicales, además de la elección de reina, forman parte de la celebración.

Pelluhue:

Trillas a yegua suelta en Pelluhue: A fines de enero y principios de febrero en la localidad de Pelluhue se realiza la trilla a yegua suelta con encuentros campesinos costumbristas, amenizados por grupos folclóricos y cantores populares. El dueño de casa, con apoyo de la municipalidad, ofrece comida y tragos típicos.

Amerillo:

Carnaval del agua: A fines de enero e inicios de febrero, en la localidad de Amerillo, por la ruta internacional El Pehuenche, se realiza una fiesta tradicional que incluye elección de reina, juegos criollos y un espectáculo artístico bailable.

Licantén:

Rodeo oficial de Licantén: El rodeo de Licantén, que se celebra la primera semana de febrero es el más importante del sector. De él salen representantes para la competencia nacional y regional. Hay demostraciones de riendas y amansaduras.

Linares:

Feria internacional de artesanía de Linares: Durante la segunda quincena de febrero se realiza en Linares una feria de artesanía que reúne exponentes seleccionados de la artesanía tradicional de diferentes países.

Coihueco:

Coihueco y sus raíces criollas: Durante la primera quincena de enero se realiza en Coihueco, Chillán, una fiesta de tres días para mostrar la música, el baile, la gastronomía y las actividades campesinas tradicionales de la zona. El evento se realiza en un escenario flotante en el embalse de Coihueco.

Yumbel:

San Sebastián de Yumbel: El 20 de enero y el 20 de marzo se celebra a San Sebastián en Yumbel. Miles de peregrinos, que recorren largas distancias caminando, e incluso de rodillas, llegan de todo el país a rezar y a pagar sus mandas a la iglesia parroquial, donde se encuentra la imagen del santo, en una muestra impresionante de devoción religiosa popular.

Santa Cruz:

Fiesta de la vendimia en Santa Cruz: Con motivo de la vendimia, durante marzo se desarrolla en Santa Cruz una fiesta tradicional con actividades culturales y folclore, en la que participa un numeroso público.

San Ignacio:

Rodeo oficial de San Ignacio: El primer fin de semana de febrero, en la medialuna de San Ignacio, se realiza un rodeo de alto nivel, que cuenta con la participación de destacadas colleras a nivel regional y nacional. Es organizado por el Club de Huasos Rodeo Chileno.

Yungay:

Fiesta de la Candelaria en Yungay: En la capilla de Yungay, a 69 kilómetros de Chillán, se celebra el 2 de febrero una misa en honor a la Virgen de la Candelaria, en la que se bendice la imagen de la divinidad. En la cercana localidad de Pangal del Bajo se realiza una fiesta criolla con ramadas, vinos y comidas típicas.

Tirúa:

Feria costumbrista de Tirúa: En la comuna de Tirúa se realiza, durante la primera quincena de febrero, una feria costumbrista con actividades culturales, muestra de artesanías, productos agrícolas y degustación de comidas típicas.

Puerto Saavedra:

Fiesta de San Sebastián en Puerto Saavedra: El 20 de enero se celebra en la localidad de Puerto Saavedra una fiesta religiosa en honor a San Sebastián con abundante comercio.

Carahue:

Semana de Trovolhue: La cuarta semana de enero se celebra la semana de Trovolhue, en la localidad cercana a Carahue. La celebración incluye gastronomía, folclor y recreación.

Villarrica:

Muestra mapuche de Villarrica: Durante el verano se realiza una exposición en la feria mapuche de Villarrica. Allí se pueden encontrar trabajos de importantes artesanos, además de la reproducción a escala real de una ruca construida en totora y junquillo.

Futrono:

Nguillatún en Futrono: En la localidad de Futrono, a orillas del Lago Ranco, en la Región de los Lagos, desde el 12 hasta el 14 de febrero se realiza un nguillatún mapuche. Se trata de un ritual colectivo de acción de gracias y petición por las cosechas y el bienestar de la comunidad.

Niebla:

Encuentro costumbrista de la Costa: A 20 minutos de Valdivia, en Niebla, se realiza durante la segunda y la tercera semana de febrero un encuentro cultural, costumbrista y gastronómico en el cual se venden comidas típicas y artesanía.

Frutillar:

Exposición de artesanía local de Frutillar: Entre el 15 de enero y el 15 de febrero se realiza en el Colegio Bernardo Phillippi de Frutillar una muestra de artesanía local organizada por la Municipalidad.

Frutillar:

Fiesta criolla de los colonos en Frutillar: El primer domingo de febrero tiene lugar en la Colonia La Radio, en Frutillar, una festividad que incluye carreras a la chilena, juegos criollos, cabalgatas, paseos en carretón y espectáculos folclóricos. Hay un gran despliegue de comidas típicas: asados al palo de cerdo, de cordero y de vacuno, anticuchos, cazuelas, curanto, empanadas, sopaipillas, pastel de choclo, tortillas, kuchen, tortas, mote con huesillos, entre otras cosas.

Carelmapu:

Fiesta de la Candelaria en Carelmapu: El 2 de febrero se realiza, en honor a la Virgen de la Candelaria, una peregrinación de feligreses en la localidad de Carelmapu. Llegan allí gran cantidad de embarcaciones engalanadas, provenientes de la Isla de Chiloé. La celebración dura un día entero.

Caulín:

Festival santuario de las aves Caulín: Durante todos los fines de semana del verano, en la localidad de Caulín, a 9 kilómetros del Canal de Chacao, se lleva a cabo una fiesta costumbrista incorporada dentro de las actividades turísticas de Ancud que incluye artesanía, folclor y gastronomía.

Castro:

Fiesta tradicional de Nercón: Gastronomía, folclor y faenas tradicionales forman parte de la fiesta campesina que el 5 de febrero tiene lugar en Nercón, a pocos minutos de Castro. Al otro dia la celebración se repite en La Estancia, a 5 kilómetros de Castro.

Llau Llau:

Maja chilota: El 13 de febrero en la localidad chilota de Llau Llau, se realizan faenas tradicionales y una fiesta campesina para la elaboración y degustación de la chicha de manzana.

Quemchi:

Festivales costumbristas chilotes: A mediados de febrero, durante el fin de semana, en la localidad de Quemchi, a 60 kilómetros de Ancud, se organiza un festival musical que incluye gastronomía y artesania. En tanto, el tercer fin de semana del mes se realiza en el Parque Municipal de Castro el Festival Costumbrista Chilote, que incluye muestra cultural, folclor, faenas típicas, artesanía, gastronomía, y exposición de las distintas variedades de papas nativas. En Puerto Natales todos los años, en febrero, el Centro Hijos de Chiloé, que agrupa a inmigrantes de la isla, organiza un encuentro musical que busca preservar las costumbres chilotas.

Punta Arenas:

Ganado de Punta Arenas: La primera semana de febrero, durante tres días se realiza la Feria Ganadera Expogama en Punta Arenas, organizada por la Asociación de Ganaderos de Magallanes. Incluye exposición de ganado y gastronomía local.

banderas y escudos de Chile

banderas y escudos de Chile

cuatro siglos de uniformes en chile

Batallas y combates en la Historia de Chile

1485:
Batalla del río Maule: Los mapuches detienen el avance de los incas que lleguen en su dominación hasta las márgenes del río Maule. Tal acción hace que los habitantes del sur del Maule sean conocidos por los incas como "poromaucas, palabra que se españolizó como promaucaes. Existe una duda razonable sobre la fecha, que bien podría ser hacia 1520.

Septiembre 1536:

Batalla de Reinohuelén: Combate librado en 1536 entre conquistadores españoles al mando de Gómez de Alvarado y guerreros mapuches, en la confluencia de los ríos Ñuble e Itata, en Chile.
Enero 1541:
Combate del Mapocho: Don Pedro de Valdivia se puso en contacto con el cacique Vitacura, principal representante de los incas en estas tierras, manifestándole la intención de levantar una ciudad en la isla del cerro Huelen. El consentimiento de Vitacura provocó la indignación del cacique Michimalonco.

Enero 1541:

Escaramuzas en Aconcagua: Diversos enfrentamientos contra las fuerzas de Michimalonco, quien tendió variadas emboscadas a los expedicionarios y lo mismo hicieron Catiputo, Tanjalongo y otros caciques subalternos.
Mayo 1541:
Conquista de la fortaleza de Paidahuén: Pedro de Valdivia se dirige contra Michimalonco, Como rescate para recuperar la libertad, este ofrece los lavaderos de oro de Marga-Marga.
Agosto 1541:
Desastre de Con Con: Los caciques Trangolonco y Chigalmanga, queman un bergantín en construcción en la desembocadura del Estero Marga-Marga, matan a los españoles, negros e indios peruanos, escapando sólo Gonzalo de los Ríos con un esclavo negro.. Se desata un levantamiento general que comprende los valles de Aconcagua y Cachapoal.

11 de Septiembre 1541:

Destrucción de Santiago: Michimalonco, como caudillo (toqui) general de los indios de la comarca, encabezó contra la recién fundada ciudad de Santiago del Nuevo Extremo, un asalto el 11 de septiembre de 1541 que terminó en fracaso, merced a la sostenida resistencia de los españoles que guarnecían la plaza. En la defensa de la ciudad, se señaló particularmente doña Inés de Suárez que no dudó en dar muerte a Quilicanta y a siete caciques picunches entre los que se contaba el Cacique Apoquindo, prisioneros de los españoles que el ejército indígena pugnaba por libertar. De lo desigual del combate da fe la desproporción en el número de los combatientes, que fue de unos 10.000, por parte de los picunches, y de 55 soldados, más 5.000 yanaconas auxiliares, por los españoles.
Febrero 1544:
Combates en el Cachapoal y en el Maipo: Hasta esta fecha, Valdivia no había podido reconocer su gobernación más allá del Cachapoal, y su dominio efectivo sólo abarcaba los alrededores de Santiago, y con menor seguridad, el valle de Quillota. Con los refuerzos que le trajo Monroy, resolvió extenderlo hasta el sur sin trazarse límites y hacia el norte, hasta La Serena.

Agosto 1544:

Combate en el Limari: Pero Gómez se había encaminado al valle de Aconcagua con el propósito de someter a los indios radicados en él. Michimalongo lo obligó a retroceder hasta Santiago y el gobernador tuvo que dirigirse personalmente contra el célebre cacique.

20 de Febrero 1546:

Combate de Quilacura: Fue una batalla en la guerra de Arauco, combate nocturno, a cuatro leguas del Río Biobío, entre la expedición española de Pedro de Valdivia y una fuerza de guerreros mapuches, liderada por el toqui Malloquete. En este enfrentamiento fue capturado un mozalbete llamado Lautaro.

11 de Enero 1549:

Destrucción de La Serena: Cuando recién comenzaba a cimentar su historia, una sublevación de los indígenas provoca la muerte a casi todos los españoles (escapando, al parecer sólo un sobreviviente llamado Juan Cisternas), destruyendo e incendiando el poblado como represalia del mal trato recibido por los diaguitas de parte de los conquistadores españoles.

24 de Enero 1550:

Expedición a Arauco: Iba a empezar la guerra de Arauco. Cuarenta mil guerreros mapuches van a luchar durante tres siglos por el predominio y la supervivencia contra el invasor español y sus descendientes y contra los antiguos señores del suelo los representantes del pueblo chincha-chileno ahora aliado del nuevo invasor.

22 de Febrero 1550:

Combate de Andalién: Pedro de Valdivia, en su avance al sur, desea fundar una ciudad en la zona de Penco. En su intento es detenido por los mapuches y después de duro combate, los derrota. El ataque ocurrió en la noche y sólo se alcanzó la victoria una vez dejar los caballos y pelear aquí en lucha cuerpo a cuerpo.
12 de Marzo 1550:
Batalla de Penco: Fue una batalla entre 60.000 Mapuches bajo comando de su toqui Ainavillo con sus aliados de Arauco y de Tucapel y contra 200 españoles de Pedro de Valdivia con una gran cantidad de Yanaconas incluyendo 300 auxiliares de Mapochoes bsjo ordenes de su líder Michimalonco que defendía la fortaleza recosntruida en Penco.

14 Diciembre 1553:

Combate de Purén: Los indios se dieron cuenta del debilitamiento de los españoles y que, a pesar de su disimulo, no sabían ocultar su contento ante la proximidad de la venganza. La forma como se desarrolló la rebelión, manifiesta que venía preparándose desde hacía tiempo, pero los detalles nos son desconocidos.

25 de Diciembre 1553:

Batalla de Tucapel: Pedro de Valdivia muere a los 51 años, el conquistador español y sus soldados son derrotados y todos muertos por las huestes araucanas de Lautaro.
26 de Diciembre 1553:.
Los 14 de la Fama: Se conoce con este nombre al grupo de trece soldados españoles más su capitán, Juan Gómez de Almagro, que sostuvieron una dura resistencia en la cordillera de Nahuelbuta al ataque del fuerte San Diego de Tucapel en Cañete, provincia de Arauco por el toqui Lautaro y sus huestes.

26 de Febrero 1554:

Batalla de Marihueñu: Victoria mapuche bajo el mando de Lautaro. El sur de Chile queda en manos de los mapuches. Los españoles abandonan la ciudad de Concepción.
27 de Febrero 1554:
Destrucción de Concepción: Luego de la derrota de Marihueno, el espanto y la desazón se apoderaron de los habitantes de Concepción que sólo atinaron a huir. Los caminos que conducían a Santiago, comenzaron a llenarse de la gente que escapaba en medio de una confusión indescriptible.
02 de Noviembre 1555:
Expedición de Villagra y Defensa de La Imperial: Pedro de Villagra, que había quedado en La Imperial con 150 hombres empezó por fortificar y pertrechar la ciudad. La rodeó de fosos y de parapetos, y distribuyó la, gente en cuadrillas, cada una Con su caudillo y con la orden precisa de lo que debía hacer en caso de asalto. Pero los indios, distraídos con el triunfo de Marigüeñu o no sintiéndose capaces de atacar a los españoles dentro de la ciudad, no la asaltaron ni establecieron un sitio en regla.
12 de Diciembre 1555:
Segundo ataque a Concepción: A pesar de la mortandad, Lautaro pudo reunir un ejército que, po¬siblemente, fluctuaba alrededor de unos 4.000 mapuches, y atacó a Los Confines (Angol). Los españoles huyeron a La Imperial sin intentar si¬quiera la resistencia. Inmediatamente, el generalísimo mapuche dirigió su ejército sobre Concepción.
14 de Noviembre 1556:
Acción de Mataquito: Lautaro, habiendo cruzado el Maule, acampa en Mataquito. Diego Cano, enviado por el cabildo de Santiago sostiene contra él y es derrotado.

01 de Abril 1557:

Muere el cacique Lautaro en el combate de Peteroa. El y sus hombres fueron atacados por sorpresa en el pucará de Petorca.
09 de Agosto 1557:
Ataque al Fuerte San Luis: Tras la victoria de Peteroa, los españoles procedieron a levantar un fuerte que llamaron San Luis el que estuvo mandado por don Garcia Hurtado de Mendoza en las cercanías de la destruida Concepción, es decir donde hoy se levanta el puerto de Talcahuano. Ahí fueron atacados por tres escuadrones araucanos que estaban al mando de los toqui Grecolano, Petegolen y Tucapel.

08 de Noviembre 1557:

Batalla de Lagunillas: Fue la primera batalla en que las tropas del virrey Andrés Hurtado de Mendoza libraron contra los araucanos del cacique Caupolicán..En este enfrentamiento fue tomado prisionero el caudillo Galvarino, que, como castigo, sufrió la amputación de ambas manos.

30 de Noviembre 1557:

Batalla de Millarapue. El caudillo mapuche Caupolicán es derrotado por los españoles. Galvarino cae nuevamente prisionero y es ahorcado. Las fuerzas realistas acamparon en Millarapue, al interior de la Araucanía el 29 de noviembre. Los mapuches al mando de Caupolicán intentaron un ataque en la alborada del 30 de noviembre, por sorpresa al campamento enemigo. El número de atacantes era de 3.000 a 10.000 al frente de ellos venía Galvarino, que se mostraba con sus dos brazos cortados azuzando las pasiones de sus camaradas.
20 de Enero 1558:
Batalla de Cayucupil: Aquella mañana del 20 de enero lentamente ingresaban al desfiladero de Cayucupil o Quebrada de Puren llevando grandes cantidades de pertrechos. Cuando se hallaban a mitad de la Quebrada de Puren fueron atacados por cientos de mapuches que desde una altura superior arrojaban descumunales piedras y cuanto objeto ofensivo encontraban, causando numerosas bajas.

05 de Febrero 1558:

Sitio y Batalla del Fuerte de Cañete: Cañete fue rodeado y sitiado por más de 15.000 mapuches que establecieron un sitio al fuerte. La idea de Caupolicán era dejar morir de hambre a los sitiados. Andresillo abrió las puertas del fuerte y se introdujó una masa de mapuches en forma silenciosa, cuando ya casi estaban todos al interior del fuerte fueron recibidos por descargas de fusilería en forma alternada que dejaron una gran mortandad entre los atacantes que fugaron en desbandada.

13 de Diciembre 1558:

Batalla de Quiapo: Unos mil quinientos mapuches al mando del cacique Petegolen se dieron a la tarea de levantar un fuerte en los llanos de Quiapo ubicado en las cercanías de la Ensenada del Carnero, al norte de Lebu y muy próximo de donde los españoles tenían levantado un formidable recinto militar desde el cual como punta de lanza clavado en el pecho de los mapuche apoyaban las incursiones que en forma continua realizaban a las tribus para desalentarlos.

30 de Diciembre 1558:

Batalla del Fuerte de Arauco: La brillante victoria conseguida en Lincoya gracias a las especiales condiciones de estratega que tenía el toqui Petegolen, digno émulo de Lautaro, lo entusiasmaron para seguir en la lucha levantando un fuerte frente al de los españoles. Mas estos con la trágica experiencia de Lincoya, no hicieron movimiento bélico alguno y aceptaron con resignación la provocación de los indios. Hasta que un dia cansados de ser insultados desafiaron a los aborígenes a una batalla de caballería a muerte. En una planicie situada entre ambas fuerzas se libraría la primera batalla de caballería entre peninsulares y araucanos.

16 de Enero 1563:

Batalla Del Fuerte Lincoya: Un grupo de batidores exploró el terreno y comprobó que la fortificación mapuche adolecía de un grave defecto que facilitaba un ataque de caballería. Además que al ser de madera sería fácil incendiarla. Participó la artillería que con su cañoneo causo un incendio y bajas entre los indios. Tras el ablandamiento que fue brutal entró en acción la caballería al mando de don Pedro de Villagra.

Enero 1563:

Derrota de Catiray o Mareguano: Don Pedro de Villagra al llegar a Catiray fueron interceptados por una numerosa guerrilla araucana, trabándose en un sangrienta lucha donde los españoles perdieron 42 hombres debiendo emprender la retirada en franca derrota hacia el fuerte de Arauco llevando varios heridos.
24 de Enero 1563:
Asalto de Angol: Ese día llegó la primera a la vista de Angol. Avendaño, que mandaba en la Ciudad, dejó en ella a los soldados más heridos para que la defendieran de la más pequeña de las dos columnas que la amagaban.
03 de Febrero 1563:
Asalto a la Plaza de Arauco: Los mapuches se presentaron frente a Arauco. Pedro de Villagrá intentó repetir la defensa de La Imperial en 1554, dando golpes contundentes a los asaltantes. El y sus capitanes los derrotaron repetidas veces, pero al día siguiente amanecían más cerca de las murallas y más numerosos.
15 de Abril 1563:
Segundo Sitio de Arauco: Terminada la recolección de las cosechas, los mapuches se presentaron delante de Arauco en abril de 1563. Esta vez venían preparados para poner en la plaza un sitio en regla.

22 de Enero 1564:

Combate del pucará de Lebotacal: Los mapuches construyeron un pucará en Lebotacala a algunos kilómetros de Concepción. Luego de un breve combate logró desbaratarlo, pero fue informado de una concentración de 3.000 indios comarcanos al mando de un cacique de nombre Loble que estaba casi a las puertas de Concepción.

24 de Enero 1564:

Combate de Angol: Los mapuches, entusiasmados con la alianza de los indios de la zona comprendida entre Itata y el Maule, resolvieron destruir a Angol antes de iniciar el sitio de Concepción.
Febrero 1564:
Cerco de Concepción: Los caciques Millalelmu y Loble establecieron el cerco al fuerte de Concepción, encerrando a Villagra y toda la población en las empalizadas. El sitio duró alrededor de dos meses de continuas escaramuzas.
17 de Febrero 1565:
Segunda Combate de Reinohuelen: En el mismo lugar donde 29 años antes las fuerzas promaucaes (indios que Vivian al norte del Biobio) pero igualmente buenos guerreros que rechazaron la avanzada enviada por don Diego de Almagro al mando de Gómez de Alvarado en 1536 impidiéndole seguir al sur. Tres décadas después a mediados de febrero de 1565 una columna compuesta por 152 hombres de caballería y 700 indios amigos al mando de don Pedro de Villagra y de don Pedro Fernández de Córdova atacaron un fuerte que tenían los indios promaucaes.
19 de Febrero 1565:
Combate de Tolmillan: Dos días después de la batalla de Reinohuelen llegaba a marcha forzada el cacique Loble que venía a socorrer a sus compañeros que combatían en Reinohuelen, ignorando que estos habían sido derrotados y que los españoles le tenían tendida una emboscada en las cercanías del actual pueblo de Tormillan.
Marzo 1567:
Ataque al pucara de Cañete: Los indios habían construido un pucará en los cerros vecinos a Cañete, y el general comprendía que una rebelión se aproximaba. Sin consultar a la Audiencia, resolvió destruirlo antes que la concentración de los indígenas hiciera el asalto más difícil.
07 de Enero 1569:
2da Batalla de Catiray o Mareguano: En esta segunda contienda librada en este punto de la cordillera oriental de Nahuelbuta entre 220 soldados españoles y 600 yanaconas al mando del gobernador Melchor Bravo de Saravia, contra dos mil indios al mando de los caciques Lonconaval y Millalemo que unieron sus fuerzas para enfrentar al invasor.
Septiembre 1570:
Derrota de Purén: A toda prisa se dirigian 200 soldados españoles al mando de don Miguel Avendaño de Velasco a socorrer a los castellanos amenazados por los mapuches de ser arrollados en cualquier momento en Angol. No se habían alejado mucho del río Puren cuando fueron atacados por un batallón al mando del cacique Pailacar, que entró violentamente en batalla, poniendo en serios aprietos a los conquistadores.
08 de Marzo 1577:
Primera Campaña de Quiroga: El plan de pacificación que se iba a poner en práctica era obra del virrey del Perú, y Quiroga lo había aceptado con entusiasmo. Consistía en una enérgica campaña a través de Arauco, llevando el ejército concentrado. Se tomaría prisioneros a los indios más belicosos; se ejecutaría a uno que otro cabecilla, y los demás serían "trasladados a la provincia de Coquimbo, desgobernándolos.
27 de Noviembre 1578:
Segunda Campaña de Quiroga: A pesar de la extraordinaria crudeza del invierno de 1578, las hostilidades de los indígenas no cesaron. Amagaban el campamento en canoas y caían sobre los caballos durante el pastoreo y sobre los grupos que iban al campo a recoger comida.
20 de Diciembre 1584:
Campaña de Sotomayor: Estas fuerzas hicieron algunas campeadas sin importancia, que ni siquiera merecerían mencionarse, a no mediar la trampa en que estuvo a punto de perecer Bernal de! Mercado.
10 de Enero 1597:
Campaña de Oñez de Loyola: El nuevo mandatario se encontró imposibilitado para reabrir la campaña de Arauco. Logró, sin embargo, enviar al sur unos doscientos arcabuceros, al mando de su hermano Luis y dé Lorenzo Bernal del Mercado.

23 de Diciembre 1598:

Batalla de Curalaba: Esta batalla se convirtió en el inicio efectivo de la Rebelión Mapuche de 1598 que terminó finalmente con todas las ciudades al sur del río Biobío, excepto Concepción.
22 de Enero 1599:
Rebelión General del pueblo Mapuche: La sublevación se propagó con la rapidez del fuego que ha hecho por largo tiempo su camino subterráneo. El espíritu de rebeldía asomó casi instantáneamente desde el Maule hasta Osorno. Los españoles se encontraron pronto encerrados en las ciudades y fuertes, sin poder auxiliarse unos a otros.
06 de Abril 1599:
Batalla de Quilacoya: En Quilacoya junto al río Biobio pelentaro fue interceptado por las fuerzas españolas del recién designado gobernador don Pedro de Vizcarra, quien cayó por sorpresa sobre los mapuches, propinándole una contundente derrota.
09 de Octubre 1599:
Ataque a Chillán: Chillán fue atacada resultando muertos 4 españoles y llevándose los indios 30 mujeres y niños. La cifra total de muertos ascendía ya a 200 españoles, siete ciudades arrasadas, sitiadas o despobladas.
26 de Noviembre 1599:
Asalto de Valdivia: La derrota sufrida en Quilacoya no amilanó al cacique Pelantaro y decidió rehabilitarse y vengarse de esa derrota. Para ello cambio su estrategia en noventa grados, decidiendo no atacar Concepción y dirigir su accionar hacia Valdivia que por mucho tiempo vivía en paz. Pelantaro planificó el ataque a esta última ciudad con toda calma, sin dejar pasar un solo detalle, al igual como lo hubiera hecho el mas sagaz estratega moderno.
Noviembre 1601:
Muerte del coronel Francisco del Campo: El coronel resolvió trasladarse a Castro con todos los pobladores. Se dirigió personalmente con 60 soldados a la isla, a disponer los auxilios y las comidas "para llevar tantas mujeres, niños y trastes de casas y haciendas como tenían, y llegando a la primera bahía se alojó y repartió la gente a buscar algunas piraguas en que pasar aquel brazo de mar", quedando él con muy pocos soldados.
07 de Febrero 1602:
Destrucción de la ciudad de Villarrica: Los defensores de Villarrica al mando del capitán Rodrigo de Bastidas decidieron vender cara su existencia, cuando supieron que los indios lanzarían el ataque final antes que llegaran los refuerzos españoles. Los heroicos defensores resistieron los primeros ataques indígenas y lo harían hasta la muerte.
Enero 1603:
Campaña de 1603: En la campaña del verano de 1602: se construyó diversos fuertes en las márgenes del Biobío, en lugares bien escogidos y dispuestos en forma de poderlos socorrer. En la misma temporada procuró afianzar el dominio español, al norte de ese río, con numerosas expediciones; de suerte que al llegar el gobernador a Santiago, en junio de 1602, ya se consideraba definitivamente salvada esta parte del territorio.
Febrero 1603:
Asalto del Fuerte Santa Fe: Cuando llegó el momento de destruir el odiado fuerte de Santa Fe una noche silenciosamente lo indios se aproximaron al fuerte, pero fueron descubierto por un centinela que dio la alarma. Desde ese instante la batalla fue general, los mapuches fueron rechazados, pero volvieron con mas furia emprendiendo un sangriento asalto que resultó estéril. Mas toda la noche pujaron por ingresar y fueron rechazados. Comprendieron entonces que había que someter al fuerte a un durísimo sitio. Así se hizo y una hambruna que tuvo a muy mal traer a los sitiados.
Diciembre 1603:
Batalla Ciénagas De Lumaco: Después de sembrar el terror en las tribus retornó Alonso de Ribera al norte, siendo interceptado en un lugar cenagoso en Lumaco, donde los indios le presentaron un plan estratégico enseñado por Lautaro con excelentes resultados. Este consistía en internarse en el pantano donde la caballería no podía llegar porque se hundía en el barro. Pero olvidaron que el Gobernador Ribera era experto en el arte de la guerra, ordenando entonces que los yanaconas cubrieran con totora el camino y mandó la infantería, que con sus arcabuces dejó la mortandad.

Enero 1604:

Campaña de 1604 y 1605: En su penúltima campaña, la de la primavera de 1603 y verano de 1604, Ribera fundó un nuevo fuerte en el vado de Chepe, a la desembocadura del Biobío, que bautizó con el nombre de San Pedro de la Paz; y el 24 de diciembre fundó otro que denominó Nacimiento.
Diciembre 1605:
Campaña de 1606: García Ramón abrió su primera campaña en la primavera de 1605. Habla partido de Santiago el 6 de diciembre al frente de mil doscientos hombres, enterados con el contingente de España y los militares de los términos de la capital. En el sur le aguardaba otro ejército vecino a mil hombres, distribuidos en los fuertes. En Concepción recibió el socorro remitido por el virrey del Perú, con el cual pagó sus cuentas y atendió a los primeros gastos de la campaña.
Marzo 1606:
Desastre de Angol: Núñez de Pineda tenía orden de sacar de los fuertes hasta trescientos soldados, si los refuerzos de México no llegaban; pero temió debilitar mucho las guarniciones y se limitó a retirar ciento cuarenta y tres, para enterar doscientos.
Septiembre 1606:
Batalla de Boroa o de Palo Seco: La batalla se produjo cuando una guarnición española al mando del capitán Juan Rodulfo Lísperguer fue emboscada al salir del fuerte por entre 3.000 a 6.000 guerreros mapuches ocultos en los bosques ceranos muriendo todos los hispanos.
Febrero 1608:
Campaña de 1608: En las correrías del verano de 1608, García Ramón había contado con el recurso de unas mil lanzas amigas y había devastado los campos de los enemigos hasta reducirlos por la miseria a venir de paz y a establecerse en las inmediaciones de los fuertes, sin traspasar el radio de acción de estos establecimientos.
Diciembre 1610:
La Guerra defensiva de Luis de Valdivia: El padre Valdivia llegó al Callao a mediados de 1611, trayendo los despachos del gobernador para Alonso de Ribera y la real cédula de 8 de diciembre de 1610, que dejaba al criterio del virrey del Perú ensayar por tres a cuatro años la guerra defenslva.
1621:
Campaña Militar de Osores de Ulloa: Osores de Ulloa empezó por restablecer la disciplina en el ejército condenando a muerte a los desertores que logró capturar, y expurgando la oficialidad. Cuando creyó estar preparado, pasando por sobre las órdenes del rey dispuso una expedición, cuyo mando confió al maestre de campo Núñez de Pineda, a las ciénagas de Purén.
24 de Enero 1626:
Cesación de la guerra defensiva: En efecto, el 24 de enero de 1626, recibía Fernández de Córdoba una real cédula expedida en Madrid el 13 de abril de 1625, por la cual Felipe IV ordenaba reanudar la guerra con los mapuches y someter a esclavitud a los prisioneros.
1627:
Contraofensiva mapuche dirigida por Lientur: Como era de esperarlo, la contraofensiva araucana no tardó en de­sencadenarse. La dirigió un indio llamado Lientur, que hasta ese momento habla peleado como amigo en el campo español.
15 de Mayo 1629:
Desastre de Las Cangrejeras: Lientur jefe militar mapuche que luchó en la Guerra de Arauco. Su mayor victoria fue la Batalla de las Cangrejeras. Su actividad bélica concluyó cuando llevó a que los españoles firmaran paces temporales con la nación mapuche en el Parlamento de Quillín.
14 de Mayo 1630:
Sorpresa de Los Robles: Lazo de la Vega logró reclutar unos 150 españoles voluntarios en Santiago que pensaba sumarlos a los ya 1.600 soldados acantonados en el sur. Su idea era internarse en el mismo corazón de Arauco y dar una batalla armagedónica a los mapuches para terminar de una vez por todas con la guerra. El pánico general cundió cuando la población supo de las osadas intenciones del gobernador y el Cabildo le rogó que desisitiese de hacer ese tipo de guerra, pero fue inútil, Lazo de la Vega quería esa batalla decisiva.
13 de Enero 1631:
Batalla de La Albarrada: Lazo de la Vega salió del fuerte y eligiendo cuidadosamente el terreno fue a tender su línea de batalla en Petaco. La acción se inició con una carga de un escuadrón de indígenas que fueron contenidos con fusileros alternados protegidos por lanceros. Una vigorosa carga de caballería fue contenida por los escuadrones mapuches y el combate por unos instantes se tornó indeciso.
1632:
Campañas militares de 1631-1632-1633-1634: A la salida del invierno de 1631 las armas españolas habían tenido algunos éxitos locales de cierta importancia. Los indios auxiliares dieron muerte en el valle de Elicura a Quempuante.
06 de Enero 1641:
Parlamento de Quillin: El gobernador de Chile, Francisco López de Zúñiga, se reúnen en el llano de Quilín con los mapuches para firmar los acuerdos que reconocían la independencia de los indios, la devolución de cautivos españoles, el permiso para evangelizar el territorio indígena y sellar una alianza contra los enemigos del exterior. En favor de los mapuches se pactan la despoblación de Angol y la vuelta de la frontera a la línea del Biobío.
Enero 1651:
Las paces de Boroa: Acuña Y Cabrera, como la mayoría de sus predecesores, no tenia siquiera idea de los problemas que le aguardaban en su gobierno, y, a diferencia de ellos, tampoco era capaz de formársela.
14 de Febrero 1654:
Batalla de Río Bueno: Casi medio siglo de relativa calma vivieron los conquistadores, cuando en 1654 el ambicioso gobernador Antonio de Acuña y Cabrera envió a su cuñado, el maestre de campo don Juan Salazar con una fuerza de 900 españoles y 3.000 yanaconas atacaron al sur del río Bueno donde fueron rechazados por los huilliches, que los obligaron a repasar el citado río donde hicieron un puente de balsas para cruzarlo hacia el norte.
14 de Enero 1656:
Campaña mapuche del mestizo Alejo: Un soldado mestizo, que servía en el ejército español, generalmente conocido con el nombre de "el mestizo Alejo", había manifestado mucha viveza intelectual, valor, iniciativa y deseos de surgir. Solicitó que se le ascendiera a oficial, y como se le contestara con una repulsa, abandonó las filas y se pasó a los indios.
20 de Enero 1656:
Victoria de Conuco: Al sur del Biobío resistían las guarniciones de Valdivia y de Boroa. Los defensores de Valdivia recibieron provisiones por mar, y no sólo lograron rechazar los ataques de los roncos, sino que pudieron alejarlos de los alrededores de la ciudad.
Abril 1664:
Campaña militar de 1664: Tomás Calderón, que sucedió a Carrera como cuartel maestre, hizo una correría por Ilicura y Cayucupil, al llegar la primavera, y regresó con 300 cautivos, que se vendieron como esclavos, sin haber librado verdadero combate.
13 de Diciembre 1680:
Bartolomé Sharp incendia La Serena: En la mañana Sharp desembarcaba con 35 hombres en el puerto de Coquimbo para hacer agua y leña. Hecha la provisión, se encaminó a La Serena al frente de su pelotón.
1692:
Rebelión de Millapán: González de Poveda tenía prohibición real de hacer la guerra militar contra los mapuches a causa de la influencia de los mismos jesuitas ante la corte. Sin embargo, se alzó un cacique de la región de Maquegua, llamado Millapán quien realizó varios asesinatos a españoles. Poveda viendo que la insurrección iba creciendo se dio cuenta que si no actuaba pronto, la situación se desbordaría, así que después de negociar con autoridades eclesiásticas y con el apoyo de la población, sacó hacia el sur, una fuerza expedicionaria de 1.600 hombres, más 2.000 auxiliares. Viendo la determinación española, y la fuerza que se sustentaba, los indios corrieron a dar la paz en el Parlamento de Choque-Choque.
09 de Marzo 1723:
Abandono de los Fuertes al sur del río Bio-Bio: La rebelión se inició el 9 de marzo de 1723 con el asesinato del capitán de amigos Pascual Delgado en Quechereguas. Delgado era considerado uno de los máximos exponentes del sistema monopólico, odiado por su soberbia y los castigos "crueles y arbitrarios" que aplicaba.
Tras este suceso se generalizó el alzamiento, multiplicándose por toda la frontera del Biobío las incursiones de saqueo, el abijeato y el incendio de haciendas. Los fuertes españoles se hallaron de pronto incomunicados unos con otros. La rebelión terminó con el Parlamento de Negrete de 1726, en el que ambas partes firmaron la paces y establecieron un sistema de ferias regladas.
1766:
Levantamiento mapuche de 1766: Se produce una gran rebelión de los mapuche por oposición a la idea de reducirlos como pueblos.
1769:
Batalla de Laja:
1770:
Batalla de Negrete:
Marzo 1793:
Parlamento de Negrete, entre el Gobernador Ambrosio O´Higgins y 161 Toquis Araucanos.
01 de Abril 1811:
Motín de Figueroa: Ese día, las tropas del cuartel de San Pablo se insubordinaron y desconocieron el mando de Juan de Dios Vial y Juan Miguel Benavente. A los gritos de ¡Viva el Rey!, ¡Muera la Junta!, los soldados declararon que solamente obedecerían las órdenes de Figueroa.
01 de Abril 1813:
Toma de Concepción: A las 9 de la mañana del 2 de abril, supo en el camino que Antonio Pareja había desembarcado, y se había apoderado de Concepción. Carrera continuó su marcha. Por donde quiera que pasaba, organizaba tropas, buscaba pertrechos y víveres; y por medio de confinaciones, limpiaba la tierra de sarracenos, como entonces se denominaba a los partidarios de España. A las 8 de la noche del 5, estaba en Talca, y establecía allí su cuartel general.
24 de Abril 1813:
Combate de Linares: Las fuerzas de Pareja son rechazadas por las de Carrera. Elorreaga, cuya inteligente iniciativa se exteriorizó desde sus primeros actos en el servicio, intentó un reconocimiento, trabándose en un combate a distancia con las avanzadas patriotas, a las cuales hizo dos bajas. Atacado por fuerzas muy superiores, se retiró al sur.
26 de Abril 1813:
Batalla o Desastre de Yerbas Buenas: También se le denomina Sorpresa de Yerbas Buenas. En la batalla se enfrentaron las fuerzas chilenas al mando del coronel Juan de Dios Puga y las fuerzas españolas al mando del brigadier Antonio Pareja.
15 de Mayo 1813:
Combate de San Carlos: Tuvo como lugar San Carlos, en las cercanías de Chillán. En el se enfrentaron las tropas patriotas al mando de José Miguel Carrera contra las realistas al mando de Juan Francisco Sánchez. La batalla finalizo con la victoria realista.
28 de Mayo 1813:
Combate de Talcahuano: José Miguel Carrera, general del ejercito patriota, derrota a los realistas.
08 de Junio 1813:
Captura de la fragata española "Thomas": Poco más tarde, el 7 de junio, apareció en la bahía la fragata "Thomas", que venía del Callao, conduciendo algunos jefes y oficiales, pertrechos y dinero para Pareja. Ignorando la caída de la plaza en poder de los patriotas, fondeó en el puerto de Tomé. Al amanecer del día 8, los oficiales Nicolás García y Ramón Freire, con dos lanchas cañoneras y algunos botes, se apoderaron de ella, sin que opusieran la menor resistencia.
Julio - Agosto 1813:
Sitio de Chillán: Los patriotas chilenos iniciaron el sitio de Chillán procurando expulsar a los realistas. No lo consiguieron.
Agosto 1813:
Combate de Huilquilemu: El comandante Elorreaga, al frente de 350 fusileros montados, se apoderó de Los Angeles, de Nacimiento y de toda la Isla del Laja, y desbarató a O'Higgins, quien le salió al encuentro con unos 300 hombres, cerca de Huilquilemu. El propio O'Higgins fue derribado del caballo con su mon­tura. El capitán Agustín López Alcázar, más tarde comandante del batallón número 3 en Maipo, logró rescatarlo, y, montando el caballo que le cedió el soldado Gabino Guardia, prosiguió la fuga.
Agosto 1813:
Combate de Quilacoya: Días más tarde O'Higgins, convenientemente reforzado, derrotó en Quilacoya a las mismas fuerzas de Elorreaga y Quintanilla. Tuvo que replegarse otra vez a Concepción, pero en octubre, el frente de más de 500 hombres, obligó a Elorreaga a evacuar las fronteras y volverse a Chillán.
17 de Agosto 1813:
Combate de Quirihue: Tuvo lugar la villa de Villa de Quirihue, actual Región del Biobío. En el se enfrentaron las tropas patriotas al mando de José Joaquín Prieto contra las realistas al mando de Juan Antonio Olate. El combate finalizo con la victoria patriota.
23 de Agosto 1813:
Combate de Cauquenes: Fue un enfrentamiento llevado a cabo entre las fuerzas realistas del chileno Juan Antonio Olate y las fuerzas patriotas chilenas al mando del coronel Juan de Dios Vial. El combate finalizo con la victoria patriota.
24 de Agosto 1813:
Sublevación de Arauco: Los habitantes de Arauco estaban desesperados con las prorratas y exacciones. Sánchez, desde Chillán, y el franciscano fray Juan Ramón, misionero de la plaza, explotaron el descontento.
17 de Octubre 1813:
Batalla de El Roble. Luego del sitio de Chillán, las tropas patriotas al mando del General en Jefe, José Miguel Carrera y del, por entonces, Coronel Bernardo O'Higgins, se guarecieron en el paso de El Roble, en el río Itata en la tarde del 17 de octubre. En total, eran 800 soldados de las tres armas. Pasaron al reposo en la ribera sur, con la intención de cruzar el obstáculo en la mañana del día siguiente y se extremaron las medidas de seguridad contra una posible sorpresa de los guerrilleros realistas.
29 de Octubre 1813:
Combate de Santa Rosa de Trancoyan: Un pequeño desastre, ocurrido días más tarde, acabó con las ilusiones de los pocos entusiasmados con la victoria del Roble.
23 de Febrero 1814:
Resistencia en Cucha Cucha: El oficial chileno Santiago Bueras, contiene al enemigo con si intrepidez y coraje, hasta que unos 100 efectivos del cuerpo auxiliar de Buenos Aires, al mando de Juan Gregorio Las Heras, cargaron en un ejemplar orden y empuje que despertaron la emulación de las tropas chilenas.
Marzo 1814:
Desastre de Urizar: En un intento por sorprender a un destacamento realista, en un ataque nocturno sorpresa, el coronel Fernando Urizar tuvo una derrota inesperada perdiendo tropa y 2 cañones.
03 de Marzo 1814:
Derrota del Gomero: Fue efectuada por las tropas realistas de Gabino Gaínza al mando de Ildefonso Elorreaga, en contra de los patriotas que sólo en número de 300 deberían defender la ciudad al mando de Carlos Spano.
04 de Marzo 1814:
Toma de Talca: El comandante realista Ildefonso Elorregada se apodera de Talca, la cual estaba bajo el mando del español pasado a las tropas patriotas, Carlos Spano, quien murió en el centro de la plaza abrazado a la bandera chilena diciendo: "Muero por la patria, por la patria que me adoptó entre sus hijos".
19 de Marzo 1814:
Combate de El Quilo: Tuvo como lugar Ránquil, Región del Biobío, cerca de Ñipas, en la ribera sur del río Itata. En el se enfrentaron las tropas patriotas al mando de Bernardo O’Higgins contra las realistas al mando de Manuel Barañao. La batalla finalizo con la victoria patriota.
20 de Marzo 1814:
Combate de Membrillar. Fue librado en la ribera norte del río Itata. En ella se enfrentaron la división del ejército patriota chileno comandada por el coronel de ingenieros jefe de Estado Mayor, Juan Mackenna, y el ejército realista al mando de Gabino Gaínza.
29 de Marzo 1814:
Los realistas triunfan en Cancha Rayada. Durante la guerras de la independencia, Talca fue tres veces ocupada por los ejércitos enfrentados y en sus inmediaciones se libraron importantes batallas. Un destacamento patriota comando por Manuel Blanco Encalada atacó por error al grueso del ejército realista en Yerbas Buenas, arrastrando, en su huida a la capital, al resto de las fuerzas chilenas. Ello fuerza la firma de una tregua en Lircay y permite la retirada de los realistas a Concepción, donde podrán recuperar su poderío.
03 de Abril 1814:
Bernardo O'Higgins efectúa frente a las fuerzas patriotas el llamado "Paso del Maule". y Combate de Tres Montes del 7 de Abril, pequeña victoria patriota dirigida por Enrique Campino.
08 de Abril 1814:
Toma de Quechereguas: Tuvo como lugar el fundo Quechereguas. En el se enfrentaron las tropas patriotas al mando de Bernardo O’Higgins contra las tropas realistas de Gabino Gaínza. La batalla finalizo con la victoria patriota.
26 de Agosto 1814:
Combate de las Tres Acequias. Se enfrentaron los ejércitos de Bernardo O'Higgins Riquelme con los de José Miguel Carrera Verdugo, obteniendo este último el triunfo. O'Higgins derrotado se retiró a buscar más soldados, pero al saber de la llegada el país del realista Mariano Osorio, reconoció a Carrera como general en jefe del ejército.
1 y 2 de Octubre de 1814:
Batalla de Rancagua. Enfrentó a las fuerzas independentistas chilenas, al mando del general Bernardo O`Higgins, y a las tropas realistas españolas, a cargo de Mariano Osorio, a la cabeza de 5 mil soldados, se dirigía a Santiago. Bernardo O'Higgins y José Miguel Carrera lograron reunir más de tres mil hombres, pero no soldados. Con la mitad de ellos O'Higgins se encerró en la plaza de Rancagua.
10 de Octubre de 1814:
Combate de Los Papeles: Enfrentó la retaguardia patriota, que resguardaba en esos momentos a los últimos grupos de civiles que emprendieron el cruce de la cordillera con destino a Mendoza, de la persecución y seguro apresamiento por parte de la caballería realista enviada en su persecución.
Enero 1817:
Manuel Rodríguez sorprende a los españoles que resguardan Melipilla y se apodera de la ciudad, confiscando para la causa patriota, los fondos acumulados por los recaudadores de Marcó del Pont y llevándose las armas de la guarnición.
12 de Enero 1817:
Salas y Silva se apoderan de San Fernando: ciento cincuenta de sus hombres al mando de Francisco Salas asaltan de noche a San Fernando. La guarnición realista resiste el ataque; entonces Inmediatamente los montoneros pusieron en movimiento unas rastras de cueros con piedras que producían un ruido idéntico al rodado de cañones. Los realistas, creyéndose atacados por una gran fuerza militar, huyeron. Así, Salas se apoderó de San Fernando.

22 de Enero 1817:

Primer enfrentamiento de una avanzada patriota con un destacamento de los Talaveras.

25 de Enero 1817:

Un destacamento de Las Heras, se enfrenta a una unidad realista.
04 de Febrero 1817:
Combate de Achupallas: El mayor Arcos, desprendiéndose de la división de So­ler, al frente de otros 200 hombres, dispersaba a la guarnición de Las Achupallas y le hacía 3 prisioneros.
04 de Febrero 1817:
Combate de Guardia Vieja: Al ponerse el sol, el mayor Enrique Martínez atacó el puesto español de Guardia Vieja con 150 fusileros y 30 jinetes. El combate duró una hora y media a sable y bayoneta, los españoles en número de 94, tuvieron 25 muertos y 43 prisioneros.

04 de Febrero 1817:

Combate de Cumpeo: Freire ataca a un destacamento realista de 100 soldados, dirigidos por el coronel Morgado, causándole la baja de 18 hombres y la captura de otros 20.
07 de Febrero 1817:
Combate de Las Coimas: Enfrentamiento entre el realista Atero y un destacamento de Necochea.
12 de Febrero 1817:
Batalla de Chacabuco: Se llevo a cabo en la hacienda Chacabuco, el 12 de febrero de 1817, donde combatieron el Ejército de los Andes y el Ejército Realista. Finalizo con la victoria patriota y que trajo como consecuencia la recuperación de Chile a manos patriotas, de ese modo finalizo la reconquista y comenzó la Patria Nueva. El capitán San Bruno, odiado jefe de los talaveras, es capturado y fusilado menos de 24 horas después.
12 de Febrero 1817:
Liberación del Norte: Las tropas del comandante Juan Manuel Cabot, toman Copiapo, La Serena y Coquimbo.
26 de Febrero 1817:
Captura del bergantín español "Aguila": Primer barco de nuestra Escuadra. Los patriotas apresaron en Valparaíso al bergantín de comercio español "Aguila", mediante el ardid de mantener izada la bandera española en tierra; fue armado y puesto al mando del oficial irlandés de Artillería, don Raimundo Morris.
04 de Abril 1817:
Combate de Curapalihue: En este combate se enfrentaron las tropas de Juan Gregorio Las Heras por el lado de los patriotas y las tropas de Juan José Campillo por lado de los realistas. El combate finalizo con la victoria patriota.
11 de Mayo 1817:
Asalto y Toma de Nacimiento: Mientras se practicaban los reconocimientos de las fortificaciones de Talcahuano y se acumulaban los elementos para el asalto, O'Higgins dispuso la ocupación del territorio español que quedaba al sur del Biobío y de la plaza de Arauco, a fin de privar de recursos a Ordóñez. El capitán José Cienfuegos, partiendo de la villa de Los Angeles, se dirigió a la plaza de Nacimiento, que era la fortaleza más inexpugnable. El asalto empezó el 12 de mayo, y la plaza tuvo 20 bajas entre muertos y heridos. La guarnición de Nacimiento se retiró a Arauco. San Pedro se rindió sin disparar un tiro.
27 de Mayo 1817:
Toma de la plaza fortificada de Arauco: Los patriotas comandados por Ramón Freire se toman la plaza fortificada de Arauco, en Talcahuano, la cual era el centro de abastecimiento de los realistas ubicados en la zona.
01 de Junio 1817:
Combate del Cerro Gavilán: Se desarrollo en las cercanías de concepción. Por lado de los patriotas liberaban los generales Bernardo O’Higgins y Juan Gregorio Las Heras y por lado de los realistas el comandante José Ordóñez. La batalla finalizo con la victoria patriota.
23 de Julio 1817:
Asalto a Talcahuano: El coronel José M. Ordoñez rechaza el intento del general Juan Gregorio Las Heras.
10 de Septiembre 1817:
Combate de Cerro Manzano: En el cerro Manzano (al Sudeste de Talcahuano), en dos acciones sorpresivas el cuarto escuadrón de granaderos a caballo, aniquiló a una fracción enemiga de 30 hombres, de los cuales se salvó sólo uno, y a otra de 25 hombres le causó 4 muertos y le tomó 3 prisioneros.
06 de Diciembre 1817:
Sitio y Asalto de Talcahuano: Tuvo como lugar Talcahuano. En el se enfrentaron las tropas patriotas al mando de Bernardo O’Higgins contra las realistas alo mando de José Ordóñez. La batalla finalizo con la victoria realista.
15 de Marzo 1818:
Combate de Quechereguas: Tuvo como lugar Quechereguas, cerca de Molina. En el se enfrentaron las tropas patriotas al mando de Ramón Freire contra las realistas al mando de Joaquín Primo de Rivera. El combate termino con la victoria Realista.
19 de Marzo 1818:
Sorpresa de Cancha Rayada: Batalla que pone en peligro la Independencia de Chile. La fuerzas patriotas acampaban en el llano de Cancha Rayada, al norte de Talca, cuando en la noche cayeron sobre ellas los realistas y derrotaron a las fuerzas del general San Martín.
05 de Abril 1818:
Batalla de Maipú. Diecisiete días después de Cancha Rayada, en los llanos del río Maipo, el ejército dirigido por San Martín venció completamente a los realistas. Desde ese momento, la Independencia de Chile quedó definitivamente consolidada. O’Higgins había salido de la capital esa misma mañana y se dirigía hacia Maipú con unos mil milicianos alcanzando a participar en el desenlace final de la batalla. Al llegar al campo de batalla O'Higgins se abraza con San Martín dialogando lo siguiente. "O'Higgins: ¡Gloria al salvador de Chile! - San Martín: General, Chile no olvidará jamás al ilustre inválido que se presenta herido al campo de batalla".
27 de Abril 1818:
Combate Naval de Valparaíso: Entre la fragata chilena "Lautaro" y la fragata española "Esmeralda". En esta acción, por una desinteligencia, muere el comandante contratado por el gobierno de Chile, Jorge O'Brien.
28 de Octubre 1818:
Captura de la fragata "María Isabel": En este combate se enfrentaron las tropas patriotas al mando de Manuel Blanco Encalada contra las realistas, en Talcahuano. La batalla finalizo con la victoria patriota.
14 de Noviembre 1818:
Captura de cinco transportes: El comandante Blanco Encalada captura cinco transportes españoles en Talcahuano.
21 de Febrero 1819:
Inicio de la Guerra a Muerte, Combate de Santa Juana: El montonero realista Vicente Benavides derrota al teniente José A. Rivero. Se inicia la "Guerra a Muerte".
28 de Febrero 1819:
La fragata O´Higgins ataca El Callao: La escuadra chilena al mando de Cochrane, ataca el puerto de El Callao, en Perú.
01 de Marzo 1819:
Asalto de Los Angeles: Intentado por las fuerzas realistas quienes tenían una fuerza auxiliar de 3.000 indios que tomaron parte en este sitio. En la ciudad sólo había el batallón patriota "Coquimbo" sin armamentos suficientes para su defensa. Los sitiadores habían tomado el fuerte, si no hubiese sido por la oportuna intervención del mariscal Andrés Alcázar y Zapata, quien llegó con su caballería. Entró en Los Angeles el 10 de marzo, después de batir a los sitiadores, salvando la situación que ya era desesperada.
11 de Abril 1819:
Sublevación de los Prieto: Entre las turbulencias que logró provocar la propaganda carrerina, la más importante es, sin disputa, la de los hermanos Prieto, en las cordilleras de Talca.
01 de Mayo 1819:
Combate de Curalí: Fue una batalla ocurrida en el marco de la llamada Guerra a Muerte, entre tropas realistas españolas dirigidas por Vicente Benavides y patriotas del gobierno provisorio chileno liderados por el coronel Ramón Freire, desarrollado en los campos de Curalí, cerca de la ribera norte del río Biobío. Fue una sorpresa y derrota total de Benavides, quien terminó escapando hacia La Araucanía.
Marzo a Septiembre 1819:
Diversas acciones de la Guerra a Muerte: Armadas todas aquellas partidas, que rara vez pasaban de un centenar de hombres por cada parte, comenzaron a salir las urnas contra las otras y con tal brío y rapidez que durante los seis primeros meses de la guerra (de marzo a septiembre de 1819) todo el sur de Chile no parecía sino un vasto palenque de matanzas.
19 de Septiembre 1819:
Combate de Quilmo: Al saber Victoriano en Tucapel la inesperada pérdida de Chillan, sin vacilar un instante, corrió al encuentro del enemigo, no tomando acuerdo de su número y seguido del puñado de hombres que tenía a sus órdenes.
01 de Noviembre 1819:
Combate de Tritalco: Irritado Benavides por el descalabro de Quilmo, inexplicable después de las ventajas conseguidas, y por el número de muertos de los suyos, resolvió vengar la derrota de Elizondo enviando a Bocardo con sus indios para atacar a Victoriano en Chillan y quitarle de nuevo a que el pueblo y su comarca.
20 de Noviembre 1819:
Combate de Hualqui: Tuvo como lugar Hualqui, cerca de Concepción. Por lado de los patriotas estaban las tropas de José Tomás Huerta y por lado de los realistas Vicente Benavides. La batalla finalizo con la victoria patriota.
06 de Diciembre 1819:
Combate de Pileo: Fue una batalla ocurrida en el marco de la llamada Guerra a Muerte, entre realistas españoles y patriotas chilenos desarrollado en la subdelegación de Pileo.
09 de Diciembre 1819:
Asalto de Yumbel: Realizado contra la ciudad de Yumbel al atacar las tropas realistas la plaza defendida por los patriotas al mando de Quintana, quién disponía de 100 hombres y los realistas de 658. Hay noticias de que en realidad las fuerzas realistas eran de 300 fusileros y 700 indios. El ataque duró 5 horas y terminó al aparecer una partida de 200 hombres en el cerro de la Parra. En este encuentro estaba Manuel Bulnes, de 19 años de edad, que entonces tenía el grado de subteniente de Cazadores.
10 de Diciembre 1819:
Combate de El Avellano: Fue una batalla ocurrida en el marco de la llamada Guerra a Muerte, entre montoneras realistas españolas y patriotas chilenos comandadas por Pedro Andrés Alcázar en las cercanías de Los Ángeles.
29 de Diciembre 1819:
Combate de San Pedro: Tuvo como lugar el fuerte de San Pedro en las cercanías de Concepción. En el se enfrentaron las tropas patriotas al mando de Pedro Agustín Elizondo contra las realistas al mando de Vicente Benavides. La batalla finalizo con la victoria patriota.
05 de Enero 1820:
Ataque a San Carlos: Los Pincheira ignorantes de que hubiesen llegado tropas de Santiago, descendieron en la noche del 4 enero de su malal del Roble huacho, y atacaron de sorpresa la indefensa villa de San Carlos.
30 de Enero 1820:
Acciones de Palpal y Coihueco: La matanza de Monte Blanco no escarmentó a los salteadores de la montaña. Era preciso que el infatigable Victoriano, seguido como siempre de la muerte, penetrase de nuevo en sus guaridas y les persiguiese hasta en sus últimos asilos.
02 de Febrero 1820:
Toma de los fuertes de la Aguada, San Carlos y el Castillo: Lord Cochrane aparece en Corral con tres buques y se toma los fuertes de la Aguada, San Carlos y el Castillo y, después, toma a Valdivia.
03 de Febrero 1820:
Asalto y Toma de Valdivia: En este combate se enfrentaron las tropas patriotas al mando de Thomas Cochrane contra las realistas al mando de Manuelo Montoya. La batalla finalizo con la victoria patriota lo que conllevo a la recuperación de Valdivia.
18 de Febrero 1820:
Combate de Agüi: El combate de Agüi fue un enfrentamiento bélico, el cual se desarrollo entre fuerzas realistas y patriotas en la isla de Chiloé. En el los patriotas dispusieron sus fuerzas para derrotar a los Españoles que dominaban la isla de Chiloé, ya que su permanencia en la isla fue considerada por los patriotas una amenaza para la independencia de Chile.
06 de Marzo 1820:
Combate de El Toro: Tuvo como lugar la hacienda El Toro, en el se enfrentaron las tropas patriotas contra las tropas realistas al mando de Gaspar Fernández de Bobadilla. La batalla finalizo con la victoria patriota.
22 de Junio 1820:
2do Combate de Quilmo: El 22 junio se presentó en la colina de Quilmo, en el mismo sitio en que Victoriano había escarmentado a Elizondo un año atrás, el jefe de partidas Gervasio Alarcón.
20 de Agosto 1820:
Expedición Libertadora del Perú. Zarpa de Valparaíso la escuadra con 17 transportes, 9 buques de guerra y 11 lanchas cañoneras, comandados por el vicealmirante británico Lord Thomas Cochrane. Una salva de 21 cañonazos anunció la partida de la Escuadra y el director supremo Bernardo O’Higgins Riquelme, la despidió con estas palabras: “De estas cuatro tablas dependen los destinos de América”.
23 de Septiembre 1820:
Combate de El Pangal: Desarrollado en el lugar llamado Pangal, en la rivera norte del Laja, los contendientes eran las tropas de Benavides comandadas por su lugarteniente Juan Manuel Picó con un total aproximado de 1.700 hombres, y las fuerzas patriotas en número de 500 soldados al mando de Benjamín Viel Gomets y Carlos María O´Carroll.
25 de Septiembre 1820:
Combate de Tarpellanca: Tuvo lugar en Tarpellanca, en el río Laja. En el se enfrentaron las tropas patriotas al mando de Pedro Andrés Alcánzar contra las tropas realistas al mando de Vicente Benavides. La batalla finalizo con la victoria realista.
05 de Noviembre 1820:
Captura de la corbeta española "Esmeralda": Recién pasada la medianoche, Lord Cochrane se apoderó de la corbeta española "Esmeralda", en la rada de El Callao. El buque tenía 44 cañones y su conquista fue una hazaña de valor y astucia.
25 de Noviembre 1820:
Combate de Las Vegas de Talcahuano: Tuvo como lugar en las cercanías de Talcahuano. En el se enfrentaron las tropas patriotas al mando de Ramón Freire contra las tropas realistas al mando de Vicente Benavides. Finalizo con la victoria patriota.
27 de Noviembre 1820:
Combate de la Alameda de Concepción: El combate de la Alameda de Concepción fue una batalla entre patriotas y realistas. Ramón Freire se dirigió a la ciudad de concepción donde Benavides presentó batalla en el lugar. La batalla finalizo con la victoria Patriota.
27 de Noviembre 1820:
Combate de Cocharcas: La vanguardia de la Segunda División derrota a las fuerzas del guerrillero José María Zapata.
12 de Enero 1821:
Combate de Lumaco: Los indios de Venancio Coihuepán y las tropas del capitán Salazar derrotan a las montoneras realistas de Carrero y Catrileo.
10 de Octubre 1821:
Combate Vegas de Saldías: Las fuerzas revolucionarias del realista Vicente Benavides Llanos, se enfrentaron al Ejército de Chile al mando de José Joaquín Prieto Vial y comandado por Manuel Bulnes Prieto en la Batalla de Vegas de Saldías en el contexto de la Guerra a Muerte, batalla que finalizó al día siguiente con el triunfo patriota. Sin embargo, esta guerra continuó por dos años más, dirigida por Juan Manuel Picó.

15 de Noviembre 1821:

Motín de Osorno: Unos cuantos sargentos las sublevaron. El mayor Letelíer. los capitanes Baldovinos y Cartes y los tenientes Anguita. Vial, Cavallo y Alfonso que intentaron sofocar el motin, fueron muertos por los soldados.

26 de Noviembre 1821:

Combate de Hualehuaico: Las tropas de Manuel Bulnes vencen a un cuerpo realista apoyado por indigenas.

27 de Noviembre 1821:

Combate de Niblinto: Las tropas de Manuel Bulnes vencen a montoneras realistas apoyadas por indigenas.
12 de Diciembre 1821:
José Joaquín Prieto recupera Chillan: Con la formación de un nuevo regimiento y la dirección de Prieto se logra controlar el sur de Chile.
26 de Diciembre 1821:
Combate de La Imperial: No han quedado demasiados detalles de aquel terrible hecho de armas, lo que demuestra con evidencias que fue un desastre para los patriotas, dirigidos por el capitán Bulnes.
Diciembre 1821:

Nueva fisonomía de la lucha en Arauco: Campañas de Prieto, de Ruines y de Lantaño

09 de Abril 1822:
Combate de Pile: Las tropas de Clemente Lantaño y de Manuel Bulnes vencen a grupos indigenas.
Mayo 1822:

La expedición de Beauchef a Boroa: La guerra del sur hacia 1822 y 1823.

08 de Octubre 1822:
Asedio de Arauco: A las cuatro de la tarde del 8 octubre el recinto de Arauco estaba completamente rodeado por tres divisiones de indios que mandaba Ferrebú en persona.
23 de Octubre 1822:
Acción de Pitrufquén: El teniente coronel Beauchef derrota al guerrillero Palacios.
14 de Diciembre 1822:
Acción de Río Diguillín: El teniente coronel Torres derrota a las montoneras de Bocardo y Zapata.
26 de Marzo 1823:
Acción de Linares: Los Pincheira dan muerte al gobernador Sotomayor en dicha población.
21 de Febrero 1824:
Acción de Tucapel: Las bandas del cacique Venancio Coihuipán dispersan a las fuerzas que en los campos de Tucapel había reunido el cura Ferrebú.
24 de Marzo 1824:
Fracaso del canal de Chacao: La expedición del General Ramón Freire Serrano entra al canal de Chacao en su intento para la liberación de Chiloé. La expedición fracasa.
10 de Abril 1824:
Batalla de Mocopulli: En esta batalla se enfrentaron las tropas patriotas al mando del comandante Jorge Beauchef contra las tropas realistas al mando de José Rodríguez Ballesteros. La batalla finalizo con la victoria realista.
11 de Abril 1824:
Combate de Albarrada: El sargento mayor Gaspar derrota al cura Ferrebú.
20 de Abril 1824:
Acción de Colcura: Una partida proveniente del fuerte de Colcura cae sobre el campamento de una columna realista enviada por el cura Ferrebú y la dispersa.
30 de Agosto 1824:
Acción de Laraquete: Una partida proveniente del fuerte de Colcura, mandada por el comandante Gaspar, cae sobre el rancho donde dormía el cura Ferrebú y lo captura.
28 de Octubre 1824:
Acción de Coronado: Una columna patriota mandada por Lorenzo Coronado y Angel Salazar, cae sobre el rancho donde dormía el comandante Pico.
02 de Septiembre 1824:
Fusilamiento de Ferrebú y muerte de Pico: En la guerra de la frontera del Maule.
30 de Septiembre 1825:
Acción en el río Bureo: Un destacamento enviado desde Yumbel por el coronel Barnechea ataca a la montonera del comandante Senosiaín, causandole numerosas bajas.
27 de Noviembre 1825:
Sorpresa de Parral: Los Pincheira y Senosiaín caen con su montonera unida sobre el pueblo de Parral, donde había un destacamento de soldados bajo el mando del capitán Agustín Casanueva. Dicho destacamento pudo rechazar ese ataque.
27 de Noviembre 1825:
Acción de Longaví: Un destacamento patriota de dragonesal mando del comandante Manuel Jordán, trata de cerrar el paso a la montonera realista que se retiraba de Parral; perecieron el comandante jordano y 51 de sus hombres.
11 de Enero 1826:
Manuel Blanco Encalada en Ancud: Durante la Expedición de Liberación de Chiloé, aún en posesión de la corona española, el Vicealmirante Manuel Blanco Encalada entra al puerto de San Carlos de Ancud, bajo los fuegos de las baterías del Coronel español Antonio de Quintanilla.
13 de Enero 1826:
Batalla de Pudeto: Tuvo logar en Chiloé. En el se enfrentaron las tropas patriotas contra las realistas. El fin de este combate era la expulsión de los Españoles de Chiloé. La batalla finalizo con la victoria patriota.
14 de Enero 1826:
Combate de Poquillihue: Las fuerzas chilenas de Freire obligan a las realistas de Quintanilla a abandonar el fuerte de Poquillihue.
14 de Enero 1826:
Batalla de Bellavista: El Combate tuvo como lugar Chiloé. Se llevo a cabo entre el general Ramón Freire y los españoles. Su propósito fue el de incorporar la provincia de Chiloé al territorio Chileno. La batalla finalizo con la victoria patriota.
19 de Enero 1826:
Liberación de Chiloé: Con el propósito de incorporar la provincia de Chiloé al territorio de la República de Chile. Triunfan los chilenos sobre los españoles, logrando además, abrir el paso para la toma de la ciudad de San Carlos de Ancud. Las tropas chilenas encuentran dura oposición de los lugareños que son, en su mayoría absoluta, partidarios de la monarquía.
25 de Febrero 1826:
Acción de Neuqén: un destacamento mandado por el coronel Barnecheacae sobre el campamento de montoneros e indígenas de Senosiaín y de uno de los hermanos Pincheira, dispersando los y rescatando a numerosas mujeres cautivas.
31 de Agosto 1826:
Acción de Antuco: una montonera realista caer sobre el villorrio de Antuco y ejecuta al oficial Herquíñigo y a su guarnición de siete hombres.
Enero 1827:
Operaciones militares contra los Pincheira y las bandas de Senosiaín.
25 de Enero 1827:
Levantamiento de Enrique Campino: El coronel Enrique Campino ingresó a caballo al Congreso Nacional con intenciones de dar un Golpe Militar.
21 de Julio 1827:
Motín de Talca: Un escuadrón de Cazadores se sublevo, comandado por algunos cabos y sargentos.
31 de Diciembre 1827:
Acciones en San Fernando: El gobernador Silva apresó a algunos individuos afectos a la asamblea. El comandante Francisco Porras se colocó al frente de los partidarios del bando vejado, organizó algunas compañías de milicianos y aventureros y se dirigió a San Fernando.
Enero 1828:
Campaña contra Los Pincheira de 1828: El ministro de la Guerra repitió en el verano de 1828 la expedición que había realizado el año anterior contra los Pincheira, con menos fuerzas. Las pequeñas columnas comandadas por Viel y Bulnes no lograron dar alcance a los bandidos.
18 de Julio 1828:
Sublevación de Colchagua: Revolución federalista-o'higginista de Urriola. Los estanqueros y los pelucones salvan el gobierno.
25 de Agosto 1828:
Motín del Maule: Manuel Bulnes al frente de la guarnición de Parral, somete a los insurgentes al mando de Gregorio Murillo.
06 de Junio 1829:
Motín Militar: Un estrafalario motín, que debe considerarse más como incidente del proceso electoral que como pronunciamiento militar, acabó de exacerbar las pasiones, ya muy enconadas.
06 de Diciembre 1829:
Toma de Valparaíso: Portales y Rodríguez Aldea descubrieron e! plan de Novoa, y a fin de desbaratarlo, resolvieron impedir la salida de! "Aquiles", apoderándose de Valparaíso.
14 de Diciembre 1829:
Batalla de Ochagavía. La Acción de Ochagavía fue el primer choque armado producido entre tropas gubernamentales del bando pipiolo o liberal, y las del bando pelucón o conservador, acaecida durante la Guerra Civil de 1829-1830.
15 de Diciembre 1829:
La Revolución de Coquimbo: Pedro Uriarte y algunos hacendados se alzan contra el gobierno.
03 de Enero 1830:
Contrarrevolución de Sur: El coronel Cruz recupera Concepción.
02 de Marzo 1830:
Toma de Concepción: Viel se apodera de Concepción y pone sitio a Chillan y exige la rendición de Cruz.
17 de Abril 1830:
Batalla de Lircay. Este combate tuvo lugar a orillas del río Lircay, en el marco de la Guerra Civil chilena comenzada un año antes con la denominada revolución de 1829. Dicha revolución corresponde al enfrentamiento definitivo entre los estanqueros, o’higginistas y pelucones ("fuerzas conservadoras"), contra los pipiolos (liberales). Esta etapa, y con ello la denominada "anarquía chilena" (1823-1830), finalizó con la batalla de Lircay.
14 de Enero 1832:
Combate de Coyahuelo-Lagunas de Pulán: Las tropas de Manuel Bulnes caen sobre la montonera de los hermanos Pincheira, derrotando las completamente.
21 de Agosto 1836:
Captura de Buques de la Confederación: El ministro Portales envía a Victorino Garrido a tomar por asalto durante la noche el puerto de el Callao, logrando capturar tres de los seis barcos peruanos. Los botes del bergatín "Aquiles" capturaron la barca "Santa Cruz", el bergatín "Arequipeño" y la goleta "Peruviana" en el puerto peruano de El Callao, movimientos previos a la guerra contra la Confederación peruanaboliviana..Garrido se entrevista con Santa Cruz, acordando la devolución de las naves peruanas después de firmado un tratado de paz.
29 de Agosto 1836:
Sublevación de Freire: Las fuerzas chilenas lograron controlar a las sublevadas en el sur del territorio nacional, comandadas por el general Ramón Freire Serrano, quien tenía intenciones de derrocar el gobierno del presidente José Joaquín Prieto Vial y reconstruir el virreinato del Perú.
03 de Junio 1837:
Motín de Quillota: Es apresado por el Regimiento Maipo, el ministro Diego Portales, mientras pasaba revista a las tropas acantonadas en Quillota. Este hecho es conocido por la historia como el "Motín de Quillota".
06 de Junio 1837:
Combate de Cerro Barón y asesinato del Ministro Diego Portales: El Ministro se dirigió a Quillota, para revistar un cuerpo de ejército acantonado allí. De un instante a otro la oficialidad lo apresó y se amotinó contra el estadista. El coronel José Antonio Vidaurre dirigió el movimiento. Los amotinados se trasladaron a Valparaíso y se llevaron a Portales en un pequeño carruaje. En la madrugada del 6 de junio tras un combate en el cerro Barón, se escucharon los primeros disparos. El oficial Santiago Florín, que custodiaba al Ministro, le ordenó a un subordinado: ¡Baje el Ministro!. Este se arrodilló y de inmediato disparó sobre él.

11 de Septiembre 1837:

Inicio de la primera expedición; Durante la guerra contra la Confederación peruana-boliviana, zarpó la Escuadra Nacional comandada por el almirante Manuel Blanco Encalada.

29 de Septiembre 1837:

Desembarco en Quilca: Se inicia la marcha hacia Arequipa.
07 de Agosto 1838:
Segunda expedición chilena: Al mando del general Manuel Bulnes Prieto, las fuerzas chilenas se apoderaron del puerto de El Callao, durante la guerra contra la Confederación peruana - boliviana. Bulnes impuso a Perú una indemnización de 20 millones de pesos de la época, pero como los peruanos no accedieron a la petición, el general se apoderó de Lima, luego de una sangrienta batalla.
17 de Agosto 1838:
Captura de la corbeta "Socabaya": En el puerto peruano de El Callao, por las naves de la escuadra del capitán de navío Carlos García del Postigo Bulnes, durante la guerra contra la Confederación peruanaboliviana.
21 de Agosto 1838:
Combate de Portada de Guías. Luego de desembarcar la escuadra chilena, a cargo del Almirante Simpson, se llevó a cabo el combate de Portadas de Guía, adueñándose el ejército chileno de la ciudad de Lima el 21 de agosto de 1838. El General Bulnes cita un cabildo abierto, el que proclama un gobierno provisional en Perú a cargo de Agustín de Gamarra.
18 de Septiembre 1838:
Combate de Matucana. Las tropas chilenas avanzan hacia el interior del Perú, enfrentando y venciendo a las tropas de Santa Cruz.
17 de Diciembre 1838:
Combate del puente de Llac Lla: El ejercito confederado ocupó el pueblo de Recuay y a la vez el “chilenoperuano” estaba en Huaraz de donde salió mas al interior llevando centenares de enfermos, en busca de climas benignos. Al llegar al puente LlacLla fueron alcanzados por las tropas Confederadas y mientras Torraco apresuraba el paso de los enfermos, el soldado Lorenzo Colipí con 10 compañeros del batallón Carampangue, lucharon sin descanso permitiendo la evacuación desde Chiquian.
06 de Enero 1839:
Combate de Buin: En la Guerra entre la Confederación Perú-Boliviana y el Ejército Restaurador Chile-Perú. Hacia el norte de la ciudad de Lima, las tropas de la confederación se baten en un combate con el ejército chileno, desarrollándose la batalla de Huaras.
12 de Enero 1839:
Combate Naval de Casma: Ambas armadas se enfrentaron en el Combate Naval de Casma, convirtiéndose en el último con buques a velas. El triunfo chileno nos permitió el dominio del mar.
20 de Enero 1839:
Batalla de Yungay. A orillas del río Santa ocurre la decisiva en la Guerra contra la Guerra entre la Confederación Perú-Boliviana y el Ejército Restaurador Chile-Perú. El presidente Santa Cruz había fortificado el fuerte de Yungay y el cerro Pan de Azúcar, el cual fue asaltado por la infantería chilena, desatándose la Batalla de Yungay. Este día, el 20 de enero de 1839, las tropas chilenas vencen a las de la Confederación, declarándose disuelta. Las tropas del General Bulnes llegaron el 18 de febrero a Lima, dando fin a la guerra.
20 de Abril 1851:
Motín de Urriola: Un motín cívico militar estalla en las calles de Santiago de Chile, por oposición al gobierno de Bulnes y a la candidatura presidencial de Manuel Montt. Urriola y cinco mil revolucionarios se tomaron las principales calles de Santiago, mientras que el gobierno preparó una contraofensiva desde la Alameda y el Cerro Santa Lucía. El combate duró cerca de 5 horas, tras las cuales fue abatido Urriola y hubo más de 200 muertos.
25 de Septiembre 1851:
Operaciones sobre Huasco, Vallenar e Illapel: Con erogaciones forzosas de los vecinos y prorratas de caballos y elementos de transporte, logró Vicuña Mackenna reunir una partida o montonera, que llegó a contar con 150 fusileros y 172 jinetes, que, en su inconsciencia militar, creía capaces de arrollar las fuerzas que el gobierno le opusiera.
28 de Septiembre 1851:
Revolución de La Serena y Captura del "Fire Flay": La necesidad de procurarse armas y municiones, para organizar un ejército eficiente de unas dos mil plazas, se imponía al más elemental sentido común. Carrera concibió el proyecto, de dudoso éxito inmediato, de adquirirlas en Lima. Con este objeto, se apoderó a viva fuerza del pequeño vapor "Fire Flay", de propiedad de Carlos Lambert, que navegaba con bandera inglesa, sin prever las complicaciones que el acto iba a ocasionar.
14 de Octubre 1851:
Batalla de Petorca: Mientras el ejército de Vicuña Mackenna operaba en Illapel. Carrera y Arteaga, informados de que Santiago estaba desguarnecido, después del envío de las tropas al sur, resolvieron operar sobre Aconcagua, reforzarse con los cívicos de San Felipe y proseguir a la capital.
14 de Octubre 1851:
Combate de Peñuelas: En el norte, la revolución seguía prendida. No obstante, la derrota de los liberales en Petorca los hace mantenerse en la provincia de Coquimbo, al tiempo que algunos empresarios mineros proclives al gobierno deciden crear un ejército contrarrevolucionario al mando de Ignacio José Prieto, quien logra derrotarlos en Peñuelas el 14 de octubre.
28 de Octubre 1851:
Sublevaciones de Aconcagua y Valparaíso: Los caudillos de La Serena exigían a los revolucionarios de Aconcagua, Santiago y Valparaiso, que aliviaran la presión de las fuerzas que los amagaban, intentando sublevaciones en el centro mismo de los recursos del gobierno.
07 de Noviembre 1851:
Sitio de La Serena: En el momento de iniciarse el sitio, La Serena contaba con unos 600 soldados: 300 cívicos, 200 mineros, que se organizaron-en un batallón intitulado "Defensores de La Serena", y una brigada de artillería.
19 de Noviembre 1851:
Combate de Monte de Urra: El 13 de septiembre, cinco días antes de la asunción de Montt, se declaró una asonada al mando del ex candidato Cruz, quien no aceptando la derrota electoral, y temiendo que las familias conservadoras de Concepción perdieran protagonismo en la dirección del país, consiguió armar un grupo de cinco mil hombres, entre partidarios y mapuches del cacique Colipí.
24 de Noviembre 1851:
Motín de Cambiaso: Durante la noche estalló en la ciudad de Punta Arenas, XII Región, el "Motín de Cambiaso", como consecuencia de la Guerra Civil de ese año. Luego de una gran masacre, su líder el teniente Miguel José Cambiaso Tapia, organizó su huida, pero fue detenido, condenado a muerte y ajusticiado el 4 de abril de 1852.
08 de Diciembre 1851:
Sublevación de Copiapó: La provincia de Atacama había sido objeto de un largo y activo trabajo de zapa contra el orden y las autoridades, realizado por una verdadera legión de agentes enviados desde el vigoroso foco pipiolo de La Serena.
08 de Diciembre 1851:
Batalla de Loncomilla: La batalla se desarrolló en el llano cercano al río del mismo nombre, cerca de donde después se fundaría San Javier, en la provincia de Linares. El bando leal al gobierno fue dirigido por Manuel Bulnes, mientras que el bando opositor estuvo a cargo de José María de la Cruz.
08 de Enero 1852:
Acción de Linderos de Ramadilla: El teniente coronel Victorino Garrido derrota a los revolucionarios mandados por Bernardo Barahona y ocupa Copiapó el 9 de enero, poniendo fin a las acciones armadas de la revolución.
06 de Enero 1859:
Toma de Copiapó: El militar retirado Pedro Pablo Zapata se presentó, seguido de 20 hombres, a las puertas del cuartel de policía. Urrutia, quien estaba a cargo de él, lo entregó, después de un simulacro de defensa.
19 de Enero 1859:
Toma de Talca: A las doce del día, el teniente retirado Samuel Vargas y el ex sargento Valenzuela, encargados de capturar al comandante de cívicos, sargento mayor José Antonio Bustamante, se acercaron a él, en los momentos en que se dirigía al cuartel.
02 de Febrero 1859:
Asonada de Concepción: El teniente coronel Basilio Urrutia derrota a los montoneros al mando de don Juan José Alemparte.
28 de Febrero 1859:
Sitio y Toma de San Felipe: Las tropas gobiernistas, al mando del teniente coronel Tristán Valdés asaltan y derrotan a los revolucionarios que mantenían en su poder la ciudad de este el 12 de febrero.
28 de Febrero 1859:
Asonada de Valparaíso: El general Juan Vidaurre-Leal somete a los insurrectos que intentaron asaltar la intendencia y los almacenes de la aduana.
14 de Marzo 1859:
Batalla de Los Loros: En el contexto de la Guerra Civil del '59. En este episodio, las fuerzas revolucionarias de Pedro León Gallo vencen a las del gobierno.
12 de Abril 1859:
Combate de Maipón: Nicolás Tirapegui logró sublevar la guarnición de la plaza de Arauco; y con las armas que se procuró en ella, organizo una nueva montonera de 400 hombres, y se reunió con Videla en Santa Juana.
20 de Abril 1859:
Combate de Pichidegua: Las montoneras de Colchagua, Talca y Maule cesaron de constituir un peligro para las ciudades bien guarnecidas, desde que el ministro Rafael Sotomayor organizó fuertes divisiones de milicias cívicas
29 de Abril 1859:
Batalla de Cerro Grande: A 5 Kilómetros al sur de la Serena, entre las fuerzas del Gobierno y las revolucionarías de Gallo, siendo éstas derrotadas.
12 de Mayo 1859:
Recuperación de Copiapó: el teniente coronel José Antonio Villagrán derrota en las últimas fuerzas revolucionarias que mantenían la ciudad en su poder desde el 4 de enero.
04 de Enero 1862:
Captura del "Rey de la Araucanía": El Comandante Cornelio Saavedra capturó a Antoine de Tounens, el "Rey de la Araucanía". A fines de 1861, Orelie Antoine de Tounens, de nacionalidad francesa, se asentó en la Araucanía y se autoproclamó rey de la zona y de la Patagonia. Aprovechando la escasa presencia de chilenos en la zona, que abarcaba entre los ríos Biobío y Toltén, el aventurero logró convencer a algunos caciques que aún resistían la autoridad chilena, y organizó una especie de reino en la zona.

26 de Noviembre 1865:

Combate Naval de Papudo. Durante este episodio de la "guerra con España", el almirante Juan Williams Rebolledo, al mando de la Esmeralda, se apodera de la corbeta española Covadonga, frente a la rada de Valparaíso. Juan Williams Rebolledo, logró capturar a la goleta española Covadonga. Ante esta derrota, el almirante español José Manuel Pareja, líder de las fuerzas hispanas, se suicidó. Fue reemplazado por Casto Méndez Núñez.

07 de Febrero 1866:

Combate Naval de Abtao. Sostenido entre la Escuadra aliada chileno-peruana y la Escuadra Española en el canal de Chayahué, provincia de Chiloé.
02 de Marzo 1866:
Combate Naval de Huito: Los jefes peruanos temían que las fragatas lograran forzar la boca de la ensenada de Huito, y en este evento bastaban los cañones de la "Numancia" para destruir impunemente toda la escuadra aliada.

31 de Marzo 1866:

Bombardeo a Valparaíso. Fue un episodio de la Guerra Hispano-Sudamericana, durante el cual el puerto de Valparaiso fue bombardeado y parcialmente destruido por ordenes del almirante español Casto Méndez Núñez.

11 de Noviembre 1877:

Motín y Destrucción de Punta Arenas: Se ha atribuido a esta rivalidad influencia casi decisiva en el motín de los artilleros. Dublé Almeida murió en el convencimiento de que el padre Matulski fue su principal o uno de sus principales instigadores. Los cronistas, por su lado, dando de mano a esta imputación desmentida por el desarrollo y las finalidades del motín, creen que el fanatismo antirreligioso envolvió al gobernador "en vahos de infierno y olores a Lucifer".

14 de Febrero 1879:

Se inició la Guerra del Pacífico con la toma de Antofagasta -que en ese tiempo era una ciudad boliviana-, por el ejército chileno, se inició la Guerra del Pacífico (1879-1883). Este conflicto bélico, que enfrentó a Chile con Perú y Bolivia, se debió a problemas territoriales y al interés por controlar la producción del salitre -nitrato usado como fertilizante y para la fabricación de pólvora-, que era u muy buen negocio en esa época. Como Bolivia procurara apropiarse de las salitreras de Antofagasta, el Gobierno chileno ordena ocupar esa plaza. Las tropas chilenas ocupan Antofagasta: Desembarcan dos Compañías, 1 de Artillería y 1 de Artillería de marina (198 hombres) las que bajo el mando del Coronel Emilio Sotomayor y ocupan la ciudad. A partir de ese momento Antofagasta queda en poder de Chile.
16 de Febrero 1879:
La Corbeta O'Higgins ocupa Mejillones: Los buques Blanco Encalada y O'Higgins marcharon el primero a Tocopilla y Cobija en protección de los chilenos, y el segundo a Mejillones.
16 de Febrero 1879:
Ocupación de Caracoles. Un destacamento de 70 hombres de la Artillería de Marina, al mando del Capitán Francisco Carvallo, ocupa Caracoles.

20 de Marzo 1879:

Ocupación de Cobija: Las tropas chilenas toman Cobija, al mando de William Rebolledo. Los buques Blanco Encalada y O'Higgins marcharon el primero a Tocopilla y Cobija en protección de los chilenos.

21 de Marzo 1879:

Ocupación de Tocopilla: Las tropas chilenas toman control de Tocopilla. Ese día desembarca en Tocopilla la tripulación del Cochrane al mando de Enrique Simpson.

23 de Marzo 1879:

Combate de Calama Fue el primer hecho de armas de la Guerra del Pacífico. Tropas chilenas al mando del Comandante Eleuterio Ramírez se enfrentaron contra las fuerzas bolivianas comandadas por el Coronel Ladislao Cabrera, obteniendo el triunfo el Ejército chileno...Por lo anterior, se fijó este día como: "El Día de Calama". Las tropas chilenas sufren 12 bajas, 7 muertos y 5 heridos, los Bolivianos 52, 20 muertos y 32 prisioneros (entre estos últimos se encuentra un ciudadano chileno de apellido Alfaro).
25 de Marzo 1879:
Un destacamento chileno llega a Chiu Chiu.
05 de Abril 1879:
Bloqueo de Iquique: El Bloqueo al Puerto de Iquique marca la primera acción ofensiva de Chile sobre territorio peruano.

12 de Abril 1879:

Combate Naval de Chipana: Fue el primer enfrentamiento naval, entre la cañonera chilena "Magallanes" y la corbeta peruana "Unión" y la cañonera "Pilcomayo". Las naves peruanas a raíz del bloqueo y por presión popular, Prado les ordena salir como estén a practicar operaciones "inteligentes y de consecuencia" entre Antofagasta e Iquique.
18 de Abril 1879:
Bombardeo de Pisagua: Este acto más que servir para un objetivo táctico o importante, fue más que nada en represalia por el ataque a sus embarcaciones menores.
01 de Mayo 1879:
Combate de Mejillones: El Cochrane y la O’Higgins combaten con los defensores de tierra, 10 hombres bajo el mando del Teniente Coronel Graduado Luis Reina dos marinos chilenos resultan heridos por un accidente.

21 de Mayo 1879:

Combate Naval en la rada de Iquique. Mueren heroicamente el comandante de la Esmeralda, Arturo Prat, y gran parte de la tripulación. Luego de un épico combate el Huáscar hunde a la Esmeralda, mueren 146 marinos chilenos y otros 57 caen prisioneros, por el lado peruano muere un oficial y salen heridos 7 tripulantes.

21 de Mayo 1879:

Combate Naval de Punta Gruesa. En Punta Gruesa en tanto la habilidad del Comandante Condell y una buena cuota de suerte terminan con la Independencia encallada y perdida totalmente, mueren 3 chilenos y resultan heridos 6, por el lado peruano, mueren 5 y salen heridos 23 tripulantes.
26 de Mayo 1879:
Combate Naval de Antofagasta: Fue el primer bombardeo naval nocturno de la guerra. Este combate se dio durante la primera correría del blindado peruano Huáscar.
28 de Mayo 1879:
El Huáscar recaptura a la goleta "Coqueta": La nave había sido recientemente capturada por los chilenos, la embarcación marchaba rumbo a Antofagasta, son capturados tres marinos chilenos, la goleta es enviada a Arica, con tripulación de presa.
06 de Julio 1879:
La Unión en Tocopilla hunde a la barca "Matilde": Después es perseguida por el Blanco Encalada.
09 de Julio 1879:
Segundo Combate Naval frente a Iquique: No pudiendo encontrar al Abtao (que ya había solucionado sus problemas de maquinaria y cambiado su fondeadero por seguridad) intenta hundir al Matías Cousiño, pero los disparos dirigidos contra este transporte atrajeron a la cañonera "Magallanes", la que se midió valientemente contra el Huáscar a pesar de su inferioridad, la llegada del Blanco determinó que Grau emprendiera la huida. Resultan heridos 3 marinos chilenos.
18 de Julio 1879:
Incursiones del Huáscar: El Huáscar inicia una serie de incursiones contra puertos y caletas chilenos del norte (Chañaral, Carrizal, Pan de Azúcar y Huasco).
23 de Julio 1879:
El Huáscar y la Unión capturan al transporte Rimac: En el buque estaba el Regimiento Carabineros de Yungay que estaba embarcado en la nave chilena, constaba de 250 jinetes, armados y municionados; todos ellos pertenecientes a las mejores familias de Santiago.
28 de Agosto 1879:
Segundo Combate de Antofagasta: El Huáscar se acerco al puerto de Antofagasta con la intención de cortar el cable submarino para evitar la comunicación del centro de operaciones enemigas con el resto de Chile sin darse cuenta que el Abtao se encontraba entre los buques neutrales.
10 de Septiembre 1879:
Combate de Río Grande: Un destacamento del Regimiento de Caballería Chilenos "Cazadores" destroza una montonera boliviana en las cercanías de San Pedro de Atacama, muere una docena de bolivianos, y salen heridos 5 chilenos.

08 de Octubre 1879:

Combate Naval de Punta Angamos. Se enfrentaron el blindado chileno "Almirante Cochrane" al mando de Juan José Latorre Benavente, y el monitor peruano "Huáscar", comandado por el contraalmirante Miguel Grau Serrano. Fue capturado el "Huáscar", la embarcación enemiga más poderosa. Sin embargo, falleció Grau, llamado el "caballero de los mares". Perú sufre 33 muertos y 26 heridos en un épico combate.
10 de Octubre 1879:
Combate de Quillagua.
02 de Noviembre 1879:
Tropas chilenas asaltaron y se apoderaron de Pisagua. Nuestros soldados se dividieron en dos grupos, uno por la playa y otro por los cerros, así tomaron entre dos fuegos a las tropas peruanas y bolivianas. Luego de un sangriento combate, los chilenos se apoderaron de la ciudad. El Estado Mayor evalúa en un centenar los muertos aliados y 56 prisioneros.
06 de Noviembre 1879:
Combate de Agua Santa o Pampa Germanía. Después de un corto tiroteo los chilenos quedaron dueños del campo y de la línea del ferrocarril de Pisagua a Agua Santa. Los "Cazadores" despedazan el destacamento de retaguardia aliado en Pampa Germanía, los aliados pierden unos 60 hombres muertos, entre ellos el Teniente Coronel Sepúlveda, los chilenos 3 muertos y 6 heridos.
18 de Noviembre 1879:
El "Blanco Encalada" captura al barco peruano "Pilcomayo"
19 de Noviembre 1879:
Batalla de Dolores o San Francisco. Luego de diversos vaivenes el Coronel Emilio Sotomayor concentra y atrinchera sus 6.500 soldados en el Cerro San Francisco, donde es atacado por Buendia con 11 mil peruanos, venciendo los chilenos en la Batalla de Dolores o San Francisco, las tropas peruanas se retiran hacía Tarapacá.
22 de Noviembre 1879:
Las tropas chilenas ocuparon Iquique, mientras que las autoridades peruanas abandonaban la plaza, sin quemar ningún cartucho.
27 de Noviembre 1879:
Batalla de Tarapacá. La Campaña de Tarapacá, fue una de las fases de la Guerra del Pacífico, finalizó con la Batalla de Tarapacá, la que se desarrolló en la quebrada del mismo nombre. Esta campaña tenía como objetivo la posesión de la Provincia de Tarapacá. La hazaña de los soldados chilenos, permitió una victoria impensada. Chile se adueñó de la región, y la gesta tuvo un hondo efecto en la población. La valentía demostrada por Eleuterio Ramírez en el combate, lo llevó a ser elevado a héroe nacional. En el centro de San Lorenzo de Tarapacá, un monumento conmemora la contienda del 27 de noviembre de 1879; en una cripta están enterrados los soldados chilenos y un busto recuerda a Eleuterio Ramírez.
06 de Diciembre 1879:
Combate de Tambillo (San Pedro de Atacama): Un destacamento de 25 Granaderos es atacado, mueren 8 y otros 11 son tomados prisioneros, los bolivianos del "Francotiradores" sufren 2 muertos y 1 herido.
01 de Enero 1880:
Combate de Camarones: Muere un granadero y es capturado otro.
27 de Febrero 1880:
Combate Naval de Arica: Lo cierto es que más que un combate, se trata de tres acciones que ocurrieron el mismo día. En el muere el comandante del Huáscar Manuel Thompson.
09 de Marzo 1880:
El Blanco Encalada y el Loa en las islas Lobos: Hunden seis lanchas y capturan 29 animales, llevándose además prisioneros al Capitán de Corbeta Rosas y al Coronel Alaiza.
14 de Marzo 1880:
Fuerte escaramuza entre Chilenos y Peruanos en el frente de Moquegua, resultan heridos 2 soldados del regimiento "Buin" 1º de Línea y muerto 1 Gendarme de Moquegua.
21 de Marzo 1880:
Durante la noche un destacamento de 20 soldados de la Compañía de Cazadores del batallón peruano Grau incursiona sobre el campamento del regimiento de caballería chileno "Cazadores" dando muerte a 3 soldados, mientras tanto las tropas chilenas ya se han puesto en marcha para asaltar la excelente posición peruana.
22 de Marzo 1880:
Batalla de Los Angeles: Las tropas chilenas atacan y se apoderan del cerro de Los Angeles, considerado como inexpugnable. Las fuerzas peruanas estaban bajo las órdenes de Coronel Agustín Gamarra. Antes del medio día, gracias especialmente a una espectacular ascensión por senderos inaccesibles del batallón "Atacama" Nº1 las tropas chilenas derrotan completamente a las peruanas, las que sufren no menos de 28 muertos y 64 prisioneros.
01 de Abril 1880:
Ocupación de Locumba: La Patrulla de Duble Almeida ocupa el pueblo de Locumba, donde son atacados por las tropas del Coronel Albarracin, quienes matan a 3 chilenos y capturan 10, a cambio muere 1 soldado peruano y otro resulta herido.
18 de Abril 1880:
Combate de Buena Vista: Un fuerte destacamento de Caballería Chileno, bajo el mando de José Francisco Vergara destruye un grupo de milicianos peruanos y obliga al Coronel Albarracín a retirarse con los restos de su Escuadrón "Gendarmes de Tacna".
23 de Abril 1880:
Combate Naval de Torpederas en el Callao: Resulta herido el Teniente Manuel Señoret.
10 de Mayo 1880:
Segundo bombardeo del Callao: Los buques chilenos intentan sin éxito un segundo bombardeo del Callao, el monitor Huáscar resulta averiado, en tierra mueren 2 cantineras y 1 soldado, a la vez que salen heridos 24 personas. durante la Guerra del Pacífico.
25 de Mayo 1880:
Combate de torpederas en el puerto de El Callao: Hundimiento de la torpedera peruana "Independencia" y de la chilena "Janequeo", además mueren 2 marinos chilenos y 3 peruanos, salen heridos dos marinos chilenos y son capturados 7 marineros peruanos.
26 de Mayo 1880:
Batalla de Tacna o del Alto de la Alianza: El 1º Ejército del Sur Peruano y el ejército Boliviano (unos 10.000 hombres agrupados en 9 divisiones) son derrotados por el ejército chileno (14.147 hombres agrupados en 4 divisiones) los bolivianos no volverán a participar en una gran batalla contra Chile, mueren más de 500 chilenos y entre 1.000 y 1.200 aliados.
06 de Junio 1880:
Bombardeo de Arica: Se inicia el bombardeo chileno desde las baterías de tierra así como por el mar por los buques Loa, Covadonga, Magallanes y Cochrane. Las defensas peruanas utilizan la Batería Norte, Batería del Morro, Batería del Este y los cañones del monitor BAP Manco Cápac. El Cochrane recibió un impacto de un cañón Voruz de las baterías del morro, que lo hizo explotar provoncado 27 heridos, de los cuales murieron 7 después.
07 de Junio 1880:
Asalto y Toma del Morro de Arica: Las tropas chilenas toman por asalto el Morro de Arica. Ultimo reducto de los peruanos, desde entonces esta ciudad pertenece al territorio nacional. Luego de un cruento combate de alrededor de una hora y media, las tropas chilenas derrotan a la guarnición de esta plaza fuerte, mueren más del 30% de los defensores de la plaza, cumpliendo lo señalado por el Coronel Bolognesi de "luchar hasta quemar el último cartucho"
16 de Julio 1880:
Combate de Palca: Después de la Batalla de Arica, las fuerzas chilenas organizan expediciones a la sierra de Tacna, en donde se encuentra organizada las guerrillas de Pacheco Céspedes, Leoncio Prado y Gregorio Albarracin. Así se realiza el combate entre la guerrilla de Pacheco Céspedes contra el Regimiento Lautaro.
19 de Julio 1880:
Expedición de Salvo a Moquegua: Baquedano despachó contra ellos una expedición a Tarata, al mando de Barbosa, y otra a Moquegua, a las órdenes del sargento mayor Wenceslao Bulnes.
22 de Julio 1880:
Combate de Tarata: Las tropas chilenas del Coronel Barboza despedazan a los guerrilleros peruanos del Coronel Leoncio Prado, quienes sufren 26 muertos, 3 heridos y 21 Prisioneros, los chilenos por su parte sufren 1 muerto.
04 de Septiembre 1880:
La expedición Lynch: Lynch debía desembarcar en los puertos peruanos, empezando en el norte por Paita, para terminar en Quilca; internarse en los valles feraces; imponer contribuciones en dinero o en especies a la propiedad particular; inutilizar los ferrocarriles, y destruir las propiedades, cuyos dueños rehusaran pagar los cupos, teniendo cuidado de no perjudicar a los neutrales.
13 de Septiembre 1880:
Hundimiento de la "Covadonga": Alrededor de las 15:15 estalló el artefacto explosivo, que un marinero sobreviviente comparaba al estallido de cuarenta cañonazos a un tiempo, hundiéndose la Covadonga en dos minutos.
16 de Septiembre 1880:
Nuevo combate de Torpederas en el Callao: Resulta 1 herido en la chilena "Guacolda" y 1 muerto en la peruana "Urcos".
22 de Septiembre 1880:
El Cochrane bombardea Chorrillos: Buques de la escuadra chilena bombardearon los puertos peruanos de Ancón y Chancay, en represalia de la celada que hizo volar la "Covadonga", en el contexto de la Guerra del Pacífico.
23 de Septiembre 1880:
El Blanco Encalada bombardea Ancón.
23 de Septiembre 1880:
La Pilcomayo bombardea Chancay.
05 de Diciembre 1880:
Combate de lanchas en El Callao: Donde murió el aspirante a marina Juan Antonio Morel Zegers.
11 de Diciembre 1880:
Bombardeo del puerto de El Callao: Por el transporte "Angamos". Falleció el teniente Tomás Pérez al explotar un cañón.
24 de Diciembre 1880:
Combate de Pachacamac: A las 2 de la mañana un destacamento compuesto por dos compañías del “Buin”, 2 del “Esmeralda” y 200 “Cazadores” salen hacía Machay a marchas forzadas, a las 4 de la mañana llegan a Pachacamac, poco después sostienen un intenso combate con tropas peruanas emboscadas, sufriendo un muerto, un herido y con el Sargento Mayor Silva Contuso la tropa se repliega llevándose 3 soldados peruanos prisioneros.
27 de Diciembre 1880:
Combate de El Manzano o Pueblo Viejo: Entre tropas chilenas y peruanas, donde murieron los comandantes de ambos ejércitos, en el contexto de la Guerra del Pacífico. El Regimiento Curicó sorprende y prácticamente destruye a la I Brigada de Caballería “Rimac”, en el Manzano por la parte chilena muere el 2º Comandante del Curicó Teniente Coronel José Olano y son heridos 4 soldados, por la parte peruana mueren 16 soldados y son capturados 112 soldados peruanos, entre ellos el Comandante de la Brigada, Coronel Sevilla. Para celebrar el acontecimiento, por orden del día se ordena que todas las bandas de las unidades chilenas toquen el Himno Nacional inmediatamente frente a sus campamentos.
02 de Enero 1881:
Combate de Humay: Las Tropas del Comandante Echevarria atacan y causan serios daños a una montonera peruana en Humay, los chilenos pierden 5 hombres, 2 muertos y 3 heridos, entre los primeros 1 capitán.
09 de Enero 1881:
Combate de Ate: Un destacamento chileno de la II/2ª División bajo el mando del Coronel Barboza, asalta el sector escasamente defendido por los peruanos, luego de un corto combate desalojan a los defensores y quedan dueños del campo, los chilenos se retiran poco después, han sufrido 1 muerto y unos 20 heridos.
13 de Enero 1881:
Batalla de Chorrillos: Las tropas chilenas asaltan las posiciones peruanas, tras un sangriento encuentro capturan una tras otra las posiciones de Villa Santa Teresa, San Juan, Chorrillos y el Morro Solar, mueren más de 2000 hombres por bando en tal ves la batalla más grande de la historia de Latinoamérica.
15 de Enero 1881:
Batalla de Miraflores: Transcurre esta batalla en las proximidades de Lima, donde las tropas chilenas, al mando del general Baquedano, vencen a las peruanas consiguiendo de esta forma el triunfo de la guerra que se iniciara en 1879.
16 de Enero 1881:
Combate de Lurín: Una partida de caballería peruana ataca en las cercanías de Lurín a un destacamento de “Cazadores”, pero estos últimos les vencen, causandoles varias bajas.
07 de Abril 1881:
Combate de San Jeronimo: Lagos envía al Comandante José Miguel Alcérreca, al mando de una fuerza compuesta por tropas del Carabineros de Yungay y del Buin al interior. Ese mes en San Jerónimo, cerca a Santa Eulalia, se inicia la campaña de la Breña con las fuerzas organizadas por el coronel José Agustín Bedoya que se enfrentan a las fuerzas de Alcérreca, las cuales luego de un tiroteo dispersan a los hombres de Bedoya, para luego incendiar el lugar y retornar a Lima.
27 de Junio 1881:
Combate de Sangra: En la sierra peruana, las fuerzas chilenas comandadas por el capitán José Luis Araneda Carrasco, se enfrentaron al enemigo y luego de 13 horas de lucha, se retiró el ejército peruano. De los 36 "buines" que iniciaron el desigual combate, sólo 10 quedaron con vida, a los que la historia reconoce como: "Los diez de Araneda", "Los diez de Sangra".
08 de Agosto 1881:
Combate del puente Verrugas: Las guerrillas de sargento mayor José Osambela obtienen otra victoria en el puente Verrugas.
15 de Agosto 1881:
Combate del puente Purguay: Se libra el combate del puente Purhuay, saliendo de Chosica donde el nuevo batallón Zepita comandado por el teniente coronel Villegas y las guerrillas del coronel Manuel Tafur triunfan sobre las fuerzas chilenas.
02 de Septiembre 1881:
Combate de Calientes: Se produce en la región de Tacna.
03 de Septiembre 1881:
Combate de Pachía: En la región de Tacna se produce el combate, en donde las tropas chilenas derrotan a las guerrillas peruanas, dominando la región.
10 de Octubre 1881:
Combate de Motupe.
21 de Octubre 1881:
Combate de Cienaguilla.
26 de Octubre 1881:
Combate de Guadalupe.
05 de Febrero 1882:
Primer Combate de Pucará: Cáceres pasa por Tarma y Jauja y ocurre el combate con las fuerzas chilenas al mando de Del Canto. Cáceres continúa su marcha ocupando Izcuchaca, Acostambo, Huancavelica, Acobamba.
22 de Febrero 1882:
Combate de Acuchimay: Cáceres vence a las fuerzas rebeldes del coronel Arnaldo Panizo que contaba con 1.500 hombres, tomando sus tropas. Luego de este suceso Cáceres ingresa a Ayacucho.
06 de Marzo 1882:
Combate de Comas.
29 de Marzo 1882:
Combate de Pazos.
31 de Marzo 1882:
Segundo Combate de Pazos.
Marzo a Mayo 1882:
Suceden diversos enfrentamientos como los combates de: Sierralumi, Huaripampa, Huancaní, Llocllapampa, Sicaya, Chupaca, Pazos, Acostambo, Ñahuimpuquio. Las fuerzas chilenas estaban diezmadas por el tifus y la viruela, así Lynch autoriza a Del Canto a volver a Lima con el 2º de Línea trayendo a los heridos y a los enfermos. Los batallones "Pisagua" 3º de Línea y "Santiago" 5º de Línea son enviados como refuerzos.
03 de Junio 1882:
Combate de Marcavalle: Se enfrentan guerrillas peruanas con el batallón chileno Santiago destacado en Marcavalle.
28 de Junio 1882:
Nuevamente se enfrentan guerrillas peruanas con el batallón chileno Santiago destacado en Marcavalle.
09 de Julio 1882:
Segundo Combate de Pucará: Después de que los chilenos se retiran de Marcavalle, fueron perseguidos por dos compañías del Tarapacá, “Fueron empujadas sobre pucará, donde reforzados (los chilenos) por las restantes compañías de su batallón opusieron nueva resistencia.
09 y 10 de Julio 1882:
Combate de la Concepción. A las dos y media de la tarde de este día comienza el combate, considerado por el pueblo chileno, uno de los hechos más dramáticos de la Guerra del Pacífico. Se desarrolló los días 9 y 10 de julio de 1882 en el pueblo peruano de La Concepción. La guarnición completa del regimiento Chacabuco, compuesta por 77 jóvenes entre 16 y 18 años, resistió durante dos días el ataque de dos mil soldados peruanos, que tuvo como resultado la muerte de todo el contingente chileno. La valentía demostrada por los jóvenes, que mantuvo heroicamente alzada nuestra bandera, hizo que el 9 de julio fuera establecido como el día oficial de nuestro emblema patrio.
10 de Julio 1882:
Segundo Combate de La Oroya. Se enfrentan las fuerzas peruanas de Máximo Tafur y las chilenas del 3º de Línea, al mando del Teniente Francisco Meyer en el puente de La Oroya. La guarnición chilena mantiene el control del lugar.
15 de Julio 1882:
Combate de Tarmatambo. La compañía del batallón Lautaro se enfrenta en el caserío de Tarmatambo a las fuerzas dirigidas por el Coronel Juan Gastó y Máximo Tafur en el Combate de Tarmatambo.
16 de Julio 1882:
Combate de San Juan Cruz: Las fuerzas de Cáceres se enfrentan con una compañía del batallón 2° de Línea. Cáceres decide no atacar el pueblo, sino apostar la segunda división y los guerrilleros de San Jerónimo en las alturas cercanas a Tarma.
Febrero 1883:
Combate de Ungatá: Una compañía del Lautaro se enfrenta en Ungará al sur de Lima a guerrilleros locales, los chilenos son apoyados por un escuadrón de Granaderos y mantienen su posición.
14 de Marzo 1883:
Combate de Puruguay.
03 de Abril 1883:
Cáceres llega a la costa de Chancay, para luego atacar a la guarnición del Aconcagua. El coronel Urriola se retira de Chancay y se embarca en la Corbeta Chacabuco recibiendo luego refuerzos desde Lima del 3º de Línea y del Coquimbo por lo cual Cáceres se retira hacia Canta.
20 de Abril 1883:
Segundo Combate de Purhuay. Antes de ordenar una nueva ofensiva contra el ejército de Cáceres, Lynch ordenó la reparación del puente de Purhuay y la línea telegráfica que los montoneros de Chosica habían destruido lo que impedía el transito de las tropas chilenas hacia las zonas ocupadas por la resistencia peruana. Con tal misión partió de Lima el mayor Julio Quintavalla quien arribó a Chosica el 14 de abril, en los días siguientes la fuerza chilena fue constantemente hostilizada por las montoneras peruanas formadas por el batallón Guerrilleros del Rimac al mando del mayor Wenceslao Inchaústegui. El 20 de abril tuvo lugar el combate de Purhuay, a dos millas y media del puente del mismo nombre, tras el cual Quintavalla tuvo que retirarse sin haber logrado cumplir su misión y habiendo tenido 29 bajas entre muertos y heridos y 17 dispersos.
10 de Julio 1883:
Batalla de Huamachuco: Le correspondió ser el último hecho de armas que puso fin a la Guerra del Pacífico. Al ver a las fuerzas de Cáceres en el cerro Cuyulga, Gorostiaga deja el poblado de Huamachuco y se posiciona en el cerro Sazón al norte del pueblo. Se enfrentan ambos ejércitos, Gorostiaga vence a las tropas de Cáceres, quien pierde la mitad de sus hombres. Cáceres retorna a Ayacucho con el fin de organizar un nuevo ejército.
01 de Agosto 1883:
Combate de Coari: Enfrentamiento en el sur del Perú.
02 de Agosto 1883:
Combate de Mirave: Pacheco Céspedes se enfrenta al destacamento chileno al mando del Mayor Duberli de Oyarzun.
20 de Octubre 1883:
Tratado de Ancón: Tratado que pone fin a la guerra del Pacífico, de Chile contra Perú y Bolivia. Perú cede a Chile las provincias de Tacna, Arica y Tarapacá y Bolivia pierde la provincia de Antofagasta.
06 de Enero 1891:
Sublevación de la Escuadra: La Escuadra se levanta contra el Presidente José Manuel Balmaceda.
08 de Enero 1891:
Operaciones de la Escuadra en el sur: Para reunir contingentes y armas para los batallones, se emprendieron diversas expediciones. La "Esmeralda" ancló en Talcahuano e! día 8 de enero y tomó los elementos que había en el buque•escuela N° 2.
12 de Enero 1891:
Acciones en Coquimbo y La Serena: Primeras acciones de la Armada durante la Guerra Civil de 1891.
19 de Enero 1891:
Acciones en Pisagua, Zapiga, Alto Hospicio y Taltal: Primeras acciones de la Armada en el norte, durante la Guerra Civil de 1891.Conocido como el "Combate de los Abrazos", por la confusión que tuvieron los contrincantes en uno de los primeros enfrentamientos de esa guerra.
06 de Febrero 1891:
Captura de Pisagua. Los congresistas tenían su Cuartel General en la zona norte del país, tratando de avanzar hacia el centro del país. Los balmacedista intentaron frenar en esta zona a los congresistas, razón por la cual desarrollaron una serie de combates y batallas en esta región.
15 de Febrero 1891:
Batalla del Cerro Dolores o San Francisco: Las fuerzas gobiernistas afines al Presidente José Manuel Balmaceda fueron derrotadas por los congresistas, en el Cerro Dolores o San Francisco, cerca de Pisagua, provincia de Tarapacá.
17 de Febrero 1891:
Combate de Huara: Entre las tropas gobiernistas contra las congresistas en la estación de ferrocarril de Huara, que unía Iquique con Pisagua, en la I Región.
19 de Febrero 1891:
Combate de la Aduana de Iquique. Desde Iquique fueron enviadas fuerzas balmacedistas hacia el interior, por lo que esta ciudad quedó desprotegida. Aprovechando esta situación, las naves congresistas avanzaron hacia el puerto, llegando alrededor de las 05:00 hr.. A seis kilómetros de Iquique, se pudo divisar a cuatro embarcaciones congresistas alumbrando con sus proyectores los cerros para disparar sobre la tropa balmacedista que intentara descender al puerto.
07 de Marzo 1891:
Batalla de Pozo Almonte: Los balmacedistas habían perdido la mayoría de sus hombres y municiones, lo que sumado a la alta deserción de sus partidarios, generó el envío de 1.000 hombres desde Santiago.
19 de Marzo 1891:
Ocupación de Antofagasta Tacna y Arica: Apenas la provincia de Tarapacá estuvo libre de fuerzas enemigas, se planteó a los congresistas la necesidad de adueñarse inmediatamente de las provincias de Tacna y Arica, Antofagasta y Atacama.
23 de Abril 1891:
Hundimiento en Caldera del "Blanco Encalada": Los balmacedistas hunden en la rada de Caldera el barco "Blanco Encalada".
07 de Julio 1891:
Combate de Vallenar: El coronel Orrego, jefe de la división de Coquimbo, ignorando que venían en camino tropas constitucionales de infantería, dio orden al teniente coronel Almarza que atacara por sorpresa.
18 de Agosto 1891:
Desembarco en Quintero: Las fuerzas congresistas desembarcan en Quintero. 300 soldados del Pisagua N° 3, conducidos por botes que se desprendieron del "Biobio", se posesionaban sin oposición del pueblecito de Quintero.
21 de Agosto 1891:
Batalla de Concón: Fue la penúltima acción de la Guerra Civil de ese año y el primer enfrentamiento de las fuerzas revolucionarias o congresistas, comandadas por el coronel Estanislao del Canto Arteaga. Las fuerzas congresistas se concentraron en la bahía de Quintero y estaban al mando del General Estanislao del Canto.
28 de Agosto 1891:
Batalla de Placilla. La Guerra Civil de 1891 finalizó el 28 de agosto de 1891 en la Batalla de Placilla, pequeño pueblo situado a la bajada del Alto del Puerto, en el camino de Casablanca, lugar donde se enfrentaron las fuerzas que apoyaban al gobierno del presidente José Manuel Balmaceda Fernández, con las fuerzas de los congresistas o revolucionarias, obteniendo el triunfo estos últimos.

Bernardo O´Higgins

Bernardo O´Higgins

Ramon Freire

Ramon Freire

Joaquin Prieto

Joaquin Prieto

Mujeres Destacadas de la Historia de Chile


Paula Jaraquemada Alquizar: (Santiago junio de 1768 - † falleció el 7 de septiembre de 1851). Hija de Domingo de Jaraquemada y Cecilia de Alquizar, fue uno de los personajes femeninos más importantes en la lucha por la independencia de Chile. ir a Bio,,,

Francisca Javiera Eudoxia Rudecinda Carmen de los Dolores de la Carrera y Verdugo (Santiago, 1 de marzo de 1781 - † ibídem, 20 de agosto de 1862), más conocida como Javiera Carrera, fue una patriota chilena que destacó por el apoyo a la lucha por la Independencia de Chile y por bordar la primera bandera patria del país, llamada actualmente bandera de la "Patria Vieja". Los Carrera eran descendientes de vascos. ir a Bio...

Catalina de los Ríos y Lisperguer: (*Santiago de Chile, 1604 - † 1665), más conocida como La Quintrala, fue una terrateniente chilena de la época colonial, famosa por su belleza y la crueldad con la que trataba a sus inquilinos. Se convirtió en un ícono del abuso y la opresión colonial. Su figura, fuertemente mitificada, pervive en la cultura popular de Chile como el epítome de la mujer perversa y abusadora. Para tildar a una mujer de abusadora en Chile se le dice "Quintrala". ir a Bio...

Candelaria Pérez: (* Santiago de Chile, 1810 - † 28 de marzo de 1870), también conocida como Sargento Candelaria, fue una militar chilena que participó en la Guerra contra la Confederación Perú-Boliviana. ir a Bio...

Irene Morales Infante (La Chimba, Santiago, 1 de abril de 1865 — † Santiago, 25 de agosto de 1890) Militar chilena, Sargento segundo y Cantinera del Ejército de Chile durante la Guerra del Pacífico. ir a Bio...

Janequeo o Yanequén: Fue una mujer lonco, de origen mapuche-pehuenche. Esposa del Lonco Hueputan, quien murió bajo tormentos por mandato del gobernador Alonso de Sotomayor. Su preparación militar y cualidades de líder, hicieron que se ganara el apoyo de los estrategas militares de su pueblo. ir a Bio...

María Isabel Riquelme y Meza: (* Chillán Viejo, Región del Biobío, Chile 1758 - † Lima, Perú 21 de abril de 1839), fue la madre del Libertador General de Chile, Bernardo O'Higgins. ir a Bio...

Rosa O'Higgins: (* Chillán Viejo, Región del Biobío, Chile 1781 - † Lima, Perú 1850), chilena hija de Isabel Riquelme y Félix Rodríguez Rojas. En los años de la lucha de la independencia chilena adoptó el apellido de su medio hermano Bernardo O'Higgins con quien viviese sus primeros años de su niñez. ir a Bio...

Eloísa Díaz Insunza: (* Santiago de Chile, Chile, 25 de junio de 1866, † Id. 1 de noviembre de 1950), primera mujer estudiante de medicina de la Universidad de Chile y primera médica de Chile y América del Sur. ír a Bio...

Guacolda: La existencia de Guacolda, mujer de Lautaro, así como la de Fresia, mujer de Caupolicán, es materia de discusión puesto que mientras para unos es sólo una leyenda, para otros se trata de una persona real. ir a Bio...

Fresia: La existencia de Fresia, mujer de Caupolicán, así como la de Guacolda, mujer de Lautaro, es materia de discusión, puesto que sólo aparece en el poema épico "La Araucana", escrito por Alonso de Ercilla y Zúñiga (1533-1594) durante su estadía en Chile y publicado en Madrid en tres partes (1569, 1578 y 1589). ir a Bio...

Inés de Suárez o Inés Suárez: (Plasencia, Extremadura, España, 1507 - Chile, 1580) fue una mujer española reconocida en el período de la conquista de Chile y compañera del conquistador Pedro de Valdivia. ir a Bio...

Lucila de María del Perpetuo Socorro Godoy Alcayaga: Conocida por su seudónimo Gabriela Mistral (Vicuña, 7 de abril de 1889 – Nueva York, 10 de enero de 1957), fue una destacada poetisa, diplomática y pedagoga chilena. ir a Bio...

HITOS:

1865 Mujeres de Clases alta y católicas se expresan en el Periódico “El Eco de las Señoras de Santiago”

1875 Clotilde Garretón se inscribe en los registros electorales, porque cumple con las exigencias de la ley.

1877 Promulgación del Decreto Amunategui, da derecho a las mujeres para que ingresan a la Universidad.

1884 Martina Barros intelectual que comienza a dar discursos sobre el voto femenino.

armón de un cañon de 1810

armón de un cañon de 1810










Eric Hobsbawm: "El SigloXX"

El Choque de las Civilizaciones. Samuel Huntington

El Fin de la Historia. Francis Fukuyama