jueves, 5 de julio de 2012




HISTORIA NO OFICIAL DEL FPMR, SEGUNDA ENTREGA
La Llegada de Los Comandantes
Entre julio y septiembre de 1983 ingresaron clandestinamente al país provenientes de Cuba, los primeros cinco "comandantes" que formarían el Frente Patriótico Manuel Rodriguez. El primero de ellos fue el oficial de origen mapuche Moisés Marilao, seguido por Raúl Pellegrin y otros tres que nunca fueron identificados. Su ingreso se gestó en el marco de una operación de traslado orquestada por la inteligencia cubana a través de varios países, como forma de borrar su salida de la isla.
Según Galvarino Apablaza, quien en esos momentos debió permanecer en Cuba, ellos fueron parte de una propuesta de diez nombres hecha a la dirección del PC para implementar su regreso a Chile; "Se decidió la incorporación de cinco de ellos, quienes comenzaron un período de preparación específica para adaptarse rápidamente a la situación política interna del país. Al frente del grupo iba José Miguel (Pellegrín) y lo acompañaban Moisés Marilao, Guaiqui, el Pope y el Mago", recuerda el ex líder frentista.
Atrás había quedado La Habana y la ceremonia en que Fidel Castro los despidió solemnemente. De ahora en adelante, la avanzada del "nuevo ejército para Chile" tendría que poner en práctica toda su formación como soldados profesionales en suelo chileno.
Los "comandantes" pasarían ahora a depender de la llamada "comisión militar" del PC. Presidida por el ex senador Jorge Montes, también la integraban los dirigentes de nombre político "Sebastián" y "Adrián" -ambos de la confianza de Gladys Marín-, además de algunos representantes de los "comandantes". Uno de ellos era Raúl Pellegrín.
Para desarrollar su lucha en Chile, el FPMR recurrió desde sus inicios a un financiamiento directo de La Habana. El apoyo era canalizado por el PC, que disponía de un ítem fijo que "no podía ser alterado por su dirigencia y pasaba directamente a las arcas del Frente", señala un ex dirigente. Gladys Marín dispuso que la canalización de este apoyo cubano al FPMR quedara en manos de "Sebastián", -que no era otro que Guillermo Teillier- designado como encargado militar del partido.
Sin embargo, los jerarcas del Partido muy pronto se dieron cuenta que los "comandantes" tenían sus propios contactos en Cuba. Por ello, no fue extraño que la sección cubana de Tropas Especiales comenzara a entenderse directamente con los frentistas poco después que éstos ingresaron a Chile. Más aún, el régimen de Castro los proveía de fondos que llegaban directamente a sus bolsillos, por lo que tempranamente el FPMR estuvo en condiciones de operar con apoyo cubano propio, aparte del que oficialmente recibía del Partido y sin que la colectividad fuera informada.
Su principal nexo en la isla era el general y jefe máximo de ese organismo, Alejandro Ronda Marrero, oficial de confianza de Fidel Castro. Ronda era el hombre encargado de satisfacer todas las necesidades del FPMR en Cuba. Gracias a su paso por Nicaragua -cuando era coronel- tenía una excelente relación con Raúl Pellegrín, el "Chele" y otros comandantes del Frente. Así, no fue extraño que el FPMR recibiera en Chile apoyo económico y militar de manos de este general cubano. Así se explica que varios "comandantes" se movieran en los sectores altos de Santiago y dispusieran de generosos ingresos para sus necesidades personales.
Quizás por ésta y otras razones, desde su irrupción en el país la cúpula del FPMR creció con escaso contacto político con las bases comunistas, que la percibían como una estructura cerrada, rodeada de dispositivos de seguridad propios de películas de espías. Semejaba un apéndice militar endosado a la fuerza al partido. "La dirigencia asumió al FPMR como un problema técnico que debía estar a cargo de los técnicos. Gente como Gladys Marín y Jorge Insunza nunca asumieron que el Frente debía supeditarse al partido", sostiene un ex miembro del comité central de esos años.
Estos primeros "comandantes" que llegaron a Chile habían pertenecido en La Habana a la elite revolucionaria, gozando de un estatus especial y conociendo de cerca los círculos de poder en torno a Fidel Castro. En Chile, en cambio, fueron recibidos por un partido clandestino, por lo que tuvieron enormes problemas para adaptarse a su nueva vida.
"Los ‘comandantes' no tenían una idea clara de lo que los esperaba en Chile", afirma un ex miembro del comité central del PC que compartió con ellos en La Habana días antes de que se embarcaran a Santiago. "Me preguntaban cómo era vivir en la clandestinidad y qué armas eran las más convenientes. Pensaban que la gente andaba parapetada detrás de los árboles o en los cerros, como en Nicaragua".
De acuerdo con este testigo, los ex oficiales no lograban comprender que portar un arma en Chile era más un riesgo que una protección, debido a los controles callejeros y al toque de queda; "Más que chilenos se habían convertido en hijos de los cubanos, cuya visión conspirativa de la política cae en el estereotipo de agentes que traspasan maletines secretos en hoteles de lujo".
Tampoco captaban que, más allá de la incipiente lucha contra Pinochet, el país vivía una rutina normal y hasta el más combativo militante hacía una vida cotidiana, mucho menos heroica de lo que se imaginaban. Imbuidos de una visión épica, a varios líderes del FPMR esta incomprensión les costaría la vida.
Según fuentes rodriguistas, los militantes que en ese momento llegaban del extranjero tenían prioridad para ocupar puestos de relevancia en la organización, a pesar que algunos no tuvieran el conocimiento político necesario; "La selección y ubicación de las comandancias dependió en primer lugar del grado de preparación militar. De acuerdo a esto, se asumió que quienes recibieron formación en el exterior contaban con un alto nivel de preparación y experiencia. Por tanto, se decidió incorporarlos al interior (Chile) asignándoles las principales responsabilidades, sin tener en cuenta que la mayoría de ellos llevaba largos años fuera de la patria, tenían una limitada experiencia política y la nueva realidad a enfrentar requería de una necesaria etapa de adaptación. Al no existir este proceso, se cayó constantemente en una aplicación demasiado mecanizada de conocimientos y experiencias, lo que limitó el aporte y, al mismo tiempo, generó resentimientos y aprensiones en otros cuadros".
A la usanza de los aparatos operativos de Fidel Castro, algunos "comandantes" del FPMR vestían ropas deportivas, usaban relojes Rólex y establecieron la costumbre de reunirse en el Tavelli de Providencia, establecimiento al que irían incluso en los días posteriores al asesinato de Jaime Guzmán, cuando el cerco sobre ellos se hizo más estrecho.
"No se asimilaban con el obrero y poblador comunista promedio", sentencia un ex dirigente del PC, quien menciona una anécdota de inicios de 1984: una miembro del aparato médico del FPMR quedó muy impresionada cuando un "comandante" la invitó a almorzar a un elegante restaurante de calle Lyon. El frentista gastó 20 mil pesos de la época. Molesta por el derroche, la doctora no probó bocado e hizo ver su disgusto a las autoridades del PC.
El FPMR nació en Chile provisto de amplia independencia, presupuesto propio y una manera de pensar distinta a la de la dirigencia comunista. Antes de que sus aguerridos combatientes dispararan una sola bala en Chile, todo estaba dispuesto para que el aparato militar del PC se saliera de sus cauces.
El fallecido ex senador Orlando Millas, quien conoció a varios de estos "comandantes" en su paso por Nicaragua, escribió sobre ellos en sus memorias; "Un gusto amargo me hace sentir que los conducimos a quemarse en Chile en batallas imposibles. Eso no era responsabilidad de ellos y no podemos culparlos de que, como las flechas lanzadas por un arco, hayan seguido con firmeza sus trayectorias. En cualquier desarrollo que hubiesen tenido sus vidas, hubiesen sobresalido. Así como demostraron tener gran coraje, pasta de héroes, les sobraba igualmente el talento y la sensibilidad".
Nace El FPMR
Para la dirigencia del PC, la llegada de este grupo de comandantes significaba el punto de partida de su anhelada insurrección armada. Era hora de montar un grupo de alta capacidad combativa que se trasformara en el brazo armado del pueblo.
Aunque los comunistas habían tenido una experiencia previa con el denominado "Frente Cero", este intento no había prosperado debido a las febles medidas de seguridad adoptadas y la poca experiencia con que contaban sus militantes, siendo el grupo prontamente infiltrado y desbaratado por los militares. A pesar de ello la experiencia fue evaluada como positiva y muchos de esos militantes terminarían más tarde integrándose al FPMR.
"El Frente Cero nunca realizó apagones a nivel nacional, ni acciones armadas de envergadura, pero fue el embrión del FPMR", sostiene "Víctor", un ex frentista.
Ya en febrero de 1983, y luego de una serie de atentados explosivos en la quinta región, que incluso interrumpieron la noche final del Festival de Viña del Mar, una voz telefónica dio a conocer la existencia de otras bombas en diversos hoteles de la ciudad y mencionó, por primera vez, como autor de tales actos a un supuesto "Comando Manuel Rodríguez". Ese nombre había sido ideado por el "Frente Cero".
Otros antecedentes sobre el origen del nombre de la organización indican que después de la llegada de Raúl Pellegrín a Chile, en la comisión militar apareció el nombre de Frente Patriótico Manuel Rodríguez. Se dice que el "comandante José Miguel" llegó ante sus subordinados con el nombre, uno o dos meses antes de la fundación oficial.
En lo político, antes de ingresar al país, "José Miguel" venía con la misión a implementar ya definida por la comisión militar del PC y contaba con diversas variantes para su estructuración. Desde entonces estaba clara la separación en el funcionamiento del FPMR, que aparecería públicamente como independiente y sin relación alguna con el PC.
Asi el pequeño grupo de comandantes, más algunos destacados combatientes forjados en el país, fueron designados a las principales jefaturas de trabajo recién creadas. Según Guillermo Teillier en su libro "El Año Decisivo" la primera Dirección Nacional del FPMR quedo sancionada en una reunión realizada en una casa del paradero 14 de Avenida La Florida, y fue conformada por tres comandantes, además de Raúl Pellegrin, el indiscutido número uno ante la permanencia de Galvarino Apablaza en Cuba.
Otros grupos de jóvenes y no tan jóvenes de las principales ciudades integrarían las primeras unidades o grupos de combate y principalmente la logística del FPMR. En Santiago comenzaron con apenas 6 pequeñas unidades de combate divididos en dos zonas, dos o tres grupos en Valparaíso e igual cantidad en Concepción.
Todos los antecedentes indican que esta primera estructura del FPMR estuvo en condiciones de operar en Chile a fines de septiembre de 1983. Su creación aumentó significativamente el poder de fuego de la incipiente rebelión del PC. De hecho, entre ese mes y octubre del año siguiente se registró la cifra récord de 1.889 acciones desestabilizadoras, algunas de una envergadura técnica muy superior a las que hasta entonces había realizado la militancia comunista.
Meses más tarde ya estaba armada una estructura de apoyo de armamento y medios materiales. En esos meses se siguieron realizando acciones combativas menores, aunque casi ninguna tuvo repercusión, ni se publicó en medio alguno.
Una vez consolidada la primera Dirección Nacional, el Frente comenzó a trabajar intensamente en una gran operación que repercutiera en todo el país. Esa operación se realizó el 14 de diciembre de 1983, con un gran "apagón" en las principales ciudades del país. Desde entonces los rodriguistas señalan ésta como la fecha de fundación oficial del FPMR.
Prensa de la época
Uno de los frentistas que participó en esa acción desestabilizadora entregó años más tarde, para la publicación "El Rodriguista", una detallada narración de aquel primer golpe oficial del FPMR en Chile: "Esa tarde pasamos con Bernardo recogiendo en distintos puntos de Santiago a los miembros de nuestro grupo y partimos en el viejo Fíat rumbo al norte de la ciudad. Cuando empezaba a oscurecer, ya estabamos saliendo por la ruta que va a Los Andes. Bernardo empezó a hablar con una solemnidad que no habíamos asumido hasta ese momento entre nosotros; «Compañeros, ésta es una operación del Frente Patriótico Manuel Rodríguez. El Frente se ha organizado para respaldar la lucha de nuestro pueblo contra una la dictadura y esta será la primera acción en esta fase de la lucha."
"Nuestra misión consiste en volar una torre de alta tensión correspondiente al tendido que corre paralelo a este camino. Es una acción entre varias similares que se efectúan simultáneamente en varios lugares de la región y del país. La hora operativa será 22:30. La simultaneidad de las acciones logrará un apagón en todo el territorio nacional».
"El grupo lo componíamos tres hombres y una mujer, jóvenes en aparente búsqueda de algún restaurante en la afuera de la ciudad donde cenar tranquilos. Próximos a nuestro objetivo, detuve el auto y bajaron los tres compañeros perdiéndose entre los matorrales cerro arriba, envueltos por la oscuridad que ya había caído. La exploración y los preparativos los veníamos haciendo desde algunos días, entre Bernardo y yo. Él había tomado la decisión en cuanto a la selección del objetivo y la idea operativa. Los materiales fueron proporcionados por una estructura logística que venía funcionando con bastante eficacia desde hacía un tiempo. Mientras los tres subían el cerro y se daban maña para cruzar un canal de regadío, continué la marcha en el auto. Hice la hora en la ruta, metí el vehículo a una bomba de bencina, revisé el motor, puse gasolina y emprendí el regreso en busca del resto del grupo. Poco más abajo del sitio en que descendieron los compañeros, un hombre y una mujer joven caminaban por la carretera, me hicieron dedo. Los hice subir y poco más abajo del camino, hizo dedo Bernardo. Venían mojados porque tuvieron que meterse al agua irremediablemente. Por fortuna casi estabamos en verano".
"Emprendimos el regreso tranquilamente hacia la ciudad. El mecanismo de explosión para las cargas instaladas en la torre, había quedado activado para estallar a la 22:30 hrs. Cuando recorríamos las calles del centro, cruzando hacia el sector sur, comenzaron a apagarse las luminarias de las calles y se oscurecieron las casas. Mientras avanzábamos algunas calles volvían a iluminarse. De pronto nuevamente todo quedó a oscuras. Llegamos a un barrio residencial al momento en que volvía la luz a las calles y ventanas de las casas. Sabía que lo mismo estaba ocurriendo en diversos lugares de Chile. Después de ponernos de acuerdo para nuestros próximos contactos, Bernardo y los demás bajaron del auto. Yo conduje el fíat buscando un teléfono público. Estacioné, cerré el auto y caminé hasta la cabina telefónica. De un bolsillo saque un papel donde había anotado el número telefónico de una radioemisora independiente del control dictatorial y contestó una voz de hombre. «Escuche con atención -dije en tono perentorio- las acciones de sabotaje que ocasionaron las caídas de las torres de alta tensión causando este apagón, corresponden a una operación del Frente Patriótico Manuel Rodríguez. Hemos comenzado una campaña de acciones combativas para ayudar a terminar con la dictadura de Pinochet. Este es el comienzo de un nuevo periodo en la lucha por la libertad de Chile». Colgué sin esperar respuesta. Caminando hacia el auto, temblaba de emoción y orgullo".
Junto al apagón nacional, el Frente también realizó ese día acciones de sabotaje a la banca y a las instituciones financieras y el día 16 fue tomada la radio Carrera, donde se reivindicaron las acciones y se emitió una proclama que planteaba claramente los objetivos de la organización; "Aspiramos hoy a terminar de una vez con Pinochet, su régimen y su secuela de hambre, miseria y represión. La lucha emprendida por el pueblo continuará hasta la consecución de estos objetivos. Antes que estos se concreten, no habrá paz ni tregua. El FPMR ha llegado a la conclusión que a la dictadura sólo será posible derrotarla haciendo uso de todas las formas de lucha, incluida la armada".
Arriba Los Fusiles
Pese a la limitada autonomía que le imponía su carácter de "Aparato", muy pronto el FPMR se convirtió en figura central en la lucha contra la dictadura. Las condiciones objetivas en que se desarrollaban los acontecimientos en esa época hizo que miles de hombres y mujeres se sintieran identificados con su accionar. Jóvenes de todas las edades, con y sin partidos, estaban dispuestos a combatir con las armas en la mano.
Un escrito frentista de hace algunos años ratifica que el surgimiento del FPMR se produjo en un momento de profunda crisis social en el país; "En Chile comenzó a encarnarse la política de rebelión popular y surgieron las protestas contra los allanamientos y las humillaciones. Entonces las mujeres, los hombres y los jóvenes salian a la calle con ánimo combativo, aunque después de la primera y la segunda protesta, a la que sucedio la represión feroz, el pueblo no estaba dispuesto a exponerse tan fácilmente. Pero los impulsaba un nuevo ánimo al ver que era posible dar golpes a la dictadura. Y alli El Frente Patriótico cumplió su papel. Pero estas luchas populares contra la dictadura jamás se concibieron como una guerra contra el ejército chileno. No era la guerra de Nicaragua. Sí pensamos en acciones que pudieran dar confianza a la masa. Conjugar la audacia con la astucia, salir con una proclama en una radio, lograr prolongados apagones coordinados con los cacerolazos, y poner en ridículo a las fuerzas de seguridad y al propio gobierno. Más que propaganda armada, se realizaba propaganda audaz".
Guiado por los cinco "comandantes" entrenados en La Habana y robustecido con las siguientes oleadas de oficiales que llegarían más tarde -así como por los "mandos medios" entrenados en la isla entre 1980 y 1982- en los años siguientes el FPMR estrenaría prácticas hasta ese entonces desconocidas en Chile.
Como el más poderoso grupo subversivo en la historia del país, el FPMR patentó los ataques a cuarteles policiales, los secuestros selectivos, las tomas de radioemisoras, los rescates armados y las bombas accionadas a distancia. Esto último, a la usanza de los subversivos libaneses, vascos e irlandeses.
Así, el 19 de julio de 1984 un grupo de frentistas atacó un cuartel de la CNI en Providencia, donde fueron repelidos por los agentes. El 26 del mismo mes otro comando ataco un bus de carabineros en la comuna de Pudahuel, donde resultó muerto uno de los uniformados.
El 4 de noviembre de ese año, el FPMR atacó el cuartel de carabineros de La Cisterna. Distribuidos en cuatro grupos operativos, los frentistas enfrentaron a los uniformados en un tiroteo que duro 15 minutos, durante el cual incluso intentaron ingresar al recinto. En el enfrentamiento murieron dos oficiales de la policía.
Un mes más tarde, nuevamente el objetivo fue carabineros. El 6 de diciembre la tenencia Santa Adriana, en San Miguel fue atacada por un grupo de rodriguistas, los que en su escape dejaron una nueva victima fatal entre los uniformados.
A este tipo de acciones se sumaban las operaciones espectaculares. Una de ellas fue sin duda, el rescate de Fernando Larenas Seguel desde una clínica del sector alto de Santiago. Larenas, un fogueado frentista, estaba involucrado entre otros casos, en el secuestro del menor Gonzalo Cruzat. En el marco de la investigación de ese caso fue identificado por la CNI, quienes se abocaron de inmediato a su captura, siendo interceptado en la vía pública el 20 de octubre de 1984. Larenas intentó oponerse a su detención, dando lugar a un crudo enfrentamiento en el que el frentista resultó con un impacto de proyectil en su cabeza.
Según un periodico de la época, éste disparo "lo dejó de por vida en estado semivegetal, incluso, el magistrado al someterlo a interrogatorio comprobó que era inútil intentar algo coordinado o cuerdo con él". Debido a su delicado estado de salud, y a que en lo inmediato no podría aportar mucho a la investigación, los tribunales habían autorizado su internación en la clinica particular ‘Las Nieves' ubicada en el paradero 10 de Gran Avenida.
El 1 de junio de 1985 cinco individuos vestidos de terno y corbata, simulando ser agentes de la CNI, ingresaron a la clínica y luego de un breve tiroteo en donde falleció uno de los gendarmes que custodiaba a Larenas, el frentista fue rescatado del lugar. Luego de la operación, Larenas fue conducido a una casa de seguridad, desde donde semanas más tarde fue sacado con rumbo a Europa.
El grupo de rescate estuvo a cargo de Ignacio Valenzuela Pohorecky, el "comandante Benito", y lo integraban además Mauricio Hernández Norambuena, "Ramiro", Patricio Leonel González, "César", y otros dos rodriguistas que nunca fueron identificados.
Estos y otros hechos hicieron que entre 1984 y 1985 el FPMR viviera sus años de auge; bombazos, asaltos, y la lucha callejera de las protestas nacionales expandieron el cuadro a las denominadas "Milicias Rodriguistas".
También bajo la dirección del Frente se organizó una fuerza operativa mapuche, que surgió como una nueva organización: Leftraru. Su base la componían cuadros rodriguistas mapuches y otros combatientes del FPMR. Si bien es cierto estas fuerzas operaron, estuvieron lejos de ser la organización que permitiera la incorporación de este pueblo a la lucha.

Escuelas de instrucción del FPMR
Las Relaciones con el PC
A pesar de la auspiciosa aparición del FPMR bajo el alero del PC en el escenario de la lucha contra la dictadura , cada vez se hacía más evidente que los "comandantes" liderados por "José Miguel" tenían una sicología completamente ajena a la cúpula comunista. Lejos de captar el peligro que esta distancia encerraba, la dirigencia del partido cometió un error que le costaría caro: como no comprendía su pensamiento militar, le entregó al Frente una libertad de acción casi completa.
Todo ello a pesar de que el Partido era el principal proveedor de combatientes con los que contaba el FPMR. Un ex frentista confirma sobre el origen de sus militantes; "Los cuadros del Frente provenían generalmente del PC. Estaban los que se habían formado en el exterior y aquellos que lo habían hecho en Chile, fundamentalmente en el trabajo militar de masas del Partido y más tarde en las Milicias Rodriguistas. El PC fue el elemento de control que garantizaba una calidad ideológica y moral de quienes ingresaban al FPMR, disminuyendo las posibilidades de infiltración enemiga".
Sin embargo, el mismo testigo afirma que a la hora de proveer al FPMR de militantes, los dirigentes del PC no realizaron una selección adecuada para la política del grupo; "El hecho de que se diera prioridad a los criterios técnicos repercutió en la formación e incorporación de estos cuadros al Frente. El Partido comenzó a traspasar al FPMR a aquellos compañeros que resultaban conflictivos, ya fuera por su carácter impulsivo o por enfrentar problemas de seguridad, siendo la mayoría de ellos relativamente nuevos en su militancia. Se convirtió en un asunto de cantidad y no de calidad. Ellos asumieron al FPMR únicamente como un problema de fierros. El PC no destinó al Frente a ninguno de sus cuadros dirigentes, ni los más experimentados en la lucha política para que contribuyeran así a su desarrollo".
Respecto a la cantidad, según un ex frentista formado en La Habana, el FPMR en su momento de mayor poder llegó a contar con 400 hombres. Otro cálculo lo entrega un documento desclasificado de los archivos del Partido Socialista Unificado Alemán de la ex RDA, el 24 de enero de 1985: Eric Honecker fue informado que el FPMR "tiene 500 unidades de combate con una fuerza total de hombres de 1500 hombres, organizados en 46 unidades. El Frente Patriótico tiene una estructura independiente, aunque sus actividades están directamente subordinadas a la dirección del partido".
Una tercera versión proviene de un informe desclasificado del Departamento de Estado norteamericano, fechado en mayo de 1988: "el FPMR tiene entre 1.000 y 1.500 miembros".
En cuanto a planes conjuntos, ya en 1985 en un pleno del PC, ambos grupos hacían una descripción alucinada de lo que sería el enfrentamiento decisivo contra el régimen militar en el marco de su estrategia denominada "Sublevación Nacional".
En este informe, frentistas y comunistas veían como necesario; "...un levantamiento general del pueblo, en el curso de una jornada nacional de protesta que inmovilice al país entero... que involucre a toda la población, a la mayor parte de las fuerzas políticas y sociales y ojalá también a parte de las Fuerzas Armadas que están contra la dictadura. "La operación descrita fue denominada el "Asalto a Santiago" y se produciría con ocasión de una de las protestas populares. Según el plan del FPMR esta acción "...se convertiría en el acto central de la Sublevación Nacional. La voladura del puente sobre el Río Maipú aislaría a la ciudad por el Sur, los puentes sobre el Mapocho serían dinamitados para bloquear el Norte y una flota de camiones distribuiría armas en poblaciones del Sur y el Poniente. Los grupos armados debían constituirse en columnas y avanzar sobre el centro, para tomar La Moneda, aislando con barricadas y explosivos a las unidades militares de la capital".
Pese a todo, este proyecto de Sublevación Nacional fue congelado y solo fue retomado a mediados de 1988, en la denominada Guerra Patriótica Nacional.
Las Redes Internacionales
Desde sus inicios, el FPMR y la dirigencia del PC se dedicaron a montar estructuras de apoyo logístico en casi toda Sudamérica. Se trataba de eslabones básicos para canalizar la ayuda cubana a la resistencia antipinochetista. Sao Paulo y Buenos Aires llegaron a ser plazas claves, dado el intenso tráfico aéreo de sus aeropuertos y la numerosa colonia chilena de exiliados residente.
En Buenos Aires, la embajada cubana canalizaba el grueso de su ayuda a la resistencia antipinochetista, a través de su encargado del Departamento América, quien proveía de dinero y documentación falsa a los subversivos que llegaban procedentes o en ruta hacia Santiago. Casas de seguridad y una oficina de fachada del PC chileno en pleno centro de Buenos Aires, completaban la red.
Por años, Claudio Molina Donoso, "El Rucio", fue el enlace del FPMR en Buenos Aires. Molina estuvo a cargo del equipo de tierra durante el desembarco de armas de Carrizal Bajo. Al andamiaje trasandino del FPMR se unieron en la segunda mitad de los '80 barretines y pequeños centros de entrenamiento en localidades del interior. Gracias a esto, en 1986 el aparato pudo subsanar en parte la debacle de Carrizal mediante el ingreso de armas a través de pasos en la Cordillera de Los Andes. Uno de los más grandes ingresos ocurrió a fines de ese año, a la altura de Bariloche.
Aunque de menor importancia, otra plaza del FPMR era Montevideo. En la capital uruguaya el apoyo se dirigía a través de una oficina de fachada comercial, en un tradicional barrio charrúa. Los frentistas contaban con el apoyo de cuadros tupamaros, famosos por su preparación.
Otro punto donde los frentistas también operaron, aunque en menor escala, fue en la zona de la frontera tripartita de Paraguay, Brasil y Argentina, famosa por su contrabando. Según un frentista hoy retirado, el paso clandestino por tierra entre Brasil y Argentina se realizaba por esa área. "En la parte brasileña se podía adquirir incluso armamento, ya que los cubanos eran reacios a entregarnos fusiles AKM o Kalashnnikov", rememora.
Esta ultima afirmación es desmentida por un informe desclasificado del Partido Socialista alemán, fechado en 1985, el que afirma; "En el último tiempo, el Frente Patriótico ha logrado por sí mismo asegurar los transportes de armas que llegan vía Brasil, Argentina y Bolivia. Pero los cubanos siguen prestando una gran ayuda".
Alfredo Malbrich, unos de los principales encargados del área armamentista del FPMR, reveló bajo fuertes apremios, luego de ser detenido en 1986 por el caso Carrizal, algunos detalles de éstas operaciones; "A principios de 1984, viaje a Bolivia y me reuní con Jorge, que era el encargado de enviar los vehículos embarretinados a Chile. Recuerdo que llegó un Subaru 4 puertas con patente boliviana en el cual venían 2 subametralladoras, varias pistolas y un fusil. Al día siguiente, traslade el vehículo hasta V. Mackenna con Departamental. Las armas iban en el portamaletas. Allí me entrevisté con Jorge y le llevé además información política y vimos el problema de las comunicaciones para los próximos envíos de armas. La información política me la daba Pedro (Orlando Bahamonde), quien era mi jefe. La documentación la embarretinaba en carpetas. Debo aclarar que Pedro era de la Dirección Nacional del Frente, aunque yo ignoraba el cargo. El me daba los enlaces para las operaciones siguientes. Durante el resto del año se realizaron 3 viajes más en fechas que no recuerdo, siempre trayendo diferentes tipos de armamento y dinero. En uno de mis viajes a Bolivia, realizó un punto con Jorge y José Luis, que era jefe de Jorge. Este me lo presentó Pedro. Debo declarar que Jorge enviaba embarretinado dinero; es así como en una oportunidad vi que venían US$ 30.000 mil dólares. Esta armas y dinero estaba previamente acordado con Jorge, que era el que tenía los contactos como conseguirse el armamento con otros países. Le entregué un informe oral y él me da un punto en Argentina, en la ciudad de Buenos Aires. A las semanas después realizo un punto en el obelisco de Buenos Aires con José Luis, de 26 a 28 años, alto atlético, tez blanca, pelo castaño, con barba, aspecto de profesional joven. Planificamos la utilización de una ruta circular entre Perú y Argentina, para eludir poscontroles y como medida de seguridad. Fue así como se hicieron otros 2 ó 3 viajes por esta ruta, viajando en cada oportunidad un sólo vehículo. Viajé en reiteradas ocasiones a reunirme con José Luis en Buenos Aires. Él me entregaba diferentes documentos políticos, los cuales venían embarretinados y los entregaba a Pedro en Santiago. También se planteaba entonces la idea de embarretinar vehículos con armamento que salieran desde Argentina".
Respecto a la participación de la RDA en la insurrección chilena, un episodio desconocido hasta hoy revela que en 1984 se instaló en Berlín una oficina clandestina de apoyo logístico al FPMR. Gracias a la participación de técnicos chilenos y al alto nivel de industrialización de la RDA, en esa oficina comenzaron a recopilarse fondos, explosivos y armas captadas en terceros países, a fin de solventar las necesidades del grupo armado, que ya había iniciado sus acciones en Chile.
La oficina logística ubicó sus instalaciones en la Bornholmer Strasse, una calle del tradicional barrio de Prenzlauer Berg, en Berlín Oriental, a pocas cuadras del muro. Supervisada estrechamente por funcionarios alemanes y liderados por el físico comunista Alan Cabrera, la veintena de técnicos chilenos que allí trabajaba -todos militantes del PC- no podían informar de sus actividades de apoyo al FPMR a otros camaradas de partido. Ni siquiera el Comité Chile Antifascista -la instancia que aglutinaba a los partidos de la UP en el exilio- sabía de la existencia de esta oficina.
Alentado por los funcionarios alemanes, este secretismo tenía una razón de peso: el gobierno de Honecker había instalado por esos días una oficina de negocios en Santiago. No podía filtrarse que la RDA era, al mismo tiempo que interlocutora comercial de Pinochet, el más importante proveedor de tecnología del FPMR.
Pronto, la misteriosa oficina en Prenzlauer Berg se convirtió en una pieza esencial del andamiaje que sostenía al Frente.Hasta ahí llegaban dineros provenientes de países árabes, arsenales médicos de Hungría y partidas de explosivo plástico de alto poder T-4, fabricado en Checoslovaquia y del cual se encontraron 124 kilos en Carrizal Bajo. Según un militante en este último país llegó a establecerse una oficina similar, en una villa militar ubicada en las afueras de Praga. "Pero la logística del FPMR estaba en la RDA, acá en Berlín, donde llegaban todas las cosas que necesitábamos".
Altos dirigentes rodriguistas, como los comandantes "José Miguel" y "Ramiro", viajaron en más de una ocasión hasta la oficina de Prenzlauer Berg para entrevistarse con sus responsables. "Otro de los que llegó una vez fue un dirigente de nombre "Sebastián", que venía de Moscú", recuerda "Miguel". Todos estos sigilosos viajes incluían escalas en Buenos Aires, Praga y Frankfurt, lugares donde el FPMR tenía pequeñas estructuras para atender a sus hombres. En Frankfurt, por ejemplo, existía una casa de seguridad. Varios frentistas se hospedaron en ese inmueble, entre ellos Fernando Larenas Seguel, el frentista rescatado a sangre y fuego desde la clínica Las Nieves.
Los Secuestros Selectivos
Con el objetivo de reforzar su presencia en los medios de comunicación y como un método para financiar sus actividades, el FPMR habría de implementar en Chile una nueva modalidad subversiva; los secuestros selectivos.
El brazo armado del Partido Comunista impactó fuertemente al país por la audacia de sus operaciones y la incapacidad de las autoridades por capturar a los secuestradores y liberar a sus rehenes. Hubo cuatro de ellos cuyos resultados fueron una auténtica burla a la capacidad de las policías y los organismos de seguridad de la época.
El primero se produjo el 11 de abril de 1984, e involucro al menor Gonzalo Cruzat, de 11 años, hijo del empresario Manuel Cruzat. El menor fue raptado cuando esperaba el bus que lo llevaría hasta su colegio. En ese momento tres individuos, mas tarde identificados como Claudio Molina Donoso, Fernando Larenas Seguel y Francisco Peña Riveros, lo tomaron por la fuerza y lo trasladaron a un vehículo en marcha. Gonzalo fue liberado sano y salvo cuatro días después, previo pago de 20 millones de pesos.
El secuestro se mantuvo bajo un gran hermetismo, a tal punto que el hecho fue informado a la prensa solo cinco días después, cuando fue liberado. El manejo de la situación fue llevado por la propia familia, que negoció con los secuestradores, atemorizados por la amenaza de éstos de matar al niño. La expectación del caso fue tal, que hasta el propio Augusto Pinochet definió el hecho como "gravísimo", poniendo al FPMR en la mira del gobierno.
En las diligencias posteriores tuvo un importante aporte y colaboración, pese a sus cortos años, el propio Gonzalo Cruzat, quien con mucha prestancia participó en las ruedas de reconocimiento de sus captores y pudo individualizarlos.
La noche del 18 de diciembre de 1984, el FPMR decidió secuestrar al subdirector del diario La Nación, Sebastián Bertolone, cuando este llegaba a su hogar en la comuna de Ñuñoa, junto a su esposa, Ximena Barrales, y su hija de 5 años. Sin embargo, su esposa y su hija fueron liberadas momentos después en la población Jaime Eyzaguirre de Macul.
En su prisa por escapar, los frentistas dejaron en el lugar un bolso que contenía una ametralladora de origen checoslovaco con 155 tiros, un libro con el registro de las actividades diarias de sus rehenes, así como dibujos de su casa y las de sus vecinos. También se encontró un mapa de toda la zona incluyendo los semáforos y su duración. Por lo mismo, no pocos pensaron en un montaje. Al día siguiente, la esposa de Bertolone recibió un llamado del Frente para decirle que le harían llegar un comunicado con sus demandas.
Sebastián Bertolone en poder del FPMR
El periodista permaneció la mayor parte del tiempo con los ojos vendados y nunca supo en qué lugar se encontraba. En un principio temió por su vida, pero se tranquilizó por el trato "deferente y cordial" que le dieron los secuestradores. El objetivo de su captura, una vez más, era que distintos medios escritos de la capital difundieran sus proclamas.
Liberado en la noche del 25 de diciembre en el barrio matadero, Bertolone rápidamente se dirigió a una parroquia cercana y les pidió a dos sacerdotes que lo condujeran al domicilio del entonces Arzobispo de Santiago, monseñor Juan Francisco Fresno, quien había abogado públicamente por el fin de su cautiverio. Recién en la residencia del prelado, llamó a su familia para informarle de su liberación.
A partir de 1986 el FPMR se dedico a secuestrar uniformados. La mañana del 8 de abril de ese año, el cabo de carabineros Germán Obando Rodríguez salió de su casa sin su revólver, el cual había olvidado en la escuela de oficiales de la institución. Sin saberlo, este hecho le salvó la vida.
A las 7 de la mañana, en la esquina de Santa Zita con Pichidangui, en Las Condes -a pocas cuadras de su domicilio- una camioneta lo interceptó y tres frentistas armados se bajaron de ella. El cabo había tenido la sospecha que algo extraño podría sucederle, ya que en las últimas semanas había visto pasar, siempre a la misma hora, un vehículo parecido al que ahora lo obligaban a abordar. Por algunos minutos intentó luchar con sus captores, hasta que el chofer de la camioneta lo golpeó con un elemento metálico en la cabeza.
En el vehículo, los frentistas le colocaron una capucha, lo esposaron y le preguntaron por su arma. Obando les contestó que no la tenía. "Te salvaste por eso", le respondieron: a poca distancia un integrante del grupo lo apuntaba con una ametralladora y tenía la orden de abrir fuego si notaba que Obando intentaba sacar su revólver.
El carabinero no sabía a qué lugar se dirigían. Cuando lo hicieron bajar unas escaleras comprendió que lo estaban llevando a un subterráneo. Ahí lo mantuvieron durante tres días con la luz apagada, para que no contara los días, y recostado sobre una colchoneta con los pies y manos amarradas.
"No vas a salir con vida de ésta", le repetían los secuestradores durante los interrogatorios. La idea de los frentistas era enterarse de cómo estaba operando Carabineros para detener a los movimientos subversivos que actuaban en la capital, pero por su rango el cabo no manejaba esa información y así se los hizo saber. Luego de tres días, convencidos de que no obtendrían la información, decidieron liberarlo, no sin antes cumplir una misión: leer una carta con consignas del FPMR en Radio Chilena. Lo subieron en la camioneta y lo dejaron entre la Villa Portales y la Escuela de Aeronáutica. Al soltarlo, le advirtieron que no se sacara la capucha ni intentara desamarrarse las manos antes de media hora. Obando esperó cerca de 45 minutos, pues temía que lo estuvieran vigilando. Vestido con un buzo y descalzo, tomó un taxi y se dirigió a la radio, pero se atrevió a desobedecer y dejó la carta con la secretaria, dirigiéndose en cambio a la Escuela de Carabineros.
El 18 de agosto de 1986 mientras sacaba el auto para ir a dejar a su hijo al colegio, el entonces jefe de Protocolo de la Guarnición de Santiago, coronel Mario Haberle Rivadeneira, se convirtió en el primer militar plagiado por el FPMR. Encañonado por seis frentistas que actuaron a rostro descubierto, su impresión fue tal, que al darse vuelta para mirar al niño sólo atinó a gritarle que volviera a la casa. Con gran rapidez, fue sacado del vehículo, amordazado y ocultado en el portamaletas de un Opala que se alejó velozmente de lugar.
Encerrado en una carpa al interior de una pieza, recibió duros tratos por parte de sus plagiadores, quienes incluso le dispararon con un arma vacía. Durante 72 horas vivió momentos muy duros e incluso llegó a pedirles a sus secuestradores que lo dejaran en libertad o lo mataran. Desconcertada, la familia recibía información muy difusa, debido a la descoordinación entre las policías. Tanto, que la autoría del FPMR sólo se pudo determinar por una fotografía que éstos dejaron en un basurero donde aparecían junto al uniformado, y no por las pesquisas realizadas en ese momento. De hecho, la familia señala que jamás se les entregó una respuesta satisfactoria sobre las diligencias y hasta hoy no conocen las negociaciones que se hicieron para liberar a su padre, dando cuenta del fuerte hermetismo de las autoridades de la época. El ex oficial era un blanco fácil de secuestro, ya que carecía de guardia y no portaba arma. Sin embargo, los frentistas lo liberaron -amarrado y envuelto en una bandera del Frente- a los tres días sin ninguna exigencia monetaria de por medio, buscando sólo provocar un impacto mediático.
Además de tener un fuerte impacto sicológico en las autoridades de la época y en la población, estas acciones marcarían el modus operandi de la agrupación en sus próximos golpes. A través de estos secuestros selectivos el FPMR consiguió demostrar al país su poderío y, a la vez, obtener recursos para financiar sus operaciones.
Los Grupos de Apoyo
A pesar de toda esta frenética actividad, el FPMR también se había preocupado de organizar labores que sirvieran de apoyo a las acciones militares que emprendía.
Ya desde sus comienzos los frentistas había iniciado un minucioso proyecto de contrainteligencia que implicaba el infiltramiento, tanto de organismos militares, como de la propia CNI. Al respecto, algunos informes del Sistema de Inteligencia Alemán, SED, dan cuenta cabal de los logros que hasta ese entonces se habían obtenido por parte de los frentistas; "En 1983 se logró por primera vez establecer contacto con 34 generales y oficiales de las fuerzas armadas chilenas. Estas relaciones tienen que ser ampliadas prolijamente. Positivo ha sido, sobre todo, el trabajo con militares en retiro, los que, a su vez, pueden ejercer influencia en las filas. Se han logrado repartir cientos de panfletos en los cuarteles. Actualmente 30 suboficiales de las fuerzas armadas colaboran llevando material propagandístico al interior de los cuarteles militares".
En el aspecto político, la Dirección Nacional del FPMR había creado equipos de trabajo especificos, entre los que se contaban los de "Apoyo Político" y los de "Agitación y Propaganda".
Ambos grupos eran integrados por no más de seis u ocho personas y estaban a cargo de Martín Pascual, conocido al interior del frente como el "comandante Daniel Huerta", quien integraba en ese momento la cúpula de la organizacion. En esta tarea era secundadado por Alex Vojkovic Tries, alias "Jorge Salas" o "Raúl".
Alex Vojkovic, ex vocero del Frente
La principal misión del grupo de Apoyo Politico era brindarle al FPMR el análisis de la coyuntura nacional, debiendo discutir y sistematizar la labor de la Dirección Nacional. Es decir, parte de su trabajo consistía en evaluar las acciones emprendidas por el grupo operativo que, en definitiva, era el que llevaba a cabo las acciones de carácter militar.
Además debían servir de puente con otros estamentos de la oposición a Pinochet, como algunos obispos católicos con los que comenzaron a tomar contacto.
También solían reunirse con algunos de los más altos jefes militares de la organización, pues cada cierto tiempo uno de los comandantes se unía para debatir con el grupo. De acuerdo al testimonio de uno de sus integrantes, los equipos se reunían periódicamente en "casas de seguridad" donde se llevaban a cabo los encuentros. Varias de estas citas se realizaron en las comunas de Macul y La Florida, donde el FPMR mantenía parte importante de su red de apoyo.
Entre las labores específicas del segundo grupo, de Agitación y Propaganda, estaba la edición de "El Rodriguista", una publicación que difundía y explicaba las acciones del Frente. El propio Vojkovic era el encargado de recopilar los documentos que escribían los dirigentes y que, por motivos de seguridad, eran dejados en distintos puntos de la ciudad, como buzones, casas particulares o locales comerciales.
Como gran parte de la información era compartimentada, muchas de las acciones emprendidas por los cuadros de acción del FPMR no estaban en conocimiento de este grupo, pero asimismo les correspondía a ellos explicar a la opinión pública -en la medida de lo posible- los alcances de dichas acciones.
En el caso particular de Vojkovic, su labor lo llevo incluso a oficiar de vocero oficial de las actividades militares de la organización entre 1983 y 1987. Desde ese rol estrechó sus contactos con la prensa opositora, donde era conocido con el nombre de "Jorge Salas".
Para periodistas como Juan Pablo Cárdenas y Fernando Paulsen -que dirigían la revista Análisis- "Jorge Salas" era un contacto habitual. "Nos encontrábamos en El Parrón, nos entregaba datos y en más de una ocasión nos agendó entrevistas con la jefatura del Frente", afirma Cárdenas.
Este agrega que en esa época Vojkovic usaba una barba frondosa, vestía bien y tenía buena pinta. "Tenía disposición para colaborar, y siempre destinaba tiempo para escuchar nuestra opinión", remata.
Paulsen recuerda su modus operandi: "Rompía el molde del cuadro clásico, era extremadamente simpático y relajado. Nos llamaba y dejaba el número de un teléfono público y una hora para contactarlo".
Con el correr del tiempo, Vojkovic debió informar a la prensa los pormenores de los dos mayores fracasos del FPMR. El primero, el decomiso de armamentos en Carrizal Bajo, y el segundo, el fallido atentado al general Pinochet en el Cajón del Maipo. En ambos casos -según cercanos a Vojkovic- éste se enteró de los hechos a través de los noticiarios y, horas más tarde, al sostener reuniones con el comandante "Daniel Huerta", este lo instruyó sobre los hechos.
El Caso Vicaria
A las 8 de la mañana del 28 de abril de 1986, un comando del FPMR efectuó un violento asalto a la panadería "Lautaro", en la comuna de Pudahuel.
En el escape los frentistas se vieron rodeados por efectivos policiales, dando lugar a un intenso tiroteo en el que resultaron muertos el cabo de carabineros Miguel Vázquez Tobar y el rodriguista Lenin Miranda Clavijo, conocido como "Alex" o "el Jefe". Además resultó herido en un glúteo su compañero Hugo Gómez Peña, "Pedro", quien debido a ello debió acudir a la Vicaria de La Solidaridad para efectuarse curaciones. Su lesión requería cirugía mayor por lo que fue trasladado en forma clandestina a la Clínica Chiloé, donde fue operado y debió permanecer dos días antes de ser obligado a retirarse. Para su recuperación integra fue acogido en diferentes casas de seguridad, en especial en Ñuñoa donde vivían parejas de ancianos, muchos de ellos antiguos y disciplinados militantes del Partido Comunista.
El mismo día del atraco fueron detenidos los frentistas Germán Alfaro Rojas, "Pancho", Jorge Marín Correa, "Marco Antonio", y Belinda Zubicueta, "Roxanna", quienes también habían participado de la acción.
La policía logró además identificar a Julio Muñoz Otárola, otro integrante del comando frentista, quien finalmente no pudo ser capturado.
Tanto en la cobertura del asalto, como en el traslado del herido tuvo activa participación una mujer que meses después sería la única fusilera en el atentado al general Pinochet. Su nombre era Adriana Mendoza Candia, o "Fabiola".
Este hecho y sus secuelas daban claros indicios de la red de protección con que contaba el FPMR, en un caso que fue conocido más tarde como el "Caso Vicaria".
El encargado de iniciar la investigación judicial del atraco fue un coronel de justicia que poco o nada sabia del FPMR, pero con el tiempo se transformaría en conocedor y cazador implacable de los miembros de la organización.
Fernando Torres Silva, convertido en Fiscal Militar, comenzó a interiorizarse del Frente tras la caída de Hugo Gómez Peña, cuando este continuaba con su tratamiento en la Asistencia Publica el 14 de mayo de ese mismo año. En sus declaraciones, Gómez Peña aportó datos suficientes para conformar una visión general del movimiento.
Según organizaciones de derechos humanos, a raíz de los hechos y azuzados por el Fiscal Militar "el régimen desencadena una tenaz persecución, somete a brutales torturas a los detenidos y ataca directamente a los organismos de Derechos Humanos, muy especialmente a la Vicaría de la Solidaridad, encarcelando a varios de sus profesionales y sometiendo a interminables interrogatorios a su personal".
Según el Fiscal Torres Silva, el caso no hizo más que esclarecer una red de apoyo que era intuida por muchos.
"El seguimiento que como fiscal me tocó hacer en ese caso -explica Torres Silva- me demostró una cosa para mí sorprendente: cómo este hombre fue ocultado por una red de protección en ocho casas distintas".
Y agrega; "El Frente Manuel Rodríguez tenía una organización excelente y con un sistema de apoyo muy amplio, que lo pude observar en ese caso en especial. Este hombre que fue herido fue llevado a la Vicaria de La Solidaridad y luego paso por ocho casas de seguridad distintas, las que fueron todas, desde luego, debidamente investigadas y procesados aquellos que le dieron protección, porque se sabía que era un hombre que estaba herido en un atentado en que había muerto un carabinero. Y, en definitiva, es entregado al Ministerio del Interior en una conversación que un señor obispo tiene con el titular de la época, Ricardo García. Hay elementos de la Vicaría, gente de izquierda, infiltrada en un esquema de Iglesia, que sí apoyaron al Frente Manuel Rodríguez. De eso no cabe la menor duda. Eso está demostrado y ahí está el proceso. De todos los movimientos subversivos de los últimos 50 años, el Manuel Rodríguez es lejos el que más apoyo popular tuvo, y eso queda patente en este caso".
 EL ATENTADO A PINOCHET (PRIMERA PARTE)
El General En La Mira
A comienzos de 1986 los altos mandos del FPMR comenzaron a sostener una serie de reuniones con la cúpula del PC, con la idea de hacer realidad uno de sus proyectos más ambiciosos desde el inicio de su carrera armada. Desde hacia un par de años que el Frente conjeturaba sobre la idea de atentar contra el mismísimo general Augusto Pinochet.
Según los análisis políticos del grupo, el año 1986 debía ser "El año decisivo" dentro de la lucha contra la dictadura y la eliminación física de Pinochet era uno de los puntos concluyentes para este objetivo. Según el ex dirigente comunista Ernesto Contreras, la idea de atentar contra el general ya había rondado a la comisión política del partido desde 1980, "como una conjetura vaga que nunca fue más que eso". Un ex oficial frentista avecindado hoy en Europa afirma, en cambio, que la idea surgió a fines de 1984: "Se pensaba que en 1986 el desgaste de Pinochet y el desarrollo del FPMR iban ser tales, que estaríamos en condiciones de ajusticiarlo".
La decisión final para llevar a cabo el atentado fue tomada por la Dirección Nacional del FPMR en el verano de 1986, en consenso con la comisión militar del PC, dirigida en ese momento por Guillermo Tellier y Gladys Marín. El objetivo era reimpulsar mediante un golpe de mano la movilización social, apurar el término del régimen militar y negociar un acuerdo con la DC. "O lo hacemos ahora o esto se escapa por la vía de un plebiscito", sostuvo en esa ocasión un alto dirigente. Solo una condición le impuso la colectividad al FPMR: únicamente debían tomar parte combatientes experimentados, y en ningún caso militantes del PC, cuya participación pudiera exponer al partido.
José Valenzuela Levi, conocido como el "comandante Ernesto", quedó a cargo de la operación. Uno de los jefes máximos del FPMR, por su amplia preparación militar, era el hombre indicado.
José Valenzuela Levi, jefe del atentado
Como su mano derecha, "Ernesto" escogió a Cecilia Magni Camino, la "comandante Tamara", quien era la única mujer que en ese momento ocupaba un alto cargo en la cúpula del FPMR. Ella sería la encargada del montaje logístico.
La idea, conocida y acepada por el Frente, era hacer explotar el vehículo de Pinochet -al estilo del atentado de ETA a Luis Porto Carrera en 1973 en España- cuando volviese a Santiago desde su residencia de fin de semana en El Melocotón.
Para ello, secretamente el "comandante Ernesto" decidió encargarle a Rodrigo Rodríguez Otero, un joven frentista de 23 años conocido como "Jorge", la delicada tarea de investigar la rutina de Pinochet. Recibida la orden, "Jorge" se abocó de lleno a conseguir información de inteligencia sobre la vida, las relaciones personales y los traslados de Pinochet. Instalado en la Biblioteca Nacional, en las primeras semanas dedicó días completos a revisar artículos de prensa que aludieran al dictador. Además se inscribió en un gimnasio del barrio alto frecuentado por oficiales del Ejército y cadetes de la Escuela Militar. Gracias a su personalidad canchera, rápidamente se ganó la confianza de los uniformados e incluso compartió departamento con uno de ellos. También se afilió a un club de paracaidismo ligado al mundo castrense. Sin saberlo, en informales conversaciones los militares le entregaban al "enemigo" información importantísima sobre el general, la que luego era chequeada por los grupos de "exploración".
Meses antes, "Jorge" le había hablado del atentado a su primo Alejandro, incorporándolo a las tareas de "exploración" en el Cajón del Maipo. Fue el propio Alejandro Otero quien arrendó la panadería en el sector de Las Vizcachas desde la cual se cavó el túnel que haría explosión bajo la ruta al Cajón del Maipo.
No obstante los preparativos, el plan fue repentinamente abortado el 7 de agosto, el día siguiente del descubrimiento de la internación de armas en Carrizal Bajo, debido a la falta de certeza que el auto de Pinochet cayera en la explosión. Uno de los frentistas que estuvo ese día en la panadería recuerda su conversación con Cecilia Magni, la "comandante Tamara"; "Ella me dijo "tengo dos noticias, la primera es una buena", y me regaló un tremendo reloj; pero luego agregó "también tengo una mala, esto se cierra". Entonces, Jorge dijo "Bueno, entonces hagámosle una emboscada".
Cecilia Magni Camino, la "comandante Tamara"
En la segunda semana de agosto, el "comandante Ernesto" dio luz verde a la variante que modificaría radicalmente la vida de casi una veintena de combatientes que en varios casos no superaban los 20 años. Era el tiempo de la emboscada y de la urgencia por preparar al contingente. Para entonces la misión ya tenia nombre: "Operación Siglo XX".
Pero la preparación del atentado no seria obra exclusiva del FPMR. Informado desde la génesis sobre el proyecto de matar a Pinochet, Fidel Castro le tendería una mano al "comandante Ernesto" en su preparación. Dada la envergadura del objetivo, La Habana nuevamente ofreció sus instalaciones de entrenamiento para alistar a algunos de los participantes. Uno de los oficiales cubanos de Tropas Especiales que le tocó entrenarse con varios frentistas que participaron en la acción fue Lázaro Betancourt. Hoy, desde su exilio en Miami, recuerda: "Lo más probable es que los tenientes coroneles de apellidos Lara y Espinoza, estuvieron entre los instructores que entrenaron a los chilenos para el atentado, ya que eran los más capaces en este tipo de operaciones. En general los chilenos eran buenos soldados".
La Operación Siglo XX
-Cómo estai pa' morirte?, le preguntó "Ramiro" a "Alonso" una tarde mientras iban en el metro.
-Como siempre, hasta la ultima si se precisa - respondió casi sin pensarlo.
Era el 28 de agosto de 1986. A pesar de su corta edad Víctor Díaz Caro, o "Alonso" para sus compañeros del Frente, al igual que otros integrantes de la unidad dirigida por "Ramiro", ya poseía una amplia experiencia operativa. "Ramiro", mas serio, continuó; "Lo concreto y oficial: hay una misión con un 95% de no salir con vida, tú decides". "Alonso" solo asintió con la cabeza y se aprestaron a bajar del vagón. "Ramiro" no le dijo nada pero tomó nota mentalmente de la respuesta de "Alonso".
Se dirigieron por Irarrázaval hacia el poniente. En la esquina de Manuel Montt los esperaba José Valenzuela Levi, el "comandante Ernesto". "Ramiro" comenzó a caminar tras ellos. "Ernesto" le explicó lo que significaba eso del 95 %, pero sin hablar de la misión especifica. Hasta allí, "Alonso" ignoraba muchas cosas.
Lo que ocurría ese día era el resultado de más de un año de arduo y sacrificado trabajo, el que comenzaba a concretarse con el acuartelamiento de una veintena de jóvenes combatientes del FPMR para una operación de "gran envergadura". Antes de "Alonso" esta misma escena y diálogo se había repetido bastante esos últimos días de agosto. El era el último.
Durante casi todo el invierno y en sesiones de 3 horas diarias varios grupos se habían preparado entusiastamente en el Parque O' Higgins, dirigidos por "Ramiro" -Mauricio Hernández Norambuena, profesor de Educación Física-, en carreras de resistencia, rapidez y salto con obstáculos.
"Ramiro", encargado de la preparación de los combatientes
Héctor Maturana Urzúa, uno de los fusileros escogidos por el FPMR, señala; "Nos preparamos en el Parque Ohiggins, donde éramos parte solo de un grupo de hombres que hacían footing. Incluso allí se preparaba la Parada Militar de ese año. Y nosotros rodeábamos a los militares en vueltas, durante una hora de trote. Hacíamos turnos en la mañana y en la tarde, y ese era también la oportunidad de tener un porcentaje un poco mayor de salir con vida".
Adriana Mendoza Candia, "Fabiola", fue la única mujer escogida dentro del selecto grupo de fusileros. A diferencia de sus compañeros, fue la única en enterarse del objetivo con anticipación; "En el mes de mayo Tamara me dijo que debería participar en una misión fuera de Santiago y que otro compañero me daría mas antecedentes. Días después me reuní con ese compañero, al que conocía del exterior, en una panadería del sector de Las Viscachas. Me sirvió un café y le pedí que me contara de una vez de qué se trataba la misión. Participarás en una operación, cuyo objetivo es ajusticiar a Pinochet, me dijo mirándome fijamente a los ojos. Quedé muda por largos minutos. ‘Las posibilidades de salir con vida son mínimas', agregó sin mayor dramatismo. Así me incorporé a la Operación Siglo XX".
El miércoles 27 y jueves 28 de agosto la mayoría de los fusileros fueron recogidos en distintos puntos de la capital y trasladados a una casa de seguridad del sector alto.
En 1988 "Alonso" escribió un detallado relato que fue publicado por "El Rodriguista". En él recordaba; "A las 18 horas me recogerían para ir a la casa de acuartelamiento. Tenía toda la tarde por delante y, a modo de despedida, Ramiro me había dicho: "Aprovecha de despedirte de tus seres queridos". Luego, caminando solo, mi dilema era cómo despedirme de mi mujer y de mi hijo. Llevaba más de dos años clandestino y no podía ir a la casa. Sólo sabía que mi hijo iba a un jardín infantil y que su madre continuaba estudiando. En fin, pensé en tantas cosas, quise hacer tantas otras. Atiné solamente a recorrer y pasar lo más cerca de cada lugar donde yo pensaba que ellos estaban. No puedo negar que soñé con abrazar a mi hijo, aunque no me reconociera, así como deseaba tan intensamente entrar a un gran casino de estudiantes, pararme en la puerta y buscar y buscar con la mirada hasta encontrar los ojos más bellos del mundo, luego correr hacia ella, en cámara lenta como en las películas, abrazarnos, luego almorzar juntos, mas tarde amarnos y partir. Soñando; fue así como se me pasó la tarde y ya estaba puntual para ser recogido dejando mis sueños allí, en una esquina de Santiago".
Víctor Díaz Caro, "Alonso"
Cerca de la medianoche del día 28 llegó Cecilia Magni Camino, la "comandante Tamara", encargada de conseguir los vehículos y las casas para la operación. Sólo algunos pocos de los que estaban allí conocían el cargo que ella ostentaba: integrante de la Dirección Nacional del FPMR. La joven se presentó junto a César Bunster, hijo de Álvaro Bunster, ex embajador de Allende en Inglaterra. Este fue quien arrendó los vehículos que se utilizaron en la emboscada, así como la casa en La Obra que se usó como cuartel general.
"Tamara" les indicó a los combatientes que deberían salir de la casa para efectuar un pequeño recorrido. Al salir los hizo enjuagarse la boca con pisco; "Hay que aparentar que andamos de fiesta", dijo. Apretujados en un jeep Toyota Land Cruiser azul manejado por Bunster tomaron la ruta de San Juan de Pirque, rodeando el río Maipo pasando en dirección a la cuesta Achupallas y El Mirador. -Pónganle ojo porque estamos en zona operativa- habló seria la comandante.
Durante esa noche practicaron posiciones de tiro nocturno, pero sin armas. -Con un palo de escoba al que se le puso una mirilla por la cual apuntábamos a un fósforo prendido y calibrábamos el órgano de puntería- explica un fusilero.
Por la mañana del viernes 29, cerca del mediodía, llego nuevamente "Tamara", esta vez acompañada de "Ramiro". Luego de compartir con el grupo un rato, le ordenaron a "Alonso" que los acompañara.
"Alonso"; "Subimos a una camioneta Toyota azul. Era grande, corredora. Íbamos por el camino La Florida. Ramiro preguntó cómo había pasado la noche, hicimos recuerdos y el reía con Tamara, porque se sabían poseedores del gran secreto. Hice variadas conjeturas y reían. Finalmente me explicaron la nueva misión que asumiría. Iba rumbo a otra casa en donde otro hermano me daría más detalles. Por lo pronto tendría que poner a punto los "medios" que se usarían en la misión. Tamara luego me pidió la opinión sobre la camioneta y si yo creía poder manejarla. En realidad la Toyota era un monstruo con tracción de cuatro ruedas y su velocímetro indicaba más de 200 kilómetros por hora".
Al llegar a Las Vizcachas, y tras la fachada de un pequeño local de venta de empanadas, se encontraba uno de los enclaves que el FPMR había acondicionado para la operación. En la trastienda y en perfecto orden se encontraban cuatro fusiles M-l6 dispuestos con sus cargadores y, al lado de ellos, un túnel. "Bajé, y me cambié de ropa, -continúa "Alonso"- ya que era bastante espacioso, allí habían alineados otros veinte M-l6. Luego bajó un compañero, me saludó y me dijo: "Soy Milton, debemos poner a punto todo este armamento, limpiarlo, engrasarlo, y además debemos hacer granadas caseras. Tenemos ocho horas". Nos pusimos a trabajar y limpiamos uno por uno los fusiles, revisamos y los cargadores. Buscamos muestras de óxido o cualquier otra cosa anormal. Todo fue controlado, menos el dolor de cabeza que cada vez era más insoportable, debido a los gases que emanaba la gasolina. El aire se hacia irrespirable, más aún cuando abrimos una bolsa de amongelatina y empezamos a confeccionar las granadas caseras. Aún seguíamos sin saber para que nos preparábamos. A las 10, lo único que queríamos era que nos cortaran la cabeza. Teníamos ganas de vomitar, mareos, en fin, era un suplicio moverse, y dar un paso. Pero ya la tarea estaba cumplida: todo revisado, limpio y seco. Luego, se nos ordenó sacar los bolsos en que habíamos embalado el armamento".
Cerca de las 23 horas y cuando ya había una espesa niebla, llegó el "comandante Ernesto" en un vehículo. Ahí se cargaron los fusiles. Al cabo de media hora y con un trayecto que se vio dificultado por la espesa niebla, llegaron a la casa de La Obra 0235.
Esta era una verdadera mansión: con piscina, canchas de tenis, amplios jardines, inmensos ventanales, y terraza. En su estacionamiento había una Toyota azul doble cabina, otra Toyota azul grande, la Land Cruisser, un Peugeot Station verde con una casa rodante y finalmente un Datsun Bluebird. Rápidamente bajaron las armas y en cinco minutos estaban todas desplegadas en el piso de una de las habitaciones. Rato después, fueron llegando los combatientes que debían pasar por la pieza a retirar sus medios.
A las tres de la madrugada y teniendo la confirmación de que todo estaba en regla, se entregaron los turnos de las guardias. "Alonso" y "Milton" (Arnaldo Arenas Bejas) fueron relevados de esa función ya que no podían estar en pie.
Arnaldo Arenas Bejas, "Milton"
"Alonso"; "Despertamos cerca del mediodía del sábado 30. Cuando abrí los ojos tuve una agradable sensación: el dolor de cabeza y todos los malestares habían desaparecido. A mi lado, Milton también despertaba. Sonrió y me dijo: "la media voladita que nos pegamos". El resto de los hermanos nos miraron y sonrieron. Fue lindo ese despertar. Cada uno con su "M" en silencio, esperábamos. Nos duchamos y nos llevaron un contundente almuerzo, pero nadie quería comer. Tamara cariñosamente nos dijo: "Niños, coman. Hay que estar fuertes. Además Lili se los preparó con mucho amor". Dicho esto, vimos aparecer a una compañera que muy sonriente nos dijo: "Yo soy la encargada de que ustedes coman bien, y si no lo hacen, la Señora aquí presente me va a regañar".
Lili era quien cumplía la misión de ser la empleada de la casa, y que la "Señora" (Tamara) había llevado de su propia casa para que la atendiera. Cumplía también el papel de verse cortejada por don Marcelino, algo así como un mayordomo que tenía la vivienda. Esa era la fachada que allí funcionaba a la perfección. A medida que transcurrían las horas, todo el silencio se convertía en tensión. Los fusileros comenzaban a elucubrar y la mayoría deseaba saber cuál era el motivo para que cada uno tuviera un fusil M-l6 en sus manos y suficiente munición como para ir a una guerra.
De pronto, cerca de las 16 horas llegaron los jefes de grupo, "Jorge", "Ernesto”, "Tamara" ,"Ramiro" y "Joaquín". Inmediatamente todos se pusieron de pie y formaron una escuadra.
Mauricio Arenas Bejas, "Joaquín",uno de los jefes de grupo
"Jorge" se presentó al primer contingente y les dijo: "Soy Jorge y estoy a cargo de este grupo". Los ordenó en la formación: "Milton", "Javier", "David", "Alonso" y "Víctor". Y prosiguió: "Ahora el comandante Ernesto nos planteará la misión".
En ese momento "Ernesto" tomó la palabra: "Hermanos, ustedes forman parte de un grupo especial de combate del FPMR con una misión encomendada por la Dirección Nacional, que recoge el justo sentir de nuestro pueblo de hacer pagar con la vida al tirano Pinochet estos largos 13 años de miseria, tortura y desaparecidos. Será la Operación Siglo XX. Le haremos una emboscada de aniquilamiento".
"Alonso" recuerda; "Desde ese momento fue como si ya no lo escuchara. Sólo sentí un nudo en el estómago y los ojos se me llenaron de lágrimas. Y si yo hubiese mirado hacia el resto de la formación, estoy seguro que a mis hermanos les ocurría lo mismo. Cuando Ernesto terminó, ya sabíamos cuál era nuestra honrosa misión".
Ese día Pinochet ya había subido y descansaba en El Melocotón. En tanto, los jefes se retiraron para entregarle la misión a los otros grupos en sus respectivas habitaciones.
"Jorge" se quedó: "Bien, hermanos, nuestra misión específica es ser el grupo de choque, es decir, parar la comitiva del Tirano bloqueando el camino con una casa rodante, posterior al paso de los motoristas. En esa casa rodante estará Milton acompañado de Javier, debidamente enmascarado y disfrazado de Javiera. Ellos serán una pareja que observa el paisaje. A la orden de Jorge, Milton cruzará la casa rodante, luego de lo cual Jorge, en medio de la ruta y con su LAW desplegado, abrirá fuego sobre el primer auto de la comitiva e inmediatamente, ante cualquier resistencia, el resto de los compás: Milton, David y Javier, dispararan contra el primer auto. Abren fuego inmediatamente que vean a Jorge con el LAW para cubrirlo. Darío estará en una pequeña altura al frente del Mirador en la ladera del cerro con su LAW también desplegado y su ‘M' listo. Apuntará también sobre el primer auto, si aún no es destruido. Alonso conducirá la Toyota Land Cruisser y después de dejar a los combatientes en el Mirador, regresará unos ochenta metros y en un terraplén que allí hay, se estacionará. Su misión, además, es interceptar al primer motorista. Debe abrir fuego siempre y cuando haya comenzado el combate principal. Si actúa a destiempo, el motorista puede alcanzar a avisar. Si es preciso que el motorista se pase, lo deja. Eso puede traernos complicaciones, pero si cumplimos el objetivo, ya nada importará. Víctor estará estacionado en el terraplén. Da cuenta del segundo motorista. La distancia entre esos dos es de treinta a cuarenta metros. Resumen: los encargados de los vehículos de retirada garantizan la retaguardia del resto del grupo de choque".
"Jorge" hablaba tranquilo, transmitiéndoles a todos una inmensa seguridad. Ya cada grupo había recibido sus misiones específicas. Todas las dudas fueron expuestas y recibidas las debidas respuestas. Luego los jefes salieron a esperar la señal de que Pinochet bajaba. Cada uno de los combatientes, en silencio, recién comenzaba a tomar real conciencia de la importancia de la misión que se les encomendaba.
Héctor Maturana Urzúa era el más joven del grupo, con tan solo 17 años. El era "Javier"; "Cuando nos avisaron que era el ajusticiamiento al tirano me relajé y pensé en mi familia y en las personas que yo quería y con las cuales ya tantas veces habíamos hablado sobre el tema. Cuando se habló de una emboscada pensé que era algo que estaba más a nuestro alcance".
Héctor Maturana Urzúa era "Javier"
En la primera habitación, "Milton" se tendió sobre la cama, "Javier" se tendió en el piso alfombrado, "David" se sentó en una silla en una esquina de la pieza, "Víctor" apoyó su espalda en la pared y "Alonso" se sentó en el piso apoyando la espalda en la cama. Los minutos se hacían interminables. Dieron las 18.30, las 18.45 y no había señal. Hasta que tuvieron la certeza de que Pinochet no bajaría.
"Alonso"; "Recién ahí bajó un poco la presión y pudimos reírnos al ver a Javier como Javiera. La música volvió a la casa y pronto hizo hambre. Cada grupo seguía en sus habitaciones y hasta ahí llegó Lili con una rica comida y con bebidas. Mientras comíamos, nos lanzábamos algunas tallas, digamos, un tanto macabras para cualquier mortal. Salió la de la última cena con el "¿Seré yo, Señor?", otras como "¿A quién le piace un allegretto?", o la de Javier; "Si quedo tirado, favor de sacarme el rimel". Se rieron de mi corbata negra y delgadita de los años cincuenta (recuerdo de mi padre). También recuerdo que nos molestaban las yemas de los dedos porque nos habíamos puesto la "Gotita" que servía para no dejar ninguna huella".
Después de la comida se dieron las indicaciones sobre las guardias. "Alonso" fue designado de dos a tres de la madrugada, así es que se acomodó para dormir; "A decir verdad, traté de dormir, pero se agolpaban en mi mente millones de cosas hechas y por hacer. Comenzaron los recuerdos, los inicios en el Frente, los hermanos caídos, mi padre desaparecido, el sufrimiento de mi madre y hermanas, mi hijo, inocente testigo de tantos sacrificios como los hijos de mis hermanos que trataban de conciliar el sueño junto a mí. A las dos fui despertado. Tomé el fusil y acomodé en una sobaquera un 38 especial que me entregó el compañero saliente de guardia. La casa estaba silenciosa. Cerca de las tres de la mañana vi una luz roja que pasó en silencio por fuera de la casa. Rápidamente otra y otra. Conté cuatro o cinco. Pensé: "La comitiva". Y me contesté que no podía ser, pero mis temores se ratificaron a media mañana".
La levantada fue temprano. Ahí se entregó como única novedad lo que "Alonso" había visto cerca de las 3.00 AM. Al mediodía ya estaba claro lo que había ocurrido. Esa madrugada había muerto el ex presidente Jorge Alessandri y Pinochet debió bajar a una hora desacostumbrada para asistir a los funerales. La operación debería postergarse para el siguiente fin de semana.
El problema que ahora se presentaba era la forma de mantener un grupo tan numeroso de personas sin levantar sospechas en los vecinos de la casa. Una ingeniosa estrategia no tardó en aparecer; "Nos anunciaron que al otro día saldríamos temprano, y que lleváramos cruces y biblias porque íbamos a convertirnos en Schoenstatianos. Los jefes nos citaron a las 7 de la tarde a las puertas del Pueblito del Parque O'Higgins", dice "Alonso" pensando en la escena.
Efectivamente, ante el riesgo de mantener al contingente acuartelado en la Casa de Piedra, el "comandante Ernesto", ante la propuesta de "Alejandro", quien había sido seminarista de la congregación de Schoenstatt, decidió que a contar del lunes por la noche los fusileros serían un grupo de fervorosos aspirantes a religiosos ubicados en la Hostería Carrió, cercana a San Alfonso.
Las instrucciones fueron impartidas; deberían evacuar la casa por grupos, agachados en los vehículos, temprano en la mañana del día lunes 1 de septiembre. Volverían a Santiago por ropa deportiva acorde a un retiro espiritual y deberían traer una Biblia, crucifijos y póster religiosos. Se reencontrarían a las 19 horas en el paradero de los buses al Cajón del Maipo, en una de las entradas del Parque O'Higgins.
Puntualmente todos los combatientes volvieron a reunirse durante la tarde, cada uno con su Biblia y un bolso, en ese paradero. "Ramiro" y "Joaquín" los esperaban.
Cuando llegaron a la Hostería los esperaba el compañero-hermano "Jorge" con las reservaciones hechas. Se acomodaron de a dos por habitación y bajaron a comer. Ya en una larga mesa dispuesta para los jóvenes seminaristas y cuando algunos ya tenían el servicio en las manos, un fuerte carraspeo de "Alejandro", que se encontraba de pie, llamó la atención de todos. Comenzó a hablar con voz solemne y pausada: "Hermanos, pongámonos de pie y demos gracias al Señor". Todos se miraron, y se insinuaron algunas risas, pero al ver el recogimiento de "Alejandro" y al dueño de la Hostería que observaba atentamente ese cuadro, la habitación se lleno de una gran seriedad. Pese a ello constantemente los jefes debían llamar a los "seminaristas" al orden, sobre todo por el vocabulario que empleaban.
"Alonso" reconoce; "Muchos podrán pensar en la falta de respeto que cometíamos, pero a decir verdad nos compenetrábamos en nuestro papel, ya que de eso dependía la secretividad de la misión y lo hacíamos con un profundo respeto. Compartí habitación con Milton y nos pusimos a colgar los pósters que llevábamos cada uno en la cabecera. Esa noche fría en los faldeos cordilleranos nos hizo retroceder hasta la época de la Independencia. Era de nuevo Manuel Rodríguez, disfrazado de Franciscano, durmiendo cerca de la casa del tirano Marcó del Pont. Soñamos con los Húsares de la Muerte, tropa fiel de Manuel Rodríguez".
La mañana del martes 2, a pesar de ser fría, trajo consigo un sol maravilloso. Luego del aseo personal el grupo bajo a desayunar. Nuevamente, "Alejandro" hizo dar gracias por el pan de cada día. La ceremonia fue mucho más expedita y más real que el día anterior. Ya todos habían asumido su papel. O al menos eso pensaban, ya que hubo un momento en que, a media mañana, los fusileros descubrieron que en el subsuelo de la Hostería había una mesa de pool. En un abrir y cerrar de ojos todos estaban en parejas jugando, y el lugar se llenó con humo de cigarrillos y fuertes risas. Por supuesto el lenguaje era acorde a una salón de pool. Transcurridas algunas mesas, dos de ellos subieron a buscar refrescos y cuando regresaron informaron que desde el primer piso se escuchaba todo y lo que menos se podía pensar era que allí hubiese seminaristas en retiro espiritual. Ahí se acabó el juego. "De allí en adelante salíamos al patio a tomar el sol y leer la Biblia, concientes de que cualquier pequeño error nos podía hacer fracasar en nuestra misión, ya que sabíamos que constantemente la CNI chequeaba los alrededores", explica "Alonso". Y no se equivocaba.
"El día miércoles al mediodía -continúa "Alonso"- llegó una pareja a hospedarse. Almorzaron en una mesa contigua a la nuestra. Observaron nuestro ritual del almuerzo y posteriormente intentaron sonreír con nuestro juego de adivinar películas que realizamos en el patio de la Hostería. Cerca de la hora de once subí al baño del segundo piso y al salir me encontré a boca de jarro con el tipo que nos había estado observando. Muy amablemente me metió conversa. En la práctica me interrogaba. De qué grupo religioso éramos. Cuál era nuestra fe. Si nos había salido muy caro el hospedaje. Con toda la tranquilidad y seguridad que pude sacar respondí, también amablemente, a sus preguntas. Ahí me di cuenta de que manejaba bien la leyenda, para finalmente dejarlo invitado a nuestro Santuario del paradero 14 de Vicuña Mackenna, hacia la cordillera. El tipo entró al baño y bajé. Discretamente le informé a Ramiro".
Por las dudas y como precaución la orden fue evacuar antes de lo previsto la Hostería. El jueves 4 por la mañana, "Ramiro" bajó a la casa de La Obra para preparar el regreso. Volvió a la hora de almuerzo. Deberían estar en Las Vertientes -unos kilómetros antes de la casa- a las 19 horas. Allí los esperarían dos vehículos. Debido a las protestas que se desarrollaban desde el día anterior José González, hijo del dueño de la Hostería, se ofreció a llevar al grupo hasta Las Vertientes. Allí fueron recogidos por César Bunster y llevados a la casa de La Obra.
"Alonso"; "Ya estábamos de nuevo al lado de nuestros fusiles, más convencidos aún, más grandes aún. La espera no había sido en vano. Sabíamos que lo que haríamos podía cambiar la historia de nuestro país y estábamos dispuestos a afrontar la responsabilidad. Escuchábamos las noticias del Paro. En algunas poblaciones se combatía fieramente y eso nos daba mayor coraje".
Amaneció, vino el desayuno y alguno que otro juego para relajar los nervios. Se organizaron torneos de ping pong, "gallitos" ínter-grupos, y olimpíadas de ajedrez, mientras otros preparaban empanadas de horno. Sin dejar de estar alertas, la casa bullía de alegría silenciosa, mientras don Marcelino arreglaba los inmensos jardines, refunfuñando por la forma en que la "Señora" se lo había ordenado. "Tamara", muy enérgica, lo controlaba cada cierto rato, con un gran dejo de pena interior, por lo que algunos le escuchaban decir: "Pobrecito, Marcelino".
Esta no sería su única pena interna, pues la Dirección del FPMR había decidido que "Tamara" ya no combatiría físicamente con el resto, pues se le había encomendado responsabilizarse de todos los aseguramientos post "Operación Siglo XX"; comunicaciones, casas de seguridad, clínica en caso de heridos, documentación, etc. Disciplinadamente, pero muy a su pesar, le había entregado el mando del Grupo de Asalto Nº 2 a Julio Guerra Olivares, "Guido".
Julio Guerra Olivares, "Guido"
Pero las anécdotas no paraban de sucederse. Uno de los combatientes recuerda; "El día sábado 6, don Marcelino tendría permiso dos días. Se alegró muchísimo y antes de irse hizo un amarre con nuestra Lili para ir al cine el domingo a la Vermouth. Más contento aún se fue. Eso para nosotros significaba un problema menos. De pronto, el teléfono. Tamara contesta, vuelve y nos dice que viene en camino Lorenzo, el dueño de la casa. Nos da las instrucciones, en caso de que él descubra algo nos veremos obligados a reducirlo y maniatarlo. Todo queda claro y nos concentramos en dos habitaciones. El resto estará todo abierto. La visita transcurre normal. En el living comparten un aperitivo, luego salen la "Señora" (Tamara), su marido (César) y Lorenzo. Se sientan al borde de la piscina a conversar. Tamara explica el por qué de la piscina seca. Señala la intención de pintarla, mientras nosotros debíamos luchar por aguantar la risa. El papel de joven matrimonio, el trato entre ellos, tan amorociento, no dejaba de causarnos risa, a pesar de que estábamos tensamente alertas. A medida de que transcurría el diálogo, la tensión bajaba, ya que todo dejaba ver que se iría pronto. Se le invita a almorzar - no lo queríamos creer - ya que vendrían más invitados. "No gracias. Los dejo solos para que atiendan a sus amigos". ¡Uf'! ¡Que alivio, ya se fue!".
Una nueva situación de tensión se vivió durante el almuerzo, cuando repentinamente el grupo de jefes irrumpió al unísono en cada habitación con un: "¡Ya viene!". Solo tardaron dos minutos en tener todo listo y estar en perfecta formación esperando la orden de salida. Entró "Ernesto" y aclaró que todo había sido un simulacro y que podían continuar en calma. Pero el almuerzo ya no sabía lo mismo. La tarde continuó lenta y a las 19.00 se tuvo la certeza de que el domingo sería el día.
Ese domingo 7 de septiembre amaneció despejado, augurando la llegada de la primavera. Los combatientes apenas habían almorzado, pues el alto nivel de adrenalina les había inhibido el apetito. Desde ese momento solo restaba esperar. En unas pocas horas las vidas de todos ellos cambiarían para siempre. Ya nadie estaba para bromas. Todo era concentración. Todo estaba previsto. Cada combatiente conocía incluso el lugar físico en donde se ubicaría -había sido revisado la noche anterior en un pequeño paseo a la cuesta misma-, ya "Javier" había vuelto a ser "Javiera", esta vez con mayor dedicación que la semana anterior. Todos los detalles se habían pulido casi hasta la perfección.
"Alonso" recuerda; "Jorge nos hizo salir y formarnos en el largo pasillo de la casa. Cada uno de los Jefes hizo lo mismo con sus grupos. Formamos una larga línea en posición firmes, y cada uno con su fusil en sus manos quedamos de frente a Ernesto y Tamara. El silencio se hizo y Tamara echó a andar una grabadora; "Trabajadores de mi Patria, tengo fe en Chile y su futuro. Superarán otros hombres este momento gris y amargo". Allende nos hablaba; ya no era el nudo en el estómago ni las lágrimas nublando nuestros ojos. ¡Mierda, Pinochet, hijo de puta! Cuánto dolor y sentí cómo nos corrían las lágrimas por nuestras mejillas. Apostamos firme nuestros fusiles contra nuestros pechos. Quisimos gritar ¡Milicos traidores!. Gritábamos en nuestros corazones y Ernesto, con emoción contenida: "Hermanos: somos esos otros hombres de los cuales habló Allende. Ya no es sólo el metal tranquilo de su voz sino también el metal de las nuestras. Si es preciso morir por terminar con el tirano, ¡Adelante! La historia cambiará y será ella la que sitúe la gesta de Allende y nuestra acción de Patria Nueva en el sitial de honor que corresponde".
El sonido del teléfono cerca de las 18:15 cortó el aire de tensa espera en la Casa de Piedra. La ciudadana suiza Isabel Mayoraz alertaba al "comandante Ernesto" que la comitiva del general Pinochet pasaba por San José de Maipo en dirección a Santiago. Desde la ventana del segundo piso de la Hostería "Inesita" tuvo la vista perfecta para cerciorarse de que estaba en lo correcto. -¡Vamos!- gritó el comandante.
"Marcos al igual que otros agarró el bolso repleto con los fusiles, otro una bolsa de supermercado conteniendo granadas", señala "Alonso". "Tamara estaba en la puerta deseándonos suerte".
"Mientras abordábamos los vehículos, pude ver a la Lily llevándose las ollas donde cocinó para nosotros durante esas semanas", cuenta Fabiola. La vio alejarse junto a "Tamara". "Las dos lloraban a moco tendido", recuerda.
Hubo un tiempo preciso para tomar ubicaciones. "Ernesto" recalcó: "Dos motos, cinco autos, ya salió el grupo de Joaquín". "Ramiro", de mayor experiencia que "Alonso" le ofreció chicle y le preguntó cómo estaba. -Bien- atinó a decir.
El primer vehículo en salir de la parcela fue la camioneta Toyota Hilux del Grupo de Retaguardia, conducida por "Joaquín", seguida por el jeep Land Cruiser conducido por "Alonso", en que iba el grupo de asalto N° l y el "comandante Ernesto". Luego el Nissan Bluebird beige, conducido por "Víctor", del grupo de asalto N° 2 y finalmente el Peugeot Station con la casa rodante conducido por "Milton", que haciendo un mal cálculo golpeó una hoja del portón, hasta que maniobrando pudo salir correctamente.
Por la mente de "Alonso" desfilaban las ideas; "Yo pensaba como todos: "Aquí vamos". Me imaginaba cómo serían los famosos comandos, y recordaba al Tirano, su cara, y me concentraba aún más. Recordé los compromisos que habíamos hecho; si estas gravemente herido y puedes mantenerte, yo te saco, nadie de nosotros quedará ahí tirado con vida, no permitiremos que se ensañen con nuestros heridos. No olviden los pitazos de retirada. Del lugar mismo estábamos a menos de un minuto".
"Fabiola", la única mujer del grupo, viajaba en silencio; "Cuando uno espera algo que desea mucho, pero que de alguna manera no quiere que ocurra, porque sabe que en ello se le va la vida, se produce una contradicción compleja. Sólo el compromiso político-ideológico y la confianza en nosotros mismos, nos permitió superar esa contradicción. La tarde de aquel domingo, sabíamos que cuando llegáramos a ese lugar ya no habría vuelta atrás".
"Alonso"; "Llegamos a la zona del Mirador y todos comenzaron a subir el cerro, cada uno con sus bolsos deportivos, a su posición establecida. Vire en U y vi venir a Milton junto a Javier-Javiera. Me saludaron. En la casa rodante iba Jorge con David. Mientras di la vuelta, vi que ambos se bajaron, Milton continuó y el resto de mis compañeros se perdieron en la ladera del cerro. Salí de la ruta, me bajé y subí al terraplén de una antigua línea férrea. Cerca había una iglesia evangélica en la que se podía oír que estaban en asamblea. Ya en nuestras posiciones Marcos fue dejando los fusiles de cada uno en fila y detrás de él otro compañero iba poniendo en el piso las granadas de mano que traía en la bolsa".
La "Operación Siglo XX", tendría su punto culmine aquella tarde de septiembre de 1986, en la cuesta Las Achupallas, en el Cajón del Maipo. Cuatro grupos de frentistas perfectamente distribuidos en las laderas de los cerros circundantes a la carretera se aprestaban a disparar sobre la comitiva de Augusto Pinochet.
El primer grupo denominado de "Contención y Choque", tenia como misión bloquear el avance de la comitiva y estaba a cargo de Rodrigo Rodríguez Otero, "Jorge", acompañado de Arnaldo Arenas Bejas, "Milton", Héctor Maturana Urzúa, "Javier", y Cristian Acevedo Mardones, "David".
El segundo grupo era el "Grupo de Asalto Nº 1", y su misión era disparar sobre la comitiva. Era comandado por Julio Guerra Olivares, "Guido", secundado por Adriana Mendoza Candia, "Fabiola", Lenin Peralta Véliz, "Oscar", y otros dos frentistas; "Juan" y "Rodrigo".
El tercer grupo también era de "Asalto"; estaba a cargo de Mauricio Hernández Norambuena, "Ramiro", y lo conformaban además Jorge Angulo González, "Pedro", Alexis Soto Pastrián, "Marcos", y otro militante identificado solo como "Fabián".
El último contingente se denominó "Grupo de Retaguardia" y estaba a cargo de Mauricio Arenas Bejas, "Joaquín", secundado por Juan Ordenes Narváez, "Daniel", Juan Moreno Ávila, "Sacha", y un frentista de nombre político "Alejandro".
El "comandante Ernesto" se ubicó unos metros sobre los dos grupos de asalto, portando un fusil M16, y un lanzacohetes Low, en tanto, los conductores de los vehículos; Víctor Díaz Caro, "Alonso", y Héctor Figueroa Gómez, "Víctor", actuarían en las inmediaciones del lugar.
"Fabiola"; "Cada combatiente tenía un fusil M-16 con varios cargadores, granadas caseras de amongelatina con abundantes esquirlas, además de lanzacohetes Low. Nos vestimos con ropa de calle y buzos encima para no ensuciarnos en el lugar. La idea -en el remoto caso que alguien sobreviviera- era romper el cerco y lograr la normalidad en las calles de Santiago. Partíamos de la base que la escolta de Pinochet, compuesta por fuerzas de élite ofrecería una resistencia férrea. Para sorpresa nuestra, todo fue muy diferente".
"Javier", quien se encontraba vestido de mujer, recuerda; "En mi disfraz improvisado guardaba mis cargadores de treinta tiros y mi fusil listo para comenzar. Mi misión era atacar la comitiva por la derecha, al lado del mirador, ya no había nervios, sólo quedaba enfrentar y asumir".
A las 18.30 hrs. de esa tarde el grupo de "Contención", "Retaguardia", más los dos de asalto ya estaban en sus posiciones. "Alonso" se parapetó al igual que los demás miembros de los dos grupos de asalto; "De pronto abajo, a lo lejos se ven unas balizas, y pensé ¡Cresta la primera moto!. Tomamos posiciones. Víctor corre con su fusil SIG. Yo tengo mi M-16, apuntamos a la primera moto. Jorge se para en medio de la calle. Detrás de él Milton cruza la Peugeot con la casa rodante. Jorge apunta su LAW al primer vehículo escolta y su memoria auditiva registra un instante que la da la orden de apretar el disparador. Más de veinticinco M-16, manipulados a una sola orden. ¡¡¡Tac!!!, y Jorge solo frente al mundo con un lanzacohetes que no funciona, vuelve a apretar el disparador. Ya no hay tiempo. Milton y Javier lo cubren disparando sus fusiles. Yo tengo en la mira al primer motorista, pero no escuchaba los disparos. Ya casi frente a mi, ya yéndose, empiezo los tiros, apunto más adelante, yo disparo, él acelera, lo veo que zigzaguea, Víctor me grita que se le trabó el fusil. Corro un poco, apunto, disparo, son cuarenta o cincuenta metros y veo que el segundo motorista se sale de la ruta, entrando con moto y todo en un pequeño restaurante ubicado a un costado de la calle. Atrás todo es tiros y explosiones y nadie del enemigo combate".
Infografía del atentado
El primer automóvil de la comitiva, un Chevrolet Opala conducido por el sargento Luis Córdova se detuvo con el chofer muerto en su interior. El Mercedes Benz donde viajaba Pinochet y que seguía al Opala inició el retroceso.
"Rodrigo", integrante del segundo grupo de asalto, apuntó su fusil al vehículo que escapaba; "Cuando lo rafagueo, el tipo por la puerta lateral respondió, vacié el primer cargador y volvió a responder, obligándome a correrme un poco. De reojo podía ver algo como se desarrollaba el combate. Una de las cosas que más me extrañó fue ver a Ernesto y Ramiro disparando de pié, lo que me dio confianza para arrodillarme", señala.
Uno de los cohetes, lanzado por "Ramiro" golpeó en el techo de otro vehículo y lo partió como un abrelatas. En tanto, el jefe de la escolta presidencial, Roberto Mc Lean, se arrojó hacia el precipicio, mientras las balas y las granadas caseras seguian cayendo como lluvia.
"Alonso" escribiría dos años más tarde; "Todos se desahogan. Se insulta a los "mejores" como nunca los habían insultado. Mientras toma su M-16, Milton ya se cansó de putearles la madre. Jorge los putea más aún y los conmina a rendirse. Desde arriba, un compañero nuestro cree que los escoltas nos hablan de rendición y grita "Nunca, maricón". Se derrumban los Cobras, los Manchados, los cintas negras, los boinas de todos colores. Allí estábamos de igual a igual, nosotros, combatientes del pueblo, armados no sólo con fusiles sino con conciencia revolucionaria, y ellos, los profesionales de la guerra, los acostumbrados a torturar a chilenos desarmados, los buenos para apretar el gatillo siempre y cuando del otro lado no les apuntaran, cagados de miedo, y apendejados hasta lo último".
"Javier" confirma; "De pronto mi jefe me grita "Javier!!, se están tirando por el barranco!!, corre a cubrir el flanco derecho!!!. Salté la baranda del mirador, caí en las zarzamoras, trepé por ellas tratando de hacer puntería en los soldados que se rajaban del combate. No vendrían de vuelta, eso era seguro pensé, así que volví a la carretera".
Cuando esto ocurría, el grupo de Retaguardia abrió fuego contra un vehículo de carabineros que controlaba el flujo vehicular y que, al oír los primeros disparos, se dirigió hacia los hechos. Los dos carabineros quedaron heridos. "Joaquín", líder del grupo de retaguardia, vio maniobrar al último vehículo de la comitiva y disparó su LAW. El cohete dio en el techo, a un costado del vehículo, sólo hundiendo el blindaje del Mercedes. El segundo cohete no salió.
Inmediatamente ordenó al resto del grupo bajar a la carretera y descargan sus fusiles sobre el vehículo. Le metieron algunas granadas que estallaron remeciéndolo apenas. Una de las detonaciones levantó a "Joaquín" haciéndolo caer sobre el Mercedes en el que viajaba Pinochet. Este golpeó a la camioneta del "Grupo de Retaguardia" que le cerraba el paso y girando en U logró escapar raudamente.
El automóvil de Pinochet enfiló desesperadamente de vuelta al Melocotón. El combate había terminado. A las 18.41 hrs. de esa tarde, el "comandante Ernesto" haciendo sonar un silbato, dio la señal que indicaba la retirada del grupo.
Fabiola; "Recuerdo el momento previo a la retirada cuando el comandante Ernesto nos ordenó no rematar a los escoltas heridos. Era un soldado con un profundo sentido del honor militar, incapaz de asesinar a alguien indefenso".
La "Operación Siglo XX" costaría la vida de cuatro escoltas presidenciales, pero no conseguiría su objetivo principal: acabar con la vida de Pinochet, quien milagrosamente escaparía ileso.
"Alonso"; "Hasta ese momento solo el grupo de Joaquín sabía que un vehículo se había ido. Todos los demás creíamos haber cumplido con éxito la misión. Subimos todos a los vehículos y salimos en caravana".
 El escape, según la reconstitución de los hechos
Los frentistas, simulando ser agentes de la CNI que evacuaban heridos y ayudados por la ineficiencia de los controles policiales, lograron escapar rumbo a Santiago sin ninguna baja en sus filas.
Sobre la huida, "Alonso" describe; "Pusimos balizas sobre el techo, una sirena policial y los fusiles con sus cañones afuera. Los minutos eran eternos. Tres, cuatro, cinco o seis, no recuerdo. Íbamos a ciento cuarenta, o ciento cincuenta kilómetros por hora. Nos aproximamos al Retén de Las Vizcachas, a sabiendas de que el primer motorista ya los había alertado. Cada uno de nosotros, conciente del nuevo combate que se nos venía, como podía recargaba sus armas. Los pacos tenían la barrera metálica atravesada en el camino y vestidos con casco de acero, chalecos antibalas, y con sacos de arena formando trincheras. Pude ver al motorista que se pasó. De repente un paco corrió y levantaron la barrera, nos saludaron, y pasamos a toda velocidad. No lo queríamos creer. El engaño funcionó. En el camino nos cruzamos con los radiopatrullas, los autos de la CNI, del GOPE, y algunos se detenían, obligados, a la vera del camino para abrirnos paso. Nosotros seguíamos contando kilómetros y vehículos con sirena, eran más de treinta. Había que salir de ese camino y sólo se podía por una calle de tierra que daba al 24 o 25 de Vicuña Mackenna. Entré a toda velocidad a una bencinera ubicada allí, buscando la salida a la calle lateral, por donde habían doblado mis compañeros. Al cabo de unos minutos ya estacionaba la camioneta en el 25 de Vicuña. Todos se bajaron. Ramiro se quedó conmigo, al último. Cerramos y saqué la Biblia con un póster de Jesucristo que me había acompañado durante la semana. De ahí nos fuimos rumbo a nuestras casas. Demás está decir lo que sentimos esa noche, al ver al tirano por televisión".
Pinochet minutos después del ataque
Una Nueva Falla
La emisión normal de TVN fue interrumpida. Por breves segundos salió al aire un insólito mensaje que no fue entendido por la mayoría de los chilenos, que al anochecer seguían impactados los pormenores de lo ocurrido aquel domingo 7 de septiembre de 1986.
-Cítase al club deportivo Papillón a su sede- repitió una voz en off en dos ocasiones consecutivas.
El llamado fue comprendido por los temidos comandos "Cobra" del ejército, quienes rompieron sus rutinas y se trasladaron de cualquier forma hasta la residencia presidencial del Melocotón. Eran aproximadamente las 19 hrs. y Augusto Pinochet estaba inquieto tratando de explicarse lo que había pasado 20 minutos antes.
En España, el folclorista chileno Patricio Manns daba a conocer lo sucedido a las agencias internacionales de noticias. Actuando como vocero del FPMR informó que ese movimiento había atentado contra el entonces Comandante en Jefe del Ejército con el fin de darle muerte.
Entretanto los autores de la emboscada descendían velozmente hacia Santiago. Viajaban a bordo de vehículos semejantes a los que usaban las fuerzas de seguridad, con balizas en movimiento, y las armas en ristre. Por ello habían logrado hábilmente burlar las barreras de seguridad y escapar. Llegando a La Florida, cambiaron las ropas, ocultaron los fusiles y uno a uno fueron descendiendo de los vehículos en fuga para dirigirse a casas de seguridad previamente establecidas. La "Operación Siglo XX", cuidadosamente urdida por la cúpula del FPMR, había fracasado.
Esa tarde, casi la totalidad de la Dirección Nacional del FPMR se encontraba acuartelada en una casa cercana a avenida Cristóbal Colón con Manquehue, en plena comuna de Las Condes. La mayoría de los dirigentes reunidos allí nada sabían de la operación del Cajón del Maipo. Sabían que algo importante estaba en marcha, por algo estaban ahí, pero pocos conocían la razón exacta. "José Miguel", su líder máximo, había optado por restringir el secreto para evitar filtraciones.
El misterio comenzó a develarse cerca de las ocho de la noche, cuando un extra de Televisión Nacional interrumpió la transmisión habitual para dar la noticia. Pinochet y su comitiva habían sido víctimas de un "ataque terrorista".
Luego de conocido el desenlace, en esa casa de acuartelamiento el ambiente era lo más parecido a un funeral, como relataría un testigo. José Miguel apenas hablaba, Daniel Huerta, Arturo, Aurelio, Benito y otros comandantes comentaban entre ellos lo sucedido. Solo Aureliano, conocido por todos como "Bigote" se atrevió a maldecir en voz alta. Estaba furioso, sobre todo al momento en que Pinochet apareció en televisión desmintiendo su muerte.
- Conchadesumadre, yo debí haber estado ahí, a mi el viejo no se me escapa, gritó Bigote frente a la imagen de Pinochet .
En Harare, Zimbabwe, Fidel Castro finalizaba su participación en la XIII Cumbre de Países No Alineados. De regreso a Cuba, hizo una corta escala en Belgrado, Yugoslavia. El escritor cubano Norberto Fuentes, quien viajaba con el comandante en jefe, recuerda que el día 8 la comitiva se hospedaba en una elegante residencia oficial; "Fidel estaba en el segundo piso, conversando con el viceministro Pascual Martínez. Se abrió la puerta y entró el ministro José Abrantes, quien se acercó y le dijo: ‘Comandante, falló la emboscada a Pinochet'. Fidel lo escuchó en silencio y rápidamente se levantó, para ir con Abrantes a un despacho vecino".
Por entonces miembro del entorno más cercano de Castro, Norberto Fuentes afirma que en los días previos a esa escena Castro "estaba obsesionado con matar a Pinochet. Lo repetía y repetía sin parar. Era un tema que se conversaba mucho en los círculos de inteligencia cubanos".
Ahora, durante esa estancia en Belgrado, el hombre más poderoso de Cuba acababa de enterarse que el FPMR no había logrado acabar con Pinochet, pese a que La Habana había apoyado el plan con armas y entrenamiento, además de llevar un fino registro de la preparación de la emboscada.
Rápidamente, la indignación cundió en el gobierno de la isla y en sus organismos de seguridad, donde todas las críticas apuntaron a la "incompetencia" con que se hizo la emboscada de aniquilamiento contra "el tirano chileno". Una apreciación que varios frentistas tuvieron que aceptar.
A juicio de Lázaro Betancourt, el mejor ejemplo de la molestia por el fracaso del atentado es que, luego de ocurrido, no volvió a ver chilenos en los centros guerrilleros cubanos. "A contar de 1987 desaparecieron", cuenta. Y agrega; "Inexplicablemente, a ultimo momento usaron cohetes Low norteamericanos, pese a que disponían de lanzacohetes rusos RPG7, con los cuales habían realizado todo el entrenamiento, los que habrían destrozado el auto de Pinochet. Lo peor es que los RPG7 fueron encontrados intactos por la represión chilena escondidos en cuevas. El otro error de los chilenos fue empezar el atentado con fusilería y rematarlo con explosivos, cuando debió haber sido al revés".
La CIA coincide en la apreciación de Betancourt. En un informe desclasificado de abril de 1988 se consigna: "El intento de asesinato a Pinochet fracasó porque muchos de los miembros del FPMR que participaron en el ataque usaban por primera vez los fusiles M-16. Otra razón del fracaso es que se utilizaron fusiles como primera fuerza de ataque, en vez de explosivos y lanzacohetes".
Los cubanos no olvidarían la derrota del FPMR. En 1996, durante un curso de explosivos en la base Punto Cero los instructores cubanos mostraron un video sobre el atentado a Pinochet, como parte del curso. Entre los asistentes estaba Lázaro Betancourt. "Lo mostraban como el mejor ejemplo de un atentado mal hecho", relata el ex oficial cubano. La cinta incluía una edición de los especiales de prensa realizados en Chile sobre el tema.
La fallida emboscada también produciría profundas molestias dentro de los altos mandos del PC chileno. Luis Corvalán escribió años más tarde; "La posibilidad de que no explotaran dos de los cuatro cohetes es cosa que debía haber entrado en los cálculos. No se tuvo en cuenta que eso pudiera acontecer. Más aún, no se previó la vuelta en 180 grados que hizo el chofer del vehículo de Pinochet y, por lo mismo, no se cubrió la retirada, no se apostó gente para salirle al paso cuando regresaba a El Melocotón. Esto quiere decir que la jefatura militar no estuvo plenamente a la altura de la empresa que acometía. Con todo, la responsabilidad principal está en la dirección política. En primer y último término, en dicha dirección todo debió preverse. Ello exigía de su parte conocimientos militares de los cuales carecía".
José Valenzuela Levi, el hombre a cargo de la emboscada en el Cajón del Maipo, era uno de los más preparados combatientes del FPMR entrenados en Cuba. Por eso, hasta hoy algunos ex compañeros de armas se preguntan cómo pudieron cometerse tantos errores durante la operación, como desobedecer la orden expresa del PC de que militantes sin formación militar no participaran. "Se invitó a gente que no debía haber estado", señala un ex dirigente comunista.
Un ex frentista que se formó con Valenzuela Levi en la Escuela Militar de Bulgaria afirma que la negligencia fue de un equipo de apoyo que no entregó los RPG-7 en estado operativo para la emboscada. El LAW era más moderno, pero requería una más prolija mantención que el RPG-7. Unido al mal cálculo de las ojivas necesarias para batir con seguridad un objetivo, el mal estado de los LAW hizo que un impacto directo al coche de Pinochet no explotara.
Hubo también una deficiente planificación para bloquear la huida del vehículo presidencial, lo que incluso sorprendió a Pinochet: en su retirada, el general se persignó antes de cruzar cada uno de los tres puentes que lo separaban de El Melocotón. "No podía creer que un atentado de esa magnitud no hubiese estado preparado con todo, es decir, con la posibilidad de que retrocediera y, por tanto, que hubiese gente esperándolo para rematarlo, o que hiciera detonar una bomba", contó en 1992 un amigo del ex gobernante a la revista Qué Pasa.
Según un ex fusilero frentista, Valenzuela Levi había planificado minar con explosivo plástico T4 -de origen checo- uno de los puentes, que sería accionado a distancia en caso de que Pinochet huyera. "Pero las cargas no se pusieron por falta de tiempo". De haber sido así, el auto presidencial literalmente habría volado por los aires.
Según el Fiscal Fernando Torres Silva, quien investigó el caso, hubieron muchos aspectos difíciles de creer: "Él (Pinochet) pensó que ahí moría y como tal su intento fue bajarse del vehículo, lo que habría sido fatal. Con lo que no contaron, quienes intentaron matarlo, primero fue con la resistencia de los vehículos. Porque quienes participaron en el atentado y a los cuales interrogué por cientos de horas, me decían ya en un tono de confianza: "Si hasta nos reíamos. Era como en las películas. Uno le disparaba y parecía que las balas no salían". Les disparaban a los neumáticos, y salían las balas para todos lados. Se preguntaban ¿Qué pasa con estos vehículos o qué pasa con las balas?. Ese cohete LAW que le da en el auto a mi general y que no explota, es increíble. Se triza el vidrio y lo milagroso es que no explotó. Ahora, los técnicos dicen: esto no es milagro, sino que se disparó muy de cerca y no alcanzó a armarse el mecanismo interno".
El propio Pinochet también recordó, años más tarde, detalles del atentado; "Yo lo vi cuando me disparó a un metro veinte... un metro y medio... salió un señor de una camioneta con un fusil M-16 y me apuntó. Le vi la cara. Un tipo sudoroso, de pelo corto". Dijo que una vez que el fusilero le apuntó "me disparó con mala suerte para él y buena para mí... porque luego del primer tiro se le viró el fusil, porque en esos fusiles hay que poner la mano encima para que no se levante mucho".
Pinochet dijo tener grabados en su memoria los sucesos ocurridos el 86, y añadió que el frentista disparó un tiro y la ráfaga se fue hacia arriba, solamente perforó un vidrio. Luego recordó que su vehículo dio marcha atrás y logró escapar del fuego cruzado que tres grupos de frentistas disparaban sobre él.
Para Pedro Arrieta, edecán de Pinochet; "El rol del chofer del vehículo fue vital. El era un muchacho joven, era primera vez que manejaba para el general Pinochet y actuó con una sangre fría extraordinaria". El conductor aludido era el cabo segundo Oscar Carvajal Núñez quien marcha atrás y en un espacio reducido, flanqueado por fuego cruzado, logró zafarse del ataque de los frentistas. El ex edecán no dudo en decir que "el general Pinochet está vivo gracias al chofer, a todo el aparataje de escoltas que dieron sus vidas y que permitieron el retroceso del vehículo".
Reaparece El Fiscal
Inmediatamente después del atentado, en Santiago se decretó estado de sitio y toque de queda. Decenas de personas fueron detenidas por la CNI, entre ellos numerosos dirigentes políticos y sociales. La investigación comenzó de inmediato y estuvo a cargo nuevamente del fiscal militar Fernando Torres Silva, quien luego de investigar el asalto a la Panadería Lautaro y la internación de armas de Carrizal Bajo se había convertido en un experto analista del FPMR.
Fiscal Fernando Torres Silva
Las distintas ramas de la policía también se volcaron inmediatamente a la búsqueda de los autores de la emboscada. Los detectives del grupo "Jaguar" ya tenían, por lo menos desde un año antes, algunos datos de importantes miembros del FPMR, labor a la cual se sumó en 1986 el aporte de la Brigada Investigadora de Asaltos (BIA).
Uno de los principales logros de los hombres de "Jaguar" había sido identificar y captar en imágenes a Cecilia Magni Camino, la "comandante Tamara", implicada hasta ese momento en atentados explosivos a torres de alta tensión. También la casa cuartel del FPMR en La Obra no tardó en ser detectada y se procedió inmediatamente a la toma de huellas dactilares y recolección de evidencias.
Luego de un par de días de ocurridos los hechos, la investigación derivó en la identificación de la persona que había arrendado el inmueble de La Obra, pues este había realizado los trámites con su verdadera identidad. Su nombre era César Bunster Ariztía. Lamentablemente para la policía, en ese momento Bunster ya se encontraba fuera del país.
A pesar de ello, la confirmación oficial de la participación de Bunster en la operación vino de Italia, solo diez días después del atentado, y dio la vuelta al mundo en los teletipos de las agencias internacionales. Se trataba de la primera entrevista concedida a un medio de prensa por uno de los frentistas que reconocía su participación en los hechos.
Publicada el 17 de septiembre por el Corriere Della Sera, el entrevistado no dio su nombre, pero sí sus señas: era hijo -dijo- de un destacado político del gobierno de la Unidad Popular que había sido criado en el exilio. Eso y los contratos que firmó en Chile bastaron para que los servicios de inteligencia confirmaran que el entrevistado no era otro que el propio Bunster.
César Bunster Ariztía
Paralelamente en Santiago, la luz que permitió acelerar las diligencias sólo se produjo a casi dos meses de ocurridos los hechos. Hasta mediados de octubre, los agentes del laboratorio de criminalística de investigaciones ya habían revisado más de un millón de impresiones dactilares sin resultados positivos. Solo faltaba revisar los archivos de la CNI. Luego de arduas negociaciones los detectives obtuvieron la autorización, sin dar mayores datos a los agentes de ese servicio de seguridad.
Dentro de estos archivos los detectives encontraron finalmente una huella que coincidía con las encontradas en una botella de Coca Cola en la casa de La Obra. Fue así como a 43 días de ocurrido el atentado los agentes se encontraron en poder de la identidad de uno de los participantes directos del ataque; Juan Moreno Ávila, "Sacha".
En la noche del 21 de octubre de 1986, "Sacha" fue detenido en una casa que arrendaba en la comuna de Maipú. Al ser interrogado y duramente tratado en dependencias de la BIA no tardó en reconocer su participación en la "Operación Siglo XX". Sus confesiones llevaron a primeras horas del día siguiente a la detención de sus compañeros Lenin Peralta Véliz, Jorge Angulo González, Arnaldo Arenas Bejas y Víctor Díaz Caro, cuando estos se aprontaban a realizar trabajos de acondicionamiento físico en los alrededores del Parque O'Higgins. Sus extensas declaraciones extrajudiciales ante el fiscal Torres Silva confirmaron lo que la policía buscaba; habían participado en el atentado como combatientes del FPMR.
-"Sabe porque fue detenido?", -"Por el atentado al tirano", -"Quién es el tirano?", -"Pinochet es el tirano", declaró escuetamente "Sacha" ante el tribunal.
Juan Moreno Ávila, "Sacha", el primer detenido en el caso
Víctor Díaz Caro durante la reconstitución del atentado
En noviembre de ese año también fueron aprendidos Marcial Moraga Contreras, quien trabajaba en el grupo encargado de mantener el armamento y más tarde su jefe directo, el dibujante técnico Vasily Carrillo Nova, "Matías". En el caso de este último la detención se produjo en medio de un violento forcejeo, ya que Carrillo al verse cercado ofreció tenaz resistencia, debiendo ser esposado de pies y manos por los agentes.
Vasily Carrillo, jefe de armamento del FPMR
A finales de 1986 también fue detenida casi la totalidad de la unidad médica que había montado una clínica clandestina para atender a los rodriguistas que pudieran resultar heridos en la operación. La unidad estaba a cargo del médico Manuel Ubilla Espinoza, conocido como el "comandante Marcelo", el frentista de mayor rango detenido hasta esa fecha.
Aunque muchos de los combatientes que habían participado de la "Operación Siglo XX" ya habían abandonado el país, pasados cinco meses y medio caería un sexto participante directo, esta vez por obra de la CNI.
Fue en la noche del 19 de febrero de 1987, en la comuna de La Florida, cuando Mauricio Arenas Bejas, "Joaquín", advirtió que lo estaban siguiendo. Viajaba como pasajero de un taxi, cuando el vehículo se vio interceptado por los agentes, quienes cruzando sus vehículos lo conminaron a bajar. Este lo hizo disparando la pistola Colt que portaba, en una acción abiertamente suicida.
Las ráfagas de los agentes le fracturaron ambas piernas, y una de ellas se alojó incluso en su cabeza, siendo reducido luego de un tiroteo que se extendió durante casi una hora. "Joaquín" sobrevivió milagrosamente.
No hubo novedades en el proceso hasta dos años y medio después de ser iniciado. Héctor Maturana Urzúa, "Javier", y Juan Andrés Ordenes, "Daniel", habían regresado solo hace un par de meses a Chile para reintegrarse al Frente. Estaban en Talca esa mañana del 11 de abril de 1989, cuando decidieron divertirse un momento en un local de juegos electrónicos. Por azarosa coincidencia, en el local los frentistas fueron controlados por tres carabineros de civil, produciéndose un enfrentamiento que terminó con la muerte del subteniente Juan Carlos Amar. Luego del escape, "Javier" fue reducido cuando abordaba un taxi en el centro de la ciudad, en tanto "Daniel", luego de una hora de desesperada huida, fue alcanzado por carabineros en un camino rural de la localidad de Itahue. Ambos habían enfrentado temerariamente a las fuerzas de seguridad, resultando con lesiones de de diversa consideración.
Enfrentados al fiscal Torres Silva, ambos reconocieron su participación en el "intento de tiranicidio", como ellos lo denominaron.
Juan Ordenes Narváez o "Daniel"
Muchos de estos frentistas -que llegaron a enfrentar incluso la pena de muerte- escaparon de prisión el 29 de enero de 1990, en la denominada "Operación Éxito", dejando inconcluso el proceso judicial que el fiscal Torres Silva, en vista de la falta de nuevas evidencias, debió cerrar a fines de ese mismo año.
Frentistas detenidos participan en la reconstitución
Los Fusileros
Tras el fallido atentado a Pinochet, la CNI y los organismos policiales iniciaron una infructuosa cacería para encontrar a los 21 fusileros del FPMR que participaron en la llamada "Operación Siglo XX". Sólo el 22 de octubre, Investigaciones detuvo a Juan Moreno Ávila, "Sacha", fusilero del grupo de contención. Pero la captura de "Sacha" les habría parecido insignificante de haber sabido que el sábado 20 de septiembre, 11 de los 21 chilenos más buscados del país se reunieron en la parrillada "Don Lalo", ubicada en Irarrázaval con Campos de Deportes. Hasta el restaurante ñuñoíno los fusileros habían sido convocados por "Tamara", y el "comandante Ernesto". Los asistentes a la cita escuchaban atentamente las palabras de la joven rubia: "La orden es salir de Chile".
El anuncio de "Tamara" no sorprendió a los presentes entre los que se encontraban "Rodrigo", "Juan" y "Fabián". Otros, como Juan Moreno Ávila, manifestaron su deseo de quedarse. "Puedo dar más acá", explicó "Sacha", sin saber que los peritos policiales ya habían identificado una de sus huellas dactilares en la casa de La Obra. Un mes más tarde fue apresado y bajo fuertes apremios debió confesar la rutina de algunos de sus compañeros del atentado.
Muchos de los que oían a "Tamara" en la parrillada no superaban los 21 años, entonces la mayoría de edad legal. Compungido, uno de ellos le dijo a Mauricio Hernández Norambuena, "Ramiro", su jefe en la Unidad 503 en la emboscada: "Soy menor de edad y mis viejos ni cagando me darán permiso". "Rodrigo" recién tenía 18 años y estudiaba Historia en el Pedagógico. "Eso lo solucionamos", lo tranquilizó "Ramiro" riendo. Su familia no volvería a saber de él hasta mediados de 1989.
Tras concertar futuros encuentros con cada fusilero y darles instrucciones para obtener documentación falsa, "Tamara" dio por finalizada la asamblea con una breve frase, asegura Héctor Maturana o "Javier", uno de los fusileros: "Aunque quieran desarmarnos, no lo lograrán".
"Entonces no comprendimos el alcance de sus palabras. Pero cuando los problemas con el Partido se agudizaron volvimos a recordarlas", dice Maturana, residente en Bélgica desde 1994, cuando le fue conmutada la pena de presidio perpetuo por extrañamiento.
Los jóvenes desconocían que tras la fallida emboscada, la dirección del PC evaluó con preocupación la "autonomía" con que operaba el Frente y decidieron intervenir la organización armada porque sentían que se les escapaba de las manos. En los días siguientes, los ocho fusileros que debían salir del país fueron llevados a una casa del FPMR en La Reina Alta, donde les proveyeron de documentación falsa y se encontraron con "Tamara", quien les dio dinero y las rutas de salida. La mayoría partió a Argentina en parejas por el paso Puyehue en Osorno. El resto cruzó la cordillera por el paso Los Libertadores.
A "Rodrigo" -quien actuó en el atentado con esa chapa y jamás fue identificado en la investigación del fiscal Torres- y Héctor Maturana les tocó hacerse pasar por estudiantes que iban a conocer Bariloche. Vestidos a la moda, con zapatillas Ocean Pacific, jeans Wrangler y camisas amasadas, compraron una cámara fotográfica para acentuar el "look" universitario.
En la frontera con Argentina bajaron del bus junto a los demás pasajeros. Mientras esperaban que el resto pasara por Aduana, observaron a un carabinero del retén fronterizo y se les ocurrió una idea: - Oye, ¿te querís sacar una foto con ese paco? -dijo "Rodrigo" entusiasmado. - ¡Ya! -respondió Maturana observando a un efectivo policial. - Capitán, ¡sáquese una fotito con mi compadre! De lo contrario, ningún amigo nos va a creer que fuimos a Argentina. El carabinero aceptó la propuesta arreglándose el uniforme. Nunca se enteró cuán cerca estuvo de los hombres que emboscaron a Pinochet.
La audaz foto de Maturana Urzúa
El 30 de septiembre, la totalidad de los fusileros ya estaba en Buenos Aires, alojados en los hoteles Alfa y Callao, en el centro de la ciudad.
Allí se reunieron con una militante del Frente, quien les entregó pasaportes chilenos con identidades falsas y les dijo que partirían a Moscú. Además, les dio distintas sumas de dinero para el encargado financiero de la dirección del PC chileno en la Unión Soviética. "Fabián" recuerda que la mujer le dijo: "Cuando estén en Moscú lo más probable es que hablen con gente del Comité Central. Les pido encarecidamente que digan que son de la Jota y no del Frente". Era otra señal de que los problemas entre el PC y los comandantes del FPMR aumentaban.
A fines de octubre, los fusileros viajaron rumbo a Moscú por separado vía Madrid, Roma y Frankfurt. En las escalas que debieron efectuar en Europa se enteraron por los diarios de la detención de sus compañeros en Chile.
Finalmente llegaron a Moscú y se hospedaron en el Hotel Oktober, que pertenecía al Estado y estaba destinado a las "visitas no oficiales", miembros de movimientos guerrilleros de África, Centroamérica y Latinoamérica que debían mantener su estadía en la URSS en el anonimato. Los encargados de atenderlos interrogaron a algunos de los frentistas sobre la Operación Siglo XX. "Se mostraban especialmente interesados en saber por qué habían fallado los cohetes Low", asegura "Juan", miembro de la Unidad 502. En sus breves estadías en el Oktober, los fusileros se reunieron con Hugo Fazio, hombre de confianza de la dirección exterior del PC en Moscú, ligado a su estructura financiera. Según cuatro fusileros, Fazio recibió de sus manos el dinero traído desde Argentina.
"Rodrigo" fue el último en pisar suelo moscovita, a mediados de noviembre. Tras salir de Argentina viajó a La Habana, donde se alojó en un departamento de protocolo en calle Ayistarán, cerca del Estadio Latinoamericano, junto a César Bunster. Durante su permanencia en La Habana, el joven se reunió con dos comandantes del FPMR: "Juan Carlos" y "Roberto Torres" (Enrique Villanueva Molina) en el Hotel Tritón. Lo interrogaron por un día completo sobre el atentado y registraron la conversación en una grabadora.
Una vez en Moscú fue recibido por Volodia Teitelboim, al igual que otro fusilero y un ex militante comunista, aseguran. Algo que Teitelboim ha desmentido hasta el día de hoy. Recién a la mañana siguiente, "Rodrigo" llegó al Hotel Oktober. Allí se enteró que sus compañeros habían sido enviados a Vietnam. Él también debía partir.
Si en el atentado al general Pinochet los ocho fusileros recibieron su bautismo de fuego, en Vietnam se graduaron como expertos en técnicas que desconocían. Bajo la atenta mirada del mayor Luong, un veterano de la guerra con Francia y Estados Unidos, los fusileros, junto a 12 militantes del PC, recibieron una férrea instrucción militar durante ocho meses en una mansión de Hanoi. La casa, ubicada en el centro de la ciudad, estaba acondicionada como Escuela de Tropas Especiales, las fuerzas de elite del Ejército Popular vietnamita. En ese lugar, los 20 cadetes cumplieron un duro régimen que partía cada mañana con clases teóricas y seguían después de almuerzo en un polígono en las afueras de la ciudad con prácticas de tiro y defensa personal, entre otras cosas. Aunque no se les otorgaban grados, por ser una escuela clandestina, los jóvenes se graduaban con casi la misma preparación de un subteniente o jefe de pelotón, aseguran varios de ellos.
Desde el principio hubo roces entre los fusileros y los miembros del PC y la Jota. Para los primeros, que venían de atentar contra Pinochet, y se encontraban en un punto de no retorno, recuerda "Fabián", muchas de las formalidades de los comunistas, como tener reuniones de células para discutir la situación política del país, no tenían sentido, estando lejos con un régimen tan estricto. Mientras estuvieron en Vietnam, los cadetes fueron visitados en dos ocasiones por Jorge Montes. Al ex miembro del Comité Central del PC, fallecido hace cuatro años, le tocó escuchar las quejas de ambos bandos y mediar entre ellos. En su segunda inspección les informó para qué se estaban preparando. El grupo de fusileros debía partir a Nicaragua vía La Habana, y el resto a Chile.
En La Habana, "Fabián", "Javier", "Alejandro" y "Daniel" fueron destinados a un curso para francotiradores en Punto Cero. En tanto, "Juan", "Rodrigo", "Marcos", "David" y un quinto frentista fueron enviados a Managua como asesores militares de los Batallones de Lucha Irregular (BLI) del Ejército sandinista. El objetivo era que los fusileros ganaran experiencia combativa para cuando les tocara regresar al país. Eran parte de una generación de chilenos internacionalistas del Frente, el PC y el PS que combatieron a la Contra. En esa tarea murieron 20 chilenos.
Llevaban varios meses en Nicaragua cuando recibieron la visita de "Manuel", encargado del FPMR en Nicaragua. Les habló del quiebre entre el Frente y el PC y les aseguró que había un grupo de "cabezas de pistola" que estaban tratando de separarse del partido. "La noticia nos impactó. Justo ahora que los niveles de lucha supuestamente habían ascendido, nos íbamos a dividir", cuenta "Rodrigo".
Tres meses después fueron evacuados a Managua y de ahí a La Habana. Antes de irse, "Rodrigo" recibió una llamada de "Rafael", superior suyo del Frente en Nicaragua: "Los están engrupiendo", le dijo, y agregó que era la mayoría de la dirección del FPMR la que encabezaba la separación del PC.
"Después de la llamada de ‘Rafael' se sucedió otra. Era César Quiroz, quien me citó a una reunión". Quiroz llegó al encuentro acompañado de Hugo Fazio y del "comandante Daniel Huerta", miembro de la dirección del FPMR. "Huerta" era en verdad, según aseguran seis ex frentistas consultados, Martín Pascual, actual investigador del Instituto Cenda.
La reunión versó sobre la división y alcanzó momentos de alta tensión. Sobre todo cuando uno de los fusileros preguntó cuándo volverían a Chile. "Fazio contestó que nuestro tema era complejo y que él calculaba que en unos cinco años más", dice "Rodrigo". "Discutimos fuertemente. Nos dijeron que ‘Salvador', ‘José Miguel' y otros comandantes siempre tuvieron actitudes divisionistas. Nosotros preguntábamos cómo podía ser, si ellos se habían jugado el pellejo por el partido". "Fabián" evoca la conversación con Quiroz: "Nos tiró el speach de que si nos íbamos con las armas sólo nos quedaríamos en eso".
El tirante encuentro finalizó con la decisión de los fusileros de quedarse en el Frente Autónomo. En adelante serían tratados como disidentes y recibirían la visita de César Bunster, quien intentó convencerlos de regresar al seno del PC. Pese a que en un primer momento de la pugna interna, Bunster había optado por el Frente Autónomo, dice Maturana: "Estando todavía en Punto Cero nos fue a ver para decirnos que nos quedáramos en el Frente y no con los viejos".
Tras la división, los fusileros regresaron a La Habana. Alojaron en una residencia del Frente, donde se reunieron con Juan Gutiérrez Fischmann, "El Chele", y otros comandantes que preparaban el regreso a Chile. Sólo uno de los fusileros, Cristian Acevedo Mardones, "David", decidió permanecer en el PC.
A fines del año '87, Fidel ya había reconocido al Frente Autónomo como organización. A mediados de diciembre llegó "Ramiro", después de participar en el secuestro del coronel Carlos Carreño, liberado en Brasil. Traía noticias frescas de cómo se había vivido la división en Chile y fotos de Carreño prisionero. A contar de los últimos días de ese año, los fusileros iniciaron el retorno a Chile en oleadas, entrando clandestinamente al país por Argentina.
Ya en Chile, en el marco de la política de Guerra Patriótica Nacional (GPN), instaurada por el FPMR Autónomo en 1988, algunos de los fusileros participarían en operaciones de envergadura, como el asalto al retén Los Queñes en octubre de 1988. Otros fueron detenidos y condenados al exilio luego de la asunción a la presidencia de Patricio Aylwin.
Los fusileros en la cárcel pública
Uno de ellos, Héctor Maturana, reconoció hace un tiempo desde su exilio en Bélgica; "De los que participamos en el atentado creo que los que estamos "legalmente" en Europa somos 4 ó 5 y los no legales serán 2 ó 3, pero no son públicos, porque nunca fueron detectados".
Lo Que Sabía La CIA
Los documentos desclasificados recientemente por Estados Unidos entregan nuevos y sorprendentes detalles sobre el atentado a Augusto Pinochet. Según estos informes, el FPMR habría obtenido información de oficiales militares activos para llevar a cabo la emboscada.
Un documento de la CIA fechado el 18 de noviembre de 1986 dice: "El FPMR utilizó información entregada por oficiales militares activos cercanos a Pinochet para planificar y coordinar el ataque. Existían varios escenarios para asesinar a Pinochet, incluyendo uno al estilo 'Sadat', que se llevaría a cabo durante la tradicional parada militar el 18 de septiembre. Este habría sido desechado por la gran cantidad de gente, incluyendo a miembros del FPMR, que podrían haber muertos".
El 15 de agosto de 1987 la oficina de la CIA en Chile envió un informe secreto al cuartel general de ese organismo, en EE.UU. El documento daba cuenta de las informaciones entregadas por uno de sus agentes sobre las verdaderas causas del crimen del sargento Leopoldo Toloza Sepúlveda.
Según la versión oficial, éste fue asesinado por un miembro del FPMR detenido poco después del hecho. Sin embargo, según la CIA, los verdaderos responsables de su muerte fueron agentes de seguridad del régimen militar. Esto porque la CNI y la inteligencia militar descubrieron que Toloza, de acuerdo con el agente, era informante del FPMR y habría colaborado en el atentado frustrado contra Pinochet.
Las primeras sospechas sobre su vinculación al grupo extremista surgieron luego de que se determinara que el mismo día del atentado Toloza descendió de uno de los vehículos de la comitiva de Pinochet para investigar un puente y, según el mismo informante, se habrían reencontrado con el grupo sólo después del ataque extremista.
Pese a que los informes de la CIA develan que el organismo de inteligencia habría logrado infiltrar al FPMR y recabar gran cantidad de información sobre el atentado con posterioridad a la emboscada, no se anticipa el hecho. Llama la atención que durante agosto de 1986, la CIA no desclasificó ningún documento. Sin embargo, inmediatamente después de la acción extremista el organismo de inteligencia revela un acabado conocimiento de los pasos seguidos por el FPMR en ese período.
Otro documento del 19 de noviembre revela las razones del FPMR para realizar el atentado: "El FPMR decidió llevar a cabo el ataque sólo después de concluir que Pinochet planeaba permanecer en el poder más allá de 1989. Ellos creían que existían planes del gobierno de EE.UU. de cambiar a Pinochet por otro gobierno de derecha", señala el informe de la CIA, citando a un informante cuyo nombre está tachado.
El atentado del 7 de septiembre de 1986 no fue el único intento del FPMR para asesinar a Pinochet, según consta en los archivos desclasificados de la CIA. Los informes de ese organismo indican que el FPMR inició la planificación de un segundo intento de asesinato contra el general en noviembre de 1986 y tres años después el mismo grupo subversivo fraguó otro plan para acabar con la vida del entonces comandante en jefe del Ejército. Ninguno de estos intentos fueron conocidos por la opinión pública.
Un documento secreto de la CIA del 28 de noviembre de 1986 asegura que la cúpula del Partido Comunista (PC) había autorizado ese mismo mes al FPMR para iniciar la preparación de un segundo atentado contra el general. Aunque -según el informante del organismo de inteligencia-, los líderes del PC le habrían advertido al FPMR que darían luz verde sólo una vez que las condiciones políticas fueran consideradas apropiadas. Este intento del FPMR para asesinar nuevamente a Pinochet fue incluso planteado en un informe secreto de la embajada de EE.UU. al Departamento de Estado, despachado en enero de 1987.
"El FPMR planea un nuevo atentado contra Pinochet, quien ahora es menos vulnerable que antes debido a las medidas de seguridad adoptadas", señala el documento, donde además se sugiere que el más probable sucesor en el gobierno sería el almirante José Toribio Merino, por ser jefe de la Junta militar.
Otro informe elaborado por la embajada en esa misma época titulado "¿Qué ocurriría si Pinochet es asesinado?" analiza los posibles escenarios en el caso de que se concrete el plan del FPMR. El documento asegura que el presidente interino intentaría llevar a cabo una transición de acuerdo a los términos de los militares, aunque sugiere que uno de los escenarios probables es que se cree un ambiente políticamente más abierto. Esto siempre "que la oposición acepte que no está en condiciones de presionar a los militares para que dejen el poder incondicionalmente", precisa el informe.
En el documento, sin embargo, no se descarta que una muerte violenta de Pinochet genere fuertes tensiones al interior del Ejército, lo que llevaría a los militares a no entregar el poder a los civiles, extendiendo el régimen autoritario. Los documentos desclasificados no especifican las razones de porqué este segundo plan nunca se llevó a cabo, aunque dan cuenta de un tercer intento del FPMR, que debía concretarse en septiembre de 1989, casi un año después del plebiscito.
"Hemos recibido información adicional de [tachado] sobre los planes para asesinar al Presidente Pinochet, que debería llevarse a cabo entre el 5 y el 11 de septiembre", señala el documento, sin entregar más antecedentes.
El caudal de información que despachó la oficina de la CIA en Chile sobre los grupos terroristas en los '80 es voluminoso y revela abiertamente que sus fuentes, cuyos nombres han sido tachados, son altos miembros de los comandos. En octubre de 1986, el Departamento de Inteligencia de Defensa envió un informe basado en "un dirigente del FPMR" respecto a las acciones del grupo a corto plazo. Así se informa del objetivo de mejorar el entrenamiento, realizar actos menores de sabotaje y entregar armas a algunos líderes de las milicias.
La CIA fue capaz, además, de detectar los nexos del FPMR para su entrenamiento en el exterior. Un informe de 1986 reporta que el principal centro de entrenamiento del grupo guerrillero está en Bulgaria, en una localidad que aparece tachada, y sus gastos son financiados por los soviéticos. También informa que el alto mando del FPMR tiene su principal centro de operaciones en La Habana, recibiendo respaldo logístico de Cuba. El informe agrega que Fidel Castro le habría prometido en noviembre de 1986 a una delegación que "reemplazaría las armas capturadas en Agosto (en Carrizal bajo)" para "el levantamiento en Chile".
En esa misma época la inteligencia norteamericana fue capaz de detectar que la propia embajada de EE.UU. se había convertido en uno de los principales blancos del FPMR. Según consta en los documentos, la participación de la embajada en los posibles acuerdos entre el régimen de Pinochet y la oposición, la habían convertido en un enemigo del grupo extremista.
El 23 de octubre de 1986, el departamento de Inteligencia de Defensa vaticinaba que "el FPMR aumentará los intentos de asesinato y secuestro a los oficiales militares chilenos y continuará en su intento de asesinar a Pinochet".
 LA OPERACIÓN ALBANIA
LA GÉNESIS DE UNA MATANZA
Entre el 15 y la madrugada del 16 de junio de 1987, doce miembros del FPMR murieron acribillados a manos de agentes de la CNI, en lo que pasó a ser uno de los operativos antisubversivos más oscuros del régimen militar, conocido como la "Operación Albania".
El germen de la "Operación Albania" radicó en la preocupación que anidaba en las filas de los aparatos de seguridad tras el atentado a Pinochet y en el cada vez más consistente trabajo de seguimiento que tenía ubicada a buena parte de la plana mayor del FPMR en Santiago, hacia comienzos del año 87.
A comienzos de junio de ese año, Álvaro Corbalán, jefe del estamento operativo de la CNI, recibió una información que fue clave para lo que siguió. El oficial a cargo de la Brigada Verde encargada de neutralizar al Frente Patriótico, Krantz Bauer dio cuenta de que había una concentración inusitada de frentistas en Santiago.
En esos días, la Dirección Nacional del FPMR había fijado una importante reunión de sus máximos líderes. Tal era la oportunidad que habría estado esperando la CNI para atrapar a la mayor cantidad de líderes del Frente de una sola vez. La idea era darle un golpe mortal al FPMR, de tal naturaleza que ya no pudiera volver a levantarse.
De acuerdo con antecedentes del proceso, el operativo partió en la oficina de Bauer, que se percató de la extraña efervescencia que se vivía entonces en las filas del grupo, situación que informó a sus superiores. En su calidad de analista de inteligencia, Bauer creía poseer un completo panorama de la organización izquierdista. De hecho, sus hombres habían logrado identificar al menos a dos de los seis miembros de la Dirección Nacional del Frente.
"Llegué a tener una información de aproximadamente quinientos componentes profesionales del Frente Manuel Rodríguez en Santiago, lo que estimé que era mucha gente y que ese movimiento nos podía indicar la preparación para una actividad que podría ser de graves consecuencias para el país", declaró Bauer en el proceso.
Gran parte de los datos de la CNI llegaban gracias a la información obtenida tras los fracasos de la internación de armas en Carrizal Bajo y el atentado a Pinochet en el Cajón del Maipo, ocurridas meses antes, operaciones en las que decenas de frentistas y militantes del PC cayeron detenidos. Además, de acuerdo con una versión extendida posteriormente entre los familiares de las víctimas de la Operación Albania, uno de los apresados, mas algunos infiltrados, habrían pasado a colaborar con la CNI.
La cúpula del Frente había comenzado entonces un trabajo de contrainteligencia para detectar a los infiltrados. En enero de 1987, ya figuraba en la tabla de una de las reuniones de la Dirección Nacional el punto que ellos mismos calificaron como "infiltración".
En marzo de 1987, tres altos dirigentes frentistas se reunieron en una casa de seguridad en Santiago, con el fin de analizar detalladamente los videos grabados de los actos y reuniones realizados por el FPMR en esos meses. Con lápiz y papel en mano fueron observando las imágenes e identificando a los asistentes a los actos, chequeando sus nombres, su tiempo de pertenencia a la organización y su grado de confiabilidad.
En mayo de ese año, es decir apenas un mes antes de las muertes masivas en la "Operación Albania", la cúpula del FPMR ya tenía serias sospechas de militantes específicos de sus filas. Incluso, pensaban que la infiltración podría haber llegado a un alto nivel dentro de la organización. Sin embargo, la Operación Albania puso fin a ese trabajo de contrainteligencia. Según un ex frentista, los dardos indicaban a un combatiente que se había formado militarmente en Bulgaria, de quien más tarde se supo que era familiar de una funcionaria de la CNI y que luego colaboró con "La Oficina", el organismo de inteligencia creado por la administración Aylwin en 1991.
Gracias a este informante y a su propio trabajo de inteligencia, los hombres de la CNI tuvieron claridad respecto de las personas que debían ser detenidas y, eventualmente abatidas, iniciando a principios de 1987 una exhaustiva ronda de seguimientos y puntos fijos sobre importantes miembros del FPMR. Según un consultado allegado al proceso, para algunos efectivos de la CNI esto implicaba "levantarse y acostarse durante semanas" siguiendo al hombre a su cargo.
Uno de los logros más importantes de esta labor fue la identificación de José Valenzuela Levi, quien con el nombre de "Ernesto" comandó el fallido atentado a Augusto Pinochet. En los ficheros de la CNI, Valenzuela era llamado "Rapa Nui", debido a que fue visto por primera vez saliendo de una vivienda en una calle con ese nombre. Por su parte otro líder frentista, Ignacio Recaredo Valenzuela, era "Chaqueta de cuero", por la vestimenta que usaba al momento de su primera detección.
Desconociendo que el FPMR estaba a punto de separarse del Partido Comunista, Bauer habría interpretado la alta concentración de frentistas en la capital como un signo de que el grupo preparaba un nuevo golpe. Con esta certeza, Bauer hizo patente sus inquietudes a su superior, el mayor Álvaro Corbalán. La decisión fue desarticular este creciente movimiento en las huestes del Frente con un operativo de gran envergadura.
Corbalán obtuvo del entonces director de la CNI, el general Hugo Salas Wenzel, la orden para que efectivos de todas las brigadas a su cargo procedieran, apoyados por la Unidad Antiterrorista del Ejército y por funcionarios de Investigaciones. De acuerdo con la confesión posterior de Corbalán, la orden de Salas Wenzel implicaba acabar con la vida de todos los frentistas que fueran detenidos. Es decir, "reventar" definitivamente al FPMR, según la jerga de esos días.
Álvaro Corbalan (arriba) y Hugo Salas Wenzel, jerarcas de la Operación Albania
Según consta en el primer documento de los 30 tomos del expediente, el mismo 15 de junio el fiscal militar Luis Acevedo había autorizado todas las detenciones y allanamientos. Como un aviso de lo que vendría, en la mañana del 15 de junio, varios frentistas alcanzaron a huir durante un allanamiento a un inmueble en calle Héroes de la Concepción, en Recoleta.
LA MUERTE DE "BENITO"
Ignacio Recaredo Valenzuela Pohorecky era seguido desde marzo de 1987. La CNI sabía que era importantísimo dentro del FPMR. Valenzuela era un destacado ingeniero y académico, en la vida pública. En la privada, el "comandante Benito" era uno de los seis más altos oficiales del Frente, para esa época. Reconocido por su arrojo, la CNI sabía que había participado en el asalto a una armería y se había enfrentado a funcionarios de seguridad en varias ocasiones.
Ignacio Recaredo Valenzuela, el "comandante Benito"
Aquella mañana del 15 de junio de 1987 sería una de las más heladas del último siglo. La CNI ya esperaba afuera de la casa de Valenzuela, en la remodelación San Borja, desde cerca de las 6 de la mañana.
La madre de Ignacio Valenzuela, Adriana Pohorecky, recuerda: "Ignacio me llamó como a las diez de la mañana y me dijo que como en media hora o en una hora estaría acá y pasaba el tiempo y no llegaba..."Valenzuela fue muerto al mediodía en la calle Alhué, de Las Condes, por disparos de agentes de la CNI efectuados a unos 25 metros de distancia, desde un furgón, cuando caminaba por la citada calle. Recibió tres impactos, uno de ellos en el tórax, que le resultó mortal; otro en el glúteo y el tercero en el pie. Además, un árbol tras el que se refugió registró cuatro impactos de bala y la casa por donde él iba pasando también evidenció balazos.
Valenzuela estaba a escasos 30 metros de la casa de su madre, cuando fue interceptado, según el relato judicial de René Valdovinos, uno de los agentes de la CNI que actuó en ese operativo. Este mismo agente declaró en el proceso; "Lo teníamos rodeado y estábamos armados. Honestamente pensé que se iba a rendir frente a esa desventaja en que se encontraba, lo que no hizo y al contrario, tomó la pistola con la intención de repeler la detención y por lo tanto todos disparamos en su contra y varios disparos a la vez, cayendo éste al suelo".
Eran las 12:10 del 15 de junio y la existencia de Ignacio Valenzuela se extinguió casi instantáneamente.
Adriana Pohorecky: "Me asomé a ver qué pasaba y vi la calle llena de vehículos, llena de gente y un hombre en el suelo, su ropa me resultó familiar, pero no quise creer que podía ser él, trate de acercarme para cerciorarme pero no me dejaron, andaba gente de la CNI, había mucha policía, y no me dejaron seguir por lo que decidí volverme a la casa".
El cuerpo sin vida de Ignacio Valenzuela
Los primeros días luego del incidente, el entonces abogado de la Vicaría de la Solidaridad, Sergio Hevia, comenzó a encontrar cosas extrañas en la muerte de Valenzuela; "En realidad nunca pude encontrar alguien que dijera que estuviese armado. Aunque tampoco lo descarto, por la opción política que el tenía".
Adriana Pohorecky: "Es más, él intentó ocultarse detrás de un árbol cuando lo atacaron, entiendo que fue fuego cruzado, o sea, no había nada que el pudiera hacer".
La operación de encubrimiento de la policía comenzó ya al día siguiente, cuando en un medio de prensa escrito apareció una mujer asegurando que su hijo vio como Valenzuela sacaba un arma para enfrentarse a los agentes.
El abogado Nelson Caucoto, cuenta; "Se dejó lanzada la tesis de que allí Valenzuela habría repelido el fuego. Bueno, se hizo la investigación, la señora citada por el diario nunca existió, no tenia existencia legal, y el domicilio donde se dice que ella vivía nunca fue ratificado porque lo negó la propia dueña del inmueble citado. Y eso no es todo, pues en un periódico de la época, llamado "A Fondo" apareció un titular señalando: "Habla testigo clave, que vio enfrentamiento". La persona existía, pero después fue personalmente a reclamar a la fiscalía militar, como consta en el expediente, indicando que él nunca declaró ni vio nada. Hasta ahí todo parece un lío entre la prensa y algún afectado, pero el tema tiene un matiz distinto, investigando quiénes están detrás de la revista A Fondo, apareció Álvaro Corbalán como el dueño de la revista".
El 9 de noviembre de 2000, el ex agente de la CNI, Manuel Morales Acevedo, agregó un nuevo antecedente que fue crucial para entender el montaje que se estaba llevando adelante; "Si bien la misión era detener a este sujeto, el intentó sacar un arma, la tomó y hubo que disparar en su contra y el arma efectivamente la portaba el sujeto, sin perjuicio que para darle mayor efectividad se le cargó, colocándole entre sus ropas una granada".
La CNI informó en su momento que Valenzuela portaba una pistola y la citada granada. Pero los testigos afirmaron que no iba armado y que sólo atinó a darse vuelta, por lo cual le dispararon en un glúteo y en un pie. Los testigos señalaron que minutos antes de los hechos fueron advertidos de que iban a producirse disparos y que debían alejarse del lugar.
LA MUERTE DE PATRICIO ACOSTA
Ese mismo 15 de junio, seis horas más tarde, otro numeroso grupo de agentes tenía copado el lado poniente de la calle Varas Mena. Los agentes acechaban a "Jirafales", como le decían por su altura a Patricio Acosta Castro, un importante oficial del FPMR.
Patricio Acosta Castro
Según los numerosos testimonios disponibles en el expediente, ese día la mencionada calle estaba siendo vigilada por sujetos que se desplazaban en automóviles, algo que los vecinos habían notado que sucedía desde hacía una semana. Debido a ello, habían llamado a Carabineros, los que conminaron a los sujetos a identificarse. Cuando estos lo hicieron se supo que pertenecían a la CNI.
La vecina Carmen Barrera, pudo ver claramente desde su casa que había gente extraña en su cuadra; "Sí, había un movimiento inusual, porque habían vehículos parados aquí en la esquina que uno no los conocía y como que había una tensión, algo raro".
Patricio Acosta llevaba una vida pública normal e incluso se había hecho cargo de su hijo Sebastián, tras separarse de otra integrante del Frente, Patricia Quiroz.
Esa tarde salió de su casa cerca de las 18 horas con su hijo. Ya era férreamente seguido. Los vecinos declararon que solían verlo solo y que lo único que sabían de él era que tenía un hijo y que era profesor.
Los amigos como Elizabeth Muñoz le decían Pacho. Ella recuerda ese día: "Él pasó al negocio a comprar cuchuflís, inclusive le pidió a mi hermana que lo acompañara, mi hermana le dijo que no podía, porque mi mamá no estaba y no había nadie más que se pudiese quedar en el negocio. Y el niño que era Sebastián no quiso acompañarlo y se quiso quedar aquí en el negocio".
De lo que vino después todos los agentes, casi sin excepción, inculpan al agente de la CNI, Francisco Zúñiga.
El agente Juan Jorquera declaró en el proceso; "Alrededor de las 18:00 a 19:00 horas salio de esa casa un individuo alto, de bigotes y que por las características físicas correspondía el sujeto a quien se buscaba, por lo que lo seguí hasta Santa Rosa, desde donde éste se devolvió hacia la casa y lo seguí a pie, quedando mi equipo estacionado allí en Santa Rosa. Se me ordeno detenerlo, pero yo no podía hacer esa detención solo, por la gran contextura física del sujeto. Es del caso que, mientras lo seguía, a cierta distancia observe que en sentido contrario venía el Capitán Zúñiga con otros agentes, por lo que pensé que ellos iban a proceder a la detención. Sin embargo, en un momento dado y cuando el sujeto se encontraba más o menos a unos cinco metros de distancia de mi, sin advertencia alguna y con riesgo de mi integridad física porque yo me acerque al sujeto para apoyar la detención, el Capitán Zúñiga le disparó de improviso a unos siete metros de distancia y éste cayo al suelo. Luego sentí dos disparos y me di cuenta que allí se había cometido una embarrada"
Según testimonios de testigos, la víctima cayó arrodillada. Entonces lo rodearon alrededor de ocho sujetos, entre ellos Zúñiga. Ya reducido, en vez de ser llevado a un centro asistencial, Acosta fue acribillado. El propio Zúñiga le disparó en la cabeza, mientras otro lo remató con una ráfaga de metralleta. Una vez muerto, un agente de la CNI le puso en sus manos un revólver y un gorro pasamontañas. En esa posición lo filmaron y le sacaron varias fotografías.
Esta versión, de que Zúñiga le disparó cuando ya estaba muerto, fue confirmada por al menos tres agentes de la CNI, entre ellos quién era su subalterno, Jorge Vargas Bories.
Carmen Barrera: "Ya estaba tirado y después lo siguieron acribillando y el cuerpo saltaba. Fue muy impactante. Después ya llegó el Ejército, Carabineros, Investigaciones, cerraron las calles y después vinieron las fotos y lo desnudaron, pero antes de todo a él le pusieron un arma en la mano".
Increíblemente, el oficial a cargo de los operativos asume hoy que es posible que se haya "cargado" a Acosta con armas, tras ser asesinado. En su declaración judicial, el acusado, ex oficial de la CNI, Krantz Bauer, relata que: "Tratándose de personas del Frente, a pesar de que en nuestras actuaciones de enfrentamiento no se preparaba el sitio de suceso, y nunca se llevaban armas para "cargar" a una persona, puede ser que en este caso a lo mejor, conociendo como fue Zúñiga, haya cargado al muerto".
Francisco Zúñiga, agente de la CNI
Lamentablemente, Francisco Zúñiga no pudo ni en éste ni en los casos que vinieron, defenderse. El cadáver de este ex agente fue hallado en 1991 en el radiotaxi que manejaba. Aparentemente se había suicidado.
Según testimonios judiciales de uno de lo propios agentes que llegaron posteriormente al lugar de los hechos habían detalles que no coincidían con un "enfrentamiento" como se le catalogo. Uno de ellos declaró en el proceso: "La verdad, lo que me impresionó fue que ese sujeto estaba armado con un revólver calibre 22. Uno pensaba hasta qué punto podía andar armado con un revólver de esa naturaleza y enfrentar a fuerzas de seguridad, salvo que lo hayan pillado".
Así, Patricio Acosta dejó huérfano a su único hijo Sebastián, con el que vivía desde que se había separado. A los 5 años, el pequeño perdería pocas horas después a su madre.
Mientras, Carmen Barrera, la testigo que vio como Acosta fue rematado y cargado con armas, declaró desde el primer momento y terminó siendo por algunas horas, la primera detenida del caso, junto a otra mujer. El abogado querellante Nelson Caucoto lo ratifica: "Los únicos detenidos en la Operación Albania, mientras estuvo en poder de la Justicia Militar fueron estos testigos".
ENFRENTAMIENTO EN VARAS MENA
Esa misma noche, agentes de la policía civil llegaron hasta el inmueble de calle Varas Mena 417, uno de los varios que a las 23 horas de esa noche la CNI decidió allanar. Allí se produjo el primer y único enfrentamiento reconocido por todos.
En el interior de la vivienda, que era utilizada como casa de seguridad y centro de instrucción, había cerca de una docena de combatientes del FPMR. Santiago Montenegro era uno de ellos. Había llegado como todos, con sus ojos cerrados, para no saber dónde estaba, por medidas de seguridad. Llevaba apenas un día en la casa, que públicamente aparentaba ser un inmueble arrendado por un joven matrimonio con un pequeño hijo.
"Allí vivían compañeros que eran buscados por los aparatos de seguridad de la dictadura; ellos como habían pocas casas, utilizaban la de Varas Mena, que estaba destinada a la instrucción. Habían además compañeros que hacían las veces de dueño de casa y al fondo estábamos los que andábamos con problemas", cuenta Montenegro.
Quien hacía las veces de dueña de casa era otra militante rodriguista, Cecilia Valdés, que estaba acompañada de su hijo, de dos años. La supuesta pareja de Cecilia era el oficial del Frente Juan Waldemar Henríquez, un ingeniero de 28 años, con instrucción militar en Alemania y Cuba.
La fachada de los frentistas había resultado para la vecina del costado poniente del inmueble, Eugenia Torres; "Yo siempre vi un joven que llegaba en un furgón que lo descargaba siempre adentro, una niña joven con un niño de como unos 2 años 9 meses. Nunca vi más gente, ni tampoco ruido, nada. Era todo normal, como cuando uno se cambia, que hace arreglos, martillazos y cosas así pero nunca vi que hubiera tanta gente como dijeron que había".
Estrictas medidas de seguridad obligaban a los rodriguistas a permanecer en silencio buen parte del día, recluido al fondo del inmueble y repartido en literas. Cecilia tenía prohibido el acceso a esa parte y ni siquiera conocía a quienes permanecían escondidos. Ella, junto a Juan Waldemar Henríquez, eran los únicos visibles para los vecinos.
Esa noche dentro de la casa ya se sabía de la muerte de Ignacio Valenzuela y, más aún, de Patricio Acosta a pocas cuadras. Juan Waldemar Henríquez llegó cerca de las 10 de la noche con noticias inquietantes a Varas Mena 417.
Juan Waldemar Henríquez, el "comandante Arturo"
Cecilia Valdés: "El comentó que había mucha gente extraña afuera, que había mucho auto y que algo raro estaba pasando".
Santiago Montenegro: "En un principio, cuando mataron a Patricio Acosta, nosotros no nos enteramos, y lo asesinaron solo a unas pocas cuadras de donde nosotros estábamos. Los compañeros que estaban a cargo de la seguridad no nos lo quisieron decir, obviamente para no causar alarma. Cuando ellos supieron que habían matado a Patricio, no lo relacionaron necesariamente con que nuestra casa estuviera ubicada. Es más, por la cantidad de agentes que se paseaban, se podía pensar que era por el compañero que había muerto. Nosotros nos enteramos a eso de las 11 de la noche que la casa estaba rodeada por agentes de la CNI; en ese momento, los encargados de seguridad de la casa nos informaron que se podía producir un enfrentamiento. Era complicado porque no sabíamos que tanto sabía la CNI de nosotros, ya que cabía la posibilidad de que ellos no supieran de nuestro paradero. En ese momento salir era más suicida que quedarse, pensar que iban a atacar la casa era sólo una posibilidad entre muchas otras. Ahí empezó una discusión de si nos retirábamos esa misma noche o permanecíamos hasta el día siguiente. Nosotros decidimos esperar".
"Cuando llegaron, vimos la posibilidad de sacar a nuestros compañeros en auto, pero no teníamos ningún vehículo, por lo cual decidimos esperar hasta el otro día. La decisión fue común, la consultamos y todos opinamos que durmiésemos ahí y al otro día nos fuéramos de a poco y por lo tanto nos acostamos. Ahora bien, si pasaba algo teníamos preparada una vía de escape", agrega Montenegro.
Según la versión de los vecinos de los costados, temprano esa noche sus casas se empezaron a llenar de agentes. Laura Valenzuela era la vecina del costado oriente de Varas Mena 417 recuerda; "Entraron primero dos individuos altos de negro que eran como una especie de francotiradores con armas largas, después ya entró el choclón, gente de jeans, mal vestida con brazaletes y ellos venían con metralletas y qué se yo. Fácil tienen que haber sido más de 10 personas".
Cada paso y quién debía darlo estaba programado cuidadosamente por los frentistas, en caso que la CNI ubicara la casa de seguridad. Juan Waldemar Henríquez debía ser secundado a la hora de repeler a funcionarios de seguridad, por uno de los combatientes. Eso se decidía por turno. Ese día le tocó a Wilson Henríquez.
Cecilia Valdés: "como las 12:00 de la noche yo estaba viendo las noticias en el living de esta casa que está al final. Sentimos primero un aviso por el timbre y yo me levanté del sillón, porque era la única que estaba despierta a esa hora, en esta parte de la casa. No sé, yo tuve en ese momento un presentimiento, golpearon la puerta súper fuerte; yo corrí a avisarle a mis compañeros, se sintió un estruendo en el portón y dimos el aviso de escape, lo que permitió que se salvaran todos los compañeros, excepto los jefes que estaban a cargo, que fueron los que se quedaron a cubrir la retirada."
Santiago Montenegro: "Sí, sentimos un golpe tremendo, casi echaron abajo el portón, se escucharon gritos y de repente sentí un timbre. Recuerdo que si se accionaba ese timbre había que efectuar la retirada, era nuestra alarma. Y empezó a sonar el timbre".
No hay acuerdo sobre quién disparó primero. Según los CNI y los funcionarios de Investigaciones que les tocó acompañarlos, los disparos partieron desde dentro. Según Krantz Bauer, ex oficial de la CNI: "La policía se presenta al domicilio, golpea, le preguntan de qué se trata, ellos se identifican como policías y en un momento dado son atacados por disparos desde el interior". En las casas colindantes los vecinos eran testigos de una feroz balacera.
Eugenia Torres: "De repente un tipo entró y dijo tírense al suelo y quédense ahí, no se muevan, y empezaron a disparar, y disparaban de adentro de mi casa hacia fuera, hacia la casa del lado por una ventana, por el patio hacia atrás y del techo hacia arriba".
Cecilia Valdés: "Tome a mi hijo, le avisé a Héctor Figueroa y él tocó el timbre acordado. Luego nos reunimos con Juan y otro compañero, y acordamos evacuar por el peligro inminente que representaba la entrada de los allanadores. En el momento que nos dirigíamos por el pasillo para abandonar el inmueble se produjo una especie de silencio, cesando la balacera, y allí nos percatamos de la existencia de compañeros heridos. Subimos por la escalera con Juan, luego un alumno -que después supo era Santiago Montenegro-, yo y mi hijo, y atrás Héctor Figueroa. Al asomarse al techo Santiago recibió un balazo en la cabeza y yo caí al piso con él, y todos los que venían detrás, con excepción de Juan que estaba en el techo, con las rodillas flectadas y tenía en sus manos un arma corta, pero que no disparaba."
Santiago Montenegro: "Y de repente empezó la respuesta desde acá adentro y ahí aprovechamos de correr, ahí me toca subirme a la mesa, junto a un compañero rompimos esa calamina plástica y justamente era plástica para en la oscuridad ver el espacio, la luz que llegaba desde afuera. La rompimos y cuando yo salgo ahí fui herido, el disparo me entró en la región occipital, todavía tengo ahí alojado parte del proyectil. Con el golpe me caigo para dentro nuevamente. La tensión del momento, la adrenalina todo eso me impidió sentir dolor, sufrí un rasguño en la caída en la oscuridad, me caí arriba de la mesa y la mesa cayó al suelo y cuando estaba en el suelo me recuerdo que me pase la mano por la cabeza y sentí lo tibio de la sangre, y lo espeso, pero también me di cuenta que no era grave, porque estaba bien".
Prácticamente una decena de rodriguistas escapaba en medio de la balacera. Entre los que escaparon por los techos de las casas vecinas, para luego ser capturados, se encontraban Cecilia Valdés, Santiago Montenegro y Héctor Figueroa Gómez. Este último posteriormente enfrentó la pena de muerte por su anterior participación en el atentado al general Augusto Pinochet. Después fue condenado a presidio perpetuo y, finalmente exiliado a Bélgica en 1994.
Héctor Figueroa Gómez, luego de ser detenido en la "Operación Albania"
Entretanto, desde los mismos techos, Juan Waldemar Henríquez y Wilson Henríquez, respondían el ataque policial con sus armas.
Eugenia Torres: "Dentro de la balacera yo sentí un cuerpo caer, algo cayó del techo, yo no supe qué era".
El que había caído era Juan Waldemar Henríquez, quien ya estaba herido. Este se encontraba cubriendo la retirada de sus compañeros disparando desde el techo de la casa vecina signada con el N° 415. En un momento dado la techumbre cedió y Henríquez cayó herido al interior de la vivienda, en medio del comedor, donde fue encontrado mas tarde por la dueña de casa. Henríquez le solicitó ayuda, pero ésta se negó por temor a la acción policial. En el baño quedaron rastros de sus heridas, donde intentó evitar un desangramiento.
Luego ingresaron los policías al inmueble encontrando a Henríquez tendido en el piso, y a esas alturas sin ofrecer resistencia. Sin embargo, fue rematado por ráfagas de disparos en el mismo lugar. Una de las balas le atravesó el tórax y le comprometió el corazón. La bala entró justo por debajo de la axila.
Luego lo sacaron a la calle donde le dispararon nuevamente. El cadáver de Juan Waldemar Henríquez quedó tendido toda la noche en la calle, junto a un árbol.
La mujer, quien se refugió en su dormitorio lo relataría así: "Desde la pieza sentimos como arrastraban un bulto, luego oímos mas balazos". Algunos testigos señalaron que Henríquez se había rendido y que estaba con los brazos en alto cuando fue ultimado.
Cecilia Valdés recuerda sobre los compañeros que cubrieron la retirada; "Bueno a mí me tocó trabajar con ellos más directamente. Yo tuve la posibilidad de hablar con Juan, ya que como una de las encargadas de seguridad tenía que quedarme en la casa, pero, en conversaciones con Juan se acordó que yo debía abandonar la casa junto con mi hijo, fue la última vez que hable con él, no nos dijimos ni chao ni adiós, sino sólo conservo su mirada que queda para siempre."
Con la muerte de Juan Waldemar Henríquez, no se acabaron las escaramuzas. En el caso de Wilson Henríquez, quien se encontraba herido a bala, fue rodeado por agentes de la CNI en el patio de otra casa, la numero 419, donde se había refugiado. Ahí fue visto por la familia de la casa quienes le indicaron que debía entregarse, a lo que él se negó.
Laura Valenzuela y su madre hallaron a Wilson Henríquez en el patio de su casa antes de que fuera capturado por los agentes. Laura recuerda:"Mi mamá le preguntó si estaba armado y él dijo que no. Era muy joven, o sea yo en ese tiempo lo veía como un joven bien débil, indefenso, y se notaba que estaba herido. Mi mamá le dijo "pero entréguese, porque o si no aquí es obvio que lo van a matar, vamos yo lo acompaño para que se entregue, para que no le hagan nada". Él no quiso, dijo no déjenme aquí no más, porque o si no los van a matar a todos".
Wilson Henríquez Gallegos
Laura y su madre decidieron dejar el patio y volvieron a entrar a su casa. Testimonios indican que al rato ingreso un grupo de agentes e hizo a la familia introducirse en el dormitorio. Apresaron a Wilson Henríquez y comenzaron una suerte de juego con él, lo golpearon, lo sacaron a la calle arrastrándolo, dijeron que lo iban a volver a entrar para que no se resfriara y luego lo mataron, registrando su cuerpo según el protocolo de autopsia 21 orificios de bala.
Laura Valenzuela; "Volvió a entrar ese grupo de gente con gritos y nos volvieron a encerrar en la pieza, o sea dijeron aquí está y qué se yo y lo tomaron a él ahí. Nosotros estábamos en la pieza, que tenia una ventana que daba al patio. Desde ahí se veía solamente sombra y escuchamos todos los golpes que le dieron. Le pegaron con armas, patadas, lo del dolor se sintió".
El ex agente Manuel Morales relató varios años después en el proceso, lo que vio en ese patio; "Y lo vi que tenía lesiones en la pierna, en la parte del tórax o del estómago y en el cuello, heridas que se tapaba con la mano".
Laura Valenzuela: "Después de pegarle bastante, se escucharon balazos. De pronto se acabó la bulla, y se sentía que arrastraban algo. Nosotros queríamos salir de la pieza, pero no nos dejaron. Pusieron un gorila en la puerta que nos garabateaba todo el rato para que no saliéramos de la pieza".
El ex agente Morales no hace mención a la golpiza, pero recuerda lo que vino después. "Le alcancé a colocar la esposa en la mano derecha y lo tiré al suelo. En ese momento apareció el capitán Velasco, que es Belarmino Quiroz, se metió entremedio y con una subametralladora HK, americana, con silenciador, le disparó de tres a cuatro balazos, diciendo mátalo, mátalo". El 20 de octubre del 2000, en su declaración judicial, el ex oficial Quiroz negó haber ultimado a Wilson Henríquez.
Flavio Oyarzún era un detective de Investigaciones en esa época y declaró en el expediente que patrullaba el sector y al escuchar los tiroteos entró a la casa donde acababan de balear a Wilson Henríquez; "En la cama de abajo había un individuo que se quejaba, dándome la impresión que estaba herido, entonces se dio la orden de tomarlo de las manos y de los pies y yo, siempre pensando en ayudar, lo tomé de uno de los pies y lo trasladamos al fondo del pasillo, donde hay un patio con piso de tierra y lo dejamos en el suelo tendido. En ese momento apareció el que daba las órdenes por señales, que andaba con una metralleta o fusil, pero era un arma larga y se acerca al individuo y sin decir nada le dispara matándolo".
El relato de Laura Valenzuela continúa "Y después se siente que lo van sacando, lo arrastran y lo llevaban en andas. Alguien dice este huevón quedó vivo y lo vuelven a entrar y en eso lo tiran seguramente en el patio nuevamente; y hacen ruidos y empiezan a golpear las ventanas para apaciguar un poco la bulla que metían".
Detrás de Varas Mena 417, Cecilia Valdés había logrado llegar a la calle por los techos, junto a Héctor Figueroa y su hijo, pero fue interceptada por una patrulla de la CNI.
Cecilia Valdés; "Yo salí por los techos con mi hijo y con otro compañero y cuando llegamos a una calle, nos encontramos con un vehículo de la CNI. En ese momento mi hijo tenía dos años y medio. Cuando nos detuvieron, nosotros dijimos que íbamos al hospital, pero no nos creyeron. A mi hijo lo pusieron en la camioneta y a mi me llevaron hacia una esquina para asesinarme."
Cecilia Valdés continúa; "Me empiezan a golpear en la calle, me empiezan a pegar cachetadas, golpes en la cabeza, a tironear y me empiezan a preguntar de dónde había salido, pero como yo no les respondía, ellos me dijeron que me iban a fusilar y me hacen caminar de ahí hasta una esquina. La cosa es que pasó bala el tipo, que tenía una cara desorbitada, súper alterado y después hay una discusión entre ellos, y justo en ese momento pasó un vehículo lleno de hombres, tal vez pensaron que eran compañeros que venían a rescatarnos, se asustaron y nos devolvieron nuevamente a la casa, lo que a la postre salvó mi vida."
Uno de los frentistas que logró escapar de Varas Mena declaró para "El Rodriguista"; "Sonó la alarma y al mismo tiempo los disparos; se implementa el plan de evacuación. Hay que improvisar y salir con lo que teníamos puesto, salvar en lo posible el armamento. Para subir al techo hubo que repeler el ataque enemigo. Tengo viva la imagen de Arturo, parapetado en la parte delantera de la casa efectuando la contención que nos permitió evacuar por los tejados. Nos arrastramos por los techos, cruzamos patios, hasta que finalmente llegamos a la calle, todo ello en medio de disparos, gritos, sirenas... En la calle correr, saltar un muro cuando las fuerzas y el nerviosismo no se soportan. Llegamos a una bodega abandonada, llena de fierros, palos y no se cuantas cosas... se mantienen los ruidos, disparos, sirenas, gritos y pasos. ¡Ahí vienen!, entran a la bodega, el M16 preparado, la luz de su linterna nos ciega. ¡No nos vieron!... se alejan los pasos... se van".
Herido en su cabeza, Santiago Montenegro fue el último en huir por los techos desde la casa de Varas Mena; "Cuando ya salí de la casa, en la calle no quedaba nadie de nosotros y de pronto me disparan, no sé si de un pasaje vecino o del fondo. Nos dispararon por todos los flancos; luego aparece una camioneta, me enfoca y me dispara nuevamente. Yo quedé herido, recibí un balazo en el hombro y aún tengo una bala incrustada en el cráneo. A pesar de eso logré salir del cerco".
Santiago llegó apenas al final del pasaje Gengis Khan, ya sin fuerzas para saltar la muralla. Le pidió ayuda al vecino de la penúltima casa, pero éste aterrorizado, se la negó. A través de un pasadizo, Santiago logró escabullirse igual en la casa del vecino que le había negado ayuda. Santiago se desangraba en el patio trasero de la casa, cuando fue descubierto por otra vecina que llamó a Carabineros, que habían reemplazado a la CNI en los alrededores.
Santiago Montenegro;"El carabinero viene y le dice al teniente: "Mi teniente, la CNI está buscando al detenido", y él le dice: "No, no lo vamos a entregar". Montenegro es rápidamente retirado del lugar por Carabineros y llevado a una comisaría.
Santiago Montenegro: "La verdad es que los que participaron en estos hechos estaban con órdenes de matar a toda la gente del Frente que encontraran; el error para ellos fue que carabineros me llevó a la comisaría y me anotó en el libro de guardia. Entonces, cuando la CNI me fue a buscar para matarme yo escuchaba la conversación, ellos decían: mira huevón, lo echamos arriba de la camioneta y lo matamos; pero el teniente que estaba a cargo decidió llevarme a la Posta."
Al igual que Cecilia Valdés, Santiago Montenegro pasó casi tres años preso. Sólo salió casi agónico, debido a una tuberculosis, no tratada. Fue esa enfermedad la que le impidió fugarse el año 90, junto a otros 49 presos políticos desde la Cárcel Pública.
LA MUERTE DE JULIO GUERRA
Casi simultáneamente a los sucesos de Varas Mena, otro centenar de agentes y policías, rodeó el dúplex 213, del block 33 de la Villa Olímpica, en Ñuñoa. Allí Julio Guerra Olivares arrendaba una pieza a Sonia Hinojosa. Estaba clandestino desde su participación como fusilero en el atentado a Pinochet, nueve meses atrás.
Julio Guerra Olivares, "Guido"
Eran alrededor de las 12 de la noche y el ex agente de la CNI Iván Cifuentes recuerda así lo que sucedió, tras forzar la puerta del departamento; "Ahí entro primero yo y estaba oscuro, pero sin embargo desde el segundo piso de este duplex vi dos fogonazos que correspondían a dos disparos que se hicieron desde arriba. En ese momento sale una mujer despavorida gritando por las escaleras que la iban a matar". Era la dueña de casa, Sonia Hinojosa.
El abogado de la Vicaría de la Solidaridad, Sergio Hevia: "Ella bajó para tratar de saber qué pasaba, la tomaron, la sacaron afuera y empezaron a gritarle a Guerra, para que saliera. Eso es todo lo que ella recuerda.".
El oficial de la CNI decidió lanzar al interior del dúplex una bomba lacrimógena militar. Mientras esperaban que Guerra saliera, llegó otro equipo de seguridad. Uno de ellos, el ex agente Fernando Burgos, valiéndose de una máscara anti gas, debido a que en el interior estaba irrespirable, llegó hasta el baño del segundo piso.
Fernando Burgos; "Y de un puntapié abro la puerta, observando que agazapado cerca del WC, se encontraba un sujeto con un arma en la mano y, por lo tanto, sin pensarlo le disparo inmediatamente alrededor de cuatro disparos, con mi arma de servicio, que era una pistola CZ e inmediatamente lo tomo y lo saco de ese lugar, dejándolo cerca de una baranda".
Detrás de Burgos iba su jefe, el oficial Arturo Sanhueza, que reaccionó como él mismo explica en su declaración; "En esas condiciones yo subo al segundo piso y observo que el sujeto estaba como medio muerto y en un estado de mucha presión y confusión, yo le disparo también un tiro hacia el pecho". Luego, el cadáver de Julio Guerra apareció con los ojos baleados.
Continúa Sanhueza: "Y si esta persona posteriormente apareció en el descanso de la escalera con otros disparos en el rostro, debo señalar enfáticamente que alguien lo puso en esa posición y disparado más balazos".
Al primero que le tocó investigar este caso fue al abogado Guillermo Hevia. "La primera sensación es que no hubo enfrentamiento. Los disparos, no soy experto en balística, pero algo sé, estaban direccionados en un sólo lugar, hacia abajo, o sea Guerra fue rematado en el suelo".
La autopsia de Julio Guerra demostró que tenía disparos a corta distancia, siempre de arriba hacia abajo y de atrás hacia adelante. Dos de ellos en los ojos. Además se comprobó que el frentista no estaba armado.
Como anécdota, el revólver que apareció colocado junto al cuerpo de Julio Guerra, en Villa Olímpica, tenía una inscripción que decía "Carabineros de Chile".
LA MASACRE DE CALLE PEDRO DONOSO
El último capítulo de la Operación Albania se escribió en un abandonado inmueble de la calle Pedro Donoso, en Conchalí. Esa noche aún faltaba decidir el destino de siete frentistas que aguardaban detenidos en el cuartel de calle Borgoño.
Álvaro Corbalán, recuerda en el expediente que le pidió instrucciones al director de la CNI, general Hugo Salas Wenzel, de qué hacer con los detenidos; "Y se me comunica por parte del general Salas Wenzel que no cabían posibilidades con respecto de aquellos que resultaron ser importantes dentro del Frente y por lo tanto había que eliminarlos".
En los calabozos de Borgoño estaban quiénes eran considerados importantes como José Valenzuela Levi, el "comandante Ernesto" y Esther Cabrera Hinojosa. Pero también se encontraban Ricardo Rivera Silva, Ricardo Silva Soto, Manuel Valencia Calderón, Elizabeth Escobar Mondaca y Patricia Quiroz Nilo, dirigentes que no tenían gran relevancia para los agentes. Todos habían sido detenidos en las horas previas.
José Valenzuela Levi, el "comandante Ernesto"
Valenzuela Levi, Ricardo Rivera y Ricardo Silva habían sido capturados esa tarde cuando salían de una reunión en una casa del paradero 21 de Vicuña Mackenna, Esther Cabrera había sido abordada luego de salir de la casa de un amigo, y Manuel Valencia había sido aprendido en la calle cuando se dirigía a realizarse unos exámenes médicos.
En el 2004 el coronel Iván Quiroz, quien participó de la operación, declaró ante el tribunal: "Alrededor de las 3 de la mañana Corbalán llamó al general Salas Wenzel para preguntarle si el asunto de los siete frentistas que todavía quedaban vivos detenidos en el cuartel Borgoño se mantenía en pie, el general Salas le respondió a Corbalán que sí". "El asunto" se refería, según Quiroz, a la eliminación inmediata de los siete detenidos.
"Yo estaba en la oficina de Corbalán en ese momento, y escuché cuando él preguntó al general Salas si la orden se podía postergar para seguir investigando a los detenidos", dijo Quiroz. Y agregó que luego escuchó de Corbalán un cortante "a su orden mi general, será cumplido de inmediato". Acto seguido, dijo que Corbalán le ordenó que eligiera a cinco oficiales para que se hicieran responsables de juntar a su gente para llevar a cabo la eliminación de los siete detenidos, que fueron trasladados a la calle Pedro Donoso.
La madrugada del 16 de junio de 1987, los detenidos fueron trasladados en caravana a la casa deshabitada de Pedro Donoso 582, que la CNI ya tenía identificada. El mayor Álvaro Corbalán había encargado al capitán Francisco Zúñiga elegir el lugar donde los frentistas serían acribillados. Luego de meditarlo, el oficial optó por el inmueble deshabitado del cual la CNI sospechaba que en ocasiones funcionaba como una casa de seguridad frentista.
La casa de calle Pedro Donoso.
El abogado Nelson Caucoto: "Los agentes de la CNI hicieron un verdadero show frente a esa casa, una casa en que ya cerca de las 10:00 de la noche comenzó a circular mucha gente con zapatillas, vestidas de sport, llegaban Carabineros, se retiraban, llegaban vehículos no identificados, se bajaban sujetos. Hasta que de repente aparecen unos equipos de televisión, entonces la gente pensaba que irá a pasar acá y era precisamente los preparativos para un enfrentamiento entre comillas, en que uno de los bandos contendientes llega con aparatos de televisión para filmar los hechos".
Una de las primeras en ser trasladada hasta Pedro Donoso fue Esther Cabrera, la "Chichi". La condujo el comando de élite del Ejército Erich Silva Reichart. "No la vi nerviosa, la vi tranquila, no estaba esposada ni vendada, y le dije que bajara la vista y que estuviese tranquila. Esta persona no habló nada, ni hizo ningún comentario y se fue sentada en el asiento trasero". El trayecto hasta Pedro Donoso no duraba a esa hora de la madrugada más de 10 minutos.
Esther Cabrera Hinojosa, la "Chichi"
El matrimonio Berríos-Vergara vio movimientos extraños casi toda la noche, frente a su casa. Edith Vergara: "Como a las 4 y media empezaron a llegar más vehículos, se iban, volvían, después fue cuando bajaron las cajas, dos cajas grandes muy pesadas que la tomaron una de cada lado. Luego llegaron los furgones que se estacionaron por el lado de nosotros, donde traían la gente. Las personas que iban detenidas, estaban descalzas con los brazos atados atrás a la espalda, amarrados y la vista vendada".
El sargento Arturo Quiroz y el capitán Francisco Zúñiga fueron encomendados para designar a parejas de oficiales que ejecutarían a cada uno de los siete frentistas detenidos.
El abogado Nelson Caucoto: "Los colocan a cada uno de ellos en sus respectivas habitaciones, al interior de la casa y en algún minuto se supone que ingresan sólo los ejecutores, o sea 14 hombres de la CNI para matar a 7 personas".
Mientras eso ocurría dentro de la casa abandonada, afuera los vecinos comenzaron a ser testigos de la primera parte, de lo que sería un gran montaje de encubrimiento.
Edith Vergara: "Después gritaron, por alto parlante, que estaban todos rodeados, que se rindieran".
La misma CNI calcula que esa noche había cerca de un centenar de agentes, carabineros y detectives dentro y fuera de la casa. La orden para que los efectivos asignados a cada víctima percutara sus armas, se dio lanzando un ladrillo en el techo, mientras el resto de los agentes disparó al aire y gritó para dar a los vecinos la idea de un enfrentamiento. Alrededor de las 05.30 AM, los siete frentistas fueron acribillados.
El oficial Iván Cifuentes, que tenía a cargo a Valenzuela Levi, fue el primero en disparar. "En ese momento procedimos a dispararle, lo que motivó que empezaran a hacer fuego los que estaban afuera, en el exterior de esa casa y el resto de los otros agentes para eliminar a los otros detenidos".
Todos fueron asesinados simultáneamente. De los 14 ejecutores, él único que ha negado haber disparado es el detective Hugo Guzmán Rojas, quien tenía a su cargo a Patricia Quiroz. "Una vez que el agente Pérez dispara el primer tiro, la mujer, a mi juicio, fallece en forma instantánea y cuando termina su accionar, Pérez dirige su arma hacia mí con un claro propósito intimidatorio y con un gesto me ordena dispararle a la mujer, cosa que no hice".
Después, entró en acción Francisco Zúñiga, según varios agentes. Manuel Morales Acevedo, ex agente de la CNI: "Y Zúñiga con mi pistola y con otra que él llevaba en la otra mano, remató a las víctimas que estaban en la pieza mía, recordando que a Valenzuela Levi debió haberle disparado unos seis tiros a la cabeza y luego siguió en la misma misión con el resto de las personas que estaban al interior de la casa, porque siguieron los disparos".
Manuel Morales Acevedo, confesó expresamente que se premeditó el montaje. "También recuerdo que se hicieron mucho más disparos en el interior de la casa y había también personas encargadas de disparar desde afuera de la casa para aparentar un enfrentamiento".
En el primer dormitorio quedaron los cuerpos de Ricardo Rivera Silva, con cinco impactos recibidos a mediana distancia, y de José Valenzuela Levi, el "comandante Ernesto" con 16, efectuados a corta distancia.
Ricardo Rivera Silva
En el primer pasillo fue muerto Manuel Valencia Calderón, con 14 disparos hechos desde unos tres metros, en ráfaga. Del informe balístico y de la autopsia se concluye que fue colocado al final de este pasillo, donde había una puerta abierta, y fusilado.
El cuerpo de Ester Cabrera Hinojosa, con cinco impactos de bala, fue encontrado en el interior de la cocina. En ese lugar no hay huellas de disparos. Del análisis de los peritajes se concluye que la víctima fue fusilada en un pasillo lateral y que, posteriormente, su cuerpo fue dejado en la cocina.
El cuerpo de Ricardo Silva Soto, presentaba 10 impactos de bala. De acuerdo con los informes periciales, fue baleado dentro del segundo dormitorio y rematado en el suelo, según revelan varios impactos en el piso de la pieza. Un detalle significativo de que no hubo enfrentamientos es el hecho de que Ricardo Silva presentaba heridas de bala en las palmas de sus dos manos, en un intento instintivo de protegerse, desde el suelo, de las balas con que finalmente lo mataron.


Ricardo Silva Soto
Muy cerca del cuerpo de Ricardo Silva fue encontrado el de Elizabeth Escobar Mondaca, con 13 impactos de bala, 10 de los cuales fueron efectuados a muy corta distancia, según la autopsia. La joven, igual que Ricardo Silva, fue baleada primero dentro del segundo dormitorio y, posteriormente, rematada a menos de un metro de distancia, con varias ráfagas, contra un muro de una habitación deshabitada. El cuerpo de Patricia Quiroz Nilo apareció al fondo del extenso pasillo interior de la casa de Pedro Donoso y presentaba 11 impactos de bala.
Uno de los peritajes balísticos revela, en primer lugar, que de los casi 200 balazos dentro de la casa, no hay ninguna bala disparada desde el interior hacia el exterior, no obstante que la CNI dijo que en Pedro Donoso las víctimas contaban con dos fusiles M-16, una subametralladora, tres revólveres, tres pistolas, cuatro granadas, dos cartuchos de amongelatina y un kilo de amonio para fabricar explosivos. Pese a tan alto poder de fuego, todas las trayectorias de las balas incrustadas en la casa son de adentro hacia afuera. Tampoco hay ningún rastro de enfrentamiento dentro de la casa.
Otro peritaje determinó que las armas de los frentistas nunca fueron percutadas. En segundo lugar, resulta curioso observar que el mayor poder de fuego que supuestamente tenían los frentistas -una subametralladora- lo habría portado Patricia Quiroz (cuyo cuerpo apareció al fondo de la casa), en circunstancias que con esa arma debería haber estado en la ventana disparando contra sus agresores y no Ricardo Rivera, quien lo hacía presumiblemente con una pistola.
Un policía que estuvo en todos los lugares donde murieron las personas en la "Operación Albania", declaró en el proceso que todos los sitios del suceso estaban profundamente alterados y que al llegar a ellos los impactos de bala en los muros habían sido removidos. También le llamó la atención que "todas las armas de las víctimas estaban colocadas en la mano izquierda".
Según el agente Iván Quiroz tanto el como Alvaro Corbalán llegaron al lugar después de ocurridos los hechos; "Llegamos y recuerdo que había mucha gente. Carabineros había acordonado el lugar, había cámaras de televisión. Una vez que entramos se observaban algunos cadáveres destrozados, muy destrozados. Esas fotos están en el proceso".
EL RECUERDO DE LA VÍCTIMAS
A todas las familias de las victimas, cuál más cual menos, se les quebró la vida y siempre habrá un antes y un después.
Ruth Cabrera, hermana de Esther: "Se llevaron todo lo que sabían que era de ella, no dejaron nada. Nosotros no tenemos ni siquiera fotos, hay una que circula que la tenía un amigo, era un negativo de tamaño carnet. Dejaron como limpio, rastro de ella no quedo nada, sus cuadernos, sus cosas, se llevaron todo. Es como si hubiera desaparecido".
Un documental sueco sobre una de sus mejores amigas, "Chela", registró unos pocos segundos de su existencia, dos años antes de su asesinato.
Para Ruth, que hoy recorre la casa que alguna vez habitó la "Chichi", su hermana fue otro ejemplo de fuerza y decisión, sólo siente no haber estado con ella en esa fría madrugada de junio; "La pena a lo mejor es porque no está con uno, porque quizás le faltó la hermana, la tía, todas esas cosas que uno se imagina. El si yo hubiese estado, pero bueno así es la vida no más".
Diecisiete años después de la muerte de Manuel Valencia, su madre Eliana Calderón, aún necesita apoyo psicológico. Completamente entregados a su vida en la Iglesia, sólo se enteraron que su hijo era del Frente al día después de su muerte. Hastiado, dicen de la violencia en la poblaciones, Manolo ingresó a las juventudes comunistas.
Eliana: "Cuando habían muerto a este compañero en la Victoria, el lloraba conmigo, me decía "mamá hasta cuando, hasta cuando vamos a soportar esto mamá, esto no se puede seguir soportando, tenemos que luchar para que esto termine si no van a haber más y más muertos". Y lloraba conmigo, me tomó de las manos me acuerdo y lloraba conmigo, con una impotencia, con una rabia muy grande".
Para los padres de Manuel Valencia, asesinado en Pedro Donoso, sólo quedaron sus fotos y un cassette que Manolo grabó a los 14 años para su padre.
Manuel Valencia Calderón
Eliana: "Hay una parte de nosotros que murió, y en mi especialmente mi calidad de mujer murió, se fue con mi niño, mi calidad de madre es una cosa que me llevaron, la mitad de mi ser. Ya no lloro, no tengo lagrimas, puede estar pasando lo más terrible, puede estar todo el mundo llorando, en esos momentos se me aprieta la garganta, pero no puedo llorar".
Hasta hoy sus padres no entienden la violencia desatada contra el joven de 20 años, que ni siquiera estaba en los antecedentes de la CNI y recibió 14 balazos.
Eliana: "Se le había corrido la venda y ahí yo casi me espanté porque era un hoyo profundo el que tenia, porque la salida de bala era como una rosa para afuera, y su cara... le habían volado la mitad de su carita".
Ricardo Silva, era el segundo hombre del Frente en Concepción, y sabía que su vida corría peligro. Su hermana recuerda que su principal preocupación era su hijo.
Patricia Silva: "Ricardo me decía, "mira yo lo único que pido es que si me van a matar me den un minuto para pensar en Cristián", así era el. Cuando hubo que reconocerlo, él estaba con una expresión de rabia muy marcada en su rostro, con los ojos abiertos como mirando a sus asesinos. Sabemos que el estaba en el suelo y que le dispararon en esa posición, entonces creo que si llego a tener el tiempo que el quería para pensar en su hijo".
Aun hoy, Vicky Ormeño no logra superar el dolor y la rabia de perder a su esposo, Juan Waldemar Henríquez, muerto en Varas Mena 417. A ella y a su hijo de nada les ha servido que sea considerado un héroe.
La familia de otra de las victimas, Wilson Henríquez, es una de las que más férreamente ha luchado para que se haga justicia, a pesar del miedo que sintieron incluso en sus funerales.
Raquel Arias: "Así que ahí estuvimos, dignamente creo, como hermanos al lado de él, para que supiera que (se emociona) los sueños no mueren, ni aunque lo hayan dejado de esa manera y que si nos faltaron cosas por decir, cosas que contarnos, éramos hermanos y nos íbamos a saber entender"
Adriana Pohorecky, madre de Ignacio Valenzuela, asesinado en la calle Alhué, ha hecho de su vida un duelo y su único objetivo es hacerle justicia a su hijo. Por eso, en su antejardín, conserva el tronco del árbol que nunca protegió a Ignacio y por eso sigue viviendo a ínfimos metros del lugar de su muerte. "Realmente cuando mataron a mi hijo, me mataron a mí también, no me mataron físicamente, pero en espíritu me mataron".
Hoy, las familias no tienen un sentimiento común para con los acusados.
Ruth Cabrera: "Yo te lo estoy hablando en forma muy personal, a esta altura que sean reconocidos los asesinos y que digan estos fueron los que los mataron, ya eso es castigo suficiente, porque yo creo que ellos también tienen familia, tienen otro drama. Por último para uno el drama es una pérdida, pero no es una vergüenza, y yo pienso en la familia de todos esos que están ahora confesos, que deben tener hijos, señora, madre"
En su trabajo como médico en la Posta Central, a Avelina Cisternas, pareja de José Valenzuela Levi, le tocó atender, sin saberlo en un principio, a uno de los acusados en la Operación Albania; "Dios me puso en la situación más difícil que me podía poner alguien, me lo puso en la situación de paciente, y en la situación de paciente reaccioné como médico, no hice nada, me quedé callada, al día siguiente lo fui a ver. Hoy día siento pena por ellos y que bueno que así sea, me dan pena, me dan lástima. Pobre gente, que en realidad no se dieron cuenta que estaban cometiendo un asesinato".
Hasta hoy, una cincuentena de ex agentes de la CNI han declarado en el caso. Pese a ello ha resultado muy difícil para la justicia, por una u otra razones, poner a los responsables de este gran montaje tras las rejas.
Con el tiempo, y con el convencimiento de que la masacre fue un hecho fríamente premeditado por los organismos de seguridad del gobierno militar, la opinión publica rebautizaría la acción de los agentes denominándola "La Matanza de Corpus Christi"


EL QUIEBRE
 EL FRENTE EN LA ENCRUCIJADA

El descubrimiento de las armas de Carrizal Bajo, el fracaso de la emboscada contra Pinochet y la Operación Albania significaron descalabros de los que el FPMR no volvería a recuperarse. Entre agosto y septiembre de 1986 algunos de sus mejores combatientes fueron detenidos. A ellos les siguieron decenas de cuadros comunistas, implicados en ambas operaciones. La colectividad llegó a perder un militante cada ocho horas, ya sea porque era arrestado o porque debía salir del país tras ser identificado por los organismos del régimen.
Para la dirigencia comunista, enfrentada a la peor debacle de los últimos diez años, no sólo habían quedado al descubierto las febles medidas de seguridad de los frentistas. También se hizo evidente que sus mandos habían empleado a militantes sin experiencia, desoyendo la instrucción del partido de sólo recurrir a sus combatientes más fogueados.
De un golpe, la colectividad había perdido la confianza en la cúpula del FPMR. A juicio de líderes como Luis Corvalán y Gladys Marín, era urgente dar un golpe de autoridad que asegurara al partido el control de su aparato armado. La Unión Soviética, según informes de inteligencia norteamericana, presionaba por lo mismo.
Para historiadores cercanos al PC como Ivan Ljubetic, las causas previas de la crisis estaban posiblemente en el fracaso de las operaciones de Carrizal y la emboscada a Pinochet. Pero la causa de fondo del desentendimiento era a juicio de los jerarcas del partido el bajo nivel político-ideológico de la mayor parte de los comandantes y de gran cantidad de miembros del Frente. "En la formación de los primeros, la mayoría instruidos en Cuba, se privilegió su formación militar por encima de una sólida educación política-ideológica", indica Ljubetic.
Para los frentistas, en cambio, la razón de la crisis era clara. El PC había determinado súbitamente renunciar a la vía armada, aquella que tanto habían apoyado en el pasado y que ahora desconocían.
Hasta junio de 1987, el alto mando del FPMR estaba integrado por seis comandantes: "José Miguel" (Raúl Pellegrín), "Ernesto" (José Valenzuela Levi), "Aurelio" (Roberto Nordenflycht), "Benito" (Ignacio Valenzuela), "Daniel Huerta" (Martín Pascual) y "Aureliano" (Luis Arriagada Toro). Cuando en los primeros meses de 1987 el PC informó que tres de los seis mandos serían reemplazados por hombres de la absoluta confianza del partido, se iniciaron los problemas.
El objetivo del PC era acabar con el predominio de Raúl Pellegrín, cuyos cercanos copaban el alto mando del aparato. Integrado por los primeros oficiales formados en Cuba -y que luego pelearon contra Somoza en Nicaragua- el núcleo del líder máximo frentista planteaba que la única forma de reponer la movilización de masas era mantener el eje de las acciones armadas. En cambio, el partido y los frentistas menos sometidos al influjo cubano estimaban que lo que había que producir eran "hechos políticos que reactivaran la movilización".
Enterado de que el FPMR iba a ser "intervenido", un indignado Pellegrín dirigió una carta de circulación restringida a la directiva, denunciando que el partido estaba a punto de "hacer abandono" de su política militar.
"Existen responsabilidades personales que la historia del movimiento revolucionario en Chile no podrá olvidar. Si se ponen jefes militares que la base no respeta, los militantes del Frente no se subordinan a ellos", advertía el líder máximo del FPMR.
El momento por el que atravesaba el Frente, fue expuesto crudamente por el propio Pellegrin en una larga intervención que realizó ante la comisión militar del Partido Comunista, durante el primer semestre de 1987, y cuyo resumen fue transcrito por el periodista Manuel Salazar; "El 85 íbamos por el camino de la Sublevación Nacional; el 86 caminábamos más cerca que nunca de la Sublevación Nacional. ¿Quién y con qué derecho nos ha apartado de ese camino? ¿Por qué se ha impuesto en el Partido una tendencia que no es mayoritaria?".
-"Desde hace meses hemos señalado que en el Frente Patriótico, en el Frente Militar y en el Partido, existen serias dudas sobre los pasos dados por el propio Partido en estos ocho meses, respecto a la implementación de la Sublevación Nacional, período caracterizado por la indecisión, por el cambio inexplicable de opinión, de falta de claridad, por lo contradictorio de los informes, que se asemeja mucho a la falta de dirección. Sin duda el Frente se ha transformado en algo molesto para una nueva política que no se tiene la valentía de expresar".
-"En el partido circulan opiniones lapidarias sobre nosotros. Se habla de un grupo fríamente calculador, que aplica mecánicamente el proyecto nicaragüense y cubano, que pretende cambiar a la Dirección del Partido. Además se nos tilda de ser compañeros de "bajo nivel político"; ésta no puede ser la respuesta a nuestras inquietudes".
-"Más de alguien estará feliz de que el Frente se vaya del Partido. O más bien, que el Partido se vaya del Frente. Varios compañeros y varias jefaturas consideramos que este es el momento de dar paso al accionar a la lucha decidida y resuelta en perspectiva de la Sublevación Nacional, que seguimos considerando como la única estrategia válida para resolver los problemas de nuestro país".
También el "comandante Ramiro" relató años mas tarde la visión que había en ese momento en las filas del Frente respecto de los líderes del Partido; "En general, nuestra apreciación de ellos en los tiempos de la ruptura fue de mucha decepción, por la renuncia que hicieron de una política que ellos mismos habían impulsado y que para el Frente seguía válida en sus formas y moralmente".
A cargo de las tensas conversaciones con los rebeldes, la postura del dirigente comunista Jorge Insunza era inflexible: "No hay alternativa. El año decisivo falló y el FPMR debe desmontarse". En uno de los encuentros, Pellegrín lo encañonó con su pistola. Otro jefe frentista, "Daniel Huerta", desenfundó un revólver en defensa del dirigente comunista. Aunque el tenso momento se diluyó cuando "José Miguel" bajó su arma, era claro que la convivencia estaba definitivamente rota.
Al respecto, un informe de la CIA sostiene que en julio de 1987 jóvenes de la facción rebelde del FPMR "fueron instruidos por altos oficiales frentistas para ejecutar a un militante del PC cuyo único crimen había sido estar en desacuerdo con la línea militar". El documento no especifica el nombre de la eventual víctima y cita una fuente al interior del partido, pero su veracidad nunca pudo ser confirmada.
Otras situaciones de tensión se vivieron en Cuba y Nicaragua, donde el FPMR contaba con casas de seguridad y otros medios. En La Habana, los cubanos se vieron obligados a disponer de residencias separadas para cada bando. Un dirigente socialista entonces asentado en la isla, recuerda que en el elegante barrio de Miramar los frentistas protagonizaron un altercado con armas desenfundadas y una persecución en automóvil. "No hubo heridos porque todos terminaron detenidos por la Seguridad del Estado cubana", afirma este consultado.
La facción rebelde comenzó a autodenominarse FPMR-Autónomo e inició una rápida ofensiva por tomar el control del armamento y la infraestructura en disputa.
"Nos decían que ellos eran el pueblo y que los fierros tenían que pertenecer al pueblo", sostiene un ex frentista hoy establecido en Europa y a quien un alto comandante "autónomo" llegó a ponerle un arma en la sien. "O entregai las armas o te mato...", lo amenazó. "El desorden era mayúsculo. Hasta hoy hay barretines perdidos", sostiene.
Al producirse la división, el sector rebelde también se anotó un triunfo estratégico; además del armamento, en pocos días el FPMR Autónomo quedó en poder de casi la totalidad de la estructura de apoyo que tenía el aparato en Argentina, Uruguay y Brasil.
"Se llevaron absolutamente todo. Quedaron con una plataforma que se había trabajado durante años y que le serviría para sus acciones futuras. Lo que había en aquellos países eran bases de apoyo logístico, pero orientadas en función de un trabajo al interior de Chile", afirma otro ex combatiente, vinculado por entonces a la red internacional del aparato.
A esas alturas el conflicto ya había traspasado las fronteras. Un informe de inteligencia de la Stassi alemana fechado el 10 de septiembre de 1987 daba cuenta de estos tensos momentos. En el se detalla una reunión entre Rodrigo Rojas, jefe de la oficina del PC en la RDA, y Hermann Axen, miembro del buró político del SED: "El compañero Rojas informó que existen serios problemas con el Frente Patriótico Manuel Rodríguez. Ellos acusan al PC de haber abandonado la doctrina Corvalán (rebelión popular). La mayoría de los dirigentes del Frente han abandonado el PC y se niegan a obedecerle. Hoy día, existen de facto dos Frentes. La dirigencia considera la actual situación como una de las más difíciles en toda la historia del PC".
La Postura Cubana

Para el Partido Comunista, la gran incógnita ante el quiebre era saber a qué sector entregarían su apoyo los cubanos. Por ello, en julio de 1987 una alarmada Gladys Marín instruyó a una pequeña comitiva para que informara personalmente a Fidel Castro en La Habana.
Los enviados llevaban una carta de Luis Corvalán en que el dirigente hablaba del "enorme dolor" que el quiebre les provocaba, tildaba a los rebeldes de "revolucionarios equivocados" y manifestaba que aún era posible "recuperarlos", para lo cual esperaba la ayuda cubana.
Pese al alto nivel de secreto con que habían realizado el viaje, muy pronto los emisarios comprobaron que los autónomos conocían perfectamente sus pasos, al igual que todas las desesperadas maniobras del PC para aislarlos. Gracias a sus contactos en La Habana, uno de los emisarios supo que Raúl Pellegrín había llegado varios días antes y que ya se había entrevistado con Castro. En la reunión el "comandante José Miguel" explicó a los jerarcas de la isla los verdaderos motivos de la división y solicitó que se mantuviera el apoyo político y económico para la entidad que nacía.
Lo mismo había hecho "Salvador", Galvarino Apablaza, líder natural de los oficiales formados en La Habana y partidario de los Autónomos, quien por entonces estaba establecido en la isla.
El 28 de julio de 1987, Fidel y Manuel Piñeiro recibieron por fin a los hombres del PC en el Palacio de la Revolución. Dando por sentado que estaba en conocimiento de las amenazas entre cada bando, Castro comentó que había estado muy preocupado por la seguridad del grupo durante el viaje, por lo que dijo alegrarse de verlos.
Días antes, Castro había recibido a María Maluenda, la madre de José Manuel Parada, uno de los tres comunistas brutalmente asesinados por agentes del régimen chileno en marzo de 1985. La mujer había viajado a La Habana para solicitar al líder cubano que ayudara a detener la aventura armada del FPMR.
Aunque es imposible saber si lo hizo tomando en cuenta esta petición, Castro señaló a los enviados del PC que la postura de La Habana sobre Chile había sufrido un vuelco radical: tomando en cuenta los fracasos de Carrizal Bajo y el atentado les reconoció que la acción del FPMR ya no tenía sentido.
"Atentaría contra las más básicas leyes de la sicología pedirle una salida revolucionaria al pueblo chileno", recalcó Castro, siendo respaldado por el intrépido "Barbarroja" Piñeiro, su más cercano colaborador, también presente.
En referencia a los autónomos, dictaminó: "Ellos son muy jóvenes y tienen un deseo demasiado vehemente por hacer la revolución. Para nosotros son como nuestros hijos. Esta pugna es lo más doloroso que nos ha pasado".

Pero lo cierto es que el gobierno cubano estaba lejos de tener una postura única al respecto. Apenas se produjo el quiebre del FPMR, sus organismos habían tomado partido en favor de uno y otro grupo. "La Cancillería y el Ministerio de Defensa apoyaban al FPMR-PC, pero Tropas Especiales y el Departamento América se jugaron a fondo por el FPMR-Autónomo", reconoce un diplomático socialista que vivió por años en La Habana. En una conversación posterior con uno de los enviados por Gladys Marín, el propio "Barbarroja" tuvo una frase decidora: "Tal cual como el Frente, nosotros también estamos divididos"
El apoyo que estaban prestando sectores del gobierno cubano a los frentistas escindidos preocupaba sobremanera al PC, cuya dirigencia veía como última carta la intervención del propio Castro para poner fin a ese peligro. De hecho, una de las principales tareas encomendadas por Gladys Marín al grupo era denunciar a Castro la cooperación de altos oficiales de su Ministerio del Interior al FPMR-Autónomo.
Los enviados tenían antecedentes concretos al respecto. "Comandante -le explicó uno de los chilenos-, la gente de Tropas Especiales y su jefe, el general Alejandro Ronda, los apoya, les da dinero y financia sus bases en Argentina".
Castro sonrió y los acompañó a la puerta. Antes de despedirse, zanjó el conflictivo punto aseverando al dirigente comunista de nombre político "Ernesto Contreras": "En esta isla no se hace nada sin que yo lo sepa".
Otro asistente a aquella reunión avala que esas fueron las últimas palabras de Castro. Sin embargo, también recuerda que el líder cubano recalcó que su discrepancia con el camino elegido por el FPMR Autónomo no significaba que los abandonaría a su suerte. "No vamos a dejar solos a esos muchachos", dijo alzando la voz en un momento de la cita.
Un informe de inteligencia de la Stassi alemana fechado en agosto de 1987 confirmaba estas discrepancias; "El PC tiene la impresión que Cuba apoya al Frente disidente, no obstante que digan lo contrario. Así, por ejemplo, le permitieron al comandante "Salvador" tomar contacto con hombres del PC que siguen instrucción militar en Cuba".
Consultado en su momento el propio "comandante Salvador" aclaro las razones del quiebre: "En 1987 el PC entra en una crisis interna, del conflicto entre su política del pasado y la rebelión popular. A juicio de muchos, la política de rebelión popular los aleja de la vía democrática. Nosotros éramos elementos que representábamos esa política y había que diseminarnos, no diré destruirnos, pero en el fondo era lo mismo. El PC se obstina en decir que el Frente Patriótico Manuel Rodríguez no es parte suya. Se produce una confusión que deja a los nuestros en el aire y en la indefensión. Antes del quiebre, comienzan los relevos y los reemplazos por gente "políticamente más confiable" para la dirección del PC. Por eso, se produce la separación."
En definitiva, parte de los integrantes del Frente decidieron replegarse, regresando a su actividad político partidista, específicamente al Partido Comunista, autodenominándose Frente-Partido, dirigidos por el "comandante Daniel Huerta", lo que posteriormente daría lugar al llamado "Movimiento Manuel Rodríguez".
El ala continuista de la política militar derivo al FPMR Autónomo y estaba encabezada por Raúl Pellegrin Friedmann, el "comandante José Miguel" y la estrategia a implementar se denominó "Guerra Patriótica Nacional". Este sector se llevó la mayor parte de las armas y la elite de los cuadros militares.
El Gran Rescate
Descripción: https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEhZVDUW1bRMZ7Rc0L8ri9RdWryae0-ij_VTG8us3QNo6YO6Qd6E93JWwHrfig7nuX4jg-gmaGlylPaQzh_LISEW1f4QK2eed0ldZTPus2fpKbroPuWRK-DWql5JvrvWyllzUThW81eCm33M/s400/Fuga+-+Fugados+03+%5B800x600%5D.jpg
Los cuatro fugados junto "Emilio" y "El Chele" (encapuchados)
 La calurosa tarde del 30 de diciembre de 1996, el inconfundible sonido de un helicóptero volando a baja altura sacó de sus rutinas al numeroso grupo de presos y gendarmes que poblaban la Cárcel de Alta Seguridad de Santiago.
A las 15.45 horas de ese día, un helicóptero Bell Long Ranger de la empresa Lassa sobrevoló la cárcel abriendo fuego de fusilería contra las casetas de vigilancia, para luego dejar caer una cuerda de 15 metros con un canastillo al que rápidamente treparon cuatro integrantes del FPMR que permanecían tras las rejas.
Dos de ellos eran los únicos autores del asesinato de Jaime Guzmán que estaban en cautiverio: Mauricio Hernández Norambuena, el "comandante Ramiro" y Ricardo Palma Salamanca. Los otros dos fugados eran Pablo Muñoz Hoffmann y Patricio Ortiz Montenegro.
Descripción: https://blogger.googleusercontent.com/img/b/R29vZ2xl/AVvXsEitW1vX_OPkcQvCpfg-_xNhgheeItpUZCmhINuyXubPErDDUDEhJjAmKPDF3mDr2JTySay0Ax_Ii1Mq_7G5NJByrz3B6a6UQlTuq_N9g7WMF3Eh8vhXN3Ml6f7BGhgOMSAvSKc2A0gWdLAf/s320/Ramiro+03.jpg
"Ramiro", uno de los comandantes evadidos
Ante la mirada atónita de los gendarmes y la algarabía del resto de los presos, el canasto con los cuatro frentistas a bordo se elevó alejándose raudamente del recinto penal.
La operación "Vuelo de Justicia", cuidadosamente planificada por la jefatura del FPMR se concretó esa tarde con un éxito rotundo, burlando un recinto que los organismos de gobierno creían, hasta ese momento, infranqueable.
Un año antes y para poner en marcha el plan, la plana mayor del FPMR, encabezada por Galvarino Apablaza, el "comandante Salvador" y Juan Gutiérrez Fischmann, "el Chele", le habían encargado a Raúl Escobar Poblete, conocido como "Emilio", la formación de un equipo selecto de personas.
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Raúl Escobar Poblete o "Emilio, el jefe de rescate
Con "Emilio" al mando de la operación, el equipo seleccionado se dividió en dos grupos. El primero -bautizado como Comando MAB en honor al fallecido líder frentista Mauricio Arenas Bejas- fue encabezado por el propio "Emilio", quien en mayo de 1996 había ingresado al país con una identidad falsa, burlando dos órdenes de aprehensión en su contra por el homicidio de Luis Fontaine en 1990, y de Jaime Guzmán, al año siguiente. Este grupo además lo componían el frentista que oficiaría de piloto y otro rodriguista conocido solo como "Rodrigo", quien actuaría como fusilero.
El segundo grupo fue encargado de armar la fachada de distracción, siendo integrado por extranjeros vinculados a diversas organizaciones políticas. Este contingente estaba a cargo de Luis Carlos Distéfano, un argentino del que aún se desconoce su verdadera identidad. Hace un tiempo, ubicado por un canal de televisión chileno en Buenos Aires declaró; "Se comunicaron conmigo compañeros de la época del exilio y del internacionalismo y me plantearon que había compañeros chilenos que necesitaban hacer una operación, pero sin especificarme que. No me lo pensé mucho y acepte".
El 23 de noviembre de 1996 ingresó a Chile, en un vuelo de Lan, la ciudadana irlandesa Christine Shannon. Dos días después su hermana Frances entró al país en otro vuelo de la misma aerolínea. Ambas eran integrantes del Seinn Fein, el brazo político del IRA. El grupo se completó en los primeros días de diciembre con el ingreso de dos argentinas; Marcela Acevedo y Vanessa Weinsber.
La colaboración de los extranjeros era vital en esta etapa del plan pues ellos ayudaron a Distefano a montar la fachada de "empresario turístico". Todos eran voluntarios que ayudaban al Frente gracias a sus históricos contactos con otros grupos políticos alrededor del mundo.
A mediados de diciembre los dos grupos se instalaron en el que sería a partir de allí su centro de operaciones, una amplia casa arrendada por Distefano a orillas del lago Rapel. Nadie sospechó que tras esa fachada de simples turistas se planificaba la más espectacular fuga en la historia del país.
El día 14 el grupo celebró el 13ª aniversario del Frente, y en medio de esta reunión "Emilio" les dirigió algunas palabras; "Todos estamos contentos y confiados. El hecho de ir a juntarnos con nuestros hermanos, que nos van a estar esperando deja todo en familia. Cualquiera sea el desenlace, vamos a quedar entre hermanos".
A mediados de 1996 el FPMR ya había decidido la alternativa aérea como única vía de rescate. El fallido intento de fuga de ocho rodriguistas desde la Ex Penitenciaria en 1992, descartó todo intento de escape terrestre por una toma o un asalto.
Patricio Ortiz, uno de los evadidos, recuerda desde su asilo en Suiza; "Además se descartaron los túneles, porque, aunque no lo comprobamos, se supone que habían sensores de movimiento en el perímetro de la prisión que podrían haber detectado los ruidos de una excavación".
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Patricio Ortiz Montenegro
Los sobrevuelos realizados con anterioridad, junto con antecedentes de otros traslados en helicóptero demostró a los frentistas la vulnerabilidad de los sistemas de control aéreo, por lo que la acción de salir por el aire resultó ser la más segura. Esta variante tenía una limitante de peso (el cupo máximo era de cuatro personas), pero presentaba a su favor la posibilidad de desarrollar una acción limpia. Para ello debía realizarse en un tiempo máximo de tres minutos.
Como primera medida "Emilio" ordenó al grupo concentrado en Rapel confeccionar una maqueta a escala para replicar el patio numero tres de la Cárcel de Alta Seguridad, donde se realizaría el rescate.
"Rodrigo" participó activamente en la construcción de la maqueta; "Primero hicimos un plano y después la maqueta en base a toda la información que teníamos y también por lo que nos decían los compañeros que estaban adentro. Fue un trabajo de muchas horas".
La maqueta jugó un rol vital en la preparación, ya que ayudó a los frentistas a familiarizarse con la vista aérea de la cárcel, los sectores de fuego de cada tirador y los blancos que debían neutralizar.
En una de las visitas al interior de la cárcel, el "comandante Ramiro" fue informado del diseño definitivo del plan y la cantidad de personas que serian rescatadas, recibiendo instrucciones para que el grupo comenzara a prepararse. Esto implicaba bajar de peso, fortalecer los brazos y conocer a cabalidad el rol de cada uno en la operación.
Inicialmente el plan contemplaba a cinco personas para el escape. El quinto era Rafael Escorza, otro frentista que cumplía cadena perpetua junto a su esposa, Cristina San Juan, por el secuestro de Cristian Edwards. Pero Escorza se negó.
Rafael Escorza: "Ahí Mauricio vino para preguntarme si estaba o no estaba en esa. Y yo le dije que no, porque mi compañera estaba enferma, se había agravado y mi deseo era acompañarla en lo que pudiera. Luego, en otra de esas conversaciones el me dijo "es tu ultima oportunidad viejo, si no vas a estar aquí mínimo hasta el 2012", y yo le dije "bien, es la decisión que tomo". Al final ellos me entendieron".
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Rafael Escorza al ser detenido en 1992
Dentro del recinto, los cuatro rodriguistas compartían la misma galería, lo que les permitió coordinarse en su plan de escape. Claudio Martínez, ex director de Gendarmería; "El criterio de tenerlos juntos era para facilitar la vigilancia, porque al estar concentrados los lideres se evitaba la contaminación ideológica al resto del penal".
Para no despertar sospechas los cuatro reclusos comenzaron a usar un lenguaje secreto durante sus conversaciones; "pintura" se refería al vuelo, "pintor" al piloto y "cuadro" al helicóptero.
En tanto el grupo de rescate continuó con la planificación. Uno de los problemas a solucionar era la imposibilidad que el helicóptero se posara en el patio al que diariamente accedían los rodriguistas encarcelados. Surgió primero la idea de dejar caer unas cuerdas anudadas, luego arneses y finalmente se optó por un canasto, que colgaría de una cuerda de 15 metros al cual debían subir los frentistas. Para proteger a los rescatados, la cesta hecha con dos aros de aluminio y tejida con una malla de cordeles, fue revestida con Keblar, un material altamente resistente, incluso a prueba de balas. Esta fue probada antes de la operación con dos disparos a corta distancia que certificaron la calidad del blindaje. Para neutralizar la posible reacción de gendarmería y del personal aledaño (FAMAE), el plan contempló aproximarse al penal abriendo fuego en forma de abanico y con ráfagas cortas.
Luego de algunas postergaciones, mayoritariamente fruto de la imposibilidad de obtener la aeronave deseada, a las seis de la mañana del 30 de diciembre, el comando frentista concentrado en Rapel dio inicio a la etapa final del plan.
"Rodrigo"; "Había que preparar a toda la gente en el enmascaramiento y todo eso, a unos encrespándoles el pelo, a otros planchándoselos, maquillándolos ...además había que cargar la camioneta con el canasto, todo el armamento largo y las granadas ...".
A las 9 de esa mañana Distéfano llamó a la empresa Lassa para confirmar que el helicóptero Bell Long Ranger, que habían arrendado y probado con anterioridad, estuviera disponible para ese día. Minutos más tarde se comunicó con el conductor de turismo Isaac Friedmann, para que pasara a buscar a un grupo de "turistas" al Lomitón de Providencia. Distéfano: "Ahí un grupo partió al Lomitón y otro se quedó en la casa preparando la tarea de equipar el helicóptero".
Esa misma mañana, al interior de la cárcel, los cuatro rodriguistas que escaparían se preparaban con cierta incertidumbre. Patricio Ortiz; "Ese día, entre cierto nerviosismo e incredulidad tratamos de hacer lo de todos los días, yo estaba con Pablo, con quien compartía la celda. El estaba tranquilo escuchando su música, Led Zeppelín y todo eso que le gustaba. El Negro (Ricardo Palma) con Mauricio estaban mas relajados, incluso hacían chistes con la situación".
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Ricardo Palma Salamanca, "El Negro"
El grupo que permanecía en Rapel preparó todos los elementos para equipar el helicóptero. Además limpiaron minuciosamente la casa para no dejar ningún rastro.
En tanto el grupo que esperaba en el Lomitón, conformado por "Emilio", Distefano, el piloto frentista, las hermanas Shannon, y Marcela Acevedo, fue puntualmente recogido por Isaac Friedmann, quien los trasladó hasta el aeródromo de Tobalaba donde llegaron al mediodía como estaba presupuestado. Luego de la conversación con el encargado de la empresa de vuelos, "Emilio" y Distefano sintieron que un escalofrío les recorría el cuerpo. Habría un pequeño cambio de planes; Emilio Griffin, dueño de la empresa Lassa, y piloto asignado para ese día, no podría acompañarlos.
Distefano: "Ahí nos dice Griffin que el no puede ir, pero que va a ir el otro piloto, y me dice que es una persona muy capaz, muy idónea y que incluso es piloto de carabineros...".
El capitán de carabineros Francisco Sagredo, quien en sus ratos libres ejercía como piloto alternativo de la empresa Lassa, se incorporó así, sin quererlo, al mayor plan de rescate nunca antes visto en Chile.
Zanjado el inconveniente y con el grupo de "turistas" a bordo, el capitán Sagredo despegó desde Tobalaba a las 12.51 de esa calurosa tarde, y tres minutos después se comunicó con el Control Aéreo para informar que cruzaría la capital de este a oeste para tomar rumbo a Chillán. Fue su único contacto radial.
Luego de quince minutos de vuelo, una de las pasajeras comenzó a presentar fuertes dolores estomacales. Esta era la artimaña preparada por el grupo para hacer descender al piloto y poder tomar el control de la nave. El capitán Sagredo, forzado por el percance, debió descender en un sector cercano a Melipilla. Al bajar fue inmediatamente encañonado con un arma e introducido a la parte trasera del aparato, donde fue esposado y vendado.
Francisco Sagredo; "Una vez que estuve amarrado yo dije "bueno, y quien va a pilotear" y unos de ellos me dijo "no te preocupes, yo lo voy a volar". Por supuesto que no le creí. Finalmente despegamos y debo reconocer que el tipo lo hacia bien, así que le devolví la confianza, pese a que yo en ese momento no veía nada".
El nuevo piloto, con doce meses de intensiva instrucción de vuelo en el extranjero, comenzó a sobrevolar el lago Rapel, descendiendo en un sector aledaño, donde los esperaba "Rodrigo" en un automóvil Lada Station. Ese vehículo fue abordado por Distefano y las extranjeras, quienes trasladaron al capitán Sagredo hasta la casa del lago, donde fue encerrado en una de las habitaciones.
Luego de unos minutos en tierra, los otros tres rodriguistas, esta vez todos chilenos, abordaron el helicóptero y lo trasladaron hasta otro punto del lago. En ese lugar rápidamente acondicionaron la aeronave.
"Rodrigo": "Ahí tratamos de poner las placas antibalas que eran para protección del piloto. Era un sistema tipo rieles, muy pesado y que no nos cuadraba adentro. Fue una barbaridad. Al final, luego de varios intentos, tuvimos que sacar las puertas a la fuerza".
A la dos de la tarde el Bell Long Ranger estaba listo para la acción. A esa hora "Emilio", "Rodrigo" y el piloto emprendieron el vuelo definitivo hacia la Cárcel de Alta Seguridad.
En ella los cuatro rodriguistas esperaban alertas. A la una y media habían bajado al comedor del primer piso del recinto y simulaban tener una reunión. Desde esa sala tenían acceso al patio tres, el punto fijado para el arribo del helicóptero.
Rafael Escorza; "Yo estaba en esa sala conversando con otros compañeros, cuando veo a Mauricio y lo noto un poco nervioso. Entonces le digo "Mauro, quieres hablar conmigo" y el me contesto "no", así, secamente y se marchó".
Faltando una hora para llegar a la cárcel, el helicóptero volaba a tiempo según lo planeado. Sin embargo, sorpresivamente divisaron la costa. Habían tomado la dirección equivocada.
"Rodrigo": "De repente el piloto dice "hey, creo que estamos perdidos", y yo le digo "pero como?", y me dice "si, mira el agua". Ahí yo le grité "entonces date la vuelta".
De vuelta en la ruta correcta y para no desviarse nuevamente, decidieron tomar como guía la actual Autopista del Sol. Esquivando el radar de Cerrillos y a una aeronave de Carabineros que se dirigía a Rodelillo, el Bell Ranger sobrevoló el Parque Brasil, para comprobar la ubicación del automóvil en que debían evacuar luego del descenso. Momentos después, y a la hora establecida el equipo operativo del FPMR avistó desde el aire la Cárcel de Alta Seguridad. Eran las 15.45.
Cuando comenzaron a sobrevolar el sector sur del penal, "Emilio" y "Rodrigo" iniciaron los disparos sobre las torres y pasarelas de vigilancia de la CAS previendo una eventual respuesta por parte de Gendarmería. No hubo ninguna.
Al escuchar la balacera primero, y el motor del helicóptero después, los cuatro frentistas que esperaban ser rescatados salieron a su encuentro en el patio donde estaba debidamente dispuesta la señal visual acordada: un balde amarillo.
Patricio Ortiz; "Empezamos a sentir los tiros de los fusiles que se empezaban a acercar y dijimos ya, esta es la nuestra, aquí vienen nuestros compañeros a rescatarnos. Y salimos hacia el patio como estaba planificado".
En la sala de comunicaciones de los gendarmes se movió una cortina que inmediatamente recibió un rafagazo. Los celadores sólo atinaron a arrojarse al suelo buscando alguna protección, al tiempo que gritaban pidiendo sus chalecos antibalas.
Rafael Escorza: "Yo estaba tendido en la cama y sentí el ruido del helicóptero. Me asomé y me llamo la atención porque paso muy bajo. Y luego los disparos. Yo no entendía nada y en eso miro hacia abajo y veo a los muchachos corriendo. Fue todo muy rápido. Fue impresionante ver al hermano que iba en la pata del helicóptero con su fusil, que hay que ser bueno para eso, porque con la cadencia de tiro que lleva el arma, manejarla con una mano, no lo hace cualquiera".
"Rodrigo"; "Estar arriba fue de película, pero lo conocíamos todo gracias a la maqueta. Ver a los muchachos abajo también fue impresionante. Al primero que ví fue al Negro moviendo sus brazos y esperando el canasto. Yo debía esperar que nuestro piloto bajara hasta quedar a exactos quince metros del suelo para poder lanzar el canasto. En esto no podíamos fallar. El tirarlo antes habría significado la desestabilización de la máquina".
Un testigo que a esa hora se encontraba frente al recinto relata; "Fue todo súper rápido. Arriba del helicóptero había un tipo que disparaba con una ametralladora, y con el pie afuera y todo, era como un comando, una cuestión de película".
Patricio Ortiz: "El canasto cayó al revés y Mauricio y el Negro lo restituyeron a su forma original. Recuerdo que Pablo se subió como a un vuelo charter, así tan simple, y el Negro también. Y el canasto comenzó a elevarse, y Mauricio y yo quedamos un momento allí congelados, y ya cuando estaba a la altura de nuestras cabezas, reaccionamos. Al final saltamos y yo me agarré de una de las cuerdas gruesas que llevaba el canasto por dentro. Ahí Mauricio también saltó y logró meter parte de su cabeza y brazos, pero el cuerpo le quedo colgando. La idea era distribuir el preso de manera uniforme, para ganar estabilidad. Yo debía ir de espaldas con el Negro, pero no se pudo".
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Pablo Muñoz Hofmann, el cuarto evadido
Luego de un par de segundos sobre el suelo, el canasto comenzó a elevarse. "Rodrigo"; "Apenas cayó el canasto, pasaron unos segundos y yo doy la orden "ya, vamos". Fue así de rápido para ahorrar tiempo, y riesgo también".
Sólo Ricardo Palma y Pablo Muñoz tuvieron tiempo de introducirse completamente en el canasto, pues Patricio Ortiz y "Ramiro" quedaron colgando. En el peor momento de la fuga, el bamboleo hizo que el canasto se estrellara contra unos de los muros de la prisión.
Patricio Ortiz; "Y cuando el helicóptero sale en ese ascenso tan fulminante, se bambolea y golpea de una manera brutal a Mauricio en uno de los muros. Pero el no cedió y se aferró con todo lo que tenia y empezamos a elevarnos a una velocidad increíble".
Rafael Escorza: "Es más, yo creo que si hacen esa salida mil veces mas, no les sale igual. Porque la paredes del patio tenían estos alambres circulares que les llamaban tiburones, y Mauricio paso a unos centímetros de esa alambrada pudiendo haber quedado enganchado, y al hacerlo hubiera desestabilizado el helicóptero y hubiera quedado la escoba".
Sin embargo, caer no era el único problema. Al ir completamente fuera del canasto, "Ramiro" era un blanco perfecto para los gendarmes. Desde el helicóptero, los frentistas aumentaron el fuego sobre las casetas de vigilancia para cubrirlo. Ricardo Palma, premunido de un arma que iba en la cesta, también alcanzó a dar algunos disparos contra los custodios.
Cerca de las cuatro de la tarde de ese 30 de diciembre los cuatro miembros del FPMR colgaban del helicóptero sobre Santiago, en un vuelo que estaba lejos de ser placentero.
Patricio Ortiz: "Hay un momento en el ascenso en el que la turbina del helicóptero se empieza a fundir. Subimos a una altura de 500 metros, a 200 km por hora, y de repente se sintió una cosa estática, una cosa muy rara, porque el helicóptero se quedo como detenido y no avanzaba".
"Rodrigo"; "De repente sentimos como un golpe y yo pregunto que pasa, y era el mismo helicóptero que se estaba fundiendo, y bueno, tuvimos que seguir así".
Otro punto crítico era el movimiento que sacudía al canasto. Al principio, el plan de los frentistas contempló que podría producirse un efecto "péndulo", pero lo que ocurrió fue algo completamente diferente.
Patricio Ortiz; "Lo que paso realmente fue un efecto juguera, como nosotros lo denominamos, porque el canasto empezó a girar en forma circular, lo que contravino todas las leyes de gravedad".
A pesar del movimiento que sacudía al canasto, los fugados se aferraron con todas sus fuerzas. La situación de "Ramiro" era la más crítica, pues sufría de vértigo. Para él, la opción de fugarse por el aire era lejos la más difícil. Cuando aún faltaba parte del recorrido, sus fuerzas parecieron llegar al límite. En un momento de desesperación el comandante frentista gritó a sus compañeros que se soltaría. Estaban a 500 metros de altura.
Patricio Ortiz; "Ahí empieza otra situación muy terrible, porque Pablo que iba de frente a Mauricio empieza a ver que este se estaba cayendo. Se le estaban durmiendo los músculos de los brazos y le dice a Pablo "yo me voy a caer, me voy a soltar". Yo veía que Mauricio me agarraba la piernas por debajo con sus piernas, en un acto de aferrarse a la vida, y en un momento de desesperación le gritó a Pablo que lo tirara. Ahí Pablo, arriesgando su propia integridad, logró agarrarlo de un brazo y tirarlo para arriba, con lo que Mauricio logró estabilizarse".
Para los cuatro frentistas que cuelgan del helicóptero los tres minutos de vuelo al Parque Brasil parecen interminables.
Patricio Ortiz; "Nosotros gritábamos de desesperación, insultábamos al piloto, le sacábamos la madre, yo no se cuantos garabatos dije, pero arriba obviamente no escuchaban nada".
"Rodrigo"; "Yo no me quiero ni imaginar la presión que recibían. Del aire, del movimiento del canasto, de la altura, de todo y aparte dos de ellos que iban tan mal ubicados. Arriba no escuchábamos nada, y yo pensaba "bueno, tienen que aguantarse", porque a esas alturas que mas podíamos hacer".
Once minutos antes de las cuatro de la tarde el helicóptero Long Ranger comenzó su descenso sobre el Parque Brasil.
Patricio Ortiz; "De repente los edificios y la gente, que los veíamos chiquititos, se empezaron poco a poco a ampliar y nos dimos cuenta que estábamos bajando. Ahí nos vino un cierto miedo porque pensamos que si bajábamos a esa velocidad nos íbamos a sacar la mierda".
El helicóptero, en su afán de llegar lo más pronto posible a tierra, realizó un aterrizaje prácticamente sin vuelo estacionario -como originalmente estaba previsto- y antes de posarse en una de las canchas de fútbol del Parque Brasil, el impacto del golpe fue dejando en tierra a los cuatro evadidos. Sólo Ricardo Palma llegó a bajarse del cesto cuando se detuvo la marcha. Los otros cayeron o saltaron a tierra con la fuerza del descenso.
Patricio Ortiz: "Llegamos a esas canchas y claro, ojalá hubiera sido una cancha de pasto, pero el pasto no apareció por ningún lado, estaba lleno de tierra. Pese a todo fue el mejor porrazo de nuestras vidas".
Todo esto ocurría ante la mirada atónita de muchos pobladores que paseaban o jugaban fútbol en el lugar, ignorantes de que eran testigos de uno de los hechos más impactantes del acontecer nacional de los últimos tiempos.
"Rodrigo"; "Ahí empezamos a repartirles armas a los muchachos y en eso Ramiro me pregunta "Bueno, y en que nos vamos ?". En medio del nerviosismo y la confusión, los frentistas corrieron al Subaru Legacy que los esperaba.
Patricio Ortíz: "Era un sentimiento de angustia y ansiedad de saber que habíamos logrado algo tan grande como la libertad y que esa libertad era muy sentida por gente que estaba dentro y fuera de la cárcel. Teníamos la tensión de saber que se estaba articulando un operativo de captura. Pero salimos tranquilos y nos dirigimos hacia nuestros refugios. Al final no pasó nada".
Reportaje de TVN sobre el rescate
Como era de esperar, el rescate de los cuatro rodriguistas desde la Cárcel de Alta Seguridad provocó airadas reacciones en los mandos gubernamentales, aunque para muchos otros no quedaba más que reconocer la audacia e ingenio de los frentistas.
"Creo que es la operación más científica y técnica que ha hecho el FPMR", afirmaba Lenin Guardia, un singular agente de inteligencia que había tratado de desarticular a la misma organización que ahora motivaba sus nerviosos elogios.
"La definiría como la operación mejor concebida, madurada, por un grupo de ultra izquierda en América Latina de esta última década. Por la limpieza con que se hizo, la sincronización de los tiempos, la articulación de factores. De una u otra forma se mostraron como los últimos herederos de la revolución cubana, con un profundo respeto de las personas", se apresuraba a declarar a los diarios.
El tema generó reconocimiento, incluso en las altas esferas militares. Para muchos jefes de la aviación chilena la operación de rescate fue "algo sumamente profesional, aunque duela decirlo''.
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El canasto y el helicóptero utilizado en el rescate
La Investigación
Inmediatamente después de ocurridos los hechos, la policía se dio a la tarea de obtener antecedentes y pistas de los fugados. Con el correr de los días, las indagaciones comenzaron a dar indicios sobre los involucrados. Entre éstos, algunas fotografías de Luis Carlos Distéfano, las que fueron obtenidas luego que un comerciante tomara contacto con Carabineros, manifestando que en su poder tenía algunas fotos en las que supuestamente aparecía el mismo individuo cuyo pasaporte fue publicado en la prensa. Personal de la Dipolcar analizó el material, captado en una compraventa de automóviles, y concluyó que efectivamente se trataba de Distéfano.
Igualmente fue posible detectar el lugar donde las hermanas Christine y Frances Shannon permanecieron alojadas en la capital. Las mujeres estuvieron en el hotel "Los Españoles", ubicado en avenida Santa María, en Providencia. Según fuentes de inteligencia, los nexos con el IRA se habían consolidado en 1995, año en que un grupo del FPMR viajó a Irlanda para conseguir el apoyo logístico necesario para la fuga.
El ministro del caso consiguió también un video en el que aparecen los cuatro integrantes del FPMR evadidos y los miembros del comando que protagonizó el rescate. El documento fue grabado por un aficionado que vive en los alrededores del Parque Brasil, en la comuna de La Granja. El autor de la filmación, se encontraba grabando imágenes familiares en el interior de su vivienda cuando escuchó el ruido del helicóptero que aterrizaba en el parque. Inmediatamente comenzó a grabar por la ventana y captó al grupo de frentistas en el momento en que descendían de la aeronave y corrían al automóvil Subarú estacionado a pocos metros.
Fuentes bien informadas señalaron que en el video se distingue claramente cuando los individuos abordan el vehículo y huyen del lugar. Se supo que todos los frentistas se ven ilesos y en una evidente actitud de nerviosismo y felicidad.
Otra evidencia importante es la cinta magnetofónica que grabó casualmente el interno Gino Alvarado, cuando dejaba mensajes en una grabadora para su mujer, justo en el momento del tiroteo. En medio de silencios por el asombro ante la situación, el interno decía a su cónyuge: "Sabe mi amor, que en este momento anda un helicóptero aquí al lado de nosotros tirando balazos. Parece que quieren rescatar a alguien... ¡Se van fugando!, ¡se van fugando, mira! ¡Se van fugando tres gallos!, tres gallos en el helicóptero. Tienen que ser extremistas".
Después de una pausa y cada vez más entusiasmado, continuó: "Se van fugando ¡qué lindo, oye!. Pasó un helicóptero y ¡tá-tá-tá-tá-tá! (imitando el sonido del helicóptero). Mira la gente como aplaude... Mira, allá va el helicóptero... de aquí lo veo, mi amor. Mira, va allá con tres gallos en el aire, va a salir en las noticias... en todas partes, mi amor".
El resultado del peritaje balístico hecho a la cinta magnetofónica arrojo un resultado de 70 balas M-16 cuyos disparos fueron atribuidos en forma exclusiva a "Emilio" y "Rodrigo" que volaban en el helicóptero.
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Prensa de la época
Tambien la argentina Marcela Alejandra Acevedo, no tardó en ser identificada. La policía chilena viajó a la nación trasandina en búsqueda de antecedentes y obtuvo su fotografía. Según las posteriores indagaciones, ella fue la mujer que fingió el mareo a bordo del helicóptero, para que el piloto aterrizara en el lago Rapel. Si bien se pensaba que la "afectada" de nauseas era una de las irlandesas, ésto fue descartado luego de que el propio capitán de Carabineros secuestrado no reconociera a las hermanas Shannon. Fuentes ligadas al proceso dijeron que Marcela Acevedo utilizó en Chile su identidad real. Por testigos fue descrita como de unos 30 años aproximadamente, contextura delgada, tez blanca y cabello castaño oscuro.
La argentina regresó a su país el 31 de diciembre de 1996, por el paso Los Libertadores, y aparentemente no ha vuelto a salir de esa nación. Incluso, la policía logró detectarla en Buenos Aires, pero nunca se formalizado su detención.
 Viajando Por Sudamérica
No se volvieron a tener noticias de los fugados hasta dos meses después de ocurridos los hechos, cuando Mauricio Hernández Norambuena, envió un correo a la página de los presos políticos en Internet. "No podía ser de otra forma, hacer realidad la posibilidad de volar, justamente volando" eran las primeras palabras que el "comandante Ramiro" envió a Elías Letelier, el chileno que mantenía la pagina. "Ramiro" reaparecía en forma desafiante, diciendo que "nuestra ausencia del 'barrio chino' (módulo de la CAS donde permanecían recluidos) será un signo permanente de que no existen 'muros tecnológicos' capaces de doblegar cuando existe vergüenza y dignidad".
"Ramiro" no dio pistas sobre su paradero y sólo envío un saludo "desde algún lugar de este lado de la vida". El comandante frentista señaló que en su pensamiento seguían intactas las imágenes de los rostros de sus compañeros, con los que compartió durante años una diversidad de experiencias, cuyo centro era la voluntad de seguir luchando.
"No dudo que por sobre la adversidad de hoy, ellos se sentirán revitalizados con nuestra voluntad", aventuró.
En la parte final de la carta, Ramiro manifestaba que su "reencuentro con la tierra, aunque fuese a través de un dichoso 'porrazo', fue como un renacer, ya que los dos minutos de vuelo significan el parto con su cuota de angustia y felicidad".
Aunque la audaz huida en helicóptero desde el penal de máxima seguridad les resultó relativamente simple, la salida del país no fue igualmente fácil para los cuatro fugados. Expertos en inteligencia y las policías afirman que tras el aterrizaje del aparato en el Parque Brasil, cuatro células del FPMR se encargaron de ocultar a los fugitivos en distintas casas de seguridad de Santiago, acondicionadas especialmente para la ocasión.
Sin embargo, la "operación" estaba lejos de concluir ahí. De acuerdo con los investigadores, los frentistas abandonaron Chile separadamente días más tarde, usando a lo menos tres rutas de escape por pasos fronterizos no habilitados
El paso de Icalma, en las cercanías del volcán Lonquimay, en la novena región, y Puntas Negras, en Antofagasta, habrían sido los lugares escogidos para salir rumbo a Argentina, mientras que el norte de Arica fue la vía para llegar a Perú.
En el caso de Icalma, ubicado en la novena región, existieron algunas versiones que indicaban que los frentistas habrían abandonado Chile con rumbo a Argentina en un automóvil marca Peugeot, de color blanco, por un paso no habilitado oficialmente y sin control policial, el 3 de enero, o sea, cuatro días después de la fuga en helicóptero.
El automóvil habría sido acondicionado con vidrios blindados, adquiridos en un negocio de la comuna Padre Las Casas. Aparentemente, retratos hablados del comando del rescate fueron reconocidos por los lugareños.
Un equipo especial de inteligencia, vinculado a la investigación del caso de la fuga, se trasladó en enero a la novena región. Existía la posibilidad de que los extranjeros que integraron el comando del rescate fueran los mismos que habían estado meses antes en Icalma y el lago Hishué. Se efectuaron empadronamientos en algunos sectores de la zona y además fueron exhibidos a los lugareños los retratos hablados que se confeccionaron de los subversivos.
Otras fuentes manifestaron que las indagaciones arrojaron resultados positivos, ya que los ayudistas de la fuga fueron reconocidos. Sin embargo, era demasiado tarde.
Aunque la policía chilena nunca los pudo recapturar, agentes de inteligencia aseguran que siempre estuvieron siguiéndoles el rastro. Y pese a los magros resultados obtenidos en los años siguientes, los buscaron por España, Irlanda y Sudamérica con la hipótesis de que mantenían una conexión logística internacional con terroristas de la ETA, el IRA y las FARC, respectivamente. De hecho, a principios de 1997 dos equipos de expertos de la Policía de Investigaciones viajaron a Irlanda y Argentina, donde coordinados con agentes de ambos países rastrearon pistas sobre el paso de los frentistas. Así, indicios recabados por los policías al norte de Buenos Aires les permitieron determinar que los fugitivos viajaban por tierra en dirección al norte de ese país y que los cuatro huyeron de Chile por vías distintas.
A casi tres meses de su fuga, y luego de que recorrieran más de tres mil kilómetros por separado, sus itinerarios convergieron en tierras brasileñas, a las que llegaron tras un breve paso por Colombia.
Cuando la información de que Brasil era un punto de tránsito en su travesía llegó a manos de los servicios de inteligencia chilenos, éstos alertaron a sus similares de ese país y a la Interpol. No obstante, ambos organismos no aportaron datos significativos sobre el paradero de los perseguidos.
Con pasaportes falsos -y siempre por separado- los rodriguistas salieron del país cafetero por vía aérea en dirección a Ciudad de México. Aparentemente, fue la última vez que los cuatro se reunieron, porque cercanos al Frente señalan que mientras Patricio Ortiz partió a Suiza en compañía de una mujer que lo esperaba en tierras aztecas, Hernández, Palma y Muñoz se trasladaron a Cuba.
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Los fugados, en algún lugar de Sudamérica
El frentista con menos prontuario de los cuatro fugados era Patricio Ortíz Montenegro, quien había protagonizado algunos actos subversivos, robos y hechos de sangre junto a su hermano Pedro Alberto.
Sobre los días inmediatamente siguientes al escape, Ortiz narró mas tarde, desde su asilo en Suiza, que a las pocas cuadras del aterrizaje los cuatro se separaron y cada uno abandonó Chile en distintos momentos. Recordó también que pasó por cinco países hasta llegar a un país grande de Latinoamérica, donde tenía que tomar contacto con la gente del frente. Sin embargo, el azar jugó en contra y la cita no se concretó.
"Intenté retomar comunicación, pero no pude", sostiene. Y pese a que recurrió a todas las señales de emergencia acordadas por su organización, quedo a la deriva. Una idea se le fijó en la mente. El silencio de su organización podía significar que estaba siendo seguido. "Pensé que estaba con un problema de cola", recuerda.
Evaluó sus posibilidades. Sabía que cualquier paso en falso le costaría caro a él y sus compañeros. Pero estaba en un país donde no conocía a nadie y carecía de recursos. Decidió entonces contactar a sus hermanos que vivían en Suiza desde 1973.
"No tenía otra opción. Y pensé que pese a las condiciones precarias, mi decisión de arribar a Suiza no ponía en peligro al resto de los fugados", argumenta Ortiz.
Sigilosamente, se conectó con uno de sus hermanos y en julio de 1997 llegó a Suiza buscando el estatus de refugiado político. Permaneció casi un mes en libertad hasta que fue detenido, debido a que Chile había exigido su deportación. Diversas campañas de solidaridad y la presión de organizaciones humanitarias lograron que un año mas tarde la justicia suiza le diera libertad. A partir de ese momento quedó condicional y con estatus transitorio. Por largo tiempo, un control policial se mantuvo muy cerca del chileno.
"Durante el año de incomunicación me fue imposible tener algún vínculo con mis compañeros. Después, no quise insistir", explica.
Su insólita aparición en Suiza, sin embargo, levantó una serie de especulaciones sobre una fuerte ruptura entre los fugados. En Chile, los medios sostuvieron que Ortiz se había "descolgado", optando por un camino propio. El frentista admitió que existieron distintas opiniones políticas, pero que nunca se materializaron en un quiebre; "Nunca me descolgué de nada, eso es otra de las invenciones sobre nosotros".
Los Rastros En Cuba
Las idílicas playas de Matanzas se constituyeron en la scenografía con la que el gobierno de Fidel Castro recibió a Mauricio Hernández, Ricardo Palma y Pablo Muñoz, tres de los cuatro frentistas fugados, una vez que éstos lograron arribar a la isla. En esta ciudad, ubicada a 100 kilómetros de La Habana, los integrantes del FPMR residieron durante casi un año en casas especiales proporcionadas por el régimen cubano, período en el cual debieron cumplir con una de las condiciones clave impuesta por sus anfitriones: no dirigir una rearticulación del Frente desde el interior de la isla.
Según el escritor chileno Roberto Ampuero, quien vivió largas temporadas en Cuba, es imposible que los prófugos hubieran arribado a la isla sin la previa autorización del mismísimo Fidel Castro; "Cualquiera que haya vivido en la isla sabe cuan difícil es conseguir residencia allí y puede imaginar que el arribo del grupo de fugitivos no pudo haber sido aprobado por un simple funcionario de inmigración, ni un oficial de rango medio, ni un general. Todos los que vivimos allá pasamos primero por un detallado interrogatorio sobre nuestras vidas, que después era chequeado con informantes, pues podíamos ser agentes de Pinochet o la CIA. El prontuario de Hernández Norambuena era demasiado notorio como para que el espionaje cubano lo ignorara. No nos engañemos: la decisión de permitir el ingreso a la isla a un discípulo extranjero con la biografía del "comandante Ramiro" sólo pudo haberla tomado Castro. Castro no está interesado en esclarecer esto, pues esa historia lo compromete profundamente."
Al llegar a la isla los frentistas permanecieron unos días en La Habana, pero luego se radicaron en Matanzas. Un familiar de uno de ellos relató que durante su permanencia en esta localidad los fugados llevaron una vida normal. No estuvieron incomunicados y mantenían contactos normales con los habitantes del litoral, pero -según la misma fuente- el gobierno de Castro tomó algunas medidas de seguridad para protegerlos. La más importante fue la presencia permanente de un grupo de agentes encargados de vigilarlos y de velar por su integridad.
Tanto Hernández Norambuena como Muñoz Hofmann y Palma Salamanca vivieron en casas fiscales que les proporcionó la administración castrista. Asimismo, les facilitaron automóviles oficiales y desempeñaron algunas actividades laborales en el mismo balneario. Este sistema de vida duró varios meses. Incluso, Palma disfrutó de la tranquilidad necesaria frente a la costa de arenas blancas para escribir su primer libro, "El Gran Rescate", que describe la operación que los liberó y que fue publicado en 1997.
Pero la agradable rutina se derrumbó. Cercanos a los rodriguistas señalan que todo se complicó luego de los polémicos llamados telefónicos que los fugitivos hicieron a sus familiares a fines de 1997 y que fueron interceptados por la policía chilena. En el caso de "Ramiro" una conversación telefónica sostenida con su hermana fue clave para que la policía chilena descubriera su paradero.
El 31 de marzo de 1997, el comandante frentista quizá sintió nostalgia de los suyos. La vida en la clandestinidad no es sencilla y quizá fue esa la razón que le llevó a marcar el teléfono de su hermana Cecilia. El llamado -grabado por Investigaciones en virtud de una orden judicial- fue hecho desde Cuba a Valparaíso, donde residen los familiares de "Ramiro". El código del llamado confirmó que había sido efectuado desde La Habana.
No fue una comunicación corta. Duró 19 minutos y 57 segundos y llegó a Chile a través de la firma Chilesat. El dato interesante que aparecía era que el contacto se había producido desde Cuba, aunque el gerente de operaciones de la empresa en un documento reservado no podía dar fe si el inicio de la comunicación era o no el país caribeño. En su conversación familiar, Hernández Norambuena le indicó a su hermana que podía contactarle a través de "Joel", que no era otro de Arnaldo Arenas Bejas, el mismo que actuó como fusilero en el atentado a Pinochet, y quien supuestamente fue el conductor del solitario vehículo con el que los prófugos abandonaron el Parque Brasil, donde aterrizó la aeronave que los sacó de prisión. Para eso le daba un teléfono de Cuba, el 669488, usando el código 7 que es la localidad de Alamar, según versa el informe firmado por el entonces jefe de inteligencia policial, prefecto Luis González Cuevas.
En la grabación, cuyo contenido fue informado en su oportunidad al ministro en visita Lamberto Cisternas, el "comandante Ramiro" manifestó a su hermana que se encontraba bien, junto al resto de sus compañeros, Ricardo Palma Salamanca y Pablo Muñoz Hoffmann. Según un personero que conoce el proceso sustanciado por el magistrado, la conversación fue "telegráfica y hablaban medio en clave. Además se estaban moviendo por distintas partes". Asimismo, ambos planificaron un encuentro para septiembre en otro lugar del continente americano. La policía chilena, a través de Interpol, esperaba que allí se produjera la detención del frentista fugado, lo que posteriormente se diluyo.
En el mismo documento la policía concluía que los fugados estaban o habían estado en Cuba, pero también en Brasil. Esto porque "Ramiro" le comentaba a su hermana sobre su estadía en las playas de Ipanema, Copacabana y Leblon, donde se habrían tomado las fotografías que fueron publicadas tras la fuga.
A mediados de 1997, la policía de Investigaciones nuevamente interceptó una veintena de llamados telefónicos realizados desde Cuba, ahora de los tres frentistas fugados. Los contactos con parientes y amigos, que permitieron incluso detectar los números telefónicos, fueron una prueba irrefutable de que los prófugos se encontraban en la isla.
En una de las conversaciones telefónicas interceptadas, uno de los frentistas mencionó el nombre de Muñoz Hofmann y nuevamente el de Arnaldo Arenas Béjas, Fue entonces cuando Lamberto Cisternas disipó sus dudas. "Para él estaban en Cuba", afirma un testigo del episodio.
Junto con confirmar el paradero de los frentistas, las grabaciones telefónicas detectaron una conexión aún más comprometedora. Una de las llamadas registró la voz de José Luis Ojalvo, experimentado hombre de la inteligencia cubana que incluso cooperó con el Che Guevara en su fatídica aventura armada en Bolivia, en 1966. Bajo cobertura diplomática, Ojalvo operaba en la embajada cubana en Santiago como representante del Departamento América, la mítica agencia de Fidel Castro encargada de mantener los vínculos con la subversión en el continente. El error le costó caro: cuando la misión cubana se enteró de que sus conversaciones con uno de los frentistas habían sido interceptados, decidió regresarlo a La Habana. Allí, según un socialista chileno con muy buenos contactos en la isla, al poco tiempo murió.
De igual modo, agentes de inteligencia policial detectaron que la madre de Ricardo Palma, Mirna Salamanca, la primera semana de julio de 1997 abandono el país en un vuelo directo con destino a La Habana. La visita fue de casi 10 días y, según los mismos agentes, marcó el primer reencuentro entre la madre y el hijo.
Además hay versiones que hablan de otras licencias en que incurrieron los frentistas; "Luego de escapar de la cárcel, los fugados se escribían correos electrónicos felicitándose mutuamente por el éxito de la operación, cuando cualquiera que conoce algo de comunicación electrónica sabe que puede ser detectado desde cualquier lugar y que se puede determinar el origen de la comunicación, al grado de poder localizar el computador mismo desde donde sale la información", afirma un importante rodriguista.
Tantas congratulaciones y contactos no agradaron al gobierno cubano. Menos cuando los frentistas continuaron haciendo ruido ya instalados en la localidad de Matanzas. El espionaje del gobierno chileno logró infiltrar el cerco que rodeaba a los fugados y de esta manera constatar físicamente la presencia de ellos en Cuba. Tal acción fue lograda por un joven funcionario de la Embajada chilena, que los penetró y permitió a Chile tener la certeza de que los escapados se encontraban en ese país.
Estas "negligencias" de los fugados fue un motivo de fuerte reprimenda de parte de funcionarios del régimen cubano. La mayor molestia fue con Mauricio Hernández Norambuena, porque los servicios secretos cubanos consideraron inadmisible que un "comandante" incurriera en omisiones de esta envergadura. Para colmo, Hernández Norambuena nunca se adaptó al bajo perfil y al trabajo rutinario exigido por los anfitriones a sus huéspedes como condición para permanecer bajo el alero cubano. En cambio, seguía rondando en su cabeza la necesidad de rearticular el FPMR.
Ese episodio marcó el fin de la estadía del "comandante Ramiro" en Cuba. No está clara la fecha de su partida, pero sí se sabe con precisión que Muñoz Hofmann permaneció un par de meses más bajo el alero cubano.
"Fidel se vio obligado a invitarlos a salir, que es casi lo mismo que expulsarlos, pero dándoles una asistencia para que pudieran hacerlo. Alrededor de 15 (frentistas) fueron los que abandonaron el país y transportados a naciones de su elección, como Ecuador, Perú, Colombia y Chiapas", asegura el mismo ex subversivo.
Con todo, según fuentes judiciales, las intercepciones telefónicas hechas a los tres frentistas arrojaron una inesperada línea de investigación en el proceso. En estos intercambios se descubrió que el grupo se había dividido por problemas de convivencia y es aquí donde el nombre de Ricardo Palma Salamanca comienza a separarse del periplo en el que se embarcarían sus ex compañeros de fuga. Ya entonces las indagaciones de la investigación llevada a cabo por Cisternas comenzaban a delinear los escenarios de los movimientos de los frentistas por América Latina, específicamente por Nicaragua, El Salvador, Brasil y Argentina.
De acuerdo con declaraciones hechas por el ex ministro Figueroa, a principios de 1998 las autoridades chilenas estuvieron a punto de detener a Hernández Norambuena en Buenos Aires. El "comandante Ramiro" viajó a la capital argentina para encontrarse con la ex vocera del FPMR y su entonces pareja sentimental, Lorena Astorga. "Una desinteligencia entre las policías provincial y federal trasandina -explica Figueroa- impidió la captura del jefe operativo del Frente".
Los frecuentes viajes a Argentina y Brasil de los fugados de la CAS -donde el rodriguismo mantiene una base logística y financiera, quedarían ratificados posteriormente con la sorpresiva detención de "Ramiro" en Sao Paulo, en su condición de uno de los líderes del secuestro del publicista brasileño Washington Olivetto. Cercanos a la investigación del magistrado afirman, no obstante, que Cisternas esperaba por esas fechas un golpe del FPMR en Colombia o Brasil.
Mientras tanto, en la Habana, el 25 de febrero del 2002 había aterrizado Joaquín Lavín, como parte de una visita que tenia el fin de estrechar vínculos con el gobierno cubano y así crear un perfil de apertura política en base a las próximas elecciones que se realizarían en Chile. Lavin jamás imaginó -e incluso hoy le costaría creerlo- que apenas cuatro días antes de su aterrizaje en La Habana, y sólo a 33 kilómetros de la capital cubana, un grupo de frentistas, entre ellos Ricardo Palma Salamanca, relataba sus "hazañas" subversivas a un grupo de jóvenes de varios países del mundo.
De acuerdo a una investigación realizada en Cuba, la tercera semana de febrero la Escuela Internacional de Deportes y Educación Física, ubicada a 33 kilómetros de la capital cubana, celebraba su segundo aniversario. Con una matrícula que ya alcanza a más de 800 alumnos provenientes de 91 países -60 de ellos chilenos-, el complejo invitó ese mes a un grupo de miembros del FPMR, quienes llegaron en automóviles facilitados por el gobierno, para compartir durante varios días sus experiencias con los alumnos.
Ante una audiencia compuesta por varios cientos de estudiantes, los subversivos chilenos relataron operaciones como el frustrado atentado en contra del general Augusto Pinochet en el Cajón del Maipo, en 1986; la masiva fuga ocurrida en 1990 desde la Cárcel Pública a través de un túnel, y el escape desde la Cárcel de Alta Seguridad (CAS), en 1996. Temas como el financiamiento que reciben de la ETA y el IRA, sus negocios de fachada en Chile y el aprendizaje que reciben en Cuba, también formaron parte de las animadas tertulias.
Los oradores compartieron con los cautivados jóvenes detalles de cómo se confeccionó el canasto en el que huyeron los subversivos de la CAS y de las temerarias maniobras que realizó el piloto del helicóptero que los trasladó.
El "expositor estrella" del cónclave fue sin duda Ricardo Palma Salamanca, quien incluso aceptó gustoso fotografiarse con algunos de los presentes.
Su presencia en el evento no constituye un hecho sorprendente para diversas fuentes cubanas y de la inteligencia chilena. Esto, porque existe la convicción de que él fue el único de los fugados de la CAS que permaneció en tierra cubana luego de la abrupta partida de sus compañeros fugados.
En los propios círculos del FPMR reconocen que Ricardo Palma, alias "el Negro", comenzó a sufrir problemas sicológicos luego de fugarse de la CAS en 1996. Dueño de un carácter temperamental y con tendencia a la depresión, una vez que llegó a Cuba comenzó a ser atendido en un hospital de alta seguridad para combatientes que sufren problemas mentales producto de la guerra, ubicado cerca del sector de El Vedado. De acuerdo a un importante miembro del FPMR que conoce el tema, más que estar loco o esquizofrénico, Palma fue víctima de una crisis de nervios causada por un trauma depresivo como consecuencia de los largos años de encierro y tortura: "Normalmente este es un cuadro que se produce después que el individuo es sometido a un proceso de libertad. De pronto pareciera que uno se enfrenta a un abismo (...) que puede llevar al quiebre del individuo con la realidad y a serios trastornos".
Con todo, su tratamiento y el hecho de estar sumergido en la redacción de su libro "El Gran Rescate", lo mantuvieron en la isla caribeña. En otras palabras, el régimen habría tenido a la vista consideraciones de orden humanitario para no expulsarlo. Algo muy distinto de lo que ocurrió con el resto de sus compañeros, especialmente con "Ramiro".

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Fiestas y celebraciones tipicas de Chile

Fiestas y Celebraciones
de la Republica de Chile

Fiestas Patrias:

Se celebran durante todo el mes de septiembre, pero especialmente los días 18 y 19, con ramadas, juegos populares y desfiles; entre éstos el más importante es la Parada Militar que se realiza en Santiago, en la elipse del Parque O’Higgins el día 19 de septiembre, Día del Ejército.
En algunas localidades se celebra el llamado “18 chico” el fin de semana siguiente a las Fiestas Patrias; en estas fechas es también tradicional la fiesta de la Pampilla en Coquimbo.

Fiesta de la Vendimia:

Al final de la temporada de cosecha de uvas se reúnen hombres y mujeres vendimiadores en una gran fiesta. En ella se mencionan España y Francia, tanto en los brindis como en las canciones que los acompañan; ello se entiende al relacionarlo con la llegada de las primeras cepas de origen español y los primeros técnicos franceses.

Putre:

Carnaval de Putre: Esta celebración se realiza en los últimos días de febrero, antes de cuaresma. Acuden a ella habitantes aimaras de los poblados altiplánicos. Además de música y comida, hay bailes, máscaras y disfraces que representan la cosmovisión andina.

Codpa:

Fiesta de la vendimia de Codpa: Entre marzo y abril se realiza, en la localidad de Codpa, la fiesta de la vendimia de las uvas con las cuales se elabora el vino pintatani, grueso y frutoso.

Caspana:

Enfloramiento del ganado: Entre enero y marzo, se realiza en todos los corrales familiares del poblado andino de Caspana una particular ceremonia que incluye bailes, cantos y rogativas, en la cual se coloca lana a los animales.

Chiu Chiu:

Via crucis en Chiu Chiu: Entre marzo y abril, para Viernes Santo, se realiza en el pueblo altiplánico de Chiu Chiu un tradicional via crucis español que incorpora elementos criollos haciendo de la celebración un interesante espectáculo.

La Tirana:

Fiesta de la Tirana: Esta fiesta religiosa se lleva a cabo cada 16 de julio en la localidad nortina de La Tirana. La celebración se realiza en honor a la Virgen del Carmen y es una de las más importantes y conocidas del país. Destaca por los bailes, los cantos, la gran cantidad de fieles venidos de todo el país y en especial por las máscaras y disfraces de múltiples colores.

Pica:

Fiesta de Reyes: Se realiza en la localidad de Pica, a 117 km. al sureste de Iquique a 1.300 m. sobre el nivel del mar. Su celebración se extiende a grandes ciudades como Arica e Iquique, en las cuales los adornos navideños de casas y locales comerciales se mantienen hasta dicha fecha.

Aiquina:

Virgen de Guadalupe de Aiquina, 8 de septiembre. Se celebra en el poblado de Aiquina, ubicado a 75 km. al noreste de Calama y a 2.980 m. de altura. La fiesta tiene una duración de cinco días y se inicia tres días antes de la fecha indicada.

San Pedro de Atacama:

Carnaval atacameño: Durante la segunda semana de febrero, tanto en San Pedro de Atacama, como en Chiu Chiu, Caspana y los demás pueblos atacameños de la zona, se celebra un carnaval con disfraces, bailes típicos y degustación de gastronomía y bebidas típicas de la región.

Vallenar:

Fiesta del Roto Chileno: El fin de semana más cercano al 20 de enero se celebra en la quebrada de Pinte, hacia el interior de Vallenar, un festival costumbrista organizado por la junta de vecinos en el que se realizan competencias típicas chilenas.

El Tránsito:

Fiesta huasa de El Tránsito: Durante la segunda semana de febrero el club de huasos de la localidad de El Tránsito realiza una fiesta que consiste en competencias campesinas y espectáculos folclóricos.

San Félix:

Fiesta de la vendimia de San Félix: Durante todo febrero en el pueblo de San Félix, a doscientos kilómetros de Copiapó, en el valle del río El Carmen, se realiza la principal fiesta de la zona, que es organizada por la junta de vecinos. A los bailes en la plaza los fines de semana acuden habitantes de todo el valle y culmina con un festival gastronómico y un concurso de artesanías locales.

San Fernando/Copiapó:

La Candelaria, primer domingo de febrero. Su celebración se efectúa en la localidad de San Fernando, a 4 km. al este de Copiapó. También es venerada en otros puntos del país. La Virgen de la Candelaria se representa con una vela en las manos como símbolo de la purificación de la mujer. Es una de las fiestas más antiguas del norte y reúne a fieles de todo el país y de naciones limítrofes.

Tierra Amarilla:

Fiesta del Toro Pullay: En la localidad de Tierra Amarilla se celebra, a finales de febrero, esta antigua fiesta costumbrista con comparsas por las calles que acompañan a personajes disfrazados que representan el bien y el mal.

Los Choros:

San José Obrero: El santo carpintero es celebrado el 19 de marzo en Los Choros con una fiesta religiosa que cuenta con bailes chinos de la zona y de otras localidades y regiones.

La Serena:

Virgen del Rosario: Con cantos antiguos y tradicionales se manifiesta el 8 de enero en la localidad de Diaguitas, en La Serena, la devoción a la Virgen del Rosario. Una fiesta y una procesión cierran esta celebración.

Salamanca:

Señor de la Tierra: El segundo domingo del mes de enero se celebra en la localidad precordillerana de Cunlagua, cercana a Salamanca, la Fiesta del Señor de la Tierra, la más importante de la comuna y en la cual se pueden apreciar las faenas agrícolas y ganaderas.

Monte Patria:

Festival de Tulahuén: A 45 minutos hacia la cordillera desde Monte Patria se realiza, durante la segunda semana de febrero, una exposición de vinos, quesos y tejidos.

Vicuña:

Fiesta de la vendimia en el Valle del Elqui: Durante todo febrero en Vicuña se celebra la vendimia con bailes, música y actividades campestres. En Paihuano se realizan fiestas típicas, como la pampilla de verano, la noche de estrellas y el Festival de la Voz de la Uva.

Sotaquí:

Fiesta del Niño Dios, 6 de enero. Se celebra en el pueblo de Sotaquí, ubicado a 8 km. de Ovalle. En ella toman parte creyentes chilenos y argentinos. Destacan las hermandades de danzantes ataviados con vistosos trajes de vivos colores y muy adornados.

Combarbalá:

Encuentro artístico de Combarbalá: Durante semana santa en la localidad de Combarbalá, pueblo dedicado a la explotación de la piedra combarbalita, en la Región de Coquimbo, se realiza un encuentro de pintores y escultores nacionales y regionales.

La Ligua:

Tejidos de La Ligua: Cada mes de enero, durante una semana se realiza una feria de los tradicionales tejidos de La Ligua, organizada por la Municipalidad en la Plaza de Armas.

Calle Larga:

Fiesta en Calle Larga: En el mes de enero, en la localidad de Calle Larga se realiza una fiesta en torno a la cosecha del trigo. La actividad se inicia acumulando las gavillas y seleccionando las yeguas. Durante la trilla hay bailes campesinos, competencias, actuación de conjuntos folclóricos y gastronomía típica.

Olmué:

Festival del Huaso de Olmué: A fines de enero se realiza en Olmué este tradicional festival de la canción folclórica, uno de los más importantes del país, organizado por la Municipalidad.

San Bernardo:

Festival de San Bernardo: La última semana de enero tiene lugar el Festival Nacional de Folclor de San Bernardo, la competencia musical más importante en este género. Durante cinco días se presentan grupos nacionales y extranjeros en el anfiteatro de San Bernardo.

Culiprán:

Festival del choclo cabello rubio: Esta festividad que se realiza durante febrero en la localidad de Culiprán, famosa por su producción de choclos, reúne a las familias de los campesinos para la compra de productos agrícolas. Este es uno de los eventos más importantes de la zona para los agricultores de la comuna de Melipilla.

Los Andes:

Fiesta huasa y trilla a yeguas: En la primera semana de febrero, en San Esteban, Los Andes, se realiza un festival folclórico que se festeja con trilla de yeguas, carreras a la chilena y otras competencias campesinas, además de comidas típicas. Gran cantidad de público se reune en el Parque Municipal La Hermita.

Limache:

Virgen de las Cuarenta Horas: En el último domingo de febrero, gran cantidad de fieles se dirige a la parroquia Santa Cruz de Limache, donde, durante cuarenta horas, se celebra esta fiesta religiosa en honor a la virgen.

Casablanca:

Encuentro Nacional de Payadores: A mediados de marzo, durante dos días, se celebra en Casablanca, un encuentro nacional de payadores, al cual acuden cultores y estudiosos de esta expresión folclórica de todo el país.

Virgen de Lo Vásquez:

Virgen de Lo Vásquez, 8 de diciembre. Esta festividad se realiza en el Santuario de Lo Vásquez, a 32 km. de Valparaíso. Es la más significativa de las fiestas de V Región. Gran cantidad de peregrinos llegan a ella a pagar sus mandas.

San Felipe:

Fiesta de la vendimia en San Felipe: Con motivo de la vendimia, durante marzo se desarrolla en San Felipe una fiesta tradicional con actividades culturales y folclore, en la que participa un numeroso público.

Zona Central:

Fiesta de Cuasimodo: La fiesta de Cuasimodo, que se celebra entre marzo y abril, adquiere gran colorido y masividad en las localidades de Lo Abarca, Cuncumén, Lo Barnechea, Llay Llay, Casablanca, Maipú, Talagante, Conchalí e Isla de Maipo. En esta celebración religiosa callejera, que se realiza el domingo siguiente a la Pascua de Resurrección, el sacerdote lleva la comunión a los enfermos, acompañado por huasos en carros, caballos y bicicletas, adornados con flores, papeles, banderas chilenas y otras estampas.

San Clemente:

Encuentro chileno-argentino: Durante la primera quincena de enero se realiza el Encuentro chileno-argentino en el límite fronterizo Paso Pehuenche, en San Clemente. Se trata de un evento organizado por las municipalidades de ambos lados de la cordillera (San Clemente en Chile y Malargue en Argentina). Incluye música folclórica, bailes y competencias deportivas.

Cauquenes:

Fiesta de San Sebastián: Entre el 15 y el 21 de enero se celebra en Colbún la Fiesta de San Sebastián, en la que fieles y devotos peregrinan durante una semana para pagar favores y mandas al santo en la localidad de Panimávida. El 20 de enero se celebra al mismo santo en una peregrinación hasta Pelluhue, en Cauquenes.

Cachivo:

San Sebastián de Cachivo: El 20 de enero y el 20 de marzo, en Cachivo, camino a Las Lomas, se celebra a San Sebastián con una fiesta de gran colorido en la que intervienen gran cantidad de tradiciones locales. Miles de personas llegan a pagar sus mandas hasta el santuario, ya sea caminando, en carretelas o a caballo.

Pelluhue:

Festival de la Trilla: La última semana de enero, en el gimnasio municipal de Pelluhue, se celebra un festival de la canción con la participación de destacados folcloristas nacionales. Se trata de un certamen competitivo de gran nivel y trayectoria.

Quiñipeumo:

Festival de la Sandía: La última semana de enero se realiza en el pueblo de Quiñipeumo, Maule, este festival que reúne a agricultores y campesinos en torno al folclor. Juegos criollos, competencias deportivas y musicales, además de la elección de reina, forman parte de la celebración.

Pelluhue:

Trillas a yegua suelta en Pelluhue: A fines de enero y principios de febrero en la localidad de Pelluhue se realiza la trilla a yegua suelta con encuentros campesinos costumbristas, amenizados por grupos folclóricos y cantores populares. El dueño de casa, con apoyo de la municipalidad, ofrece comida y tragos típicos.

Amerillo:

Carnaval del agua: A fines de enero e inicios de febrero, en la localidad de Amerillo, por la ruta internacional El Pehuenche, se realiza una fiesta tradicional que incluye elección de reina, juegos criollos y un espectáculo artístico bailable.

Licantén:

Rodeo oficial de Licantén: El rodeo de Licantén, que se celebra la primera semana de febrero es el más importante del sector. De él salen representantes para la competencia nacional y regional. Hay demostraciones de riendas y amansaduras.

Linares:

Feria internacional de artesanía de Linares: Durante la segunda quincena de febrero se realiza en Linares una feria de artesanía que reúne exponentes seleccionados de la artesanía tradicional de diferentes países.

Coihueco:

Coihueco y sus raíces criollas: Durante la primera quincena de enero se realiza en Coihueco, Chillán, una fiesta de tres días para mostrar la música, el baile, la gastronomía y las actividades campesinas tradicionales de la zona. El evento se realiza en un escenario flotante en el embalse de Coihueco.

Yumbel:

San Sebastián de Yumbel: El 20 de enero y el 20 de marzo se celebra a San Sebastián en Yumbel. Miles de peregrinos, que recorren largas distancias caminando, e incluso de rodillas, llegan de todo el país a rezar y a pagar sus mandas a la iglesia parroquial, donde se encuentra la imagen del santo, en una muestra impresionante de devoción religiosa popular.

Santa Cruz:

Fiesta de la vendimia en Santa Cruz: Con motivo de la vendimia, durante marzo se desarrolla en Santa Cruz una fiesta tradicional con actividades culturales y folclore, en la que participa un numeroso público.

San Ignacio:

Rodeo oficial de San Ignacio: El primer fin de semana de febrero, en la medialuna de San Ignacio, se realiza un rodeo de alto nivel, que cuenta con la participación de destacadas colleras a nivel regional y nacional. Es organizado por el Club de Huasos Rodeo Chileno.

Yungay:

Fiesta de la Candelaria en Yungay: En la capilla de Yungay, a 69 kilómetros de Chillán, se celebra el 2 de febrero una misa en honor a la Virgen de la Candelaria, en la que se bendice la imagen de la divinidad. En la cercana localidad de Pangal del Bajo se realiza una fiesta criolla con ramadas, vinos y comidas típicas.

Tirúa:

Feria costumbrista de Tirúa: En la comuna de Tirúa se realiza, durante la primera quincena de febrero, una feria costumbrista con actividades culturales, muestra de artesanías, productos agrícolas y degustación de comidas típicas.

Puerto Saavedra:

Fiesta de San Sebastián en Puerto Saavedra: El 20 de enero se celebra en la localidad de Puerto Saavedra una fiesta religiosa en honor a San Sebastián con abundante comercio.

Carahue:

Semana de Trovolhue: La cuarta semana de enero se celebra la semana de Trovolhue, en la localidad cercana a Carahue. La celebración incluye gastronomía, folclor y recreación.

Villarrica:

Muestra mapuche de Villarrica: Durante el verano se realiza una exposición en la feria mapuche de Villarrica. Allí se pueden encontrar trabajos de importantes artesanos, además de la reproducción a escala real de una ruca construida en totora y junquillo.

Futrono:

Nguillatún en Futrono: En la localidad de Futrono, a orillas del Lago Ranco, en la Región de los Lagos, desde el 12 hasta el 14 de febrero se realiza un nguillatún mapuche. Se trata de un ritual colectivo de acción de gracias y petición por las cosechas y el bienestar de la comunidad.

Niebla:

Encuentro costumbrista de la Costa: A 20 minutos de Valdivia, en Niebla, se realiza durante la segunda y la tercera semana de febrero un encuentro cultural, costumbrista y gastronómico en el cual se venden comidas típicas y artesanía.

Frutillar:

Exposición de artesanía local de Frutillar: Entre el 15 de enero y el 15 de febrero se realiza en el Colegio Bernardo Phillippi de Frutillar una muestra de artesanía local organizada por la Municipalidad.

Frutillar:

Fiesta criolla de los colonos en Frutillar: El primer domingo de febrero tiene lugar en la Colonia La Radio, en Frutillar, una festividad que incluye carreras a la chilena, juegos criollos, cabalgatas, paseos en carretón y espectáculos folclóricos. Hay un gran despliegue de comidas típicas: asados al palo de cerdo, de cordero y de vacuno, anticuchos, cazuelas, curanto, empanadas, sopaipillas, pastel de choclo, tortillas, kuchen, tortas, mote con huesillos, entre otras cosas.

Carelmapu:

Fiesta de la Candelaria en Carelmapu: El 2 de febrero se realiza, en honor a la Virgen de la Candelaria, una peregrinación de feligreses en la localidad de Carelmapu. Llegan allí gran cantidad de embarcaciones engalanadas, provenientes de la Isla de Chiloé. La celebración dura un día entero.

Caulín:

Festival santuario de las aves Caulín: Durante todos los fines de semana del verano, en la localidad de Caulín, a 9 kilómetros del Canal de Chacao, se lleva a cabo una fiesta costumbrista incorporada dentro de las actividades turísticas de Ancud que incluye artesanía, folclor y gastronomía.

Castro:

Fiesta tradicional de Nercón: Gastronomía, folclor y faenas tradicionales forman parte de la fiesta campesina que el 5 de febrero tiene lugar en Nercón, a pocos minutos de Castro. Al otro dia la celebración se repite en La Estancia, a 5 kilómetros de Castro.

Llau Llau:

Maja chilota: El 13 de febrero en la localidad chilota de Llau Llau, se realizan faenas tradicionales y una fiesta campesina para la elaboración y degustación de la chicha de manzana.

Quemchi:

Festivales costumbristas chilotes: A mediados de febrero, durante el fin de semana, en la localidad de Quemchi, a 60 kilómetros de Ancud, se organiza un festival musical que incluye gastronomía y artesania. En tanto, el tercer fin de semana del mes se realiza en el Parque Municipal de Castro el Festival Costumbrista Chilote, que incluye muestra cultural, folclor, faenas típicas, artesanía, gastronomía, y exposición de las distintas variedades de papas nativas. En Puerto Natales todos los años, en febrero, el Centro Hijos de Chiloé, que agrupa a inmigrantes de la isla, organiza un encuentro musical que busca preservar las costumbres chilotas.

Punta Arenas:

Ganado de Punta Arenas: La primera semana de febrero, durante tres días se realiza la Feria Ganadera Expogama en Punta Arenas, organizada por la Asociación de Ganaderos de Magallanes. Incluye exposición de ganado y gastronomía local.

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Batallas y combates en la Historia de Chile

1485:
Batalla del río Maule: Los mapuches detienen el avance de los incas que lleguen en su dominación hasta las márgenes del río Maule. Tal acción hace que los habitantes del sur del Maule sean conocidos por los incas como "poromaucas, palabra que se españolizó como promaucaes. Existe una duda razonable sobre la fecha, que bien podría ser hacia 1520.

Septiembre 1536:

Batalla de Reinohuelén: Combate librado en 1536 entre conquistadores españoles al mando de Gómez de Alvarado y guerreros mapuches, en la confluencia de los ríos Ñuble e Itata, en Chile.
Enero 1541:
Combate del Mapocho: Don Pedro de Valdivia se puso en contacto con el cacique Vitacura, principal representante de los incas en estas tierras, manifestándole la intención de levantar una ciudad en la isla del cerro Huelen. El consentimiento de Vitacura provocó la indignación del cacique Michimalonco.

Enero 1541:

Escaramuzas en Aconcagua: Diversos enfrentamientos contra las fuerzas de Michimalonco, quien tendió variadas emboscadas a los expedicionarios y lo mismo hicieron Catiputo, Tanjalongo y otros caciques subalternos.
Mayo 1541:
Conquista de la fortaleza de Paidahuén: Pedro de Valdivia se dirige contra Michimalonco, Como rescate para recuperar la libertad, este ofrece los lavaderos de oro de Marga-Marga.
Agosto 1541:
Desastre de Con Con: Los caciques Trangolonco y Chigalmanga, queman un bergantín en construcción en la desembocadura del Estero Marga-Marga, matan a los españoles, negros e indios peruanos, escapando sólo Gonzalo de los Ríos con un esclavo negro.. Se desata un levantamiento general que comprende los valles de Aconcagua y Cachapoal.

11 de Septiembre 1541:

Destrucción de Santiago: Michimalonco, como caudillo (toqui) general de los indios de la comarca, encabezó contra la recién fundada ciudad de Santiago del Nuevo Extremo, un asalto el 11 de septiembre de 1541 que terminó en fracaso, merced a la sostenida resistencia de los españoles que guarnecían la plaza. En la defensa de la ciudad, se señaló particularmente doña Inés de Suárez que no dudó en dar muerte a Quilicanta y a siete caciques picunches entre los que se contaba el Cacique Apoquindo, prisioneros de los españoles que el ejército indígena pugnaba por libertar. De lo desigual del combate da fe la desproporción en el número de los combatientes, que fue de unos 10.000, por parte de los picunches, y de 55 soldados, más 5.000 yanaconas auxiliares, por los españoles.
Febrero 1544:
Combates en el Cachapoal y en el Maipo: Hasta esta fecha, Valdivia no había podido reconocer su gobernación más allá del Cachapoal, y su dominio efectivo sólo abarcaba los alrededores de Santiago, y con menor seguridad, el valle de Quillota. Con los refuerzos que le trajo Monroy, resolvió extenderlo hasta el sur sin trazarse límites y hacia el norte, hasta La Serena.

Agosto 1544:

Combate en el Limari: Pero Gómez se había encaminado al valle de Aconcagua con el propósito de someter a los indios radicados en él. Michimalongo lo obligó a retroceder hasta Santiago y el gobernador tuvo que dirigirse personalmente contra el célebre cacique.

20 de Febrero 1546:

Combate de Quilacura: Fue una batalla en la guerra de Arauco, combate nocturno, a cuatro leguas del Río Biobío, entre la expedición española de Pedro de Valdivia y una fuerza de guerreros mapuches, liderada por el toqui Malloquete. En este enfrentamiento fue capturado un mozalbete llamado Lautaro.

11 de Enero 1549:

Destrucción de La Serena: Cuando recién comenzaba a cimentar su historia, una sublevación de los indígenas provoca la muerte a casi todos los españoles (escapando, al parecer sólo un sobreviviente llamado Juan Cisternas), destruyendo e incendiando el poblado como represalia del mal trato recibido por los diaguitas de parte de los conquistadores españoles.

24 de Enero 1550:

Expedición a Arauco: Iba a empezar la guerra de Arauco. Cuarenta mil guerreros mapuches van a luchar durante tres siglos por el predominio y la supervivencia contra el invasor español y sus descendientes y contra los antiguos señores del suelo los representantes del pueblo chincha-chileno ahora aliado del nuevo invasor.

22 de Febrero 1550:

Combate de Andalién: Pedro de Valdivia, en su avance al sur, desea fundar una ciudad en la zona de Penco. En su intento es detenido por los mapuches y después de duro combate, los derrota. El ataque ocurrió en la noche y sólo se alcanzó la victoria una vez dejar los caballos y pelear aquí en lucha cuerpo a cuerpo.
12 de Marzo 1550:
Batalla de Penco: Fue una batalla entre 60.000 Mapuches bajo comando de su toqui Ainavillo con sus aliados de Arauco y de Tucapel y contra 200 españoles de Pedro de Valdivia con una gran cantidad de Yanaconas incluyendo 300 auxiliares de Mapochoes bsjo ordenes de su líder Michimalonco que defendía la fortaleza recosntruida en Penco.

14 Diciembre 1553:

Combate de Purén: Los indios se dieron cuenta del debilitamiento de los españoles y que, a pesar de su disimulo, no sabían ocultar su contento ante la proximidad de la venganza. La forma como se desarrolló la rebelión, manifiesta que venía preparándose desde hacía tiempo, pero los detalles nos son desconocidos.

25 de Diciembre 1553:

Batalla de Tucapel: Pedro de Valdivia muere a los 51 años, el conquistador español y sus soldados son derrotados y todos muertos por las huestes araucanas de Lautaro.
26 de Diciembre 1553:.
Los 14 de la Fama: Se conoce con este nombre al grupo de trece soldados españoles más su capitán, Juan Gómez de Almagro, que sostuvieron una dura resistencia en la cordillera de Nahuelbuta al ataque del fuerte San Diego de Tucapel en Cañete, provincia de Arauco por el toqui Lautaro y sus huestes.

26 de Febrero 1554:

Batalla de Marihueñu: Victoria mapuche bajo el mando de Lautaro. El sur de Chile queda en manos de los mapuches. Los españoles abandonan la ciudad de Concepción.
27 de Febrero 1554:
Destrucción de Concepción: Luego de la derrota de Marihueno, el espanto y la desazón se apoderaron de los habitantes de Concepción que sólo atinaron a huir. Los caminos que conducían a Santiago, comenzaron a llenarse de la gente que escapaba en medio de una confusión indescriptible.
02 de Noviembre 1555:
Expedición de Villagra y Defensa de La Imperial: Pedro de Villagra, que había quedado en La Imperial con 150 hombres empezó por fortificar y pertrechar la ciudad. La rodeó de fosos y de parapetos, y distribuyó la, gente en cuadrillas, cada una Con su caudillo y con la orden precisa de lo que debía hacer en caso de asalto. Pero los indios, distraídos con el triunfo de Marigüeñu o no sintiéndose capaces de atacar a los españoles dentro de la ciudad, no la asaltaron ni establecieron un sitio en regla.
12 de Diciembre 1555:
Segundo ataque a Concepción: A pesar de la mortandad, Lautaro pudo reunir un ejército que, po¬siblemente, fluctuaba alrededor de unos 4.000 mapuches, y atacó a Los Confines (Angol). Los españoles huyeron a La Imperial sin intentar si¬quiera la resistencia. Inmediatamente, el generalísimo mapuche dirigió su ejército sobre Concepción.
14 de Noviembre 1556:
Acción de Mataquito: Lautaro, habiendo cruzado el Maule, acampa en Mataquito. Diego Cano, enviado por el cabildo de Santiago sostiene contra él y es derrotado.

01 de Abril 1557:

Muere el cacique Lautaro en el combate de Peteroa. El y sus hombres fueron atacados por sorpresa en el pucará de Petorca.
09 de Agosto 1557:
Ataque al Fuerte San Luis: Tras la victoria de Peteroa, los españoles procedieron a levantar un fuerte que llamaron San Luis el que estuvo mandado por don Garcia Hurtado de Mendoza en las cercanías de la destruida Concepción, es decir donde hoy se levanta el puerto de Talcahuano. Ahí fueron atacados por tres escuadrones araucanos que estaban al mando de los toqui Grecolano, Petegolen y Tucapel.

08 de Noviembre 1557:

Batalla de Lagunillas: Fue la primera batalla en que las tropas del virrey Andrés Hurtado de Mendoza libraron contra los araucanos del cacique Caupolicán..En este enfrentamiento fue tomado prisionero el caudillo Galvarino, que, como castigo, sufrió la amputación de ambas manos.

30 de Noviembre 1557:

Batalla de Millarapue. El caudillo mapuche Caupolicán es derrotado por los españoles. Galvarino cae nuevamente prisionero y es ahorcado. Las fuerzas realistas acamparon en Millarapue, al interior de la Araucanía el 29 de noviembre. Los mapuches al mando de Caupolicán intentaron un ataque en la alborada del 30 de noviembre, por sorpresa al campamento enemigo. El número de atacantes era de 3.000 a 10.000 al frente de ellos venía Galvarino, que se mostraba con sus dos brazos cortados azuzando las pasiones de sus camaradas.
20 de Enero 1558:
Batalla de Cayucupil: Aquella mañana del 20 de enero lentamente ingresaban al desfiladero de Cayucupil o Quebrada de Puren llevando grandes cantidades de pertrechos. Cuando se hallaban a mitad de la Quebrada de Puren fueron atacados por cientos de mapuches que desde una altura superior arrojaban descumunales piedras y cuanto objeto ofensivo encontraban, causando numerosas bajas.

05 de Febrero 1558:

Sitio y Batalla del Fuerte de Cañete: Cañete fue rodeado y sitiado por más de 15.000 mapuches que establecieron un sitio al fuerte. La idea de Caupolicán era dejar morir de hambre a los sitiados. Andresillo abrió las puertas del fuerte y se introdujó una masa de mapuches en forma silenciosa, cuando ya casi estaban todos al interior del fuerte fueron recibidos por descargas de fusilería en forma alternada que dejaron una gran mortandad entre los atacantes que fugaron en desbandada.

13 de Diciembre 1558:

Batalla de Quiapo: Unos mil quinientos mapuches al mando del cacique Petegolen se dieron a la tarea de levantar un fuerte en los llanos de Quiapo ubicado en las cercanías de la Ensenada del Carnero, al norte de Lebu y muy próximo de donde los españoles tenían levantado un formidable recinto militar desde el cual como punta de lanza clavado en el pecho de los mapuche apoyaban las incursiones que en forma continua realizaban a las tribus para desalentarlos.

30 de Diciembre 1558:

Batalla del Fuerte de Arauco: La brillante victoria conseguida en Lincoya gracias a las especiales condiciones de estratega que tenía el toqui Petegolen, digno émulo de Lautaro, lo entusiasmaron para seguir en la lucha levantando un fuerte frente al de los españoles. Mas estos con la trágica experiencia de Lincoya, no hicieron movimiento bélico alguno y aceptaron con resignación la provocación de los indios. Hasta que un dia cansados de ser insultados desafiaron a los aborígenes a una batalla de caballería a muerte. En una planicie situada entre ambas fuerzas se libraría la primera batalla de caballería entre peninsulares y araucanos.

16 de Enero 1563:

Batalla Del Fuerte Lincoya: Un grupo de batidores exploró el terreno y comprobó que la fortificación mapuche adolecía de un grave defecto que facilitaba un ataque de caballería. Además que al ser de madera sería fácil incendiarla. Participó la artillería que con su cañoneo causo un incendio y bajas entre los indios. Tras el ablandamiento que fue brutal entró en acción la caballería al mando de don Pedro de Villagra.

Enero 1563:

Derrota de Catiray o Mareguano: Don Pedro de Villagra al llegar a Catiray fueron interceptados por una numerosa guerrilla araucana, trabándose en un sangrienta lucha donde los españoles perdieron 42 hombres debiendo emprender la retirada en franca derrota hacia el fuerte de Arauco llevando varios heridos.
24 de Enero 1563:
Asalto de Angol: Ese día llegó la primera a la vista de Angol. Avendaño, que mandaba en la Ciudad, dejó en ella a los soldados más heridos para que la defendieran de la más pequeña de las dos columnas que la amagaban.
03 de Febrero 1563:
Asalto a la Plaza de Arauco: Los mapuches se presentaron frente a Arauco. Pedro de Villagrá intentó repetir la defensa de La Imperial en 1554, dando golpes contundentes a los asaltantes. El y sus capitanes los derrotaron repetidas veces, pero al día siguiente amanecían más cerca de las murallas y más numerosos.
15 de Abril 1563:
Segundo Sitio de Arauco: Terminada la recolección de las cosechas, los mapuches se presentaron delante de Arauco en abril de 1563. Esta vez venían preparados para poner en la plaza un sitio en regla.

22 de Enero 1564:

Combate del pucará de Lebotacal: Los mapuches construyeron un pucará en Lebotacala a algunos kilómetros de Concepción. Luego de un breve combate logró desbaratarlo, pero fue informado de una concentración de 3.000 indios comarcanos al mando de un cacique de nombre Loble que estaba casi a las puertas de Concepción.

24 de Enero 1564:

Combate de Angol: Los mapuches, entusiasmados con la alianza de los indios de la zona comprendida entre Itata y el Maule, resolvieron destruir a Angol antes de iniciar el sitio de Concepción.
Febrero 1564:
Cerco de Concepción: Los caciques Millalelmu y Loble establecieron el cerco al fuerte de Concepción, encerrando a Villagra y toda la población en las empalizadas. El sitio duró alrededor de dos meses de continuas escaramuzas.
17 de Febrero 1565:
Segunda Combate de Reinohuelen: En el mismo lugar donde 29 años antes las fuerzas promaucaes (indios que Vivian al norte del Biobio) pero igualmente buenos guerreros que rechazaron la avanzada enviada por don Diego de Almagro al mando de Gómez de Alvarado en 1536 impidiéndole seguir al sur. Tres décadas después a mediados de febrero de 1565 una columna compuesta por 152 hombres de caballería y 700 indios amigos al mando de don Pedro de Villagra y de don Pedro Fernández de Córdova atacaron un fuerte que tenían los indios promaucaes.
19 de Febrero 1565:
Combate de Tolmillan: Dos días después de la batalla de Reinohuelen llegaba a marcha forzada el cacique Loble que venía a socorrer a sus compañeros que combatían en Reinohuelen, ignorando que estos habían sido derrotados y que los españoles le tenían tendida una emboscada en las cercanías del actual pueblo de Tormillan.
Marzo 1567:
Ataque al pucara de Cañete: Los indios habían construido un pucará en los cerros vecinos a Cañete, y el general comprendía que una rebelión se aproximaba. Sin consultar a la Audiencia, resolvió destruirlo antes que la concentración de los indígenas hiciera el asalto más difícil.
07 de Enero 1569:
2da Batalla de Catiray o Mareguano: En esta segunda contienda librada en este punto de la cordillera oriental de Nahuelbuta entre 220 soldados españoles y 600 yanaconas al mando del gobernador Melchor Bravo de Saravia, contra dos mil indios al mando de los caciques Lonconaval y Millalemo que unieron sus fuerzas para enfrentar al invasor.
Septiembre 1570:
Derrota de Purén: A toda prisa se dirigian 200 soldados españoles al mando de don Miguel Avendaño de Velasco a socorrer a los castellanos amenazados por los mapuches de ser arrollados en cualquier momento en Angol. No se habían alejado mucho del río Puren cuando fueron atacados por un batallón al mando del cacique Pailacar, que entró violentamente en batalla, poniendo en serios aprietos a los conquistadores.
08 de Marzo 1577:
Primera Campaña de Quiroga: El plan de pacificación que se iba a poner en práctica era obra del virrey del Perú, y Quiroga lo había aceptado con entusiasmo. Consistía en una enérgica campaña a través de Arauco, llevando el ejército concentrado. Se tomaría prisioneros a los indios más belicosos; se ejecutaría a uno que otro cabecilla, y los demás serían "trasladados a la provincia de Coquimbo, desgobernándolos.
27 de Noviembre 1578:
Segunda Campaña de Quiroga: A pesar de la extraordinaria crudeza del invierno de 1578, las hostilidades de los indígenas no cesaron. Amagaban el campamento en canoas y caían sobre los caballos durante el pastoreo y sobre los grupos que iban al campo a recoger comida.
20 de Diciembre 1584:
Campaña de Sotomayor: Estas fuerzas hicieron algunas campeadas sin importancia, que ni siquiera merecerían mencionarse, a no mediar la trampa en que estuvo a punto de perecer Bernal de! Mercado.
10 de Enero 1597:
Campaña de Oñez de Loyola: El nuevo mandatario se encontró imposibilitado para reabrir la campaña de Arauco. Logró, sin embargo, enviar al sur unos doscientos arcabuceros, al mando de su hermano Luis y dé Lorenzo Bernal del Mercado.

23 de Diciembre 1598:

Batalla de Curalaba: Esta batalla se convirtió en el inicio efectivo de la Rebelión Mapuche de 1598 que terminó finalmente con todas las ciudades al sur del río Biobío, excepto Concepción.
22 de Enero 1599:
Rebelión General del pueblo Mapuche: La sublevación se propagó con la rapidez del fuego que ha hecho por largo tiempo su camino subterráneo. El espíritu de rebeldía asomó casi instantáneamente desde el Maule hasta Osorno. Los españoles se encontraron pronto encerrados en las ciudades y fuertes, sin poder auxiliarse unos a otros.
06 de Abril 1599:
Batalla de Quilacoya: En Quilacoya junto al río Biobio pelentaro fue interceptado por las fuerzas españolas del recién designado gobernador don Pedro de Vizcarra, quien cayó por sorpresa sobre los mapuches, propinándole una contundente derrota.
09 de Octubre 1599:
Ataque a Chillán: Chillán fue atacada resultando muertos 4 españoles y llevándose los indios 30 mujeres y niños. La cifra total de muertos ascendía ya a 200 españoles, siete ciudades arrasadas, sitiadas o despobladas.
26 de Noviembre 1599:
Asalto de Valdivia: La derrota sufrida en Quilacoya no amilanó al cacique Pelantaro y decidió rehabilitarse y vengarse de esa derrota. Para ello cambio su estrategia en noventa grados, decidiendo no atacar Concepción y dirigir su accionar hacia Valdivia que por mucho tiempo vivía en paz. Pelantaro planificó el ataque a esta última ciudad con toda calma, sin dejar pasar un solo detalle, al igual como lo hubiera hecho el mas sagaz estratega moderno.
Noviembre 1601:
Muerte del coronel Francisco del Campo: El coronel resolvió trasladarse a Castro con todos los pobladores. Se dirigió personalmente con 60 soldados a la isla, a disponer los auxilios y las comidas "para llevar tantas mujeres, niños y trastes de casas y haciendas como tenían, y llegando a la primera bahía se alojó y repartió la gente a buscar algunas piraguas en que pasar aquel brazo de mar", quedando él con muy pocos soldados.
07 de Febrero 1602:
Destrucción de la ciudad de Villarrica: Los defensores de Villarrica al mando del capitán Rodrigo de Bastidas decidieron vender cara su existencia, cuando supieron que los indios lanzarían el ataque final antes que llegaran los refuerzos españoles. Los heroicos defensores resistieron los primeros ataques indígenas y lo harían hasta la muerte.
Enero 1603:
Campaña de 1603: En la campaña del verano de 1602: se construyó diversos fuertes en las márgenes del Biobío, en lugares bien escogidos y dispuestos en forma de poderlos socorrer. En la misma temporada procuró afianzar el dominio español, al norte de ese río, con numerosas expediciones; de suerte que al llegar el gobernador a Santiago, en junio de 1602, ya se consideraba definitivamente salvada esta parte del territorio.
Febrero 1603:
Asalto del Fuerte Santa Fe: Cuando llegó el momento de destruir el odiado fuerte de Santa Fe una noche silenciosamente lo indios se aproximaron al fuerte, pero fueron descubierto por un centinela que dio la alarma. Desde ese instante la batalla fue general, los mapuches fueron rechazados, pero volvieron con mas furia emprendiendo un sangriento asalto que resultó estéril. Mas toda la noche pujaron por ingresar y fueron rechazados. Comprendieron entonces que había que someter al fuerte a un durísimo sitio. Así se hizo y una hambruna que tuvo a muy mal traer a los sitiados.
Diciembre 1603:
Batalla Ciénagas De Lumaco: Después de sembrar el terror en las tribus retornó Alonso de Ribera al norte, siendo interceptado en un lugar cenagoso en Lumaco, donde los indios le presentaron un plan estratégico enseñado por Lautaro con excelentes resultados. Este consistía en internarse en el pantano donde la caballería no podía llegar porque se hundía en el barro. Pero olvidaron que el Gobernador Ribera era experto en el arte de la guerra, ordenando entonces que los yanaconas cubrieran con totora el camino y mandó la infantería, que con sus arcabuces dejó la mortandad.

Enero 1604:

Campaña de 1604 y 1605: En su penúltima campaña, la de la primavera de 1603 y verano de 1604, Ribera fundó un nuevo fuerte en el vado de Chepe, a la desembocadura del Biobío, que bautizó con el nombre de San Pedro de la Paz; y el 24 de diciembre fundó otro que denominó Nacimiento.
Diciembre 1605:
Campaña de 1606: García Ramón abrió su primera campaña en la primavera de 1605. Habla partido de Santiago el 6 de diciembre al frente de mil doscientos hombres, enterados con el contingente de España y los militares de los términos de la capital. En el sur le aguardaba otro ejército vecino a mil hombres, distribuidos en los fuertes. En Concepción recibió el socorro remitido por el virrey del Perú, con el cual pagó sus cuentas y atendió a los primeros gastos de la campaña.
Marzo 1606:
Desastre de Angol: Núñez de Pineda tenía orden de sacar de los fuertes hasta trescientos soldados, si los refuerzos de México no llegaban; pero temió debilitar mucho las guarniciones y se limitó a retirar ciento cuarenta y tres, para enterar doscientos.
Septiembre 1606:
Batalla de Boroa o de Palo Seco: La batalla se produjo cuando una guarnición española al mando del capitán Juan Rodulfo Lísperguer fue emboscada al salir del fuerte por entre 3.000 a 6.000 guerreros mapuches ocultos en los bosques ceranos muriendo todos los hispanos.
Febrero 1608:
Campaña de 1608: En las correrías del verano de 1608, García Ramón había contado con el recurso de unas mil lanzas amigas y había devastado los campos de los enemigos hasta reducirlos por la miseria a venir de paz y a establecerse en las inmediaciones de los fuertes, sin traspasar el radio de acción de estos establecimientos.
Diciembre 1610:
La Guerra defensiva de Luis de Valdivia: El padre Valdivia llegó al Callao a mediados de 1611, trayendo los despachos del gobernador para Alonso de Ribera y la real cédula de 8 de diciembre de 1610, que dejaba al criterio del virrey del Perú ensayar por tres a cuatro años la guerra defenslva.
1621:
Campaña Militar de Osores de Ulloa: Osores de Ulloa empezó por restablecer la disciplina en el ejército condenando a muerte a los desertores que logró capturar, y expurgando la oficialidad. Cuando creyó estar preparado, pasando por sobre las órdenes del rey dispuso una expedición, cuyo mando confió al maestre de campo Núñez de Pineda, a las ciénagas de Purén.
24 de Enero 1626:
Cesación de la guerra defensiva: En efecto, el 24 de enero de 1626, recibía Fernández de Córdoba una real cédula expedida en Madrid el 13 de abril de 1625, por la cual Felipe IV ordenaba reanudar la guerra con los mapuches y someter a esclavitud a los prisioneros.
1627:
Contraofensiva mapuche dirigida por Lientur: Como era de esperarlo, la contraofensiva araucana no tardó en de­sencadenarse. La dirigió un indio llamado Lientur, que hasta ese momento habla peleado como amigo en el campo español.
15 de Mayo 1629:
Desastre de Las Cangrejeras: Lientur jefe militar mapuche que luchó en la Guerra de Arauco. Su mayor victoria fue la Batalla de las Cangrejeras. Su actividad bélica concluyó cuando llevó a que los españoles firmaran paces temporales con la nación mapuche en el Parlamento de Quillín.
14 de Mayo 1630:
Sorpresa de Los Robles: Lazo de la Vega logró reclutar unos 150 españoles voluntarios en Santiago que pensaba sumarlos a los ya 1.600 soldados acantonados en el sur. Su idea era internarse en el mismo corazón de Arauco y dar una batalla armagedónica a los mapuches para terminar de una vez por todas con la guerra. El pánico general cundió cuando la población supo de las osadas intenciones del gobernador y el Cabildo le rogó que desisitiese de hacer ese tipo de guerra, pero fue inútil, Lazo de la Vega quería esa batalla decisiva.
13 de Enero 1631:
Batalla de La Albarrada: Lazo de la Vega salió del fuerte y eligiendo cuidadosamente el terreno fue a tender su línea de batalla en Petaco. La acción se inició con una carga de un escuadrón de indígenas que fueron contenidos con fusileros alternados protegidos por lanceros. Una vigorosa carga de caballería fue contenida por los escuadrones mapuches y el combate por unos instantes se tornó indeciso.
1632:
Campañas militares de 1631-1632-1633-1634: A la salida del invierno de 1631 las armas españolas habían tenido algunos éxitos locales de cierta importancia. Los indios auxiliares dieron muerte en el valle de Elicura a Quempuante.
06 de Enero 1641:
Parlamento de Quillin: El gobernador de Chile, Francisco López de Zúñiga, se reúnen en el llano de Quilín con los mapuches para firmar los acuerdos que reconocían la independencia de los indios, la devolución de cautivos españoles, el permiso para evangelizar el territorio indígena y sellar una alianza contra los enemigos del exterior. En favor de los mapuches se pactan la despoblación de Angol y la vuelta de la frontera a la línea del Biobío.
Enero 1651:
Las paces de Boroa: Acuña Y Cabrera, como la mayoría de sus predecesores, no tenia siquiera idea de los problemas que le aguardaban en su gobierno, y, a diferencia de ellos, tampoco era capaz de formársela.
14 de Febrero 1654:
Batalla de Río Bueno: Casi medio siglo de relativa calma vivieron los conquistadores, cuando en 1654 el ambicioso gobernador Antonio de Acuña y Cabrera envió a su cuñado, el maestre de campo don Juan Salazar con una fuerza de 900 españoles y 3.000 yanaconas atacaron al sur del río Bueno donde fueron rechazados por los huilliches, que los obligaron a repasar el citado río donde hicieron un puente de balsas para cruzarlo hacia el norte.
14 de Enero 1656:
Campaña mapuche del mestizo Alejo: Un soldado mestizo, que servía en el ejército español, generalmente conocido con el nombre de "el mestizo Alejo", había manifestado mucha viveza intelectual, valor, iniciativa y deseos de surgir. Solicitó que se le ascendiera a oficial, y como se le contestara con una repulsa, abandonó las filas y se pasó a los indios.
20 de Enero 1656:
Victoria de Conuco: Al sur del Biobío resistían las guarniciones de Valdivia y de Boroa. Los defensores de Valdivia recibieron provisiones por mar, y no sólo lograron rechazar los ataques de los roncos, sino que pudieron alejarlos de los alrededores de la ciudad.
Abril 1664:
Campaña militar de 1664: Tomás Calderón, que sucedió a Carrera como cuartel maestre, hizo una correría por Ilicura y Cayucupil, al llegar la primavera, y regresó con 300 cautivos, que se vendieron como esclavos, sin haber librado verdadero combate.
13 de Diciembre 1680:
Bartolomé Sharp incendia La Serena: En la mañana Sharp desembarcaba con 35 hombres en el puerto de Coquimbo para hacer agua y leña. Hecha la provisión, se encaminó a La Serena al frente de su pelotón.
1692:
Rebelión de Millapán: González de Poveda tenía prohibición real de hacer la guerra militar contra los mapuches a causa de la influencia de los mismos jesuitas ante la corte. Sin embargo, se alzó un cacique de la región de Maquegua, llamado Millapán quien realizó varios asesinatos a españoles. Poveda viendo que la insurrección iba creciendo se dio cuenta que si no actuaba pronto, la situación se desbordaría, así que después de negociar con autoridades eclesiásticas y con el apoyo de la población, sacó hacia el sur, una fuerza expedicionaria de 1.600 hombres, más 2.000 auxiliares. Viendo la determinación española, y la fuerza que se sustentaba, los indios corrieron a dar la paz en el Parlamento de Choque-Choque.
09 de Marzo 1723:
Abandono de los Fuertes al sur del río Bio-Bio: La rebelión se inició el 9 de marzo de 1723 con el asesinato del capitán de amigos Pascual Delgado en Quechereguas. Delgado era considerado uno de los máximos exponentes del sistema monopólico, odiado por su soberbia y los castigos "crueles y arbitrarios" que aplicaba.
Tras este suceso se generalizó el alzamiento, multiplicándose por toda la frontera del Biobío las incursiones de saqueo, el abijeato y el incendio de haciendas. Los fuertes españoles se hallaron de pronto incomunicados unos con otros. La rebelión terminó con el Parlamento de Negrete de 1726, en el que ambas partes firmaron la paces y establecieron un sistema de ferias regladas.
1766:
Levantamiento mapuche de 1766: Se produce una gran rebelión de los mapuche por oposición a la idea de reducirlos como pueblos.
1769:
Batalla de Laja:
1770:
Batalla de Negrete:
Marzo 1793:
Parlamento de Negrete, entre el Gobernador Ambrosio O´Higgins y 161 Toquis Araucanos.
01 de Abril 1811:
Motín de Figueroa: Ese día, las tropas del cuartel de San Pablo se insubordinaron y desconocieron el mando de Juan de Dios Vial y Juan Miguel Benavente. A los gritos de ¡Viva el Rey!, ¡Muera la Junta!, los soldados declararon que solamente obedecerían las órdenes de Figueroa.
01 de Abril 1813:
Toma de Concepción: A las 9 de la mañana del 2 de abril, supo en el camino que Antonio Pareja había desembarcado, y se había apoderado de Concepción. Carrera continuó su marcha. Por donde quiera que pasaba, organizaba tropas, buscaba pertrechos y víveres; y por medio de confinaciones, limpiaba la tierra de sarracenos, como entonces se denominaba a los partidarios de España. A las 8 de la noche del 5, estaba en Talca, y establecía allí su cuartel general.
24 de Abril 1813:
Combate de Linares: Las fuerzas de Pareja son rechazadas por las de Carrera. Elorreaga, cuya inteligente iniciativa se exteriorizó desde sus primeros actos en el servicio, intentó un reconocimiento, trabándose en un combate a distancia con las avanzadas patriotas, a las cuales hizo dos bajas. Atacado por fuerzas muy superiores, se retiró al sur.
26 de Abril 1813:
Batalla o Desastre de Yerbas Buenas: También se le denomina Sorpresa de Yerbas Buenas. En la batalla se enfrentaron las fuerzas chilenas al mando del coronel Juan de Dios Puga y las fuerzas españolas al mando del brigadier Antonio Pareja.
15 de Mayo 1813:
Combate de San Carlos: Tuvo como lugar San Carlos, en las cercanías de Chillán. En el se enfrentaron las tropas patriotas al mando de José Miguel Carrera contra las realistas al mando de Juan Francisco Sánchez. La batalla finalizo con la victoria realista.
28 de Mayo 1813:
Combate de Talcahuano: José Miguel Carrera, general del ejercito patriota, derrota a los realistas.
08 de Junio 1813:
Captura de la fragata española "Thomas": Poco más tarde, el 7 de junio, apareció en la bahía la fragata "Thomas", que venía del Callao, conduciendo algunos jefes y oficiales, pertrechos y dinero para Pareja. Ignorando la caída de la plaza en poder de los patriotas, fondeó en el puerto de Tomé. Al amanecer del día 8, los oficiales Nicolás García y Ramón Freire, con dos lanchas cañoneras y algunos botes, se apoderaron de ella, sin que opusieran la menor resistencia.
Julio - Agosto 1813:
Sitio de Chillán: Los patriotas chilenos iniciaron el sitio de Chillán procurando expulsar a los realistas. No lo consiguieron.
Agosto 1813:
Combate de Huilquilemu: El comandante Elorreaga, al frente de 350 fusileros montados, se apoderó de Los Angeles, de Nacimiento y de toda la Isla del Laja, y desbarató a O'Higgins, quien le salió al encuentro con unos 300 hombres, cerca de Huilquilemu. El propio O'Higgins fue derribado del caballo con su mon­tura. El capitán Agustín López Alcázar, más tarde comandante del batallón número 3 en Maipo, logró rescatarlo, y, montando el caballo que le cedió el soldado Gabino Guardia, prosiguió la fuga.
Agosto 1813:
Combate de Quilacoya: Días más tarde O'Higgins, convenientemente reforzado, derrotó en Quilacoya a las mismas fuerzas de Elorreaga y Quintanilla. Tuvo que replegarse otra vez a Concepción, pero en octubre, el frente de más de 500 hombres, obligó a Elorreaga a evacuar las fronteras y volverse a Chillán.
17 de Agosto 1813:
Combate de Quirihue: Tuvo lugar la villa de Villa de Quirihue, actual Región del Biobío. En el se enfrentaron las tropas patriotas al mando de José Joaquín Prieto contra las realistas al mando de Juan Antonio Olate. El combate finalizo con la victoria patriota.
23 de Agosto 1813:
Combate de Cauquenes: Fue un enfrentamiento llevado a cabo entre las fuerzas realistas del chileno Juan Antonio Olate y las fuerzas patriotas chilenas al mando del coronel Juan de Dios Vial. El combate finalizo con la victoria patriota.
24 de Agosto 1813:
Sublevación de Arauco: Los habitantes de Arauco estaban desesperados con las prorratas y exacciones. Sánchez, desde Chillán, y el franciscano fray Juan Ramón, misionero de la plaza, explotaron el descontento.
17 de Octubre 1813:
Batalla de El Roble. Luego del sitio de Chillán, las tropas patriotas al mando del General en Jefe, José Miguel Carrera y del, por entonces, Coronel Bernardo O'Higgins, se guarecieron en el paso de El Roble, en el río Itata en la tarde del 17 de octubre. En total, eran 800 soldados de las tres armas. Pasaron al reposo en la ribera sur, con la intención de cruzar el obstáculo en la mañana del día siguiente y se extremaron las medidas de seguridad contra una posible sorpresa de los guerrilleros realistas.
29 de Octubre 1813:
Combate de Santa Rosa de Trancoyan: Un pequeño desastre, ocurrido días más tarde, acabó con las ilusiones de los pocos entusiasmados con la victoria del Roble.
23 de Febrero 1814:
Resistencia en Cucha Cucha: El oficial chileno Santiago Bueras, contiene al enemigo con si intrepidez y coraje, hasta que unos 100 efectivos del cuerpo auxiliar de Buenos Aires, al mando de Juan Gregorio Las Heras, cargaron en un ejemplar orden y empuje que despertaron la emulación de las tropas chilenas.
Marzo 1814:
Desastre de Urizar: En un intento por sorprender a un destacamento realista, en un ataque nocturno sorpresa, el coronel Fernando Urizar tuvo una derrota inesperada perdiendo tropa y 2 cañones.
03 de Marzo 1814:
Derrota del Gomero: Fue efectuada por las tropas realistas de Gabino Gaínza al mando de Ildefonso Elorreaga, en contra de los patriotas que sólo en número de 300 deberían defender la ciudad al mando de Carlos Spano.
04 de Marzo 1814:
Toma de Talca: El comandante realista Ildefonso Elorregada se apodera de Talca, la cual estaba bajo el mando del español pasado a las tropas patriotas, Carlos Spano, quien murió en el centro de la plaza abrazado a la bandera chilena diciendo: "Muero por la patria, por la patria que me adoptó entre sus hijos".
19 de Marzo 1814:
Combate de El Quilo: Tuvo como lugar Ránquil, Región del Biobío, cerca de Ñipas, en la ribera sur del río Itata. En el se enfrentaron las tropas patriotas al mando de Bernardo O’Higgins contra las realistas al mando de Manuel Barañao. La batalla finalizo con la victoria patriota.
20 de Marzo 1814:
Combate de Membrillar. Fue librado en la ribera norte del río Itata. En ella se enfrentaron la división del ejército patriota chileno comandada por el coronel de ingenieros jefe de Estado Mayor, Juan Mackenna, y el ejército realista al mando de Gabino Gaínza.
29 de Marzo 1814:
Los realistas triunfan en Cancha Rayada. Durante la guerras de la independencia, Talca fue tres veces ocupada por los ejércitos enfrentados y en sus inmediaciones se libraron importantes batallas. Un destacamento patriota comando por Manuel Blanco Encalada atacó por error al grueso del ejército realista en Yerbas Buenas, arrastrando, en su huida a la capital, al resto de las fuerzas chilenas. Ello fuerza la firma de una tregua en Lircay y permite la retirada de los realistas a Concepción, donde podrán recuperar su poderío.
03 de Abril 1814:
Bernardo O'Higgins efectúa frente a las fuerzas patriotas el llamado "Paso del Maule". y Combate de Tres Montes del 7 de Abril, pequeña victoria patriota dirigida por Enrique Campino.
08 de Abril 1814:
Toma de Quechereguas: Tuvo como lugar el fundo Quechereguas. En el se enfrentaron las tropas patriotas al mando de Bernardo O’Higgins contra las tropas realistas de Gabino Gaínza. La batalla finalizo con la victoria patriota.
26 de Agosto 1814:
Combate de las Tres Acequias. Se enfrentaron los ejércitos de Bernardo O'Higgins Riquelme con los de José Miguel Carrera Verdugo, obteniendo este último el triunfo. O'Higgins derrotado se retiró a buscar más soldados, pero al saber de la llegada el país del realista Mariano Osorio, reconoció a Carrera como general en jefe del ejército.
1 y 2 de Octubre de 1814:
Batalla de Rancagua. Enfrentó a las fuerzas independentistas chilenas, al mando del general Bernardo O`Higgins, y a las tropas realistas españolas, a cargo de Mariano Osorio, a la cabeza de 5 mil soldados, se dirigía a Santiago. Bernardo O'Higgins y José Miguel Carrera lograron reunir más de tres mil hombres, pero no soldados. Con la mitad de ellos O'Higgins se encerró en la plaza de Rancagua.
10 de Octubre de 1814:
Combate de Los Papeles: Enfrentó la retaguardia patriota, que resguardaba en esos momentos a los últimos grupos de civiles que emprendieron el cruce de la cordillera con destino a Mendoza, de la persecución y seguro apresamiento por parte de la caballería realista enviada en su persecución.
Enero 1817:
Manuel Rodríguez sorprende a los españoles que resguardan Melipilla y se apodera de la ciudad, confiscando para la causa patriota, los fondos acumulados por los recaudadores de Marcó del Pont y llevándose las armas de la guarnición.
12 de Enero 1817:
Salas y Silva se apoderan de San Fernando: ciento cincuenta de sus hombres al mando de Francisco Salas asaltan de noche a San Fernando. La guarnición realista resiste el ataque; entonces Inmediatamente los montoneros pusieron en movimiento unas rastras de cueros con piedras que producían un ruido idéntico al rodado de cañones. Los realistas, creyéndose atacados por una gran fuerza militar, huyeron. Así, Salas se apoderó de San Fernando.

22 de Enero 1817:

Primer enfrentamiento de una avanzada patriota con un destacamento de los Talaveras.

25 de Enero 1817:

Un destacamento de Las Heras, se enfrenta a una unidad realista.
04 de Febrero 1817:
Combate de Achupallas: El mayor Arcos, desprendiéndose de la división de So­ler, al frente de otros 200 hombres, dispersaba a la guarnición de Las Achupallas y le hacía 3 prisioneros.
04 de Febrero 1817:
Combate de Guardia Vieja: Al ponerse el sol, el mayor Enrique Martínez atacó el puesto español de Guardia Vieja con 150 fusileros y 30 jinetes. El combate duró una hora y media a sable y bayoneta, los españoles en número de 94, tuvieron 25 muertos y 43 prisioneros.

04 de Febrero 1817:

Combate de Cumpeo: Freire ataca a un destacamento realista de 100 soldados, dirigidos por el coronel Morgado, causándole la baja de 18 hombres y la captura de otros 20.
07 de Febrero 1817:
Combate de Las Coimas: Enfrentamiento entre el realista Atero y un destacamento de Necochea.
12 de Febrero 1817:
Batalla de Chacabuco: Se llevo a cabo en la hacienda Chacabuco, el 12 de febrero de 1817, donde combatieron el Ejército de los Andes y el Ejército Realista. Finalizo con la victoria patriota y que trajo como consecuencia la recuperación de Chile a manos patriotas, de ese modo finalizo la reconquista y comenzó la Patria Nueva. El capitán San Bruno, odiado jefe de los talaveras, es capturado y fusilado menos de 24 horas después.
12 de Febrero 1817:
Liberación del Norte: Las tropas del comandante Juan Manuel Cabot, toman Copiapo, La Serena y Coquimbo.
26 de Febrero 1817:
Captura del bergantín español "Aguila": Primer barco de nuestra Escuadra. Los patriotas apresaron en Valparaíso al bergantín de comercio español "Aguila", mediante el ardid de mantener izada la bandera española en tierra; fue armado y puesto al mando del oficial irlandés de Artillería, don Raimundo Morris.
04 de Abril 1817:
Combate de Curapalihue: En este combate se enfrentaron las tropas de Juan Gregorio Las Heras por el lado de los patriotas y las tropas de Juan José Campillo por lado de los realistas. El combate finalizo con la victoria patriota.
11 de Mayo 1817:
Asalto y Toma de Nacimiento: Mientras se practicaban los reconocimientos de las fortificaciones de Talcahuano y se acumulaban los elementos para el asalto, O'Higgins dispuso la ocupación del territorio español que quedaba al sur del Biobío y de la plaza de Arauco, a fin de privar de recursos a Ordóñez. El capitán José Cienfuegos, partiendo de la villa de Los Angeles, se dirigió a la plaza de Nacimiento, que era la fortaleza más inexpugnable. El asalto empezó el 12 de mayo, y la plaza tuvo 20 bajas entre muertos y heridos. La guarnición de Nacimiento se retiró a Arauco. San Pedro se rindió sin disparar un tiro.
27 de Mayo 1817:
Toma de la plaza fortificada de Arauco: Los patriotas comandados por Ramón Freire se toman la plaza fortificada de Arauco, en Talcahuano, la cual era el centro de abastecimiento de los realistas ubicados en la zona.
01 de Junio 1817:
Combate del Cerro Gavilán: Se desarrollo en las cercanías de concepción. Por lado de los patriotas liberaban los generales Bernardo O’Higgins y Juan Gregorio Las Heras y por lado de los realistas el comandante José Ordóñez. La batalla finalizo con la victoria patriota.
23 de Julio 1817:
Asalto a Talcahuano: El coronel José M. Ordoñez rechaza el intento del general Juan Gregorio Las Heras.
10 de Septiembre 1817:
Combate de Cerro Manzano: En el cerro Manzano (al Sudeste de Talcahuano), en dos acciones sorpresivas el cuarto escuadrón de granaderos a caballo, aniquiló a una fracción enemiga de 30 hombres, de los cuales se salvó sólo uno, y a otra de 25 hombres le causó 4 muertos y le tomó 3 prisioneros.
06 de Diciembre 1817:
Sitio y Asalto de Talcahuano: Tuvo como lugar Talcahuano. En el se enfrentaron las tropas patriotas al mando de Bernardo O’Higgins contra las realistas alo mando de José Ordóñez. La batalla finalizo con la victoria realista.
15 de Marzo 1818:
Combate de Quechereguas: Tuvo como lugar Quechereguas, cerca de Molina. En el se enfrentaron las tropas patriotas al mando de Ramón Freire contra las realistas al mando de Joaquín Primo de Rivera. El combate termino con la victoria Realista.
19 de Marzo 1818:
Sorpresa de Cancha Rayada: Batalla que pone en peligro la Independencia de Chile. La fuerzas patriotas acampaban en el llano de Cancha Rayada, al norte de Talca, cuando en la noche cayeron sobre ellas los realistas y derrotaron a las fuerzas del general San Martín.
05 de Abril 1818:
Batalla de Maipú. Diecisiete días después de Cancha Rayada, en los llanos del río Maipo, el ejército dirigido por San Martín venció completamente a los realistas. Desde ese momento, la Independencia de Chile quedó definitivamente consolidada. O’Higgins había salido de la capital esa misma mañana y se dirigía hacia Maipú con unos mil milicianos alcanzando a participar en el desenlace final de la batalla. Al llegar al campo de batalla O'Higgins se abraza con San Martín dialogando lo siguiente. "O'Higgins: ¡Gloria al salvador de Chile! - San Martín: General, Chile no olvidará jamás al ilustre inválido que se presenta herido al campo de batalla".
27 de Abril 1818:
Combate Naval de Valparaíso: Entre la fragata chilena "Lautaro" y la fragata española "Esmeralda". En esta acción, por una desinteligencia, muere el comandante contratado por el gobierno de Chile, Jorge O'Brien.
28 de Octubre 1818:
Captura de la fragata "María Isabel": En este combate se enfrentaron las tropas patriotas al mando de Manuel Blanco Encalada contra las realistas, en Talcahuano. La batalla finalizo con la victoria patriota.
14 de Noviembre 1818:
Captura de cinco transportes: El comandante Blanco Encalada captura cinco transportes españoles en Talcahuano.
21 de Febrero 1819:
Inicio de la Guerra a Muerte, Combate de Santa Juana: El montonero realista Vicente Benavides derrota al teniente José A. Rivero. Se inicia la "Guerra a Muerte".
28 de Febrero 1819:
La fragata O´Higgins ataca El Callao: La escuadra chilena al mando de Cochrane, ataca el puerto de El Callao, en Perú.
01 de Marzo 1819:
Asalto de Los Angeles: Intentado por las fuerzas realistas quienes tenían una fuerza auxiliar de 3.000 indios que tomaron parte en este sitio. En la ciudad sólo había el batallón patriota "Coquimbo" sin armamentos suficientes para su defensa. Los sitiadores habían tomado el fuerte, si no hubiese sido por la oportuna intervención del mariscal Andrés Alcázar y Zapata, quien llegó con su caballería. Entró en Los Angeles el 10 de marzo, después de batir a los sitiadores, salvando la situación que ya era desesperada.
11 de Abril 1819:
Sublevación de los Prieto: Entre las turbulencias que logró provocar la propaganda carrerina, la más importante es, sin disputa, la de los hermanos Prieto, en las cordilleras de Talca.
01 de Mayo 1819:
Combate de Curalí: Fue una batalla ocurrida en el marco de la llamada Guerra a Muerte, entre tropas realistas españolas dirigidas por Vicente Benavides y patriotas del gobierno provisorio chileno liderados por el coronel Ramón Freire, desarrollado en los campos de Curalí, cerca de la ribera norte del río Biobío. Fue una sorpresa y derrota total de Benavides, quien terminó escapando hacia La Araucanía.
Marzo a Septiembre 1819:
Diversas acciones de la Guerra a Muerte: Armadas todas aquellas partidas, que rara vez pasaban de un centenar de hombres por cada parte, comenzaron a salir las urnas contra las otras y con tal brío y rapidez que durante los seis primeros meses de la guerra (de marzo a septiembre de 1819) todo el sur de Chile no parecía sino un vasto palenque de matanzas.
19 de Septiembre 1819:
Combate de Quilmo: Al saber Victoriano en Tucapel la inesperada pérdida de Chillan, sin vacilar un instante, corrió al encuentro del enemigo, no tomando acuerdo de su número y seguido del puñado de hombres que tenía a sus órdenes.
01 de Noviembre 1819:
Combate de Tritalco: Irritado Benavides por el descalabro de Quilmo, inexplicable después de las ventajas conseguidas, y por el número de muertos de los suyos, resolvió vengar la derrota de Elizondo enviando a Bocardo con sus indios para atacar a Victoriano en Chillan y quitarle de nuevo a que el pueblo y su comarca.
20 de Noviembre 1819:
Combate de Hualqui: Tuvo como lugar Hualqui, cerca de Concepción. Por lado de los patriotas estaban las tropas de José Tomás Huerta y por lado de los realistas Vicente Benavides. La batalla finalizo con la victoria patriota.
06 de Diciembre 1819:
Combate de Pileo: Fue una batalla ocurrida en el marco de la llamada Guerra a Muerte, entre realistas españoles y patriotas chilenos desarrollado en la subdelegación de Pileo.
09 de Diciembre 1819:
Asalto de Yumbel: Realizado contra la ciudad de Yumbel al atacar las tropas realistas la plaza defendida por los patriotas al mando de Quintana, quién disponía de 100 hombres y los realistas de 658. Hay noticias de que en realidad las fuerzas realistas eran de 300 fusileros y 700 indios. El ataque duró 5 horas y terminó al aparecer una partida de 200 hombres en el cerro de la Parra. En este encuentro estaba Manuel Bulnes, de 19 años de edad, que entonces tenía el grado de subteniente de Cazadores.
10 de Diciembre 1819:
Combate de El Avellano: Fue una batalla ocurrida en el marco de la llamada Guerra a Muerte, entre montoneras realistas españolas y patriotas chilenos comandadas por Pedro Andrés Alcázar en las cercanías de Los Ángeles.
29 de Diciembre 1819:
Combate de San Pedro: Tuvo como lugar el fuerte de San Pedro en las cercanías de Concepción. En el se enfrentaron las tropas patriotas al mando de Pedro Agustín Elizondo contra las realistas al mando de Vicente Benavides. La batalla finalizo con la victoria patriota.
05 de Enero 1820:
Ataque a San Carlos: Los Pincheira ignorantes de que hubiesen llegado tropas de Santiago, descendieron en la noche del 4 enero de su malal del Roble huacho, y atacaron de sorpresa la indefensa villa de San Carlos.
30 de Enero 1820:
Acciones de Palpal y Coihueco: La matanza de Monte Blanco no escarmentó a los salteadores de la montaña. Era preciso que el infatigable Victoriano, seguido como siempre de la muerte, penetrase de nuevo en sus guaridas y les persiguiese hasta en sus últimos asilos.
02 de Febrero 1820:
Toma de los fuertes de la Aguada, San Carlos y el Castillo: Lord Cochrane aparece en Corral con tres buques y se toma los fuertes de la Aguada, San Carlos y el Castillo y, después, toma a Valdivia.
03 de Febrero 1820:
Asalto y Toma de Valdivia: En este combate se enfrentaron las tropas patriotas al mando de Thomas Cochrane contra las realistas al mando de Manuelo Montoya. La batalla finalizo con la victoria patriota lo que conllevo a la recuperación de Valdivia.
18 de Febrero 1820:
Combate de Agüi: El combate de Agüi fue un enfrentamiento bélico, el cual se desarrollo entre fuerzas realistas y patriotas en la isla de Chiloé. En el los patriotas dispusieron sus fuerzas para derrotar a los Españoles que dominaban la isla de Chiloé, ya que su permanencia en la isla fue considerada por los patriotas una amenaza para la independencia de Chile.
06 de Marzo 1820:
Combate de El Toro: Tuvo como lugar la hacienda El Toro, en el se enfrentaron las tropas patriotas contra las tropas realistas al mando de Gaspar Fernández de Bobadilla. La batalla finalizo con la victoria patriota.
22 de Junio 1820:
2do Combate de Quilmo: El 22 junio se presentó en la colina de Quilmo, en el mismo sitio en que Victoriano había escarmentado a Elizondo un año atrás, el jefe de partidas Gervasio Alarcón.
20 de Agosto 1820:
Expedición Libertadora del Perú. Zarpa de Valparaíso la escuadra con 17 transportes, 9 buques de guerra y 11 lanchas cañoneras, comandados por el vicealmirante británico Lord Thomas Cochrane. Una salva de 21 cañonazos anunció la partida de la Escuadra y el director supremo Bernardo O’Higgins Riquelme, la despidió con estas palabras: “De estas cuatro tablas dependen los destinos de América”.
23 de Septiembre 1820:
Combate de El Pangal: Desarrollado en el lugar llamado Pangal, en la rivera norte del Laja, los contendientes eran las tropas de Benavides comandadas por su lugarteniente Juan Manuel Picó con un total aproximado de 1.700 hombres, y las fuerzas patriotas en número de 500 soldados al mando de Benjamín Viel Gomets y Carlos María O´Carroll.
25 de Septiembre 1820:
Combate de Tarpellanca: Tuvo lugar en Tarpellanca, en el río Laja. En el se enfrentaron las tropas patriotas al mando de Pedro Andrés Alcánzar contra las tropas realistas al mando de Vicente Benavides. La batalla finalizo con la victoria realista.
05 de Noviembre 1820:
Captura de la corbeta española "Esmeralda": Recién pasada la medianoche, Lord Cochrane se apoderó de la corbeta española "Esmeralda", en la rada de El Callao. El buque tenía 44 cañones y su conquista fue una hazaña de valor y astucia.
25 de Noviembre 1820:
Combate de Las Vegas de Talcahuano: Tuvo como lugar en las cercanías de Talcahuano. En el se enfrentaron las tropas patriotas al mando de Ramón Freire contra las tropas realistas al mando de Vicente Benavides. Finalizo con la victoria patriota.
27 de Noviembre 1820:
Combate de la Alameda de Concepción: El combate de la Alameda de Concepción fue una batalla entre patriotas y realistas. Ramón Freire se dirigió a la ciudad de concepción donde Benavides presentó batalla en el lugar. La batalla finalizo con la victoria Patriota.
27 de Noviembre 1820:
Combate de Cocharcas: La vanguardia de la Segunda División derrota a las fuerzas del guerrillero José María Zapata.
12 de Enero 1821:
Combate de Lumaco: Los indios de Venancio Coihuepán y las tropas del capitán Salazar derrotan a las montoneras realistas de Carrero y Catrileo.
10 de Octubre 1821:
Combate Vegas de Saldías: Las fuerzas revolucionarias del realista Vicente Benavides Llanos, se enfrentaron al Ejército de Chile al mando de José Joaquín Prieto Vial y comandado por Manuel Bulnes Prieto en la Batalla de Vegas de Saldías en el contexto de la Guerra a Muerte, batalla que finalizó al día siguiente con el triunfo patriota. Sin embargo, esta guerra continuó por dos años más, dirigida por Juan Manuel Picó.

15 de Noviembre 1821:

Motín de Osorno: Unos cuantos sargentos las sublevaron. El mayor Letelíer. los capitanes Baldovinos y Cartes y los tenientes Anguita. Vial, Cavallo y Alfonso que intentaron sofocar el motin, fueron muertos por los soldados.

26 de Noviembre 1821:

Combate de Hualehuaico: Las tropas de Manuel Bulnes vencen a un cuerpo realista apoyado por indigenas.

27 de Noviembre 1821:

Combate de Niblinto: Las tropas de Manuel Bulnes vencen a montoneras realistas apoyadas por indigenas.
12 de Diciembre 1821:
José Joaquín Prieto recupera Chillan: Con la formación de un nuevo regimiento y la dirección de Prieto se logra controlar el sur de Chile.
26 de Diciembre 1821:
Combate de La Imperial: No han quedado demasiados detalles de aquel terrible hecho de armas, lo que demuestra con evidencias que fue un desastre para los patriotas, dirigidos por el capitán Bulnes.
Diciembre 1821:

Nueva fisonomía de la lucha en Arauco: Campañas de Prieto, de Ruines y de Lantaño

09 de Abril 1822:
Combate de Pile: Las tropas de Clemente Lantaño y de Manuel Bulnes vencen a grupos indigenas.
Mayo 1822:

La expedición de Beauchef a Boroa: La guerra del sur hacia 1822 y 1823.

08 de Octubre 1822:
Asedio de Arauco: A las cuatro de la tarde del 8 octubre el recinto de Arauco estaba completamente rodeado por tres divisiones de indios que mandaba Ferrebú en persona.
23 de Octubre 1822:
Acción de Pitrufquén: El teniente coronel Beauchef derrota al guerrillero Palacios.
14 de Diciembre 1822:
Acción de Río Diguillín: El teniente coronel Torres derrota a las montoneras de Bocardo y Zapata.
26 de Marzo 1823:
Acción de Linares: Los Pincheira dan muerte al gobernador Sotomayor en dicha población.
21 de Febrero 1824:
Acción de Tucapel: Las bandas del cacique Venancio Coihuipán dispersan a las fuerzas que en los campos de Tucapel había reunido el cura Ferrebú.
24 de Marzo 1824:
Fracaso del canal de Chacao: La expedición del General Ramón Freire Serrano entra al canal de Chacao en su intento para la liberación de Chiloé. La expedición fracasa.
10 de Abril 1824:
Batalla de Mocopulli: En esta batalla se enfrentaron las tropas patriotas al mando del comandante Jorge Beauchef contra las tropas realistas al mando de José Rodríguez Ballesteros. La batalla finalizo con la victoria realista.
11 de Abril 1824:
Combate de Albarrada: El sargento mayor Gaspar derrota al cura Ferrebú.
20 de Abril 1824:
Acción de Colcura: Una partida proveniente del fuerte de Colcura cae sobre el campamento de una columna realista enviada por el cura Ferrebú y la dispersa.
30 de Agosto 1824:
Acción de Laraquete: Una partida proveniente del fuerte de Colcura, mandada por el comandante Gaspar, cae sobre el rancho donde dormía el cura Ferrebú y lo captura.
28 de Octubre 1824:
Acción de Coronado: Una columna patriota mandada por Lorenzo Coronado y Angel Salazar, cae sobre el rancho donde dormía el comandante Pico.
02 de Septiembre 1824:
Fusilamiento de Ferrebú y muerte de Pico: En la guerra de la frontera del Maule.
30 de Septiembre 1825:
Acción en el río Bureo: Un destacamento enviado desde Yumbel por el coronel Barnechea ataca a la montonera del comandante Senosiaín, causandole numerosas bajas.
27 de Noviembre 1825:
Sorpresa de Parral: Los Pincheira y Senosiaín caen con su montonera unida sobre el pueblo de Parral, donde había un destacamento de soldados bajo el mando del capitán Agustín Casanueva. Dicho destacamento pudo rechazar ese ataque.
27 de Noviembre 1825:
Acción de Longaví: Un destacamento patriota de dragonesal mando del comandante Manuel Jordán, trata de cerrar el paso a la montonera realista que se retiraba de Parral; perecieron el comandante jordano y 51 de sus hombres.
11 de Enero 1826:
Manuel Blanco Encalada en Ancud: Durante la Expedición de Liberación de Chiloé, aún en posesión de la corona española, el Vicealmirante Manuel Blanco Encalada entra al puerto de San Carlos de Ancud, bajo los fuegos de las baterías del Coronel español Antonio de Quintanilla.
13 de Enero 1826:
Batalla de Pudeto: Tuvo logar en Chiloé. En el se enfrentaron las tropas patriotas contra las realistas. El fin de este combate era la expulsión de los Españoles de Chiloé. La batalla finalizo con la victoria patriota.
14 de Enero 1826:
Combate de Poquillihue: Las fuerzas chilenas de Freire obligan a las realistas de Quintanilla a abandonar el fuerte de Poquillihue.
14 de Enero 1826:
Batalla de Bellavista: El Combate tuvo como lugar Chiloé. Se llevo a cabo entre el general Ramón Freire y los españoles. Su propósito fue el de incorporar la provincia de Chiloé al territorio Chileno. La batalla finalizo con la victoria patriota.
19 de Enero 1826:
Liberación de Chiloé: Con el propósito de incorporar la provincia de Chiloé al territorio de la República de Chile. Triunfan los chilenos sobre los españoles, logrando además, abrir el paso para la toma de la ciudad de San Carlos de Ancud. Las tropas chilenas encuentran dura oposición de los lugareños que son, en su mayoría absoluta, partidarios de la monarquía.
25 de Febrero 1826:
Acción de Neuqén: un destacamento mandado por el coronel Barnecheacae sobre el campamento de montoneros e indígenas de Senosiaín y de uno de los hermanos Pincheira, dispersando los y rescatando a numerosas mujeres cautivas.
31 de Agosto 1826:
Acción de Antuco: una montonera realista caer sobre el villorrio de Antuco y ejecuta al oficial Herquíñigo y a su guarnición de siete hombres.
Enero 1827:
Operaciones militares contra los Pincheira y las bandas de Senosiaín.
25 de Enero 1827:
Levantamiento de Enrique Campino: El coronel Enrique Campino ingresó a caballo al Congreso Nacional con intenciones de dar un Golpe Militar.
21 de Julio 1827:
Motín de Talca: Un escuadrón de Cazadores se sublevo, comandado por algunos cabos y sargentos.
31 de Diciembre 1827:
Acciones en San Fernando: El gobernador Silva apresó a algunos individuos afectos a la asamblea. El comandante Francisco Porras se colocó al frente de los partidarios del bando vejado, organizó algunas compañías de milicianos y aventureros y se dirigió a San Fernando.
Enero 1828:
Campaña contra Los Pincheira de 1828: El ministro de la Guerra repitió en el verano de 1828 la expedición que había realizado el año anterior contra los Pincheira, con menos fuerzas. Las pequeñas columnas comandadas por Viel y Bulnes no lograron dar alcance a los bandidos.
18 de Julio 1828:
Sublevación de Colchagua: Revolución federalista-o'higginista de Urriola. Los estanqueros y los pelucones salvan el gobierno.
25 de Agosto 1828:
Motín del Maule: Manuel Bulnes al frente de la guarnición de Parral, somete a los insurgentes al mando de Gregorio Murillo.
06 de Junio 1829:
Motín Militar: Un estrafalario motín, que debe considerarse más como incidente del proceso electoral que como pronunciamiento militar, acabó de exacerbar las pasiones, ya muy enconadas.
06 de Diciembre 1829:
Toma de Valparaíso: Portales y Rodríguez Aldea descubrieron e! plan de Novoa, y a fin de desbaratarlo, resolvieron impedir la salida de! "Aquiles", apoderándose de Valparaíso.
14 de Diciembre 1829:
Batalla de Ochagavía. La Acción de Ochagavía fue el primer choque armado producido entre tropas gubernamentales del bando pipiolo o liberal, y las del bando pelucón o conservador, acaecida durante la Guerra Civil de 1829-1830.
15 de Diciembre 1829:
La Revolución de Coquimbo: Pedro Uriarte y algunos hacendados se alzan contra el gobierno.
03 de Enero 1830:
Contrarrevolución de Sur: El coronel Cruz recupera Concepción.
02 de Marzo 1830:
Toma de Concepción: Viel se apodera de Concepción y pone sitio a Chillan y exige la rendición de Cruz.
17 de Abril 1830:
Batalla de Lircay. Este combate tuvo lugar a orillas del río Lircay, en el marco de la Guerra Civil chilena comenzada un año antes con la denominada revolución de 1829. Dicha revolución corresponde al enfrentamiento definitivo entre los estanqueros, o’higginistas y pelucones ("fuerzas conservadoras"), contra los pipiolos (liberales). Esta etapa, y con ello la denominada "anarquía chilena" (1823-1830), finalizó con la batalla de Lircay.
14 de Enero 1832:
Combate de Coyahuelo-Lagunas de Pulán: Las tropas de Manuel Bulnes caen sobre la montonera de los hermanos Pincheira, derrotando las completamente.
21 de Agosto 1836:
Captura de Buques de la Confederación: El ministro Portales envía a Victorino Garrido a tomar por asalto durante la noche el puerto de el Callao, logrando capturar tres de los seis barcos peruanos. Los botes del bergatín "Aquiles" capturaron la barca "Santa Cruz", el bergatín "Arequipeño" y la goleta "Peruviana" en el puerto peruano de El Callao, movimientos previos a la guerra contra la Confederación peruanaboliviana..Garrido se entrevista con Santa Cruz, acordando la devolución de las naves peruanas después de firmado un tratado de paz.
29 de Agosto 1836:
Sublevación de Freire: Las fuerzas chilenas lograron controlar a las sublevadas en el sur del territorio nacional, comandadas por el general Ramón Freire Serrano, quien tenía intenciones de derrocar el gobierno del presidente José Joaquín Prieto Vial y reconstruir el virreinato del Perú.
03 de Junio 1837:
Motín de Quillota: Es apresado por el Regimiento Maipo, el ministro Diego Portales, mientras pasaba revista a las tropas acantonadas en Quillota. Este hecho es conocido por la historia como el "Motín de Quillota".
06 de Junio 1837:
Combate de Cerro Barón y asesinato del Ministro Diego Portales: El Ministro se dirigió a Quillota, para revistar un cuerpo de ejército acantonado allí. De un instante a otro la oficialidad lo apresó y se amotinó contra el estadista. El coronel José Antonio Vidaurre dirigió el movimiento. Los amotinados se trasladaron a Valparaíso y se llevaron a Portales en un pequeño carruaje. En la madrugada del 6 de junio tras un combate en el cerro Barón, se escucharon los primeros disparos. El oficial Santiago Florín, que custodiaba al Ministro, le ordenó a un subordinado: ¡Baje el Ministro!. Este se arrodilló y de inmediato disparó sobre él.

11 de Septiembre 1837:

Inicio de la primera expedición; Durante la guerra contra la Confederación peruana-boliviana, zarpó la Escuadra Nacional comandada por el almirante Manuel Blanco Encalada.

29 de Septiembre 1837:

Desembarco en Quilca: Se inicia la marcha hacia Arequipa.
07 de Agosto 1838:
Segunda expedición chilena: Al mando del general Manuel Bulnes Prieto, las fuerzas chilenas se apoderaron del puerto de El Callao, durante la guerra contra la Confederación peruana - boliviana. Bulnes impuso a Perú una indemnización de 20 millones de pesos de la época, pero como los peruanos no accedieron a la petición, el general se apoderó de Lima, luego de una sangrienta batalla.
17 de Agosto 1838:
Captura de la corbeta "Socabaya": En el puerto peruano de El Callao, por las naves de la escuadra del capitán de navío Carlos García del Postigo Bulnes, durante la guerra contra la Confederación peruanaboliviana.
21 de Agosto 1838:
Combate de Portada de Guías. Luego de desembarcar la escuadra chilena, a cargo del Almirante Simpson, se llevó a cabo el combate de Portadas de Guía, adueñándose el ejército chileno de la ciudad de Lima el 21 de agosto de 1838. El General Bulnes cita un cabildo abierto, el que proclama un gobierno provisional en Perú a cargo de Agustín de Gamarra.
18 de Septiembre 1838:
Combate de Matucana. Las tropas chilenas avanzan hacia el interior del Perú, enfrentando y venciendo a las tropas de Santa Cruz.
17 de Diciembre 1838:
Combate del puente de Llac Lla: El ejercito confederado ocupó el pueblo de Recuay y a la vez el “chilenoperuano” estaba en Huaraz de donde salió mas al interior llevando centenares de enfermos, en busca de climas benignos. Al llegar al puente LlacLla fueron alcanzados por las tropas Confederadas y mientras Torraco apresuraba el paso de los enfermos, el soldado Lorenzo Colipí con 10 compañeros del batallón Carampangue, lucharon sin descanso permitiendo la evacuación desde Chiquian.
06 de Enero 1839:
Combate de Buin: En la Guerra entre la Confederación Perú-Boliviana y el Ejército Restaurador Chile-Perú. Hacia el norte de la ciudad de Lima, las tropas de la confederación se baten en un combate con el ejército chileno, desarrollándose la batalla de Huaras.
12 de Enero 1839:
Combate Naval de Casma: Ambas armadas se enfrentaron en el Combate Naval de Casma, convirtiéndose en el último con buques a velas. El triunfo chileno nos permitió el dominio del mar.
20 de Enero 1839:
Batalla de Yungay. A orillas del río Santa ocurre la decisiva en la Guerra contra la Guerra entre la Confederación Perú-Boliviana y el Ejército Restaurador Chile-Perú. El presidente Santa Cruz había fortificado el fuerte de Yungay y el cerro Pan de Azúcar, el cual fue asaltado por la infantería chilena, desatándose la Batalla de Yungay. Este día, el 20 de enero de 1839, las tropas chilenas vencen a las de la Confederación, declarándose disuelta. Las tropas del General Bulnes llegaron el 18 de febrero a Lima, dando fin a la guerra.
20 de Abril 1851:
Motín de Urriola: Un motín cívico militar estalla en las calles de Santiago de Chile, por oposición al gobierno de Bulnes y a la candidatura presidencial de Manuel Montt. Urriola y cinco mil revolucionarios se tomaron las principales calles de Santiago, mientras que el gobierno preparó una contraofensiva desde la Alameda y el Cerro Santa Lucía. El combate duró cerca de 5 horas, tras las cuales fue abatido Urriola y hubo más de 200 muertos.
25 de Septiembre 1851:
Operaciones sobre Huasco, Vallenar e Illapel: Con erogaciones forzosas de los vecinos y prorratas de caballos y elementos de transporte, logró Vicuña Mackenna reunir una partida o montonera, que llegó a contar con 150 fusileros y 172 jinetes, que, en su inconsciencia militar, creía capaces de arrollar las fuerzas que el gobierno le opusiera.
28 de Septiembre 1851:
Revolución de La Serena y Captura del "Fire Flay": La necesidad de procurarse armas y municiones, para organizar un ejército eficiente de unas dos mil plazas, se imponía al más elemental sentido común. Carrera concibió el proyecto, de dudoso éxito inmediato, de adquirirlas en Lima. Con este objeto, se apoderó a viva fuerza del pequeño vapor "Fire Flay", de propiedad de Carlos Lambert, que navegaba con bandera inglesa, sin prever las complicaciones que el acto iba a ocasionar.
14 de Octubre 1851:
Batalla de Petorca: Mientras el ejército de Vicuña Mackenna operaba en Illapel. Carrera y Arteaga, informados de que Santiago estaba desguarnecido, después del envío de las tropas al sur, resolvieron operar sobre Aconcagua, reforzarse con los cívicos de San Felipe y proseguir a la capital.
14 de Octubre 1851:
Combate de Peñuelas: En el norte, la revolución seguía prendida. No obstante, la derrota de los liberales en Petorca los hace mantenerse en la provincia de Coquimbo, al tiempo que algunos empresarios mineros proclives al gobierno deciden crear un ejército contrarrevolucionario al mando de Ignacio José Prieto, quien logra derrotarlos en Peñuelas el 14 de octubre.
28 de Octubre 1851:
Sublevaciones de Aconcagua y Valparaíso: Los caudillos de La Serena exigían a los revolucionarios de Aconcagua, Santiago y Valparaiso, que aliviaran la presión de las fuerzas que los amagaban, intentando sublevaciones en el centro mismo de los recursos del gobierno.
07 de Noviembre 1851:
Sitio de La Serena: En el momento de iniciarse el sitio, La Serena contaba con unos 600 soldados: 300 cívicos, 200 mineros, que se organizaron-en un batallón intitulado "Defensores de La Serena", y una brigada de artillería.
19 de Noviembre 1851:
Combate de Monte de Urra: El 13 de septiembre, cinco días antes de la asunción de Montt, se declaró una asonada al mando del ex candidato Cruz, quien no aceptando la derrota electoral, y temiendo que las familias conservadoras de Concepción perdieran protagonismo en la dirección del país, consiguió armar un grupo de cinco mil hombres, entre partidarios y mapuches del cacique Colipí.
24 de Noviembre 1851:
Motín de Cambiaso: Durante la noche estalló en la ciudad de Punta Arenas, XII Región, el "Motín de Cambiaso", como consecuencia de la Guerra Civil de ese año. Luego de una gran masacre, su líder el teniente Miguel José Cambiaso Tapia, organizó su huida, pero fue detenido, condenado a muerte y ajusticiado el 4 de abril de 1852.
08 de Diciembre 1851:
Sublevación de Copiapó: La provincia de Atacama había sido objeto de un largo y activo trabajo de zapa contra el orden y las autoridades, realizado por una verdadera legión de agentes enviados desde el vigoroso foco pipiolo de La Serena.
08 de Diciembre 1851:
Batalla de Loncomilla: La batalla se desarrolló en el llano cercano al río del mismo nombre, cerca de donde después se fundaría San Javier, en la provincia de Linares. El bando leal al gobierno fue dirigido por Manuel Bulnes, mientras que el bando opositor estuvo a cargo de José María de la Cruz.
08 de Enero 1852:
Acción de Linderos de Ramadilla: El teniente coronel Victorino Garrido derrota a los revolucionarios mandados por Bernardo Barahona y ocupa Copiapó el 9 de enero, poniendo fin a las acciones armadas de la revolución.
06 de Enero 1859:
Toma de Copiapó: El militar retirado Pedro Pablo Zapata se presentó, seguido de 20 hombres, a las puertas del cuartel de policía. Urrutia, quien estaba a cargo de él, lo entregó, después de un simulacro de defensa.
19 de Enero 1859:
Toma de Talca: A las doce del día, el teniente retirado Samuel Vargas y el ex sargento Valenzuela, encargados de capturar al comandante de cívicos, sargento mayor José Antonio Bustamante, se acercaron a él, en los momentos en que se dirigía al cuartel.
02 de Febrero 1859:
Asonada de Concepción: El teniente coronel Basilio Urrutia derrota a los montoneros al mando de don Juan José Alemparte.
28 de Febrero 1859:
Sitio y Toma de San Felipe: Las tropas gobiernistas, al mando del teniente coronel Tristán Valdés asaltan y derrotan a los revolucionarios que mantenían en su poder la ciudad de este el 12 de febrero.
28 de Febrero 1859:
Asonada de Valparaíso: El general Juan Vidaurre-Leal somete a los insurrectos que intentaron asaltar la intendencia y los almacenes de la aduana.
14 de Marzo 1859:
Batalla de Los Loros: En el contexto de la Guerra Civil del '59. En este episodio, las fuerzas revolucionarias de Pedro León Gallo vencen a las del gobierno.
12 de Abril 1859:
Combate de Maipón: Nicolás Tirapegui logró sublevar la guarnición de la plaza de Arauco; y con las armas que se procuró en ella, organizo una nueva montonera de 400 hombres, y se reunió con Videla en Santa Juana.
20 de Abril 1859:
Combate de Pichidegua: Las montoneras de Colchagua, Talca y Maule cesaron de constituir un peligro para las ciudades bien guarnecidas, desde que el ministro Rafael Sotomayor organizó fuertes divisiones de milicias cívicas
29 de Abril 1859:
Batalla de Cerro Grande: A 5 Kilómetros al sur de la Serena, entre las fuerzas del Gobierno y las revolucionarías de Gallo, siendo éstas derrotadas.
12 de Mayo 1859:
Recuperación de Copiapó: el teniente coronel José Antonio Villagrán derrota en las últimas fuerzas revolucionarias que mantenían la ciudad en su poder desde el 4 de enero.
04 de Enero 1862:
Captura del "Rey de la Araucanía": El Comandante Cornelio Saavedra capturó a Antoine de Tounens, el "Rey de la Araucanía". A fines de 1861, Orelie Antoine de Tounens, de nacionalidad francesa, se asentó en la Araucanía y se autoproclamó rey de la zona y de la Patagonia. Aprovechando la escasa presencia de chilenos en la zona, que abarcaba entre los ríos Biobío y Toltén, el aventurero logró convencer a algunos caciques que aún resistían la autoridad chilena, y organizó una especie de reino en la zona.

26 de Noviembre 1865:

Combate Naval de Papudo. Durante este episodio de la "guerra con España", el almirante Juan Williams Rebolledo, al mando de la Esmeralda, se apodera de la corbeta española Covadonga, frente a la rada de Valparaíso. Juan Williams Rebolledo, logró capturar a la goleta española Covadonga. Ante esta derrota, el almirante español José Manuel Pareja, líder de las fuerzas hispanas, se suicidó. Fue reemplazado por Casto Méndez Núñez.

07 de Febrero 1866:

Combate Naval de Abtao. Sostenido entre la Escuadra aliada chileno-peruana y la Escuadra Española en el canal de Chayahué, provincia de Chiloé.
02 de Marzo 1866:
Combate Naval de Huito: Los jefes peruanos temían que las fragatas lograran forzar la boca de la ensenada de Huito, y en este evento bastaban los cañones de la "Numancia" para destruir impunemente toda la escuadra aliada.

31 de Marzo 1866:

Bombardeo a Valparaíso. Fue un episodio de la Guerra Hispano-Sudamericana, durante el cual el puerto de Valparaiso fue bombardeado y parcialmente destruido por ordenes del almirante español Casto Méndez Núñez.

11 de Noviembre 1877:

Motín y Destrucción de Punta Arenas: Se ha atribuido a esta rivalidad influencia casi decisiva en el motín de los artilleros. Dublé Almeida murió en el convencimiento de que el padre Matulski fue su principal o uno de sus principales instigadores. Los cronistas, por su lado, dando de mano a esta imputación desmentida por el desarrollo y las finalidades del motín, creen que el fanatismo antirreligioso envolvió al gobernador "en vahos de infierno y olores a Lucifer".

14 de Febrero 1879:

Se inició la Guerra del Pacífico con la toma de Antofagasta -que en ese tiempo era una ciudad boliviana-, por el ejército chileno, se inició la Guerra del Pacífico (1879-1883). Este conflicto bélico, que enfrentó a Chile con Perú y Bolivia, se debió a problemas territoriales y al interés por controlar la producción del salitre -nitrato usado como fertilizante y para la fabricación de pólvora-, que era u muy buen negocio en esa época. Como Bolivia procurara apropiarse de las salitreras de Antofagasta, el Gobierno chileno ordena ocupar esa plaza. Las tropas chilenas ocupan Antofagasta: Desembarcan dos Compañías, 1 de Artillería y 1 de Artillería de marina (198 hombres) las que bajo el mando del Coronel Emilio Sotomayor y ocupan la ciudad. A partir de ese momento Antofagasta queda en poder de Chile.
16 de Febrero 1879:
La Corbeta O'Higgins ocupa Mejillones: Los buques Blanco Encalada y O'Higgins marcharon el primero a Tocopilla y Cobija en protección de los chilenos, y el segundo a Mejillones.
16 de Febrero 1879:
Ocupación de Caracoles. Un destacamento de 70 hombres de la Artillería de Marina, al mando del Capitán Francisco Carvallo, ocupa Caracoles.

20 de Marzo 1879:

Ocupación de Cobija: Las tropas chilenas toman Cobija, al mando de William Rebolledo. Los buques Blanco Encalada y O'Higgins marcharon el primero a Tocopilla y Cobija en protección de los chilenos.

21 de Marzo 1879:

Ocupación de Tocopilla: Las tropas chilenas toman control de Tocopilla. Ese día desembarca en Tocopilla la tripulación del Cochrane al mando de Enrique Simpson.

23 de Marzo 1879:

Combate de Calama Fue el primer hecho de armas de la Guerra del Pacífico. Tropas chilenas al mando del Comandante Eleuterio Ramírez se enfrentaron contra las fuerzas bolivianas comandadas por el Coronel Ladislao Cabrera, obteniendo el triunfo el Ejército chileno...Por lo anterior, se fijó este día como: "El Día de Calama". Las tropas chilenas sufren 12 bajas, 7 muertos y 5 heridos, los Bolivianos 52, 20 muertos y 32 prisioneros (entre estos últimos se encuentra un ciudadano chileno de apellido Alfaro).
25 de Marzo 1879:
Un destacamento chileno llega a Chiu Chiu.
05 de Abril 1879:
Bloqueo de Iquique: El Bloqueo al Puerto de Iquique marca la primera acción ofensiva de Chile sobre territorio peruano.

12 de Abril 1879:

Combate Naval de Chipana: Fue el primer enfrentamiento naval, entre la cañonera chilena "Magallanes" y la corbeta peruana "Unión" y la cañonera "Pilcomayo". Las naves peruanas a raíz del bloqueo y por presión popular, Prado les ordena salir como estén a practicar operaciones "inteligentes y de consecuencia" entre Antofagasta e Iquique.
18 de Abril 1879:
Bombardeo de Pisagua: Este acto más que servir para un objetivo táctico o importante, fue más que nada en represalia por el ataque a sus embarcaciones menores.
01 de Mayo 1879:
Combate de Mejillones: El Cochrane y la O’Higgins combaten con los defensores de tierra, 10 hombres bajo el mando del Teniente Coronel Graduado Luis Reina dos marinos chilenos resultan heridos por un accidente.

21 de Mayo 1879:

Combate Naval en la rada de Iquique. Mueren heroicamente el comandante de la Esmeralda, Arturo Prat, y gran parte de la tripulación. Luego de un épico combate el Huáscar hunde a la Esmeralda, mueren 146 marinos chilenos y otros 57 caen prisioneros, por el lado peruano muere un oficial y salen heridos 7 tripulantes.

21 de Mayo 1879:

Combate Naval de Punta Gruesa. En Punta Gruesa en tanto la habilidad del Comandante Condell y una buena cuota de suerte terminan con la Independencia encallada y perdida totalmente, mueren 3 chilenos y resultan heridos 6, por el lado peruano, mueren 5 y salen heridos 23 tripulantes.
26 de Mayo 1879:
Combate Naval de Antofagasta: Fue el primer bombardeo naval nocturno de la guerra. Este combate se dio durante la primera correría del blindado peruano Huáscar.
28 de Mayo 1879:
El Huáscar recaptura a la goleta "Coqueta": La nave había sido recientemente capturada por los chilenos, la embarcación marchaba rumbo a Antofagasta, son capturados tres marinos chilenos, la goleta es enviada a Arica, con tripulación de presa.
06 de Julio 1879:
La Unión en Tocopilla hunde a la barca "Matilde": Después es perseguida por el Blanco Encalada.
09 de Julio 1879:
Segundo Combate Naval frente a Iquique: No pudiendo encontrar al Abtao (que ya había solucionado sus problemas de maquinaria y cambiado su fondeadero por seguridad) intenta hundir al Matías Cousiño, pero los disparos dirigidos contra este transporte atrajeron a la cañonera "Magallanes", la que se midió valientemente contra el Huáscar a pesar de su inferioridad, la llegada del Blanco determinó que Grau emprendiera la huida. Resultan heridos 3 marinos chilenos.
18 de Julio 1879:
Incursiones del Huáscar: El Huáscar inicia una serie de incursiones contra puertos y caletas chilenos del norte (Chañaral, Carrizal, Pan de Azúcar y Huasco).
23 de Julio 1879:
El Huáscar y la Unión capturan al transporte Rimac: En el buque estaba el Regimiento Carabineros de Yungay que estaba embarcado en la nave chilena, constaba de 250 jinetes, armados y municionados; todos ellos pertenecientes a las mejores familias de Santiago.
28 de Agosto 1879:
Segundo Combate de Antofagasta: El Huáscar se acerco al puerto de Antofagasta con la intención de cortar el cable submarino para evitar la comunicación del centro de operaciones enemigas con el resto de Chile sin darse cuenta que el Abtao se encontraba entre los buques neutrales.
10 de Septiembre 1879:
Combate de Río Grande: Un destacamento del Regimiento de Caballería Chilenos "Cazadores" destroza una montonera boliviana en las cercanías de San Pedro de Atacama, muere una docena de bolivianos, y salen heridos 5 chilenos.

08 de Octubre 1879:

Combate Naval de Punta Angamos. Se enfrentaron el blindado chileno "Almirante Cochrane" al mando de Juan José Latorre Benavente, y el monitor peruano "Huáscar", comandado por el contraalmirante Miguel Grau Serrano. Fue capturado el "Huáscar", la embarcación enemiga más poderosa. Sin embargo, falleció Grau, llamado el "caballero de los mares". Perú sufre 33 muertos y 26 heridos en un épico combate.
10 de Octubre 1879:
Combate de Quillagua.
02 de Noviembre 1879:
Tropas chilenas asaltaron y se apoderaron de Pisagua. Nuestros soldados se dividieron en dos grupos, uno por la playa y otro por los cerros, así tomaron entre dos fuegos a las tropas peruanas y bolivianas. Luego de un sangriento combate, los chilenos se apoderaron de la ciudad. El Estado Mayor evalúa en un centenar los muertos aliados y 56 prisioneros.
06 de Noviembre 1879:
Combate de Agua Santa o Pampa Germanía. Después de un corto tiroteo los chilenos quedaron dueños del campo y de la línea del ferrocarril de Pisagua a Agua Santa. Los "Cazadores" despedazan el destacamento de retaguardia aliado en Pampa Germanía, los aliados pierden unos 60 hombres muertos, entre ellos el Teniente Coronel Sepúlveda, los chilenos 3 muertos y 6 heridos.
18 de Noviembre 1879:
El "Blanco Encalada" captura al barco peruano "Pilcomayo"
19 de Noviembre 1879:
Batalla de Dolores o San Francisco. Luego de diversos vaivenes el Coronel Emilio Sotomayor concentra y atrinchera sus 6.500 soldados en el Cerro San Francisco, donde es atacado por Buendia con 11 mil peruanos, venciendo los chilenos en la Batalla de Dolores o San Francisco, las tropas peruanas se retiran hacía Tarapacá.
22 de Noviembre 1879:
Las tropas chilenas ocuparon Iquique, mientras que las autoridades peruanas abandonaban la plaza, sin quemar ningún cartucho.
27 de Noviembre 1879:
Batalla de Tarapacá. La Campaña de Tarapacá, fue una de las fases de la Guerra del Pacífico, finalizó con la Batalla de Tarapacá, la que se desarrolló en la quebrada del mismo nombre. Esta campaña tenía como objetivo la posesión de la Provincia de Tarapacá. La hazaña de los soldados chilenos, permitió una victoria impensada. Chile se adueñó de la región, y la gesta tuvo un hondo efecto en la población. La valentía demostrada por Eleuterio Ramírez en el combate, lo llevó a ser elevado a héroe nacional. En el centro de San Lorenzo de Tarapacá, un monumento conmemora la contienda del 27 de noviembre de 1879; en una cripta están enterrados los soldados chilenos y un busto recuerda a Eleuterio Ramírez.
06 de Diciembre 1879:
Combate de Tambillo (San Pedro de Atacama): Un destacamento de 25 Granaderos es atacado, mueren 8 y otros 11 son tomados prisioneros, los bolivianos del "Francotiradores" sufren 2 muertos y 1 herido.
01 de Enero 1880:
Combate de Camarones: Muere un granadero y es capturado otro.
27 de Febrero 1880:
Combate Naval de Arica: Lo cierto es que más que un combate, se trata de tres acciones que ocurrieron el mismo día. En el muere el comandante del Huáscar Manuel Thompson.
09 de Marzo 1880:
El Blanco Encalada y el Loa en las islas Lobos: Hunden seis lanchas y capturan 29 animales, llevándose además prisioneros al Capitán de Corbeta Rosas y al Coronel Alaiza.
14 de Marzo 1880:
Fuerte escaramuza entre Chilenos y Peruanos en el frente de Moquegua, resultan heridos 2 soldados del regimiento "Buin" 1º de Línea y muerto 1 Gendarme de Moquegua.
21 de Marzo 1880:
Durante la noche un destacamento de 20 soldados de la Compañía de Cazadores del batallón peruano Grau incursiona sobre el campamento del regimiento de caballería chileno "Cazadores" dando muerte a 3 soldados, mientras tanto las tropas chilenas ya se han puesto en marcha para asaltar la excelente posición peruana.
22 de Marzo 1880:
Batalla de Los Angeles: Las tropas chilenas atacan y se apoderan del cerro de Los Angeles, considerado como inexpugnable. Las fuerzas peruanas estaban bajo las órdenes de Coronel Agustín Gamarra. Antes del medio día, gracias especialmente a una espectacular ascensión por senderos inaccesibles del batallón "Atacama" Nº1 las tropas chilenas derrotan completamente a las peruanas, las que sufren no menos de 28 muertos y 64 prisioneros.
01 de Abril 1880:
Ocupación de Locumba: La Patrulla de Duble Almeida ocupa el pueblo de Locumba, donde son atacados por las tropas del Coronel Albarracin, quienes matan a 3 chilenos y capturan 10, a cambio muere 1 soldado peruano y otro resulta herido.
18 de Abril 1880:
Combate de Buena Vista: Un fuerte destacamento de Caballería Chileno, bajo el mando de José Francisco Vergara destruye un grupo de milicianos peruanos y obliga al Coronel Albarracín a retirarse con los restos de su Escuadrón "Gendarmes de Tacna".
23 de Abril 1880:
Combate Naval de Torpederas en el Callao: Resulta herido el Teniente Manuel Señoret.
10 de Mayo 1880:
Segundo bombardeo del Callao: Los buques chilenos intentan sin éxito un segundo bombardeo del Callao, el monitor Huáscar resulta averiado, en tierra mueren 2 cantineras y 1 soldado, a la vez que salen heridos 24 personas. durante la Guerra del Pacífico.
25 de Mayo 1880:
Combate de torpederas en el puerto de El Callao: Hundimiento de la torpedera peruana "Independencia" y de la chilena "Janequeo", además mueren 2 marinos chilenos y 3 peruanos, salen heridos dos marinos chilenos y son capturados 7 marineros peruanos.
26 de Mayo 1880:
Batalla de Tacna o del Alto de la Alianza: El 1º Ejército del Sur Peruano y el ejército Boliviano (unos 10.000 hombres agrupados en 9 divisiones) son derrotados por el ejército chileno (14.147 hombres agrupados en 4 divisiones) los bolivianos no volverán a participar en una gran batalla contra Chile, mueren más de 500 chilenos y entre 1.000 y 1.200 aliados.
06 de Junio 1880:
Bombardeo de Arica: Se inicia el bombardeo chileno desde las baterías de tierra así como por el mar por los buques Loa, Covadonga, Magallanes y Cochrane. Las defensas peruanas utilizan la Batería Norte, Batería del Morro, Batería del Este y los cañones del monitor BAP Manco Cápac. El Cochrane recibió un impacto de un cañón Voruz de las baterías del morro, que lo hizo explotar provoncado 27 heridos, de los cuales murieron 7 después.
07 de Junio 1880:
Asalto y Toma del Morro de Arica: Las tropas chilenas toman por asalto el Morro de Arica. Ultimo reducto de los peruanos, desde entonces esta ciudad pertenece al territorio nacional. Luego de un cruento combate de alrededor de una hora y media, las tropas chilenas derrotan a la guarnición de esta plaza fuerte, mueren más del 30% de los defensores de la plaza, cumpliendo lo señalado por el Coronel Bolognesi de "luchar hasta quemar el último cartucho"
16 de Julio 1880:
Combate de Palca: Después de la Batalla de Arica, las fuerzas chilenas organizan expediciones a la sierra de Tacna, en donde se encuentra organizada las guerrillas de Pacheco Céspedes, Leoncio Prado y Gregorio Albarracin. Así se realiza el combate entre la guerrilla de Pacheco Céspedes contra el Regimiento Lautaro.
19 de Julio 1880:
Expedición de Salvo a Moquegua: Baquedano despachó contra ellos una expedición a Tarata, al mando de Barbosa, y otra a Moquegua, a las órdenes del sargento mayor Wenceslao Bulnes.
22 de Julio 1880:
Combate de Tarata: Las tropas chilenas del Coronel Barboza despedazan a los guerrilleros peruanos del Coronel Leoncio Prado, quienes sufren 26 muertos, 3 heridos y 21 Prisioneros, los chilenos por su parte sufren 1 muerto.
04 de Septiembre 1880:
La expedición Lynch: Lynch debía desembarcar en los puertos peruanos, empezando en el norte por Paita, para terminar en Quilca; internarse en los valles feraces; imponer contribuciones en dinero o en especies a la propiedad particular; inutilizar los ferrocarriles, y destruir las propiedades, cuyos dueños rehusaran pagar los cupos, teniendo cuidado de no perjudicar a los neutrales.
13 de Septiembre 1880:
Hundimiento de la "Covadonga": Alrededor de las 15:15 estalló el artefacto explosivo, que un marinero sobreviviente comparaba al estallido de cuarenta cañonazos a un tiempo, hundiéndose la Covadonga en dos minutos.
16 de Septiembre 1880:
Nuevo combate de Torpederas en el Callao: Resulta 1 herido en la chilena "Guacolda" y 1 muerto en la peruana "Urcos".
22 de Septiembre 1880:
El Cochrane bombardea Chorrillos: Buques de la escuadra chilena bombardearon los puertos peruanos de Ancón y Chancay, en represalia de la celada que hizo volar la "Covadonga", en el contexto de la Guerra del Pacífico.
23 de Septiembre 1880:
El Blanco Encalada bombardea Ancón.
23 de Septiembre 1880:
La Pilcomayo bombardea Chancay.
05 de Diciembre 1880:
Combate de lanchas en El Callao: Donde murió el aspirante a marina Juan Antonio Morel Zegers.
11 de Diciembre 1880:
Bombardeo del puerto de El Callao: Por el transporte "Angamos". Falleció el teniente Tomás Pérez al explotar un cañón.
24 de Diciembre 1880:
Combate de Pachacamac: A las 2 de la mañana un destacamento compuesto por dos compañías del “Buin”, 2 del “Esmeralda” y 200 “Cazadores” salen hacía Machay a marchas forzadas, a las 4 de la mañana llegan a Pachacamac, poco después sostienen un intenso combate con tropas peruanas emboscadas, sufriendo un muerto, un herido y con el Sargento Mayor Silva Contuso la tropa se repliega llevándose 3 soldados peruanos prisioneros.
27 de Diciembre 1880:
Combate de El Manzano o Pueblo Viejo: Entre tropas chilenas y peruanas, donde murieron los comandantes de ambos ejércitos, en el contexto de la Guerra del Pacífico. El Regimiento Curicó sorprende y prácticamente destruye a la I Brigada de Caballería “Rimac”, en el Manzano por la parte chilena muere el 2º Comandante del Curicó Teniente Coronel José Olano y son heridos 4 soldados, por la parte peruana mueren 16 soldados y son capturados 112 soldados peruanos, entre ellos el Comandante de la Brigada, Coronel Sevilla. Para celebrar el acontecimiento, por orden del día se ordena que todas las bandas de las unidades chilenas toquen el Himno Nacional inmediatamente frente a sus campamentos.
02 de Enero 1881:
Combate de Humay: Las Tropas del Comandante Echevarria atacan y causan serios daños a una montonera peruana en Humay, los chilenos pierden 5 hombres, 2 muertos y 3 heridos, entre los primeros 1 capitán.
09 de Enero 1881:
Combate de Ate: Un destacamento chileno de la II/2ª División bajo el mando del Coronel Barboza, asalta el sector escasamente defendido por los peruanos, luego de un corto combate desalojan a los defensores y quedan dueños del campo, los chilenos se retiran poco después, han sufrido 1 muerto y unos 20 heridos.
13 de Enero 1881:
Batalla de Chorrillos: Las tropas chilenas asaltan las posiciones peruanas, tras un sangriento encuentro capturan una tras otra las posiciones de Villa Santa Teresa, San Juan, Chorrillos y el Morro Solar, mueren más de 2000 hombres por bando en tal ves la batalla más grande de la historia de Latinoamérica.
15 de Enero 1881:
Batalla de Miraflores: Transcurre esta batalla en las proximidades de Lima, donde las tropas chilenas, al mando del general Baquedano, vencen a las peruanas consiguiendo de esta forma el triunfo de la guerra que se iniciara en 1879.
16 de Enero 1881:
Combate de Lurín: Una partida de caballería peruana ataca en las cercanías de Lurín a un destacamento de “Cazadores”, pero estos últimos les vencen, causandoles varias bajas.
07 de Abril 1881:
Combate de San Jeronimo: Lagos envía al Comandante José Miguel Alcérreca, al mando de una fuerza compuesta por tropas del Carabineros de Yungay y del Buin al interior. Ese mes en San Jerónimo, cerca a Santa Eulalia, se inicia la campaña de la Breña con las fuerzas organizadas por el coronel José Agustín Bedoya que se enfrentan a las fuerzas de Alcérreca, las cuales luego de un tiroteo dispersan a los hombres de Bedoya, para luego incendiar el lugar y retornar a Lima.
27 de Junio 1881:
Combate de Sangra: En la sierra peruana, las fuerzas chilenas comandadas por el capitán José Luis Araneda Carrasco, se enfrentaron al enemigo y luego de 13 horas de lucha, se retiró el ejército peruano. De los 36 "buines" que iniciaron el desigual combate, sólo 10 quedaron con vida, a los que la historia reconoce como: "Los diez de Araneda", "Los diez de Sangra".
08 de Agosto 1881:
Combate del puente Verrugas: Las guerrillas de sargento mayor José Osambela obtienen otra victoria en el puente Verrugas.
15 de Agosto 1881:
Combate del puente Purguay: Se libra el combate del puente Purhuay, saliendo de Chosica donde el nuevo batallón Zepita comandado por el teniente coronel Villegas y las guerrillas del coronel Manuel Tafur triunfan sobre las fuerzas chilenas.
02 de Septiembre 1881:
Combate de Calientes: Se produce en la región de Tacna.
03 de Septiembre 1881:
Combate de Pachía: En la región de Tacna se produce el combate, en donde las tropas chilenas derrotan a las guerrillas peruanas, dominando la región.
10 de Octubre 1881:
Combate de Motupe.
21 de Octubre 1881:
Combate de Cienaguilla.
26 de Octubre 1881:
Combate de Guadalupe.
05 de Febrero 1882:
Primer Combate de Pucará: Cáceres pasa por Tarma y Jauja y ocurre el combate con las fuerzas chilenas al mando de Del Canto. Cáceres continúa su marcha ocupando Izcuchaca, Acostambo, Huancavelica, Acobamba.
22 de Febrero 1882:
Combate de Acuchimay: Cáceres vence a las fuerzas rebeldes del coronel Arnaldo Panizo que contaba con 1.500 hombres, tomando sus tropas. Luego de este suceso Cáceres ingresa a Ayacucho.
06 de Marzo 1882:
Combate de Comas.
29 de Marzo 1882:
Combate de Pazos.
31 de Marzo 1882:
Segundo Combate de Pazos.
Marzo a Mayo 1882:
Suceden diversos enfrentamientos como los combates de: Sierralumi, Huaripampa, Huancaní, Llocllapampa, Sicaya, Chupaca, Pazos, Acostambo, Ñahuimpuquio. Las fuerzas chilenas estaban diezmadas por el tifus y la viruela, así Lynch autoriza a Del Canto a volver a Lima con el 2º de Línea trayendo a los heridos y a los enfermos. Los batallones "Pisagua" 3º de Línea y "Santiago" 5º de Línea son enviados como refuerzos.
03 de Junio 1882:
Combate de Marcavalle: Se enfrentan guerrillas peruanas con el batallón chileno Santiago destacado en Marcavalle.
28 de Junio 1882:
Nuevamente se enfrentan guerrillas peruanas con el batallón chileno Santiago destacado en Marcavalle.
09 de Julio 1882:
Segundo Combate de Pucará: Después de que los chilenos se retiran de Marcavalle, fueron perseguidos por dos compañías del Tarapacá, “Fueron empujadas sobre pucará, donde reforzados (los chilenos) por las restantes compañías de su batallón opusieron nueva resistencia.
09 y 10 de Julio 1882:
Combate de la Concepción. A las dos y media de la tarde de este día comienza el combate, considerado por el pueblo chileno, uno de los hechos más dramáticos de la Guerra del Pacífico. Se desarrolló los días 9 y 10 de julio de 1882 en el pueblo peruano de La Concepción. La guarnición completa del regimiento Chacabuco, compuesta por 77 jóvenes entre 16 y 18 años, resistió durante dos días el ataque de dos mil soldados peruanos, que tuvo como resultado la muerte de todo el contingente chileno. La valentía demostrada por los jóvenes, que mantuvo heroicamente alzada nuestra bandera, hizo que el 9 de julio fuera establecido como el día oficial de nuestro emblema patrio.
10 de Julio 1882:
Segundo Combate de La Oroya. Se enfrentan las fuerzas peruanas de Máximo Tafur y las chilenas del 3º de Línea, al mando del Teniente Francisco Meyer en el puente de La Oroya. La guarnición chilena mantiene el control del lugar.
15 de Julio 1882:
Combate de Tarmatambo. La compañía del batallón Lautaro se enfrenta en el caserío de Tarmatambo a las fuerzas dirigidas por el Coronel Juan Gastó y Máximo Tafur en el Combate de Tarmatambo.
16 de Julio 1882:
Combate de San Juan Cruz: Las fuerzas de Cáceres se enfrentan con una compañía del batallón 2° de Línea. Cáceres decide no atacar el pueblo, sino apostar la segunda división y los guerrilleros de San Jerónimo en las alturas cercanas a Tarma.
Febrero 1883:
Combate de Ungatá: Una compañía del Lautaro se enfrenta en Ungará al sur de Lima a guerrilleros locales, los chilenos son apoyados por un escuadrón de Granaderos y mantienen su posición.
14 de Marzo 1883:
Combate de Puruguay.
03 de Abril 1883:
Cáceres llega a la costa de Chancay, para luego atacar a la guarnición del Aconcagua. El coronel Urriola se retira de Chancay y se embarca en la Corbeta Chacabuco recibiendo luego refuerzos desde Lima del 3º de Línea y del Coquimbo por lo cual Cáceres se retira hacia Canta.
20 de Abril 1883:
Segundo Combate de Purhuay. Antes de ordenar una nueva ofensiva contra el ejército de Cáceres, Lynch ordenó la reparación del puente de Purhuay y la línea telegráfica que los montoneros de Chosica habían destruido lo que impedía el transito de las tropas chilenas hacia las zonas ocupadas por la resistencia peruana. Con tal misión partió de Lima el mayor Julio Quintavalla quien arribó a Chosica el 14 de abril, en los días siguientes la fuerza chilena fue constantemente hostilizada por las montoneras peruanas formadas por el batallón Guerrilleros del Rimac al mando del mayor Wenceslao Inchaústegui. El 20 de abril tuvo lugar el combate de Purhuay, a dos millas y media del puente del mismo nombre, tras el cual Quintavalla tuvo que retirarse sin haber logrado cumplir su misión y habiendo tenido 29 bajas entre muertos y heridos y 17 dispersos.
10 de Julio 1883:
Batalla de Huamachuco: Le correspondió ser el último hecho de armas que puso fin a la Guerra del Pacífico. Al ver a las fuerzas de Cáceres en el cerro Cuyulga, Gorostiaga deja el poblado de Huamachuco y se posiciona en el cerro Sazón al norte del pueblo. Se enfrentan ambos ejércitos, Gorostiaga vence a las tropas de Cáceres, quien pierde la mitad de sus hombres. Cáceres retorna a Ayacucho con el fin de organizar un nuevo ejército.
01 de Agosto 1883:
Combate de Coari: Enfrentamiento en el sur del Perú.
02 de Agosto 1883:
Combate de Mirave: Pacheco Céspedes se enfrenta al destacamento chileno al mando del Mayor Duberli de Oyarzun.
20 de Octubre 1883:
Tratado de Ancón: Tratado que pone fin a la guerra del Pacífico, de Chile contra Perú y Bolivia. Perú cede a Chile las provincias de Tacna, Arica y Tarapacá y Bolivia pierde la provincia de Antofagasta.
06 de Enero 1891:
Sublevación de la Escuadra: La Escuadra se levanta contra el Presidente José Manuel Balmaceda.
08 de Enero 1891:
Operaciones de la Escuadra en el sur: Para reunir contingentes y armas para los batallones, se emprendieron diversas expediciones. La "Esmeralda" ancló en Talcahuano e! día 8 de enero y tomó los elementos que había en el buque•escuela N° 2.
12 de Enero 1891:
Acciones en Coquimbo y La Serena: Primeras acciones de la Armada durante la Guerra Civil de 1891.
19 de Enero 1891:
Acciones en Pisagua, Zapiga, Alto Hospicio y Taltal: Primeras acciones de la Armada en el norte, durante la Guerra Civil de 1891.Conocido como el "Combate de los Abrazos", por la confusión que tuvieron los contrincantes en uno de los primeros enfrentamientos de esa guerra.
06 de Febrero 1891:
Captura de Pisagua. Los congresistas tenían su Cuartel General en la zona norte del país, tratando de avanzar hacia el centro del país. Los balmacedista intentaron frenar en esta zona a los congresistas, razón por la cual desarrollaron una serie de combates y batallas en esta región.
15 de Febrero 1891:
Batalla del Cerro Dolores o San Francisco: Las fuerzas gobiernistas afines al Presidente José Manuel Balmaceda fueron derrotadas por los congresistas, en el Cerro Dolores o San Francisco, cerca de Pisagua, provincia de Tarapacá.
17 de Febrero 1891:
Combate de Huara: Entre las tropas gobiernistas contra las congresistas en la estación de ferrocarril de Huara, que unía Iquique con Pisagua, en la I Región.
19 de Febrero 1891:
Combate de la Aduana de Iquique. Desde Iquique fueron enviadas fuerzas balmacedistas hacia el interior, por lo que esta ciudad quedó desprotegida. Aprovechando esta situación, las naves congresistas avanzaron hacia el puerto, llegando alrededor de las 05:00 hr.. A seis kilómetros de Iquique, se pudo divisar a cuatro embarcaciones congresistas alumbrando con sus proyectores los cerros para disparar sobre la tropa balmacedista que intentara descender al puerto.
07 de Marzo 1891:
Batalla de Pozo Almonte: Los balmacedistas habían perdido la mayoría de sus hombres y municiones, lo que sumado a la alta deserción de sus partidarios, generó el envío de 1.000 hombres desde Santiago.
19 de Marzo 1891:
Ocupación de Antofagasta Tacna y Arica: Apenas la provincia de Tarapacá estuvo libre de fuerzas enemigas, se planteó a los congresistas la necesidad de adueñarse inmediatamente de las provincias de Tacna y Arica, Antofagasta y Atacama.
23 de Abril 1891:
Hundimiento en Caldera del "Blanco Encalada": Los balmacedistas hunden en la rada de Caldera el barco "Blanco Encalada".
07 de Julio 1891:
Combate de Vallenar: El coronel Orrego, jefe de la división de Coquimbo, ignorando que venían en camino tropas constitucionales de infantería, dio orden al teniente coronel Almarza que atacara por sorpresa.
18 de Agosto 1891:
Desembarco en Quintero: Las fuerzas congresistas desembarcan en Quintero. 300 soldados del Pisagua N° 3, conducidos por botes que se desprendieron del "Biobio", se posesionaban sin oposición del pueblecito de Quintero.
21 de Agosto 1891:
Batalla de Concón: Fue la penúltima acción de la Guerra Civil de ese año y el primer enfrentamiento de las fuerzas revolucionarias o congresistas, comandadas por el coronel Estanislao del Canto Arteaga. Las fuerzas congresistas se concentraron en la bahía de Quintero y estaban al mando del General Estanislao del Canto.
28 de Agosto 1891:
Batalla de Placilla. La Guerra Civil de 1891 finalizó el 28 de agosto de 1891 en la Batalla de Placilla, pequeño pueblo situado a la bajada del Alto del Puerto, en el camino de Casablanca, lugar donde se enfrentaron las fuerzas que apoyaban al gobierno del presidente José Manuel Balmaceda Fernández, con las fuerzas de los congresistas o revolucionarias, obteniendo el triunfo estos últimos.

Bernardo O´Higgins

Bernardo O´Higgins

Ramon Freire

Ramon Freire

Joaquin Prieto

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Mujeres Destacadas de la Historia de Chile


Paula Jaraquemada Alquizar: (Santiago junio de 1768 - † falleció el 7 de septiembre de 1851). Hija de Domingo de Jaraquemada y Cecilia de Alquizar, fue uno de los personajes femeninos más importantes en la lucha por la independencia de Chile. ir a Bio,,,

Francisca Javiera Eudoxia Rudecinda Carmen de los Dolores de la Carrera y Verdugo (Santiago, 1 de marzo de 1781 - † ibídem, 20 de agosto de 1862), más conocida como Javiera Carrera, fue una patriota chilena que destacó por el apoyo a la lucha por la Independencia de Chile y por bordar la primera bandera patria del país, llamada actualmente bandera de la "Patria Vieja". Los Carrera eran descendientes de vascos. ir a Bio...

Catalina de los Ríos y Lisperguer: (*Santiago de Chile, 1604 - † 1665), más conocida como La Quintrala, fue una terrateniente chilena de la época colonial, famosa por su belleza y la crueldad con la que trataba a sus inquilinos. Se convirtió en un ícono del abuso y la opresión colonial. Su figura, fuertemente mitificada, pervive en la cultura popular de Chile como el epítome de la mujer perversa y abusadora. Para tildar a una mujer de abusadora en Chile se le dice "Quintrala". ir a Bio...

Candelaria Pérez: (* Santiago de Chile, 1810 - † 28 de marzo de 1870), también conocida como Sargento Candelaria, fue una militar chilena que participó en la Guerra contra la Confederación Perú-Boliviana. ir a Bio...

Irene Morales Infante (La Chimba, Santiago, 1 de abril de 1865 — † Santiago, 25 de agosto de 1890) Militar chilena, Sargento segundo y Cantinera del Ejército de Chile durante la Guerra del Pacífico. ir a Bio...

Janequeo o Yanequén: Fue una mujer lonco, de origen mapuche-pehuenche. Esposa del Lonco Hueputan, quien murió bajo tormentos por mandato del gobernador Alonso de Sotomayor. Su preparación militar y cualidades de líder, hicieron que se ganara el apoyo de los estrategas militares de su pueblo. ir a Bio...

María Isabel Riquelme y Meza: (* Chillán Viejo, Región del Biobío, Chile 1758 - † Lima, Perú 21 de abril de 1839), fue la madre del Libertador General de Chile, Bernardo O'Higgins. ir a Bio...

Rosa O'Higgins: (* Chillán Viejo, Región del Biobío, Chile 1781 - † Lima, Perú 1850), chilena hija de Isabel Riquelme y Félix Rodríguez Rojas. En los años de la lucha de la independencia chilena adoptó el apellido de su medio hermano Bernardo O'Higgins con quien viviese sus primeros años de su niñez. ir a Bio...

Eloísa Díaz Insunza: (* Santiago de Chile, Chile, 25 de junio de 1866, † Id. 1 de noviembre de 1950), primera mujer estudiante de medicina de la Universidad de Chile y primera médica de Chile y América del Sur. ír a Bio...

Guacolda: La existencia de Guacolda, mujer de Lautaro, así como la de Fresia, mujer de Caupolicán, es materia de discusión puesto que mientras para unos es sólo una leyenda, para otros se trata de una persona real. ir a Bio...

Fresia: La existencia de Fresia, mujer de Caupolicán, así como la de Guacolda, mujer de Lautaro, es materia de discusión, puesto que sólo aparece en el poema épico "La Araucana", escrito por Alonso de Ercilla y Zúñiga (1533-1594) durante su estadía en Chile y publicado en Madrid en tres partes (1569, 1578 y 1589). ir a Bio...

Inés de Suárez o Inés Suárez: (Plasencia, Extremadura, España, 1507 - Chile, 1580) fue una mujer española reconocida en el período de la conquista de Chile y compañera del conquistador Pedro de Valdivia. ir a Bio...

Lucila de María del Perpetuo Socorro Godoy Alcayaga: Conocida por su seudónimo Gabriela Mistral (Vicuña, 7 de abril de 1889 – Nueva York, 10 de enero de 1957), fue una destacada poetisa, diplomática y pedagoga chilena. ir a Bio...

HITOS:

1865 Mujeres de Clases alta y católicas se expresan en el Periódico “El Eco de las Señoras de Santiago”

1875 Clotilde Garretón se inscribe en los registros electorales, porque cumple con las exigencias de la ley.

1877 Promulgación del Decreto Amunategui, da derecho a las mujeres para que ingresan a la Universidad.

1884 Martina Barros intelectual que comienza a dar discursos sobre el voto femenino.

armón de un cañon de 1810

armón de un cañon de 1810










Eric Hobsbawm: "El SigloXX"

El Choque de las Civilizaciones. Samuel Huntington

El Fin de la Historia. Francis Fukuyama