Se ha estado trabajando fuertemente en el desarrollo de una agenda en defensa y seguridad para los eventos a realizarse en la República Argentina entre 2017 y 2018. La visita del Vicepresidente Pence, el encuentro de cancilleres del G20 como antesala de la cumbre, en la mira. Como avanzada de la próxima visita del Vicepresidente de los Estados Unidos, Mike Pence, una comisión del Gobierno de los Estados Unidos ha estado recientemente en el país y ha escalado distintas preocupaciones en relación a la capacidad de poder aéreo actual. Ante la falta de respuesta del Ministerio de Defensa y la Jefatura de Gabinete, el Comando Aeroespacial Conjunto cuenta con los medios para detectar pero no así ejercer su poder aéreo contra las más críticas amenazas. 

El peso de la intercepción aérea recae en los IA-58 Pucara, IA-63 Pampa y A-4Ar, insuficientes e inadecuados para abarcar todo el espectro posible. De estos, ninguno alcanza a capacidades marginales a lo desplegado regionalmente sea en aeronaves modernizadas tales como los F-5M Brasileños o los F-16C de la Fuerza Aérea de Chile. La falta de plataformas de detección, vigilancia y comando tales como las AEW&C pueden ser parcialmente subsanadas por instalaciones en tierra en combinación con plataformas aéreas de vigilancia electrónica pero el ejercicio del poder en capacidades de respuesta adecuada a los estándares internacionales no puede ser transferido a otro tipo de medio, ni siquiera si existieran medios de artillería anti aérea de alcance medio. Correspondería para un evento como cualquiera de los citados, el despliegue de patrullas aéreas de combate en puntos estratégicos en cercanías de la Ciudad de Buenos Aires junto a mas aeronaves de combate y helicópteros listos para despegar. 

Este esfuerzo precisaría de más de una veintena de aparatos, algo que la Fuerza Aérea Argentina más allá de las mejoras operativas recientes, no puede cumplir. La creencia del estado se volcaría hacia la seguridad terrestre apuntando a las grandes manifestaciones como se vio recientemente en Alemania, potenciadas por organizaciones sociales o agrupaciones políticas locales, no así en el caso de irregularidades aéreas. En conjunto con una tendencia de un recorte aún mayor en Defensa para el año 2018 y el incumplimiento de promesas, inclusive presupuestadas, para el reequipamiento de medios. También esto ha dado conjeturas de todo tipo incluyendo la delegación de la responsabilidad de altas prestaciones a la Fuerza Aérea de los Estados Unidos o la presencia de un grupo de batalla de la Armada de los Estados Unidos y su ala aérea embarcada completa. (Jesús.R.G.)