miércoles, 10 de mayo de 2023

Historia de Chile. el porqué de los cambios de generales en jefes de ambas fuerzas contendientes

 


Cambiando de Comandantes en Jefes

Mientras el bando realista reordenaba sus fuerzas y Gainza aceptaba como vitales para las acciones a realizar a las tropas existentes y distribuía las diferentes partidas por la región existente desde la confluencia de los ríos Itata y el Ñuble, hasta la costa y desde allí hacia Quinchamalí, Quirihue, Concepción, Arauco, Los Ángeles y Cauquenes, evitando de esta forma las comunicaciones entre las divisiones patriotas existentes en los sectores de Cauquenes, El Membrillar, Concepción y también con Santiago. El ahora Brigadier Bernardo O´Higgins, como nuevo General de los Ejércitos del Sur o Patriotas, se encontraba en una situación bastante compleja.

Los realistas se habían hecho plenos dominadores del territorio en el Sur del país, convertían los caminos exigían a los patriotas tomar todas las precauciones pertinentes que evitasen ser sorprendidos por alguna partida de las guerrillas del Rey, las cuales obtenían información entregada por el campesinado de la región acerca  de todos los movimientos que hacían los hombres de la Patria. Un ejemplo de ello sucedió a mediados de diciembre del año 1813, a cuatro meses que el General en Jefe de los Ejércitos del Sur, determinara levantar el Sitio de Chillan, “la guerrilla del Teniente don Juan Estaban Manzano, que regresaba del Maule después de haber acompañado a O´Higgins en su viaje a Talca, fue atacada por los realistas en el paso del Itata. Manzano herido en una pierna, cayó prisionero, y fue conducido a Chillán; pero obtuvo su libertad en virtud del canje  efectuado al mes siguiente.”  (Colección de Historiadores y Documentos Relativos a la Historia de Chile. Revista de la Guerra de la Independencia de Chile. José Rodríguez Ballesteros. Tomo VI. Capitulo III. Año de 1814. Página 308. Imprenta Cervantes. Bandera 50. Stgo. Chile.1900).

Sánchez había logrado fortalecer sus fuerzas y hacerlas dominadoras de toda la región después de haber vivido un periodo de zozobra y desmoralización. Su trabajo de hormiga y de lograr que sus hombres no decayeran y se repusieran de sus frustraciones, lograba volver a establecer de manera fluida una comunicación con Chiloé y Perú, vía Golfo de Arauco; si bien durante toda la campaña de 1813 no se había perdido, se vio en un momento perdida, pero fue rápidamente recuperada gracias al tesón de los habitantes de la zona y el gran apoyo de los huilliches. El Coronel Sánchez solicitaba a Chiloé y el Perú refuerzos para poder iniciar la recuperación total del país. Nunca imaginaria que junto al arribo de ellas venía el Brigadier Gabino Gainza a reemplazarlo del mando de todos los Ejércitos de Rey en Chile.

Mientras se preparaba el viaje de Gainza para la Capitanía General de Chile, la junta gubernativa de los independentistas se había trasladado a Talca y desde allí se informaba de la posible llegada de nuevos refuerzos realistas y de un nuevo comandante en jefe de las fuerzas colonialistas, generándole gran inquietud. A ello se sumaba el descubrimiento de una conspiración realista en Concepción, el descontento existente entre el vecindario de la ciudad y los hombres del ejército patriota, el tiempo que demoraba José Miguel Carrera para entregar el mando de la fuerza solicitada por esta Junta.

La Conspiración realista descubierta en Concepción fue conocida por la Junta de Gobierno independentista el día 25 de diciembre de 1813. En un principio daba todo el crédito a lo que informaba José Miguel Carrera, a quien desearon darle la autoridad a este para que usara el mayor rigor contra quienes se consideraran participe de la conjuración. Escribía la Junta gubernativa a José Miguel Carrera: “El gobierno espera firmemente que V.S., con la energía que siempre lo ha distinguido, tome las providencias convenientes para el pronto y ejemplarísimo castigo de los malvados. Que espíen sus crímenes, y que de ningún modo tengan esperanza de indulgencia. Nos será muy desagradable saber que ha salvado la vida alguno de los que pretendieron quitarla a la Patria”.   (Historia General de Chile. Tomo IX. Diego Barros Arana. Capítulo 19. Página. Editorial Universitaria. Segunda Edición. Santiago de Chile. Julio de 2002).

Pero, la Junta Gubernativa comenzó a dudar de lo informado por José Miguel Carrera, llevándolos a creer que el General en Jefe exageraba en sus misivas sobre la conspiración realista en la ciudad de Concepción. La Junta de Gobierno empezó a recelar de la autorización entregada a José Miguel Carrera, como también, el de haberle permitido cometer excesos y abusos horrendos, por ello revocaban el envío de esta carta y redactaban otra de características más moderadas. El aun General en Jefe, había iniciado una investigación y cuyos progresos eran notificados a la junta patriota. Sus notas vagas y generales de los cargos adjudicados a los probables conspiradores, sin haber enviado copia alguna de las declaraciones de los inculpados, confesiones y otros documentos que mostraran la culpa de los imputados de los hechos que se les acusaba. La extraña actitud de la Junta Gubernativa, que por un lado estimulaba y mostraba estar de acuerdo con las acciones tomadas por Carrera, enviaban a José Ignacio Cienfuegos, vocal de ella, con la misión de impedir los castigos establecidos por el aun general en jefe y evitar que prosiguiese con las persecuciones y castigos aplicados con clara característica de ser un ensañamiento contra la población partidaria del rey y con la autoridad de liberar a todos los prisioneros que fueron detenidos simplemente por sospecha.

Fue el día 14 de enero que José Miguel Carrera dictaba la sentencia de los principales acusados de efectuar la conspiración. El principal inculpado de traición era el ex Capitán del Regimiento Dragones de La Frontera, Santiago Tirapegui, quien a sus cuarenta años de edad, tenía veinticuatro de ellos en su hoja de servicio.  Este oficial partidario del Rey, quedo confinado a su hogar cuando los patriotas ocuparon Concepción y Talcahuano, producto de encontrarse enfermo, lograba evitar ser confinado a Florida. Pero su suerte se acabaría al ser denunciado de tener comunicación con los oficiales realistas establecidos en Chillan, producto de comentarios vertidos sobre los abusos que cometían los soldados de la Patria y las detenciones injustificadas de hombres y mujeres, quienes eran enviadas a prisión, desprestigiando a la revolución independentista, exponiendo la posibilidad  de restablecer el antiguo régimen colonial mediante una acción intrépida, fue suficiente para condenarlo a ser ahorcado. Junto a él, también padecieron el mismo destino, don José María Reyes, Mateo Carrillo, Antonio Lobato e Hilarión Villegas. Además, era condenado a expatriación perpetua a don Juan Alvarado, la misma pena sufrió la señora Dolores San Martin, esposa de Francisco Fajardo; lo mismo fue para N. Melo y doña Catalina Sepúlveda, Doña Aurelia San Martin fue confinada por dos años a la Isla Quiriquina.

Desde los primeros meses de campaña, José Miguel Carrera había aplicado castigos tan rigurosos, como eran la de dar azotes a quienes eran acusados de ser agentes o espías realistas  o de todo aquella persona que fuese sorprendido llevando mensajes al bando realista; siendo frecuente que estos escarmientos fueran acompañados de burlas y execraciones. A tanto llegaron las actividades de José Miguel Carrera en Concepción que llegó a escribir como fue el proceso llevado a cabo donde los mencionados en el párrafo anterior, como Tirapegui, Reyes, Carrillo, Lobato y Villegas perdieron la vida. La ejecución fue realizada en la plaza mayor de la ciudad de Concepción, presentando formación las tropas provenientes de Chepe, siendo animadas la muchedumbre por música patriótica y con sermones religiosos muy enérgicos predicados por el Capellán Meneses.

“Los enemigos del sistema, que no perdonaban ocasión para perjudicarlo o destruirlo, creyeron que la persecución del Gobierno les daba campo para cometer crímenes sin temor del castigo. Don Santiago Tirapegui, Capitán retirado de Dragones de la Frontera, aunque fue conducido a Talcahuano y puesto a bordo de un buque por sospechoso, a instancias de su familia obtuvo la gracia de seguir arrestado en su casa, para curarse de una enfermedad de consideración. Este obstinado sarraceno fraguaba una horrorosa conspira­ción, para sorprender mi persona, al Gobierno de Concepción, Cabildo, jefes militares y a otros patriotas, para asegurar las divisiones y entregarlo todo al ejército enemigo. Contaba para esto con las fuerzas de San Pedro y con una división que debía mandar [Juan Francisco] Sánchez, de [desde] Chillán. Parte de la milicia de infantería estaba corrompida, y la guardia de aquel cuartel debía servir para la ejecución. Don Javier Solar, Teniente Coronel de milicias de caballería, a quien hasta entonces reputábamos [por] sarraceno, habiéndose encontrado en una ocurrencia el 21 de diciembre, me citó por recado, que allí mismo dio a don Manuel Novoa, para que nos viésemos, tarde de la noche, detrás de la iglesia de San Agustín. Lo verifiqué a las dos de la mañana del 22, y me descubrió que había sido convidado por su bodegonero, para la conspiración, nombrándome todas las personas con que decía contaba. A las once de la mañana y, a un mismo tiempo, fueron todos apresados y se dio principio a la causa. Nombré para seguirla tres asesores, a don Manuel Novoa, don Juan Esteban Manzano y don José Vicente Aguirre. Nuevas delaciones de un miliciano llamado Narciso Sigarra, confir­maron la revolución, y cómo fue agente de ella Juan Alvarado, se le ofreció no quitarle la vida si decía con verdad cuanto supiese. Quiso conservarse y explicó por menor todo el plan. Concluida la causa resultó que fueron pasados por las armas don Santiago Tirapegui, don José María Reyes, don Tadeo Rebolledo, Mateo Carrillo, Antonio Lobato, Hilario Vallejos, y se escaparon de igual suerte José María Carreño y otro más, por haberse fugado de la prisión Juan Alvarado que fue condenado a expatriación perpetua. La misma pena salió para doña Dolores San Martín, mujer de don Francisco Fajardo; para doña Catalina Se­púlveda y un señor Melo; doña Aurelia San Martín, por 2 años a la [isla] Quiriquina. Los expatriados fueron remitidos a Valparaíso a disposición del Gobierno, quien muy luego les dio completa libertad. [A] Don José Zapatero y don Manuel Zañartu, iniciados en la causa, aunque en la sentencia se les declaró inocentes, por las vehementes sospechas que resultaron contra ambos, se les destinó a bordo de un buque. Todo fue aprobado por S.E. El General enemigo don Francisco Sánchez, luego que supo que se ejecutaba la sentencia, pasó oficio al Gobierno, diciendo que si se verificaba, usaría de represalias en la familia de O’Higgins, Alcá­zar y cuantos patriotas tenía en su poder. El Gobierno le contestó enérgicamente que estaba cierto que el General Carrera obraría con arreglo a las leyes”.  (Diario Militar de José Miguel Carrera, Capítulo VI. 10 de agosto de 1813 a 27 de noviembre de 1813. Fuentes Documentales y Bibliográficas para el estudio de la Historia de Chile. Colecciones Documentales en texto Completo. Diarios, Memorias y relatos Testimoniales.  http://www.historia.uchile.cl/CDA/fh_article/0,1389,SCID%253D7443%2526ISID%253D405%2526PRT%253D7184%2526JNID%253D12,00.html)

 

José Miguel Carrera y sus hermanos José Luis y Juan José, demostraron, al parecer, siempre tener la costumbre de actuar de manera severa contra todo sujeto que considerara enemigo de la Patria, aplicando penas capitales, las que se transformarían en un acto habitual de su severidad. Ya en plena batalla de San Carlos los soldados del Rey que perdidos vagaban por el campo que caían en manos de estos hermanos, inmediatamente eran mandados a degollar. Posterior al Sitio de Chillan, el General Carrera había desplegado un rigor que alarmaría a la Junta de Gobierno, por el temor a las represalias que podían tomar los partidarios del Rey, ante las depravaciones que estaban cometiendo las tropas patriotas bajo el mando de José Miguel Carrera.

“Seguía la escasez de víveres y dinero para socorrer [a] las tropas; O’Higgins no aparecía, y la división de Talca no avanzaba; y algunos oficiales, seducidos por los facciosos, seguían el ejemplo de [Juan] Mackenna. Me vi precisado a hacer una Junta de varias de las principales personas de aquella ciudad para pedirles que me auxiliasen con dinero y víveres, o que tuviesen entendido que de no hacerlo, formaría mi columna y mar­charía con ella a Talca, abandonando la provincia antes que pereciese el ejército. Para que discurriesen libremente los arbitrios de que podían valerse, me retiré, dejando la Junta para que procediese. Al poco tiempo me llamaron, diciéndome que el pueblo quería representar. Luego que tomé mi asiento, se me pre­sentó don Miguel Zañartu como su representante. El soberano pueblo, que llamaban ellos, se componía de doce individuos de los que concurrieron por mi llamado. Tomó, pues, la palabra el señor representante, y me dijo: “Es voluntad del pueblo soberano que US. deponga el mando en manos de la Junta de esta pro­vincia, y para alejar los recelos que tiene el Supremo Gobierno de que US. no le entregará el mando al nue­vo general nombrado, por cuya razón no recibe los auxilios de que carecemos”. No bien había dicho estas palabras, se adelantan una porción de concurrentes que le dicen, que no había tal, que aquélla era una suposición, y que tal lo probarían examinando la voluntad de los concurrentes. En verdad era así, y a esto se agregaba que, el supuesto representante, era hermano de don Manuel Zañartu, condenado sarraceno, hijo y sobrino de las señoras Santa María [22] , preso en Yumbel, por la misma razón que don Manuel a bordo. Contesté a don Miguel en estos términos: “Mi empleo y autoridad, como jefe que soy de un ejército recon­quistador de esta provincia, no puede someterse sino al Gobierno superior del Estado. La Junta de esta pro­vincia y los pueblos, han de sujetarse a mis órdenes en la parte que corresponde. Yo sólo soy responsable del ejército y sería criminal si, por debilidad, accediese a tan locas pretensiones. Si mando aún el [al] ejército, es a solicitud del nuevo general y con la voluntad del Supremo Gobierno. Si es usted, señor don Miguel, tan celoso del bien de su patria, vaya usted a emplear el tiempo en persuadir a su numerosa familia a que deje de ser enemiga de la santa causa que defendemos, para que, siendo menos los enemigos, podamos con­cluir más pronto nuestra empresa”. Se retiró Zañartu muy avergonzado y uno de sus representados, don Fernando Urízar, trató de introducir desorden y se expresaba con insolencia. Impuse silencio, diciéndoles que las bayonetas contendrían a los díscolos. Llamados todos a juicio, acordaron darme algún dinero, mientras que un vocal de la Junta pasaba a Talca a representar al Gobierno el estado de escasez a que se veía reducido el ejército. Al día siguiente volvió Urízar a verme sólo para decirme que la noche antes no se había contenido por mi amenaza, que la reunión que había hecho era de facciosos, y no tengo presente qué otras insolencias. En el instante llamé [a] un Ayudante, le hice poner preso y lo remití al castillo de Penco, en el que estuvo un mes.” (Diario Militar de José Miguel Carrera, Capítulo VI. 10 de agosto de 1813 a 27 de noviembre de 1813. Fuentes Documentales y Bibliográficas para el estudio de la Historia de Chile. Colecciones Documentales en texto Completo. Diarios, Memorias y relatos Testimoniales.  http://www.historia.uchile.cl/CDA/fh_article/0,1389,SCID%253D7443%2526ISID%253D405%2526PRT%253D7184%2526JNID%253D12,00.html)

Como expone el oficial realista José Rodríguez Ballesteros en sus escritos, los chilenos no lograrían alcanzar un sistema gubernativo sólido que les permitiera erigirse como Nación hasta bien entrada la República y poder evitar las sucesivas invasiones de expediciones que el Ejército Real realizó en el país entre los años 1813 a 1818, incluso en 1876 el hijo del Almirante Pareja intentó recuperar los territorios del Perú y de Chile para España. La finalidad de estas expediciones militares era traer a la Capitanía General de Chile,  nuevamente al orden y administración establecida por la autoridad soberana del Rey de España. Los movimientos turbulentos existentes entre quienes deseaban la independencia del país, desde el inicio del proceso independentista  hasta muchos años después, producto de los golpes de Estado generados entre ellos y los constantes cambios de dirigencia en el poder gubernamental patriota, organizado por la rivalidad de las familias más conspicuas de Santiago, producto de la ambición de hacerse del mando del país y la aspiración de colocar a sus familiares y amigos en los empleos que se abrían mientras avanzaba el proceso emancipador, no permitieron consolidar la independencia del país por los mismos chilenos, generando todo lo contrario y llevando a los habitantes de este territorio a su ruina y la destrucción del mismo proceso nacido un día 18 de septiembre de 1810. (Colección de Historiadores y Documentos Relativos a la Historia de Chile. Revista de la Guerra de la Independencia de Chile. José Rodríguez Ballesteros. Tomo VI. Capitulo III. Año de 1814. Página 144. Imprenta Cervantes. Bandera 50. Stgo. Chile.1900).

Las personas que se encontraban en el Gobierno, una vez que José Miguel Carrera asume el mando de comandante en jefe de los Ejércitos del Sur, renunciando al cargo de Presidente de la Junta Gubernativa, al igual que los pertenecientes al Senado que Carrera había sacado del ejercicio de las funciones políticas al clausurar el Congreso habían creado una profunda animadversión hacia la familia de los Carrera. Ahora la mayoría de ellos veían como perniciosa la continuación de José Miguel al mando del Ejército y un peligro para todos que continuasen dirigiendo a la fuerza militar existente en el país. Aparentemente justifican su más profundo encono hacia este caudillo, expresando acerca de la permanencia de José Miguel Carrera, ser nocivas para el afianzamiento de la nueva institucionalidad, para la seriedad y el prestigio del nuevo gobierno y de quienes eran sus autoridades públicas; pero el temor a quien aún era considerado el militar experimentado, llevaban a los más enconados adversarios a proceder con cautela en una aparente conducta deferente y conciliadora.

El principal cuidado que tenían los hombres y  familias contrarias a los Carrera, era el dominio que habían establecido dentro de los Ejércitos del Sur. José Miguel Carrera era el Comandante en Jefe, sus hermanos José Luis y Juan José habían sido nombrados por el primero como comandantes de las dos divisiones que conformaban aquella fuerza. Temían que los Carrera no aceptarán acatar las órdenes que  estableciera la Junta Gubernativa, actuando con el carácter impetuoso y violento que demostraban estos hermanos. Consideraban los dirigentes del Gobierno independentista conformado por la Junta Gubernativa, el Senado, y el disuelto Congreso, como también, quienes estaban a cargo de suministrar de hombres y armas a las fuerzas de la Patria, que llegaría el momento que los Carrera actuarían en clara desobediencia de lo requerido por la dirigencia del país. Después del fracaso del Sitio de Chillan y de las noticias que llegaban de Concepción, en cuanto a la conducta de las tropas bajo el mando de Carrera, la desorganización de estas y los abusos en que iban incurriendo, junto a la dureza establecida por el comandante en Jefe contra todo sujeto que era acusado de ser partidario realista o que estuviese en contacto con los hombres del rey ubicados en Chillan, o supiesen de las correrías de las guerrillas enemigas por la región. El Gobierno chileno establecido en Santiago, así como también el comandante Vial ubicado en Talca, carecían de toda iniciativa para tomar la dirección de la guerra y el ejercer una hegemonía por sobre el poder que demostraban tener los hermanos Carrera, cuta terca voluntad y actividad política era humillante para sus contrincantes, deshonrándolos y desprestigiando sus reputaciones. Un mal que aún se ve en ciertas actitudes de políticos contra quienes son opositores a su ideología o cosmovisión o interés socio-político.

La conducta de los hermanos Carrera, como de la situación política de Chile y sus actores era enviada a Las Provincias Unidas del Rio de la Plata por Bernardo Romualdo de Vera-Mujica y López Pintado, quien había sido nombrado representante diplomático en Chile. Bernardo de Vera y Pintado colaboró en la redacción del periódico “La aurora de Chile, y ejerció en el país, los cargos de secretario del gobierno en Hacienda (julio de 1814), y de Guerra (septiembre de 1814). Este agente del gobierno rio platense, escribía a Buenos Aires en un oficio de carácter reservado: “El aspecto favorable de la guerra de Chile, de que V.E. se da por instruido por mi comunicación del 2 de julio, ha variado de un modo sensible. El ejército restaurador padeció mucho en los últimos movimientos del enemigo. Perdió los mejores oficiales de artillería: se incendió todo el repuesto de pólvora; y se vio al fin precisado a levantar el Sitio de Chillán y a retirarse hacia el Sur, quedando interceptada nuestra comunicación por las partidas de chilotes que cruzan entre el Ñuble y el Maule. Sin embargo, como el espíritu de nuestros generales ha sido siempre entretener al gobierno con valentías pueriles, se nos anuncia en la presente primavera quedara aniquilado el indecente resto que se asila en Chillan. Lo cierto es que cada día aparecen aquí como de paseo nuevos oficiales que ni aun traen pasaportes  y se acreditan de licenciados bajo su palabra. El gobierno es un feudatario de la prepotencia militar, y nada se atreve por sí mismo.” (Historia General de Chile. Tomo IX. Diego Barros Arana. Capítulo 18. Página 179. Editorial Universitaria. Segunda Edición. Santiago de Chile. Julio de 2002).

El día 13 de septiembre de 1813, el doctor Bernardo Vera y Pintado, enviaba otro oficio de carácter reservado, acerca de los Hermanos Carrera en unos términos más duros, dejando ver el desarrollo de un descontento público hacia estos hermanos…”levantado el Sitio de Chillan por la falta de Caballería, robada por los mismos oficiales del ejército restaurador, y escasos de municiones con el incendio de la pólvora que ocasionó la impericia y descuido de los generales, el general en jefe (don José Miguel Carrera), se retiró a Concepción, el del centro (don Juan José Carrera), al Itata, y el de la vanguardia (don Luis Carrera), a esta capital con un crecido número de oficiales y sin soldados , porque perecieron todos los de artillería en las acciones de 3 y 5 de agosto, este desastroso aspecto ha envalentonado a los enemigos de nuestra santa causa, en tanto que los bravos pueblos de Arauco, Tucapel y Yumbel unidos con la numerosa indiada, se han sublevado contra el asesinato y latrocinio de las tropas chilenas, cuyos generales…(parecen estimular restos vicios). Los tres hermanos: cada cual se sostiene en independencia: su único objeto es el pillaje con que han asolado la provincia de Concepción; y el gobierno, a quien en nada obedecen, se ve en el conflicto de no saber si sea preferible la destrucción de la tiranía interior a la libertad de los enemigos de afuera, al paso que carece de fuerza para cualquiera de ambas empresas”.   (Historia General de Chile. Tomo IX. Diego Barros Arana. Capítulo 18. Página 179. Editorial Universitaria. Segunda Edición. Santiago de Chile. Julio de 2002).

El actuar de una fuerza que desde su conformación demostraba aquella tendencia a la desorganización y a la no obediencia, salvo para aquellas acciones de saqueo y hurto que les permitían hacerse de todo lo que ellos consideraban útil y riqueza dentro de campos, haciendas y poblados. El sitio de Chillan les entrego la virtud de saber comportarse en guerra, pero la situación de los patriotas los llevaron a desertar, para retornar a sus casas, al abrigo de un techo y la sequedad de los pisos protegidos contra las inclemencias del clima o simplemente ser sorprendidos en su huida por partidas de guerrilleros realistas  que los obligaban a “pasarse”, al bando del Rey. La derrota sufrida por Carrera durante el cerco a Chillan, pues no se puede interpretar de otro modo a pesar de haber retrocedido hasta la confluencia del Itata con el Ñuble y ubicarse en el cerro Coyanco con parte de su fuerza, mientras enviaba a la división de Juan José al sector existente entre Quirihue y la zona de El Membrillar, para proteger las vías de comunicación costera hacia Concepción y poder reforzar a Luis Carrera en caso de verse amagado por las tropas del rey existentes en Chillan; en tanto José Miguel Carrera determinaba marchar hacia Concepción con el resto de la división restante.

La suerte de los hermanos Carrera cambiaba de giro y los vientos de su suerte alteraban hacia otros sitios. La imagen del más activo y político de ellos-José Miguel Carrera-, se había ido opacando mientras más tiempo transcurría de un conflicto, en el cual mostraba no estar a la altura de dirigir  una fuerza combativa. Carrera estaba dotado para organizar, entrenar y establecer una cadena de suministros de un ejército, dotes que había obtenido junto a su grado de Sargento Mayor de los Húsares de Galicia, durante las guerras de España contra el invasor francés. 

Las noticias provenientes del Sur, que no eran las enviadas por el Comandante en Jefe y de otros oficiales que sentían gran aprecio hacia José Miguel Carrera, eran cada vez más alarmantes, generando en la población ante cada información entregada a ellos una gran animadversión contra los hermanos Carrera. Se iban reuniendo una serie de acusaciones de todo tipo, haciéndolos en primer lugar responsables del fracaso de la Campaña, de lo cual y como se ha expresado en párrafos anteriores, no era de todo falso, aunque de las desgracias que amenazaban al país, eran tan responsables como quienes ostentaban alguna cuota de poder dentro del gobierno emancipador chileno. La percepción dentro de la ciudadanía de Santiago era que José Miguel Carrera tuvo una desacertada dirección del conflicto desde el momento que marchó hacia el Sur; miraban que el reclutamiento y reunión en Talca de la fuerza patriota que participaría en las acciones contra la expedición Realista del Brigadier y Almirante español Antonio José Pareja y Serrano de León. Siendo lo más nocivo para su reputación la retirada del Sitio de Chillan, permitiendo a los realista bajo el mando de Juan Antonio Sánchez hacerse fuertes y tomado confianza en lograr derrotar a las fuerzas patriotas. Desde finales de septiembre de 1813 , se le empezó a reprochar a José Miguel Carrera el haber entregado el mando de las dos divisiones del ejército del Sur a sus hermanos – José Luis y Juan José--, en vez de habérseles dado a oficiales más competentes y con alguna experiencia o conocimiento sobre la conducción de hombres en una guerra. Esto último como se expuso anteriormente fue un gran error de José Miguel Carrera, cuya prioridad de mantener unido a su familia en la causa lo llevó a dejarles el mando de las divisiones que participarían en la campaña que se abría a comienzos de 1813, cuando aún no había un ejército patriota claramente establecido. 

José Miguel Carrera en su ceguera por mantener unido a la familia, obviaba las aptitudes de otros oficiales leales a la Patria, que podrían haber llevado a mayores logros a las tropas creadas en la ciudad de Talca; sería el Nepotismo el que llevó a entregarle el cargo de las fuerzas patriotas a sus propios hermanos, por sobre los méritos de las personas y por ello la tendencia a equivocarse y caer en procedimientos de sedición, abuso de poder y castigo contra todo sujeto que se mostrara contrario  a su actuar y al de la Patria, el cual  José Miguel los convertía en uno solo. Los conflictos en la interna de la familia, entre Juan José, el mayor de los tres hermanos varones de la familia Carrera, contra José Miguel, producto de los triunfos de éste último fueron llevados a la desobediencia e independencia en obrar que tuvo Juan José durante toda la campaña ocurrida durante la Patria Vieja, y en contra de su hermano, mostrando que la anarquía, el desorden y un accionar deplorable, al realizar lo que se le antojaba sin acatar plan y ningún tipo de combinación que emanase como orden desde la misma comandancia en Jefe. El Coronel Juan José Carrera tenía como segundo en el mando al Coronel de origen irlandés, Juan Mackenna O’Reilly,  a quien se le inculparía de la actitud tomada por Juan José, después que se cansara de ver las actitudes de los tres hermanos y denunciarlas a quien ostentaba en ese tiempo (1813-1814), el cargo de Director de la Junta Gubernativa, don José Miguel Infante.

Posterior al Sitio de Chillán  la desorganización del ejército se vio incrementada a niveles inauditos, es decir, que no se podían tolerarse y menos admitirse, debiendo tomarse medidas urgentes, como era solicitar la renuncia del mando de la Comandancia en jefe al Brigadier José Miguel Carrera. El caos  y el desorden de los hombres del ejército patriota habían alcanzado proporciones muy alarmantes, donde muchos de los oficiales que se consideraban  ser favoritos de José Miguel Carrera, comenzaron a realizar todo tipo de excesos, lo cual, despertó en la población de Concepción y de todo el territorio ocupado por los hombres de la Patria, su favor a la causa del Rey. Los habitantes de la región comenzaron a mostrar aquel espíritu de resistencia, lo cual quedaba demostrado con la contrarrevolución surgida en Arauco y pueblos fronterizos y el aislamiento que tenían los patriotas dentro de la ciudad de Concepción y el puerto de Talcahuano.

Las partidas realistas entre los últimos meses de 1814 y el otoño de 1813, recorrían  la región existente entre el Ñuble y el Biobío, ya no en pequeñas partidas, sus destacamentos habían aumentado de tamaño permitiéndoles cortar las comunicaciones entre Concepción y el Norte del país (Talca y Santiago), haciendo que estas con el avanzar del tiempo fueran más difíciles. En esta compleja situación quedaba el Coronel Bernardo O´Higgins con un puñado de hombres de milicias luchaba, disputándole el terreno que ocupaba palmo a palmo  y que deseaban ocupar. En tanto, el gobierno central, establecido en Santiago y que había marchado a Talca, en su retorno a la primera, determinaba organizar una fuerza de mil hombres que debía marchar de manera prioritaria hacia el Sur con el fin de dar un gran impulso a las operaciones de la guerra. La organización de esta división presentó una serie de inconvenientes para su conformación, muchos de ellos muy difíciles de subsanar. Las noticias que llegaban del Sur sobre los padecimientos que sufrían los soldados de la Patria y los procedimientos de enrolamiento anterior, divulgado entre todas las clases sociales de ese tiempo, generaron un pavor por ir a combatir. Los hombres del bajo pueblo en edad de portar un fusil, procedió a esconderse para no ser reclutado y al ser detenidos y confinados a cuarteles  militares, el primer intento era fugarse, lo cual replicaban durante la marcha hacia el Sur y ante los primeros enfrentamientos que tenían. Aunque la escasez de recursos era el principal problema, las arcas del erario nacional se encontraban exiguas ante el costo del conflicto y de mantener una fuerza combativa en el Sur del país.

La Junta Gubernativa emulaba en su proceder a lo realizado por José Miguel Carrera,  recurría a medidas extremas  ante la situación que vivía la Patria, organizaba a costa  de un impuesto que costeara la división a las familias más pudientes , lo cual quedaba establecido por Acta dictada el 8 de septiembre de 1813, para que el Cabildo en un periodo de tres meses lograra reunir los recursos que permitirían conformar una fuerza de mil hombres en armas con sus pertrechos y vestuario respectivo, además del costo de estas tropas en campaña. Lo más grave fue la resistencia que el Senado había generado para al parecer evitar la conformación de esta fuerza militar. El temor principal era entregarle más hombres a un ejército formidable ante los ojos del país, que podría fácilmente destruir a la expedición de Pareja al doblegar a esta en el número de hombres. En Talca lograban reunir unas siete mil almas dispuestas a combatir por la causa emancipadora, aunque sus conductas se desdecían con la exigida para un combatiente, esperaron a la expedición realista comandada por el Almirante Pareja en las riberas del rio Maule, donde aprovecharon este escollo natural para frenar y poder acabar con las tropas del Rey si intentaran cruzar el afluente. La sorpresa en Yerbas Buenas y la posterior marcha hacia los contrafuertes cordilleranos en busca de hallar un vado sin la protección de los soldados de la patria fueron un fracaso que llevo a los soldados del rey a retroceder hacia el Sur, esperanzados en llegar al lugar elegido como cuartel de invierno: El poblado de Chillan.

En vista de la derrota realista sufrida en Yerbas Buenas, gracias a una acción casual de una pequeña partida de hombres de la patria, que salían en persecución de una guerrilla del rey que había osado adentrarse en el caudal del Maule con las intenciones, al parecer, de encontrar un vado que permitiese a toda la fuerza expedicionaria cruzar a las ribera Norte de este rio y enfrentar en singular combate a las tropas patriotas establecidas en sus orillas. La persecución, como se ha relatado en páginas anteriores, llevó a la partida patriota a caer sobre toda la división expedicionaria española y provocado en estos un desbande y temor, que perduro durante todo el tiempo que se mantuvieron en la región. Producto de esto, los realistas huyeron en dirección a Chillan; en tanto,  los hombres de la Patria liderados por su General, Don José Miguel Carrera y los hermanos de este, quienes comandaban las otras dos divisiones que conformaban la fuerza de los Ejércitos del Sur, cuya misión era "devolver a los sarracenos al mar”, se lanzaban en su persecución. Una serie de entreveros, como el de Bulí en las cercanías de San Carlos, iban demostrando la desmoralización de las tropas del Rey. Esto último generaba confianza en los hombres de la patria, los envalentonaba y los llevaba a creer  que pronto acabarían con toda la expedición del Brigadier Pareja enviada por el mismísimo Virrey del Perú, Fernando de Abascal, “para calmar las pasiones y devolver a la Capitanía General de Chile al orden colonial establecido”.

El General patriota, José Miguel Carrera en los primeros meses de 1813, había dejado el mando del gobierno para aventurarse en tomar el mando de las tropas que enfrentarían al invasor realista. Dejaba tras de sí, y dentro del gobierno a muchos de sus más acérrimos opositores, lo cual traería una serie de acciones que acabarían con su reputación, su prestigio y el de su familia. Las decisiones establecidas por José Miguel Carrera, hasta el momento mostraban ser las más acertadas, hacían creer a los partidarios de la Patria que el conflicto entre las fuerzas expedicionarias y las tropas enviadas bajo su mando hacia el sur culminarían prontamente y con victoria para la causa independentista. El error estratégico de sitiar Chillan y su posterior levantamiento demostraban el fracaso de todo lo realizado, llevándolo a separar sus fuerzas, enviando a una de las divisiones al sector de Quirihue bajo la dirección de su hermano Juan José Carrera y como segundo al mando , al Coronel Juan Mackenna, en tanto José Miguel Carrera marchaba en dirección a Concepción con la división a su mando y la de su hermano José Luis; mientras este último junto al agregado diplomático estadounidense, Joel Poinsett, marchaban hacia Santiago a solicitar más hombres y suministros para las tropas en operaciones. A pesar que la Junta Gubernativa había recurrido a procederes que emulaban a los aplicados por Carrera en Concepción, para conformar una nueva fuerza de soldados de la patria, estos no eran organizados para enviárselos, sino, para movilizarlos hasta la zona de Talca donde debían resguardar aquella zona ante una derrota de los ejércitos del Sur dirigidos por Carrera. En Talca quedaban bajo las dictámenes de Juan de Dios Vial, con las órdenes precisas de no traspasar con ellas hacia las riberas al Sur del Maule.

En tanto el Coronel Bernardo O´Higgins y su fuerza operaba en la zona de Chillan hacia Los Ángeles y de allí hasta Concepción, de la misma forma que lo hacían las partidas realistas que recorrían los territorios de la región. Era en sí una mezcla de guerrilleros, milicianos y tropas montadas y de línea del ejército conformado en las cercanías de Talca, a los cuales se les sumaban miembros de los batallones “de Concepción” y “Dragones de La Frontera”

La serie de determinaciones realizada por José Miguel Carrera posterior al Sitio de Chillan, fue a la vista de la historia, una serie de errores tácticos y estratégicos que motivaban a los hombres bajo su mando a volver a las conductas previas a las experiencias en combate sufridas, vinculadas al desgano, desobediencia e incurrir en acciones que beneficiaban sólo a los grupos que salían a buscar suministros para las fuerzas cercadas en Concepción y Quirihue. La población de Santiago y los partidarios de la independencia veían con horror como las  hombres del Rey se hacían dueños de la región y sometían a las divisiones de la Patria a lo mismo que habían sufrido en el sitio de Chillan, incluso con la osadía de  pelear cada palmo de tierra donde sus caballos y pies alcanzaban y que anteriormente habían caminado los hombres de la patria. Mientras el descredito a José Miguel Carrera aumentaba con el transcurso del tiempo, en el bando realista, Juan Francisco Sánchez, el verdadero héroe del Sitio de Chillan, y quien había dado nuevos bríos a las fuerzas del Rey en Chile, sufría las intrigas desarrolladas a su espalda y que llegaron a los oídos del Virrey, gracias a los oficiales y agentes asesores que envió hacia el Virreinato para conseguir más suministros y nuevas fuerzas, para lograr llegar a Santiago y acabar con la insurrección del país.

La diferencia entre la actitud de los soldados del Rey y los patriotas, queda ilustrada en el respaldo de los pobladores de la región hacia los primeros, gracias a la campaña propagandística desarrollada por los sacerdotes, frailes misioneros; como también, por los hacendados de la zona que optaron por luchar por el bando del rey, con la exclusión de Bernardo O´Higgins. En tanto, los patriotas, carentes de suministros, enviados de forma esporádica por los dirigentes de Santiago a las tropas en combate, llevaron a los soldados de la Patria a cometer una serie de actos violentos y depredaciones en campos y villas, no importando su rango, porque oficiales y hombres de tropa, justificándose en la persecución de “sarracenos” (como los llamaba José Miguel Carrera y sus partidarios a los hombres del Rey), y la necesidad de hacerse de caballos y alimentos, recorrían haciendas y poblados saqueando, destruyendo, robando y todo acto depredatorios de violencia extrema.  Aunque con el transcurrir de los hechos, las partidas realistas irían adoptando los mismos modos de operar que los militares de la Patria, llegando a convertirse al final del proceso independentista y cuando ya se iniciaban los primeros pasos como país independiente, en verdaderas gavillas de montoneros dedicados al saqueo y asalto de pueblos y campos.

            El Gobierno patriota establecido en Santiago, al saber de los acontecimientos que llevaban a cabo las tropas independentistas en la región del Sur, intentaron evitar que prosiguieran estos excesos, viendo que el mismo General en Jefe de la fuerzas de la Patria no hacia el más mínimo esfuerzo por terminar con esto. La Junta de Gobierno y el Senado de Chile emitían una serie de notas y escritos indicando la forma de proceder o conducta que debían tener los hombres y oficiales del “Ejército del Sur”, pero por el simple dictado de normas y directrices no lograron alterar la conducta ya establecida entre oficiales y soldados de la Patria. Los habitantes de la región ubicada entre los ríos Ñuble y Biobío, fueron los más afectados, ante la inusitada violencia y latrocinio que perpetraban los soldados de la Patria en sus campos, casas y poblados. Acciones que aumentaban el desorden ya existente por la guerra que se realizaba en  estas provincias, que no perdonaba la vida de mujeres y niños, a quienes hacían padecer de hambre y obligados a deambular por la comarca en búsqueda de alimentos y abrigo.

                El día 8 de agosto de 1813,  en momento que aún se establecía el sitio de Chillan, la Junta de Gobierno establecida en Santiago emitía un decreto, el cual fue publicado en el periódico “El Monitor Araucano”, haciendo referencia sobre la situación que se estaba cometiendo contra la población civil de la provincia: “Penetrado el gobierno del más íntimo y paternal dolor, que han sufrido algunas beneméritas provincias de la Intendencia de Concepción y de Talca, parte por los males inherentes a la guerra y gran parte de ellos por la iniquidad y criminales excesos de algunos subalternos, oficiales, que han abusado en nombre de sus generales y de las verdaderas necesidades del ejército para su fortuna, con la ruina de los miserables, tomo la resolución, a pesar de lo exiguo del erario nacional, enviar 10.000 pesos para compensar los daños”.

                El decreto emitido el 8 de agosto por la Junta gubernativa, disponía también, la forma como se debía repartir el dinero, en cada distrito, para lo cual conformaron comisiones compuestas por el mismo General en jefe en Campaña y 5 oficiales de la más probada integridad, para que en el tiempo de ocho días, se juzgara a los hombres del ejército, ya sea por oficio o por acusación a todos los nominados como culpables de los excesos mencionados, debiendo proceder a confiscar los bienes que tuviesen para devolvérselos a los afectados por estas acciones, si se encontrasen y si no, a la gente que vive en los sitios de los actos violentos y depredatorios cometidos. Junto a esto, se exigía el castigo “más severo”, con una celeridad que dejara precedente en la tropa y oficialidad de seguir practicando estos actos deleznables y de barbarie contra la población civil de la región.

                El dinero enviado por la Junta de Gobierno era un monto muy bajo para paliar las secuelas dejadas por las fechorías cometidas por los hombres de la Patria. Aunque las medidas para castigar a quienes habían cometido estas acciones, jamás fueron aplicadas, quedando impune los oficiales y soldados que participaron en los hechos denunciados y expuestos. Esto sólo demostraba que el problema iba mucho más allá, pues muchos de aquellos oficiales de la Patria tenían la confianza  y aprecio del mismísimo General en Jefe, José Miguel Carrera.  Algunos de estos oficiales implicados en los sucesos de violencia contra los habitantes de la región eran parientes de él o poseían un vínculo de amistad. Esto hizo que muchos de estos jóvenes  cuyas actitudes turbulentas y escandalosas, sólo demostraban que tenían el hábito de actuar de forma disipada y de actos transgresores a las normas y reglamentos, como los existentes en un Ejército regular.  Tal vez por ello muchos relatos históricos muestran a José Miguel Carrera, como un sujeto acostumbrado a la vida fácil y eventos que dañaban a la población civil.

                Poco a poco el gobierno independentista fue convenciéndose que la causa principal de la reacción negativa por parte de la población del Sur del país con el proceso independentista, era la presencia de estos sujetos acostumbrados a la vida licenciosa, disipada, acostumbrados a transgredir las normas y regulaciones que permitían un proceso favorable para la acción emancipadora del país. Junto a ello, permitió que los habitantes de aquellas provincias al Sur del Maule fuesen acérrimos opositores al movimiento independentista. La percepción de los habitantes de estas regiones, en referencia a quienes habían usurpado el poder colonial en el país y se erigían como los máximos representantes de un gobierno que intentaba lograr emanciparse y dar sus primeros pasos como Estado independiente, era simplemente de  “miserables revoltosos, a quienes la ambición y el deseo desmedido generaron las acciones criminales que la desobediencia y el alzamiento insurrecto contra los legítimos representantes del Rey en la Capitanía General de Chile”. Apreciación que era fomentada y promovida de manera persuasiva entre los habitantes más cercanos a los ríos Ñuble y Biobío, donde la fracasada expedición de Pareja, cuyo mando asumía Juan Francisco Sánchez, producto del deceso del primero por una enfermedad pulmonar, fue defendida por los sacerdotes y frailes existentes en los pueblos y villas donde destacan los Frailes Franciscanos del Colegio de Misioneros FIDE de Chillan y la mayoría de las familias más pudientes de la comarca, donde los hombres no titubearon en prestar servicio por la causa del Rey, con la excepción,  -al parecer-, de don Bernardo O´Higgins Riquelme.

                Al establecerse la Junta de Gobierno, cuyos miembros más radicales eran conscientes del papel negativo que estaban jugando los misioneros sureños, respecto de sus planes,  las agresiones fueron en aumento. Cuando se desencadenó la guerra y la opción política de los misioneros se mostraba evidentemente a favor del Rey, fueron considerados por los partidarios de la independencia como parte del bando realista, siendo tratados como tales y sufriendo "[...] el deshonor de verse presos por los insurgentes y tratados como reos de Estado; faltándoles en sus tratamientos a la inmunidad que las leyes eclesiásticas conceden a personas de este carácter, llegando su insolente atrevimiento a tratarlos de palabra con las expresiones más insultantes e indecorosas; y de obra hasta el extremo de abocarles al pecho una pistola y amenazarlos con la muerte si no gritaban: muera el rey y viva la patria. El haber sido todos sin excepción amenazados de ser pasados a cuchillo, sin otro delito que favorecer y proteger a cara descubierta las sagradas causas de la religión católica apostólica romana y la del rey nuestro señor y declamar altamente contra su execrable sistema” (Carta del guardián del Colegio al general Sánchez, 8 de noviembre de 1813). La rebelión contra el Rey, fue vista como una guerra contra Dios.

                Los partidarios del Rey en la Capitanía General de Chile y los españoles arraigados en el país,  apreciaban como sus rogativas fueron escuchadas y a principios de 1813, desembarcaba en la zona de San Vicente, cerca de Concepción la Expedición que comandaba el Almirante Pareja. Su marcha en dirección al Norte, a Santiago en un principio mostraba toda la forma de ser un desfile de ciudad por ciudad, al ver cómo la gente salía a recibirlos con alegría y las tropas de las plazas se adherían a la causa del Rey, Tanto Pareja, sus oficiales y la tropa sacada de Chiloé, Valdivia y de la mismísima provincia de Concepción, apreciaban que pronto el país volvería a ser parte de la causa imperial española.

                El deseo de retornar de los partidarios del antiguo sistema colonial español en Chile, al igual que en otras regiones de la América Hispana, tendrían que vivir una serie de alternancias en sus sentimientos producto de las variaciones del conflicto independentista. Así en el mismo año de 1813, se alegraban con la llegada de la Expedición de Pareja y su “paseo” hacia el Norte, cuya faceta más amigable era la recepción que iban teniendo de pueblo en pueblo, olvidando su jefe y oficialidad que durante el desembarco en San Vicente tuvieron una fuerza que les puso oposición y que a la llegada a Concepción muchos oficiales y hombres de tropa habían huido hacia Santiago, con la esperanza de unirse a una fuerza patriota que se opusiera al invasor realista. Mientras los partidarios patriotas lograban aplacar sus rencillas internas y se unían para conformar una fuerza que se opusiese a la realista, entregando el mando hasta quien en ese momento dirigía y administraba el país: el Sargento Mayor de Húsares, José Miguel Carrera, a quien se le ascendía al grado de Brigadier. La capacidad de organización y de obtener los recursos necesarios para emprender una campaña y su accionar por incentivar la recluta, fueron notables, pero nunca tuvo la capacidad y la destreza estratégica y táctica para aprovechar el terreno que lo rodeaba, tanto para combatir, como para acampar. En eso tenía el mismo error que sufría Bernardo O´Higgins, la diferencia estaba que uno fue un militar de carrera y el otro se había dedicado a explotar la hacienda heredada de su padre, antes de optar por luchar por la emancipación de Chile. 

                Con el transcurrir del tiempo se puede ir apreciando, con la distancia del tiempo y por medio del legado escrito que dejaron sus actores en memorias, cartas, ordenanzas y proclamas, la incapacidad del Virreinato del Perú, por lograr someter a los revolucionarios independentistas de la Capitanía General. Abascal debía saber distribuir sus tropas entre el conflicto por el Alto Perú, donde las fuerzas de las provincias del Rio de la Plata, combatían; junto a esta situación debía hacer frente a las partidas patriotas que avanzaban del Norte dirigidas por Simón Bolívar. Y en el mismo Perú, ante el surgimiento de hombres armados que luchaban por la emancipación de España. El surgimiento de ideas libertarias heredadas de la misma Revolución francesa y al liberalismo, que buscaba el progreso material de los pueblos surgía junto a la Revolución Industrial, principalmente en Inglaterra y Alemania, basándose en la idea, que el individuo puede y tiene las facultades de poder desarrollarse y crecer económicamente por medio de su esfuerzo y constancia en un ambiente de libertad, fraternidad e igualdad. No se debe olvidar, el conflicto existente en la Metrópoli colonial (España), contra las fuerzas  invasoras de Napoleón y sus partidarios, para devolver a la corona al heredero legítimo, Fernando VII, y sacar al usurpador y hermano de Napoleón, “el  Rey de las Españas y de las Indias, por la gracia de Dios y por la Constitución del Estado”, José Bonaparte. Esto último, imposibilitaban a España de poder enviar una adecuada fuerza que apaciguara a sus colonias en América. Cada Virreinato, Capitanía y/o región  dentro de América se veían obligadas a saber defenderse de esto, con los hombres partidarios del Rey que estaban dispuesto a combatir por él en contra de los revolucionarios independentistas.

                En Chile el grueso de las tropas reclutadas, provenían de Chiloé y de Valdivia, zonas que estaban en esos tiempos, bajo la regencia del Virreinato del Perú y no de la Capitanía General de Chile. La Expedición de Pareja y su reclutamiento abría una constante obligación para los chilotes, por prestar servicio en la fuerza militar realista que debía invadir Chile o reforzar estas en el continente. Las marchas por el país en dirección a Santiago y la forma que fueron recibidos en cada pueblo, villa o ciudad donde llegaban, los hacían ver que esto no sería más que un desfile apaciguador de una efervescencia emancipadora de un pequeño grupo arraigado en la capital de Chile. Confiados que nada importunaría el buen descanso de cada jornada de marcha,  llevó  a la oficialidad y tropa a no tomar las precauciones de una fuerza en campaña, más cuando se acercaban a las riberas del rio Maule  y a la ciudad  de Talca donde se encontraba el grueso de las tropas patriotas entrenándose para enfrentarlas. La sorpresa de Yerbas Buenas, se puede considerar, fue un error por el exceso de confianza producto de las conductas vistas entre los habitantes del país y de las guarniciones establecidas en cada pueblo que pasaban.  

                Los patriotas explotaron bien en un comienzo la Sorpresa de Yerbas Buenas, al iniciar una persecución de la expedición realista que se batía en retirada, carente de una fuerza de Caballería que los protegiera, al huir en masa todas las Milicias que aportaban el grueso de esta especialidad militar. Sólo unas pocas tropas de caballería y el grueso conformado por Infantería y artillería transformaban la marcha en un verdadero tormento, las lluvias y el mal tiempo comenzaron hacerse presentes, complicando aún más el retroceso establecido en dirección a Chillan, a ello se le sumaba las avanzadas patriotas que no dejaban de hostigar la retaguardia y dando cuenta con todo sujeto realista que se quedaba rezagado. Estos últimos tenían la suerte al ser apresados, sometidos a interrogatorios y obligados a elegir entre servir en las fuerzas de la patria o quedar como prisioneros de guerra. La serie de combates o entreveros existentes entre realistas y patriotas, demostraban la desmoralización de los primeros y el entusiasmo de los últimos por lograr prontamente una victoria total contra la fuerza expedicionaria al mando del Almirante Pareja. Será hasta el pueblo de San Carlos al cual abandonarían con una celeridad inaudita, la demostración del pavor realista de caer y ser sorprendidos por hombres de la patria. Ordenados en tres columnas, los realistas salían de San Carlos en dirección al balseadero existente en el Rio Ñuble, para lograr arribar a lo que estaba estipulado fuera su Cuartel de Invierno: la ciudad de Chillan. Fue a mediados de mayo de 1813 (15-05-1813), donde las última columna realista en marcha hacia la zona del balseadero, se vio obligada a enfrentar a las divisiones patriotas comandadas por los hermanos Juan José y José Luis Carrera,  (La zona de San Miguel de Ablemo, avanzando por la ruta 5 en dirección al Sur de San Carlos, sería el sector donde ocurrió esta batalla).

                Fue la tercera y última columna de tropas realistas  en abandonar el pueblo de San Carlos de Itihue, al mando del Almirante Antonio Pareja, aquejado de una enfermedad respiratoria, producto de la estación lluviosa existente en el país. Esta pequeña fuerza se vio en la necesidad de hacer frente a las embestidas de las divisiones patriotas, que los seguían casi pisándoles los talones, y por circunstancias de la vida parte de sus trenes de artillería quedaron atascados en el barro y al intentar sacarlos, tuvieron que establecer una zona que les permitiese oponerse a las divisiones comandadas por Juan José y José Luis Carrera. La férrea defensa establecida en un monte que se encuentra en un costado del camino real que llevaba a Chillan. Producto de la fiebre y su situación de salud tan delicada, entregaba el mando al Coronel Juan Francisco Sánchez, quien con el respaldo del oficial del mismo grado y comandante del batallón Valdivia, Don Lucas Molina, organizaban las defensas colocando en cada esquina del cuadro los cañones y utilizando las carretas como parapetos. Es así que durante lo que restaba de día se sostuvieron ante los embates desordenados de las fuerzas patriotas, donde los oficiales de la patria dejaban sola a la tropa dirigirse contra las bien protegidas compañías realistas, quienes les recibían con un intenso fuego de todas sus armas. La mortandad de hombres de la patria queda olvidada por los relatos históricos sobre el hecho.

                Ambas fuerzas mostraban en sus tropas una indisciplina a las ordenanzas y su constante insubordinación; el peonaje tenía por costumbre no obedecer a las órdenes de los patrones, el hábito de no arraigarse en una sola región y  su necesidad de desplazarse de un lugar a otro, junto a una notable rebeldía a la autoridad y  dirección patronal.  Todo esto heredaban ambos ejércitos, aunque hay que destacar que la sorpresa de Yerbas Buenas y la asidua persecución sufrida por los realistas, los llevaron a sus hombres provenientes de Chiloé, Valdivia y sujetos de la región de Concepción, entender que la disciplina y obediencia a sus superiores les permitiría salir con vida ante cualquier entrevero contra las fuerzas patriotas, cuyo claro ejemplo quedo en evidencia al enfrentar las divisiones de la Patria que osaron atacarlas en la conocida batalla de San Carlos. En esta refriega los patriotas tenían la oportunidad por derrotar a la expedición realista y afianzar el proceso emancipador de Chile.

                Fue la primera vez que las divisiones de la Patria al mando de José Miguel Carrera, y de sus hermanos Juan José y José Luis sufrirían la férrea defensa de las tropas realistas dirigidas por Juan Francisco Sánchez. Incluso los Infantes de la Patria y las partidas de Milicias de O´Higgins, bajo el mando del Coronel Juan Mackenna, no fueron capaces de acabar, optando sólo a cortarles las  posibilidades de huida que tenían, pero la tozudez “del bruto, rudo e ignorante”, Coronel Juan Francisco Sánchez,  permitieron a sus hombres evadir el cerco, al amparo de la oscuridad, logrando llegar con su columna intacta a Chillan. En aquel lugar establecería una férrea defensa y aplicaría un ingenio que les permitía a las huestes del Rey poder entrar y salir del pueblo, logrando perpetrar correrías a puntos bien alejados del pueblo, con el fin de atacar los convoyes patriotas o asaltar las guarniciones establecidas en cada pueblo de la provincia, o hacerse de ganado y suministros en los campos y haciendas existentes. El tiempo que vivieron cercados en Chillan, los hombres del Rey recobraron sus confianzas y motivaciones, gracias a la gestión del Coronel español y sus oficiales, quienes eran respaldados por los religiosos del pueblo y sus habitantes.

                El Coronel Sánchez reorganizó las fuerzas realistas, como se ha mencionado varias veces en capítulos anteriores, de tal manera que cada hombre estuviera capacitado para combatir a pie o a caballo, como asimismo, a utilizar la artillería establecida en puntos estratégicos de la ciudad y que habían llevado a pasear hasta los contrafuertes cordilleranos en la región del rio Maule y su retroceso en dirección a la ciudad. A los hombres del Rey les acomodaba la nueva forma de combatir, donde se conformaban en partidas para operar por la comarca y en la defensa de la ciudad. En tanto,  el sitio de Chillan fue un tormento para las divisiones de la Patria, los hombres fuera de sufrir las inclemencias del tiempo, se vieron en la necesidad de suministrarse de alimentos y ropa que los protegiese del invierno, proteger sus municiones de la humedad y también, combatir. Estos padecimientos permitieron a los hombres reclutados, comenzar a entender las órdenes y normas castrenses y a obedecer a sus superiores. Pero, aun no llegaban al óptimo estado de una fuerza militar que se juzgue eficiente.  

                La situación de los hombres de tropa no cambiaría mucho durante los años que duró la guerra independentista, si bien la conformación del Ejército Libertador en Mendoza, transformaba la fuerza militar patriota en cuadros más instruidos y ordenados, con una clara dirección de mando. Estas tropas no fueron constituidas por soldados provenientes de la Capitanía General de Chile y la oficialidad chilena seleccionada para participar en la expedición no superaba las veinte de personas donde destacaba Bernardo O´Higgins, Ramón Freire, Francisco Formas, Ramón Picarte y Juan de Dios Rivera, quienes estarían al mando de tropas según su rango militar. Los demás hombres de tropa junto a las familias que emigraron del país, se había esparcido en dirección a Cuyo, Entrerrios, Santa Fe, San Luis o directo a Buenos Aires, donde los chilenos expatriados prestarían servicios en los ejércitos de esas provincias. En tanto en el bando realista, el cambio de generales en Jefes que reemplazarían al Coronel Juan Francisco Sánchez, comenzaba con el arribo del Brigadier Gabino Gainza, quien al llegar a Chillan se sorprendía del estado en el cual se encontraban los hombres de tropa del Ejército Nacional o Realista. Gainza comprendía que aquella fuerza diestra en las distintas disciplinas o armas, le daba una superioridad en relación a las patriotas, permitiéndole dar golpes o ataques a determinados puntos, incluso distantes de donde se encontraba el grueso de la fuerza realista. Aunque irritaba a los oficiales provenientes de Europa o del mismo Perú, la presencia de estos soldados mal vestidos, visualizado por los primeros como un acto de indisciplina y una clara muestra de desorganización y falta de dirección, se les olvidaba el tiempo de aislamiento, de asedio y combate sin tener los suministros adecuados para proseguir combatiendo como lo hicieron.  se apreciaba que “la de caballería constaba solo de soldados de infantería montados, armados con sus fusiles de los diferentes cuerpos, que formaron las partidas al mando de Elorreaga y otros que se nombraban en el acto de hacer alguna salida.” (Apuntes. Sobre la Guerra de Chile por el Brigadier don Antonio Quintanilla. Página 220. Colección de Historiadores y Documentos relativos a la Independencia de Chile. Tomo IV. Imprenta Cervantes. Santiago-Chile. 1900. Colección Memoria Chilena de biblioteca Nacional MC 0033270).

                Lo ocurrido entre los meses de julio y agosto de 1813, en Chillan, serian el comienzo del fin de las aparentes buenas relaciones entre la Junta de Gobierno y el General en Jefe patriota, José Miguel Carrera. Las buenas intenciones entre los bandos que conformaban el bando patriota durarían sólo hasta que los éxitos de la fuerza enviada bajo el mando de este último acabaran y el sitio de Chillan, establecido en pleno invierno iba directamente al fracaso; por lo cual, cuando levantó el General  José Miguel Carrera el Sitio, casi a finales de agosto, no sólo era tomado como derrota por los hombres de tropa, sino que en Santiago fue apreciado de la misma manera. Las complicadas relaciones entre ambos bandos (partidarios de Carrera y contrarios a este), se dejaban expuestas, al sacarse los antifaces de “los buenos vínculos, amistad y aprecio”; una conducta diplomáticamente correcta, se desvanecía con cada paso que daban las  dos divisiones patriotas en dirección a Quirihue y la otra a Concepción.

                Esto sucedía cuando el cariz de la guerra había despertado los más bajos instintos del  humano: el saqueo, los robos, las violaciones, la venganza, la retaliaciones, el rapto de niños y mujeres, la destrucción de campos y haciendas, de villas y aldeas, demostraban el poco aprecio a la existencia de las personas que habitaban la región. Esto iría en aumento con el transcurrir del tiempo y la serie de acciones cometidas por uno y otro bando, quedarían en el inconsciente colectivo del chileno, asignándoseles este proceder sólo a los hombres del batallón de Talaveras, destacando en estas conductas oprobiosas a sus oficiales Rafael Maroto y Vicente San Bruno, quienes hasta hoy son ejemplos de la perfidia y sadismo contra quien se considerase opuesto a las ideas de la patria o del Rey. La conducta indisciplinada de los hombres de tropa hallaba ahora su camino en la crueldad y el sufrimiento del enemigo, aspecto que no pudieron apaciguar los comandantes y oficiales de los bandos en litigio.  

                Los hombres que llevaron el mando de las fuerzas contendientes durante el año de 1813, comenzarían a sufrir las intrigas de oficiales y partidarios de bandos contrarios al suyo o que simplemente por la intolerancia a quienes tenían la jefatura de las tropas. Así el Coronel Juan Francisco Sánchez, era reemplazado por el Brigadier Gabino Gainza proveniente del Perú y nombrado para  sucederle por el mismo Virrey Abascal producto de las intrigas hechas por el Mayor Justis y el Mayor General Julián Pinuer a los cuales se les unirían religiosos enviados para solicitar suministros y las intrigas del Padre Almirall, asesor y hombre de confianza de Sánchez, quien junto a otros sacerdotes y jefes del partido realista provocaron que el Virrey le quitara el mando de los Ejércitos del Rey en Chile . En tanto, el brigadier José Miguel Carrera, producto de la odiosidad sembrada durante su gobierno, había creado una serie de personajes que obrarían en su contra y estarían atentos a cualquier tropiezo de él. El levantar el Sitio a Chillan y de irse a proteger detrás de los muros de la ciudad de Concepción, fue el corolario de una serie de desastres y acusaciones, de mantener una vida licenciosa en plena campaña, permitiendo que sus oficiales y tropa actuara de igual manera, incurriendo en saqueos, robos, violaciones y quema de campos y haciendas. Al final José Miguel Carrera depondría su actitud terca, entregándole el mando al nombrado por la Junta de Gobierno como su sucesor, el ahora brigadier Bernardo O´Higgins.  

                La campaña del sur, que se había iniciado en 1813, con la finalidad de acabar con la amenaza “sarracena” (realista), en las provincias existentes más al Sur del rio Maule; con el transcurrir del tiempo y después del desastre de Yerbas Buenas, los bandos en litigio comenzaron  a detener y enviar a las personas apresadas a zonas “más seguras”, donde cumplirían su castigo de confinamiento. Ya no eran solamente quienes eran sorprendidos desertando para unirse al bando enemigo o a los hombres que eran pillados vistiendo el uniforme contrario, sino también, a los denunciados de simpatizar con las ideas contrarias a las fuerzas que ocupaban la zona en un momento determinado o que eran expuestos como sujetos que no concordaban con el ideario de los jefes y generales patriotas o realistas que irrumpían   en los pueblos y zonas territoriales existentes entre los ríos Ñuble y Biobío. Posterior al Sitio de Chillan, bastaba con despertar la desconfianza o la denuncia secreta que ocultaba el rencor de quien la hacía en contra del imputado, producto de la indiferencia  a los actos y acciones realizadas por el bando que ocupaba el poblado en un momento determinado, para caer en desgracia y ser confinado a lugares tan alejados como Talca, Valparaíso o el mismo Santiago, en el bando dela Patria, en tanto, los realistas los embarcaban en las bodegas de los buques apostados en Talcahuano, para ser remitidos a Chiloé, Valdivia o a las mismas mazmorras de los Castillos de El Callao, los más afortunados apresados por los realistas verían prisión en Chillán o en Concepción o en Arauco. Una nota al margen es la existencia desde la colonia de un sitio penal establecido en el archipiélago de Juan Fernández, que pasaría de ser un centro penitenciario para delincuentes comunes a uno político, donde eran enviados quienes eran culpados de hacer proselitismo revolucionario o de apostasía realista.  Los patriotas padecerían esto durante el proceso conocido como “Reconquista”, en tanto los realistas lo sufrieron cuando José Miguel Carrera estuvo al mando del Ejército en campaña y cuando asume nuevamente el poder antes del desastre de Rancagua.   

                Aquellas acciones de los jefes de ambos bandos contra toda persona que se mostrara opuesta a los idearios que ellos defendían, eran motivadas con el deseo de acabar con los espías y agentes del bando contrario que informaban de todo lo que ocurría en el interior de los pueblos y guarniciones dentro del territorio en litigio. Los agentes realistas y espías se transformaron en el dolor de cabeza de los hombres de la patria, tal vez por la efectividad de sus acciones y la capacidad de informar de manera casi inmediata de los hechos o planes que se fraguaban en el bando patriota a los militares del  Rey, incluso hicieron temer que estos llegaran a planear acciones que atentaran contra la vida del mismo General en Jefe y de sus hermanos. La capacidad de informar y capturar datos que beneficiaban a los realistas o los prevenían de algún acción o desplazamiento patriota, hacían de la red de espionaje y la existencia de agentes, donde mujeres, hombres, ancianos y todo quien podía entregar datos sobre los desplazamientos, comandantes a cargo, número de hombres de las guarniciones, cantidad de tropas montadas, de infantería, milicias, llegada de convoyes  o salidas de transportes con cartas y oficios, patrullajes a realizar y caminos que tomarían, armamento existente entre las tropas patriotas, etcétera, etc. Eran parte de la información que llegaba a oídas del Comandante Sánchez y sus oficiales, de los cuales también se beneficiaría su sucesor, el Brigadier Gabino Gainza. En el bando patriota producto de la discordia existente entre la Junta de Gobierno y el General en Jefe, Brigadier José Miguel Carrera, las labores de espionaje quedaron relegadas a un segundo plano producto de lo expuesto, y la poca capacidad de informar de lo mismo a los miembros partidarios de la Junta de  Gobierno o de la familia Carrera. Será la acción de las guerrillas y sujetos que cruzaban Los Andes , para alterar y tener en constante tensión a las tropas del Rey, durante la Reconquista, y quienes sólo se debían al Gobernador de Mendoza, General José de San Martin, quien organizaba la fuerza conocida como Ejercito de Los Andes, donde resalta la figura de Manuel Rodríguez Erdoíza.

                Mientras Carrera se refugiaba en Concepción, veía como los habitantes de la urbe se mostraban, en su mayoría, contrarios al movimiento independentista, observando en cada persona un probable espía o agente realista. De esto no se salvaban ni las mujeres ni los jóvenes; haciendo que los apresamientos y formas de confinamiento fueran similares entre hombres y mujeres, no importando procedencia de las familias de estos.  Es así que la esposa e hija de Juan Francisco Sánchez se verían privada de libertad, en tanto, las partidas de guerrilleros realistas operando entre  Los Ángeles y Tomé, sorprendían a la madre y hermana del hasta entonces Coronel Bernardo O´Higgins, dirigiéndose hacia Concepción; atrapadas  por la fuerza realista debieron cambiar su camino en dirección a Chillan, donde Sánchez las recibió cortésmente y entrego la casa que era de ellas en la ciudad. En tanto, en Concepción José Miguel Carrera, enviaba a las bodegas de los barcos que estaban listos para zarpar hacia Valparaíso, a los prisioneros acusados de ser realistas. El trato dado a las familiares de Sánchez, al parecer no fue indecoroso y cubierto de las normas sociales que permitían el buen vivir de ellas dentro de la urbe.

                El aprecio que hasta ese momento profesaba José Miguel Carrera al Coronel Bernardo O’Higgins, producto de lo impetuoso, arriesgado y con aquella capacidad de liderazgo que hacía que cada hombre lo escuchara y siguiera, digno de un jefe a quien el aprecio de sus subalterno lo enaltecía ante los ojos no sólo de su comandante en jefe, sino también, de los oficiales del mismo rango y de mayor graduación, como asimismo en el mismo gobierno emancipador y dentro de las fuerzas  realistas. Por ello, mismo el aun General en Jefe de los ejércitos de la Patria estacionado en Concepción, se vio en la obligación moral de contactar al Jefe de las fuerzas realistas, el Coronel Juan Francisco Sánchez, al saber que la madre y hermana del Coronel O´Higgins habían sido tomadas prisioneras y llevadas a la ciudad de Chillan. No hubo dificultad en la negociación y ambos jefes aceptaron hacer el intercambio de prisioneros, donde Sánchez lograba volver a reunirse con su esposa e hija y O’Higgins con su madre y hermana, además de liberarse una cantidad apreciable de oficiales, agentes, familiares de jefes de ambos ejércitos y hombres de tropa. Esta actitud distaba de lo que iba sucediendo mientras avanzaba en el tiempo el conflicto emancipador de Chile, donde los actos de sadismo, crueldad y violencia iban en incremento, no sólo contra los enemigos de armas, sino además, contra la población civil, hasta un punto donde no se respetaba ni los bienes de los que eran partidarios del mismo bando. Ya no sólo era el saqueo de las haciendas y casas de los declarados adeptos a la posición realista o de la Patria. Las partidas, en especial, las patriotas se hacían del ganado de los campos, saqueando las haciendas y casas existentes en estas, quemando estas y todas las sementeras de diferentes productos (terrenos cultivados) que allí se podían encontrar. Ya no eran sólo los víveres que se podían hallar en los campos, era también, la codicia personal de cada hombre por hacerse de todo lo que juzgaban riquezas y beneficio personal.

                Las tropas del Rey desde el tiempo del cerco en Chillan fueron actuando a medida que transcurría el tiempo de la misma forma que los soldados de la Patria. Si bien, al parecer, en cada requisa que hacían de ganado y víveres de los campos hacían entrega de un vale con el valor de ello, a los dueños o las personas que en ese momento lo habitaban. Este proceder se iría extinguiendo, para después actuar de igual modo que las fuerzas patriotas.  La experiencia de este actuar por parte del bando realista y en especial en las partidas que comandaban jefes como Barañao, Elorreaga, Lantaño, Urrejola, quedaron patentes en la experiencia sufrida por Bernardo O´Higgins en su hacienda de Las Canteras ubicada cerca de Los Ángeles, cuya casa y campos sufrieron el saqueo, violencia y quema de ellos,  como castigo por haberse unido al bando de “los insurgentes”. Producto de lo anterior, Bernardo O´Higgins se dignó a informar al general Carrera de  lo ocurrido con su Hacienda de Las Canteras, arrasada por una guerrilla realista que operaba en la zona establecida entre Los Ángeles, Yumbel y las riberas del rio Itata. Estos hábitos perduraron durante toda la contienda por los hombres de ambos bandos. Así igualmente,   el Coronel Sánchez remitía una misiva a la Junta de Gobierno de Chile, expresándoles:

                “Basto la rendición de la ciudad de Concepción al General Pareja, para que las tropas de la provincia de Santiago cometieran las más inauditas tiranías en la frontera de esta (Concepción), hostilizando, robando las haciendas, saqueando casas, llevándose presos a los sujetos más distinguidos y aun a los curas y otros ungidos del Señor, crueldades quer alarmaron a los habitantes de Concepción y obligaron al señor Pareja a poner en marcha sus divisiones” (Oficio fechado el 27 de octubre de 1813 y firmado por todos los oficiales del ejército del Rey).

                El conflicto fue mostrando con el correr de él,  la forma de una revolución cruel donde los hombres nacidos en esta tierra no se perdonarían nada, y la del talión, tan bien expuesta en la Biblia, en Éxodo 21:24. “…Si hubiera algún otro daño, entonces pondrás como castigo, vida por vida,  ojo por ojo, diente por diente, mano por mano, pie por pie,  quemadura por quemadura, herida por herida, golpe por golpe…”. Se fue impregnando no sólo en las emociones de cada sujeto, sino en el ADN de su propia existencia, como parte  necesaria para preservar su vida y de sus cercanos. Una herencia que nos llevaría a sufrir una serie de revoluciones en los primeros años de nuestra existencia en pleno siglo XIX y que surgiría de tiempo en nuestro andar republicano y liberal.  La Guerra por la independencia, considerando las cuatro etapas que se ha dividido, para entender la historia (Patria Vieja, Reconquista, Patria Nueva e independencia y Guerra a Muerte), duraría entre 16 y 19 años, finalizando con la derrota en territorio de Neuquén de las montoneras comandadas por Antonio Pincheira, en 1829.

                Fue un conflicto que se dio a diferentes niveles y no dejo ausente de ello a sus generales en jefe, quienes sufrieron las intrigas de civiles, religiosos y subalternos de sus ejércitos, quienes o no los querían en los cargos,  ni toleraban o no aceptaban que personajes de las características de quien heredaba el mando,  estuvieran dándoles órdenes ( Esto último le sucedía al Coronel realista, Juan Francisco Sánchez. No bastaba con adjudicarles incapacidades, tosquedad y brutalidad, falto determinación y de capacidades de dirección; mientras que el jefe patriota, producto de sus acciones contra muchos miembros de la junta gubernativa, sus golpes de Estado y su irrefrenable deseo de liderar todo lo que necesitaba el país para lograr la independencia, los llevó a ganarse el odio de muchas personas, incluso dentro de la oficialidad patriota y de quienes sufrieron el oprobio y abuso de los hermanos Carrera. Ambos por diferentes circunstancias  vivieron el mundo de la intriga y difamación política, de quienes eran sus grandes detractores, donde se incluían personas que operaban directamente con ellos como asesores o cuartel maestre de las fuerzas en campaña.

                A pesar de lo anterior las fuerzas realistas mostraban más cohesión por parte de los oficiales que levantaron las banderas del Rey, cuando todo se daba perdido y vieron el notable impulso que el Coronel Sánchez le dio a sus fuerzas en esos momentos, logrando elevar la moral y permitiendo recuperar el territorio existente entre el rio Ñuble y el Biobío, en un par de meses en el mismo año de 1813. En tanto el infortunio de levantar el sitio de Chillan por parte de José Miguel Carrera, producto de la situación en la cual se hallaban, carentes de todo y sin recibir los suministros solicitados desde Santiago, los llevó a ubicarse en Concepción y la zona de Quirihue, con el fin de no perder las provincias “liberadas”, para la cauda independentista. El juego de intrigas y acciones políticas desde el mismo gobierno de Chile, exigieron a este prócer la renuncia del mando de las fuerzas de la Patria en campaña, lo cual haría después de transcurrir unos meses, mientras ideaba una forma de mantenerse con el poder de estas y evitar quedar sin ninguna injerencia política en el devenir del país. Así el nuevo General en Jefe, Brigadier Bernardo O´Higgins, recibía una tropa establecida en Concepción totalmente desmoralizada, anárquica y dispuesta a la sedición y a desertar en cualquier momento. Junto a ello la población de la urbe  y de toda la región entre Chillan y Concepción,  un encono contra todo hombre que tuviera en sus vestimentas los colores de la Patria, en especial hacia los soldados y oficiales de las divisiones patriotas establecidas allí.

                José Miguel Carrera, antes de entregar el mando había descubierto un complot  realista al interior de la ciudad que ponía en peligro la vida de él, aplacándolo, -como era su costumbre-, con todo el rigor de la fuerza  que las armas le permitían. Si bien el Gobierno patriota vio como adecuadas las acciones tomadas por este General, pronto se alarmó, al saber los excesos cometidos contra toda persona acusado de ser partidario del Rey; aquellos hombres de la patria que tenían una cuota de poder e injerencia en las acciones que se hacían a nombre del Gobierno de Chile, se preocuparon  por la responsabilidad que ellos tenían ante estos actos deleznables de abuso y crueldad contra los habitantes de Concepción. Además les preocupaba  las represalias que harían los realistas contra todo sujeto que fuera partidario de la Patria. Ya en la primera etapa de la campaña, el General Carrera, había demostrado su feroz conducta, contra quienes eran acusados de ser agentes realistas y también a los sorprendidos con cartas y oficios para los oficiales del Rey. No sólo era la aplicación del castigo físico, sino que además, siempre estaba acompañado de burlas y sarcasmo contra el torturado, por quienes observaban esto; esto las hacía más crueles y sádicas en su contexto. Ya en la batalla de San Carlos los hermanos Carrera, Juan José y José Luis, mostraron una faceta de no contemplación contra ningún “sarracenos”, ordenando matar a todos los prisioneros que se presentaron en la choza donde ellos se encontraban, durante el combate. Esta costumbre de los tres hermanos, como se ha relatado, no dejo de aplicarse durante toda su campaña y en Concepción, el castigo sería igual para hombres y para mujeres. En un tiempo donde las diferencias de género eran muy marcadas, el castigo aplicado a una persona del sexo débil, eran contraproducentes y equivalían de igual forma a un acto de violación.

                Las ejecuciones realizadas en Concepción, por José Miguel Carrera,  a comienzos de enero de 1814, sembrarían el deseo de la represalia y retaliación dentro de los oficiales y soldados del Rey. El conflicto por la independencia de Chila, iba adquiriendo aquella ferocidad  donde no se daría cuartel y el respeto de la vida del enemigo perdía valor. “Un insurgente bueno, sería uno que estuviera muerto”, lo mismo ocurría con los realistas en el bando patriota. Los hechos ocurridos en Concepción, ordenados por José Miguel Carrera generaron un gran terror en la población de toda la región, donde los abusos realizados por los soldados patriotas de saqueo, robo y todo tipo de violencia quedaban minimizados y daban luz verde a que siguieran haciéndose, en especial, contra quienes eran juzgados de ser partidarios de la causa del Rey. Es de suponer que con las sentencias ejecutadas, Carrera buscaba  generar el miedo en los habitantes y con ello volver a robustecer su poder dentro del ejército y reconocimiento por parte de la Junta de Gobierno de Chile. Juzgaba así, José Miguel, que él volvía  a tener una posición ventajosa, lográndose afirmarse en la comandancia en jefe del ejército patriota en campaña. Para Carrera ya no era el enemigo realista el que se tenía que derrotar,  existía un interno que se había establecido dentro del Gobierno de Chile, en su Junta de Gobierno, en el Senado y comenzaba hacerlo en el Ejército establecido en Talca. Aunque nunca logró percibir José Miguel Carrera, que al dejar operar de manera más o menos libre a los hombres de su división, con el fin de obtener los suministros o víveres que desde Santiago y Talca no les enviaban, los había llevado por un camino de subversión y desobediencia, que iría generando una indisciplina a los mandos, tanto por parte de oficiales y hombres de tropa, quienes optaban por desertar para seguir obrando libremente y otros con el deseo de volver a una fuerza donde el orden y la obediencia fueran parte del mundo militar. El Prestigio logrado por José Miguel Carrera durante la campaña  llevada a cabo se veía mermado y su autoridad decayendo de una manera en la cual era culpado de los actos delictuales en los cuales habían caído los hombres de la división a su mando.

             José Miguel Carrera con el transcurrir del tiempo su desprestigio y con él su autoridad, habían aumentado, haciendo más difícil hallar dentro del gobierno y de las fuerzas militares, hombres que respaldaran su deseo de sostenerse en el mando y de esta forma lograr permanecer en el mando del ejército en campaña y ejercer el poder de esta fuerza para presionar al gobierno establecido en Santiago. Este conflicto entre Carrera con la Junta Gubernativa fue un conflicto latente que más temprano que tarde llevaría a una confrontación entre partidarios de la Patria. Esto sucedería entre quienes habían sido personas que se tuvieron gran estima, hasta que O´Higgins asumía la comandancia en jefe, cargo que entregaba Carrera con un alto grado de disconformismo y/o disensión, lo cual lo llevaría a retornar a Santiago, después de su liberación por los Realistas producto del tratado de Lircay dando un Golpe de Estado y haciéndose de la primera magistratura del gobierno independentista, lo cual haría, que el Brigadier O´Higgins abandonara la defensa del rio Maule, confiando en el pacto firmado con Gabino Gainza, el cual juzgaba se respetaría, para poder dirigirse con sus fuerzas en dirección a Santiago y obligar a los hermanos Carrera a devolver el mando a Francisco De La Lastra, enfrentándose ambas fuerzas patriotas en la zona próxima al rio Maipo, denominada Tres Acequias.

                La anomia general de los hombres del ejercito patriota en Concepción y en toda la región, eran el legado a las decisiones y acciones que José Miguel Carrera había tomado, como era el levantar el sitio de Chillan, cuando el tiempo empezaba a mejorar, junto a otras determinaciones y el corolario de todo, su huida en el combate de El Roble, abandonando a sus soldados. Todo lo expuesto llevo a la Junta de Gubernativa a buscar la forma de sacar del mando a Carrera, quien juzgaba que estas pretensiones por parte de los miembros del Gobierno eran del mismo tipo de actos criminales, a la deserción de los soldados, el robo, la violación de personas y propiedades. La forma de pensar de José Miguel Carrera para estas fechas de 1814, sólo demostraban lo contrariado  que estaba, producto de las malas determinaciones que él mismo realizó. En este complejo estado psicológico, el General Carrera se motivaba a escribirle a la junta de Gobierno, sobre la situación existente en Concepción y en especial dentro del ejército que el comandaba, transparentando las actitudes de los hombres a su mando, donde no era solamente el saqueo, el hurto o la deserción, sino actos más violentos y contra las personas donde  el matar y el violar  a todo habitante de la región de Concepción, que tuviera el error de encontrarse frente a frente con una de estas partidas de soldadesca patriota sedienta de calmar las pulsiones humanas más bajas.  Estos eventos llevaron a muchos partidarios de la patria a repensar su  respaldo y en apoyar fervorosamente a la causa realista.

                El General Carrera escribió, así un oficio el día 6 de enero de 1814 a la Junta de Gobierno, escribiendo: “Al ejemplar del criminoso de Mackenna y de García (que se marcharon a Talca),- decía el mismo Carrera-, siguió la lancha cañonera que fugó con toda su tripulación y parte de la otra. Fue apresada pero escaparon con dirección a Chillan los reos. El Capitán de Granaderos, don Juan Miguel Cevallos desertó con casi toda la compañía y sembró en el batallón. Tales máximas y noticias funestas que no haber aplicado pronto y eficaces remedios  hoy serían la provincia y el ejército  victimas de su iniquidad. El subinspector de Infantes de la Patria, a pesar de tener mi pasaporte para que pasase a Talca, luego que hiciese entrega del batallón y de alguna otra cosa del que ha sido encargado, sembrando peores noticias que Cevallos, tentó llevarme la guarnición de Penco y todos los soldados montados que hubiese podido persuadir. La trascendencia de estos hechos indignos en hombres de honor, no puede ocultarse a la penetración de V.E.  Se descubrió la horrorosa conspiración, se aseguraron los cómplices; y cuando creí que me ayudarían a cortar un mal tan grave, recibí el mayor desengaño. El uno decía que no era cierto este atentado: el otro que estábamos perdidos: otros ocultaban los caudales y alhajas: otros pedían licencia para irse a Talca: otros se reunían en lugares muy públicos a lamentar la total ruina del ejército y de la provincia: otros decían que yo era sospechoso; en fin, cada uno hablaba lo que quería y todos nos llevaban al precipicio a pasos muy largos” (Historia General de Chile. Tomo IX. Diego Barros Arana. Capítulo XIX. Páginas 224-225. Editorial Universitaria. 2° Edición. Julio de 2002. Santiago de Chile)

                José Miguel Carrera empezaba a creer que la falta de suministros y de pago a la tropa y oficialidad era la causa de este actuar en su ejército, demostraba la ignorancia de conocer el sufrimiento vivido por sus enemigos al mando del Coronel Juan Francisco Sánchez. Desconocía que los hombres pueden resistir una serie de situaciones, siempre y cuando que quien los dirija tenga claridad en los objetivos a cumplir y la capacidad de presentarles las dificultades que se padecerán y el fin último a perseguir a los hombres a su cargo. El coronel realista que asumía el mando de las tropas reales en Chile después de la muerte del Brigadier Antonio Pareja, demostró tener aquella capacidad y liderazgo, a pesar de su tosquedad y rudimentario actuar. No sólo supo motivar e impregnar de su ímpetu a sus hombres, sino, también, de rodearse de asesores cuyas habilidades en ciertos juegos políticos, económicos  y  de administración de recursos, él se sentía estar negado. En tanto, en el bando patriota, el Brigadier José Miguel Carrera, demostraba una ceguera, donde no reconocía que las decisiones tomadas no fueron las más acertadas y produjeron un derroche económico, en suministros, armas y hombres bastante onerosos, convirtiéndose en una sangría del pequeño o escaso erario nacional. A pesar de ello, Carrera en Concepción se había procurado mantener medianamente armada y nutrida de suministros a las tropas que él deseaba mantener leales. Por ello las defensas de las casas y protecciones de ventanas eran arrancadas y transformadas en lanzas, todo el plomo que se encontraba se transformaba en perdigones o balas de fusil y se retiraban de los campos cercanos todo producto alimenticio que permitiera sostener a las tropas establecidas en la ciudad a la orilla Norte del Rio Biobío.

                El ocaso de uno y otro general de las fuerzas en conflicto, fueron totalmente diferentes, mientras  Juan Francisco Sánchez lograba el reconocimiento de los oficiales y jefes de sus tropas y de los líderes políticos existentes en el país, a pesar de la intriga hecha por sus dos asesores, algunos religiosos y oficiales del Ejército del Rey; en tanto, José Miguel Carrera, caía en la desgracia más tremenda que puede vivir un líder, que es tener una desprestigio y pérdida de autoridad estando aun al mando de las tropas, cuya desorganización estructural de su ejército eran consecuencia de la falta o la incongruencia de las normas mínimas de obediencia requeridas para una fuerza militar que se juzgue efectiva y operativa. A esto hay que agregarle el ambiente de desconfianza  y de recelos existentes, entre los habitantes de la región de Concepción, contra la fuerza de la Patria y su General en jefe. Llegaba a establecer una especie de Cabildo Abierto para solicitar a los residentes de Concepción que hicieran el esfuerzo de nutrir a los hombres que vestían el uniforme de la patria de suministros para su existencia. Situación que en ese momento era ya impensado que un poblador de la ciudad se esforzara por darle a la soldadesca patriota la alimentación diaria que necesitaban, producto del actuar de estos contra ellos.  

                Mientras las fuerzas del rey recobraban sus energías y ganas de luchar, las fuerzas de la patria iban en retroceso. Tsun Tzu en su libro el arte de la guerra expresa que: Una vez comenzada la batalla, aunque estés ganando, de continuar por mucho tiempo, desanimará a tus tropas y embotará tu espada. Si estás sitiando una ciudad, agotarás tus fuerzas. Si mantienes a tu ejército durante mucho tiempo en campaña, tus suministros se agotarán.” Y Carrera no sólo se dedicó a desgastar a sus fuerzas en un cerco en pleno invierno, donde el viento y la lluvia hizo estragos en sus hombres, en tanto los realistas protegidos en casas, alimentados y manteniendo no sólo su ropa seca, sino también sus municiones, se convirtieron en un verdadero dilema y desafío imposible de solucionar para el general patriota y sus jefes, aún más, el tormento de las partidas del rey que recorrían los territorios existentes entre el rio Ñuble y el Biobío, incluso más allá de aquella zona, con el fin de interceptar los convoyes de suministros patriotas, capturar ganado y cosechas de los campos existentes en la comarca, como asimismo, la recluta de hombres para nutrir a las fuerzas realistas de nuevos combatientes. Este último aspecto, con el transcurrir del tiempo se fue transformando de una acción forzada a una aparentemente voluntaria, pues la forma de combatir dentro de las tropas realistas, había tomado las características de guerrillas, donde las destrezas de saber montar a caballo, la utilización del laso, la lanza y el cuchillo primaban por sobre el saber disparar un arma de fuego, lo cual aprendían con la instrucción que recibían dentro del Cuartel General establecido en Chillan.

                La situación para las fuerzas de la patria bajo el mando de José Miguel Carrera no era muy auspiciosa, al estar totalmente dependiente de las decisiones personalistas del General en Jefe y sus hermanos, quienes lo hacían velando por mantener una hegemonía sobre el poder civil existente en Santiago. El avance victorioso y rápido en plena estaciones de verano y otoño del año 1813, sometiendo a todo el territorio continental que se conocía por ese entonces de la Capitanía General de Chile, habían elevado la imagen de José Miguel Carrera, casi como un gran estadista y eminencia militar, pero el fracaso del Sitio de Chillan, al enfrentar las inclemencias de la naturaleza en plena estación invernal, la falta de suministros, de los cuales los pocos y escasos que se lograban reunir en Santiago, eran retenidos en Talca para las fuerzas que estaban recibiendo instrucción y las pocas que lograban llegar a la región en convoyes, sólo las que podían esquivar a las partidas realistas que asolaban la zona, cubrían en una ínfima proporción las necesidades y demandas de los hombres que combatían por la patria. Todo esto obligo a que levantase el Sitio, lo cual, para muchos  fue la gran derrota sufrida por el bando patriota.

                “En situaciones de defensa, acalláis las voces y borráis las huellas, escondidos como fantasmas y espíritus bajo tierra, invisibles para todo el mundo.”° Así Sánchez en Chillan, en las fosas y trincheras creadas, mantenía a sus hombres tranquilos y en una impaciente calma ante cualquier movimiento proveniente desde las parapetos patriotas que rodeaban el pueblo; sólo el intercambio de fuego entre los cañones de ambos contendientes rompía el silencio de la paciente espera realista. Pero, a las tropas reales montadas que salían como partidas dirigidas por un oficial o jefe, Sánchez les imponía que: “En situaciones de ataque, vuestro movimiento debe ser rápido y vuestro grito fulgurante, veloz como el trueno y el relámpago, para los que no se puede uno preparar, aunque vengan del cielo.” °°.  (°,°°. El Arte de la Guerra de Tsun Tzu. Capitulo IV Sobre la medida en la disposición de los medios)

“Cuando tus tropas están desanimadas, tu espada embotada, agotadas tus fuerzas y tus suministros son escasos, hasta los tuyos se aprovecharán de tu debilidad para sublevarse. Entonces, aunque tengas consejeros sabios, al final no podrás hacer que las cosas salgan bien” (El Arte de la Guerra de Tsun Tzu. Capitulo IV Sobre la medida en la disposición de los medios). La situación de Carrera no difería en ninguna palabra a lo expresado por Tsun Tzu. La retirada hacia el cerro Coyanco, cercano a la confluencia de los ríos Ñuble e Itata, donde se encontraba el cuartel general de las fuerzas de la patria, desalentaba a las tropas que habían enfrentado con estoicismo las inclemencias naturales y combatido a las fuerzas realistas que habían osado aventurarse hacia las trincheras donde ellos estaban. Aquellas tropas lograron experimentar un cambio positivo, transformándose en hombres curtidos en batalla y que habían comprendido el porqué de las instrucciones y normas castrenses. Con el correr del tiempo y ver que la oficialidad procedía de manera indecorosa contra los habitantes de la región, llevó a muchos de estos a copiar  tales acciones, a desertar y convertirse en verdaderos delincuentes armados que se dedicaron a saquear y robar  a los campos, aldeas y haciendas que encontraban indefensas. 

El prestigio de José Miguel Carrera caía en un desprestigio de tal nivel, que el temor que había engendrado en la población de la región, no evitó que el doctor Miguel Zañartu, tomando la representación de cada habitante del territorio de Concepción y del sentir de estos, lo acusara de ser el causante de toda la miseria que se estaba sufriendo en la comarca y en las fuerzas que el primero dirigía. El mismo General José Miguel Carrera exponía a la Junta de Gobierno, la situación vivida en el Cabildo solicitado por él: “habló diciéndome ,-agrega el mismo Carrera-, que respecto a los auxilios de V.E. Tardaban, porque yo  no entregaba el mando, era preciso y conforme a la voluntad del pueblo, que hiciese reconocer al nuevo general, depositando desde luego el mando en otro oficial. A esto respondí que se equivocaban y que debían persuadirlos de lo contrario los oficios de V.E. Lo mandase, hacia la entrega  hasta en manos de un cabo de escuadra; y que cargando sobre mí la responsabilidad y que accediese a su demanda. Entonces les hice entender que no había autoridad igual ni superior a la mía, y que no quería condescender con locuras, con perjuicio del Estado y de mi honor, que pensasen en socorrer el ejército; que aquel no era pueblo ni había sido llamado para semejante cuestión, que el pueblo de Concepción ni ningún otro podía mandar en el ejército del Estado, porque así llegarían sus facultades o las del gobierno que lo representa y que es el único a quien obedecía; que pensasen en auxiliarme y no hablasen más en materias sin fundamentos. Observé gran altanería en dos o tres de los concurrentes, al mismo tiempo que otros declararon por la suposición de Zañartu en figurarse representante de la concurrencia y hube de contenerlos ofreciéndoles las bayonetas si no bastaban mis justas reflexiones. Entonces siguió el orden, y acordaron escribir a V.E.  Los oficios que ya había recibido, y el juntar el caudal suficiente para entretener a la tropa por veinte días, lo que van verificando a costa de muchas reconvenciones y disgustos”. (Oficio citado de Carrera a la Junta Gubernativa. Historia General de Chile. Tomo IX. Diego Barros Arana. Capitulo XIX. Página 225. Editorial Universitaria. 2° edición. Santiago de Chile. Julio de 2002)

En vez de calmarse los ánimos en Concepción después del Cabildo que enfrentó a Carrera con los habitantes de la urbe, estos comenzaron a mostrar la tensión y desavenencia contra las huestes patriotas y su general, mimetizada en una aparente tranquilidad, que ocultaba la posibilidad de que explotase una sublevación de los habitantes contra Carrera y sus hombres. Aparentemente José Miguel Carrera había logrado aquietar el ímpetu de los ciudadanos de Concepción y Talcahuano, por medio de la represión y el castigo a todo a quien era apuntado como un exaltado contrario a él y a la Patria. El ejército a pesar de tener dentro de él a fuertes detractores al General Carrera, este se mantuvo subordinado a él, gracias al desplazamiento de todos los oficiales que no toleraban las conductas y procedimiento de este, en referencia a la población y a la permisividad hacia el proceder de sus hombres. El aparente apaciguamiento de ánimos, eran simplemente una situación que de uno u otro modo debía explotar, llevando a suponer que pronto surgirían movimientos contrarrevolucionarios, como los vivido por Carrera en diciembre de 1813.  La rigurosidad aplicada por Carrera para aplacar esta y dar a su vez un ejemplo de cómo se procedería ante nuevas acciones de insurrección con las personas que las intentaran realizar, no fue capaz de frenar la sublevación, y sólo aumento el malestar de la población civil en contra del movimiento emancipador, incluso de personas que eran partidarias de este. Lo único que le quedaba por hacer a José Miguel Carrera era entregar el mando a quien fuera nominado por la junta de gobierno para dirigir a las fuerzas de la Patria. 

La Junta de Gobierno se había desplazado hacia Talca, con el aparente deseo de ver  la evolución en los reclutas  que allí se instruían para formar nuevas levas de soldados; aunque también para demostrar la preocupación existente en el gobierno por la situación que aquejaba  a la región al Sur del rio Maule, en especial a la ciudad de Concepción y sus habitantes, donde se había establecido el General Carrera con una de las divisiones patriotas en campaña. Los miembros de la Junta independentista estaban al tanto de lo que estaba ocurriendo en la zona existente entre el rio Ñuble  hasta  las riberas del Biobío:

·         El ejército realista comenzaba a operar libremente por la zona y había recuperado la mayoría de los territorios existentes, aislando a los patriotas en Concepción, como asimismo evitando que la división establecida en Quirihue traspasara el rio Itata. Evitando de esta forma que ambas divisiones patriotas se reunieran y actuaran en concordancia contra Chillan.

·         Los soldados de la patria estaban cometiendo todo tipo de exceso contra los habitantes de la comarca, donde todo tipo de violencia estaba justificada por los oficiales con el simple hecho de acusar a los habitantes del campo o aldea violentada como partidarios del rey

·         La escasez de víveres que sufrían las tropas patriotas aisladas en Concepción.

·         El descubrimiento de una conspiración, supuestamente realista contra el general en Jefe, José Miguel Carrera, quien actuó duramente reprimiendo a sus participantes. El cual fue en un principio, aplaudido por la misma Junta de Gobierno.

·         El aumento de muestras de descontento  contra las fuerzas patriotas, por parte de los habitantes de la región

·         El descontento de una parte de los oficiales del ejército independentista contra su General y el proceder de éste y sus hermanos.

·         Y…la demora que el General Carrera establecía para entregar el mando y reconocer de forma pública al sucesor que había elegido la mismísima Junta gubernativa.

La Junta de Gobierno al estar en conocimiento de la situación que estaba viviendo la principal ciudad  del Sur del país, no sólo se desplazó hacia la ciudad de Talca, sino también, tomaban la decisión de enviar a uno de ellos para Concepción y de paso por Quirihue, con la finalidad de apaciguar los ánimos y demostrar que el Gobierno Central de Chile estaba preocupado por la condiciones existentes en la región existente entre el rio Maule y el Biobío, como asimismo, expresar a los habitantes de Concepción y sus alrededores que no estaban abandonados ni tampoco aislados, Aquella tarea recayó  en el vocal José Ignacio Cienfuegos, a quien, además, se le entregaron  un pequeño caudal de monedas que iban como remesas para el pago de los sueldos de los soldados y oficiales del ejército patriota y amortizar de esta forma lo que se les seguía adeudando. Cienfuegos marchaba hacia la ciudad de la ribera Norte del Biobío, con la misión de normalizar el entorno político y social existente en esta urbe, siendo su fin último hacer desaparecer cualquier complicación al cumplimiento establecido por la Junta de Gobierno, en relación al cambio de Comandante en Jefe de las fuerzas en campaña.

                Junto a lo anterior, el vocal José Ignacio Cienfuegos, debía tomar conocimiento sobre los procesos seguidos en la causa de conspiración en contra del General en Jefe José Miguel Carrera, por un grupo de personas de la ciudad y estudiar cada uno de los procesos y condenas establecidas a los ciudadanos acusados de participar en el complot, teniendo la autoridad plena del poder gubernamental de los independentistas, para modificar las penas que juzgase ser excesivas y restituir la libertad a quienes fueron detenidos por simple sospecha. No sólo esto realizaría, sino que determinaba poner a la venta la carga que se encontraba en las bodegas de la fragata española, “Las Dos Hermanas”, apresada en Talcahuano.

                Con estos cometidos expuestos en los párrafos anteriores, el vocal José Ignacio Cienfuegos, arribaba a la ciudad de Concepción  el día 26 de enero de 1814, donde al parecer, el General Carrera, esa misma jornada quiso demostrar su autoridad por sobre Cienfuegos, al solicitar a este último que depositara el dinero que transportaba (unos $ 30.000.-), en la tesorería de la ciudad. Cienfuegos ante esta demanda del aún Comandante en jefe patriota, se negó rotundamente, expresándole que era de su responsabilidad el pago a los hombres de la fuerza patriota de la división existente en aquella urbe. Agregaba, Cienfuegos, “que esto lo haría desde la casa donde se alojaba”. El encono que surgía entre ambos, seria heredado a la misma Junta de Gobierno y José Miguel Carrera empezaría a ver a todo a quien expresara alguna desavenencia a sus ideas, como un potencial enemigo para la él, su familia y la causa independentista. El General Carrera irritado con la conducta de Cienfuegos, y para demostrar que aún mantenía la autoridad, solicitaba al vocal de la Junta de Gobierno los credenciales de su comisión. Este conflicto que el primer día demostraba la rivalidad entre ambos personajes de nuestra historia, no sólo expresaba la desavenencia entre la Junta de Gobierno y  José Miguel Carrera, sino también, daba a luz la división existente en el ejército patriota en campaña, donde  existían detractores  y partidarios de José Miguel Carrera. La semilla de un encuentro por las armas entre ambos bandos patriotas estaba cimentada, sólo bastaría un pequeño chispazo para que esto sucediera.

                Orgulloso José Miguel Carrera, tomaba unos días en tomar la decisión de reconocer a quien asumiría el mando de los ejércitos patriotas en campaña y para demostrar que no era él quien generaba el conflicto al interior de movimiento emancipador y su novel organización político-administrativa. Es así , que seis días después de la llegada de José Ignacio Cienfuegos a Concepción, es decir, el 1 de febrero de 1814, extendía como orden del día, la copia de lo escrito el día 27 de enero al ahora Brigadier Bernardo O´Higgins: “Concepción 1 de febrero de 1814. El Gobierno Supremo del Estado ha dispuesto se reconozca por General en jefe del Ejército Restaurador al Coronel, don Bernardo O´Higgins. A las divisiones de Concepción. ¡Defensores de la libertad, restauradores de Chile, soldados constantes y dignos de una memoria eterna! Al retirarme de vuestro lado y al dejar el  mando en manos del virtuoso y valeroso  O´Higgins, os pido que concluyáis la obra con el  mismo entusiasmo que habéis manifestado y acreditado hasta hoy; que alejéis de entre vosotros las facciones, la insubordinación, la pereza y todas las faltas impropias de un verdadero militar, que sigáis ciegamente cuanto os mando vuestro jefe, para tener el consuelo de oír muy breve resonar en el globo entero las glorias americanas, a que es consiguiente la felicidad del Estado, único objeto de los desvelos de quien fue vuestro General Carrera”.

                Bernardo O’Higgins recibía el mando del mismo general José Miguel Carrera, después de un maratónico viaje a caballo hacia Concepción. Marchaba desde Talca hasta Quirihue y de este pueblo a Concepción, con el fin de asumir de manera inmediata el mando de las tropas por parte  de Carrera, quien lo hacía con el afecto y estima que aun en ese tiempo se tenían. En tanto, José Ignacio Cienfuegos asumía la dirección política- administrativa de la ciudad. José Miguel Carrera  cedía ante la presión vivida, al ver que mientras más tiempo trataba de sostenerse en el poder de la fuerza militar en campaña, su imagen, la de su familia, era cada vez más denostada. Sus constantes desvelos y quebraderos de cabeza por buscar una forma de salir de aquella hostigosa coacción y el ver que no pudo derrotar a quien consideraba el más detestable y enconado enemigo, el Coronel realista Juan Francisco Sánchez, a quien el general patriota José Miguel Carrera en su obcecada  culpaba de todos los males que le habían ocurrido,

                O´Higgins caía en el mismo error que José Miguel Carrera de imaginar que el cerco de Chillan, aislando a la fuerzas realistas en el país en aquel poblado y bloqueadas sus vías de comunicación con el exterior, generaron en estas una terrible desazón y padecimientos y ahora que debían extenderse por defender todo el territorio existente entre el rio Ñuble, cruzando las riberas del Biobío hasta llegar al Golfo de Arauco, serian fáciles de aniquilar. Desconocían así, toda la información recibida sobre las comodidades logradas en Chillan, el suministro de alimentos,  vestuario y techo, que incondicionalmente sus pobladores les dieron, producto de la fervorosa actividad propagandística realizada por los monjes y religiosos establecidos en la urbe. Ahora se les agregaba la llegada de un refuerzo en hombres y suministros desembarcados en Arauco y que marchaban hacia el Norte en dirección a la ciudad que operaba como Cuartel General de las fuerzas del Rey en el territorio chileno. A finales de 1813, en las estaciones más estivales de ese año, las fuerzas realistas cuya virtud era la rapidez de sus desplazamientos al estar todos sus hombres montados, recorrían todo el territorio, logrando una fluida comunicación con el exterior y los puntos de salida de ella, como era el Golfo de Arauco. Este último fuertemente protegido por los lonkos Mapuches aliados al Rey.

                El ejército realista vivía los instantes de libertad y que obligaban a Sánchez a establecer una reorganización de sus fuerzas si quería proseguir cumpliendo con la misión que le entregaba Pareja, en relación a llegar a Santiago y someter a los díscolos insurrectos que se arrogaban el poder de administrar el territorio y las personas  de los que era la Capitanía General de Chile.  Desde Chillan, convertida ahora, en el Cuartel general de las fuerzas del rey en el país, el coronel Juan Francisco Sánchez ordenaba instruir a los hombres en las tres armas que operaban (artillería, Infantería y caballería). La virtud de estos era que todos eran montados, decisión que había tomado en los primeros días de haber llegado a Chillan en el año de 1813. Esta nueva instrucción permitía a sus fuerzas alcanzar un mejor nivel combativo y los nuevos reclutas homologarse en disciplina y habilidades a los más veteranos. A pesar de la confianza de Sánchez del apoyo del Virrey y de la isla de Chiloé, con nuevos refuerzos y suministros, que le enviaría, se olvidaba de las intrigas que se habían sembrado desde que fue nombrado el sucesor de Pareja en el mando de las fuerzas reales, por este mismo oficial antes de su muerte.

                Mientras el General Carrera había cimentado el mismo su  derrocamiento al mando del ejército patriota, en el bando realista las intrigas fueron tan perversas en contra de Sánchez, que al final el Virrey optaba por sacarlo de la comandancia de las tropas realistas en Chile, olvidando todos los logros establecidos por esta fuerza bajo su mando. Así y lo más perniciosos fue la planeada por sus dos asesores, el Secretario  e Intendente provisional del Ejército, Matías de La Fuente y Fray José Almirall, junto a otros más siniestros personajes , con la finalidad de sacarlo del mando y conformar una junta que dirigiera al ejército. Esta idea no fue tolerada por los oficiales  del Rey en su mayoría, y mucho menos por quienes habían llevado el esfuerzo de dirigir a los hombres en acciones, como Ildefonso Elorreaga o Luis Urrejola, entre otros, incluso el mismo Quintanilla, tan detractor de Sánchez, se oponía a estas acciones encubiertas y a la espalda del que era su comandante en jefe. La actitud de los jefes civiles era apreciado por las jefaturas militares desde el nivel de pelotón hasta los más altos cargos, como un acto deleznable y pésimo para los partidarios del Rey; en especial, dada la situación que se había padecido y que recién se comenzaba a superar, rechazándola con la misma entereza con la cual enfrentaron al enemigo patriota en el campo; pero, la semilla de la intriga ya había sido sembrada mucho antes con la llegada a mediados de 1813 del Mayor Justis, el Sargento mayor Navia y el cuartel Maestre Tejeiro, todos quienes habían solicitado retirarse de Chillan en dirección a Talcahuano para no estar al mando del Coronel Juan Francisco Sánchez. Estos sujetos  con sus rumores  propagados en todas direcciones en el Perú, acerca de lo carente de virtudes que tenía el comandante en jefe realista en Chile, que llegaron a los oídos del Virrey Abascal y a las cuales se sumaron el de las intrigas realizadas en Chillan por los mismos asesores del general en jefe realista. El golpe de gracia a Sánchez  seria dado por el mismo emisario enviado al Virreinato para solicitar nuevos suministros y refuerzos; este hombre era el antiguo cura del puerto de Talcahuano, Juan de Dios Bulnes, quien arribaría un día 3 de diciembre de 1813 al Callao, dirigiéndose de inmediato a Lima para informar al Virrey José Fernando de Abascal y Souza de todo lo acontecido en la Capitanía General de Chile, en especial de los logros obtenidos y del buen pie de los hombres tropa, a pesar de los padecimientos vividos y desgracias sufridas. Ahora  no sólo solicitaba lo expuesto por Sánchez, sino también, exponía las escasas virtudes que tenía éste para dirigir al ejército realista en Chile.

                El religioso Juan de Dios Bulnes informaba al Marqués de la Concordia, titulo con el cual se conocía a Fernando de Abascal, que el Coronel Juan Francisco Sánchez y Seixas, a pesar de ser un fiel y leal a la causa del Rey de forma incontrastable, de tener un alma de gran entereza, carecía de las capacidades de dirigir operaciones más complicadas que sólo oponer una tenaz resistencia dentro del pueblo de Chillan y había logrado tener la animadversión de toda la oficialidad del ejército. Con esta presentación y sumado todo lo anterior el Virrey Abascal resolvía buscar un oficial de su confianza a quien entregar el mando de la fuerza existente en Chile, como asimismo, hacerle entrega de los recursos disponibles para abrir una nueva campaña en contra de los insurrectos de la Capitanía General, teniendo el claro objetivo de acabar de una vez por todas con los revolucionarios o patriotas. El elegido era el Brigadier Gabino Gainza y  Fernández de Medrano, quien demostraba carecer de un carácter firme como el de Sánchez, lo cual lo llevaba actuar con gran prudencia y de forma más honorable, aspectos que llevaron al Virrey Abascal  a creer  que el Brigadier realista tenía todas las cualidades para dirigir a los oficiales curtidos en aquellas formas de combatir en Chile. Aunque lo que más motivaba el nombramiento de Gainza al Virrey del Perú, era que el Brigadier Gabino Gainza acabaría con las intrigas de jefes civiles y oficiales partidarios del Rey, al tener sobre ellos un oficial de línea y de alcurnia, además seria respetado por los patriotas en caso de establecer alguna negociación. Sánchez recibía de esta forma, lo que hoy conocemos como “el pago de Chile”.

                “El Coronel Sánchez estaba esperando con la mejor ansiedad los auxilios que había pedido a Lima, lisonjeándose dar con ellos un impulso rápido a la guerra de Chile, pero estaba bien lejos de creer que con ellos le fuera enviado un jefe extraño a rebajar el mérito de sus hazañas y a disputarle el honor de sus triunfos sucesivos. Si aquel benemérito oficial tuvo el consuelo de saber que había arribado a las costas de Arauco un bergantín bien provisto de armas y municiones, vestuarios y dinero, tuvo al mismo tiempo el dolor de saber que don Gabino Gainza venía a encargarse del mando de aquellas tropas que él había creado y que tantas veces había conducido a la victoria” (Colección de Historiadores y Documentos relativos a la Historia de Chile. Revista de la Guerra de la Independencia. Tomo XVI. José Rodríguez Ballesteros. Página 147. Imprenta Cervantes. Santiago, Chile.1901). 

                El tomar conocimiento de la llegada del Brigadier Gabino Gainza, para asumir el mando que el difunto Almirante Pareja le había entregado a él, en los momentos de su agonía, Eran para Sánchez la peor de las afrentas que había sufrido y jamás esperado que lo hiciese el mismo Virrey Abascal. Su desazón era mayor al ver  que los suministros solicitados por él a Abascal eran remitidos junto al nuevo Comandante en Jefe del Ejército Real, que venía a reemplazarlo producto de las intrigas surgidas a sus espaldas, incluso de sus mismos asesores y personas de confianza. Los víveres que se le informaban habían sido desembarcados eran ínfimos para la campaña que Sánchez había planeado. Las tropas solicitadas por este último oficial realista a Chiloé habían desembarcado dos días antes de la anunciada llegada de Gainza y los suministros procedentes del Perú. Con el nuevo General en Jefe, arribaban un destacamento de doscientos soldados del Regimiento de Infantería del “Real de Lima”,  junto a estos descendían a tierra cuatro piezas de artillería, las cuales se ubicaron en la plaza de Arauco.

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Fiestas y celebraciones tipicas de Chile

Fiestas y Celebraciones
de la Republica de Chile

Fiestas Patrias:

Se celebran durante todo el mes de septiembre, pero especialmente los días 18 y 19, con ramadas, juegos populares y desfiles; entre éstos el más importante es la Parada Militar que se realiza en Santiago, en la elipse del Parque O’Higgins el día 19 de septiembre, Día del Ejército.
En algunas localidades se celebra el llamado “18 chico” el fin de semana siguiente a las Fiestas Patrias; en estas fechas es también tradicional la fiesta de la Pampilla en Coquimbo.

Fiesta de la Vendimia:

Al final de la temporada de cosecha de uvas se reúnen hombres y mujeres vendimiadores en una gran fiesta. En ella se mencionan España y Francia, tanto en los brindis como en las canciones que los acompañan; ello se entiende al relacionarlo con la llegada de las primeras cepas de origen español y los primeros técnicos franceses.

Putre:

Carnaval de Putre: Esta celebración se realiza en los últimos días de febrero, antes de cuaresma. Acuden a ella habitantes aimaras de los poblados altiplánicos. Además de música y comida, hay bailes, máscaras y disfraces que representan la cosmovisión andina.

Codpa:

Fiesta de la vendimia de Codpa: Entre marzo y abril se realiza, en la localidad de Codpa, la fiesta de la vendimia de las uvas con las cuales se elabora el vino pintatani, grueso y frutoso.

Caspana:

Enfloramiento del ganado: Entre enero y marzo, se realiza en todos los corrales familiares del poblado andino de Caspana una particular ceremonia que incluye bailes, cantos y rogativas, en la cual se coloca lana a los animales.

Chiu Chiu:

Via crucis en Chiu Chiu: Entre marzo y abril, para Viernes Santo, se realiza en el pueblo altiplánico de Chiu Chiu un tradicional via crucis español que incorpora elementos criollos haciendo de la celebración un interesante espectáculo.

La Tirana:

Fiesta de la Tirana: Esta fiesta religiosa se lleva a cabo cada 16 de julio en la localidad nortina de La Tirana. La celebración se realiza en honor a la Virgen del Carmen y es una de las más importantes y conocidas del país. Destaca por los bailes, los cantos, la gran cantidad de fieles venidos de todo el país y en especial por las máscaras y disfraces de múltiples colores.

Pica:

Fiesta de Reyes: Se realiza en la localidad de Pica, a 117 km. al sureste de Iquique a 1.300 m. sobre el nivel del mar. Su celebración se extiende a grandes ciudades como Arica e Iquique, en las cuales los adornos navideños de casas y locales comerciales se mantienen hasta dicha fecha.

Aiquina:

Virgen de Guadalupe de Aiquina, 8 de septiembre. Se celebra en el poblado de Aiquina, ubicado a 75 km. al noreste de Calama y a 2.980 m. de altura. La fiesta tiene una duración de cinco días y se inicia tres días antes de la fecha indicada.

San Pedro de Atacama:

Carnaval atacameño: Durante la segunda semana de febrero, tanto en San Pedro de Atacama, como en Chiu Chiu, Caspana y los demás pueblos atacameños de la zona, se celebra un carnaval con disfraces, bailes típicos y degustación de gastronomía y bebidas típicas de la región.

Vallenar:

Fiesta del Roto Chileno: El fin de semana más cercano al 20 de enero se celebra en la quebrada de Pinte, hacia el interior de Vallenar, un festival costumbrista organizado por la junta de vecinos en el que se realizan competencias típicas chilenas.

El Tránsito:

Fiesta huasa de El Tránsito: Durante la segunda semana de febrero el club de huasos de la localidad de El Tránsito realiza una fiesta que consiste en competencias campesinas y espectáculos folclóricos.

San Félix:

Fiesta de la vendimia de San Félix: Durante todo febrero en el pueblo de San Félix, a doscientos kilómetros de Copiapó, en el valle del río El Carmen, se realiza la principal fiesta de la zona, que es organizada por la junta de vecinos. A los bailes en la plaza los fines de semana acuden habitantes de todo el valle y culmina con un festival gastronómico y un concurso de artesanías locales.

San Fernando/Copiapó:

La Candelaria, primer domingo de febrero. Su celebración se efectúa en la localidad de San Fernando, a 4 km. al este de Copiapó. También es venerada en otros puntos del país. La Virgen de la Candelaria se representa con una vela en las manos como símbolo de la purificación de la mujer. Es una de las fiestas más antiguas del norte y reúne a fieles de todo el país y de naciones limítrofes.

Tierra Amarilla:

Fiesta del Toro Pullay: En la localidad de Tierra Amarilla se celebra, a finales de febrero, esta antigua fiesta costumbrista con comparsas por las calles que acompañan a personajes disfrazados que representan el bien y el mal.

Los Choros:

San José Obrero: El santo carpintero es celebrado el 19 de marzo en Los Choros con una fiesta religiosa que cuenta con bailes chinos de la zona y de otras localidades y regiones.

La Serena:

Virgen del Rosario: Con cantos antiguos y tradicionales se manifiesta el 8 de enero en la localidad de Diaguitas, en La Serena, la devoción a la Virgen del Rosario. Una fiesta y una procesión cierran esta celebración.

Salamanca:

Señor de la Tierra: El segundo domingo del mes de enero se celebra en la localidad precordillerana de Cunlagua, cercana a Salamanca, la Fiesta del Señor de la Tierra, la más importante de la comuna y en la cual se pueden apreciar las faenas agrícolas y ganaderas.

Monte Patria:

Festival de Tulahuén: A 45 minutos hacia la cordillera desde Monte Patria se realiza, durante la segunda semana de febrero, una exposición de vinos, quesos y tejidos.

Vicuña:

Fiesta de la vendimia en el Valle del Elqui: Durante todo febrero en Vicuña se celebra la vendimia con bailes, música y actividades campestres. En Paihuano se realizan fiestas típicas, como la pampilla de verano, la noche de estrellas y el Festival de la Voz de la Uva.

Sotaquí:

Fiesta del Niño Dios, 6 de enero. Se celebra en el pueblo de Sotaquí, ubicado a 8 km. de Ovalle. En ella toman parte creyentes chilenos y argentinos. Destacan las hermandades de danzantes ataviados con vistosos trajes de vivos colores y muy adornados.

Combarbalá:

Encuentro artístico de Combarbalá: Durante semana santa en la localidad de Combarbalá, pueblo dedicado a la explotación de la piedra combarbalita, en la Región de Coquimbo, se realiza un encuentro de pintores y escultores nacionales y regionales.

La Ligua:

Tejidos de La Ligua: Cada mes de enero, durante una semana se realiza una feria de los tradicionales tejidos de La Ligua, organizada por la Municipalidad en la Plaza de Armas.

Calle Larga:

Fiesta en Calle Larga: En el mes de enero, en la localidad de Calle Larga se realiza una fiesta en torno a la cosecha del trigo. La actividad se inicia acumulando las gavillas y seleccionando las yeguas. Durante la trilla hay bailes campesinos, competencias, actuación de conjuntos folclóricos y gastronomía típica.

Olmué:

Festival del Huaso de Olmué: A fines de enero se realiza en Olmué este tradicional festival de la canción folclórica, uno de los más importantes del país, organizado por la Municipalidad.

San Bernardo:

Festival de San Bernardo: La última semana de enero tiene lugar el Festival Nacional de Folclor de San Bernardo, la competencia musical más importante en este género. Durante cinco días se presentan grupos nacionales y extranjeros en el anfiteatro de San Bernardo.

Culiprán:

Festival del choclo cabello rubio: Esta festividad que se realiza durante febrero en la localidad de Culiprán, famosa por su producción de choclos, reúne a las familias de los campesinos para la compra de productos agrícolas. Este es uno de los eventos más importantes de la zona para los agricultores de la comuna de Melipilla.

Los Andes:

Fiesta huasa y trilla a yeguas: En la primera semana de febrero, en San Esteban, Los Andes, se realiza un festival folclórico que se festeja con trilla de yeguas, carreras a la chilena y otras competencias campesinas, además de comidas típicas. Gran cantidad de público se reune en el Parque Municipal La Hermita.

Limache:

Virgen de las Cuarenta Horas: En el último domingo de febrero, gran cantidad de fieles se dirige a la parroquia Santa Cruz de Limache, donde, durante cuarenta horas, se celebra esta fiesta religiosa en honor a la virgen.

Casablanca:

Encuentro Nacional de Payadores: A mediados de marzo, durante dos días, se celebra en Casablanca, un encuentro nacional de payadores, al cual acuden cultores y estudiosos de esta expresión folclórica de todo el país.

Virgen de Lo Vásquez:

Virgen de Lo Vásquez, 8 de diciembre. Esta festividad se realiza en el Santuario de Lo Vásquez, a 32 km. de Valparaíso. Es la más significativa de las fiestas de V Región. Gran cantidad de peregrinos llegan a ella a pagar sus mandas.

San Felipe:

Fiesta de la vendimia en San Felipe: Con motivo de la vendimia, durante marzo se desarrolla en San Felipe una fiesta tradicional con actividades culturales y folclore, en la que participa un numeroso público.

Zona Central:

Fiesta de Cuasimodo: La fiesta de Cuasimodo, que se celebra entre marzo y abril, adquiere gran colorido y masividad en las localidades de Lo Abarca, Cuncumén, Lo Barnechea, Llay Llay, Casablanca, Maipú, Talagante, Conchalí e Isla de Maipo. En esta celebración religiosa callejera, que se realiza el domingo siguiente a la Pascua de Resurrección, el sacerdote lleva la comunión a los enfermos, acompañado por huasos en carros, caballos y bicicletas, adornados con flores, papeles, banderas chilenas y otras estampas.

San Clemente:

Encuentro chileno-argentino: Durante la primera quincena de enero se realiza el Encuentro chileno-argentino en el límite fronterizo Paso Pehuenche, en San Clemente. Se trata de un evento organizado por las municipalidades de ambos lados de la cordillera (San Clemente en Chile y Malargue en Argentina). Incluye música folclórica, bailes y competencias deportivas.

Cauquenes:

Fiesta de San Sebastián: Entre el 15 y el 21 de enero se celebra en Colbún la Fiesta de San Sebastián, en la que fieles y devotos peregrinan durante una semana para pagar favores y mandas al santo en la localidad de Panimávida. El 20 de enero se celebra al mismo santo en una peregrinación hasta Pelluhue, en Cauquenes.

Cachivo:

San Sebastián de Cachivo: El 20 de enero y el 20 de marzo, en Cachivo, camino a Las Lomas, se celebra a San Sebastián con una fiesta de gran colorido en la que intervienen gran cantidad de tradiciones locales. Miles de personas llegan a pagar sus mandas hasta el santuario, ya sea caminando, en carretelas o a caballo.

Pelluhue:

Festival de la Trilla: La última semana de enero, en el gimnasio municipal de Pelluhue, se celebra un festival de la canción con la participación de destacados folcloristas nacionales. Se trata de un certamen competitivo de gran nivel y trayectoria.

Quiñipeumo:

Festival de la Sandía: La última semana de enero se realiza en el pueblo de Quiñipeumo, Maule, este festival que reúne a agricultores y campesinos en torno al folclor. Juegos criollos, competencias deportivas y musicales, además de la elección de reina, forman parte de la celebración.

Pelluhue:

Trillas a yegua suelta en Pelluhue: A fines de enero y principios de febrero en la localidad de Pelluhue se realiza la trilla a yegua suelta con encuentros campesinos costumbristas, amenizados por grupos folclóricos y cantores populares. El dueño de casa, con apoyo de la municipalidad, ofrece comida y tragos típicos.

Amerillo:

Carnaval del agua: A fines de enero e inicios de febrero, en la localidad de Amerillo, por la ruta internacional El Pehuenche, se realiza una fiesta tradicional que incluye elección de reina, juegos criollos y un espectáculo artístico bailable.

Licantén:

Rodeo oficial de Licantén: El rodeo de Licantén, que se celebra la primera semana de febrero es el más importante del sector. De él salen representantes para la competencia nacional y regional. Hay demostraciones de riendas y amansaduras.

Linares:

Feria internacional de artesanía de Linares: Durante la segunda quincena de febrero se realiza en Linares una feria de artesanía que reúne exponentes seleccionados de la artesanía tradicional de diferentes países.

Coihueco:

Coihueco y sus raíces criollas: Durante la primera quincena de enero se realiza en Coihueco, Chillán, una fiesta de tres días para mostrar la música, el baile, la gastronomía y las actividades campesinas tradicionales de la zona. El evento se realiza en un escenario flotante en el embalse de Coihueco.

Yumbel:

San Sebastián de Yumbel: El 20 de enero y el 20 de marzo se celebra a San Sebastián en Yumbel. Miles de peregrinos, que recorren largas distancias caminando, e incluso de rodillas, llegan de todo el país a rezar y a pagar sus mandas a la iglesia parroquial, donde se encuentra la imagen del santo, en una muestra impresionante de devoción religiosa popular.

Santa Cruz:

Fiesta de la vendimia en Santa Cruz: Con motivo de la vendimia, durante marzo se desarrolla en Santa Cruz una fiesta tradicional con actividades culturales y folclore, en la que participa un numeroso público.

San Ignacio:

Rodeo oficial de San Ignacio: El primer fin de semana de febrero, en la medialuna de San Ignacio, se realiza un rodeo de alto nivel, que cuenta con la participación de destacadas colleras a nivel regional y nacional. Es organizado por el Club de Huasos Rodeo Chileno.

Yungay:

Fiesta de la Candelaria en Yungay: En la capilla de Yungay, a 69 kilómetros de Chillán, se celebra el 2 de febrero una misa en honor a la Virgen de la Candelaria, en la que se bendice la imagen de la divinidad. En la cercana localidad de Pangal del Bajo se realiza una fiesta criolla con ramadas, vinos y comidas típicas.

Tirúa:

Feria costumbrista de Tirúa: En la comuna de Tirúa se realiza, durante la primera quincena de febrero, una feria costumbrista con actividades culturales, muestra de artesanías, productos agrícolas y degustación de comidas típicas.

Puerto Saavedra:

Fiesta de San Sebastián en Puerto Saavedra: El 20 de enero se celebra en la localidad de Puerto Saavedra una fiesta religiosa en honor a San Sebastián con abundante comercio.

Carahue:

Semana de Trovolhue: La cuarta semana de enero se celebra la semana de Trovolhue, en la localidad cercana a Carahue. La celebración incluye gastronomía, folclor y recreación.

Villarrica:

Muestra mapuche de Villarrica: Durante el verano se realiza una exposición en la feria mapuche de Villarrica. Allí se pueden encontrar trabajos de importantes artesanos, además de la reproducción a escala real de una ruca construida en totora y junquillo.

Futrono:

Nguillatún en Futrono: En la localidad de Futrono, a orillas del Lago Ranco, en la Región de los Lagos, desde el 12 hasta el 14 de febrero se realiza un nguillatún mapuche. Se trata de un ritual colectivo de acción de gracias y petición por las cosechas y el bienestar de la comunidad.

Niebla:

Encuentro costumbrista de la Costa: A 20 minutos de Valdivia, en Niebla, se realiza durante la segunda y la tercera semana de febrero un encuentro cultural, costumbrista y gastronómico en el cual se venden comidas típicas y artesanía.

Frutillar:

Exposición de artesanía local de Frutillar: Entre el 15 de enero y el 15 de febrero se realiza en el Colegio Bernardo Phillippi de Frutillar una muestra de artesanía local organizada por la Municipalidad.

Frutillar:

Fiesta criolla de los colonos en Frutillar: El primer domingo de febrero tiene lugar en la Colonia La Radio, en Frutillar, una festividad que incluye carreras a la chilena, juegos criollos, cabalgatas, paseos en carretón y espectáculos folclóricos. Hay un gran despliegue de comidas típicas: asados al palo de cerdo, de cordero y de vacuno, anticuchos, cazuelas, curanto, empanadas, sopaipillas, pastel de choclo, tortillas, kuchen, tortas, mote con huesillos, entre otras cosas.

Carelmapu:

Fiesta de la Candelaria en Carelmapu: El 2 de febrero se realiza, en honor a la Virgen de la Candelaria, una peregrinación de feligreses en la localidad de Carelmapu. Llegan allí gran cantidad de embarcaciones engalanadas, provenientes de la Isla de Chiloé. La celebración dura un día entero.

Caulín:

Festival santuario de las aves Caulín: Durante todos los fines de semana del verano, en la localidad de Caulín, a 9 kilómetros del Canal de Chacao, se lleva a cabo una fiesta costumbrista incorporada dentro de las actividades turísticas de Ancud que incluye artesanía, folclor y gastronomía.

Castro:

Fiesta tradicional de Nercón: Gastronomía, folclor y faenas tradicionales forman parte de la fiesta campesina que el 5 de febrero tiene lugar en Nercón, a pocos minutos de Castro. Al otro dia la celebración se repite en La Estancia, a 5 kilómetros de Castro.

Llau Llau:

Maja chilota: El 13 de febrero en la localidad chilota de Llau Llau, se realizan faenas tradicionales y una fiesta campesina para la elaboración y degustación de la chicha de manzana.

Quemchi:

Festivales costumbristas chilotes: A mediados de febrero, durante el fin de semana, en la localidad de Quemchi, a 60 kilómetros de Ancud, se organiza un festival musical que incluye gastronomía y artesania. En tanto, el tercer fin de semana del mes se realiza en el Parque Municipal de Castro el Festival Costumbrista Chilote, que incluye muestra cultural, folclor, faenas típicas, artesanía, gastronomía, y exposición de las distintas variedades de papas nativas. En Puerto Natales todos los años, en febrero, el Centro Hijos de Chiloé, que agrupa a inmigrantes de la isla, organiza un encuentro musical que busca preservar las costumbres chilotas.

Punta Arenas:

Ganado de Punta Arenas: La primera semana de febrero, durante tres días se realiza la Feria Ganadera Expogama en Punta Arenas, organizada por la Asociación de Ganaderos de Magallanes. Incluye exposición de ganado y gastronomía local.

banderas y escudos de Chile

banderas y escudos de Chile

cuatro siglos de uniformes en chile

Batallas y combates en la Historia de Chile

1485:
Batalla del río Maule: Los mapuches detienen el avance de los incas que lleguen en su dominación hasta las márgenes del río Maule. Tal acción hace que los habitantes del sur del Maule sean conocidos por los incas como "poromaucas, palabra que se españolizó como promaucaes. Existe una duda razonable sobre la fecha, que bien podría ser hacia 1520.

Septiembre 1536:

Batalla de Reinohuelén: Combate librado en 1536 entre conquistadores españoles al mando de Gómez de Alvarado y guerreros mapuches, en la confluencia de los ríos Ñuble e Itata, en Chile.
Enero 1541:
Combate del Mapocho: Don Pedro de Valdivia se puso en contacto con el cacique Vitacura, principal representante de los incas en estas tierras, manifestándole la intención de levantar una ciudad en la isla del cerro Huelen. El consentimiento de Vitacura provocó la indignación del cacique Michimalonco.

Enero 1541:

Escaramuzas en Aconcagua: Diversos enfrentamientos contra las fuerzas de Michimalonco, quien tendió variadas emboscadas a los expedicionarios y lo mismo hicieron Catiputo, Tanjalongo y otros caciques subalternos.
Mayo 1541:
Conquista de la fortaleza de Paidahuén: Pedro de Valdivia se dirige contra Michimalonco, Como rescate para recuperar la libertad, este ofrece los lavaderos de oro de Marga-Marga.
Agosto 1541:
Desastre de Con Con: Los caciques Trangolonco y Chigalmanga, queman un bergantín en construcción en la desembocadura del Estero Marga-Marga, matan a los españoles, negros e indios peruanos, escapando sólo Gonzalo de los Ríos con un esclavo negro.. Se desata un levantamiento general que comprende los valles de Aconcagua y Cachapoal.

11 de Septiembre 1541:

Destrucción de Santiago: Michimalonco, como caudillo (toqui) general de los indios de la comarca, encabezó contra la recién fundada ciudad de Santiago del Nuevo Extremo, un asalto el 11 de septiembre de 1541 que terminó en fracaso, merced a la sostenida resistencia de los españoles que guarnecían la plaza. En la defensa de la ciudad, se señaló particularmente doña Inés de Suárez que no dudó en dar muerte a Quilicanta y a siete caciques picunches entre los que se contaba el Cacique Apoquindo, prisioneros de los españoles que el ejército indígena pugnaba por libertar. De lo desigual del combate da fe la desproporción en el número de los combatientes, que fue de unos 10.000, por parte de los picunches, y de 55 soldados, más 5.000 yanaconas auxiliares, por los españoles.
Febrero 1544:
Combates en el Cachapoal y en el Maipo: Hasta esta fecha, Valdivia no había podido reconocer su gobernación más allá del Cachapoal, y su dominio efectivo sólo abarcaba los alrededores de Santiago, y con menor seguridad, el valle de Quillota. Con los refuerzos que le trajo Monroy, resolvió extenderlo hasta el sur sin trazarse límites y hacia el norte, hasta La Serena.

Agosto 1544:

Combate en el Limari: Pero Gómez se había encaminado al valle de Aconcagua con el propósito de someter a los indios radicados en él. Michimalongo lo obligó a retroceder hasta Santiago y el gobernador tuvo que dirigirse personalmente contra el célebre cacique.

20 de Febrero 1546:

Combate de Quilacura: Fue una batalla en la guerra de Arauco, combate nocturno, a cuatro leguas del Río Biobío, entre la expedición española de Pedro de Valdivia y una fuerza de guerreros mapuches, liderada por el toqui Malloquete. En este enfrentamiento fue capturado un mozalbete llamado Lautaro.

11 de Enero 1549:

Destrucción de La Serena: Cuando recién comenzaba a cimentar su historia, una sublevación de los indígenas provoca la muerte a casi todos los españoles (escapando, al parecer sólo un sobreviviente llamado Juan Cisternas), destruyendo e incendiando el poblado como represalia del mal trato recibido por los diaguitas de parte de los conquistadores españoles.

24 de Enero 1550:

Expedición a Arauco: Iba a empezar la guerra de Arauco. Cuarenta mil guerreros mapuches van a luchar durante tres siglos por el predominio y la supervivencia contra el invasor español y sus descendientes y contra los antiguos señores del suelo los representantes del pueblo chincha-chileno ahora aliado del nuevo invasor.

22 de Febrero 1550:

Combate de Andalién: Pedro de Valdivia, en su avance al sur, desea fundar una ciudad en la zona de Penco. En su intento es detenido por los mapuches y después de duro combate, los derrota. El ataque ocurrió en la noche y sólo se alcanzó la victoria una vez dejar los caballos y pelear aquí en lucha cuerpo a cuerpo.
12 de Marzo 1550:
Batalla de Penco: Fue una batalla entre 60.000 Mapuches bajo comando de su toqui Ainavillo con sus aliados de Arauco y de Tucapel y contra 200 españoles de Pedro de Valdivia con una gran cantidad de Yanaconas incluyendo 300 auxiliares de Mapochoes bsjo ordenes de su líder Michimalonco que defendía la fortaleza recosntruida en Penco.

14 Diciembre 1553:

Combate de Purén: Los indios se dieron cuenta del debilitamiento de los españoles y que, a pesar de su disimulo, no sabían ocultar su contento ante la proximidad de la venganza. La forma como se desarrolló la rebelión, manifiesta que venía preparándose desde hacía tiempo, pero los detalles nos son desconocidos.

25 de Diciembre 1553:

Batalla de Tucapel: Pedro de Valdivia muere a los 51 años, el conquistador español y sus soldados son derrotados y todos muertos por las huestes araucanas de Lautaro.
26 de Diciembre 1553:.
Los 14 de la Fama: Se conoce con este nombre al grupo de trece soldados españoles más su capitán, Juan Gómez de Almagro, que sostuvieron una dura resistencia en la cordillera de Nahuelbuta al ataque del fuerte San Diego de Tucapel en Cañete, provincia de Arauco por el toqui Lautaro y sus huestes.

26 de Febrero 1554:

Batalla de Marihueñu: Victoria mapuche bajo el mando de Lautaro. El sur de Chile queda en manos de los mapuches. Los españoles abandonan la ciudad de Concepción.
27 de Febrero 1554:
Destrucción de Concepción: Luego de la derrota de Marihueno, el espanto y la desazón se apoderaron de los habitantes de Concepción que sólo atinaron a huir. Los caminos que conducían a Santiago, comenzaron a llenarse de la gente que escapaba en medio de una confusión indescriptible.
02 de Noviembre 1555:
Expedición de Villagra y Defensa de La Imperial: Pedro de Villagra, que había quedado en La Imperial con 150 hombres empezó por fortificar y pertrechar la ciudad. La rodeó de fosos y de parapetos, y distribuyó la, gente en cuadrillas, cada una Con su caudillo y con la orden precisa de lo que debía hacer en caso de asalto. Pero los indios, distraídos con el triunfo de Marigüeñu o no sintiéndose capaces de atacar a los españoles dentro de la ciudad, no la asaltaron ni establecieron un sitio en regla.
12 de Diciembre 1555:
Segundo ataque a Concepción: A pesar de la mortandad, Lautaro pudo reunir un ejército que, po¬siblemente, fluctuaba alrededor de unos 4.000 mapuches, y atacó a Los Confines (Angol). Los españoles huyeron a La Imperial sin intentar si¬quiera la resistencia. Inmediatamente, el generalísimo mapuche dirigió su ejército sobre Concepción.
14 de Noviembre 1556:
Acción de Mataquito: Lautaro, habiendo cruzado el Maule, acampa en Mataquito. Diego Cano, enviado por el cabildo de Santiago sostiene contra él y es derrotado.

01 de Abril 1557:

Muere el cacique Lautaro en el combate de Peteroa. El y sus hombres fueron atacados por sorpresa en el pucará de Petorca.
09 de Agosto 1557:
Ataque al Fuerte San Luis: Tras la victoria de Peteroa, los españoles procedieron a levantar un fuerte que llamaron San Luis el que estuvo mandado por don Garcia Hurtado de Mendoza en las cercanías de la destruida Concepción, es decir donde hoy se levanta el puerto de Talcahuano. Ahí fueron atacados por tres escuadrones araucanos que estaban al mando de los toqui Grecolano, Petegolen y Tucapel.

08 de Noviembre 1557:

Batalla de Lagunillas: Fue la primera batalla en que las tropas del virrey Andrés Hurtado de Mendoza libraron contra los araucanos del cacique Caupolicán..En este enfrentamiento fue tomado prisionero el caudillo Galvarino, que, como castigo, sufrió la amputación de ambas manos.

30 de Noviembre 1557:

Batalla de Millarapue. El caudillo mapuche Caupolicán es derrotado por los españoles. Galvarino cae nuevamente prisionero y es ahorcado. Las fuerzas realistas acamparon en Millarapue, al interior de la Araucanía el 29 de noviembre. Los mapuches al mando de Caupolicán intentaron un ataque en la alborada del 30 de noviembre, por sorpresa al campamento enemigo. El número de atacantes era de 3.000 a 10.000 al frente de ellos venía Galvarino, que se mostraba con sus dos brazos cortados azuzando las pasiones de sus camaradas.
20 de Enero 1558:
Batalla de Cayucupil: Aquella mañana del 20 de enero lentamente ingresaban al desfiladero de Cayucupil o Quebrada de Puren llevando grandes cantidades de pertrechos. Cuando se hallaban a mitad de la Quebrada de Puren fueron atacados por cientos de mapuches que desde una altura superior arrojaban descumunales piedras y cuanto objeto ofensivo encontraban, causando numerosas bajas.

05 de Febrero 1558:

Sitio y Batalla del Fuerte de Cañete: Cañete fue rodeado y sitiado por más de 15.000 mapuches que establecieron un sitio al fuerte. La idea de Caupolicán era dejar morir de hambre a los sitiados. Andresillo abrió las puertas del fuerte y se introdujó una masa de mapuches en forma silenciosa, cuando ya casi estaban todos al interior del fuerte fueron recibidos por descargas de fusilería en forma alternada que dejaron una gran mortandad entre los atacantes que fugaron en desbandada.

13 de Diciembre 1558:

Batalla de Quiapo: Unos mil quinientos mapuches al mando del cacique Petegolen se dieron a la tarea de levantar un fuerte en los llanos de Quiapo ubicado en las cercanías de la Ensenada del Carnero, al norte de Lebu y muy próximo de donde los españoles tenían levantado un formidable recinto militar desde el cual como punta de lanza clavado en el pecho de los mapuche apoyaban las incursiones que en forma continua realizaban a las tribus para desalentarlos.

30 de Diciembre 1558:

Batalla del Fuerte de Arauco: La brillante victoria conseguida en Lincoya gracias a las especiales condiciones de estratega que tenía el toqui Petegolen, digno émulo de Lautaro, lo entusiasmaron para seguir en la lucha levantando un fuerte frente al de los españoles. Mas estos con la trágica experiencia de Lincoya, no hicieron movimiento bélico alguno y aceptaron con resignación la provocación de los indios. Hasta que un dia cansados de ser insultados desafiaron a los aborígenes a una batalla de caballería a muerte. En una planicie situada entre ambas fuerzas se libraría la primera batalla de caballería entre peninsulares y araucanos.

16 de Enero 1563:

Batalla Del Fuerte Lincoya: Un grupo de batidores exploró el terreno y comprobó que la fortificación mapuche adolecía de un grave defecto que facilitaba un ataque de caballería. Además que al ser de madera sería fácil incendiarla. Participó la artillería que con su cañoneo causo un incendio y bajas entre los indios. Tras el ablandamiento que fue brutal entró en acción la caballería al mando de don Pedro de Villagra.

Enero 1563:

Derrota de Catiray o Mareguano: Don Pedro de Villagra al llegar a Catiray fueron interceptados por una numerosa guerrilla araucana, trabándose en un sangrienta lucha donde los españoles perdieron 42 hombres debiendo emprender la retirada en franca derrota hacia el fuerte de Arauco llevando varios heridos.
24 de Enero 1563:
Asalto de Angol: Ese día llegó la primera a la vista de Angol. Avendaño, que mandaba en la Ciudad, dejó en ella a los soldados más heridos para que la defendieran de la más pequeña de las dos columnas que la amagaban.
03 de Febrero 1563:
Asalto a la Plaza de Arauco: Los mapuches se presentaron frente a Arauco. Pedro de Villagrá intentó repetir la defensa de La Imperial en 1554, dando golpes contundentes a los asaltantes. El y sus capitanes los derrotaron repetidas veces, pero al día siguiente amanecían más cerca de las murallas y más numerosos.
15 de Abril 1563:
Segundo Sitio de Arauco: Terminada la recolección de las cosechas, los mapuches se presentaron delante de Arauco en abril de 1563. Esta vez venían preparados para poner en la plaza un sitio en regla.

22 de Enero 1564:

Combate del pucará de Lebotacal: Los mapuches construyeron un pucará en Lebotacala a algunos kilómetros de Concepción. Luego de un breve combate logró desbaratarlo, pero fue informado de una concentración de 3.000 indios comarcanos al mando de un cacique de nombre Loble que estaba casi a las puertas de Concepción.

24 de Enero 1564:

Combate de Angol: Los mapuches, entusiasmados con la alianza de los indios de la zona comprendida entre Itata y el Maule, resolvieron destruir a Angol antes de iniciar el sitio de Concepción.
Febrero 1564:
Cerco de Concepción: Los caciques Millalelmu y Loble establecieron el cerco al fuerte de Concepción, encerrando a Villagra y toda la población en las empalizadas. El sitio duró alrededor de dos meses de continuas escaramuzas.
17 de Febrero 1565:
Segunda Combate de Reinohuelen: En el mismo lugar donde 29 años antes las fuerzas promaucaes (indios que Vivian al norte del Biobio) pero igualmente buenos guerreros que rechazaron la avanzada enviada por don Diego de Almagro al mando de Gómez de Alvarado en 1536 impidiéndole seguir al sur. Tres décadas después a mediados de febrero de 1565 una columna compuesta por 152 hombres de caballería y 700 indios amigos al mando de don Pedro de Villagra y de don Pedro Fernández de Córdova atacaron un fuerte que tenían los indios promaucaes.
19 de Febrero 1565:
Combate de Tolmillan: Dos días después de la batalla de Reinohuelen llegaba a marcha forzada el cacique Loble que venía a socorrer a sus compañeros que combatían en Reinohuelen, ignorando que estos habían sido derrotados y que los españoles le tenían tendida una emboscada en las cercanías del actual pueblo de Tormillan.
Marzo 1567:
Ataque al pucara de Cañete: Los indios habían construido un pucará en los cerros vecinos a Cañete, y el general comprendía que una rebelión se aproximaba. Sin consultar a la Audiencia, resolvió destruirlo antes que la concentración de los indígenas hiciera el asalto más difícil.
07 de Enero 1569:
2da Batalla de Catiray o Mareguano: En esta segunda contienda librada en este punto de la cordillera oriental de Nahuelbuta entre 220 soldados españoles y 600 yanaconas al mando del gobernador Melchor Bravo de Saravia, contra dos mil indios al mando de los caciques Lonconaval y Millalemo que unieron sus fuerzas para enfrentar al invasor.
Septiembre 1570:
Derrota de Purén: A toda prisa se dirigian 200 soldados españoles al mando de don Miguel Avendaño de Velasco a socorrer a los castellanos amenazados por los mapuches de ser arrollados en cualquier momento en Angol. No se habían alejado mucho del río Puren cuando fueron atacados por un batallón al mando del cacique Pailacar, que entró violentamente en batalla, poniendo en serios aprietos a los conquistadores.
08 de Marzo 1577:
Primera Campaña de Quiroga: El plan de pacificación que se iba a poner en práctica era obra del virrey del Perú, y Quiroga lo había aceptado con entusiasmo. Consistía en una enérgica campaña a través de Arauco, llevando el ejército concentrado. Se tomaría prisioneros a los indios más belicosos; se ejecutaría a uno que otro cabecilla, y los demás serían "trasladados a la provincia de Coquimbo, desgobernándolos.
27 de Noviembre 1578:
Segunda Campaña de Quiroga: A pesar de la extraordinaria crudeza del invierno de 1578, las hostilidades de los indígenas no cesaron. Amagaban el campamento en canoas y caían sobre los caballos durante el pastoreo y sobre los grupos que iban al campo a recoger comida.
20 de Diciembre 1584:
Campaña de Sotomayor: Estas fuerzas hicieron algunas campeadas sin importancia, que ni siquiera merecerían mencionarse, a no mediar la trampa en que estuvo a punto de perecer Bernal de! Mercado.
10 de Enero 1597:
Campaña de Oñez de Loyola: El nuevo mandatario se encontró imposibilitado para reabrir la campaña de Arauco. Logró, sin embargo, enviar al sur unos doscientos arcabuceros, al mando de su hermano Luis y dé Lorenzo Bernal del Mercado.

23 de Diciembre 1598:

Batalla de Curalaba: Esta batalla se convirtió en el inicio efectivo de la Rebelión Mapuche de 1598 que terminó finalmente con todas las ciudades al sur del río Biobío, excepto Concepción.
22 de Enero 1599:
Rebelión General del pueblo Mapuche: La sublevación se propagó con la rapidez del fuego que ha hecho por largo tiempo su camino subterráneo. El espíritu de rebeldía asomó casi instantáneamente desde el Maule hasta Osorno. Los españoles se encontraron pronto encerrados en las ciudades y fuertes, sin poder auxiliarse unos a otros.
06 de Abril 1599:
Batalla de Quilacoya: En Quilacoya junto al río Biobio pelentaro fue interceptado por las fuerzas españolas del recién designado gobernador don Pedro de Vizcarra, quien cayó por sorpresa sobre los mapuches, propinándole una contundente derrota.
09 de Octubre 1599:
Ataque a Chillán: Chillán fue atacada resultando muertos 4 españoles y llevándose los indios 30 mujeres y niños. La cifra total de muertos ascendía ya a 200 españoles, siete ciudades arrasadas, sitiadas o despobladas.
26 de Noviembre 1599:
Asalto de Valdivia: La derrota sufrida en Quilacoya no amilanó al cacique Pelantaro y decidió rehabilitarse y vengarse de esa derrota. Para ello cambio su estrategia en noventa grados, decidiendo no atacar Concepción y dirigir su accionar hacia Valdivia que por mucho tiempo vivía en paz. Pelantaro planificó el ataque a esta última ciudad con toda calma, sin dejar pasar un solo detalle, al igual como lo hubiera hecho el mas sagaz estratega moderno.
Noviembre 1601:
Muerte del coronel Francisco del Campo: El coronel resolvió trasladarse a Castro con todos los pobladores. Se dirigió personalmente con 60 soldados a la isla, a disponer los auxilios y las comidas "para llevar tantas mujeres, niños y trastes de casas y haciendas como tenían, y llegando a la primera bahía se alojó y repartió la gente a buscar algunas piraguas en que pasar aquel brazo de mar", quedando él con muy pocos soldados.
07 de Febrero 1602:
Destrucción de la ciudad de Villarrica: Los defensores de Villarrica al mando del capitán Rodrigo de Bastidas decidieron vender cara su existencia, cuando supieron que los indios lanzarían el ataque final antes que llegaran los refuerzos españoles. Los heroicos defensores resistieron los primeros ataques indígenas y lo harían hasta la muerte.
Enero 1603:
Campaña de 1603: En la campaña del verano de 1602: se construyó diversos fuertes en las márgenes del Biobío, en lugares bien escogidos y dispuestos en forma de poderlos socorrer. En la misma temporada procuró afianzar el dominio español, al norte de ese río, con numerosas expediciones; de suerte que al llegar el gobernador a Santiago, en junio de 1602, ya se consideraba definitivamente salvada esta parte del territorio.
Febrero 1603:
Asalto del Fuerte Santa Fe: Cuando llegó el momento de destruir el odiado fuerte de Santa Fe una noche silenciosamente lo indios se aproximaron al fuerte, pero fueron descubierto por un centinela que dio la alarma. Desde ese instante la batalla fue general, los mapuches fueron rechazados, pero volvieron con mas furia emprendiendo un sangriento asalto que resultó estéril. Mas toda la noche pujaron por ingresar y fueron rechazados. Comprendieron entonces que había que someter al fuerte a un durísimo sitio. Así se hizo y una hambruna que tuvo a muy mal traer a los sitiados.
Diciembre 1603:
Batalla Ciénagas De Lumaco: Después de sembrar el terror en las tribus retornó Alonso de Ribera al norte, siendo interceptado en un lugar cenagoso en Lumaco, donde los indios le presentaron un plan estratégico enseñado por Lautaro con excelentes resultados. Este consistía en internarse en el pantano donde la caballería no podía llegar porque se hundía en el barro. Pero olvidaron que el Gobernador Ribera era experto en el arte de la guerra, ordenando entonces que los yanaconas cubrieran con totora el camino y mandó la infantería, que con sus arcabuces dejó la mortandad.

Enero 1604:

Campaña de 1604 y 1605: En su penúltima campaña, la de la primavera de 1603 y verano de 1604, Ribera fundó un nuevo fuerte en el vado de Chepe, a la desembocadura del Biobío, que bautizó con el nombre de San Pedro de la Paz; y el 24 de diciembre fundó otro que denominó Nacimiento.
Diciembre 1605:
Campaña de 1606: García Ramón abrió su primera campaña en la primavera de 1605. Habla partido de Santiago el 6 de diciembre al frente de mil doscientos hombres, enterados con el contingente de España y los militares de los términos de la capital. En el sur le aguardaba otro ejército vecino a mil hombres, distribuidos en los fuertes. En Concepción recibió el socorro remitido por el virrey del Perú, con el cual pagó sus cuentas y atendió a los primeros gastos de la campaña.
Marzo 1606:
Desastre de Angol: Núñez de Pineda tenía orden de sacar de los fuertes hasta trescientos soldados, si los refuerzos de México no llegaban; pero temió debilitar mucho las guarniciones y se limitó a retirar ciento cuarenta y tres, para enterar doscientos.
Septiembre 1606:
Batalla de Boroa o de Palo Seco: La batalla se produjo cuando una guarnición española al mando del capitán Juan Rodulfo Lísperguer fue emboscada al salir del fuerte por entre 3.000 a 6.000 guerreros mapuches ocultos en los bosques ceranos muriendo todos los hispanos.
Febrero 1608:
Campaña de 1608: En las correrías del verano de 1608, García Ramón había contado con el recurso de unas mil lanzas amigas y había devastado los campos de los enemigos hasta reducirlos por la miseria a venir de paz y a establecerse en las inmediaciones de los fuertes, sin traspasar el radio de acción de estos establecimientos.
Diciembre 1610:
La Guerra defensiva de Luis de Valdivia: El padre Valdivia llegó al Callao a mediados de 1611, trayendo los despachos del gobernador para Alonso de Ribera y la real cédula de 8 de diciembre de 1610, que dejaba al criterio del virrey del Perú ensayar por tres a cuatro años la guerra defenslva.
1621:
Campaña Militar de Osores de Ulloa: Osores de Ulloa empezó por restablecer la disciplina en el ejército condenando a muerte a los desertores que logró capturar, y expurgando la oficialidad. Cuando creyó estar preparado, pasando por sobre las órdenes del rey dispuso una expedición, cuyo mando confió al maestre de campo Núñez de Pineda, a las ciénagas de Purén.
24 de Enero 1626:
Cesación de la guerra defensiva: En efecto, el 24 de enero de 1626, recibía Fernández de Córdoba una real cédula expedida en Madrid el 13 de abril de 1625, por la cual Felipe IV ordenaba reanudar la guerra con los mapuches y someter a esclavitud a los prisioneros.
1627:
Contraofensiva mapuche dirigida por Lientur: Como era de esperarlo, la contraofensiva araucana no tardó en de­sencadenarse. La dirigió un indio llamado Lientur, que hasta ese momento habla peleado como amigo en el campo español.
15 de Mayo 1629:
Desastre de Las Cangrejeras: Lientur jefe militar mapuche que luchó en la Guerra de Arauco. Su mayor victoria fue la Batalla de las Cangrejeras. Su actividad bélica concluyó cuando llevó a que los españoles firmaran paces temporales con la nación mapuche en el Parlamento de Quillín.
14 de Mayo 1630:
Sorpresa de Los Robles: Lazo de la Vega logró reclutar unos 150 españoles voluntarios en Santiago que pensaba sumarlos a los ya 1.600 soldados acantonados en el sur. Su idea era internarse en el mismo corazón de Arauco y dar una batalla armagedónica a los mapuches para terminar de una vez por todas con la guerra. El pánico general cundió cuando la población supo de las osadas intenciones del gobernador y el Cabildo le rogó que desisitiese de hacer ese tipo de guerra, pero fue inútil, Lazo de la Vega quería esa batalla decisiva.
13 de Enero 1631:
Batalla de La Albarrada: Lazo de la Vega salió del fuerte y eligiendo cuidadosamente el terreno fue a tender su línea de batalla en Petaco. La acción se inició con una carga de un escuadrón de indígenas que fueron contenidos con fusileros alternados protegidos por lanceros. Una vigorosa carga de caballería fue contenida por los escuadrones mapuches y el combate por unos instantes se tornó indeciso.
1632:
Campañas militares de 1631-1632-1633-1634: A la salida del invierno de 1631 las armas españolas habían tenido algunos éxitos locales de cierta importancia. Los indios auxiliares dieron muerte en el valle de Elicura a Quempuante.
06 de Enero 1641:
Parlamento de Quillin: El gobernador de Chile, Francisco López de Zúñiga, se reúnen en el llano de Quilín con los mapuches para firmar los acuerdos que reconocían la independencia de los indios, la devolución de cautivos españoles, el permiso para evangelizar el territorio indígena y sellar una alianza contra los enemigos del exterior. En favor de los mapuches se pactan la despoblación de Angol y la vuelta de la frontera a la línea del Biobío.
Enero 1651:
Las paces de Boroa: Acuña Y Cabrera, como la mayoría de sus predecesores, no tenia siquiera idea de los problemas que le aguardaban en su gobierno, y, a diferencia de ellos, tampoco era capaz de formársela.
14 de Febrero 1654:
Batalla de Río Bueno: Casi medio siglo de relativa calma vivieron los conquistadores, cuando en 1654 el ambicioso gobernador Antonio de Acuña y Cabrera envió a su cuñado, el maestre de campo don Juan Salazar con una fuerza de 900 españoles y 3.000 yanaconas atacaron al sur del río Bueno donde fueron rechazados por los huilliches, que los obligaron a repasar el citado río donde hicieron un puente de balsas para cruzarlo hacia el norte.
14 de Enero 1656:
Campaña mapuche del mestizo Alejo: Un soldado mestizo, que servía en el ejército español, generalmente conocido con el nombre de "el mestizo Alejo", había manifestado mucha viveza intelectual, valor, iniciativa y deseos de surgir. Solicitó que se le ascendiera a oficial, y como se le contestara con una repulsa, abandonó las filas y se pasó a los indios.
20 de Enero 1656:
Victoria de Conuco: Al sur del Biobío resistían las guarniciones de Valdivia y de Boroa. Los defensores de Valdivia recibieron provisiones por mar, y no sólo lograron rechazar los ataques de los roncos, sino que pudieron alejarlos de los alrededores de la ciudad.
Abril 1664:
Campaña militar de 1664: Tomás Calderón, que sucedió a Carrera como cuartel maestre, hizo una correría por Ilicura y Cayucupil, al llegar la primavera, y regresó con 300 cautivos, que se vendieron como esclavos, sin haber librado verdadero combate.
13 de Diciembre 1680:
Bartolomé Sharp incendia La Serena: En la mañana Sharp desembarcaba con 35 hombres en el puerto de Coquimbo para hacer agua y leña. Hecha la provisión, se encaminó a La Serena al frente de su pelotón.
1692:
Rebelión de Millapán: González de Poveda tenía prohibición real de hacer la guerra militar contra los mapuches a causa de la influencia de los mismos jesuitas ante la corte. Sin embargo, se alzó un cacique de la región de Maquegua, llamado Millapán quien realizó varios asesinatos a españoles. Poveda viendo que la insurrección iba creciendo se dio cuenta que si no actuaba pronto, la situación se desbordaría, así que después de negociar con autoridades eclesiásticas y con el apoyo de la población, sacó hacia el sur, una fuerza expedicionaria de 1.600 hombres, más 2.000 auxiliares. Viendo la determinación española, y la fuerza que se sustentaba, los indios corrieron a dar la paz en el Parlamento de Choque-Choque.
09 de Marzo 1723:
Abandono de los Fuertes al sur del río Bio-Bio: La rebelión se inició el 9 de marzo de 1723 con el asesinato del capitán de amigos Pascual Delgado en Quechereguas. Delgado era considerado uno de los máximos exponentes del sistema monopólico, odiado por su soberbia y los castigos "crueles y arbitrarios" que aplicaba.
Tras este suceso se generalizó el alzamiento, multiplicándose por toda la frontera del Biobío las incursiones de saqueo, el abijeato y el incendio de haciendas. Los fuertes españoles se hallaron de pronto incomunicados unos con otros. La rebelión terminó con el Parlamento de Negrete de 1726, en el que ambas partes firmaron la paces y establecieron un sistema de ferias regladas.
1766:
Levantamiento mapuche de 1766: Se produce una gran rebelión de los mapuche por oposición a la idea de reducirlos como pueblos.
1769:
Batalla de Laja:
1770:
Batalla de Negrete:
Marzo 1793:
Parlamento de Negrete, entre el Gobernador Ambrosio O´Higgins y 161 Toquis Araucanos.
01 de Abril 1811:
Motín de Figueroa: Ese día, las tropas del cuartel de San Pablo se insubordinaron y desconocieron el mando de Juan de Dios Vial y Juan Miguel Benavente. A los gritos de ¡Viva el Rey!, ¡Muera la Junta!, los soldados declararon que solamente obedecerían las órdenes de Figueroa.
01 de Abril 1813:
Toma de Concepción: A las 9 de la mañana del 2 de abril, supo en el camino que Antonio Pareja había desembarcado, y se había apoderado de Concepción. Carrera continuó su marcha. Por donde quiera que pasaba, organizaba tropas, buscaba pertrechos y víveres; y por medio de confinaciones, limpiaba la tierra de sarracenos, como entonces se denominaba a los partidarios de España. A las 8 de la noche del 5, estaba en Talca, y establecía allí su cuartel general.
24 de Abril 1813:
Combate de Linares: Las fuerzas de Pareja son rechazadas por las de Carrera. Elorreaga, cuya inteligente iniciativa se exteriorizó desde sus primeros actos en el servicio, intentó un reconocimiento, trabándose en un combate a distancia con las avanzadas patriotas, a las cuales hizo dos bajas. Atacado por fuerzas muy superiores, se retiró al sur.
26 de Abril 1813:
Batalla o Desastre de Yerbas Buenas: También se le denomina Sorpresa de Yerbas Buenas. En la batalla se enfrentaron las fuerzas chilenas al mando del coronel Juan de Dios Puga y las fuerzas españolas al mando del brigadier Antonio Pareja.
15 de Mayo 1813:
Combate de San Carlos: Tuvo como lugar San Carlos, en las cercanías de Chillán. En el se enfrentaron las tropas patriotas al mando de José Miguel Carrera contra las realistas al mando de Juan Francisco Sánchez. La batalla finalizo con la victoria realista.
28 de Mayo 1813:
Combate de Talcahuano: José Miguel Carrera, general del ejercito patriota, derrota a los realistas.
08 de Junio 1813:
Captura de la fragata española "Thomas": Poco más tarde, el 7 de junio, apareció en la bahía la fragata "Thomas", que venía del Callao, conduciendo algunos jefes y oficiales, pertrechos y dinero para Pareja. Ignorando la caída de la plaza en poder de los patriotas, fondeó en el puerto de Tomé. Al amanecer del día 8, los oficiales Nicolás García y Ramón Freire, con dos lanchas cañoneras y algunos botes, se apoderaron de ella, sin que opusieran la menor resistencia.
Julio - Agosto 1813:
Sitio de Chillán: Los patriotas chilenos iniciaron el sitio de Chillán procurando expulsar a los realistas. No lo consiguieron.
Agosto 1813:
Combate de Huilquilemu: El comandante Elorreaga, al frente de 350 fusileros montados, se apoderó de Los Angeles, de Nacimiento y de toda la Isla del Laja, y desbarató a O'Higgins, quien le salió al encuentro con unos 300 hombres, cerca de Huilquilemu. El propio O'Higgins fue derribado del caballo con su mon­tura. El capitán Agustín López Alcázar, más tarde comandante del batallón número 3 en Maipo, logró rescatarlo, y, montando el caballo que le cedió el soldado Gabino Guardia, prosiguió la fuga.
Agosto 1813:
Combate de Quilacoya: Días más tarde O'Higgins, convenientemente reforzado, derrotó en Quilacoya a las mismas fuerzas de Elorreaga y Quintanilla. Tuvo que replegarse otra vez a Concepción, pero en octubre, el frente de más de 500 hombres, obligó a Elorreaga a evacuar las fronteras y volverse a Chillán.
17 de Agosto 1813:
Combate de Quirihue: Tuvo lugar la villa de Villa de Quirihue, actual Región del Biobío. En el se enfrentaron las tropas patriotas al mando de José Joaquín Prieto contra las realistas al mando de Juan Antonio Olate. El combate finalizo con la victoria patriota.
23 de Agosto 1813:
Combate de Cauquenes: Fue un enfrentamiento llevado a cabo entre las fuerzas realistas del chileno Juan Antonio Olate y las fuerzas patriotas chilenas al mando del coronel Juan de Dios Vial. El combate finalizo con la victoria patriota.
24 de Agosto 1813:
Sublevación de Arauco: Los habitantes de Arauco estaban desesperados con las prorratas y exacciones. Sánchez, desde Chillán, y el franciscano fray Juan Ramón, misionero de la plaza, explotaron el descontento.
17 de Octubre 1813:
Batalla de El Roble. Luego del sitio de Chillán, las tropas patriotas al mando del General en Jefe, José Miguel Carrera y del, por entonces, Coronel Bernardo O'Higgins, se guarecieron en el paso de El Roble, en el río Itata en la tarde del 17 de octubre. En total, eran 800 soldados de las tres armas. Pasaron al reposo en la ribera sur, con la intención de cruzar el obstáculo en la mañana del día siguiente y se extremaron las medidas de seguridad contra una posible sorpresa de los guerrilleros realistas.
29 de Octubre 1813:
Combate de Santa Rosa de Trancoyan: Un pequeño desastre, ocurrido días más tarde, acabó con las ilusiones de los pocos entusiasmados con la victoria del Roble.
23 de Febrero 1814:
Resistencia en Cucha Cucha: El oficial chileno Santiago Bueras, contiene al enemigo con si intrepidez y coraje, hasta que unos 100 efectivos del cuerpo auxiliar de Buenos Aires, al mando de Juan Gregorio Las Heras, cargaron en un ejemplar orden y empuje que despertaron la emulación de las tropas chilenas.
Marzo 1814:
Desastre de Urizar: En un intento por sorprender a un destacamento realista, en un ataque nocturno sorpresa, el coronel Fernando Urizar tuvo una derrota inesperada perdiendo tropa y 2 cañones.
03 de Marzo 1814:
Derrota del Gomero: Fue efectuada por las tropas realistas de Gabino Gaínza al mando de Ildefonso Elorreaga, en contra de los patriotas que sólo en número de 300 deberían defender la ciudad al mando de Carlos Spano.
04 de Marzo 1814:
Toma de Talca: El comandante realista Ildefonso Elorregada se apodera de Talca, la cual estaba bajo el mando del español pasado a las tropas patriotas, Carlos Spano, quien murió en el centro de la plaza abrazado a la bandera chilena diciendo: "Muero por la patria, por la patria que me adoptó entre sus hijos".
19 de Marzo 1814:
Combate de El Quilo: Tuvo como lugar Ránquil, Región del Biobío, cerca de Ñipas, en la ribera sur del río Itata. En el se enfrentaron las tropas patriotas al mando de Bernardo O’Higgins contra las realistas al mando de Manuel Barañao. La batalla finalizo con la victoria patriota.
20 de Marzo 1814:
Combate de Membrillar. Fue librado en la ribera norte del río Itata. En ella se enfrentaron la división del ejército patriota chileno comandada por el coronel de ingenieros jefe de Estado Mayor, Juan Mackenna, y el ejército realista al mando de Gabino Gaínza.
29 de Marzo 1814:
Los realistas triunfan en Cancha Rayada. Durante la guerras de la independencia, Talca fue tres veces ocupada por los ejércitos enfrentados y en sus inmediaciones se libraron importantes batallas. Un destacamento patriota comando por Manuel Blanco Encalada atacó por error al grueso del ejército realista en Yerbas Buenas, arrastrando, en su huida a la capital, al resto de las fuerzas chilenas. Ello fuerza la firma de una tregua en Lircay y permite la retirada de los realistas a Concepción, donde podrán recuperar su poderío.
03 de Abril 1814:
Bernardo O'Higgins efectúa frente a las fuerzas patriotas el llamado "Paso del Maule". y Combate de Tres Montes del 7 de Abril, pequeña victoria patriota dirigida por Enrique Campino.
08 de Abril 1814:
Toma de Quechereguas: Tuvo como lugar el fundo Quechereguas. En el se enfrentaron las tropas patriotas al mando de Bernardo O’Higgins contra las tropas realistas de Gabino Gaínza. La batalla finalizo con la victoria patriota.
26 de Agosto 1814:
Combate de las Tres Acequias. Se enfrentaron los ejércitos de Bernardo O'Higgins Riquelme con los de José Miguel Carrera Verdugo, obteniendo este último el triunfo. O'Higgins derrotado se retiró a buscar más soldados, pero al saber de la llegada el país del realista Mariano Osorio, reconoció a Carrera como general en jefe del ejército.
1 y 2 de Octubre de 1814:
Batalla de Rancagua. Enfrentó a las fuerzas independentistas chilenas, al mando del general Bernardo O`Higgins, y a las tropas realistas españolas, a cargo de Mariano Osorio, a la cabeza de 5 mil soldados, se dirigía a Santiago. Bernardo O'Higgins y José Miguel Carrera lograron reunir más de tres mil hombres, pero no soldados. Con la mitad de ellos O'Higgins se encerró en la plaza de Rancagua.
10 de Octubre de 1814:
Combate de Los Papeles: Enfrentó la retaguardia patriota, que resguardaba en esos momentos a los últimos grupos de civiles que emprendieron el cruce de la cordillera con destino a Mendoza, de la persecución y seguro apresamiento por parte de la caballería realista enviada en su persecución.
Enero 1817:
Manuel Rodríguez sorprende a los españoles que resguardan Melipilla y se apodera de la ciudad, confiscando para la causa patriota, los fondos acumulados por los recaudadores de Marcó del Pont y llevándose las armas de la guarnición.
12 de Enero 1817:
Salas y Silva se apoderan de San Fernando: ciento cincuenta de sus hombres al mando de Francisco Salas asaltan de noche a San Fernando. La guarnición realista resiste el ataque; entonces Inmediatamente los montoneros pusieron en movimiento unas rastras de cueros con piedras que producían un ruido idéntico al rodado de cañones. Los realistas, creyéndose atacados por una gran fuerza militar, huyeron. Así, Salas se apoderó de San Fernando.

22 de Enero 1817:

Primer enfrentamiento de una avanzada patriota con un destacamento de los Talaveras.

25 de Enero 1817:

Un destacamento de Las Heras, se enfrenta a una unidad realista.
04 de Febrero 1817:
Combate de Achupallas: El mayor Arcos, desprendiéndose de la división de So­ler, al frente de otros 200 hombres, dispersaba a la guarnición de Las Achupallas y le hacía 3 prisioneros.
04 de Febrero 1817:
Combate de Guardia Vieja: Al ponerse el sol, el mayor Enrique Martínez atacó el puesto español de Guardia Vieja con 150 fusileros y 30 jinetes. El combate duró una hora y media a sable y bayoneta, los españoles en número de 94, tuvieron 25 muertos y 43 prisioneros.

04 de Febrero 1817:

Combate de Cumpeo: Freire ataca a un destacamento realista de 100 soldados, dirigidos por el coronel Morgado, causándole la baja de 18 hombres y la captura de otros 20.
07 de Febrero 1817:
Combate de Las Coimas: Enfrentamiento entre el realista Atero y un destacamento de Necochea.
12 de Febrero 1817:
Batalla de Chacabuco: Se llevo a cabo en la hacienda Chacabuco, el 12 de febrero de 1817, donde combatieron el Ejército de los Andes y el Ejército Realista. Finalizo con la victoria patriota y que trajo como consecuencia la recuperación de Chile a manos patriotas, de ese modo finalizo la reconquista y comenzó la Patria Nueva. El capitán San Bruno, odiado jefe de los talaveras, es capturado y fusilado menos de 24 horas después.
12 de Febrero 1817:
Liberación del Norte: Las tropas del comandante Juan Manuel Cabot, toman Copiapo, La Serena y Coquimbo.
26 de Febrero 1817:
Captura del bergantín español "Aguila": Primer barco de nuestra Escuadra. Los patriotas apresaron en Valparaíso al bergantín de comercio español "Aguila", mediante el ardid de mantener izada la bandera española en tierra; fue armado y puesto al mando del oficial irlandés de Artillería, don Raimundo Morris.
04 de Abril 1817:
Combate de Curapalihue: En este combate se enfrentaron las tropas de Juan Gregorio Las Heras por el lado de los patriotas y las tropas de Juan José Campillo por lado de los realistas. El combate finalizo con la victoria patriota.
11 de Mayo 1817:
Asalto y Toma de Nacimiento: Mientras se practicaban los reconocimientos de las fortificaciones de Talcahuano y se acumulaban los elementos para el asalto, O'Higgins dispuso la ocupación del territorio español que quedaba al sur del Biobío y de la plaza de Arauco, a fin de privar de recursos a Ordóñez. El capitán José Cienfuegos, partiendo de la villa de Los Angeles, se dirigió a la plaza de Nacimiento, que era la fortaleza más inexpugnable. El asalto empezó el 12 de mayo, y la plaza tuvo 20 bajas entre muertos y heridos. La guarnición de Nacimiento se retiró a Arauco. San Pedro se rindió sin disparar un tiro.
27 de Mayo 1817:
Toma de la plaza fortificada de Arauco: Los patriotas comandados por Ramón Freire se toman la plaza fortificada de Arauco, en Talcahuano, la cual era el centro de abastecimiento de los realistas ubicados en la zona.
01 de Junio 1817:
Combate del Cerro Gavilán: Se desarrollo en las cercanías de concepción. Por lado de los patriotas liberaban los generales Bernardo O’Higgins y Juan Gregorio Las Heras y por lado de los realistas el comandante José Ordóñez. La batalla finalizo con la victoria patriota.
23 de Julio 1817:
Asalto a Talcahuano: El coronel José M. Ordoñez rechaza el intento del general Juan Gregorio Las Heras.
10 de Septiembre 1817:
Combate de Cerro Manzano: En el cerro Manzano (al Sudeste de Talcahuano), en dos acciones sorpresivas el cuarto escuadrón de granaderos a caballo, aniquiló a una fracción enemiga de 30 hombres, de los cuales se salvó sólo uno, y a otra de 25 hombres le causó 4 muertos y le tomó 3 prisioneros.
06 de Diciembre 1817:
Sitio y Asalto de Talcahuano: Tuvo como lugar Talcahuano. En el se enfrentaron las tropas patriotas al mando de Bernardo O’Higgins contra las realistas alo mando de José Ordóñez. La batalla finalizo con la victoria realista.
15 de Marzo 1818:
Combate de Quechereguas: Tuvo como lugar Quechereguas, cerca de Molina. En el se enfrentaron las tropas patriotas al mando de Ramón Freire contra las realistas al mando de Joaquín Primo de Rivera. El combate termino con la victoria Realista.
19 de Marzo 1818:
Sorpresa de Cancha Rayada: Batalla que pone en peligro la Independencia de Chile. La fuerzas patriotas acampaban en el llano de Cancha Rayada, al norte de Talca, cuando en la noche cayeron sobre ellas los realistas y derrotaron a las fuerzas del general San Martín.
05 de Abril 1818:
Batalla de Maipú. Diecisiete días después de Cancha Rayada, en los llanos del río Maipo, el ejército dirigido por San Martín venció completamente a los realistas. Desde ese momento, la Independencia de Chile quedó definitivamente consolidada. O’Higgins había salido de la capital esa misma mañana y se dirigía hacia Maipú con unos mil milicianos alcanzando a participar en el desenlace final de la batalla. Al llegar al campo de batalla O'Higgins se abraza con San Martín dialogando lo siguiente. "O'Higgins: ¡Gloria al salvador de Chile! - San Martín: General, Chile no olvidará jamás al ilustre inválido que se presenta herido al campo de batalla".
27 de Abril 1818:
Combate Naval de Valparaíso: Entre la fragata chilena "Lautaro" y la fragata española "Esmeralda". En esta acción, por una desinteligencia, muere el comandante contratado por el gobierno de Chile, Jorge O'Brien.
28 de Octubre 1818:
Captura de la fragata "María Isabel": En este combate se enfrentaron las tropas patriotas al mando de Manuel Blanco Encalada contra las realistas, en Talcahuano. La batalla finalizo con la victoria patriota.
14 de Noviembre 1818:
Captura de cinco transportes: El comandante Blanco Encalada captura cinco transportes españoles en Talcahuano.
21 de Febrero 1819:
Inicio de la Guerra a Muerte, Combate de Santa Juana: El montonero realista Vicente Benavides derrota al teniente José A. Rivero. Se inicia la "Guerra a Muerte".
28 de Febrero 1819:
La fragata O´Higgins ataca El Callao: La escuadra chilena al mando de Cochrane, ataca el puerto de El Callao, en Perú.
01 de Marzo 1819:
Asalto de Los Angeles: Intentado por las fuerzas realistas quienes tenían una fuerza auxiliar de 3.000 indios que tomaron parte en este sitio. En la ciudad sólo había el batallón patriota "Coquimbo" sin armamentos suficientes para su defensa. Los sitiadores habían tomado el fuerte, si no hubiese sido por la oportuna intervención del mariscal Andrés Alcázar y Zapata, quien llegó con su caballería. Entró en Los Angeles el 10 de marzo, después de batir a los sitiadores, salvando la situación que ya era desesperada.
11 de Abril 1819:
Sublevación de los Prieto: Entre las turbulencias que logró provocar la propaganda carrerina, la más importante es, sin disputa, la de los hermanos Prieto, en las cordilleras de Talca.
01 de Mayo 1819:
Combate de Curalí: Fue una batalla ocurrida en el marco de la llamada Guerra a Muerte, entre tropas realistas españolas dirigidas por Vicente Benavides y patriotas del gobierno provisorio chileno liderados por el coronel Ramón Freire, desarrollado en los campos de Curalí, cerca de la ribera norte del río Biobío. Fue una sorpresa y derrota total de Benavides, quien terminó escapando hacia La Araucanía.
Marzo a Septiembre 1819:
Diversas acciones de la Guerra a Muerte: Armadas todas aquellas partidas, que rara vez pasaban de un centenar de hombres por cada parte, comenzaron a salir las urnas contra las otras y con tal brío y rapidez que durante los seis primeros meses de la guerra (de marzo a septiembre de 1819) todo el sur de Chile no parecía sino un vasto palenque de matanzas.
19 de Septiembre 1819:
Combate de Quilmo: Al saber Victoriano en Tucapel la inesperada pérdida de Chillan, sin vacilar un instante, corrió al encuentro del enemigo, no tomando acuerdo de su número y seguido del puñado de hombres que tenía a sus órdenes.
01 de Noviembre 1819:
Combate de Tritalco: Irritado Benavides por el descalabro de Quilmo, inexplicable después de las ventajas conseguidas, y por el número de muertos de los suyos, resolvió vengar la derrota de Elizondo enviando a Bocardo con sus indios para atacar a Victoriano en Chillan y quitarle de nuevo a que el pueblo y su comarca.
20 de Noviembre 1819:
Combate de Hualqui: Tuvo como lugar Hualqui, cerca de Concepción. Por lado de los patriotas estaban las tropas de José Tomás Huerta y por lado de los realistas Vicente Benavides. La batalla finalizo con la victoria patriota.
06 de Diciembre 1819:
Combate de Pileo: Fue una batalla ocurrida en el marco de la llamada Guerra a Muerte, entre realistas españoles y patriotas chilenos desarrollado en la subdelegación de Pileo.
09 de Diciembre 1819:
Asalto de Yumbel: Realizado contra la ciudad de Yumbel al atacar las tropas realistas la plaza defendida por los patriotas al mando de Quintana, quién disponía de 100 hombres y los realistas de 658. Hay noticias de que en realidad las fuerzas realistas eran de 300 fusileros y 700 indios. El ataque duró 5 horas y terminó al aparecer una partida de 200 hombres en el cerro de la Parra. En este encuentro estaba Manuel Bulnes, de 19 años de edad, que entonces tenía el grado de subteniente de Cazadores.
10 de Diciembre 1819:
Combate de El Avellano: Fue una batalla ocurrida en el marco de la llamada Guerra a Muerte, entre montoneras realistas españolas y patriotas chilenos comandadas por Pedro Andrés Alcázar en las cercanías de Los Ángeles.
29 de Diciembre 1819:
Combate de San Pedro: Tuvo como lugar el fuerte de San Pedro en las cercanías de Concepción. En el se enfrentaron las tropas patriotas al mando de Pedro Agustín Elizondo contra las realistas al mando de Vicente Benavides. La batalla finalizo con la victoria patriota.
05 de Enero 1820:
Ataque a San Carlos: Los Pincheira ignorantes de que hubiesen llegado tropas de Santiago, descendieron en la noche del 4 enero de su malal del Roble huacho, y atacaron de sorpresa la indefensa villa de San Carlos.
30 de Enero 1820:
Acciones de Palpal y Coihueco: La matanza de Monte Blanco no escarmentó a los salteadores de la montaña. Era preciso que el infatigable Victoriano, seguido como siempre de la muerte, penetrase de nuevo en sus guaridas y les persiguiese hasta en sus últimos asilos.
02 de Febrero 1820:
Toma de los fuertes de la Aguada, San Carlos y el Castillo: Lord Cochrane aparece en Corral con tres buques y se toma los fuertes de la Aguada, San Carlos y el Castillo y, después, toma a Valdivia.
03 de Febrero 1820:
Asalto y Toma de Valdivia: En este combate se enfrentaron las tropas patriotas al mando de Thomas Cochrane contra las realistas al mando de Manuelo Montoya. La batalla finalizo con la victoria patriota lo que conllevo a la recuperación de Valdivia.
18 de Febrero 1820:
Combate de Agüi: El combate de Agüi fue un enfrentamiento bélico, el cual se desarrollo entre fuerzas realistas y patriotas en la isla de Chiloé. En el los patriotas dispusieron sus fuerzas para derrotar a los Españoles que dominaban la isla de Chiloé, ya que su permanencia en la isla fue considerada por los patriotas una amenaza para la independencia de Chile.
06 de Marzo 1820:
Combate de El Toro: Tuvo como lugar la hacienda El Toro, en el se enfrentaron las tropas patriotas contra las tropas realistas al mando de Gaspar Fernández de Bobadilla. La batalla finalizo con la victoria patriota.
22 de Junio 1820:
2do Combate de Quilmo: El 22 junio se presentó en la colina de Quilmo, en el mismo sitio en que Victoriano había escarmentado a Elizondo un año atrás, el jefe de partidas Gervasio Alarcón.
20 de Agosto 1820:
Expedición Libertadora del Perú. Zarpa de Valparaíso la escuadra con 17 transportes, 9 buques de guerra y 11 lanchas cañoneras, comandados por el vicealmirante británico Lord Thomas Cochrane. Una salva de 21 cañonazos anunció la partida de la Escuadra y el director supremo Bernardo O’Higgins Riquelme, la despidió con estas palabras: “De estas cuatro tablas dependen los destinos de América”.
23 de Septiembre 1820:
Combate de El Pangal: Desarrollado en el lugar llamado Pangal, en la rivera norte del Laja, los contendientes eran las tropas de Benavides comandadas por su lugarteniente Juan Manuel Picó con un total aproximado de 1.700 hombres, y las fuerzas patriotas en número de 500 soldados al mando de Benjamín Viel Gomets y Carlos María O´Carroll.
25 de Septiembre 1820:
Combate de Tarpellanca: Tuvo lugar en Tarpellanca, en el río Laja. En el se enfrentaron las tropas patriotas al mando de Pedro Andrés Alcánzar contra las tropas realistas al mando de Vicente Benavides. La batalla finalizo con la victoria realista.
05 de Noviembre 1820:
Captura de la corbeta española "Esmeralda": Recién pasada la medianoche, Lord Cochrane se apoderó de la corbeta española "Esmeralda", en la rada de El Callao. El buque tenía 44 cañones y su conquista fue una hazaña de valor y astucia.
25 de Noviembre 1820:
Combate de Las Vegas de Talcahuano: Tuvo como lugar en las cercanías de Talcahuano. En el se enfrentaron las tropas patriotas al mando de Ramón Freire contra las tropas realistas al mando de Vicente Benavides. Finalizo con la victoria patriota.
27 de Noviembre 1820:
Combate de la Alameda de Concepción: El combate de la Alameda de Concepción fue una batalla entre patriotas y realistas. Ramón Freire se dirigió a la ciudad de concepción donde Benavides presentó batalla en el lugar. La batalla finalizo con la victoria Patriota.
27 de Noviembre 1820:
Combate de Cocharcas: La vanguardia de la Segunda División derrota a las fuerzas del guerrillero José María Zapata.
12 de Enero 1821:
Combate de Lumaco: Los indios de Venancio Coihuepán y las tropas del capitán Salazar derrotan a las montoneras realistas de Carrero y Catrileo.
10 de Octubre 1821:
Combate Vegas de Saldías: Las fuerzas revolucionarias del realista Vicente Benavides Llanos, se enfrentaron al Ejército de Chile al mando de José Joaquín Prieto Vial y comandado por Manuel Bulnes Prieto en la Batalla de Vegas de Saldías en el contexto de la Guerra a Muerte, batalla que finalizó al día siguiente con el triunfo patriota. Sin embargo, esta guerra continuó por dos años más, dirigida por Juan Manuel Picó.

15 de Noviembre 1821:

Motín de Osorno: Unos cuantos sargentos las sublevaron. El mayor Letelíer. los capitanes Baldovinos y Cartes y los tenientes Anguita. Vial, Cavallo y Alfonso que intentaron sofocar el motin, fueron muertos por los soldados.

26 de Noviembre 1821:

Combate de Hualehuaico: Las tropas de Manuel Bulnes vencen a un cuerpo realista apoyado por indigenas.

27 de Noviembre 1821:

Combate de Niblinto: Las tropas de Manuel Bulnes vencen a montoneras realistas apoyadas por indigenas.
12 de Diciembre 1821:
José Joaquín Prieto recupera Chillan: Con la formación de un nuevo regimiento y la dirección de Prieto se logra controlar el sur de Chile.
26 de Diciembre 1821:
Combate de La Imperial: No han quedado demasiados detalles de aquel terrible hecho de armas, lo que demuestra con evidencias que fue un desastre para los patriotas, dirigidos por el capitán Bulnes.
Diciembre 1821:

Nueva fisonomía de la lucha en Arauco: Campañas de Prieto, de Ruines y de Lantaño

09 de Abril 1822:
Combate de Pile: Las tropas de Clemente Lantaño y de Manuel Bulnes vencen a grupos indigenas.
Mayo 1822:

La expedición de Beauchef a Boroa: La guerra del sur hacia 1822 y 1823.

08 de Octubre 1822:
Asedio de Arauco: A las cuatro de la tarde del 8 octubre el recinto de Arauco estaba completamente rodeado por tres divisiones de indios que mandaba Ferrebú en persona.
23 de Octubre 1822:
Acción de Pitrufquén: El teniente coronel Beauchef derrota al guerrillero Palacios.
14 de Diciembre 1822:
Acción de Río Diguillín: El teniente coronel Torres derrota a las montoneras de Bocardo y Zapata.
26 de Marzo 1823:
Acción de Linares: Los Pincheira dan muerte al gobernador Sotomayor en dicha población.
21 de Febrero 1824:
Acción de Tucapel: Las bandas del cacique Venancio Coihuipán dispersan a las fuerzas que en los campos de Tucapel había reunido el cura Ferrebú.
24 de Marzo 1824:
Fracaso del canal de Chacao: La expedición del General Ramón Freire Serrano entra al canal de Chacao en su intento para la liberación de Chiloé. La expedición fracasa.
10 de Abril 1824:
Batalla de Mocopulli: En esta batalla se enfrentaron las tropas patriotas al mando del comandante Jorge Beauchef contra las tropas realistas al mando de José Rodríguez Ballesteros. La batalla finalizo con la victoria realista.
11 de Abril 1824:
Combate de Albarrada: El sargento mayor Gaspar derrota al cura Ferrebú.
20 de Abril 1824:
Acción de Colcura: Una partida proveniente del fuerte de Colcura cae sobre el campamento de una columna realista enviada por el cura Ferrebú y la dispersa.
30 de Agosto 1824:
Acción de Laraquete: Una partida proveniente del fuerte de Colcura, mandada por el comandante Gaspar, cae sobre el rancho donde dormía el cura Ferrebú y lo captura.
28 de Octubre 1824:
Acción de Coronado: Una columna patriota mandada por Lorenzo Coronado y Angel Salazar, cae sobre el rancho donde dormía el comandante Pico.
02 de Septiembre 1824:
Fusilamiento de Ferrebú y muerte de Pico: En la guerra de la frontera del Maule.
30 de Septiembre 1825:
Acción en el río Bureo: Un destacamento enviado desde Yumbel por el coronel Barnechea ataca a la montonera del comandante Senosiaín, causandole numerosas bajas.
27 de Noviembre 1825:
Sorpresa de Parral: Los Pincheira y Senosiaín caen con su montonera unida sobre el pueblo de Parral, donde había un destacamento de soldados bajo el mando del capitán Agustín Casanueva. Dicho destacamento pudo rechazar ese ataque.
27 de Noviembre 1825:
Acción de Longaví: Un destacamento patriota de dragonesal mando del comandante Manuel Jordán, trata de cerrar el paso a la montonera realista que se retiraba de Parral; perecieron el comandante jordano y 51 de sus hombres.
11 de Enero 1826:
Manuel Blanco Encalada en Ancud: Durante la Expedición de Liberación de Chiloé, aún en posesión de la corona española, el Vicealmirante Manuel Blanco Encalada entra al puerto de San Carlos de Ancud, bajo los fuegos de las baterías del Coronel español Antonio de Quintanilla.
13 de Enero 1826:
Batalla de Pudeto: Tuvo logar en Chiloé. En el se enfrentaron las tropas patriotas contra las realistas. El fin de este combate era la expulsión de los Españoles de Chiloé. La batalla finalizo con la victoria patriota.
14 de Enero 1826:
Combate de Poquillihue: Las fuerzas chilenas de Freire obligan a las realistas de Quintanilla a abandonar el fuerte de Poquillihue.
14 de Enero 1826:
Batalla de Bellavista: El Combate tuvo como lugar Chiloé. Se llevo a cabo entre el general Ramón Freire y los españoles. Su propósito fue el de incorporar la provincia de Chiloé al territorio Chileno. La batalla finalizo con la victoria patriota.
19 de Enero 1826:
Liberación de Chiloé: Con el propósito de incorporar la provincia de Chiloé al territorio de la República de Chile. Triunfan los chilenos sobre los españoles, logrando además, abrir el paso para la toma de la ciudad de San Carlos de Ancud. Las tropas chilenas encuentran dura oposición de los lugareños que son, en su mayoría absoluta, partidarios de la monarquía.
25 de Febrero 1826:
Acción de Neuqén: un destacamento mandado por el coronel Barnecheacae sobre el campamento de montoneros e indígenas de Senosiaín y de uno de los hermanos Pincheira, dispersando los y rescatando a numerosas mujeres cautivas.
31 de Agosto 1826:
Acción de Antuco: una montonera realista caer sobre el villorrio de Antuco y ejecuta al oficial Herquíñigo y a su guarnición de siete hombres.
Enero 1827:
Operaciones militares contra los Pincheira y las bandas de Senosiaín.
25 de Enero 1827:
Levantamiento de Enrique Campino: El coronel Enrique Campino ingresó a caballo al Congreso Nacional con intenciones de dar un Golpe Militar.
21 de Julio 1827:
Motín de Talca: Un escuadrón de Cazadores se sublevo, comandado por algunos cabos y sargentos.
31 de Diciembre 1827:
Acciones en San Fernando: El gobernador Silva apresó a algunos individuos afectos a la asamblea. El comandante Francisco Porras se colocó al frente de los partidarios del bando vejado, organizó algunas compañías de milicianos y aventureros y se dirigió a San Fernando.
Enero 1828:
Campaña contra Los Pincheira de 1828: El ministro de la Guerra repitió en el verano de 1828 la expedición que había realizado el año anterior contra los Pincheira, con menos fuerzas. Las pequeñas columnas comandadas por Viel y Bulnes no lograron dar alcance a los bandidos.
18 de Julio 1828:
Sublevación de Colchagua: Revolución federalista-o'higginista de Urriola. Los estanqueros y los pelucones salvan el gobierno.
25 de Agosto 1828:
Motín del Maule: Manuel Bulnes al frente de la guarnición de Parral, somete a los insurgentes al mando de Gregorio Murillo.
06 de Junio 1829:
Motín Militar: Un estrafalario motín, que debe considerarse más como incidente del proceso electoral que como pronunciamiento militar, acabó de exacerbar las pasiones, ya muy enconadas.
06 de Diciembre 1829:
Toma de Valparaíso: Portales y Rodríguez Aldea descubrieron e! plan de Novoa, y a fin de desbaratarlo, resolvieron impedir la salida de! "Aquiles", apoderándose de Valparaíso.
14 de Diciembre 1829:
Batalla de Ochagavía. La Acción de Ochagavía fue el primer choque armado producido entre tropas gubernamentales del bando pipiolo o liberal, y las del bando pelucón o conservador, acaecida durante la Guerra Civil de 1829-1830.
15 de Diciembre 1829:
La Revolución de Coquimbo: Pedro Uriarte y algunos hacendados se alzan contra el gobierno.
03 de Enero 1830:
Contrarrevolución de Sur: El coronel Cruz recupera Concepción.
02 de Marzo 1830:
Toma de Concepción: Viel se apodera de Concepción y pone sitio a Chillan y exige la rendición de Cruz.
17 de Abril 1830:
Batalla de Lircay. Este combate tuvo lugar a orillas del río Lircay, en el marco de la Guerra Civil chilena comenzada un año antes con la denominada revolución de 1829. Dicha revolución corresponde al enfrentamiento definitivo entre los estanqueros, o’higginistas y pelucones ("fuerzas conservadoras"), contra los pipiolos (liberales). Esta etapa, y con ello la denominada "anarquía chilena" (1823-1830), finalizó con la batalla de Lircay.
14 de Enero 1832:
Combate de Coyahuelo-Lagunas de Pulán: Las tropas de Manuel Bulnes caen sobre la montonera de los hermanos Pincheira, derrotando las completamente.
21 de Agosto 1836:
Captura de Buques de la Confederación: El ministro Portales envía a Victorino Garrido a tomar por asalto durante la noche el puerto de el Callao, logrando capturar tres de los seis barcos peruanos. Los botes del bergatín "Aquiles" capturaron la barca "Santa Cruz", el bergatín "Arequipeño" y la goleta "Peruviana" en el puerto peruano de El Callao, movimientos previos a la guerra contra la Confederación peruanaboliviana..Garrido se entrevista con Santa Cruz, acordando la devolución de las naves peruanas después de firmado un tratado de paz.
29 de Agosto 1836:
Sublevación de Freire: Las fuerzas chilenas lograron controlar a las sublevadas en el sur del territorio nacional, comandadas por el general Ramón Freire Serrano, quien tenía intenciones de derrocar el gobierno del presidente José Joaquín Prieto Vial y reconstruir el virreinato del Perú.
03 de Junio 1837:
Motín de Quillota: Es apresado por el Regimiento Maipo, el ministro Diego Portales, mientras pasaba revista a las tropas acantonadas en Quillota. Este hecho es conocido por la historia como el "Motín de Quillota".
06 de Junio 1837:
Combate de Cerro Barón y asesinato del Ministro Diego Portales: El Ministro se dirigió a Quillota, para revistar un cuerpo de ejército acantonado allí. De un instante a otro la oficialidad lo apresó y se amotinó contra el estadista. El coronel José Antonio Vidaurre dirigió el movimiento. Los amotinados se trasladaron a Valparaíso y se llevaron a Portales en un pequeño carruaje. En la madrugada del 6 de junio tras un combate en el cerro Barón, se escucharon los primeros disparos. El oficial Santiago Florín, que custodiaba al Ministro, le ordenó a un subordinado: ¡Baje el Ministro!. Este se arrodilló y de inmediato disparó sobre él.

11 de Septiembre 1837:

Inicio de la primera expedición; Durante la guerra contra la Confederación peruana-boliviana, zarpó la Escuadra Nacional comandada por el almirante Manuel Blanco Encalada.

29 de Septiembre 1837:

Desembarco en Quilca: Se inicia la marcha hacia Arequipa.
07 de Agosto 1838:
Segunda expedición chilena: Al mando del general Manuel Bulnes Prieto, las fuerzas chilenas se apoderaron del puerto de El Callao, durante la guerra contra la Confederación peruana - boliviana. Bulnes impuso a Perú una indemnización de 20 millones de pesos de la época, pero como los peruanos no accedieron a la petición, el general se apoderó de Lima, luego de una sangrienta batalla.
17 de Agosto 1838:
Captura de la corbeta "Socabaya": En el puerto peruano de El Callao, por las naves de la escuadra del capitán de navío Carlos García del Postigo Bulnes, durante la guerra contra la Confederación peruanaboliviana.
21 de Agosto 1838:
Combate de Portada de Guías. Luego de desembarcar la escuadra chilena, a cargo del Almirante Simpson, se llevó a cabo el combate de Portadas de Guía, adueñándose el ejército chileno de la ciudad de Lima el 21 de agosto de 1838. El General Bulnes cita un cabildo abierto, el que proclama un gobierno provisional en Perú a cargo de Agustín de Gamarra.
18 de Septiembre 1838:
Combate de Matucana. Las tropas chilenas avanzan hacia el interior del Perú, enfrentando y venciendo a las tropas de Santa Cruz.
17 de Diciembre 1838:
Combate del puente de Llac Lla: El ejercito confederado ocupó el pueblo de Recuay y a la vez el “chilenoperuano” estaba en Huaraz de donde salió mas al interior llevando centenares de enfermos, en busca de climas benignos. Al llegar al puente LlacLla fueron alcanzados por las tropas Confederadas y mientras Torraco apresuraba el paso de los enfermos, el soldado Lorenzo Colipí con 10 compañeros del batallón Carampangue, lucharon sin descanso permitiendo la evacuación desde Chiquian.
06 de Enero 1839:
Combate de Buin: En la Guerra entre la Confederación Perú-Boliviana y el Ejército Restaurador Chile-Perú. Hacia el norte de la ciudad de Lima, las tropas de la confederación se baten en un combate con el ejército chileno, desarrollándose la batalla de Huaras.
12 de Enero 1839:
Combate Naval de Casma: Ambas armadas se enfrentaron en el Combate Naval de Casma, convirtiéndose en el último con buques a velas. El triunfo chileno nos permitió el dominio del mar.
20 de Enero 1839:
Batalla de Yungay. A orillas del río Santa ocurre la decisiva en la Guerra contra la Guerra entre la Confederación Perú-Boliviana y el Ejército Restaurador Chile-Perú. El presidente Santa Cruz había fortificado el fuerte de Yungay y el cerro Pan de Azúcar, el cual fue asaltado por la infantería chilena, desatándose la Batalla de Yungay. Este día, el 20 de enero de 1839, las tropas chilenas vencen a las de la Confederación, declarándose disuelta. Las tropas del General Bulnes llegaron el 18 de febrero a Lima, dando fin a la guerra.
20 de Abril 1851:
Motín de Urriola: Un motín cívico militar estalla en las calles de Santiago de Chile, por oposición al gobierno de Bulnes y a la candidatura presidencial de Manuel Montt. Urriola y cinco mil revolucionarios se tomaron las principales calles de Santiago, mientras que el gobierno preparó una contraofensiva desde la Alameda y el Cerro Santa Lucía. El combate duró cerca de 5 horas, tras las cuales fue abatido Urriola y hubo más de 200 muertos.
25 de Septiembre 1851:
Operaciones sobre Huasco, Vallenar e Illapel: Con erogaciones forzosas de los vecinos y prorratas de caballos y elementos de transporte, logró Vicuña Mackenna reunir una partida o montonera, que llegó a contar con 150 fusileros y 172 jinetes, que, en su inconsciencia militar, creía capaces de arrollar las fuerzas que el gobierno le opusiera.
28 de Septiembre 1851:
Revolución de La Serena y Captura del "Fire Flay": La necesidad de procurarse armas y municiones, para organizar un ejército eficiente de unas dos mil plazas, se imponía al más elemental sentido común. Carrera concibió el proyecto, de dudoso éxito inmediato, de adquirirlas en Lima. Con este objeto, se apoderó a viva fuerza del pequeño vapor "Fire Flay", de propiedad de Carlos Lambert, que navegaba con bandera inglesa, sin prever las complicaciones que el acto iba a ocasionar.
14 de Octubre 1851:
Batalla de Petorca: Mientras el ejército de Vicuña Mackenna operaba en Illapel. Carrera y Arteaga, informados de que Santiago estaba desguarnecido, después del envío de las tropas al sur, resolvieron operar sobre Aconcagua, reforzarse con los cívicos de San Felipe y proseguir a la capital.
14 de Octubre 1851:
Combate de Peñuelas: En el norte, la revolución seguía prendida. No obstante, la derrota de los liberales en Petorca los hace mantenerse en la provincia de Coquimbo, al tiempo que algunos empresarios mineros proclives al gobierno deciden crear un ejército contrarrevolucionario al mando de Ignacio José Prieto, quien logra derrotarlos en Peñuelas el 14 de octubre.
28 de Octubre 1851:
Sublevaciones de Aconcagua y Valparaíso: Los caudillos de La Serena exigían a los revolucionarios de Aconcagua, Santiago y Valparaiso, que aliviaran la presión de las fuerzas que los amagaban, intentando sublevaciones en el centro mismo de los recursos del gobierno.
07 de Noviembre 1851:
Sitio de La Serena: En el momento de iniciarse el sitio, La Serena contaba con unos 600 soldados: 300 cívicos, 200 mineros, que se organizaron-en un batallón intitulado "Defensores de La Serena", y una brigada de artillería.
19 de Noviembre 1851:
Combate de Monte de Urra: El 13 de septiembre, cinco días antes de la asunción de Montt, se declaró una asonada al mando del ex candidato Cruz, quien no aceptando la derrota electoral, y temiendo que las familias conservadoras de Concepción perdieran protagonismo en la dirección del país, consiguió armar un grupo de cinco mil hombres, entre partidarios y mapuches del cacique Colipí.
24 de Noviembre 1851:
Motín de Cambiaso: Durante la noche estalló en la ciudad de Punta Arenas, XII Región, el "Motín de Cambiaso", como consecuencia de la Guerra Civil de ese año. Luego de una gran masacre, su líder el teniente Miguel José Cambiaso Tapia, organizó su huida, pero fue detenido, condenado a muerte y ajusticiado el 4 de abril de 1852.
08 de Diciembre 1851:
Sublevación de Copiapó: La provincia de Atacama había sido objeto de un largo y activo trabajo de zapa contra el orden y las autoridades, realizado por una verdadera legión de agentes enviados desde el vigoroso foco pipiolo de La Serena.
08 de Diciembre 1851:
Batalla de Loncomilla: La batalla se desarrolló en el llano cercano al río del mismo nombre, cerca de donde después se fundaría San Javier, en la provincia de Linares. El bando leal al gobierno fue dirigido por Manuel Bulnes, mientras que el bando opositor estuvo a cargo de José María de la Cruz.
08 de Enero 1852:
Acción de Linderos de Ramadilla: El teniente coronel Victorino Garrido derrota a los revolucionarios mandados por Bernardo Barahona y ocupa Copiapó el 9 de enero, poniendo fin a las acciones armadas de la revolución.
06 de Enero 1859:
Toma de Copiapó: El militar retirado Pedro Pablo Zapata se presentó, seguido de 20 hombres, a las puertas del cuartel de policía. Urrutia, quien estaba a cargo de él, lo entregó, después de un simulacro de defensa.
19 de Enero 1859:
Toma de Talca: A las doce del día, el teniente retirado Samuel Vargas y el ex sargento Valenzuela, encargados de capturar al comandante de cívicos, sargento mayor José Antonio Bustamante, se acercaron a él, en los momentos en que se dirigía al cuartel.
02 de Febrero 1859:
Asonada de Concepción: El teniente coronel Basilio Urrutia derrota a los montoneros al mando de don Juan José Alemparte.
28 de Febrero 1859:
Sitio y Toma de San Felipe: Las tropas gobiernistas, al mando del teniente coronel Tristán Valdés asaltan y derrotan a los revolucionarios que mantenían en su poder la ciudad de este el 12 de febrero.
28 de Febrero 1859:
Asonada de Valparaíso: El general Juan Vidaurre-Leal somete a los insurrectos que intentaron asaltar la intendencia y los almacenes de la aduana.
14 de Marzo 1859:
Batalla de Los Loros: En el contexto de la Guerra Civil del '59. En este episodio, las fuerzas revolucionarias de Pedro León Gallo vencen a las del gobierno.
12 de Abril 1859:
Combate de Maipón: Nicolás Tirapegui logró sublevar la guarnición de la plaza de Arauco; y con las armas que se procuró en ella, organizo una nueva montonera de 400 hombres, y se reunió con Videla en Santa Juana.
20 de Abril 1859:
Combate de Pichidegua: Las montoneras de Colchagua, Talca y Maule cesaron de constituir un peligro para las ciudades bien guarnecidas, desde que el ministro Rafael Sotomayor organizó fuertes divisiones de milicias cívicas
29 de Abril 1859:
Batalla de Cerro Grande: A 5 Kilómetros al sur de la Serena, entre las fuerzas del Gobierno y las revolucionarías de Gallo, siendo éstas derrotadas.
12 de Mayo 1859:
Recuperación de Copiapó: el teniente coronel José Antonio Villagrán derrota en las últimas fuerzas revolucionarias que mantenían la ciudad en su poder desde el 4 de enero.
04 de Enero 1862:
Captura del "Rey de la Araucanía": El Comandante Cornelio Saavedra capturó a Antoine de Tounens, el "Rey de la Araucanía". A fines de 1861, Orelie Antoine de Tounens, de nacionalidad francesa, se asentó en la Araucanía y se autoproclamó rey de la zona y de la Patagonia. Aprovechando la escasa presencia de chilenos en la zona, que abarcaba entre los ríos Biobío y Toltén, el aventurero logró convencer a algunos caciques que aún resistían la autoridad chilena, y organizó una especie de reino en la zona.

26 de Noviembre 1865:

Combate Naval de Papudo. Durante este episodio de la "guerra con España", el almirante Juan Williams Rebolledo, al mando de la Esmeralda, se apodera de la corbeta española Covadonga, frente a la rada de Valparaíso. Juan Williams Rebolledo, logró capturar a la goleta española Covadonga. Ante esta derrota, el almirante español José Manuel Pareja, líder de las fuerzas hispanas, se suicidó. Fue reemplazado por Casto Méndez Núñez.

07 de Febrero 1866:

Combate Naval de Abtao. Sostenido entre la Escuadra aliada chileno-peruana y la Escuadra Española en el canal de Chayahué, provincia de Chiloé.
02 de Marzo 1866:
Combate Naval de Huito: Los jefes peruanos temían que las fragatas lograran forzar la boca de la ensenada de Huito, y en este evento bastaban los cañones de la "Numancia" para destruir impunemente toda la escuadra aliada.

31 de Marzo 1866:

Bombardeo a Valparaíso. Fue un episodio de la Guerra Hispano-Sudamericana, durante el cual el puerto de Valparaiso fue bombardeado y parcialmente destruido por ordenes del almirante español Casto Méndez Núñez.

11 de Noviembre 1877:

Motín y Destrucción de Punta Arenas: Se ha atribuido a esta rivalidad influencia casi decisiva en el motín de los artilleros. Dublé Almeida murió en el convencimiento de que el padre Matulski fue su principal o uno de sus principales instigadores. Los cronistas, por su lado, dando de mano a esta imputación desmentida por el desarrollo y las finalidades del motín, creen que el fanatismo antirreligioso envolvió al gobernador "en vahos de infierno y olores a Lucifer".

14 de Febrero 1879:

Se inició la Guerra del Pacífico con la toma de Antofagasta -que en ese tiempo era una ciudad boliviana-, por el ejército chileno, se inició la Guerra del Pacífico (1879-1883). Este conflicto bélico, que enfrentó a Chile con Perú y Bolivia, se debió a problemas territoriales y al interés por controlar la producción del salitre -nitrato usado como fertilizante y para la fabricación de pólvora-, que era u muy buen negocio en esa época. Como Bolivia procurara apropiarse de las salitreras de Antofagasta, el Gobierno chileno ordena ocupar esa plaza. Las tropas chilenas ocupan Antofagasta: Desembarcan dos Compañías, 1 de Artillería y 1 de Artillería de marina (198 hombres) las que bajo el mando del Coronel Emilio Sotomayor y ocupan la ciudad. A partir de ese momento Antofagasta queda en poder de Chile.
16 de Febrero 1879:
La Corbeta O'Higgins ocupa Mejillones: Los buques Blanco Encalada y O'Higgins marcharon el primero a Tocopilla y Cobija en protección de los chilenos, y el segundo a Mejillones.
16 de Febrero 1879:
Ocupación de Caracoles. Un destacamento de 70 hombres de la Artillería de Marina, al mando del Capitán Francisco Carvallo, ocupa Caracoles.

20 de Marzo 1879:

Ocupación de Cobija: Las tropas chilenas toman Cobija, al mando de William Rebolledo. Los buques Blanco Encalada y O'Higgins marcharon el primero a Tocopilla y Cobija en protección de los chilenos.

21 de Marzo 1879:

Ocupación de Tocopilla: Las tropas chilenas toman control de Tocopilla. Ese día desembarca en Tocopilla la tripulación del Cochrane al mando de Enrique Simpson.

23 de Marzo 1879:

Combate de Calama Fue el primer hecho de armas de la Guerra del Pacífico. Tropas chilenas al mando del Comandante Eleuterio Ramírez se enfrentaron contra las fuerzas bolivianas comandadas por el Coronel Ladislao Cabrera, obteniendo el triunfo el Ejército chileno...Por lo anterior, se fijó este día como: "El Día de Calama". Las tropas chilenas sufren 12 bajas, 7 muertos y 5 heridos, los Bolivianos 52, 20 muertos y 32 prisioneros (entre estos últimos se encuentra un ciudadano chileno de apellido Alfaro).
25 de Marzo 1879:
Un destacamento chileno llega a Chiu Chiu.
05 de Abril 1879:
Bloqueo de Iquique: El Bloqueo al Puerto de Iquique marca la primera acción ofensiva de Chile sobre territorio peruano.

12 de Abril 1879:

Combate Naval de Chipana: Fue el primer enfrentamiento naval, entre la cañonera chilena "Magallanes" y la corbeta peruana "Unión" y la cañonera "Pilcomayo". Las naves peruanas a raíz del bloqueo y por presión popular, Prado les ordena salir como estén a practicar operaciones "inteligentes y de consecuencia" entre Antofagasta e Iquique.
18 de Abril 1879:
Bombardeo de Pisagua: Este acto más que servir para un objetivo táctico o importante, fue más que nada en represalia por el ataque a sus embarcaciones menores.
01 de Mayo 1879:
Combate de Mejillones: El Cochrane y la O’Higgins combaten con los defensores de tierra, 10 hombres bajo el mando del Teniente Coronel Graduado Luis Reina dos marinos chilenos resultan heridos por un accidente.

21 de Mayo 1879:

Combate Naval en la rada de Iquique. Mueren heroicamente el comandante de la Esmeralda, Arturo Prat, y gran parte de la tripulación. Luego de un épico combate el Huáscar hunde a la Esmeralda, mueren 146 marinos chilenos y otros 57 caen prisioneros, por el lado peruano muere un oficial y salen heridos 7 tripulantes.

21 de Mayo 1879:

Combate Naval de Punta Gruesa. En Punta Gruesa en tanto la habilidad del Comandante Condell y una buena cuota de suerte terminan con la Independencia encallada y perdida totalmente, mueren 3 chilenos y resultan heridos 6, por el lado peruano, mueren 5 y salen heridos 23 tripulantes.
26 de Mayo 1879:
Combate Naval de Antofagasta: Fue el primer bombardeo naval nocturno de la guerra. Este combate se dio durante la primera correría del blindado peruano Huáscar.
28 de Mayo 1879:
El Huáscar recaptura a la goleta "Coqueta": La nave había sido recientemente capturada por los chilenos, la embarcación marchaba rumbo a Antofagasta, son capturados tres marinos chilenos, la goleta es enviada a Arica, con tripulación de presa.
06 de Julio 1879:
La Unión en Tocopilla hunde a la barca "Matilde": Después es perseguida por el Blanco Encalada.
09 de Julio 1879:
Segundo Combate Naval frente a Iquique: No pudiendo encontrar al Abtao (que ya había solucionado sus problemas de maquinaria y cambiado su fondeadero por seguridad) intenta hundir al Matías Cousiño, pero los disparos dirigidos contra este transporte atrajeron a la cañonera "Magallanes", la que se midió valientemente contra el Huáscar a pesar de su inferioridad, la llegada del Blanco determinó que Grau emprendiera la huida. Resultan heridos 3 marinos chilenos.
18 de Julio 1879:
Incursiones del Huáscar: El Huáscar inicia una serie de incursiones contra puertos y caletas chilenos del norte (Chañaral, Carrizal, Pan de Azúcar y Huasco).
23 de Julio 1879:
El Huáscar y la Unión capturan al transporte Rimac: En el buque estaba el Regimiento Carabineros de Yungay que estaba embarcado en la nave chilena, constaba de 250 jinetes, armados y municionados; todos ellos pertenecientes a las mejores familias de Santiago.
28 de Agosto 1879:
Segundo Combate de Antofagasta: El Huáscar se acerco al puerto de Antofagasta con la intención de cortar el cable submarino para evitar la comunicación del centro de operaciones enemigas con el resto de Chile sin darse cuenta que el Abtao se encontraba entre los buques neutrales.
10 de Septiembre 1879:
Combate de Río Grande: Un destacamento del Regimiento de Caballería Chilenos "Cazadores" destroza una montonera boliviana en las cercanías de San Pedro de Atacama, muere una docena de bolivianos, y salen heridos 5 chilenos.

08 de Octubre 1879:

Combate Naval de Punta Angamos. Se enfrentaron el blindado chileno "Almirante Cochrane" al mando de Juan José Latorre Benavente, y el monitor peruano "Huáscar", comandado por el contraalmirante Miguel Grau Serrano. Fue capturado el "Huáscar", la embarcación enemiga más poderosa. Sin embargo, falleció Grau, llamado el "caballero de los mares". Perú sufre 33 muertos y 26 heridos en un épico combate.
10 de Octubre 1879:
Combate de Quillagua.
02 de Noviembre 1879:
Tropas chilenas asaltaron y se apoderaron de Pisagua. Nuestros soldados se dividieron en dos grupos, uno por la playa y otro por los cerros, así tomaron entre dos fuegos a las tropas peruanas y bolivianas. Luego de un sangriento combate, los chilenos se apoderaron de la ciudad. El Estado Mayor evalúa en un centenar los muertos aliados y 56 prisioneros.
06 de Noviembre 1879:
Combate de Agua Santa o Pampa Germanía. Después de un corto tiroteo los chilenos quedaron dueños del campo y de la línea del ferrocarril de Pisagua a Agua Santa. Los "Cazadores" despedazan el destacamento de retaguardia aliado en Pampa Germanía, los aliados pierden unos 60 hombres muertos, entre ellos el Teniente Coronel Sepúlveda, los chilenos 3 muertos y 6 heridos.
18 de Noviembre 1879:
El "Blanco Encalada" captura al barco peruano "Pilcomayo"
19 de Noviembre 1879:
Batalla de Dolores o San Francisco. Luego de diversos vaivenes el Coronel Emilio Sotomayor concentra y atrinchera sus 6.500 soldados en el Cerro San Francisco, donde es atacado por Buendia con 11 mil peruanos, venciendo los chilenos en la Batalla de Dolores o San Francisco, las tropas peruanas se retiran hacía Tarapacá.
22 de Noviembre 1879:
Las tropas chilenas ocuparon Iquique, mientras que las autoridades peruanas abandonaban la plaza, sin quemar ningún cartucho.
27 de Noviembre 1879:
Batalla de Tarapacá. La Campaña de Tarapacá, fue una de las fases de la Guerra del Pacífico, finalizó con la Batalla de Tarapacá, la que se desarrolló en la quebrada del mismo nombre. Esta campaña tenía como objetivo la posesión de la Provincia de Tarapacá. La hazaña de los soldados chilenos, permitió una victoria impensada. Chile se adueñó de la región, y la gesta tuvo un hondo efecto en la población. La valentía demostrada por Eleuterio Ramírez en el combate, lo llevó a ser elevado a héroe nacional. En el centro de San Lorenzo de Tarapacá, un monumento conmemora la contienda del 27 de noviembre de 1879; en una cripta están enterrados los soldados chilenos y un busto recuerda a Eleuterio Ramírez.
06 de Diciembre 1879:
Combate de Tambillo (San Pedro de Atacama): Un destacamento de 25 Granaderos es atacado, mueren 8 y otros 11 son tomados prisioneros, los bolivianos del "Francotiradores" sufren 2 muertos y 1 herido.
01 de Enero 1880:
Combate de Camarones: Muere un granadero y es capturado otro.
27 de Febrero 1880:
Combate Naval de Arica: Lo cierto es que más que un combate, se trata de tres acciones que ocurrieron el mismo día. En el muere el comandante del Huáscar Manuel Thompson.
09 de Marzo 1880:
El Blanco Encalada y el Loa en las islas Lobos: Hunden seis lanchas y capturan 29 animales, llevándose además prisioneros al Capitán de Corbeta Rosas y al Coronel Alaiza.
14 de Marzo 1880:
Fuerte escaramuza entre Chilenos y Peruanos en el frente de Moquegua, resultan heridos 2 soldados del regimiento "Buin" 1º de Línea y muerto 1 Gendarme de Moquegua.
21 de Marzo 1880:
Durante la noche un destacamento de 20 soldados de la Compañía de Cazadores del batallón peruano Grau incursiona sobre el campamento del regimiento de caballería chileno "Cazadores" dando muerte a 3 soldados, mientras tanto las tropas chilenas ya se han puesto en marcha para asaltar la excelente posición peruana.
22 de Marzo 1880:
Batalla de Los Angeles: Las tropas chilenas atacan y se apoderan del cerro de Los Angeles, considerado como inexpugnable. Las fuerzas peruanas estaban bajo las órdenes de Coronel Agustín Gamarra. Antes del medio día, gracias especialmente a una espectacular ascensión por senderos inaccesibles del batallón "Atacama" Nº1 las tropas chilenas derrotan completamente a las peruanas, las que sufren no menos de 28 muertos y 64 prisioneros.
01 de Abril 1880:
Ocupación de Locumba: La Patrulla de Duble Almeida ocupa el pueblo de Locumba, donde son atacados por las tropas del Coronel Albarracin, quienes matan a 3 chilenos y capturan 10, a cambio muere 1 soldado peruano y otro resulta herido.
18 de Abril 1880:
Combate de Buena Vista: Un fuerte destacamento de Caballería Chileno, bajo el mando de José Francisco Vergara destruye un grupo de milicianos peruanos y obliga al Coronel Albarracín a retirarse con los restos de su Escuadrón "Gendarmes de Tacna".
23 de Abril 1880:
Combate Naval de Torpederas en el Callao: Resulta herido el Teniente Manuel Señoret.
10 de Mayo 1880:
Segundo bombardeo del Callao: Los buques chilenos intentan sin éxito un segundo bombardeo del Callao, el monitor Huáscar resulta averiado, en tierra mueren 2 cantineras y 1 soldado, a la vez que salen heridos 24 personas. durante la Guerra del Pacífico.
25 de Mayo 1880:
Combate de torpederas en el puerto de El Callao: Hundimiento de la torpedera peruana "Independencia" y de la chilena "Janequeo", además mueren 2 marinos chilenos y 3 peruanos, salen heridos dos marinos chilenos y son capturados 7 marineros peruanos.
26 de Mayo 1880:
Batalla de Tacna o del Alto de la Alianza: El 1º Ejército del Sur Peruano y el ejército Boliviano (unos 10.000 hombres agrupados en 9 divisiones) son derrotados por el ejército chileno (14.147 hombres agrupados en 4 divisiones) los bolivianos no volverán a participar en una gran batalla contra Chile, mueren más de 500 chilenos y entre 1.000 y 1.200 aliados.
06 de Junio 1880:
Bombardeo de Arica: Se inicia el bombardeo chileno desde las baterías de tierra así como por el mar por los buques Loa, Covadonga, Magallanes y Cochrane. Las defensas peruanas utilizan la Batería Norte, Batería del Morro, Batería del Este y los cañones del monitor BAP Manco Cápac. El Cochrane recibió un impacto de un cañón Voruz de las baterías del morro, que lo hizo explotar provoncado 27 heridos, de los cuales murieron 7 después.
07 de Junio 1880:
Asalto y Toma del Morro de Arica: Las tropas chilenas toman por asalto el Morro de Arica. Ultimo reducto de los peruanos, desde entonces esta ciudad pertenece al territorio nacional. Luego de un cruento combate de alrededor de una hora y media, las tropas chilenas derrotan a la guarnición de esta plaza fuerte, mueren más del 30% de los defensores de la plaza, cumpliendo lo señalado por el Coronel Bolognesi de "luchar hasta quemar el último cartucho"
16 de Julio 1880:
Combate de Palca: Después de la Batalla de Arica, las fuerzas chilenas organizan expediciones a la sierra de Tacna, en donde se encuentra organizada las guerrillas de Pacheco Céspedes, Leoncio Prado y Gregorio Albarracin. Así se realiza el combate entre la guerrilla de Pacheco Céspedes contra el Regimiento Lautaro.
19 de Julio 1880:
Expedición de Salvo a Moquegua: Baquedano despachó contra ellos una expedición a Tarata, al mando de Barbosa, y otra a Moquegua, a las órdenes del sargento mayor Wenceslao Bulnes.
22 de Julio 1880:
Combate de Tarata: Las tropas chilenas del Coronel Barboza despedazan a los guerrilleros peruanos del Coronel Leoncio Prado, quienes sufren 26 muertos, 3 heridos y 21 Prisioneros, los chilenos por su parte sufren 1 muerto.
04 de Septiembre 1880:
La expedición Lynch: Lynch debía desembarcar en los puertos peruanos, empezando en el norte por Paita, para terminar en Quilca; internarse en los valles feraces; imponer contribuciones en dinero o en especies a la propiedad particular; inutilizar los ferrocarriles, y destruir las propiedades, cuyos dueños rehusaran pagar los cupos, teniendo cuidado de no perjudicar a los neutrales.
13 de Septiembre 1880:
Hundimiento de la "Covadonga": Alrededor de las 15:15 estalló el artefacto explosivo, que un marinero sobreviviente comparaba al estallido de cuarenta cañonazos a un tiempo, hundiéndose la Covadonga en dos minutos.
16 de Septiembre 1880:
Nuevo combate de Torpederas en el Callao: Resulta 1 herido en la chilena "Guacolda" y 1 muerto en la peruana "Urcos".
22 de Septiembre 1880:
El Cochrane bombardea Chorrillos: Buques de la escuadra chilena bombardearon los puertos peruanos de Ancón y Chancay, en represalia de la celada que hizo volar la "Covadonga", en el contexto de la Guerra del Pacífico.
23 de Septiembre 1880:
El Blanco Encalada bombardea Ancón.
23 de Septiembre 1880:
La Pilcomayo bombardea Chancay.
05 de Diciembre 1880:
Combate de lanchas en El Callao: Donde murió el aspirante a marina Juan Antonio Morel Zegers.
11 de Diciembre 1880:
Bombardeo del puerto de El Callao: Por el transporte "Angamos". Falleció el teniente Tomás Pérez al explotar un cañón.
24 de Diciembre 1880:
Combate de Pachacamac: A las 2 de la mañana un destacamento compuesto por dos compañías del “Buin”, 2 del “Esmeralda” y 200 “Cazadores” salen hacía Machay a marchas forzadas, a las 4 de la mañana llegan a Pachacamac, poco después sostienen un intenso combate con tropas peruanas emboscadas, sufriendo un muerto, un herido y con el Sargento Mayor Silva Contuso la tropa se repliega llevándose 3 soldados peruanos prisioneros.
27 de Diciembre 1880:
Combate de El Manzano o Pueblo Viejo: Entre tropas chilenas y peruanas, donde murieron los comandantes de ambos ejércitos, en el contexto de la Guerra del Pacífico. El Regimiento Curicó sorprende y prácticamente destruye a la I Brigada de Caballería “Rimac”, en el Manzano por la parte chilena muere el 2º Comandante del Curicó Teniente Coronel José Olano y son heridos 4 soldados, por la parte peruana mueren 16 soldados y son capturados 112 soldados peruanos, entre ellos el Comandante de la Brigada, Coronel Sevilla. Para celebrar el acontecimiento, por orden del día se ordena que todas las bandas de las unidades chilenas toquen el Himno Nacional inmediatamente frente a sus campamentos.
02 de Enero 1881:
Combate de Humay: Las Tropas del Comandante Echevarria atacan y causan serios daños a una montonera peruana en Humay, los chilenos pierden 5 hombres, 2 muertos y 3 heridos, entre los primeros 1 capitán.
09 de Enero 1881:
Combate de Ate: Un destacamento chileno de la II/2ª División bajo el mando del Coronel Barboza, asalta el sector escasamente defendido por los peruanos, luego de un corto combate desalojan a los defensores y quedan dueños del campo, los chilenos se retiran poco después, han sufrido 1 muerto y unos 20 heridos.
13 de Enero 1881:
Batalla de Chorrillos: Las tropas chilenas asaltan las posiciones peruanas, tras un sangriento encuentro capturan una tras otra las posiciones de Villa Santa Teresa, San Juan, Chorrillos y el Morro Solar, mueren más de 2000 hombres por bando en tal ves la batalla más grande de la historia de Latinoamérica.
15 de Enero 1881:
Batalla de Miraflores: Transcurre esta batalla en las proximidades de Lima, donde las tropas chilenas, al mando del general Baquedano, vencen a las peruanas consiguiendo de esta forma el triunfo de la guerra que se iniciara en 1879.
16 de Enero 1881:
Combate de Lurín: Una partida de caballería peruana ataca en las cercanías de Lurín a un destacamento de “Cazadores”, pero estos últimos les vencen, causandoles varias bajas.
07 de Abril 1881:
Combate de San Jeronimo: Lagos envía al Comandante José Miguel Alcérreca, al mando de una fuerza compuesta por tropas del Carabineros de Yungay y del Buin al interior. Ese mes en San Jerónimo, cerca a Santa Eulalia, se inicia la campaña de la Breña con las fuerzas organizadas por el coronel José Agustín Bedoya que se enfrentan a las fuerzas de Alcérreca, las cuales luego de un tiroteo dispersan a los hombres de Bedoya, para luego incendiar el lugar y retornar a Lima.
27 de Junio 1881:
Combate de Sangra: En la sierra peruana, las fuerzas chilenas comandadas por el capitán José Luis Araneda Carrasco, se enfrentaron al enemigo y luego de 13 horas de lucha, se retiró el ejército peruano. De los 36 "buines" que iniciaron el desigual combate, sólo 10 quedaron con vida, a los que la historia reconoce como: "Los diez de Araneda", "Los diez de Sangra".
08 de Agosto 1881:
Combate del puente Verrugas: Las guerrillas de sargento mayor José Osambela obtienen otra victoria en el puente Verrugas.
15 de Agosto 1881:
Combate del puente Purguay: Se libra el combate del puente Purhuay, saliendo de Chosica donde el nuevo batallón Zepita comandado por el teniente coronel Villegas y las guerrillas del coronel Manuel Tafur triunfan sobre las fuerzas chilenas.
02 de Septiembre 1881:
Combate de Calientes: Se produce en la región de Tacna.
03 de Septiembre 1881:
Combate de Pachía: En la región de Tacna se produce el combate, en donde las tropas chilenas derrotan a las guerrillas peruanas, dominando la región.
10 de Octubre 1881:
Combate de Motupe.
21 de Octubre 1881:
Combate de Cienaguilla.
26 de Octubre 1881:
Combate de Guadalupe.
05 de Febrero 1882:
Primer Combate de Pucará: Cáceres pasa por Tarma y Jauja y ocurre el combate con las fuerzas chilenas al mando de Del Canto. Cáceres continúa su marcha ocupando Izcuchaca, Acostambo, Huancavelica, Acobamba.
22 de Febrero 1882:
Combate de Acuchimay: Cáceres vence a las fuerzas rebeldes del coronel Arnaldo Panizo que contaba con 1.500 hombres, tomando sus tropas. Luego de este suceso Cáceres ingresa a Ayacucho.
06 de Marzo 1882:
Combate de Comas.
29 de Marzo 1882:
Combate de Pazos.
31 de Marzo 1882:
Segundo Combate de Pazos.
Marzo a Mayo 1882:
Suceden diversos enfrentamientos como los combates de: Sierralumi, Huaripampa, Huancaní, Llocllapampa, Sicaya, Chupaca, Pazos, Acostambo, Ñahuimpuquio. Las fuerzas chilenas estaban diezmadas por el tifus y la viruela, así Lynch autoriza a Del Canto a volver a Lima con el 2º de Línea trayendo a los heridos y a los enfermos. Los batallones "Pisagua" 3º de Línea y "Santiago" 5º de Línea son enviados como refuerzos.
03 de Junio 1882:
Combate de Marcavalle: Se enfrentan guerrillas peruanas con el batallón chileno Santiago destacado en Marcavalle.
28 de Junio 1882:
Nuevamente se enfrentan guerrillas peruanas con el batallón chileno Santiago destacado en Marcavalle.
09 de Julio 1882:
Segundo Combate de Pucará: Después de que los chilenos se retiran de Marcavalle, fueron perseguidos por dos compañías del Tarapacá, “Fueron empujadas sobre pucará, donde reforzados (los chilenos) por las restantes compañías de su batallón opusieron nueva resistencia.
09 y 10 de Julio 1882:
Combate de la Concepción. A las dos y media de la tarde de este día comienza el combate, considerado por el pueblo chileno, uno de los hechos más dramáticos de la Guerra del Pacífico. Se desarrolló los días 9 y 10 de julio de 1882 en el pueblo peruano de La Concepción. La guarnición completa del regimiento Chacabuco, compuesta por 77 jóvenes entre 16 y 18 años, resistió durante dos días el ataque de dos mil soldados peruanos, que tuvo como resultado la muerte de todo el contingente chileno. La valentía demostrada por los jóvenes, que mantuvo heroicamente alzada nuestra bandera, hizo que el 9 de julio fuera establecido como el día oficial de nuestro emblema patrio.
10 de Julio 1882:
Segundo Combate de La Oroya. Se enfrentan las fuerzas peruanas de Máximo Tafur y las chilenas del 3º de Línea, al mando del Teniente Francisco Meyer en el puente de La Oroya. La guarnición chilena mantiene el control del lugar.
15 de Julio 1882:
Combate de Tarmatambo. La compañía del batallón Lautaro se enfrenta en el caserío de Tarmatambo a las fuerzas dirigidas por el Coronel Juan Gastó y Máximo Tafur en el Combate de Tarmatambo.
16 de Julio 1882:
Combate de San Juan Cruz: Las fuerzas de Cáceres se enfrentan con una compañía del batallón 2° de Línea. Cáceres decide no atacar el pueblo, sino apostar la segunda división y los guerrilleros de San Jerónimo en las alturas cercanas a Tarma.
Febrero 1883:
Combate de Ungatá: Una compañía del Lautaro se enfrenta en Ungará al sur de Lima a guerrilleros locales, los chilenos son apoyados por un escuadrón de Granaderos y mantienen su posición.
14 de Marzo 1883:
Combate de Puruguay.
03 de Abril 1883:
Cáceres llega a la costa de Chancay, para luego atacar a la guarnición del Aconcagua. El coronel Urriola se retira de Chancay y se embarca en la Corbeta Chacabuco recibiendo luego refuerzos desde Lima del 3º de Línea y del Coquimbo por lo cual Cáceres se retira hacia Canta.
20 de Abril 1883:
Segundo Combate de Purhuay. Antes de ordenar una nueva ofensiva contra el ejército de Cáceres, Lynch ordenó la reparación del puente de Purhuay y la línea telegráfica que los montoneros de Chosica habían destruido lo que impedía el transito de las tropas chilenas hacia las zonas ocupadas por la resistencia peruana. Con tal misión partió de Lima el mayor Julio Quintavalla quien arribó a Chosica el 14 de abril, en los días siguientes la fuerza chilena fue constantemente hostilizada por las montoneras peruanas formadas por el batallón Guerrilleros del Rimac al mando del mayor Wenceslao Inchaústegui. El 20 de abril tuvo lugar el combate de Purhuay, a dos millas y media del puente del mismo nombre, tras el cual Quintavalla tuvo que retirarse sin haber logrado cumplir su misión y habiendo tenido 29 bajas entre muertos y heridos y 17 dispersos.
10 de Julio 1883:
Batalla de Huamachuco: Le correspondió ser el último hecho de armas que puso fin a la Guerra del Pacífico. Al ver a las fuerzas de Cáceres en el cerro Cuyulga, Gorostiaga deja el poblado de Huamachuco y se posiciona en el cerro Sazón al norte del pueblo. Se enfrentan ambos ejércitos, Gorostiaga vence a las tropas de Cáceres, quien pierde la mitad de sus hombres. Cáceres retorna a Ayacucho con el fin de organizar un nuevo ejército.
01 de Agosto 1883:
Combate de Coari: Enfrentamiento en el sur del Perú.
02 de Agosto 1883:
Combate de Mirave: Pacheco Céspedes se enfrenta al destacamento chileno al mando del Mayor Duberli de Oyarzun.
20 de Octubre 1883:
Tratado de Ancón: Tratado que pone fin a la guerra del Pacífico, de Chile contra Perú y Bolivia. Perú cede a Chile las provincias de Tacna, Arica y Tarapacá y Bolivia pierde la provincia de Antofagasta.
06 de Enero 1891:
Sublevación de la Escuadra: La Escuadra se levanta contra el Presidente José Manuel Balmaceda.
08 de Enero 1891:
Operaciones de la Escuadra en el sur: Para reunir contingentes y armas para los batallones, se emprendieron diversas expediciones. La "Esmeralda" ancló en Talcahuano e! día 8 de enero y tomó los elementos que había en el buque•escuela N° 2.
12 de Enero 1891:
Acciones en Coquimbo y La Serena: Primeras acciones de la Armada durante la Guerra Civil de 1891.
19 de Enero 1891:
Acciones en Pisagua, Zapiga, Alto Hospicio y Taltal: Primeras acciones de la Armada en el norte, durante la Guerra Civil de 1891.Conocido como el "Combate de los Abrazos", por la confusión que tuvieron los contrincantes en uno de los primeros enfrentamientos de esa guerra.
06 de Febrero 1891:
Captura de Pisagua. Los congresistas tenían su Cuartel General en la zona norte del país, tratando de avanzar hacia el centro del país. Los balmacedista intentaron frenar en esta zona a los congresistas, razón por la cual desarrollaron una serie de combates y batallas en esta región.
15 de Febrero 1891:
Batalla del Cerro Dolores o San Francisco: Las fuerzas gobiernistas afines al Presidente José Manuel Balmaceda fueron derrotadas por los congresistas, en el Cerro Dolores o San Francisco, cerca de Pisagua, provincia de Tarapacá.
17 de Febrero 1891:
Combate de Huara: Entre las tropas gobiernistas contra las congresistas en la estación de ferrocarril de Huara, que unía Iquique con Pisagua, en la I Región.
19 de Febrero 1891:
Combate de la Aduana de Iquique. Desde Iquique fueron enviadas fuerzas balmacedistas hacia el interior, por lo que esta ciudad quedó desprotegida. Aprovechando esta situación, las naves congresistas avanzaron hacia el puerto, llegando alrededor de las 05:00 hr.. A seis kilómetros de Iquique, se pudo divisar a cuatro embarcaciones congresistas alumbrando con sus proyectores los cerros para disparar sobre la tropa balmacedista que intentara descender al puerto.
07 de Marzo 1891:
Batalla de Pozo Almonte: Los balmacedistas habían perdido la mayoría de sus hombres y municiones, lo que sumado a la alta deserción de sus partidarios, generó el envío de 1.000 hombres desde Santiago.
19 de Marzo 1891:
Ocupación de Antofagasta Tacna y Arica: Apenas la provincia de Tarapacá estuvo libre de fuerzas enemigas, se planteó a los congresistas la necesidad de adueñarse inmediatamente de las provincias de Tacna y Arica, Antofagasta y Atacama.
23 de Abril 1891:
Hundimiento en Caldera del "Blanco Encalada": Los balmacedistas hunden en la rada de Caldera el barco "Blanco Encalada".
07 de Julio 1891:
Combate de Vallenar: El coronel Orrego, jefe de la división de Coquimbo, ignorando que venían en camino tropas constitucionales de infantería, dio orden al teniente coronel Almarza que atacara por sorpresa.
18 de Agosto 1891:
Desembarco en Quintero: Las fuerzas congresistas desembarcan en Quintero. 300 soldados del Pisagua N° 3, conducidos por botes que se desprendieron del "Biobio", se posesionaban sin oposición del pueblecito de Quintero.
21 de Agosto 1891:
Batalla de Concón: Fue la penúltima acción de la Guerra Civil de ese año y el primer enfrentamiento de las fuerzas revolucionarias o congresistas, comandadas por el coronel Estanislao del Canto Arteaga. Las fuerzas congresistas se concentraron en la bahía de Quintero y estaban al mando del General Estanislao del Canto.
28 de Agosto 1891:
Batalla de Placilla. La Guerra Civil de 1891 finalizó el 28 de agosto de 1891 en la Batalla de Placilla, pequeño pueblo situado a la bajada del Alto del Puerto, en el camino de Casablanca, lugar donde se enfrentaron las fuerzas que apoyaban al gobierno del presidente José Manuel Balmaceda Fernández, con las fuerzas de los congresistas o revolucionarias, obteniendo el triunfo estos últimos.

Bernardo O´Higgins

Bernardo O´Higgins

Ramon Freire

Ramon Freire

Joaquin Prieto

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Mujeres Destacadas de la Historia de Chile


Paula Jaraquemada Alquizar: (Santiago junio de 1768 - † falleció el 7 de septiembre de 1851). Hija de Domingo de Jaraquemada y Cecilia de Alquizar, fue uno de los personajes femeninos más importantes en la lucha por la independencia de Chile. ir a Bio,,,

Francisca Javiera Eudoxia Rudecinda Carmen de los Dolores de la Carrera y Verdugo (Santiago, 1 de marzo de 1781 - † ibídem, 20 de agosto de 1862), más conocida como Javiera Carrera, fue una patriota chilena que destacó por el apoyo a la lucha por la Independencia de Chile y por bordar la primera bandera patria del país, llamada actualmente bandera de la "Patria Vieja". Los Carrera eran descendientes de vascos. ir a Bio...

Catalina de los Ríos y Lisperguer: (*Santiago de Chile, 1604 - † 1665), más conocida como La Quintrala, fue una terrateniente chilena de la época colonial, famosa por su belleza y la crueldad con la que trataba a sus inquilinos. Se convirtió en un ícono del abuso y la opresión colonial. Su figura, fuertemente mitificada, pervive en la cultura popular de Chile como el epítome de la mujer perversa y abusadora. Para tildar a una mujer de abusadora en Chile se le dice "Quintrala". ir a Bio...

Candelaria Pérez: (* Santiago de Chile, 1810 - † 28 de marzo de 1870), también conocida como Sargento Candelaria, fue una militar chilena que participó en la Guerra contra la Confederación Perú-Boliviana. ir a Bio...

Irene Morales Infante (La Chimba, Santiago, 1 de abril de 1865 — † Santiago, 25 de agosto de 1890) Militar chilena, Sargento segundo y Cantinera del Ejército de Chile durante la Guerra del Pacífico. ir a Bio...

Janequeo o Yanequén: Fue una mujer lonco, de origen mapuche-pehuenche. Esposa del Lonco Hueputan, quien murió bajo tormentos por mandato del gobernador Alonso de Sotomayor. Su preparación militar y cualidades de líder, hicieron que se ganara el apoyo de los estrategas militares de su pueblo. ir a Bio...

María Isabel Riquelme y Meza: (* Chillán Viejo, Región del Biobío, Chile 1758 - † Lima, Perú 21 de abril de 1839), fue la madre del Libertador General de Chile, Bernardo O'Higgins. ir a Bio...

Rosa O'Higgins: (* Chillán Viejo, Región del Biobío, Chile 1781 - † Lima, Perú 1850), chilena hija de Isabel Riquelme y Félix Rodríguez Rojas. En los años de la lucha de la independencia chilena adoptó el apellido de su medio hermano Bernardo O'Higgins con quien viviese sus primeros años de su niñez. ir a Bio...

Eloísa Díaz Insunza: (* Santiago de Chile, Chile, 25 de junio de 1866, † Id. 1 de noviembre de 1950), primera mujer estudiante de medicina de la Universidad de Chile y primera médica de Chile y América del Sur. ír a Bio...

Guacolda: La existencia de Guacolda, mujer de Lautaro, así como la de Fresia, mujer de Caupolicán, es materia de discusión puesto que mientras para unos es sólo una leyenda, para otros se trata de una persona real. ir a Bio...

Fresia: La existencia de Fresia, mujer de Caupolicán, así como la de Guacolda, mujer de Lautaro, es materia de discusión, puesto que sólo aparece en el poema épico "La Araucana", escrito por Alonso de Ercilla y Zúñiga (1533-1594) durante su estadía en Chile y publicado en Madrid en tres partes (1569, 1578 y 1589). ir a Bio...

Inés de Suárez o Inés Suárez: (Plasencia, Extremadura, España, 1507 - Chile, 1580) fue una mujer española reconocida en el período de la conquista de Chile y compañera del conquistador Pedro de Valdivia. ir a Bio...

Lucila de María del Perpetuo Socorro Godoy Alcayaga: Conocida por su seudónimo Gabriela Mistral (Vicuña, 7 de abril de 1889 – Nueva York, 10 de enero de 1957), fue una destacada poetisa, diplomática y pedagoga chilena. ir a Bio...

HITOS:

1865 Mujeres de Clases alta y católicas se expresan en el Periódico “El Eco de las Señoras de Santiago”

1875 Clotilde Garretón se inscribe en los registros electorales, porque cumple con las exigencias de la ley.

1877 Promulgación del Decreto Amunategui, da derecho a las mujeres para que ingresan a la Universidad.

1884 Martina Barros intelectual que comienza a dar discursos sobre el voto femenino.

armón de un cañon de 1810

armón de un cañon de 1810










Eric Hobsbawm: "El SigloXX"

El Choque de las Civilizaciones. Samuel Huntington

El Fin de la Historia. Francis Fukuyama